Welcome!

By registering with us, you'll be able to discuss, share and private message with other members of our community.

SignUp Now!

La Despedida De Norma (Ahora Si El Relato)

MR AGUILA

Bovino maduro
Registrado
20 Nov 2007
Mensajes
334
Antes que nada una disculpa, pues este relato lo quise postear desde el viernes, pero la pagina mandaba un error de que tenia que volver a intentarlo, asi que lo hice tres veces pero jamas me di cuenta que posteo el titulo pero sin contenido, de nuevo una disculpa y espero les guste este relato.

Norma entro a trabajar a la empresa donde laboro hace ya mas de 4 años, la verdad es que desde que la conocí me llamo mucho la atención y se dio la situación de hacernos muy buenos amigos, pues el primer día coincidimos en el comedor, ella muy amable al no haber lugar se sentó en la mesa donde yo comía y desde ahí comenzó una muy buena amistad.

Como lo comente, desde que la conocí me llamo muchísimo la atención, pero al ser yo un hombre casado pues jamás paso por mi mente el intentar siquiera ligármela, pero me sentía muy a gusto con su amistad, aunque debo admitir que en muchas ocasiones moría por besarla, pero jamás lo intente.

Comíamos juntos todos los días, a la hora de salida yo la encaminaba a su camión pues ella vive mucho mas lejos de mi casa, así que la dejaba en un metro donde salía su camión y que me quedaba de paso a mi casa.

Era tan buena la química entre los dos, que día a día la amistad se hacia mas grande, y como no había ninguna mala intención para con ella, yo tenia la libertad de hablar con ella de mi familia, de mi esposa y mis hijos, así como ella de alguno que otro pretendiente que la rondaba, no había nada que ocultar pues no había nada mas allá.

En una ocasión mi jefe con quien me llevo de maravilla, platicando en una comida me dijo, “Eduardo, ten cuidado porque en la oficina se rumora que tu y Norma tienen algo que ver, lo digo por tu bien, sobre todo porque eres casado y te pueden meter en problemas”, yo me reía de la situación pero aun así en la primer oportunidad que tuve se lo comente a Norma, quien a carcajada abierta, expresaba que no le importaba en lo mas mínimo lo que la gente decía.

Recuerdo que le dije, -mira a mi no me importa en lo mas mínimo lo que los demás digan, tu eres mi amiga y nada mas, por eso te lo comento para que estés enterada-, y ella me contesto, “haber amigo, si a ti no te importa y a mi menos, pues no tenemos porque hacer caso de eso, tu sabes que eres mi amigo, además yo jamás andaría con un casado, que víboras son las personas”, luego carcajeo y ahí quedo todo.

Así que seguimos llevando nuestra amistad igual que siempre, y los dichos terminaron una vez que ella comenzó a salir con Mario, un compañero de la oficina y el cual cortejo y enamoro a Norma, una vez que en la oficina se enteraron de su relación, dejaron de chismorrear en torno a nuestra amistad.

Nuestra relación cambio un poco, pues ella comía con Mario todos los lunes, pero el resto de la semana seguía comiendo conmigo y Mario con sus amigos, claro esta que a la hora de salida pues ella se iba con el, pues coincidió que Mario vivía por el rumbo de la casa de ella.

Así paso el tiempo, uno, dos años, y un día me dice Norma, “oye amigo, mañana no traigas comida, vamos a la calle pues tengo que platicar algo contigo”, así que al siguiente día no lleve comida a la oficina y salí a comer con ella, y mientras degustábamos de nuestra comida le pregunte que era lo que me quería platicar.

“Bueno tu sabes que a Mario ya lo conocen en mi casa, ya convive con mis padres y hermanos y todo eso verdad, pues resulta que este fin de semana el hablo conmigo y me pidió ser su esposa”, yo me asombre y no puedo negar que hasta gusto me dio.

Pero no la note con ese gusto que una mujer enamorada derrocha al platicar que su amado le propuso matrimonio, así que le pregunte si pasaba algo pues no la notaba del todo convencida, ella me sonrió y me dijo que en efecto amaba a Mario, pero que no estaba segura pues tenia miedo al matrimonio.

Así que después de una larga platica de los pros y los contras del matrimonio y en base a mi experiencia, la note mas tranquila aunque aun indecisa, -piensalo bien amiga, pues el matrimonio es un paso muy importante y nada fácil, es una decisión que puede cambiar tu vida por completo, así que piensalo muy bien y haz lo que tu corazón te diga-, ella dijo que lo pensaría y ahí termino la platica pues teníamos que regresar al trabajo.

Paso el tiempo y para ser precisos tres meses cuando ella mientras comíamos me dijo, “ya lo pensé bien y le eh dicho que si a Mario”, yo ya ni le pregunte si estaba segura, así que solo me limite a felicitarla, pero algo muy dentro me decía que aun seguía indecisa.

Pero aun así el tiempo siguió su marcha, el tiempo y los preparativos para su boda iban a la perfección, me dijo que yo fuera su padrino de lazo y yo no me negué en lo absoluto, así que hasta fui a verlos para saber cual podría comprarle.

Aquí hago un paréntesis en el relato pues quiero describir a Norma, ella es una mujer que mida cerca del 1.68mts aproximadamente, es muy delgada, no es una mujer llena de curvas voluptuosas ni mucho menos, pues en cuanto a cuerpo, como lo comente es muy delgada, eso si, cuando usa pantalones justos se le ve un trasero redondito, aunque sin exageraciones, tiene unas tetas chicas pero que aun así ella sabe hacer lucir.

De tez blanca, ojos grandes y muy expresivos, boca bien delineada, cabello negro, largo y ondulado, realmente es bonita, muy bonita podría decir con total seguridad.

Pues bien, siguiendo con el relato, faltando tres semanas para que llegara su enlace matrimonial, recuerdo muy bien que un viernes, antes de salir de la oficina, recibí un correo de ella en el que me decía que si la próxima semana, en viernes para ser exactos, podríamos ir a comer saliendo de la oficina, pues nosotros los viernes salíamos a las tres de la tarde.

Yo inmediatamente le marque a su extensión y ella me dijo, “anda pide permiso en casa, quiero que vayamos a comer y a tomarnos unas cervezas, que sea como mi despedida de soltera, te parece bien”, yo le pregunte si asistiría Mario y ella me dijo que no, que solo fuéramos nosotros dos, yo no pensé en nada malo así que le dije que si y que en la semana nos pondríamos de acuerdo a que lugar podríamos ir a comer y a tomarnos unas cervezas.

No era la primera vez que salíamos solos, por lo menos en seis ocasiones ya lo habíamos echo, ir a comer o a tomarnos unos tragos saliendo del trabajo, sobre todo los viernes pues el horario era cómodo para eso.

Y en esas ocasiones nos la habíamos pasado muy bien, ella cuando entro al trabajo tenia 24 años y yo 30, a pesar de la distancia en edades puedo decir que hicimos buena química desde el principio, ella era muy madura en su forma de pensar y eso había ayudado en gran parte para que la relación entre nosotros fluyera de maravilla.

Ese mismo viernes le comente a mi esposa que la próxima semana saldría a comer con Norma, antes de que se casara, después me entere que ella pensó que saldríamos con mas amigos, así que no se opuso en lo mas mínimo, y hasta planeo ese día ir con su hermana y quedarse allá, decía ella que para no estar todo el día sola con los niños, pero era el pretexto para estar con mi cuñada, así que nos pusimos de acuerdo y yo la alcanzaría hasta el día sábado.

El resto de la semana paso de lo mas normal, el lunes ella comió con Mario y el resto conmigo, y platicábamos como siempre, todo era igual, hasta que llego el viernes, afortunadamente los viernes no tengo que venir de traje, pues aquí nos permiten venir mas casual por decirlo así, aunque sin mezclilla, así que ese día me puse un pantalón negro, una camisa azul de manga corta pues era tiempo caluroso.

En la mañana me despedí de mi esposa, ella en cuanto salieran los niños de la escuela pasaría por ellos en su auto y después tomaría rumbo con su hermana, yo pase a dejar a mi hijos a la escuela y luego a mi trabajo, cuando llegue a la oficina estaba casi vacía pues toda el área de ventas estaba en junta y Norma al pertenecer a esta área, estaba dentro de esta.

Así que me fui hasta mi oficina y me dispuse a trabajar en unos reportes que tenia que entregar a medio día, y así se me paso la mañana, yo entrado por completo en mi trabajo hasta que por fin termine, y se lo mande por correo a mi jefe, fue entonces que pude darme un descanso y me puse a revisar mis correos, fue que me encontré con uno de Norma en el cual me decía.

“Hola, solo para desearte un muy bonito día, espero estés dispuesto a pasártela muy bien en la tarde pues yo vengo completamente preparada para todo”, luego me puso el lugar a donde quería ir y la descripción de este, así que una vez que termine de leerlo, lo cerré y seguí revisando mis otros mails.

Apenas había terminado de leer mi ultimo correo cuando escucho la voz de Norma, “hola amigo como estas”, de inmediato voltie y la vi entrando a mi oficina frente a mi, debo admitir que me dejo con la boca abierta, pues ese día se alacio el cabello, y se veía simplemente hermosa, por instinto mis ojos recorrieron su cuerpo y pude ver que traía una blusa de color rosa y abierta, una blusa negra debajo de esta y un pantalón de vestir igual de color negro.

Reaccione justo cuando ella dio vuelta a mi escritorio para saludarme, así que me puse de pie, ella me abrazo y me dio un beso en la mejilla, después le dije que se veía muy bonita y ella me sonrió agradeciendo el cumplido, “leíste mi correo”, me pregunto y le conteste que si, “bueno pues amigo, tengo que ir a sacar unos pendientes, pero te veo a las tres”, yo le dije que si y dio vuelta y camino para salir de mi oficina, mis ojos no pudieron evitar voltear a ver como se marcaba su trasero bajo ese pantalón y debo admitir que aunque chico, se notaba de bonita figura.

Las horas restantes se pasaron rápido, cuando me di cuenta ya casi era la hora de salida, ya había terminado mi trabajo, no había pendientes así que me fui a lavar mi boca, luego regrese a apagar mi maquina y justo me levantaba de mi lugar cuando Norma apareció, “lista amigo, vamonos porque ya tengo hambre y ganas de una cerveza bien fría”, yo me reí y le dije que nos fuéramos, así que fuimos hasta mi auto y salimos rápidamente de la oficina.

Todo era normal, platicábamos y reíamos de lo mas a gusto, llegamos al lugar que ella había escogido, pedimos de comer y una bola de cerveza de barril cada uno, mientras se escuchaba a un cantante interpretar algunas melodías, luego termino su turno y comenzó a tocar un grupo, pero esto era intrascendente para nosotros pues tanto Norma como yo, no éramos muy afines a estar bailando.

Pedimos la segunda bola de cerveza, terminábamos nuestra comida y nos recogían los platos, seguíamos platicando de forma divertida y amena, de pronto notamos que ya había mucho mas gente, casi comenzaba a llenarse el lugar, pedimos la tercer bola de cerveza, para entonces comencé a notar que el alcohol comenzaba a sentirse un poco en Norma.

Aquí un dato, cuando ella entro a la empresa y después de que comenzamos a tomarnos mucha confianza, en una ocasión ella me platico ser virgen, jamás había estado con algún chico, luego al año de ser novia de Mario, por primera vez tuvo una relación sexual, así que Mario pensaba yo que era el primero, bueno de eso estaba seguro, y tal vez el ultimo, una vez que se casaran y si su matrimonio funcionaba bien claro esta.

Bueno regresando al relato, hasta entonces fue que salio el tema de su matrimonio, y con el correr del tema yo notaba que ella no estaba completamente convencida, esto se lo hice saber y ella me argumentaba que tenia miedo, de que no funcionara su matrimonio, del cambio de vida que tendría, en fin muchas cosas, hasta que de pronto ella entre sus comentarios me dijo.

“Sabes, hay algo que si quisiera hacer antes de casarme, pues desde hace mucho tiempo tengo esa espina clavada, no se, no quiero casarme sin antes hacerlo”, yo un tanto intrigado me le quede viendo, pero pues yo pensaba de un viaje, un curso o algo así, pues era lo que mas me venia a la cabeza, no podía imaginar otra cosa.

-Y que es eso que tienes pendiente, pues por lo que veo, realmente te tiene algo mmm como decirlo, acongojada, o indecisa, no se, pero debe ser algo que realmente deseas y que sabes que una vez que te cases no podrás hacerlo-.

Ella se quedo en silencio por espacio de unos segundos, se le notaba pensativa e indecisa, de pronto vi que me quería decir algo pero se retracto, de nuevo se quedaba pensativa, tomo su cerveza y le dio un trago profundo, tomo una servilleta, se limpio los rastros que la espuma de la cerveza dejo en su boca, dio un respiro profundo, junto sus manos y las frotaba con mucho nerviosismo, luego note que por fin se decidió y sin mas volteo su cara y me miro de frente.

“Mira, no me es fácil decir esto, pero tengo que hacerlo, (su voz se escuchaba entrecortada por los nervios que tenia), esto es algo que tengo desde hace mucho tiempo, jamás me atreví y pensé que jamás lo haría, pero como te dije, es algo que quiero hacer antes de casarme, prefiero en algunos años arrepentirme de hacerlo que arrepentirme por jamás vivirlo”.

“Desde que llegue a la empresa tu me trataste muy bien, hemos sido muy buenos amigos, sabes que eres una persona en quien confió mucho, así que espero no tomes a mal lo que te voy a decir, pues mira debo confesar que desde hace mucho tiempo y puedo atreverme a decirte que casi desde que te conocí, me llamaste enormemente la atención, claro esta que comenzó con un gusto y una atracción que sentía hacia ti”.

Esto me sorprendió enormemente pero no dije nada y opte por dejar que ella continuara, “La verdad es que poco a poco me fuiste gustando mas y mas, mis sentimientos se fueron modificando día con día, pues me fui enamorando de ti con el tiempo, solo que tu eres casado y me jure por principios que jamás andaría con alguien que fuera casado, por eso jamás intente nada contigo, además tu jamás diste pie para ello, debo admitir que siempre me brindaste tu amistad sin querer nada mas, pero ese sentimiento creció en mi y aprendí a vivir con el”.

“Después se me acerco Mario, acepte ser su novia y con el tiempo me fui enamorando de el, lo amo, si es verdad, y si quiero ser su esposa, pero esto que siento por ti no lo puedo evitar, se que no me has dado motivo y siento mucho decirte esto, pero era algo que tenia que hacer, no podía casarme y callar esto que siento, por eso te plantie la posibilidad de hoy venir a comer, quería estar contigo y quería decirte esto que siento, no podía contenerlo mas”.

Nos quedamos callados por algunos minutos, su cara se tornaba roja y con una mueca de incertidumbre y al mismo tiempo de alivio, de haber soltado lo que por tanto tiempo había guardado, y esperando a ver que era lo que yo respondía, lo cual pensé por algunos minutos hasta que puse en orden mis ideas y pude comenzar a hablar.

-Mira Norma, yo agradezco la sinceridad con la que me hablaste, y creo que debo hablar con la misma, puedo decir que desde que te conocí me llamaste muchísimo la atención, me gustaste y mucho si la verdad es que si, no lo puedo y no debo negarlo, nunca mencione nada, pues porque nos hicimos muy buenos amigos, tu en una ocasión me mencionaste que jamás andarías con alguien casado, así que no quise arriesgarme a un rechazo tuyo y por consiguiente a la perdida de tu amistad-.

-Así que decidí no decir nada y mucho menos intentar algo, me confortaba con tu amistad, además no se me hacia justo intentar algo contigo por mi situación de hombre casado, yo te quiero mucho, siento mucho aprecio por ti y eso pudo mas que la gran atracción que tengo hacia ti, no puedo negar que en muchas ocasiones moría por besarte, pero creo que siempre pude pensar mas con la cabeza que con el instinto-.

-Así que si lo que querías aparte de decirme tus sentimientos, era saber si yo sentía algo por ti, pues si, lo siento y mucho, me gustas mucho, no tienes idea de cuanto-.

Se hizo un silencio, nuestras miradas se tornaron a cualquier lugar, no nos atrevíamos a mirarnos, solo de re ojo miraba como ella seguía moviendo sus manos de forma nerviosa, hasta que de pronto me dijo, “de verdad tienes muchas ganas de besarme”, yo la mire y asentí con mi cabeza en forma afirmativa.

Y sin mas, ella se acerco a mi, paso sus manos a mi nuca y me jalo hacia ella, hasta que nuestros labios se unieron y nos fundimos en un beso, primero fue muy suave, pero pude sentir el vibrar de su cuerpo, en mi estomago se formo un revoloteo de mariposas, sentía la calidez de su boca y la suavidad de sus labios.

En verdad era un beso suave, delicado y tierno, pero que poco a poco fue tornándose mas efusivo, poco a poco mediante el beso demostrábamos la gran necesidad que ambos teníamos por sentir nuestras bocas juntas, poco a poco fue aflorando ese sentimiento que estuvo guardado por mucho tiempo.

Cuantos minutos pasaron, no lo se, pero fueron maravillosos, eso lo puedo afirmar, hasta que por fin nos separamos, nos miramos a los ojos, nos sonreímos y luego nos abrazamos, yo me acomode en mi lugar, ella recargo su cabeza en mi brazo, nuestras manos se buscaron hasta encontrarse, el lugar estaba ya a reventar, la música en alto volumen, parejas de novios, amigos y esposos bailaban y disfrutaban sobre la pista.

Yo volteaba mi cabeza y besaba su cabeza por la parte de arriba, besaba su cabello y aspiraba el aroma de su shampoo, nuestras cervezas seguían ahí, pero ninguno hacia por tomarlas, estábamos disfrutando de esos segundos, de esos instantes que se quedan grabados por siempre en la memoria.

Hasta que se acerco un mesero y nos dijo que si estábamos bien o necesitábamos algo, yo de inmediato dije que todo estaba bien, pero en cuanto termine de decir esto, Norma le dijo que si podía traernos la cuenta, yo la mire extrañado pero ella ante su hermosa mirada, volteo y me dijo, “quiero que vayamos a un lugar mas tranquilo, te parece bien”, yo le sonreí y le dije que si estaba segura, ella me contesto que jamás lo había estado como ahora.

Así que de inmediato en cuanto nos llevaron la cuenta pague y nos levantamos para salir de ahí, caminamos a la salida tomados de la mano, nos abrazamos y besamos mientras el valet parking acercaba mi auto, luego subimos a el y salimos de ahí rápidamente, tomamos rumbo a un hotel que yo conocía y que estaba cerca de ahí.

En el camino no paramos de decirnos cuanto nos gustábamos, ella me decía que este momento lo había deseado por mucho tiempo, que moría por estar conmigo, y esto solo provocaba que yo me calentara mucho mas, el saber que podría estar con ella y hacerle el amor, me ponía a mil.

Por fin llegamos al hotel, entramos en el con el coche, un joven se nos acerco y le pedí una habitación con jacuzzi, en nos dijo en cual entráramos, así que entramos en la cochera de la habitación, le dije a Norma que me esperara, me baje del auto y pague, el joven al salir oprimió un botón y la puerta de la cochera bajo por automático, fue entonces que camine a la puerta de Norma y la abrí para que descendiera, en cuanto salio del auto y estuvo frente a mi, me abrazo y me beso con un beso mas ardiente, ya no con tanta ternura como el primero.

Al tiempo que pegaba su cuerpo al mío y podía sentir su pequeños pero bien formados senos, así que mi pene no tardo en reaccionar y ponerse duro y firme, ella lo sintió y mientras me besaba se le escapo un ligero gemido, luego por fin nos separamos y entramos a la habitación.

Yo por inercia prendí varias luces, pero Norma de inmediato fue y apago algunas, dejando solo prendidas las necesarias para crear un buen ambiente, pues si bien el cuarto no estaba completamente oscuro o iluminado, si se podía ver a la perfección todo lo que ahí dentro había, sobre todo nosotros.

Nos paramos a un costado de la cama, nos quedamos frente a frente y luego me acerque, la abrace y comenzamos a besarnos, nuestros cuerpos de nuevo se pegaron y se movían a un ritmo suave y melodioso, hasta que ella se separo de mi, me miro y al mismo tiempo llevo sus manos hasta los botones de mi camisa, yo de inmediato quise quitarle la suya pero ella me dijo que esperara, así que baje mis brazos y deje que ella siguiera con mis botones.

Poco a poco fue quitando uno por uno, luego jalo mi camisa y la saco de mi pantalón y termino con los últimos dos botones, con sus manos hizo que esta pasara por mis brazos hasta que cayo al piso, se acerco y me dio un suave y fugaz beso, como la playera que traía debajo de la camisa salio junto con esta, ella puso sus manos en los costados y jalo hacia arriba, yo colabore subiendo mis brazos, hasta que salio y me quede desnudo de la parte alta de mi cuerpo.

La playera acompaño a mi camisa en el piso, luego con sus manos acaricio mis hombros, mis brazos, luego acerco su boca y comenzó a besar mis pezones, mi pecho, mi cuello, hasta llegar de nuevo a mi boca, sus manos acariciaban mi espalda y su lengua jugueteaba suavemente con la mía, mis manos estaban en su cintura, hasta que una de ellas fue bajando suavemente hasta postrarse sobre su trasero, el cual acaricie suavemente.

Después ella se separo de mi, llevo sus manos a su blusa rosa y la dejo caer al piso, tomo mis manos y las puso en los costados de su playera de licra negra, y tire de ella hasta que salio por su cabeza y manos, quedándose en un bonito brasier negro, yo intente quitárselo pero de nuevo y de forma sutil con sus manos me dijo que no, así que yo de nuevo obedecí.

De inmediato llevo sus manos hasta mi cinturón, el cual comenzó a desabrochar, mientras yo con mis pies me quitaba los zapatos, luego siguió el botón de mi pantalón y después bajo el cierre, basto un solo jalón para que mi pantalón cayera por completo al piso y yo mismo lo saque, dejándolo en el piso y sin preocuparme por acomodarlo, ella fijo su mirada en el bulto que se formaba en mi bóxer, estiro una mano hasta que la puso sobre mi pene, en cuanto lo sintió pude darme cuenta que su cuerpo vibro.

Lo estuvo acariciando por espacio de algunos segundos, suavemente y siempre sobre la tela de mi bóxer, luego la quito y llevo sus manos ahora a su pantalón, el cual desabrocho y lo dejo caer al piso, dejando ver una diminuta tanga de color negro, sencilla pero en ella ***** por demás hermosa.

Estaba completamente embobado mirando como se marcaban sus labios vaginales ante la delgada y suave tela de su tanga, hasta que ella se acerco a mi y de nuevo comenzó a besarme, yo la lleve hasta la cama y ahí la recosté, era como un sueño echo realidad, y quería disfrutar del mágico y deseado momento.

Así que comencé por besar su boca, sin meter mi lengua ni mucho menos, saboreando sus suaves labios, luego bese sus mejillas, su barbilla y su cuello, mientras ella con sus manos acariciaba mi cabello suavemente, fui bajando poco a poco hasta tomarme con su bonito par de senos, así que con mis manos los acaricie suavemente por encima del brasier, mientras mi boca besaba su pecho, con las manos baje levemente el brasier, liberando esos bonitos senos de su prisión, viendo como unos lindos pezones cafés.

Bese por varios minutos sus senos, pasando mi lengua por sus pezones y por toda la circunferencia de su piel, luego comencé a besar sus hombros, sus brazos y lentamente fui bajando hasta su abdomen, podía ver y sentir como su piel se erizaba, su aroma era delicioso y me invitaba a seguir, mi cara quedo frente a su monte de placer, ella expectante me miraba, pero después de verla por unos instantes, continué mi camino descendente y comencé a besar sus piernas.

Besaba la parte interna de estas, con mis manos acariciaba la suavidad de su piel, y seguía lentamente recorriendo mis labios y lengua por sus piernas, bese sus rodillas, lamí sus tobillos, acaricie sus pies y ella suspiraba con los ojos cerrados mientras yo le daba estas caricias.

Me daba mi tiempo, no me apresuraba nada, disfrutaba de la hermosa mujer que tenia conmigo, me daba gusto con su piel, lentamente comencé a subir mi boca, de nuevo me salte su monte, bese su abdomen, sus senos, su cuello y un ligero beso en su boca, la hice dar vuelta y ahora mi boca comenzó a besar su espalda y la parte trasera de su cuello, lo cual la hizo vibrar, mis manos acariciaban sus senos y mi lengua recorría sus hombros por la parte de la espalda.

Por fin ella exclamo unas palabras y solo fueron para decir cuanto lo estaba disfrutando, así que yo seguía por el mismo camino, pero tenia que avanzar un poco mas, así que mientras seguía besando su espalda, con una mano le acariciaba un seno y la otra la fui recorriendo lentamente hacia abajo, la metí debajo de la tela de su tanga, mis dedos tocaron una pequeña matita de vello, pero nada largo, pude notar que solo en la parte media tenia esos vellos, pues lo demás estaba completamente rasurado.

Seguí bajando mi mano hasta que pude sentir la humedad y calidez que su vagina desprendía, ella dio un ligero brinquito al sentir mis dedos tocar sus labios vaginales, realmente se encontraba completamente excitada, pues su vagina realmente estaba muy húmeda, así que fue mas fácil para mi comenzar a mover mis dedos suavemente, encontrando su clítoris, por lo cual, mientras mi boca besaba su cuello, una de mis manos acariciaba uno de sus senos y mi otra mano acariciaba su clítoris.

Norma movía sensualmente su cuerpo, reaccionando a los estímulos que se le daban, suspirando afanosamente, sus piernas las apretaba y entre ellas mi mano atrapada, pero con la suficiente libertad de movimiento de mis dedos, para poder seguir acariciando su suave y lubricado clítoris.

Norma realmente se encontraba excitada, la situación que estaba viviendo la estaba llevando por un sendero lleno de placer, el estar conmigo después de tanto deseo reprimido, el saber que estaba próximo su matrimonio y el faltar a sus principios de jamás estar con un hombre casado, esas sensaciones la estaban haciendo disfrutar al máximo, su cuerpo y mente se sentían libres de cualquier culpa y por eso lo disfrutaba como jamás en la vida pensó que lo haría, eran situaciones combinadas que armaban un ambiente delicioso, donde la mezcla de lujuria, lo prohibido y los principios, jugaban de forma deliciosa para que los sentidos de ambos estuvieran mas que despiertos y sensibles a cualquier estimulación.

Sentí como ahora mi mano era apretada con mayor fuerza, el cuerpo de Norma se cimbraba, su boca se abría para dejar escapar unos motivantes gemidos, una de sus manos se hizo hacia atrás, tomo mi cabeza y apretó mis cabellos, al tiempo que sentía como un liquido caliente comenzaba a mojar mis dedos, estaba llegando al clímax y su cuerpo experimentaba su primer orgasmo.

“Besame amor, besame por favor”, me dijo ella, así que deje de besar su cuello, deje de acariciar su clítoris y recorrí mi mano hacia su abdomen, le gire un poco y entonces fue cuando prendí mis labios a los suyos, nos besamos con total desesperación, con total lujuria y total entrega, fue el beso mas delicioso que pude sentir en esa ocasión, libre de cualquier sentimiento de culpa, solo se percibía el sentimiento del deseo, del cariño y un poco de amor.

Fue un beso de muchos minutos, nuestras manos acariciaban con desesperación nuestros cuerpos, nuestras mentes se conectaban en un solo sentimiento, el deseo, y fue hasta después de este tiempo que Norma separo sus labios de los míos y con total seguridad y suplica me dijo, “vamos amor, hazme tuya, necesito sentir que me llenas de ti, hazme el amor hasta que estallen todos mis sentidos”.

La mire por un segundo, le di un suave beso en sus labios, con mis manos termine de quitar el maltrecho brasier, luego seguí mi camino hasta que con mis manos saque por completo su húmeda tanga negra, pude ver lo que ya había sentido antes, una hermosa vagina de labios rosados, con solo un montecito de vello en el pubis pero lo demás completamente rasurado, y en verdad se miraba hermosa su vagina, pues brillaba por los jugos emanados al momento de su orgasmo y por los que aun salían por la gran excitación que mantenía.

En cuanto la tanga salio por sus pies, le abrí sus piernas y me coloque entre ellas, no pude aguantar la enorme atracción que sentí por su vagina, así que eche el cuerpo un poco hacia atrás al tiempo que me recostaba boca abajo y ponía mi cara justo frente a su hermoso monte.

Ella me miro con expectación y en cuanto vio que acercaba mi cara y en especial mi boca a su montecito, ella con una voz entrecortada me dijo, “amor que piensas hacer”, yo voltie mi mirada, y una vez que sus ojos y los míos se cruzaron, alcance a decirle, -llevarte al cielo amor, al mismito cielo-, así que ya sin esperar a mas, acerque mas mi cara a su monte, y en cuanto mi lengua toco por primera vez su clítoris, ella dio un sugerente y gratificante gemido, su cuerpo dio un pequeño saltito y sus manos de inmediato se apoyaron en mi cabeza, comenzando a acariciar mi cabello.

Con mi lengua comencé a recorrer cada centímetro de su mojada vagina, disfrutando del dulce sabor de sus jugos, mientras ella con sus gemidos exclamaba el placer que esto le provocaba, con mis manos acariciaba sus piernas y ella jugaba con mi cabello, poco a poco su cuerpo vibraba cada vez mas y sus gemidos eran mas fuertes, así que fue cuando decidí atacar con mi lengua su abultado y sensible clítoris y en cuanto ella sintió las caricias de mi lengua, dio un fuerte gemido al tiempo que decía, “oh amor cuanto placer me estas regalando ahhh que delicia es esto, realmente me estas elevando al cielo ahhh si amor sigue así y no pares”.

Ante tal estimulo yo seguía aferrado a su clítoris, a sabiendas del placer que ella estaba experimentando, retorciendo su cuerpo a cada caricia, hasta que tanto estimulo logro su objetivo y entre un mar de gemidos y convulsiones de su cuerpo, estallo en un segundo orgasmo, inundando mi boca con sus jugos, así que deguste agradecido del regalo que ella me estaba dando.

Norma gemía con fuerza, sus manos ya no acariciaban mi cabello, más bien le daba jalones ante cada pulsación que su vagina daba, me dolía un poco cada jalón de cabello, pero lo disfrutaba pues sabia el motivo de estos, y entre gemidos escuche la voz suplicante de Norma quien me pedía a gritos que la hiciera mía.

Así que ante tantas suplicas y admitiendo el deseo que también yo tenia por poseerla, así que rápidamente me puse de rodillas entre sus piernas, coloque mi pene a la entrada de su monte, y di un leve empujón, haciendo que la cabeza entrara con algo de facilidad, gracias a lo bien lubricada que se encontraba, así que al ver que se me facilitaba seguí mi camino y la fui penetrando suavemente, mientras ella gemía al sentir como me introducía en ella y yo pude sentir como las paredes de su monte, aprisionaban de forma deliciosa mi pene.

Y no pare hasta que estuve completamente dentro de ella, quien me miraba fijamente mientras su cara hacia un ritual de placer, así que deje caer mi cuerpo sobre ella, apoyándome en mis manos para que no sintiera todo mi peso, pegue mi boca a la de ella y comencé a besarla, al mismo tiempo que comenzaba a mover mi cadera y entraba y salía de ella suavemente.

Ella paso sus manos a mi espalda e intentaba mover un poco su cadera para acompañar mis arremetidas, las cuales poco a poco fueron incrementando en velocidad, ella araño deliciosamente mi espalda, haciendo que yo mordiera su labio inferior, arrancando un fuerte gemido, y entonces toda suavidad se perdió entre los dos, pues algo se prendió que hizo que comenzáramos a amarnos con total desenfreno.

Sus piernas me aprisionaron a la altura de mi cintura, la cual se movía con total frenesí, nuestras bocas se besaban con ansia, nuestras manos recorrían la piel de cada uno de nosotros, el cuarto estaba inundado del aroma del deseo.

No sabia de tiempo, no sabia de minutos o segundos, solo disfrutaba de tan hermosa mujer, a quien después de un rato deje de besar, me incorpore y saque mi pene de ella, la hice que se pusiera de costado y yo detrás de ella, la hice levantar una pierna, coloque mi pene a la altura de su monte desde la parte de su espalda, ella bajo su mano y tomo mi pene para guiarlo a la entrada de su vagina.

En cuanto sentí que mi glande se introducía, empuje hasta entrar de nuevo por completo en ella, sostuve su pierna levantada con la mía, con una mano comencé a acariciar su seno izquierdo y con la otra me apoyaba en la cama, mi boca besaba su oreja y cuello, y mi cintura comenzaba a moverse con un ritmo acelerado, penetrándola con fuerza y rapidez, pero sin olvidar la delicadeza que el momento ameritaba.

Ella gemía y me decía que lo estaba disfrutando como nunca, y yo le decía todo el tiempo que había soñado con tenerla entre mis brazos, mi cadera se movía casi por inercia, gemíamos y disfrutábamos de tanto placer, disfrutándonos por muchos minutos mas, hasta que fui haciendo cada vez mas lentas mis penetraciones, al oído le pedí que me montara y ella con total coquetería y lujuria me dijo que moría por hacerlo.

Así que suavemente salí de ella, me deje caer sobre mi espalda en la cama, ella rápidamente se giro y se monto sobre mi, de nuevo con su mano tomo mi mojadísimo y brillante pene y lo introdujo en ella, se quedo sentada sobre mi por algunos segundos, con mi pene completamente dentro de ella, yo doble mis rodillas y apoye bien mis pies, estire mis manos, la tome de los hombros e hice que dejara caer su cuerpo sobre el mío, recargando sus senos sobre mi pecho, nuestras miradas se cruzaron y nos miramos fijamente, pase una de mis manos hasta sus nalgas y con la otra la tome de la nuca, jale su cabeza y me prendí de sus labios al tiempo que comenzaba a mover mis caderas.

Incrementando la intensidad, ahora no lo hacia despacio, lo hacia con total rapidez, mientras ella ahogaba sus gemidos en mi boca, con la mano que tenia en sus nalgas ayudaba en las arremetidas, escuchando el ruido que se escuchaba en cada penetración por lo inundada de jugos que estaba su vagina.

Ya no podíamos mas, sentíamos que llegábamos al éxtasis, sentía que estaba a punto de explotar y supe que ella también pues separo su boca de la mía, para comenzar a gemir con fuerza, contorsionando su cara y mostrando que también estaba por alcanzar otro orgasmo.

Fue un momento mágico, pues la mirada de ella se fijo en la mía, al mismo tiempo que ambos estallábamos, mezclando mi semilla con sus jugos, es algo que jamás podré olvidar, ver sus ojos mientras sentía como de mi pene salían chorros de semen y se mezclaban con sus calidos jugos.

Lentamente fui dejando de mover mi cintura hasta que sentí que ella se había derramado por completo y que dentro de mí no había ni una sola gota más, y nuestros ojos jamás dejaron de mirarse, y justo cuando pare mis movimientos, ella se prendió de mi boca, regalándome un delicioso y gratificante beso.

Nos besamos por largo rato, mis manos ahora acariciaban su espalda, sus senos estaban pegados a mi pecho y sentía sus piernas sobre las mías pues yo había dejado de apoyarme en mis pies y había estirado mis piernas, cosa que ella aprovecho para poner las suyas sobre las mías.

Después de varios minutos de besos, los cuales poco a poco también fueron bajando de intensidad, le dije que fuéramos a enjuagarnos a la regadera, ella asintió con su cabeza y se levanto, la seguí y fuimos hasta el baño, nos metimos a la regadera y entre besos y caricias nos enjuagamos con la tibia agua que caía de la regadera.

Mientras nos enjuagábamos, elle me dijo, “amor, quiero darte un regalo”, yo la mire y le pregunte que era y ella contesto, “ahora lo veras amor, ahora lo veras”, así que cerramos la regadera y nos secamos, salimos del baño y caminamos abrazados y desnudos hasta la cama, en cuanto llegamos a ella, Norma me dijo que me sentara en la orilla de esta, así que le obedecí, ella se arrodillo en el piso frente a la cama, me hizo abrir un poco mis piernas, con una mano tomo mi aun flácido pene, le dio algunos besos y luego lo metió en su boca.

Comenzó a hacerme una felacion sumamente suave y deliciosa, lo cual poco a poco fue haciendo que mi miembro comenzara a reaccionar y a ponerse duro, ella lo hacia con total suavidad, haciéndome gozar deliciosamente, y no se detuvo hasta que sintió que mi pene estaba listo para dar mas batalla.

En cuanto ella sintió que estaba listo, lo saco de su boca, le dio un suave beso y se puso de pie, “ahora viene tu regalo”, y en cuando dijo esto se subió a la cama, pasando a un costado de mi, apoyando sus manos y rodillas en la cama, con su trasero levantado, en posición de cuatro, mientras yo la miraba volteando mi cabeza pues seguía sentado en la orilla de la cama, luego vi como de forma sensual volteo su cabeza, me miro y me dijo, “ven amor, este será tu regalo, ya que no te di mi virginidad, quiero que seas el primer hombre que penetre mi ano”.

Yo aun atónito la miraba y le pregunte si estaba segura y me contesto que jamás lo estuvo como ahora, así que rápidamente me levante, di vuelta y me subí a la cama para colocarme detrás de ella, “solo hazlo con cuidado amor”, yo le sonreí y le dije que lo haría con suma calma y precaución y que si en algún momento ella decidía parar me lo hiciera saber, que de inmediato yo me detendría pues no quería hacerle daño, ella me sonrió y me dijo, “lo se amor, te conozco y se que lo ultimo que pasaría por tu mente es hacerme daño”.

Le sonreí y luego puse mis manos sobre sus nalgas, las cuales comencé a acariciar suavemente, las abría un poco y podía ver su anito sumamente cerrado, me acomode a forma de estar un poco cómodo y que mi cara quedara frente a su anito, el cual comencé a acariciar con mis dedos, suavemente, luego acerque mi cara, saque mi lengua y comencé a pasar mi lengua alrededor de su ano, sintiendo como daba un ligero brinquito al sentir la primer caricia de mi lengua.

Con esta comencé a humedecer lo mas posible su ano, luego la puse un poco rígida y trate de introducirla un poco, sintiendo un poco de resistencia, pero ella estaba tan decidida que de inmediato intento tranquilizarse para que así fuera mas fácil, lo cual pude sentir pues fue cuando por fin pude introducir la punta de mi lengua, al mismo tiempo eleve una mano y comencé a acariciar su vagina, en especial su clítoris.

Poco a poco incrementaba la velocidad de mis dedos en su clítoris y mi lengua podía entrar más, ella comenzaba a gemir y su cuerpo vibraba con cada caricia, poco a poco iba ganando terreno, poco a poco ella comenzaba a sentir mayor excitación y su vagina se lubricaba cada vez más.

Varios minutos me llevaron pero por fin pude arrancarle otro orgasmo, así que al sentir sus jugos en mi mano, rápidamente saque mi lengua de su ano, y lo que alcancé a recolectar en mi mano la lleve hasta su ano, untándola por completo, de inmediato baje mi mano e introduje mi dedo medio en su vagina, solo lo deje lo suficiente para que este saliera completamente mojado, y lo lleve hasta su ano, lo acaricie un poco y luego lentamente lo fui introduciendo.

Norma cooperaba tranquilizándose ella misma, por lo cual se me facilitaba el acceso de mi dedo, el cual por fin pude introducir por completo, con la otra mano acariciaba una de sus nalgas, y en cuanto sentí que su esfínter aflojaba un poco, comencé a meter y sacar mi dedo, hasta que sentí que ella lo recibía sin problema alguno, así que fue cuando lentamente lo saque, volví a bajar mi mano y ahora introduje dos dedos en su vagina, el medio y el índice, y al igual que la vez anterior, solo lo deje por unos segundos para que sus jugos internos los lubricaran.

De nuevo hice la misma operación, saque mis dedos completamente mojados, los postre en su ano y de nuevo comencé a meterlos, claro esta que ahora ella lo resentía un poco mas, sin embargo lo aguantaba de forma estoica, ahora tenia dos dedos completamente dentro, en cuanto su ano se acostumbro a ellos comencé a moverlos de forma suave y lenta, hasta que sentí que ya los alojaba sin ningún problema.

Luego lo repetí con un tercer dedo, lo cual la hizo gemir de dolor, pero de igual forma lo soporto, hasta que los tres dedos se movían con mayor facilidad, fue cuando supe que estaba lista para alojar mi pene, así que suavemente saque mis dedos, me incorpore un poco, claro esta que seguía de rodillas detrás de ella, tome mi pene y lo introduje en su chorreante vagina.

Di algunas penetraciones, luego me quede quieto y completamente dentro de ella, le acaricie la espalda y le dije, “ahora si amor, ah llegado el momento, recuerda que en el momento que tu decidas yo me detengo”, ella volteo su cabeza, me miro y me dijo, “si amor, se que lo harás con cuidado, disfrútalo amor, porque este es mi regalo, y quiero que jamás en tu vida lo olvides”.

-De eso estoy seguro amor-, dije yo y luego saque mi pene de su vagina, puedo decir que la incertidumbre por lo que venia la tenia totalmente excitada, pues de su vagina emanaba una gran cantidad de jugos, producto de la alta excitación que había alcanzado, así que mi pene brillaba por la cantidad que ella deposito en el, así que me puse de tras de ella, aun coloque abundante saliva en su ano y luego apunte directo a el, coloque la cabeza de mi pene en la entrada y di un ligero empujón.

No entro ni un milímetro, le dije que tenia que estar tranquila y ella respiro profundamente, luego me dijo que siguiera así que ahora con mas decisión, puse de nuevo mi pene en la entrada de su ano, la tome de las caderas y empuje con mayor fuerza, pude sentir y ver como su anito se vencía en mi arremetida, este se abría y alojaba el glande de mi pene dentro de el.

Ella exclamo un fuerte gemido de dolor, sus manos se aferraron a la sabana y su cabeza se hundió en una almohada, yo me quede quieto por unos segundos, acariciando su espalda y sus nalgas, hasta que sentí que su ano cedía un poco, así que de nuevo coloque mis manos en sus caderas y de nuevo arremetí, lo introduje lenta y suavemente hasta que su ano alojo la mitad de mi pene.

Una de sus manos me hizo la señal de espera, así que me detuve, levanto su cara y me dijo, “ahhh espera amor, espera un poco, me duele mucho”, -vamos amor, de verdad si quieres me salgo para no lastimarte-, “no bebe espera, no te preocupes ahhh deja que me relaje un poco y que pase este dolor”.

Yo me quede quieto, le decía palabras dulces para que ella se tranquilizara, le acariciaba su espalda, sus nalgas y sus piernas, poco a poco sentía como su ano ponía tanta resistencia y ella así lo sintió y entre gemidos me dijo que siguiera, así que lo que hice fue comenzar a mover mi pene, lo sacaba y lo metía lentamente, y en cada acometida avanzaba un poco mas, hasta que por fin lo logramos, estaba completamente dentro de ella.

“ahhh amor estas completamente dentro de mi, ahhh lo logramos amor, lo logramos ahhh”, fue que me quede quieto y completamente dentro de ella, podía sentir como su ano aprisionaba deliciosamente mi pene, y en cuanto sentí que todo estaba listo, comencé a moverme, lenta y suavemente, lo sacaba poco y luego lo metía por completo, un par de minutos estuve así hasta que comencé a sacarlo mas, luego lo metía por completo, poco a poco incrementaba el ritmo, “amor, que delicioso dolor, ahhh me estas matando de gusto amor, ahhh el dolor es menos, ahora el placer es mayor amor, lo hemos logrado ahhh, ahora si amor, hazlo con mas fuerza, hazme tuya, hazme gritar de placer”.

Esto me dio el motivo para arremeter con mas fuerza, mientras ella gemía y gritaba de gusto, “te amo amor, te amo”, me dijo y debo admitir que estas simples palabras no hicieron mas que motivarme y de pronto nos encontrábamos en un mar de placenteras y deliciosas sensaciones, pues el dolor había desaparecido y a cada arremetida ella gritaba de placer.

Pasaron varios minutos, cuantos no lo se, no teníamos la noción del tiempo, pero la forma como su ano apretaba mi pene y la fuerza de mis movimientos, estaban haciendo que poco a poco fuera acercándome al éxtasis, y sabia que ella gemía de gusto y quería que estallara antes que yo, así que como pude baje una de mis manos y la pase por un costado de sus caderas, hasta que alcancé su clítoris y comencé a acariciarlo.

Era fácil hacerlo pues su vagina estaba mas que mojada y esto facilitaba mis caricias, sin dejar de mover mis caderas, y estaba tan sensible su clítoris que no me costo trabajo hacerla llegar a otro orgasmo, sentí claramente como un chorro golpeaba mis piernas, escurriéndose por ellas, otra parte se alojo en mi mano, pero era un poco incomodo hacerlo así, por lo cual le pedí que ella misma se acariciara, a lo cual de inmediato accedió y paso una mano hasta su vagina y comenzó a frotarse con gusto.

Yo retome mi lugar y la tome de la cintura y ahora si arremetí con mayor fuerza y velocidad, fue cuando ella ya no gemía, pues gritaba de gusto, su mano seguía moviéndose afanosamente, y mis penetraciones eran con total fuerza, ya no podía mas, me sentía a punto de estallar, -me voy a venir amor, te voy a inundar con mi semilla, estoy que revienta ahhh, me vengo, me ven………….. ahhhhhhhhhhhhh-.

Estalle e inunde sus entrañas con mi semilla, su mano dejo de moverse pues también alcanzo el clímax y estallo en el mas glorioso e inmenso de los orgasmos alcanzados ese día, su cuerpo vibraba, y no pudo aguantarlo por mas tiempo en esa posición, así que sin fuerza se dejo caer sobre la cama y yo encima de ella, con mi pene dentro de su ano.

Hizo su cara hacia un costado y pude ver como unas lágrimas habían salido de sus ojos, eran de gusto y de placer, respirábamos con dificultad, pero completamente satisfechos y plenos, yo besaba su mejilla y con una mano le acariciaba la frente y el pelo, cuando sentí que mi pene perdía su dureza, fue que coloque mis manos sobre el colchón, y me levante un poco hasta salir de ella y de inmediato me tumbe a su lado.

Ella me miro y acerco su boca a la mía, era un beso suave, tierno, de agradecimiento mutuo, y una vez que recupero el aliento, separo su boca de la mía y me dijo, “te gusto mi regalo”, -claro, fue algo maravilloso, pero debo admitir que mi mejor regalo fuiste tú-, “hoy me siento plena, me hiciste sentir una mujer dichosa, pero es cuando pienso que el destino es raro, pues me puso frente a ti, pero no en el tiempo que yo hubiera deseado, si no fueras casado, tal vez la historia seria otras”, -si, pero la historia es así, yo tengo mi vida y ahora tu harás la tuya-.

“Si amor lo se, dentro de dos semanas yo me casare con Mario y comenzara una nueva vida, tu seguirás con la tuya al lado de tu esposa y tus hijos, pero puedes estar seguro que siempre serás parte de la mía”.

Nos abrazamos y besamos por un largo rato, luego nos dimos otro baño, nos vestimos y salimos de ahí, fui a dejarla a su casa, en el trayecto ella noto que tenia varios mensajes y llamadas, pues lo había puesto en silencio, por lo cual nunca nos percatamos de estas.

Antes de bajar ella volteo a verme, me miro, me dio un ligero beso, una lagrima salio de sus ojos, luego bajo, cerro la puerta y entro a su casa, yo tome camino a la mía y ahí se termino tan hermoso día.

A las dos semanas ella se caso con Mario, yo fui su padrino de lazo y disfrute de su fiesta, con el tiempo Mario la saco de trabajar, pero ella y yo seguimos en contacto, jamás se ah tocado el tema, jamás hablamos del asunto, era algo que necesitábamos los dos y cumplimos ese deseo, ese anhelo, el destino es raro, y no sabemos que nos pueda deparar a Norma y a mi en un futuro.
 

gerar10

Bovino adicto
Registrado
26 Mar 2008
Mensajes
551
muy buen relato y que bueno que estes de regreso ya que algunos de los que postean a qui ponen una primera parte sin nada emosionante y quieren que comentes. pero en fin espero pronto leer otro relato mas, u otra historia larga como la de gerardo El chofer
 

puga puga

Bovino adicto
Registrado
2 Jun 2009
Mensajes
835
:metal:Es un privilegio leerte Mr Águila, esperamos más aportes tuyos que sin duda son una garantía. Gracias:metal:
 

Elchaparro72

Bovino adolescente
Registrado
18 Mar 2008
Mensajes
77
Muy buen relato, te felicito Mr. Aguila, estare al mendiente de tus relatos

Saludos Amigo Bakuno
 

Wild Sword

Bovino Milenario
Registrado
24 Nov 2009
Mensajes
1.043
Bueno, por fin pudiste subir el relato pero valió la pena la espera, está excelente hermano, como los q acostumbras subir, gracias x tu aporte =^_^=
 

ANDRES1025

Bovino maduro
Registrado
10 Feb 2007
Mensajes
486
Ah que buen relato, la neta estuvo excelente, me lo leí en 2 episodios pero muy muy bueno, espero mas relatos tuyos y felicidades....
 

MR AGUILA

Bovino maduro
Registrado
20 Nov 2007
Mensajes
334
En verdad que agradesco muchos sus comentarios, es bueno saber que hay personas a las que les agradan mis relatos.
 

cesareo001

Bovino maduro
Registrado
18 Sep 2008
Mensajes
421
Me cagan los relatos en donde dicen... me pidio que le diera por el culo-ano... en la realidad a cuantas mujeres les gusta esto????

Recuerden que no es pelicula porno

En fin... fantasias al fin
 
Arriba Pie