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La Mujer De Mi Vida – Excitante Despedida.

MR AGUILA

Bovino maduro
Registrado
20 Nov 2007
Mensajes
334
Fueron miles los recuerdos que golpearon mi cabeza al momento de verte, han pasado tantos años, tantas cosas, pero aun recuerdo ese gran amor que tuve por ti, de esa gran pasión que vivimos juntos, de ese enorme deseo que nos consumía cuando estábamos juntos, hacia tantos años de esto y aun mi mente y mi corazón revivían cada minuto de lo que vivimos hace tantos años.

Mi mente se traslado quince años atrás, cuando tu y yo nos conocimos en la preparatoria, aun recuerdo el primer día de clase, yo ya estaba sentado en mi lugar, todos ahí éramos de nuevo ingreso, yo era algo tímido, la banca de mi lado estaba vacía, miraba como algunos apenas y hablaban, los demás nos mirábamos unos a otros, apenas se escuchaban algunos murmullos en el salón, todos esperando a que llegara el profesor en turno.

De pronto apareció una niña de cara hermosa, delgada, cabello largo y claro, de ojos azules, con una sonrisa que alumbraba por completo el salón, la mirada de todos se clavaron en esa hermosa niña, si eras tu, de pronto vi como tu mirada recorría todo el salón, de pronto volteaste por donde yo estaba, sin mas te dirigiste hacia allá y te sentaste en la banca que estaba justo a mi lado, en todo momento mi vista te siguió, hasta que me vi sorprendido con tu mirada, tu sonrisa y una voz dulce que decía, “hola me llamo Nancy”.

Me quede sin habla, no supe que decir y el gesto que mi cara mostró fue de un completo imbecil, sin mas tu te reíste, se que te causo risa ver el gesto de bobo que se dibujo en mi rostro, yo completamente apenado voltie mi cara, estaba rojo de la pena, mis manos y frente sudaban y deseaba que la tierra me tragara, de pronto me hiciste una pregunta con relación a la escuela, ahí si ya reaccione rápido y te conteste.

Quien iba a decir que a partir de ese momento tú y yo seriamos casi inseparables, tu fuiste quien me saco de esa timidez, contigo conocí cosas que jamás imagine, recuerdo cuando al salir de la escuela nos pasábamos un buen rato sentados en el anden del metro, viendo pasar los trenes uno tras otro, mirando y en ocasiones burlándonos de algunas personas, tus ideas alocadas, las salidas de pinta, todo era en un principio como una linda amistad, aunque yo vivía enamorado de ti desde el primer momento en que te vi.

No entendía como era que podíamos compaginar tan bien, éramos tan diferentes, a ti te encantaba la música electrónica, yo amaba el rock y el metal, esa era la muestra mas pequeña de lo diferentes que éramos, sin embargo algo nos unía, algo hacia que pasáramos bien todo el tiempo que estábamos juntos.

Siempre me abrazabas y me llenabas de besos en mis mejillas y hasta en mi frente, yo moría porque me besaras en la boca, pero tampoco hacia nada ni intentaba nada, realmente vivía a gusto con lo que me dabas, así me conformaba, mientras por dentro tenia un gran sentimiento de amor.

Hasta que llego el día que sin duda se convirtió el más feliz de mi vida en ese entonces, recuerdo que me pediste que te acompañara a un rave, yo me rehusaba pues sabia que me aburriría, la música electrónica aun hoy en día solo puedo soportarla por un periodo de treinta minutos, no mas.

Aun así te acompañe, mis padres te conocían tan bien que no dudaron en darme el permiso de acompañarte, por la noche pasarían por mi a tu casa, mientras tu madre quien era con quien vivías, nunca te decía nada, quizás por eso es que eras tan abierta y sociable, aunque yo la llevaba bien con ella, y ella acepto que mis padres pasaran por mi a tu casa.

Recuerdo que llegamos al lugar, la música electrónica retumbaba en mis oídos, desde que llegamos tu no dejabas de moverte y eso me causaba risa, miraba a los ahí presentes y muchos pareciera que estaban en un viaje por el cosmos, como si la música los transportara a otro mundo, ingenuo pues después me di cuenta que era otra cosa lo que les hacia viajar así.

De pronto me tomaste de la mano y me llevaste entre la gente hasta llegar a donde había un grupo compuesto de tres hombres y dos mujercitas, los saludaste a todos con efusividad y luego me presentaste con ellos, solo que con admiración escuche cuando dijiste, “les presento a mi novio”, yo me quede pasmado, pero aun así y con todo mi asombro salude a los presentes, aunque pude sentir la pesada mirada de Gabriel, un chico de mi estatura, mas delgado que yo y debo admitir que no era nada feo, de el fue que sentí un recelo, solo de el, no así de las demás personas quienes me hablaron con total simpatía, como si me conocieran de años, ahora entendía también el porque Nancy era así.

En cuanto salude a sus amigos, la jale un poco hacia atrás y le pregunte porque me había presentado así, ella me dijo que Gabriel había sido su novio hacia ya rato, pero que habían terminado pero que aun así el la seguía buscando y le insistía mucho, que ella le había dicho que ya tenia novio y por eso me presento así, que ella no quería nada con el y esperaba que después de esto ya la dejara de buscar, yo sonreí y le dije, -así que yo soy tu conejillo de indias ehh-, “si perdón”, y me sonrió y como podía yo reclamarle algo, me mataba con su sonrisa.

Regresamos con tus amigos, tu me tomabas de la mano y te aferrabas a mi brazo, yo era feliz por eso, pero por desgracia duraba poco pues casi de inmediato me soltabas y te ponías a bailar con tus amigas, así que a los treinta minutos yo ya sentía que me dolía la cabeza, aparte me dio sed y te dije que fuéramos por una cerveza, me dijiste que esperara, te acercaste a una amiga y me sirvió algo en un vaso, luego me lo diste y me dijiste que bebiera, me llegaba el olor a alcohol, pero era renuente y desconfiado, por lo cual tu te serviste también, “mira para que no desconfíes”, y sin mas lo bebiste, así que yo no podía quedarme atrás, después te pregunte que era y me dijiste “se llama smart drink, esto es para que se te levante el animo”.

No me fue de nada desagradable aunque hasta después pude saber de que estaba hecho, en mi vida pensé en tomar alguna vez cafeína, anfetaminas y alcohol, pero debo admitir que en ese momento me sentí bastante bien, recuerdo que después me diste algo, era pequeña pero recuerdo que me hizo sentir que flotaba, me relajo por completo y hasta gusto le estaba tomando a la música, tu tomaste una igual, recuerdo que ambos bailábamos, nos abrazábamos, nos reíamos de cualquier estupidez, de pronto me besaste, si me besaste en la boca, y aun con todo y el efecto de la droga, podía sentir mariposas en mi estomago, podía sentir que ahora flotaba y no era por lo ingerido, era por ese beso tan deseado que me dabas.

Aunque atribuí a la droga el que tu me besaras, no quería hacerme ilusiones, pero no por eso deje de disfrutarlo, no claro que no, decidí aprovechar lo que se me presentaba, pensaba que ya después pasaría todo y regresaríamos a la normalidad, así que ese era mi momento y ya, así que entre besos, abrazos y caricias fugases fue que pude soportar estar ahí.

Ya era tarde, la música seguía pero el efecto comenzaba a pasar, ya no era tan soportable, tú me miraste y me dijiste que ya era hora de irnos, así que sin mas nos despedimos de tus amigos y caminamos para salir del evento, en el camino pude ver a mujeres y hombres completamente embrutecidos, alucinando, parejas dándose el faje de su vida, algunas chicas con los senos al aire, en fin que se notaba que esto pintaba para un final orgiástico.

Como sea, por fin salimos de ahí, caminamos unas calles hasta llegar a un sitio de taxis, en todo momento tu fuiste tomada de mi mano, recargada en mi brazo y diciendo que te la habías pasado de maravilla, agradeciendo mi compañía, yo pensaba que ya había terminado todo el show de los besos, así que supuse que de nuevo volvíamos a la amistad de siempre.

Subimos al taxi, me dijiste que te abrazara y lo hice como muchas veces, pegaste tu cabeza a mi pecho, y yo sentía que mi corazón palpitaba a mil revoluciones, de pronto tu levantaste tu cabeza, me miraste a los ojos, me hiptonisaste de nuevo con tu sonrisa y sin mas comenzaste a besarme, solo que ahora eras mas apasionada, podía sentir mas con tus besos, pero también pesaba que aun seguías con el influjo de lo ingerido, así que solo me dispuse a aprovechar el momento y a disfrutar de tan deliciosos besos, te amaba y esto para mi era simplemente lo mejor que me había pasado en años.

Así que entre besos por fin llegamos a tu casa, descendimos del taxi, caminamos a la puerta abrazados, tu sacaste tus llaves, abriste la puerta y entramos a tu casa, llegando a la sala había una nota de tu madre, “no vendrán por Eduardo, el se quedara esta noche en la sala, sus padres avisaron que no podían pasar por el y yo autoricé que se quedara, cierra bien todo y nos vemos mañana temprano”.

Me angustiaba que algo hubiera pasado, así que sin mas marque a la casa, todo adormilado contesto mi padre, le pregunte si estaba todo bien y el porque de no ir a recogerme como se había acordado, medio explico que el auto había fallado, luego sin mas me dijo nos vemos mañana, que bueno que ya llegaste y colgó, te hice saber esto y de inmediato en tu cara se reflejo un gesto de picardía, un gesto que jamás había visto, con este gesto y sonriendo te acercaste a mi, me abrazaste y me diste un ligero beso en la boca, luego te separaste y me dijiste que teníamos lo que restaba de la noche para nosotros.

Tu madre que era enfermera trabajaba por las noches, así que no estabas equivocada, teníamos la casa para nosotros solos, pero aunque yo te amaba y te deseaba, no quería perder la hermosa amistad, además no quería aprovecharme de que aun siguieras bajo los influjos de la bebida y la droga que habías tomado, así que solo te abrace y te di un ligero beso, luego te dije que no era correcto y que no quería aprovecharme de la situación, tu sonreíste y me abrazaste para luego decirme con toda la calma del mundo que el efecto ya había pasado desde hacia rato, que todo lo que había pasado era porque tu lo deseabas.

Recuerdo muy bien cuando tu dulce mirada se fijo en la mía y tus labios se abrieron para decirme que estabas enamorada de mi y que sentías un profundo deseo por estar conmigo, yo no supe que decir en ese momento, solo se que era el hombre mas feliz del mundo, luego me preguntaste que cual era mi sentimiento hacia ti, no pude contenerme y sin mas te dije que yo también te amaba y que estaba profundamente enamorado de ti, sin mas sonreíste, me tomaste de la mano y me llevaste hasta tu recamara, en cuanto entramos cerraste la puerta, nos quedamos parados a un costado de la cama, nos miramos, nos besamos y nos abrazamos.

Yo temblaba de los nervios, era la primera vez que estaría con una mujer, así que con palabras suaves trataste de calmarme, acariciabas mi cara, mi cabello, luego sin mas comenzaste a quitarme suavemente la chamarra y luego mi playera, dejando mi cuerpo desnudo de la parte superior de la cintura, acariciaste mi pecho, besaste mis pezones y luego mi cuello, con tranquilidad tu boca subió hasta la mía y me besaste de una forma tan deliciosa, que jamás eh logrado borrar ese beso de mi boca.

Acariciabas mi espalda mientras tu lengua exploraba mi boca, sentía como mi pene crecía debajo del pantalón, así como un poco de liquido salía de el por la excitación que estaba sintiendo en ese momento, tu me besaste por varios minutos, después te separaste de mi, vi como tus manos tomaban tu playera por los costados y la subías hasta salir por tu cabeza, quedaste en un brasier de color negro, es cierto que no tenias senos grandes, mas bien eran algo chicos, pero muy hermosos, luego sin mas te deshiciste de ese brasier y entonces me mostraste un hermoso par de senos, blancos como la leche, con unos pezones chicos, duros y de un color rosa hermoso.

De nuevo te acercaste a mí, me abrazaste y besaste, yo sentí la calidez y suavidad de tu piel en mi pecho, acariciaba tu espalda, tu suave espalda mientras pegabas tu vientre a mi endurecido y aprisionado pene, sentía como movías suavemente tu vientre, para así sentir el bulto que tenia en mi pantalón, mientras tus manos seguían acariciando mi espalda y tu boca me seguía dando un dulce pero ya apasionado beso.

Unos instantes después volviste a separarte de mi, ahora llevaste tus manos al botón y cierre de tu pantalón, luego sin mas vi como te agachabas para bajar tu pantalón hasta que solo quedaste con una pantaleta negra, nada sensual ahora que lo pienso, pero para ese momento a mi se me hacia divino verte así, era muy excitante, con tu dulce voz me pediste que yo también me quitara el mío, lo cual obedecí de inmediato, como pude saque mis converse negros de mis pies y luego saque mi pantalón, quede en bóxer y tu mirada se centro por unos segundos en lo marcado de mi excitado pene.

Me tomaste de la mano y me hiciste subir a la cama, ahí nos pusimos de rodillas uno frente al otro, besándonos y acariciándonos, prolongando lo inevitable, haciendo mas hermoso el momento y sobre todo aumentando el deseo y necesidad de hacer el amor, el cual ya hacíamos con nuestras caricias, con nuestros besos, con nuestras miradas.

Me hiciste recostar en la cama, sentí tus manos tomar el elástico del bóxer y comenzar a jalar para que este saliera, me dejaste desnudo y boca arriba sobre la cama, mientras tu mirada se fijaba en mi pene, sentí la calidez de tu mano cuando se postro en el y comenzaste a acariciarlo suavemente, pero mi mayor sorpresa fue cuando vi como te acomodabas sobre la cama, de tal forma que pusiste tu cara frente a mi duro pene, tu mano lo seguía acariciando, de pronto el tiempo se detuvo, vi como tu mirada se fijo en la mía por un instante, luego regreso esta a mi pene, vi cuando abriste tu boca y sin mas, introdujiste mi pene en ella.

Casi me vengo en ese momento, el sentir la humedad y calidez de tu boca en mi pene era demasiado, una sensación única y enloquecedora, mi cuerpo se retorció de placer y un gran gemido escapo de mi boca, mis ojos se pusieron en blanco y sentía flotar en la cama, mientras tu seguías regalándome un hermoso placer con tu deliciosa boca, tu misma sabias que no aguantaría mucho, así que solo lo hiciste por unos segundos mas.

En cuanto sacaste mi pene de tu boca vi como tu cara volteo hacia mí, me sonreíste y luego sin mas subiste hasta mi cara para de nuevo comenzar a besar mi boca, yo me aferre a ti y ahora con un beso quería demostrarte, quería que sintieras todo el amor que vivía en mi corazón por ti, luego deje de besarte y te abrace fuertemente, repitiendo una y otra vez que te amaba.

Tu mirada se fijo en la mía, con tus manos tomaste mi cara, la acariciaste suavemente y luego me dijiste que tu también me amabas, que estabas profundamente enamorada de mi, que era el hombre de tu vida, me besaste suavemente en la frente, me sonreíste y luego me dijiste que ahora venia lo mejor, soltaste mi cara y te hiciste un poco hacia atrás, doblaste un poco tus rodillas y levantaste levemente tu cuerpo, una de tus manos tomo mi pene, te acomodaste y suavemente sentí como se introducía en ti, no te detuviste hasta que estuvo completamente dentro.

Te quedaste inmóvil por un instante, dejaste caer suavemente tu cuerpo sobre el mío, me miraste y escuche como me preguntabas si estaba decepcionado, yo pregunte el porque, me dijiste que por no ser virgen, mis manos tomaron tu cara y solo te dije que te amaba con toda mi alma, comenzaste a llorar y a llenarme de besos, al tiempo que comenzabas a mover suavemente tus caderas.

Yo recorrí mis manos hasta tu espalda y la acariciaba, al tiempo de comenzar a mover también mis caderas, solo que al ser inexperto pues lo hacia muy lentamente, no sabia si a ella le dolería o la lastimaría, aun sabiendo que ya no era virgen.

Ella dejo de llorar en ese momento, me dio otro beso y luego se incorporo un poco, puso mis manos en sus senos y comencé a acariciarlos, mientras ella ahora movía con mas velocidad sus caderas, haciéndome sentir un inmenso placer, ella comenzaba a gemir y cerro sus ojos, mientras su boca se abría y gemía ahora con mas fuerza, mientras mis manos seguían acariciando sus suaves senos.

Después de unos minutos ella dejo de moverse suavemente, se levanto hasta que mi pene salio de ella, luego se recostó a mi lado, me beso y me dijo que ahora yo me subiera, lo cual hice de inmediato, hasta colocarme entre sus piernas, intente introducir mi pene pero mi inexperiencia no me lo permitió pues no le atinaba, tranquilamente me dijo que la dejara a ella hacerlo, bajo su mano y tomo mi pene, lo encamino a la entrada de su vagina y en cuanto yo sentí que el glande había entrado, moví mi cadera suavemente hasta que estuve de nuevo dentro de ella.

Ella gimió y me abrazo, suavemente pego su boca a mi oído y me dijo que me moviera un poco mas fuerte, lo cual obedecí y entonces comencé a mover mis caderas con mayor rapidez, no fuerte pero si con mas velocidad, y ella comenzó a gemir, cada vez con mas fuerza y eso me excitaba aun mas, sentía que estaba a punto de eyacular, y trataba de retardarlo lo mas posible, pero era demasiado para mi, era mi primera vez y sentía que ya no podía.

Casi gritando le dije que ya no podía contenerme mas, ella me dijo entre gemidos “espera un poco amor, solo un poco mas por favor”, yo en verdad que me esforcé al máximo, hasta que no pude aguantar mas y de mi boca escapo un fuerte grito al tiempo de sentir como llenaba su interior con mi semen, ella al sentir esto se excito tanto que estallo en un delicioso orgasmo, así que su recamara se lleno de nuestras muestras de placer, de gemidos y placenteros gritos.

Y no dejamos de movernos hasta que sentimos que ambos nos habíamos vaciado por completo, fue entonces que nos fundimos en un hermoso beso, no puedo negarlo, al igual que ella también llore como un bebe, siempre eh dicho que los humanos tenemos los sentimientos encontrados pues uno llora cuando algo le duele o esta triste y ríe cuando algo le gusta y esta feliz, pero ese día, si, ese día llore de felicidad.

Esa noche ya no volvimos a hacer el amor, solo nos abrazamos y nos quedamos dormidos así, juntos, desnudos y disfrutando de nuestra piel, de nuestro calor, de nuestro amor.

A partir de ahí nuestra vida cambio por completo, ahora ya éramos novios, si antes éramos muy unidos ahora éramos inseparables, además habíamos despertado algo entre nosotros, contaba las horas para estar a su lado, buscábamos el lugar y el momento para poder tener sexo, en su casa, en la mía, en el parque, donde alguna vez casi nos lleva un policía que nos sorprendió, la mas arriesgada fue en una ocasión en la escuela, en un salón que encontramos vació, ahí nos sorprendió un alumno que afortunadamente jamás nos delato.

Nos dábamos nuestras sesiones de sexo telefónico, en fin que buscábamos y sentíamos la necesidad de buscarnos cualquier espacio para poder estar juntos y esto solo fue en escasos cuatro meses, donde sin duda todo esto tuvo repercusión, si ella un día me cito y muy preocupada y un tanto triste me dijo que estaba embarazada, si ese día me tomo por sorpresa, si ese día no supe como reaccionar en un principio y esto te molesto y te lleno de tristeza, pero después te busque y te jure que te amaba y que juntos saldríamos de esto, por su mente paso el aborto, pero yo no estaba de acuerdo, sentía que era mi responsabilidad y que tenia que luchar por ella.

Hable con mis padres a quienes les expuse lo sucedido, les dije que dejaría la escuela y trabajaría para sacar adelante lo que había causado, mis padres tranquilamente y aunque se que por dentro les había dado un golpe muy fuerte, con toda calma hicieron que Nancy fuera a la casa y entonces hablaron con los dos, nos propusieron que no dejáramos la escuela, que siguiéramos y que ellos nos apoyarían, pero nos pedían que no nos casáramos, nosotros les dijimos que nos amábamos, pero ellos volvieron a proponer que no lo hiciéramos, claro que tampoco nos dejáramos, que ellos nos apoyarían hasta terminar la escuela.

Nosotros lo aceptamos y les agradecimos a mis padres la ayuda y la comprensión, la madre de Nancy no lo tomo tan bien y era lógico, nos dijo hasta de lo que nos íbamos a morir, a mi me insulto y yo nunca respondí nada, acate su enojo y sus insultos, hasta que ella se tranquilizo, luego hablo con mis padres quienes le expusieron la oferta que nos habían dado, ella acepto aunque no del todo convencida, pero aun con todo seguimos nuestras vidas.

Pero la vida aun nos tenia mas sorpresas, apenas un mes y medio después de saber que estabas embarazada, estabas en tu casa cuando de pronto te resbalaste por las escaleras, caíste mal y luego notaste que estabas sangrando, tu madre rápidamente te llevo al hospital, cuando llegue me encontré con la noticia de que por el accidente, habías abortado, cuando pude pasar a verte nos abrazamos y lloramos a mas no poder, pero también entendimos que aun con todo y lo que paso, la vida nos daba otra oportunidad, comprendimos que no era el momento y que el destino así lo había decretado.

Pero algo se había roto entre nosotros, nunca entendí que fue, pero yo te sentí distante, pero aun con todo yo te amaba en demasía, y me dolía tu alejamiento para conmigo, hasta que dos meses después de lo sucedido paso algo que rompió mi corazón, era lunes y tu no habías llegado a la escuela, te llame desde un teléfono en la calle y jamás contestaron, el ultimo día que te había visto fue el viernes, me dijiste que tenias cosas que hacer el fin de semana y que no podíamos vernos, el sábado por la noche fue la ultima vez que hable contigo, mencionaste que no estarías en casa el domingo hasta muy tarde, así que no quise molestar, pero ahora no sabia nada de ti, así que en cuanto terminaron las clases, corrí directo a tu casa.

No se pero tenia una sensación rara, tocaba el timbre de tu casa una y otra vez y no recibía respuesta, intente asomarme por la ventana pero la gruesa cortina no me deja ver nada, me angustiaba no saber nada de ti, hasta que una vecina tuya se asomo, al verme me dijo que esperara un poco, luego salio, me dio un sobre y me dijo que tu y tu madre habían desocupado la casa un día antes.

Me quede helado y no podía creer lo que la vecina me decía, luego ella dio la vuelta y se metió a su casa, yo me quede sentado frente a tu casa, con miedo e incertidumbre abrí el sobre, recuerdo cada palabra, pero en síntesis decías que a tu madre le habían ofrecido cambiar de residencia, que tenían dos semana planeándolo, pero no quisiste decir nada pues después de pensarlo, creías que lo mejor era que te alejaras de mi, no por falta de amor, pero según tus palabras necesitabas cambiar de aires, aunque me decías que te ibas con el corazón desecho y que jamás en la vida me olvidarías.

Me quede por espacio de dos horas frente a tu casa, llorando sin pena alguna, llegue a mi casa y platique con mis padres, ellos de nuevo me reconfortaron, me habías roto el corazón, y no tienes idea de cuanto me costo levantarme de nuevo.

Todo eso vino a mi mente cuando la vi, estaba en un centro comercial buscando un regalo para el cumpleaños de mi esposa, no podía creer lo que mis ojos miraban, dude por un segundo y note que ella también al verme, por fin me anime y me acerque a ella, me sonrió, pero la sonrisa ya no era la misma, luego vi que iba acompañada por tres pequeños, debo admitir que me sentí nervioso, pero con todo me acerque, -hola como estas-, le dije, “hola Eduardo, como estas tu”, -yo estoy muy bien gracias y tu que me cuentas, como estas, que es de tu vida-, “pues bien, estoy bien, ahora estoy casada y mira ellos son mis hijos, (ella volteo a verlos y les dijo), niños saluden a Eduardo, es un gran y viejo amigo.

Primero me saludo un pequeñito que dijo llamarse Gustavito y que tenia 5 años, luego le siguió una nena muy bonita y la cual se parecía mucho a Nancy, además de que se llamaba como su madre y me dijo tener 7 años, por ultimo se presento el mayor, un niño de Diez años, el cual se notaba que era un poco mas retraído que los otros dos, pero lo que me sorprendió fue cuando me dijo, “hola me llamo Eduardo”, yo mire a Nancy y ella solo me sonrió.

“Bueno pero dime si tu ya estas casado y tienes hijos”, -si ya estoy casado, pero apenas tengo una niña de tres años, apenas hace cuatro que me case-, “ah que bien y dime algo, terminaste tus estudios”, -si termine la universidad y ahora tengo un buen empleo-, “tus padres, como están ellos”, -bien, afortunadamente muy bien-, “salúdamelos mucho por favor”, -si claro que si, pero oye no se, me gustaría algún día platicar contigo, si quieres puedo darte el teléfono de mi casa o de mi oficina, igual y algún día puedes ir a mi casa a comer, llevas a tu esposo y tus hijos, así conoces a mi esposa-.

“Mejor dame tu numero del trabajo, yo te llamo allá y nos ponemos de acuerdo”, así que sin mas, busque una pluma y un papelito y le anote el numero de mi oficina, luego ella se despidió de mi al igual que sus hijos, siguió su camino y yo con mi mirada acompañe su andar, debo admitir que seguía hermosa, aunque también se notaba un tanto descuidada, su sonrisa ya no era tan mágica como antes, su cuerpo había embarnecido, ya no era esa niña delgadita de antes, ahora su cuerpo se notaba un tanto mas voluptuoso, pude notar que sus senos ahora eran mas grandes, sus caderas mas anchas y sus nalgas mas redondas.

Por fin reaccione y fui a buscar el regalo para mi esposa, aunque todos esos recuerdos no podía quitarlos de mi cabeza, cuando llegue a casa no mencione nada a mi esposa, no vi el caso para hacerlo y seguí con mi vida normal, pensando en que tal vez Nancy me llamaría, pero pasaron una, dos, tres semanas y no recibía su llamada, así que pensé que jamás lo haría.

Pero mi sorpresa llego a la cuarta semana, era un día jueves, yo estaba trabajando, de pronto sonó mi teléfono, mire el identificador y no pude reconocer el numero, descolgué el teléfono y conteste, “hola, me puede comunicar con Eduardo”, -quien lo busca-, “ni nombre es Nancy y soy su amiga”, mi sorpresa fue grande, pero me repuse de inmediato, -hola Nancy que gusto, soy yo Eduardo, pensé que no me llamarías-, “la verdad no pensaba hacerlo, pero debo admitir que necesitaba hacerlo”.

-Porque no querías llamarme-, “tenia miedo de hacerlo, pero la verdad es que mi corazón me empujo a hacerlo, necesito hablar contigo, creo que te debo una explicación”, -no, la verdad es que no me debes nada, lo que hiciste ya paso, ahora tu tienes una nueva vida y yo la mía-, “aun así, yo me siento con algo que no debo dejar pendiente, dime algo, podrías salir de tu trabajo y venir a mi casa a platicar”, -no lo se, así nada mas ir a tu casa a platicar-, “si por favor, puedes hacerlo”, -no lo se, mmmm marcame en diez minutos y te comento que pude arreglar-.

De inmediato fui a hablar con mi gerente con quien me llevo bastante bien, además de que ahora somos buenos amigos, al cual con total honestidad le platique lo que me pasaba y le pedí permiso para ausentarme del trabajo, como ellos me debían días de vacaciones y en ese momento no había algo urgente en el trabajo, me dio el permiso para salir, así que de inmediato le llame a mi esposa, solo para decirle que estaría en una junta en todo el día, esto con el fin de que no me llamara por teléfono.

En cuanto colgué sonó el teléfono y era Nancy, a quien le dije que estaba arreglado y que en donde podía verla, ella me dijo que fuera a su antigua casa, donde vivía hace años, así que el camino ya lo conocía y sin mas, salí de la oficina y fui a mi auto, salí rápidamente del edificio y maneje hasta llegar a su casa, debo admitir que durante todo el trayecto me sentía nervioso y me preguntaba una y otra vez el porque de hacer lo que estaba haciendo, pero ya estaba echo y creo que muy dentro de mi, también deseaba hablar con Nancy.

Me encontraba ya parado frente a su puerta, la casa se miraba desmejorada, no era igual a cuando ella de joven vivía ahí, le faltaba pintura y algo de mantenimiento, con incertidumbre toque a la puerta, casi de inmediato se abrió la puerta y apareció Nancy, quien llevaba un vestido floreado, sin mangas, el cual le llegaba a la mitad de las piernas y con un ligero escote en los senos.

Me sonrió y me dijo que pasara, así que rápidamente entre a su casa, ella cerro la puerta y nos quedamos parados frente a frente, ella sin mas me abrazo y me dio un beso en la mejilla, luego me dijo que pasara, me senté en una vieja y deteriorada sala, ella me ofreció un refresco pues no tenia trastes ni nada ahí y lo acepte, mientras ella lo servia con la mirada recorrí la casa, había un comedor pequeño, casi no había muebles, apenas un pequeño mueble donde tenía un televisor, mientras servia dos vasos de refresco le pregunte por su esposo y sus hijos, ella me dijo que en aquella ocasión que nos encontramos, fue porque vinieron a hacer unos tramites pues querían vender la casa, pero que ahora ella había venido sola y su esposo y sus hijos se habían quedado en casa.

Termino de servir el refresco y camino hacia mi, “como veras la casa esta bastante descuidada, hace mucho que nadie venia aquí, bueno mi madre antes se daba sus vueltas cuando podía pero pues ya no”, me dio mi vaso, -oye hablando de, como esta tu madre-, “murió”, -pero como-, “si hace medio año, enfermo y murió”, -lo siento-, “no te preocupes, por eso es que estoy aquí ahora”.

-No entiendo-, “mira esta casa no la quería vender mi madre, pero ya no esta y yo no pienso vivir aquí, solo estoy de paso”, -como que estas de paso-, “mira deja te cuento”, en ese momento ella se sentó a mi lado, “si mi idea es vender la casa y regresarme a vivir al lugar donde hoy vivo”, -donde vives-, “vivo en Veracruz”, di un sorbo a mi refresco y luego sin mas le dije, -bueno ahora estoy aquí y por teléfono me dijiste que necesitabas hablar conmigo, ahora puedes comenzar-.

“Bueno creo que primero debo pedirte una disculpa por mi forma de irme sin avisar, pero era necesario hacerlo, después de todo lo que nos paso, yo me sentía muy confundida, me sentía mal contigo, pero después comprendí que tu eras una persona muy buena, demasiado para mi, lo que hiciste tu y tus padres me hicieron ver que yo no era buena influencia para ti”.

“De pronto mi madre me dijo que le ofrecían trabajo en otra plaza, además allá trabajaría por los días y no en las noches como lo hacia aquí, yo quería huir de ti, quería alejarme de ti, por eso jamás te dije nada, el plan de cambiar de residencia fue en tan solo dos semanas”, -me rompiste el corazón, sabias eso-, “no solo fue el tuyo, también se rompió el mío”, -sabes que te odie cuando te fuiste-, “no merecía menos”.

-Yo te amaba como nunca, no entiendo eso que me dices que eras mala influencia, pero no se me hizo justo que me dejaras-, “vamos, yo fui quien te hizo que de pronto salieras de clases, yo fui quien te hizo que hicieras cosas que tu no hacías, yo fui quien te dio a probar la droga por primera vez”, -si y tu también fuiste mi primer amor, tu fuiste la mujer con quien por primera vez hice el amor, si tu fuiste la primera en todo eso, no lo dudo pero yo era feliz, venga aun con todo nunca descuide la escuela ni mi familia, jamás volví a probar la droga y lo que paso del embarazo, perdona pero eso no era culpa solo tuya, yo debía tener conciencia y cuidarme también, fue cosa de los dos, tu no tuviste la culpa de eso-.

“Lo que sea, yo en ese tiempo sentía que era mala influencia para ti, y bueno también mi madre me lo decía, creo que me deje influenciar por ella y no sabes como odie eso cuando por fin me di cuenta, ya era muy tarde, poco después conocí al que ahora es mi esposo, en una noche de fiesta me metí con el, me embarazo, en un principio el no quiso hacerse cargo del niño, así que con todo yo fui quien decidió seguir adelante, en cuanto nació lo primero que me vino a la mente fue registrarlo con tu nombre, con el nombre del hombre al que mas eh amado en la vida, después el padre regreso, me pidió perdón y yo lo acepte”.

“Desde entonces ya no volvió a irse, luego me embarace dos veces mas, así fue y es mi vida”, -no eres feliz por lo que cuentas-, “la verdad, si lo soy por mis hijos, los amo pero no con el padre, a el no lo amo, sabes algo, creo que jamás deje de amarte del todo, ahora que volví a verte me di cuenta que jamás eh logrado borrar todo el amor que llegue a sentir por ti, si Eduardo, aun siento amor por ti”.

Yo la miraba y notaba sinceridad en su mirada, debo admitir que por un momento me sentí desconcertado pero feliz, pero rápidamente me repuse, -es una lastima que hasta ahora me lo digas, tal vez cuando tuviste al primer niño si hubieras vuelto, yo te hubiera recibido, pero ahora ya es difícil, tengo una linda esposa y a mi hija que son mi adoración, no puedo negar que guardo un hermoso recuerdo de ti, pero Nancy, ya no puedo hacer mas, ya no-.

“Lo se Eduardo, yo como te comente solo estoy de paso, ese día que me viste fue porque vine con mi esposo y mis hijos, estamos arreglado cosas para vender esta casa, no te había llamado porque en seguida nos regresamos a Veracruz, por eso me urgía verte hoy, pues llegue ayer por la noche y me voy mañana por la mañana, solo vine con el pretexto de hacer un papeleo pero la verdad es que vine solo porque quería verte”.

En ese momento me miro y me sonrió, en verdad que volví a ver esa sonrisa que tanto me había hechizado, si se veía mas madura y un tanto descuidada, pero esa sonrisa la volvía a hacer que se viera hermosa, no pude negarlo, amaba a mi esposa, pero había un sentimiento que no podía borrar de mi corazón, un amor especial por esta mujer, le sonreí, note un nerviosismo en ella, jugaba con sus manos.

Quise romper la tensión y le dije, -recuerdas la vez que le quitaste la silla a un chico que creo se llamaba Ruben en plena clase-, “jajaja si claro que si lo recuerdo, que el maestro primero se rió y al ultimo me regaño”, “ah pero que tal tu cuando te burlaste de una chica morenita que no recuerdo su nombre, porque se resbalo y cayo en el salón, todos se quedaron en silencio y aguantando la risa y tu sin mas a carcajada abierta te reíste tanto que hasta lloro de la pena”, -tu me hiciste que yo fuera así recuerdas, tan seriecito que era-, “ahora resulta jajajaja”.

Recordábamos miles de travesuras, hasta que de pronto ella me dijo, “recuerdas el día que nos cacharon teniendo sexo en un salón que encontramos solo”, yo la mire y me sorprendí porque me dijera eso, pero trate de tomarlo con calma y le dije que si, que lo recordaba, luego le dije que ella tenia la culpa pues me volvía loco y cuando estaba con ella solo deseaba tener sexo, “eras un calenturiento”, -tu me volviste así, oh ya se te olvido-, “no, jamás eh olvidado que yo fui la primer mujer que tuviste en tus brazos”.

-Si, a ti te entregue mi virginidad, mi corazón y mi vida-, “sabes, jamás eh vuelto a hacer el amor como contigo, eras tierno, dulce y me tratabas con tanto amor, que me hacías flotar”, -pero era un inexperto-, “pero eras muy bueno”, -mmm pero claro ahora tengo mas experiencia, si antes sin saber era bueno imagina ahora como soy jajaja-.

“No se si seas mejor, no lo se, aunque me gustaría comprobar, pero aun así creo que me quedo con el Eduardo de hace muchos años, el que me entregaba su vida cuando hacíamos el amor”, -sabes algo, aun no eh podido borrar la suavidad de tu piel, la calidez de tus besos, esa sonrisa que me enamoro, aun no logro borrarla-.

Nancy se acerco mas a mi, tomo mis manos, me miro a los ojos y levemente me sonrió, luego dijo, “sabes, fuiste, eres y serás el hombre de mi vida, jamás dejare de dar gracias por haber conocido en mi vida a tan formidable hombre, por eso es que a mi primer hijo le puse tu nombre, para que así no pueda olvidarte nunca”, no pude evitarlo, en verdad que no pude evitarlo, mi corazón latía a gran velocidad y sin mas, me acerque a ella y comencé a besarla, me prendí de sus labios con voracidad, con deseo y con una enorme necesidad de que ella sintiera que tan grande fue el amor que le tuve.

Ella correspondía el beso el cual duro un par de minutos, después me despegue de ella y le pedí perdón, ella me dijo que no tenia que pedir perdón por nada pues ella también lo deseaba, -creo que debo irme- dije yo eh intente levantarme, ella me tomo del brazo y me dijo, “por favor no te vayas, no aun, yo bueno yo quisiera pedirte que me amaras una vez mas, esa fue mi intención por la cual te hice venir, quiero estar entre tus brazos por ultima vez, por favor que sea la despedida que jamás tuvimos, después prometo que jamás volverás a saber de mi, jamás volverás a verme”.

-Yo, no se que decirte-, ella noto mi duda y de inmediato me dijo que no dijera nada y sin mas me abrazo y comenzó a besarme, ya no era ese beso tierno que antes me daba, ahora me besaba con pasión, con lujuria y con deseo, yo la verdad es que no pude negarme, no pude parar las cosas, la verdad es que también lo deseaba.

Sin mas comencé a responder con la misma efusividad su beso, puse mis manos en sus mejillas y la besaba con total desesperación, ella se tiro sobre mi y entonces mis manos dejaron sus mejillas y fueron a parar a sus nalgas, las cuales ahora eran mas grandes y carnosas, podía sentirlas a la perfección pues pude darme cuenta que traía puesta una tanga y con la suavidad y lo delgado de la tela del vestido, el contacto con sus nalgas era mas que delicioso.

Luego ella separo su boca de la mía, me miraba con mucho deseo, rápidamente se puso de rodillas y me jalo para que yo quedara sentado frente a ella, sus manos fueron a mi corbata la cual quito con desesperación, yo rápidamente quite el botón del cuello de mi camisa, ella quito los demás, sus respiración era agitada y podía escucharse como la excitación que tenia la hacia respirar fuerte, sus ojos me miraban con mucho deseo.

Salio mi camisa y le siguió la camiseta, me puse de pie y comencé a quitarme el pantalón, ella me miraba y me lanzaba algunos besos, en cuanto mi pantalón quedo fuera, ella se puso de pie frente a mi y giro, dándome la espalda al tiempo que me pedía que le ayudara con el cierre del vestido, yo rápidamente lleve mis manos al cierre y lo recorrí hacia abajo, abrí el vestido y deje al descubierto su espalda, solo se podía ver el broche de su brasier blanco.

No pude resistir la tentación y pegue mi boca a su espalda para besar sus hombros, la parte trasera de su cuello, luego recorrí suavemente su espalda, al tiempo que mis manos bajaban el vestido, el cual llego a al cintura, seguí empujando hacia abajo y una vez que el vestido paso sus caderas, lo solté y por si solo cayo al piso.

Nancy dio un paso a un lado y luego le siguió el otro pie, yo la mire mientras hacia esto y su vestido quedaba en el piso y ella en un brasier sencillo de color blanco y una diminuta tanga blanca, mire hacia abajo y pude ver esta bonita prenda y sobre todo sus anchas caderas y sus blancas, hermosas y carnosas nalgas.

Ella quiso voltear pero no la deje, así que seguí besando su espalda mientras con mis manos acariciaba sus hombros y luego sus brazos, luego lleve mis manos al broche de su brasier, lo desabroche, ella al sentirlo flojo lo saco por sus brazos, lo dejo caer en el piso, yo deje de besar sus espalda y puse primero mis manos en su cintura, pegue mi cuerpo al de ella, mi duro pene aun sin liberar del bóxer se coloco entre sus nalgas, ella giro su cara y por un costado comencé a besarla en la boca.

Ahora subí mis manos y las postre sobre sus senos, los cuales seguían suaves, ya no eran tan chicos como antes, ahora estaban mas grandes, la maternidad le sentó de maravilla y esto se podía sentir en ese hermoso par de senos, sus pezones rosas estaban completamente erguidos, movía sus caderas para así poder sentir mejor la dureza de mi pene.

Ella de pronto giro, ahora me besaba de frente al tiempo que pegaba sus senos en mi pecho, ahora mis manos pasaron a su espalda y luego bajaron hasta sus nalgas, ahora ella movía su vientre en mi pene, y gemía mientras su lengua exploraba mi boca, hasta que unos instantes después se desprendió de ella, bajo su boca y beso mi cuello, mi pecho, vi como sus rodillas se flexionaban mientras su lengua recorrió mi ombligo y luego su cara quedo frente a mi duro pene, ahora estaba de rodillas frente a mi.

Como aquella primera vez, con sus manos tomo el elástico de mi bóxer, bajo mi bóxer hasta que salio de mis pies, luego con su mano tomo mi pene, lo acaricio un poco, volteo a mirarme a los ojos, me sonrió y luego abrió su boca para introducir mi pene en ella, como aquella primera vez sentí la humedad y calidez de su boca y comenzó a darme una felacion deliciosa.

Yo solo coloque mis manos en su cabeza y acariciaba su cabello mientras ella me prodigaba tan delicioso placer, mis ojos se pusieron en blanco y gemía con total gusto, a diferencia de aquella primera vez ahora ella se tomo mas tiempo pues ya no era un novato y aunque sentía mucho placer no fue como en el pasado, que casi eyaculo cuando sentí mi pene dentro de su boca.

Y debo admitir que ahora lo hacia mucho mejor, realmente había tomado una agilidad soberbia, así que la deje por varios minutos hasta que pensé que era hora de regresarle el gusto que me estaba dando, así que con las manos detuve su cabeza y la jale un poco para que así ella entendiera que yo quería que se pusiera de pie, la tome de los brazos y le ayude a incorporarse.

En cuanto estuvo frente a mi, la abrace y bese en agradecimiento por tan delicioso placer, luego la hice que se sentara en el sillón, me agache y tome su tanguita blanca y la jale hasta que salio por sus pies, luego me puse de rodillas al tiempo que le abría sus piernas y me colocaba entre ellas, mire su vagina y esta era de un color rosa muy lindo, con pocos vellos, la admire por unos segundos mientras acariciaba sus piernas, luego sin mas acerque mi boca, aspire su rico aroma y le di un beso, para después comenzar a recorrerla centímetro a centímetro con mi lengua.

Escuche un suave suspiro seguido de un delicioso gemido, yo seguía acariciando sus piernas mientras introducía un poco mi lengua en su vagina, luego con mi boca aprisione suavemente sus labios vaginales, luego mi lengua acaricio suavemente su clítoris y con mi boca lo tome y le daba pequeñas succiones, “ahhh que delicia amor, que delicia, se ve que has aprendido bien ahhh”.

Sentí como su vagina comenzaba a humedecerse cada vez mas, esto junto con mi saliva ayudaba a que su vagina se lubricara mucho mejor, luego decidí atacar con mi lengua su clítoris y entonces lo acariciaba con esta un poco mas fuerte, sentía como vibraba el cuerpo de Nancy, como gemía con mas intensidad, sus manos se aferraban a mi cabeza y acariciaba mi cabello.

No paso mucho tiempo para que Nancy dejara de acariciar mi cabello para comenzar a darle pequeños jalones, con mis manos sentí como sus piernas se tensaban, su cuerpo vibraba y de pronto un fuerte gemido escapo de su boca, de inmediato sentí un liquido muy caliente mojar mi boca y barba, estaba teniendo un gran orgasmo y en medio de estos gritos de placer me decía una y otra vez que me amaba.

Poco a podo deje de acariciar su clítoris y ahora con mi boca besaba sus piernas, mientras ella gozaba de las sensaciones que su orgasmo le habían provocado, en cuanto note que ella estaba lista, la hice recostar a lo largo del sillón, yo me puse de rodillas sobre este y me coloque entre sus piernas, ella me miro y me pregunto si quería que me ayudara, le dije que no, que ahora ya sabia como, así que tome mi firme pene, lo coloque en su vagina pero no lo introduje, si no lo pase por toda ella.

Nancy me miraba expectante, esperando a ser penetrada, pero yo seguía pasando mi pene por toda su vagina hasta que ella con una voz de suplica me dijo, “ya amor, por favor ya no me tortures mas, te necesito dentro de mi, por favor amor mío, penetrame ya porque de verdad te necesito”, ante tales palabras, tome mi pene, lo coloque en la entrada de su vagina, antes de penetrarla votie a mirarla, le sonreí al tiempo de introducir suavemente mi pene en su humedisima vagina.

Sus ojos se abrieron en su totalidad, su boca dejo escapar un dulce gemido, en cuanto estuve completamente dentro de ella me quede quieto por un momento, ella volvió a decir que me amaba, tome sus piernas con mis manos y comencé a mover mi cadera, en un principio fueron muy suaves mis penetraciones, pero poco a poco fui incrementando el ritmo de estas, así que también sus gemidos cada vez eran mayores.

Fue una danza deliciosa, nuestros cuerpos se acoplaban a la perfección, debo admitir que jamás logre sentir con ninguna mujer lo que sentía con Nancy cuando hacíamos el amor, sabia que estábamos hechos el uno para el otro, aunque el destino pensara diferente.

Por varios minutos la penetre en esa posición, hasta que pensé que era hora de cambiar, así que me salí de ella, me senté en el sillón y le pedí que se subiera en mi, ella rápidamente se puso de pie, yo me acomode mejor en el sillón, ella se subió a este colocando sus rodillas en los costados de mi cadera, tomo con su mano mi pene, lo dirigió a su vagina y de un solo golpe lo incrusto en ella al sentarse por completo, puso sus manos en el respaldo del sillón y comenzó a mover sus caderas de una forma deliciosa.

Mientas movía sus caderas acerco su cara a la mía y comenzamos a besarnos, yo coloque mis manos en sus nalgas y las acariciaba mientras ella las movía, sus besos cada vez eran mas intensos, sus gemidos los ahogaba en mi boca y su lengua jugaba con la mía, poco a poco fui haciendo mi cuerpo hacia abajo, a modo que mis nalgas quedaran en la orilla del sillón, ella subió un poco mas sus rodillas para que estas no salieran del sillón, deje de acariciar sus nalgas, ahora las deje fijas y con ellas me ayude al momento de comenzar a mover mis caderas arriba y abajo, ella dejo de moverse y dejo que yo fuera quien la penetrara a mi gusto.

Poco a poco incrementaba el ritmo, ella comenzó a sentir mayor placer y se desprendió de mi boca, levanto un poco su cuerpo mientras que yo la penetraba ahora con mayor fuerza y rapidez, ella gemía con mas fuerza, “ahhh si amor ahhh siii, cuanta delicia, ahhh si, te amo, te amo con toda mi alma ahhh”, no pude contenerme mas y le grite que la amaba y que era la mujer de mi vida, que siempre lo seria, y entre palabras donde expresábamos todo el amor que había en nuestros corazones, estallamos juntos en el mas hermoso y placentero orgasmo, ella baño con su néctar mi pene y yo inunde su vagina con mi espeso semen.

Y no paramos hasta que nos vaciamos por completo, ella se prendió de nuevo de mi boca, yo la besaba con desesperación, nuestros cuerpos un tanto sudorosos estaban completamente pegados, nos abrazábamos con fuerza, como queriendo dejar nuestros cuerpos impregnados uno en el otro.

Nos quedamos inertes, poco a poco la fuerza del abrazo fue cediendo, la intensidad de nuestros besos también, ahora ya eran suaves y tiernos, ella separo su boca de la mía, me sonrió como siempre lo hacia, luego lentamente fue levantándose hasta que mi pene salio de su interior, ella lo miro y se sorprendió al igual que yo, aun seguía firme, no había perdido para nada su volumen, además ella vio como este estaba lleno de sus jugos y parte de mi semen, se puso de rodillas y lo introdujo en su boca, no paro hasta dejarlo completamente limpio.

Fue cuando ella lo saco de su boca y lo miraba con sorpresa, “pero amor, que pasa, porque no baja”, -no lo se linda, tal vez el saber que esta es la ultima vez que estaremos juntos propicia que no baje, además para ser sincero, yo todavía quiero disfrutar de ti-, ella me miro, me sonrió y luego dijo, “pues si eso quieres, eso tendrás”, acabando de decir esto, ella se puso de pie, se dio la vuelta, abrió sus piernas las coloco por los costados de las mías, se agacho un poco, tomo mi pene y fue dejándose caer lentamente hasta que mi pene se incrusto de nuevo en ella.

Coloco sus manos sobre mis muslos y comenzó a mover sus caderas arriba y abajo, yo puse mis manos en sus caderas y seguía con ellas sus movimientos, estaba fascinado viendo sus blancas y carnosas nalgas, miraba como mi pene se introducía en ella y cuando salía brillaba por los jugos que ella dejaba en el, disfrutaba de tan hermosa imagen cuando mis ojos vieron su rosita y cerrado anito, para mi no era nuevo el sexo anal, ya lo había probado anteriormente con otras mujeres, incluso con mi esposa, pero no quise decirle nada, no sabia si ella ya lo había probado antes y no quería romper el encanto de ese momento, así que trate de borrar la idea de mi cabeza y seguí disfrutando de ella.

Luego dejo de moverse, quito sus manos de mis muslos y echo su cuerpo hacia atrás, colocando su espalda en mi pecho, subió sus pies y se apoyo en mis muslos, su cara y cabeza quedaron a un costado de la mía, giro un poco su cara al igual que lo hice yo, comenzamos a besarnos mientras ella con sus pies se apoyaba y movía sus caderas, haciendo que la penetración aunque lenta fuera muy placentera, mis manos se postraron sobre sus senos y los acariciaba sintiendo la suavidad de estos.

Solo estuvimos por unos minutos así, pues la posición fue un tanto incomoda para ella, así que dejo mi boca, la ayude a incorporarse un poco, bajo sus pies al piso y una vez que estuvo apoyada se levanto, yo detrás de ella y le dije que se pusiera en la posición de cuatro sobre el sillón, ella de inmediato lo hizo y luego yo me puse de rodillas sobre el sillón y me coloque detrás de ella, tome mi pene y lo introduje en su vagina, coloque mis manos en sus caderas y con ellas ayude el movimiento de mis caderas.

Ella se apoyaba con sus manos en el sillón mientras yo la penetraba cada vez con mayor fuerza, ella poco a poco comenzaba a gemir con mayor intensidad, para esto yo movía mis caderas con mas rapidez, ella dejo de apoyarse con sus manos y dejo caer un poco su cuerpo, siguió apoyada en las rodillas y con sus nalgas en todo su esplendor, al tiempo que su pecho y cara estaban recargadas en el sillón, esto provoco que sus nalgas se expandieran mas y que su ano quedara al descubierto, de nuevo mis ojos se posaron en el y ahora no pude resistir la tentación de quitar una mano de sus caderas y con mi dedo índice comencé a acariciarlo suavemente.

Nancy no dijo nada así que al no tener respuesta negativa yo seguí con la caricia, luego quite mi dedo, lo lleve a mi boca y lo llene de saliva, baje de nuevo mi dedo y distribuí mi saliva alrededor de su ano, mi saliva se mezclo con parte del liquido que ella había expulsado en sus orgasmos, así que esto hizo que fuera mas fácil el momento en que lentamente fui introduciendo mi dedo en el cerrado anito.

Fue cuando por fin Nancy dijo algo, “oh amor que es lo que intentas hacer”, yo detuve mi dedo y lo saque, hasta disminuí el ritmo de mi cadera, “amor yo nunca eh tenido sexo anal, eso es algo que jamás eh permitido a nadie”, yo solo le dije que me disculpara, ella se quedo en silencio por un momento y luego me pidió que parara y que saliera de ella, yo pensé que ya había echado todo a perder.

En cuanto sintió que estaba fuera de ella, de inmediato se incorporo y se sentó en el sillón, me hizo la seña de que me sentara a su lado, lo cual hice con cierta pena, me miro un tanto seria, luego sin mas me regalo una sonrisa que me hizo sentir mejor, “sabes amor, debo decirte que soy virgen en cuestión del sexo anal, jamás en la vida me ah llamado la atención y tal vez no este pensando sensatamente esto que te voy a decir pero tengo que hacerlo, creo que es justo que si en alguna ocasión tu me regalaste tu virginidad y yo no a ti, es justo que te regale la virginidad de mi anito, además siendo esta la ultima vez que estaremos juntos, quiero que sea especial e inolvidable para ti”.

-Linda no quiero forzarte a hacer algo que tu no quieras, además te puedo jurar que en si, esto es algo inolvidable para mi-, ella se acerco a mi de una forma muy melosa, me dio un besito en la boca, luego en mi mejilla, mordió suavemente mi oreja y en voz suave me dijo, “si amor, pero quiero hacerla aun mas inolvidable, solo te pido que lo hagas con suavidad y tacto”, yo aproveche que su oreja estaba a mi alcance, al igual que ella le di un pequeño mordisco y luego le dije, -prométeme que en el momento que te sientas incomoda o que sientas que te duele mucho y no puedes soportarlo, me lo hagas saber y así yo me detendré-, ella puso su cara frente a la mía y me dijo, “por eso siempre te eh amado, porque siempre has sido muy considerado conmigo, prometo avisarte si ya no quiero seguir adelante”, me dio un suave beso en la boca y luego pregunto que tenia que hacer.

Así que le dije que se colocara en la misma posición de un momento anterior, así que rápidamente se puso de rodillas sobre el sillón y recargo su pecho y cara sobre este, sus nalgas las dejo en todo lo alto y en su máximo esplendor, yo me coloque detrás de ella, pero primero deleite mis ojos con tan hermosa vista, luego sin mas acerque mi boca y comencé a darle besos en sus nalgas, unas ligeras mordidas y luego acerque mi boca a su cerrado y rosa anito.

Con mi lengua comencé a darle caricias en toda la parte exterior, sintiendo como el cuerpo de Nancy vibraba, “oh amor, eso se siente muy bien”, así que seguí así por unos instantes mas, luego centre mi atención en intentar introducir un poco mi lengua en su anito, poco a poco lo fui logrando y ella fue cediendo, ya entraba la mitad de mi lengua, sentía que su ano estaba bien lubricado, así que saque mi lengua, introduje mi dedo índice en su vagina, solo unos segundos, los suficientes para que quedara lleno de sus fluidos, luego lo saque y lo coloque en la entrada de su ano, lentamente fui haciendo presión hasta que poco a poco fue entrando hasta que logre meterlo por completo.

Lo deje por unos momentos dentro hasta que sentí que Nancy dejaba de apretarlo y se relajaba un poco pues yo le decía que tenia que hacerlo, fue entonces que comencé a meterlo y sacarlo suavemente, hasta que sentí que ella ya lo recibía con facilidad, lo saque y ahora fueron dos dedos los que meti primero en su vagina para lubricarlos, luego lentamente los introduje en su ano y repetí lo mismo que cuando meti el primero, luego fueron tres, ahí si lo resintió un poco mas Nancy, pero en todo momento se mostró dispuesta a seguir.

Le dije que estaba lista y le pregunte si deseaba seguir, me dijo que si, por lo cual ahora yo me coloque de rodillas detrás de ella, meti mi pene en su vagina, la tome de las caderas y comencé a penetrarla suavemente, incrementando cada vez mas mi ritmo, haciéndola gemir por el gusto que sentía, quería que estuviera excitada al momento de penetrarla por el ano, así que mientras la penetraba con un dedo le acariciaba su clítoris, hasta que pude arrancarle un orgasmo, el cual baño por completo mi pene.

El cual saque y vi que chorreaba sus jugos, así que ahora lo apunte a su anito, pude notar como ella vibro cuando sintió la cabeza de mi pene postrarse en la entrada de su ano, comencé a hacer presión, no entraba, un segundo intento y no entraba, le dije que tenia que relajarse, ella me dijo que esperara un segundo, así que vi como ella misma trataba de tranquilizarse, respiro profundamente y luego me dijo que siguiera, así que de nuevo puse mi pene en la entrada de su ano, volví a empujar y ahora como resultado mi cabeza entro por completo, pude ver como su ano se abría ante la acometida de mi pene.

“ahhhhhhhh”, exclamo Nancy, -tranquila linda, tranquila-, le decía esto mientras acariciaba sus nalgas y su espalda, espere unos segundos mas, luego le dije que continuaría así que de nuevo comencé a empujar y a introducir suavemente mi pene, el cual se fue introduciendo poco a poco, me detuve cuando tenia la mitad de mi pene dentro de su ano, sus manos se aferraban al sillón y note un gesto de dolor en su cara, mientras respiraba agitadamente.

Me quede quieto de nuevo unos instantes mas, sin que dijera nada, Nancy comenzó a relajarse de nuevo, sentí que la presión de su ano disminuía, así que fue la señal para volver a arremeter, así que volví a empujar y lentamente fui terminando de introducir mi pene, ahora no me detuve hasta que estuve completamente dentro de Nancy.

Podía escuchar como se quejaba un poco, así que le dije que me saldría y lo dejaríamos para después, pero antes de que comenzara a sacar mi pene, ella rápidamente y con una voz que reflejaba dolor me dijo, “no, nnnoo te salgas, recuerda que no habrá después”, -pero linda no quiero lastimarte, no quiero que este recuerdo sea no grato para ti-, “no te preocupes amor ahh, ya esta pasando el dolor, solo dame unos minutos mas, no te salgas por favor”.

Así que me que quede inmóvil, sin mover ni un solo milímetro mi pene, acariciando en todo momento la espalda, los hombros y las nalgas de Nancy, quien poco a poco fue dejando de sentir tanto dolor, poco a poco su ano fue acostumbrándose a mi pene, poco a poco sentía que la presión de su ano cedía levemente, fue Nancy quien dio la orden de continuar, así que sin mas volví a tomarla de las caderas, sacaba un par de centímetros mi pene y luego suavemente volvía a meterlo, esto lo estuve haciendo poco a poco, cada vez avanzaba mas, cuando me di cuenta ya mi pene salía casi por completo y de nuevo se lo volvía a introducir, ahora ya no se escuchaban quejidos de dolor, ahora escuchaba como poco a poco ella comenzaba a dar suspiros y delicados gemidos.

Poco a poco yo incrementaba el ritmo de mis penetraciones, poco a poco ella gemía mas y yo estaba disfrutando como nunca en mi vida, miraba hacia abajo y mis ojos no querían dejar de mirar la hermosa imagen que ante ellos se presentaba, trataba de grabar en mi mente el ver como mi pene entraba y salía de ese hermoso anito, además de las hermosas nalgas blancas de mi adorada Nancy.

A cada momento las penetraciones eran con mayor fuerza, con mayor velocidad, para entonces Nancy ya no solo gemía, gritaba de placer y me decía una y otra vez de cuanto gusto de estaba tomando, “oh amor cuando placer, en verdad ahhh puedo decir que eres el único hombre ahhh siii, con el que eh disfrutado tanto el sexo ahhh, si cariño, sigue así, ahhh cuanto gusto amor, cuanto placer, me estas matando de gusto ahhh sigue así amor, no pares, no pares ahhh”.

Sin dejar de moverme le decía que era por el gran amor que siempre le había tenido, “lo se ahhh en verdad lo se, ahhh si amor sigue, sigue así, ahhh, no sabes cuanto me arrepiento por haberte dejado ahhh, si amor, vivo odiándome por eso ahhh”, debo admitir que esas palabras retumbaban en mi cerebro, me recordaron el tiempo en que tanto había sufrido, y recordé el odio que le tome en ese tiempo por haberme roto el corazón, mi sangre hirvió y entonces ese rencor y odio volvió a mi por un instante, -no sabes cuanto te odie-, le dije al tiempo de arremeter con fuerza, ahora la penetraba mas fuerte.

Note que en un principio ella se había sorprendido, pues deje a un lado la suavidad y ahora ella podía sentir como la penetraba con fuerza, pero para sorpresa mía, en cuanto paso su asombro, comenzó a gemir con mas fuerza, esto hacia que yo siguiera haciéndolo mas fuerte, “ahhh siii amor, así, dame mas fuerte, dame mas fuerte, ahhh cogeme cariño, cogeme con esta gran verga que tanto placer y gusto me ah dado, ahhh con esta verga que jamás en la vida nadie ah superado, cogeme y hazme gritar de placer”.

Ahora el sorprendido era yo el sorprendido, ella jamás se dirigió a mi con ese lenguaje, digo si decía groserías pero jamás cuando hacíamos el amor, por eso ahora me sorprendía y a la vez me excitaba, hacia que mi calentura fuera mayor, sentía que mi pene se ponía mas duro y creo que ella también pues ahora no solo gemía, gritaba del inmenso placer, de lo extasiada que estaba.

Yo sentía como mis testículos chocaban con su vagina, pero también sentí como ahora esta estaba sumamente mojada, tanto que mis testículos quedaron llenos del néctar que Nancy estaba emanando.

Seguía penetrándola con fuerza, plaf, plaf, plaf, se escuchaba cada que mi pelvis chocaba con sus nalgas, yo sentía una alta excitación, sus gritos, sus palabras, sus gestos, todo me estaba excitando en demasía, sentía que no tardaría mucho en volver a eyacular, así que arremetí con todas mis fuerzas, mi cuerpo sudaba en abundancia, el de ella también, la sala estaba impregnada de un delicioso aroma a sexo, sentí como de pronto ella tuvo otro orgasmo, el cual grito a todo pulmón, yo seguía penetrándola con fuerza, de pronto volví a sentir otro orgasmo de Nancy y ella volvió a gritarlo con fuerza.

Sentía como mis piernas eran recorridas del néctar que ella expulsaba una y otra vez, ya no podía mas, sentía que estaba por explotar, -Ahhh me voy a venir, me voy a venir ahhh-, “ahhhhhhhh si amor, si, lléname de ti, inúndame de tu semen ahhhhh”, ya no pude mas, en medio de un placentero grito eyacule dentro de su ano, ella alcanzo el ultimo orgasmo, era un concierto, un delicioso concierto de gritos y gemidos de inmenso placer.

Nuestros cuerpos cayeron casi desfallecidos sobre el sillón, quede sobre su espalda, aun con mi pene dentro de su ano, mi boca besaba sus espalda mientras recuperaba el aliento, ella respiraba con rapidez mientras tenia los ojos cerrados y la boca abierta tratando de jalar aire, poco a poco fuimos recuperándonos, pero estábamos extasiados y cansados.

Poco a poco nos fuimos recuperando, mi pene ahora si perdió su firmeza, así que lo saque de Nancy, me senté en el sillón, ella se incorporo y se acostó pero con su cabeza en mis piernas, yo acariciaba su cabello, sin decir nada dejamos pasar varios minutos, solo disfrutábamos el momento, cuando ella sintió que mi semen comenzaba a salir de su ano, rápidamente se puso de pie, fue a su bolso y saco unos kleenex que tenia dentro de este.

En cuanto termino de limpiarse fue de nuevo al sillón conmigo, se recargo en mi pecho mientras acariciaba mi estomago y mis piernas, mire mi reloj y eran casi las tres de la tarde, le ofrecí que fuéramos a comer algo, ella me dijo que quería estar ahí conmigo, así que busque mi celular y pedí unas pizzas y refresco, cuando llego el repartidor yo salí a recibir la comida, apenas me puse mi pantalón, luego fui con Nancy quien seguía desnuda, comimos en el comedorcito que tenia, luego volvimos a sentarnos en el sillón, platicamos de miles de cosas, recordamos cientos de anécdotas hasta que volví a ver mi reloj, ya era tarde así que con suma tristeza le dije que tenia que irme.

Le di un beso y me levante para comenzar a vestirme, hasta entonces ella también se vistió, en cuanto estuve listo la mire, en su mirada se notaba cierta tristeza, acaricie sus mejillas, -Nancy quiero que sepas que jamás en la vida podré olvidarte, se que dijiste que jamás volvería a verte, pero quiero que sepas que si algún día llegas a necesitarme, si tienes algún apuro o tan solo para platicar, puedes contar conmigo, para lo que sea y cuando sea-.

Ella me abrazo, luego me dio un pequeño beso, “lo se, y quiero agradecer todo el amor que me regalaste, gracias por tratarme como siempre lo hiciste, eres el único hombre que me ah echo sentir importante en la vida, te amo, si te amo y siempre te amare, pero nuestro destino es que el día de hoy nos separemos para siempre, jamás en la vida podré olvidarte”.

Nos abrazamos y lloramos por unos instantes, nos dimos un profundo beso y luego salí de su casa, subí a mi auto y sin más tome camino a mi casa, al otro día por la mañana mientras iba de camino al trabajo, tuve la curiosidad de pasar por su casa, me estacione frente a esta, baje y toque el timbre y nadie me abrió, Nancy se había marchado, así que decidí seguir con mi vida.

Hoy día sigo felizmente casado con mi esposa, una linda mujer que me ama, me cuida y me adora, tengo ya un niño de año y medio, jamás eh vuelto a saber nada de Nancy, pero aquí, muy dentro de mi corazón, hay un lugar especial donde vive y vivirá por siempre su recuerdo.
 

mitnick

Bovino maduro
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Te la rifaste excelente relato vale la pena leer cada linea, esta un poco largo pero en ningun momento separe la vista del monitor.... Felicidades
 

PRINCIPE1981

Bovino adolescente
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esta chida tu historia broder, muy bonita y a la ves muy triste, pero asi es la vida.
 

kratosmx1

Bovino maduro
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Brother, es de los mejores relatos ke he leido, y pues un poko tragiko en unas partes pero muy chido el relato, un saludo y ke estes bien
 

kenyimag

Becerro
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Ppor mucho el mejor relato que he leido en mi vida gracias por darnos este momento de placer brother
 

puga puga

Bovino adicto
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Gracias Mr Águila por deleitarnos con tus excelentes relatos, no tardes tanto en subir más. saludos
 

Panuchos

Becerro
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canijo!!! la verda deverias de ser escritor, estan muy chido tu relato,
un poquito calmado pero perron.
 

alexrv09

Bovino maduro
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gran relato la verdad
quien no ha tenido un amor imposible
que por asar del destino no puede ser

felicidades muy bueno :metal:

saludos:chavo:
 

jUbIo

Bovino maduro
Registrado
4 May 2008
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247
eres grande hermano tu redaccin tus descripcion es fantastica de lo mejor encerio me quede con la boca abierta encerio gracias por el magnificorelato encerio felicadades
 

ChigagoBulls

Becerro
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17 Ene 2010
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Excelente relato y si no es mucho pedir porque no haces una recopilacion de todos ellos en algun espacio del foro para poder disfrutarlos de nuevo ya que son muy imaginativos y en algunas ocasiones nos hacen recordar alguna anecdota de nuestras vida gracias por el aporte
 

chirilas one

Bovino maduro
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6 Ago 2009
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Una mas vez logras regalar un relato sorprendente entretenido solo que ahora con un toque de novela romantica pero sin perder el camino de lo erotico como siempre no queda mas que agradecer y comentar tus aportes es la forma de hacerlo esperemos que todo el material que aqui aportan fuera asi de bueno maestro AGUILA.
 

fermedina1970

Bovino maduro
Registrado
20 Mar 2009
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Muy bien logrado el relato y nos recuerda que la vida es dificil y a veces nos quita lo que mas amamos.
 

carl_manson

Bovino adolescente
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20 Dic 2008
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no manches brother un super relato....sexo...amor...primer amor...

yeah me latio.
 

darkanco

Becerro
Registrado
25 Mar 2008
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hermano es el mejor relato de mi vida que eh leído te felicito muy interesante en verdad valió la pena cada linea de tu relato y que pena que no te quedaste con ella
 

morocotop

Bovino maduro
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22 Ago 2009
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416
La verdad honores hacia ti un relato de lo mejor que he encontrado me hiciste sentir sentimientos encontrados buenisimo mil gracias
 

kainan

Bovino adolescente
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24 Feb 2010
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grax por el aporte.... wow si q esta larguisimo ni pex el dever llama.............
 
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