Este es un relato largo, se que a muchos no les gusta este tipo de relatos pues les da flojera leer tanto, pero a mi me gusta no solo hacer una historia donde uno llega, coge y se va, me gusta darle una historia a mis relatos, espero les guste, este por ser el primero y ser donde se detalla un poco la vida del personaje, es que es mas extenso, pero procurare en caso de que alla mas relatos, hacerlos mas cortos, pero tratando siempre de entregarles algo con calidad, no es un relato copiado, no me gusta hacer esto, todo sale de mi cochambrosa imaginacion, espero que haya mas, claro esta que todo depende de la aceptacion que tengan mi relato en el foro.
Miguel no podía creer lo que sus ojos miraban, su cerebro no concebía la imagen que se guardaba en el, sus oídos se negaban a que lo estaban escuchando fuera verdad, su corazón se acelero a mil, su frente sudaba, sus puños se apretaron hasta casi sangrar sus manos, no podía creer que su esposa, su amada esposa estaba en su propia cama, en los brazos de otro hombre.
De esa forma es que el matrimonio de Miguel y Alejandra había terminado, el la corrió de la casa y ella con total cinismo le restregó en la cara que su amante, era mucho mas hombre que el, lastimando lo mas profundo de su corazón y orgullo.
Ya habían pasado tres años de aquella trágica fecha, hacia ya tres años de no ver a Alejandra, quien sin importar nada, se había alejado por completo, olvidando a su pequeño, el cual en ese entonces contaba con tan solo tres años, habían sido años difíciles, vendió su casa y se fue a vivir con sus padres.
Ahora Miguelito tenía seis años, estaba por entrar a la primaria, Miguel después de vender su casa puso un negocio, era una cafetería que había comenzado con un simple local y ahora y era mucho mas grande, le iba bastante bien, pero el ya no era el mismo, si bien era el padre mas amoroso que pudiera existir, con sus clientes era toda atención, pero en lo personal se había vuelto frió y mas calculador.
El refugio para su sufrimiento fue su hijo y su negocio, además de que volvió a retomar el ejercicio, su ego había sido duramente golpeado, así que se propuso bajar esos kilitos extras que tenia cuando era esposo de Alejandra.
Pasaron algunos años, tres para ser exactos, era el primer día de la primaria para Miguelito, quien caminaba feliz de la mano de su padre, dirigiéndose a la escuela, caminando las seis calles que separaban esta de la casa donde vivían, platicaban, Miguel le daba recomendaciones a su hijo, jugaban y disfrutaban, hasta que por fin llegaron a la escuela, la cual aun se encontraba cerrada, ya muchos niños aguardaban en compañía de sus madres y uno que otro de su padre o alguno de sus hermanos.
Miguel jamás noto y mucho menos se dio cuenta que al momento de que el arribo a la explanada que esta afuera de la escuela, la mirada de muchas mujeres se centraron en su persona, y es que simplemente el ejercicio y el ajetreo de su negocio, habían dado frutos de forma espectacular en el, su cuerpo por demás se notaba atlético, además de que realmente no era en nada feo, quien lo viera jamás se imaginaria que su ex esposa lo había engañado, es cierto que en ese tiempo tenia algunos kilos de mas, pero no por eso había dejado de ser atractivo para las mujeres.
Es mas, en su antiguo trabajo mas de cinco mujeres habían intentado algo con el sin lograr nada, pues Miguel realmente amaba a su esposa y lejos estaba de serle infiel, tal vez si el hubiera sabido lo que Alejandra le aria, por lo menos a dos mujeres les hubiera echo caso.
En fin que Miguel estaba ahí parado con su hijo en espera de que la puerta fuera abierta, inmerso de las miradas de varias féminas que ahí se encontraban, algunas guapas, otras feas, delgadas, gordas, morenas, blancas, algunas perfectamente bien vestidas pues después tenían que ir a sus trabajos, otras hasta en pijama, en fin que una gran variedad de personas y personajes.
Miguel seguía platicando con su hijo, sin voltear a mirar a nadie, solo de vez en vez miraba hacia la puerta, esperando a que esta ya fuera abierta, la cual una vez que por fin los maestros abrieron, el encamino a su hijo y luego espero hasta que este ingreso, luego se quedo ahí parado por unos instantes, viendo como un gran numero de niños mas entraban, algunos lloraban, otros hasta cantando entraban, y hasta entonces fue que con la mirada fue recorriendo a muchas de las mujeres que ahí se encontraban.
En particular de las mujeres que el alcanzo a observar, solamente fueron tres las que realmente llamaban la atención de su mirada y justo estaba ya por retirarse cuando frente a el se puso una mujer, la cual realmente le llamo la atención, en un principio solo pudo verla de espalda, pero sin duda alguna, ese era su mejor lado.
De espalda el pudo ver un cabello lacio, negro y el cual le llegaba a la altura de los hombros, una blusa café, pero lo que mas le llamo la atención y no pudo ocultar esa atracción, fue que tenia un pantalón de mezclilla, el cual le quedaba ajustadísimo y esto hacia que se notara un hermoso, carnoso y redondo par de nalgas.
Su mirada estaba perdida en ese hermoso trasero, cuando justo en eso ella dio vuelta, el de inmediato subió su mirada, recorriendo rápidamente el hermoso cuerpo, sus ojos de inmediato se clavaron en el pronunciado escote de la blusa, logrando ver un grande y erguido par de senos, luego su mirada siguió hacia arriba y sus ojos se toparon con los de esta mujer, de piel morena y pudo ver que el cuerpo contrastaba con la cara, era fea, realmente ahí la naturaleza no le dio la misma bendición que con su cuerpo.
Ella lo miro y noto que Miguel la había estado observando, pero fuera de molestarse y al ver lo atractivo de el, se sintió un tanto complacida, así que comenzó a caminar y al pasar al lado de el, lo miro y le regalo una ligera sonrisa, la cual contesto levemente Miguel, quien casi de inmediato dio vuelta y camino detrás de esta mujer, no quería perder la oportunidad de volver a ver ese espectacular trasero, pero solo pudo verlo por unos instantes mas, pues justo ella llego a su auto, al cual subió, cerro la puerta y lo encendió, Miguel estaba parado a unos metros del auto y pudo ver como esta mujer cuando ponía en marcha el auto, volteo a mirarlo por el espejo lateral y noto como ella sonrió y luego se alejo de ahí.
Después de eso, Miguel decidió caminar hasta su casa, para así tomar su auto y dirigirse a su negocio.
Al otro día por la mañana, de nuevo llevo a su hijo y en su mente tenia la idea de ver si podía encontrarse de nuevo a la mujer que un día antes vio, el exuberante y hermoso cuerpo lo tenia inquieto, sobre todo después de tanto tiempo de no tener uno entre sus brazos, una vez que su hijo entro a la escuela, el se quedo parado ahí por unos instantes mas, con la mirada la buscaba y en su mente solo una pregunta se hacia, -en donde estará la mujer esta que esta bien buena, que buen cuerpo tiene la condenada, lastima de carita, esta medio fea, es mas, podría yo atreverme a decir que hasta un tanto putona que se le ve la cara-.
-Y luego con esas nalgas y esa forma de contonearse, ufff vaya que se mueve muy sugestiva-, estaba pensando en eso sin darse cuenta de varias mujeres que seguían llegando a dejar a sus hijos y que sin mas volteaban a mirarlo.
Pasados unos minutos pensó que no tenia que hacer nada ahí, así que decidió caminar y salir de ahí, justo llegaba a la esquina cuando daba la vuelta la mujer que tanto deseaba ver, al verla de frente sus ojos se abrieron como platos, la mujer con el cabello recogido, portaba una blusa blanca, al igual que el día anterior con un escote bastante sugestivo, una falda negra corta y pegada a ella, con unas medias negras de red y unas zapatillas negras con un tacón muy alto y delgado.
Ella al pasar a un costado de Miguel, le regalo una mirada al tiempo que le decía “buenos días”, el se sorprendió un poco y tímidamente alcanzo a responder el saludo, y luego volteo para mirarla caminar, deleitando sus ojos con el rítmico movimiento de las suculentas nalgas de esta desconocida y ya deseada mujer, y es que en verdad que era hasta lastimoso para los ojos ver tan exuberante cuerpo.
Miguel realmente estaba embobado viendo a esta mujer, no le importo que muchas mujeres presentes observaron la forma en que el se le quedo viendo a esta mujer, muchas hasta envidia sintieron por que ella era quien había llamado por completo su atención, fueron unos segundos mas, hasta que Miguel por fin reacciono, así que una vez que regreso a este mundo, giro su cuerpo para alejarse del lugar, pero justo en ese momento, choco de frente con una señora que llevaba de la mano a una niña.
-Perdón, perdón por favor-, decía Miguel mientras tomaba del brazo a esta mujer, quien trastabillo solo un poco y fue cuando Miguel perdió su mirada en tan angelical y hermoso rostro, -pe… perdón, esta usted bien-, dijo un tanto nervioso, “si gracias, estoy bien”, “mami ya vamonos que me van a cerrar la puerta”, se alcanzo a escuchar la vocecita de la niña, “si hija ya vamos, con permiso”, -si y de nuevo una disculpa-, “no hay cuidado”, y comenzó a caminar con su niña para dejarla en la entrada de esta, el volteo a mirarla.
Era una mujer de hermoso rostro, cabello largo y ondulado, de tez blanca, traía puesto un vestido un poco largo, Miguel pudo notar que debajo de este se podía notar una mujer un poco llenita, no gorda pero si con unos kilitos de mas, un gran trasero se marcaba por la tela del vestido, de pronto un roce en su brazo lo hizo voltear, era la otra mujer que pasaba al lado de el y como en forma accidental, había rozado su brazo con el de ella, el la miro y ella solo dijo, “hay perdón”, pero con una picara sonrisa en la cara.
Siguió su camino, Miguel dio vuelta y la siguió con la mirada hasta que esta llego a su auto, de forma un tanto sugerente ella se agacho para meter la llave de su auto de modelo ya un poco antiguo, al hacer esto paro su trasero y mostró lo hermoso y prominente de este, no solo Miguel deleito su mirada con esto, si no también los pocos padres que pasaban por ahí en ese momento, luego esta mujer entro a su auto, lo encendió y al igual que el día anterior, volteo a mirar a Miguel por el espejo lateral y luego salio de ahí con rumbo a su trabajo.
Miguel se disponía a ir a su casa por su auto para también ir a su negocio y justo en eso vio pasar a la mujer con la que minutos antes había chocado, esta al pasar frente a el, lo miro, le sonrió aunque de forma tímida y siguió su camino.
Miguel camino a su casa por su auto y mientras hacia esto comenzó a pensar en estas dos mujeres, -que diferencia hay entre las dos, una es algo fea pero tiene un cuerpazo de miedo, un par de tetas y de nalgas que están de infarto, pero se viste, camina y se nota que es una mujer muy caliente, hasta medio golfona se ve, en cambio la otra no tiene el cuerpo tan escultural si un trasero algo grande pero pues por los kilitos que tiene de mas, pero tiene una cara realmente angelical, además de que se nota mas recatada y tímida, que gran diferencia hay entre las dos-.
Total que sumido en sus pensamientos llego a su casa, tomo su auto y se fue a trabajar, así paso una semana, el llevaba a su hijo todas las mañanas, luego se iba a trabajar, pero aprovechaba y se daba el tiempo para poder ver a estas dos mujeres que tanto le habían llamado la atención.
Para el siguiente Lunes decidió sacar su auto y en el llevar al pequeño Miguelito, solo eran unas cuantas calles, pero ese día tenia algo de prisa y así ganaría tiempo al no regresar a su casa, estaciono su auto y bajo de el con su hijo, lo encamino a la entrada de la escuela y apenas se estaba despidiendo de el, cuando a su lado se paro la morena de cuerpo escultural, el de reojo la miro pero no volteo pues observaba como su hijo caminaba a la puerta y detrás de el la hija de esta morena, los dos estaban ahí parados, uno junto al otro, observando como sus respectivos hijos entraban a la escuela.
La morena volteo de reojo a verlo y sin más le dijo, “hola buenos días”, el volteo y le contesto el saludo, “me llamo Mireya”, dijo ella al tiempo de estirar su mano, -mucho gusto, yo me llamo Miguel- y también estiro su mano, tomando la de ella y sintiendo una mano suave, “va en primer año tu hijo”, pregunto ella, -si apenas este año entro y tu niña-, “ella va en segundo, oye tu lo vas a traer todas las mañanas me imagino”, -si así es- “y en la tarde me imagino que viene a recogerla tu esposa”, -no, la recoge mi madre-.
“Tu esposa trabaja entonces”, -no yo soy padre soltero por decirlo así-, en la cara de Mireya se noto un brillo de gusto, “bueno pues me dio mucho gusto conocerte Miguel, pero tengo que ir a mi trabajo, además hoy no tengo mi auto y tendré que irme en taxi o en colectivo”, -por donde trabajas- pregunto Miguel, ella le comento en donde trabajaba, un lugar que estaba a 15 minutos de ahí, pero lo mas curioso es que Miguel tenia que pasar por ese lugar, pues su negocio se encontraba 10 minutos delante de donde ella trabajaba.
-Mira si no te da desconfianza yo te puedo llevar, pues por coincidencia paso por donde tu trabajas, pues mi negocio queda 10 minutos adelante-, “de verdad me harías ese favor”, dijo ella con algo de entusiasmo, -si claro que si, será un gusto poder llevarte-, remato Miguel, “ok pues vamos”, dijo Mireya, así que caminaron hasta el auto, Miguel como todo un caballero le abrió la puerta y espero a que ella estuviera perfectamente bien sentada para cerrarla.
Ese día Mireya iba vestida con una falda gris, la cual se ceñía a su cuerpo y le llegaba apenas arriba de las rodillas, una blusa negra que sin variar a las que Miguel le había visto, esta igualmente tenia un pronunciado escote, realmente a esta mujer le encantaba lucir lo que ella sabia que tenia, además de unas botas largas y negras, así que al sentarse en el asiento la falda subió un poco y mostró un poco de sus piernas, pero así como se encontraba de pie, podía ver mucho mejor el escote, eso si que lo pondría nervioso y podría distraerlo.
Luego cerro la puerta y rodeo el carro para subir, y justo en eso frente a el paso la otra mujer que también llamaba mucho su atención, quien al verlo le dio una leve sonrisa y luego siguió su camino con su niña, así que antes de entrar al auto, la observo un poco mientras caminaba, luego doblo la esquina y fue que entro al auto, donde Mireya lo aguardaba.
-Listo ahora si vamonos-, puso el auto en marcha y salieron de ahí, “y de que es tu negocio”, -tengo una cafetería-, “ah pues haber que día me invitas”, -cuando gustes-, Miguel se sentía hasta un poco extraño por estar entablando conversación con Mireya, pero recordó que el fin de semana que vio a algunos familiares, una prima muy querida por el, le dijo que ya se decidiera a buscar novia y hasta recuerda las palabras que ella le dijo, “caray primo, si no quieres nada serio por lo menos buscate con quien coger, eres muy guapo y creeme que por mujeres no vas a parar, tu que no te quieres dar cuenta pero cuando llegamos a salir, muchas mujeres voltean a verte y tu ni un lazo que les echas”.
Así que fue eso lo que en cierta forma ayudo para que ahora llevara en su auto a Mireya, y claro esta, el que ella también fue quien dio el primer paso.
Durante el camino ella le platico que era viuda, que aparte de su niña que tiene en la primaria, tenia un hijo de 13 años que cursaba la secundaria, su esposo murió cuando su hija apenas había cumplido un año de vida, que desde entonces había tenido que trabajar, pues aunque su difunto marido la había dejado pensionada, no le alcanzaba para los gastos, por lo cual trabajaba como recepcionista en una empresa.
El solo se limito a decir que era divorciado y nada mas, no contó detalles ni mucho menos, ya estaban por llegar a donde ella bajaría, Miguel le pregunto que hasta cuando traería su auto y ella le comento que estaba en el taller y que lo tendría hasta el próximo sábado, así que sin mas el le ofreció llevarla todos esos días, lo cual acepto gustosa.
Llegaron a su destino, Mireya antes de bajar se despidió de Miguel, quito el cinturón de seguridad y luego puso una mano sobre la pierna de el, a escasos centímetros de su pene, y luego le dio un beso en la mejilla, para enseguida salir del auto, mientras que Miguel la miraba caminar y contonearse cachondamente, sintiendo como su pene se había puesto duro nada mas con haber sentido por algunos segundos la mano de Mireya, quien dos edificios después entro a uno, donde se encontraba su trabajo, después Miguel siguió su camino hasta llegar a su negocio.
Al otro día fue lo mismo, la vio en la escuela y luego la llevo a su trabajo, para el martes ella llevo un pantalón sastre, pegado y mostrando su figura, una blusa y un chaleco, el miércoles llevo un vestido, ese si no demostró mucho su figura pues la falda era un poco larga y holgada, solo mostró su acostumbrado escote, para el jueves llevo de nuevo pantalón sastre y una blusa, solo que ese día mientras iban en camino, Mireya sin mas le dijo.
“Oye, cuando me invitas a salir, me gustaría que fuéramos a comer, o al cine o a bailar, ahora si que lo que mas te guste a ti”, -pues no se, lo que pasa es que yo estoy todo el día en mi negocio, trabajo de lunes a sábado, solo los domingos no abro pues ese día se lo dedico por completo a mi hijo y ese seria el único día libre que tendría y pues veo difícil que pudiera salir-, “bueno pero igual y podrías en la noche no crees”, -pues si, eso si podría pero tu que harías con tus hijos-, “mira no hay problema con eso, los puedo ir a dejar con mi madre y no hay problema, así podríamos ir a divertirnos”.
-Mira normalmente yo me salgo a las 7 de la noche y dejo de encargada a una chica que es de mi total confianza, así que tu dime a que hora sales del trabajo, si paso por ti ahí, o nos vemos en otro lugar y a que hora-, “que te parece si pasas por mi mañana a mi trabajo, yo salgo a las 6, pero me puedo esperar a que tu pases por mi, al fin que estas a solo 15 minutos de mi trabajo, ahí pasas por mi”, -esta bien, yo pasaría por ti a tu trabajo como a las 7:15-, justo en ese momento pasaban frente a las oficinas donde Mireya trabajaba, se despidió de Miguel y bajo rápidamente del auto.
El resto del día Miguel solo estuvo pensando en la cita que había concretado con Mireya, no pudo aguantar mucho y le marco por teléfono a su prima, la que le había dicho que se buscara con quien coger por lo menos, la puso al tanto y ella lo felicito, claro esta que primero lo interrogo, con preguntas de cómo es, cuantos años tiene, si es casada, en fin que el la puso al tanto de todo lo que le preguntaban y al ultimo ella remato diciendo, “bueno y con que intención saldrás con ella, para conocerla y entablar una relación seria o solo para hacer lo que yo te comente”.
-No prima, tú sabes que yo no quiero compromisos, ya aprendí, además se nota que esta mujer no es para entablar relaciones serias, siento que es de las que les gusta divertirse y tomar las cosas a la ligera, como te comente es una mujer viuda, y la verdad es que es muy atrevida en su vestir, le gusta usar ropa entallada y siempre anda con escotes-, “bueno primo pues si solo es para pasar el rato me parece muy bien, además ya te habías tardado, no se como lograste estar tanto tiempo en el celibato, casi te vuelves un santo jajajaja”.
Después terminaron la conversación y el se puso a atender su negocio, en la noche llego a su casa, aun su hijo estaba despierto y paso una hora con el, luego lo llevo a dormir y el ceno y vio un rato el televisor, la verdad es que se sentía nervioso y le costo trabajo conciliar el sueño.
Al otro día por la mañana se levanto temprano como siempre y salio a dejar a Miguelito, llegaron a la escuela y el se sentía nervioso, muy nervioso, camino a la entrada y lo que sus ojos vieron casi lo hacen ir de espaldas, delante de el estaba Mireya, despidiendo a su hija, pero todas las miradas de los ahí presentes estaban postradas en ella, los hombres la miraban con gran deseo y las mujeres con envidia, el porque de esto era que llevaba puesto un vestido de color negro, de tela delgada y ceñido al cuerpo, dejando ver divinamente sus esculturales formas, acentuando por la parte de atrás su delgada cintura, sus prominentes caderas y sus firmes y orgullosas nalgas, el vestido era corto y apenas le cubría hasta la mitad de las firmes y bien torneadas piernas, las cuales eran decoradas con unas medias de red negras y unos zapatos de tacón muy alto.
Se paro al lado de ella y pudo notar que el vestido por delante como ya era costumbre, tenia un pronunciado y provocativo escote, la saludo con un buenos días y luego despidió a su hijo, una vez que este entro Mireya y el dieron la vuelta y caminaron al auto sin decir nada, pero antes de que llegaran a este se topo de frente con la otra mujer que tanto le gustaba, esta mujer un poco llenita pero de cara hermosa, quien al verlo su primera reacción fue sonreírle, pero al ver con quien iba, de inmediato la sonrisa se borro, volteo su cara y apretó el paso, Miguel se quedo con su sonrisa en la cara y luego siguió su camino.
Le abrió la puerta del auto a Mireya y en cuanto esta tomo su lugar, el con sus ojos pudo ver como la falda se subía y mostraba gran parte de sus piernas, las cuales se veían divinas con esas medias de red, así como el gran escote y como este mostraba gran parte de esas firmes tetas, así con total nerviosismo subió al auto y salio rápidamente de ahí.
En el camino platicaban de cosas sin importancia, hasta que el con un poco de valor le dijo, -hoy te ves muy sexy, dime algo, así es como iras vestida al rato que salgamos-, “si, así como me vez ahora, gracias por lo de sexy, entonces te gusto como me veo”, -si te vez muy bien- dijo el aunque en sus pensamientos paso la frase –te vez muy puta-, pero claro que esto no lo diría, luego llegaron hasta donde ella trabaja, así que Mireya se quito el cinturón, de nuevo coloco su mano sobre la pierna a escasos dos centímetros de su pene y le dio un beso en la mejilla, pero casi rozando la comisura de sus labios, luego bajo y camino hacia su trabajo, contoneándose de forma excitante, de echo miguel noto que lo movía mas de lo acostumbrado y sin mas deleito su mirada viendo como ese gran par de nalgas se movían de forma sugerente.
Una vez que ella entro al edificio, el puso su auto en marcha y fue a su negocio, donde paso el resto del día, atendiendo y revisando cuentas, así como a proveedores, por lo cual pudo distraerse pues fue muy cargado el día, hasta que el mismo vio su reloj y vio que ya eran las 6:30, solo 30 minutos faltaban para que el saliera y pasara por Mireya, fue cuando comenzó a ponerse nervioso, hizo varias llamadas, una a su casa para saber como estaba su hijo, les recordó que llegaría muy tarde, luego le llamo a Felipe, un gran amigo suyo, de muchos años, al cual le platico con quien saldría en unos minutos mas, así como darle santo y seña de cómo era ella, claro esta que su amigo le recalco que no dejara pasar esa oportunidad.
Por fin dieron las 7:00, le dijo a Carmen, la chica a la que dejaba a cargo que ya se iba, le dio indicaciones y luego salio rápidamente de ahí, a los pocos minutos se estaciono frente al edificio del trabajo de Mireya, quien a los dos minutos salio por la puerta, Miguel miro como se contoneaba mientras caminaba hacia su auto, vio como los hombres que pasaban por ahí voltearon a mirarla, comiéndosela con los ojos y el pensamiento, Miguel pudo notar que ahora venia muy maquillada, hasta pensó que en demasía, así que con tanta pintura en su cara de nuevo a su mente vino la frase –que puta se ve-.
Mireya llego al auto y subió, saludando de igual forma que cuando se despidió por la mañana, “hola guapo como te fue”, -bien gracias y a ti-, “bien muy bien, pero haber dime, a donde me vas a llevar”, -la verdad es que no lo eh pensado, pero pues ahora si que tu dime que te gustaría-, “pues a mi me gustaría ir a bailar”, -pues si quieres pero debo serte sincero, a mi no me gusta y no se, pero si quieres vamos-, “mmmm no si no te vas a sentir cómodo mejor no, pero que te parece si nos vamos a cenar”, -ok eso me parece mejor-, “ok mira yo conozco un lugar muy bueno, donde el ambiente es muy tranquilo, y ahí podemos platicar mas a gusto”.
Así que enfilaron al lugar que Mireya había escogido, un lugar que estaba a solo 10 minutos de ahí, así que llegaron y esperaron a que les fuera asignada una mesa, para suerte de ellos, les dieron una que estaba en un rinconcito, donde estaban un poco ajenos a las miradas de los demás comensales, era un lugar con luces tenues y música tranquila, Miguel pidió una pasta y Mireya un platillo un poco mas fuerte, el pidió refresco y ella vino, “no te gusta el vino”, pregunto ella, -no, la verdad es que no tomo-, “mmmm que se me hace que tu me quieres emborrachar, para luego aprovecharte de mi”, el sonrió y dijo que para nada, luego ella comento, “aunque no necesitarías de eso para hacerlo”.
Sin duda fue una insinuación muy directa, pero Miguel ante su nerviosismo que tenia y un tanto su inseguridad, no supo que contestar y solo se limito a sonreír, luego entre la cena comenzaron a platicar, fue cuando Miguel le comento que su esposa le había sido infiel y que desde hacia tres años que el no salía con nadie, Mireya lo escuchaba atenta, aunque en su cara ya se notaba un poco los efectos del vino, pues ella seguía tomando, también salio el comentario de que el no buscaba nada serio, pues no quería volver a pasar por lo mismo, Mireya le comento que después de que enviudo le guardo luto a su marido, pero que después al darse cuenta que aun era joven, comenzó a vivir su vida, el le pregunto si buscaba algo serio y ella le contesto que no, que no quería buscarles un padrastro a sus hijos, que solo se divertía y ya, que si ella conocía a alguien y este le gustaba y se sentía a gusto, pues que lo trataba por un rato, se divertía y ya, nada mas.
La platica siguió, ya habían terminado de cenar, Miguel ya llevaba como tres refrescos y Mireya como ocho copas de vino y ya se notaba un poco afectada, ya estaban sentados muy cerca el uno del otro, sus piernas se rozaban y de vez ella le tocaba la pierna, pero el aun no se aventuraba mas allá, hasta que en ella fue quien tomo la iniciativa y sin mas le dijo a Miguel, “sabes algo, tu me caes muy bien, eres muy agradable y muy caballero, otros ya estarían tratando de pasarse conmigo, y tu no, por eso me gustas mas”, y una vez que dijo esto, coloco de nuevo su mano sobre la pierna de Miguel, y con la otra lo tomo de la nuca, se acerco y comenzó a besarlo.
Miguel por un instante no supo que hacer, sobre todo al sentir como la lengua de ella exploraba por completo el interior de su boca, luego sintió como Mireya deslizaba su mano hacia arriba y suavemente por debajo de la mesa, comenzó a acariciarle su miembro, esto hizo que el diera un pequeño brinco, ella al sentir esto despego su boca y le dijo, “tranquilo nene”, y de inmediato volvió a besarlo al tiempo que seguía acariciándole el pene pero ahora con mas fuerza sobre el pantalón, sintiendo como este comenzaba a responder y comenzaba a ponerse duro.
Miguel comenzó a relajarse y disfrutar de la caricia, así que también comenzó a responder el beso de la misma forma, bajo tímidamente una mano y la puso sobre la pierna de ella, sintiendo la media que cubría a esta, sintiendo como ahora ella apretaba mas su ya duro pene, sintiendo que ahora el pantalón era lastimoso para el, sintiéndose sumamente excitado y no era para menos, después de varios años de no tener contacto con ninguna mujer.
Varios minutos pasaron que estuvieron besándose, ella acariciando su pene y el solo su pierna, luego por fin se separaron del beso y para sorpresa de el, Mireya sin mas rodeos le dijo, “bueno corazón a que hora nos vamos a ir, o acaso no tenias planeado llevarme a un hotel”, Miguel titubeo y tartamudeo un poco, pero de inmediato dijo que si era eso lo que ella quería, Mireya sonrió y le dijo, “vamos nene, no estés nervioso, por supuesto que quiero que me lleves al hotel, o acaso crees que me vestí así nada mas por gusto, no nene, yo ya había planeado estar contigo, así que me vestí sexy para ti”, -ok entonces deja pago y nos vamos.
Rápidamente pidió la cuenta, pago y salieron de ahí, subieron al auto y el salio a toda velocidad en busca de un hotel, “tranquilo nene, que quiero llegar completa”, el no tomo importancia y manejo rápido hasta que por fin encontraron un hotel, estaciono el auto, fueron a pagar el cuarto y subieron rápidamente, una vez que entraron, Miguel se abalanzo sin mas sobre Mireya, la abrazo y la besaba con desesperación, mientras con sus manos acariciaba encima del vestido las tan ansiadas y deseadas nalgas.
Ella en un principio correspondió pero solo por un par de minutos, pues después se despego de el y le dijo, “tranquilo nene, ufff, se que hace mucho que no tienes a una mujer en tus brazos, así que quiero que lo disfrutes como nunca, así que lo que primero necesito es que te tranquilices un poco y tengas paciencia, veras que lo gozaras a mas no poder”.
“Ven, siéntate en este sillón”, Miguel de inmediato obedeció aunque su sangre estaba que hervía al igual que sus sentidos, luego vio como Mireya comenzó a prender y apagar algunas luces hasta que el cuarto quedo con una luz tenue, luego la vio caminar hasta un estereo que había en el cuarto, lo prendió y busco una estación con música suave y tranquila, luego la vio caminar de forma sensual hacia donde el estaba, lo miraba y le sonreía de forma muy picara.
Se puso frente a el y mirándolo a los ojos y comenzó a mover su cuerpo suavemente, al ritmo de la música que el estereo dejaba sonar, contoneaba su cuerpo, pasaba sus manos de forma sensual por todo su cuerpo, ponía una cara de lujuria total y esto provocaba que Miguel se pusiera mucho mas caliente, pero disfrutaba de lo que sus ojos estaban viendo.
Mireya seguía moviéndose, se acercaba hacia el y sin dejar de moverse dejaba que Miguel la acariciara suavemente, luego dio un paso hacia atrás y comenzó a bajar su vestido, primero comenzó quedaron los hombros desnudos, dejando ver el resorte del brasier, poco a poco lo fue bajando hasta que sus senos quedaron a la vista, tapados por el brasier negro el cual era de media copa y dejaba ver gran parte de los senos, en uno mostraba la mitad de su pezón oscuro.
Paso sus manos hacia atrás y comenzó a desabrochar el brasier, el cual salio por sus brazos, pero rápidamente se tapo con un brazo mientras que con el otro giraba el brasier y luego lo aventó a la cara de el, se dio la vuelta y seguía contoneándose, Miguel tomo el brasier en sus manos y lo puso a un costado de el, mientras su ojos miraban como ella le daba la espalda, luego sin mas ella dio la vuelta pero ahora ya no se tapaba con su brazo, al contrario, los dos brazos los hizo hacia arriba y mostraba sus suculentos senos, eran grandes, firmes, de pezón mediano y oscuro.
Se acerco a el y coloco sus piernas sobre el sillón, cada una a un costado de Miguel, luego lo beso en la boca por un instante, separo su boca y puso frente a su cara sus fabulosos senos, Miguel sin mas abrió su boca y se prendió de uno de ellos, degustándolo deliciosamente mientras que ella seguía moviéndose y restregando su vagina en el ya duro pene de Miguel.
Daba unos pequeños pero sugerentes gemiditos, pero solo lo dejo hacer esto por un par de minutos, pues luego sin mas se puso de pie, dejando atónito a Miguel, quien miraba de forma incrédula lo que ella lo estaba haciendo sufrir, ella siguió contoneándose, jugando con el vestido que tenia enrollado en la cintura, luego dio vuelta si puso sus manos en cada lado de su cintura, tomando el vestido y comenzó a bajarlo lentamente.
Miguel se quedo con la boca abierta una vez que el vestido dejo al descubierto las hermosas nalgas decoradas por una diminuta tanga negra, y mas abrió los ojos, cuando ella bajo el vestido por completo, pero al hacer esto, no doblo sus rodillas para nada, así que el trasero se mostraba imponente ante los ojos de Miguel, viendo como este gran par de nalgas se expandían al momento que ella se agachaba para terminar de bajar el vestido, luego se incorporo dejando el vestido a la altura de sus pies, y con movimientos suaves, primero levanto un pie y luego el otro, para que el vestido quedara justo ahí en el piso.
Se giro y quedo de frente a el, quien sin mas deleitaba su mirada, recorriendo ese escultural cuerpo de arriba hacia abajo, viendo esos grandes senos, un vientre completamente plano, el pequeño triangulo de la tanga que apenas cubría su vagina, unas piernas marcadas y decoradas con esas sexys medias de red negras.
Mireya dio algunos pasos, lo tomo de la mano y lo puso de pie, clavando su mirada en los ojos de Miguel, sonriendo coquetamente, con sus manos comenzó a desnudarlo, primero de la cintura hacia arriba, admirando el marcado y fuerte cuerpo de el, con sus manos acaricio su pecho, los gruesos brazos, luego suavemente pego su boca y comenzó a pasar su lengua por los pezones, sus manos seguían acariciando los brazos y luego los puso sobre el pecho, Miguel solo la observaba y sentía la delicia de las caricias.
“Oh nene, que hermoso cuerpo tienes, eres tan fuerte, me encanta sentir los músculos de tu cuerpo, mmmm que delicia, me encantas, no se como fue que tu ex mujer pudo desperdiciar todo esto”, Miguel no decía nada, estaba inmóvil y disfrutaba de las caricias que Mireya le regalaba, “espero que lo que esta aquí abajo este igual de bueno que todo lo que estoy viendo”, al decir esto bajo su mano y comenzó a acariciar el pene de Miguel, el cual se encontraba completamente duro, “mmmm pues tal parece que si, hace rato lo sentí muy bien al igual que ahora, pero tengo que comprobarlo”.
Acabando de decir esto, bajo la otra mano y con ambas desabrocho el pantalón, el cual sin mas cayo a sus pies, luego bajo su vista y vio la gran carpa que su pene hacia con la suave tela de su bóxer, “mmmm pues parece que esta tan bien como lo imagine”, ella sin mas se puso de rodillas frente a el y mientras hacia eso, fijaba su mirada en la de Miguel, quien expectante miro como luego ella bajo su mirada y la fijo en el bulto que hacia su bóxer y como con una mano comenzó a acariciar su pene por encima de esta prenda, mientras que con la otra le acariciaba una pierna, luego sin mas, con ambas manos bajo por completo el bóxer.
“Ohhhh pero nene, que es esto”, dijo ella al ver en plenitud y frente a sus ojos tan imponente miembro, “pero nene que gran verga te cargas, wow realmente esta muchísimo mejor de lo que mi mente se había imaginado, si la sabes utilizar creo que me vas a dar la mejor de las cogidas”, luego la tomo con una mano y comenzó a acariciarla suavemente de arriba hacia abajo, “vamos amor vuelve a sentarte en el sillón”, Miguel de inmediato hizo esto, ella quedo a unos pasos y así de rodillas llego hasta donde el se sentó, le abrió las piernas y se coloco entre ellas, con sus manos tomo el miembro y lo acariciaba y apretaba un poco, viendo como ese liquido pre-seminal salía de la punta y luego con una cara de gran lujuria y sin mas, abrió su boca y sin mas, engullo tan prominente, duro y grueso miembro.
Miguel aferro sus manos a los costados del sillón, sintió como una descarga eléctrica recorría todo su cuerpo, dejo escapar un gemido al sentir la calidez de la boca de Mireya, quien sin mas le prodigaba la mas deliciosa de las mamadas que el jamás en su vida había recibido, sus ojos que en un principio se cerraron, ahora estaban abiertos y fijos en lo que ella le hacia, viendo como gran parte de su miembro se perdía dentro de su boca, como luego la sacaba y le pasaba la lengua por toda el glande, como luego con su lengua recorría centímetro a centímetro la parte baja de su miembro, hasta llegar a los testículos, los cuales sin mas introducía en su boca, primero uno, luego el otro, luego los lamía, recorría con su lengua hacia arriba y volvía a introducirse el miembro.
Miguel observaba como su miembro se perdía dentro de la boca de ella, así que la estimulación visual y la que ella hacia con su boca era demasiada, sintió que estaba a punto de estallar, su cuerpo se tenso y estaba por decirle a ella que ya no podía mas, cuando sin poder controlarlo, eyaculo con mucha fuerza, el primer chorro fue a depositarse fuertemente hasta la garganta de Mireya, quien al sentir esto se sorprendió por completo, sintiendo que se ahogaba, por lo cual saco de inmediato el miembro de su boca, pero un segundo chorro salio disparado y se estrello en su cara, cerro los ojos por inercia al tiempo que se reponía del chorro que casi la ahoga.
Un segundo chorro salio y fue directo a sus tetas, para esto ella se recupero y de inmediato volvió a introducir el pene en su boca, sintiendo como seguía saliendo abundante esperma, pero en esta ocasión los alojo sin problema alguno, luego con su mano tomo el pene y comenzó a masturbarlo sin sacar por completo su boca, hasta que esta estuvo llena de semen y que ya no salía una gota mas, mientras que Miguel se aferraba al sillón y lanzaba gemidos de placer.
Mireya sin gesto alguno trago lo depositado en su boca, luego con la mano limpio lo que había caído en su cara y lo introdujo en su boca para degustarlo, luego con total calma siguió moviendo suavemente su mano, luego volteo a mirarlo y vio la cara de pena que el había puesto, -perdón, no pude controlarme, yo-, “tranquilo cariño, no pasa nada, solo que la próxima vez avísame antes, yo no tengo problema con esto, pues a mi me agrada el sabor del semen, pero no a todas las mujeres les gusta y entonces si puedes tener un problema con esto”, -perdón de verdad-, “ya te dije nene que no hay problema”.
Mireya dejo de acariciar el pene cuando sintió que este comenzaba a perder fuerza, luego sin mas subió hasta la cara de Miguel y comenzó a besarlo, luego le dijo “bueno corazón, ahora te toca a ti regresarme este favor, así hacemos tiempo para que vuelvas a recuperarte y puedas cogerme como debe de ser”, -que quieres que haga-, “pues ahora tu con tu boquita y lengua vas a darme placer, como a mi me gusta, o acaso nunca haz dado sexo oral”, -si antes con mi ex mujer-, “bueno pues eso mismo me vas a hacer ahora cariño”.
Mireya se puso de pie ante la mirada de el, quien la vio dar vuelta y caminar sensualmente hacia la cama, viendo como esa pequeña tanga negra hacia lucir sus hermosas nalgas, -sabes que me encanta ese hermoso trasero que tienes-, “si nene, lo se, siempre note como me observabas”, terminando de decir esto ella llego a la cama, sin mas se desprendió de su tanga y se acostó, “ven cariño, dame gusto con esa boquita”, sin mas Miguel se puso de pie y camino hasta donde ella estaba, vio como ella una vez que el estuvo de frente a ella, esta sin mas abrió sus piernas y se acariciaba suave y sensualmente con una mano, además noto que Mireya estaba completamente rasurada.
“Que pasa cariño”, dijo ella al ver la cara de asombro de Miguel, -nada, solo que jamás había estado con una mujer que estuviera completamente depilada-, “acaso tu ex mujer no lo hacia”, -no, nunca-, “bueno pues ahora ven a disfrutar de mi cariño”, Miguel sin mas se acomodo y coloco su cara entre las piernas de ella, quien al ver esto quito su mano y mostró por completo su hermosa vagina, Miguel la observo y deleito un poco su mirada, luego acerco una mano y comenzó a acariciarla suavemente, “si nene muy bien, pero quiero tu boca, hazlo con tu boca”, así que sin mas y ante tal petición, Miguel saco su lengua y comenzó a recorrer centímetro a centímetro de la ya húmeda vagina.
“Así cariño que bien lo haces mmm que rico, sigue así”, para sorpresa y deleite de ella, el lo hacia de maravilla y a cada segundo, lo hacia mejor y mejor, dándole mucho placer, haciendo que Mireya comenzara a gemir con mayor vehemencia, retorciendo su cuerpo ante las reacciones que sus sentidos hacían a cada caricia, a cada lenguetazo, sintiendo como segundo a segundo su excitación se incrementaba, sintiendo que a cada segundo se acercaba al clímax, pero lo mejor fue cuando sin mas, Miguel son sus labios aprisiono su clítoris, dándole suaves succiones, y luego pasándole la punta de la lengua, lo cual provoco que su cuerpo se retorciera completamente, mientras sus manos aprisionaban sus pezones y los retorcían para mayor placer.
Sin más sintió llegar al punto máximo, al punto de ebullición y sin mas, entre gemidos de placer y palabras de agradecimiento, estallo en un placentero orgasmo, llenando la boca de Miguel con su delicioso néctar, y el sin mas lo recibió con gusto, luego ella aun gimiendo lo jalo hasta que el quedo sobre de ella y comenzó a besarlo con total excitación, ahogando en la boca de Miguel sus últimos gemidos, sintiendo como la verga de Miguel se colocaba entre sus piernas, pero sobre todo pudo sentir como esta había recuperado por completo su firmeza.
Así que dejo de besarlo y con total excitación le dijo, “ahhh cariño pero si ya estas listo, ahhh que bien, porque ahora te quiero dentro, vamos nene cogeme con esta verga tan deliciosa que tienes”, Miguel al escuchar esto intento penetrarla pero no pudo, así que ella de inmediato bajo una mano y tomo el pene, lo guió hasta la entrada de su monte e incrusto en ella la gruesa cabeza, Miguel al sentir esto apenas sintió que ella quito su mano y sin mas, la penetro por completo, arrancándole un delicioso y fuerte gemido.
“Oh cariño que delicia es tenerte dentro de mi”, decía ella mientras que Miguel comenzaba a mover su cintura con mas velocidad, hacia muchos años que no sentía la calidez que una vagina le proporciona a una verga, y como adolescente se movía con velocidad y fuerza, mientras que ella gemía y bramaba de placer, pues lo estaba disfrutando enormemente, pero sabia que si el seguía así, terminaría muy rápido, así que lo dejo por unos momentos mas y luego le dijo que se detuviera.
Miguel se detuvo y luego la escucho decir que se saliera, -pero que, acaso no te esta gustando-, dijo con algo de incredulidad, “si cariño, me esta encantando, solo que yo quiero montarte a ti”, así que el de inmediato se acostó boca arriba y vio como Mireya de inmediato se subía en el, incrustándose por si sola la palpitante verga de Miguel, “ahora disfrútalo cariño”, dijo ella y sin mas comenzó a mover sus caderas de una forma que el sentía un gran placer, al igual que ella, quien cerro los ojos y comenzó a llevar el ritmo de sus movimientos.
Miguel vio delante de sus ojos las grandes tetas de ella, además de que así se notaban más grandes y sin más, las tomo con sus manos y comenzó a lamerlas y succionarlas con su boca y lengua, “ohhh si cariño, así, chupame las tetas así, ahhh que delicia es tener tu verga dentro de mi, no sabes cuanto placer me esta dando, ahhh si, así muérdeme los pezones, así cariño, así”.
Ella comenzó a incrementar sus movimientos, era una diosa en el arte de coger, se movía de forma que Miguel sintiera mucho placer, pero ella lo disfrutaba como loca, le estaba encantando sentirse penetrada por la verga de Miguel, así como la forma en que este le estaba dando gusto a sus tetas, gemía, gritaba y bramaba tanto placer, sintiendo como estaba por llegar a un nuevo orgasmo, así que sin mas levanto un poco su espalda, despegando sus tetas de la boca de el, ahora sus manos las puso en el estomago de Miguel y movía como licuadora su cintura, “ahhh me voy a venir cariño, ahhh me voy a venir, ahhhhhhhhhhhh”, estallando en un segundo orgasmo.
Miguel sentía como su verga se mojaba con un caliente líquido, sintiendo muy rico, viendo como ella poco a poco dejaba de moverse, luego el la hizo recostarse sobre el, sin sacar su verga, la beso y luego le dijo, -sabes que a mi siempre me gustaba hacerlo por atrás-, “quieres decir que me quieres romper el culo”, -no, no bueno si, bueno no, bueno es que a mi gustaba darle a mi ex esposa en la posición de perrito, pero siempre se lo hice vaginal, jamás me dejo hacerlo anal-, ella le sonrió y sin mas se salio de el, y se puso en posición de perrito a un lado, luego lo miro y le dijo, “y bien cariño, así esta bien”, el movió la cabeza afirmativamente, “bueno pues entonces que esperas”.
Miguel rápidamente se incorporo y se puso de rodillas detrás de Mireya, sus ojos admiraron su hermoso trasero, ese que tanto le gusto desde el primer día que lo vio, ese que tantas fantasías le provocaban en la mente, verlo así era un golpe muy grande para el libido, se veía majestuoso, imponente, firme, redondo y listo para el, lo miraba y admiraba una y otra vez, grabando en su mente tan hermosa imagen, “vamos cariño que esperas”, dijo ella, y el sin mas salio del trance y se coloco detrás de ella, tomo su pene y lo encamino a la entrada de la mojadísima vagina.
Ahora si el pudo encontrar el camino por si solo y una vez que lo encontró, de un solo empellón introdujo su firme verga hasta el fondo de la chorreante vagina, “ohhh si ahhh que delicia ahhh”, alcanzo a decir Mireya al sentir como la penetraban hasta el fondo, sintiendo como las manos de el tomaban sus caderas y como era penetrada con fuerza, sintiendo gran placer, excitándose aun mas y degustando de la calidez y firmeza que la verga de Miguel le estaba prodigando, sintiéndose penetrada una y otra vez, sintiendo como el interior de su vagina era llenado de forma por demás placentera.
El cuarto era inundado de gemidos de placer, el sentía que estaba por estallar una vez mas, ahora había durado mucho mas que cuando ella le había echo sexo oral, pero ya no podía mas, sentía que estaba por estallar, así que entre gemidos le hizo saber a Mireya que estaba por venirse, lo cual la excito mas y entre gemidos le pidió que estallara dentro de ella, así que sin mas, Miguel llego al éxtasis y de nueva cuenta estallo, pero ahora inundando la vagina de Mireya con su semilla, quien al sentir como chorros de caliente y espeso esperma se alojaban en ella, estallo en otro orgasmo, mezclando sus jugos con el esperma de Miguel.
En cuanto sintió que el dejo de moverse, rápidamente se hizo hacia delante, dio la vuelta e hizo que el se acostara en la cama y sin mas, se prendió de la verga de Miguel y la introdujo en su boca, chupando y sintiendo ese singular sabor que se formo por la mezcla de sus corridas, mientras Miguel se retorcía en la cama, pues su verga estaba sensible y el sentir la calidez y humedad de la boca de Mireya, le provocaban miles de sensaciones que jamás en su vida había sentido.
Pero a los pocos segundos vio como Mireya soltaba su verga y giraba su cuerpo, pasando una pierna por encima de su cara y poniéndola a un costado de su cabeza, y luego la otra en el otro costado, viendo como la chorreante y brillante vagina de ella quedaba exactamente a centímetros de su cara, “dame lengua cariño ahhh dame lengua”, así que sin mas, el de levanto un poco su cara y comenzó a lamer los labios vaginales, sintiendo en su lengua la mezcla de su semen y la corrida de Mireya.
Sintiendo como su flácida verga comenzaba a tomar firmeza, luego el coloco sus manos en las nalgas de ella y sin querer postro uno de sus dedos en el anito de ella, quien al sentir esto saco la verga de su boca y le dijo, “ahhh cariño, así que quieres cogerme el culito ehhh”, el de inmediato quito su mano y dijo, -no este perdón fue sin querer-, “vamos nene que por mi no hay problema, de echo me gusta que me rompan el culito”, decía esto sin dejar de menear con su mano la verga de Miguel.
-En verdad te gusta-, “si nene, a mi me gusta vivir mi sexualidad al máximo y jamás me limito, por esto es que el sexo anal no me es desconocido y mucho menos desagradable”, -yo, bueno es que yo este jamás lo eh echo-, ella dejo de mover su mano y con asombro le dijo, “que dices que jamás le has roto el culo a una mujer, tu ex esposa nunca de dejo que lo hicieras”, -no nunca-, “oh cariño, no sabes el gusto que me da saber que voy a ser la primer mujer a la que le cojas el culo, ahhh eso me ah excitado mucho, hiciste que me mojara mas, mmmm pero para eso necesito que esta hermosa verga que tengo en la mano este completamente firme y dura, pero de eso yo me encargo”.
Sin más la introdujo en su boca y comenzó a darle unas mamadas de antología, así que esto mas el saber que la penetraría por el culo, hizo que su verga de inmediato se pusiera dura y firme, incluso ella le hizo saber que la notaba mas grande ahora, así que después de que el la hizo llegar a otro orgasmo con la boca, ella de inmediato se coloco en posición de perrito, solo que ahora ella recargo su cara y pecho en la cama, provocando con esto que sus nalgas se expandieran mas y se mostraran mucho mas grandes e imponentes.
Miguel casi se derrama al ver esta hermosa postal, así que solo miraba y miraba mientras acariciaba un poco su dura verga, “vamos cariño penetrame ya”, dijo ella, pero el miraba y no entendía como en ese pequeño orificio entraría su verga, hasta que vio como Mireya solo dejaba recargada en la cama su cara y su pecho, luego llevo sus manos hacia atrás, coloco cada una de sus manos en sus nalgas y luego sin mas hizo algo que casi hace que Miguel se derrame ahí, con sus manos ella misma abrió sus nalgas y eso hizo que su culito abriera un poco.
Simplemente los orgasmos que había alcanzado habían echo que su culito se lubricara, por lo cual ella se sentía lista, “vamos cariño, cogeme ya, vamos que ardo por sentir que me partes el culo”, así que una vez que el se repuso, tomo su verga y la encamino al palpitante culito, postro la cabeza de su verga, dio un pequeño empujón y noto como la cabeza de su verga se alojaba en ese hermoso culito, fue una imagen digna de guardar, pero de inmediato volvió a dar otro empujón y ahora fue metiendo suavemente su verga hasta la mitad, mientras que ella daba un gemido y un gritito de placer.
El se quedo quieto por unos segundos, viendo como su verga era alojada por ese goloso culito, luego escucho como ella le ordenaba seguir y sin mas, dio un nuevo empujón y no paro hasta que ya no quedo ni un milímetro fuera, “ahhhhhhhhhh siiiiiiiiiiii que delicia ahhhhhh, ahora cogeme con fuerza, rompeme el culo, dame cariño, dame con fuerza ahhhhhh”, dijo Mireya al tiempo que soltaba sus nalgas y ahora se aferraba a las cobijas.
Miguel sentía como el culo de Mireya apretaba fuertemente su verga, sintiendo un inmenso placer, un placer jamás experimentado y se sentía en la gloria, con sus manos acariciaba una y otra vez la suave piel de las nalgas de Mireya, su cerebro grababa la imagen de esas grandes nalgas, siendo penetradas por el culo por una palpitante verga.
Mireya gritaba, gemía, bramaba y suplicaba por mas y por mas, un concierto de palabras altisonantes y llenas de lujuria salían de su boca, enalteciendo el ego y sobre todo la confianza que el había perdido, jamás su esposa había gemido como lo hacia Mireya, jamás sintió tanto placer como el que ahora estaba experimentando, jamás en su vida, había perforado un culo, y que culo era el que ahora estaba penetrando, su mente y sus sentidos estaban al máximo, por haber tenido dos eyaculaciones anteriores ahora había logrado durar mas, pero el gran gusto y la forma en que el culo de ella apretaba su verga, así como el gran estimulo visual que tenían, provocaron que el sintiera que estaba apunto de estallar.
Mireya llego a mas orgasmos, el se dio cuenta pues cada que ella estallaba, el sentía como un chorro de liquido caliente estallaba en sus testículos y luego recorrían sus piernas, estaba por decirle a ella que ya casi llegaba cuando ella fue quien sin mas y en medio de placenteros gritos, le dijo a Miguel que ya no podía mas, así que sin mas el estallo y lleno las entrañas de Mireya de abundante y espeso esperma, el mismo se asombro de sentir la gran cantidad que emanaba, sobre todo después de haberse corrido ya dos veces.
Entre gritos y agradecimientos de placer y una vez que el se vació por completo, ambos cayeron en la cama, el encima y aun dentro de ella, hasta que su verga se torno flácida y entonces por si sola salio, fue entonces que el se giro y quedo recostado a un lado de ella, entre suspiros y respiraciones agitadas, comenzaron a besarse, ahora ya eran mas suaves los besos, ya no había lujuria, ahora eran de agradecimiento, de la gran noche que ambos se habían regalado.
Varios minutos pasaron para que por fin pudieran recuperarse, en todo ese tiempo solo se dieron algunos besos, pero la mayor parte fue en silencio, poco a poco se fueron recuperando, Miguel observaba a Mireya y pensaba, -que mujer me acabo de coger, tiene el mejor cuerpo que jamás en mi vida haya tenido en mis brazos, tiene unas tetas grandes, firmes y orgullosas, una cintura delgada, unas caderas pronunciadas y unas piernas torneadas, pero lo mejor es el gran trasero que tiene, en mi vida había visto uno como este, bueno solo en la televisión pero nunca en persona y mucho menos pensaba en tener uno en mis manos, Alejandra tenia buen trasero eso que ni que, pero no igual a este, es perfecto-, luego volteo y vio su cara y siguió pensando, -lastima de cara, realmente no es muy agraciada, ja y con la pintura que se había puesto hoy se miraba muy puta, pero bueno, como ella me dijo, es una mujer que vive sin compromisos, los cuales yo tampoco quiero, así que como dijo mi prima, con esta mujer tengo para pasar buenos momentos, pero nada mas-.
“En que piensas”, dijo ella, -en nada, bueno si en el hermoso cuerpo que tienes-, “venga que tu también tienes un muy buen cuerpo, eres alto, fuerte y muy guapo, además de que me cogiste de una forma deliciosa, al principio estabas un poco nervioso, pero creo que después de tanto tiempo sin hacerlo era lógico, pero caray, debo agradecer que siempre me trataste como un caballero, me cogiste muy rico y jamás me forzaste a nada, eso me gusto y me hizo sentir cómoda, por eso lo disfrute mucho mas”.
-Yo también lo disfrute y mucho, como nunca, pero bueno y ahora que pasara-, “que quieres que pase, nada, seremos buenos amigos o conocidos, a final de cuentas nos seguiremos viendo y pues ahora lo que yo puedo decirte es que cada que los dos tengamos ganas de estar juntos, sin compromiso alguno podremos estarlo, o tu querías algo mas”, -no, la verdad es que no quiero compromiso alguno, ya lo pase una vez y no lo vuelvo a hacer, me parece bien lo que planteas-, “si nene, tu me gustas y yo a ti, somos adultos y creo que ambos podemos pasarla mucho muy bien, podemos ser amigos con derechos como dicen los jovencitos”, -jajaja ok, me parece muy bien-.
“Bueno cariño, deja voy al baño a limpiarme porque ya se me esta saliendo lo que me depositaste jejeje”, miguel sonrió y luego la vio caminar al baño, deleitándose una vez mas con el cuerpo desnudo de Mireya, mirando ese hermoso trasero y noto como un hilito de su semen escurría por la parte trasera de una de sus piernas, luego la vio entrar al baño y el se quedo un momento acostado y disfrutando de lo que había pasado.
Luego ella salio y el entro a limpiarse, cuando salio Mireya ya casi se había vestido, así que el hizo lo mismo, antes de salir del cuarto se dieron un abrazo y un suave beso, luego salieron del hotel y Miguel fue a dejarla a su casa, ella lo invitaba a quedarse ahí a dormir, pero el prefirió ir a su casa, ya era de madrugada y prefería no quedarse, así que tomo rumbo a su casa, luego entro a su cuarto y una vez que se acostó, se quedo profundamente dormido, pero con una sonrisa completa y total en su rostro, de nuevo había vuelto a vivir, de nuevo había vuelto a estar con una mujer, y aun no sabia lo que el destino le tenia preparado.
C O N T I N U A R A
Miguel no podía creer lo que sus ojos miraban, su cerebro no concebía la imagen que se guardaba en el, sus oídos se negaban a que lo estaban escuchando fuera verdad, su corazón se acelero a mil, su frente sudaba, sus puños se apretaron hasta casi sangrar sus manos, no podía creer que su esposa, su amada esposa estaba en su propia cama, en los brazos de otro hombre.
De esa forma es que el matrimonio de Miguel y Alejandra había terminado, el la corrió de la casa y ella con total cinismo le restregó en la cara que su amante, era mucho mas hombre que el, lastimando lo mas profundo de su corazón y orgullo.
Ya habían pasado tres años de aquella trágica fecha, hacia ya tres años de no ver a Alejandra, quien sin importar nada, se había alejado por completo, olvidando a su pequeño, el cual en ese entonces contaba con tan solo tres años, habían sido años difíciles, vendió su casa y se fue a vivir con sus padres.
Ahora Miguelito tenía seis años, estaba por entrar a la primaria, Miguel después de vender su casa puso un negocio, era una cafetería que había comenzado con un simple local y ahora y era mucho mas grande, le iba bastante bien, pero el ya no era el mismo, si bien era el padre mas amoroso que pudiera existir, con sus clientes era toda atención, pero en lo personal se había vuelto frió y mas calculador.
El refugio para su sufrimiento fue su hijo y su negocio, además de que volvió a retomar el ejercicio, su ego había sido duramente golpeado, así que se propuso bajar esos kilitos extras que tenia cuando era esposo de Alejandra.
Pasaron algunos años, tres para ser exactos, era el primer día de la primaria para Miguelito, quien caminaba feliz de la mano de su padre, dirigiéndose a la escuela, caminando las seis calles que separaban esta de la casa donde vivían, platicaban, Miguel le daba recomendaciones a su hijo, jugaban y disfrutaban, hasta que por fin llegaron a la escuela, la cual aun se encontraba cerrada, ya muchos niños aguardaban en compañía de sus madres y uno que otro de su padre o alguno de sus hermanos.
Miguel jamás noto y mucho menos se dio cuenta que al momento de que el arribo a la explanada que esta afuera de la escuela, la mirada de muchas mujeres se centraron en su persona, y es que simplemente el ejercicio y el ajetreo de su negocio, habían dado frutos de forma espectacular en el, su cuerpo por demás se notaba atlético, además de que realmente no era en nada feo, quien lo viera jamás se imaginaria que su ex esposa lo había engañado, es cierto que en ese tiempo tenia algunos kilos de mas, pero no por eso había dejado de ser atractivo para las mujeres.
Es mas, en su antiguo trabajo mas de cinco mujeres habían intentado algo con el sin lograr nada, pues Miguel realmente amaba a su esposa y lejos estaba de serle infiel, tal vez si el hubiera sabido lo que Alejandra le aria, por lo menos a dos mujeres les hubiera echo caso.
En fin que Miguel estaba ahí parado con su hijo en espera de que la puerta fuera abierta, inmerso de las miradas de varias féminas que ahí se encontraban, algunas guapas, otras feas, delgadas, gordas, morenas, blancas, algunas perfectamente bien vestidas pues después tenían que ir a sus trabajos, otras hasta en pijama, en fin que una gran variedad de personas y personajes.
Miguel seguía platicando con su hijo, sin voltear a mirar a nadie, solo de vez en vez miraba hacia la puerta, esperando a que esta ya fuera abierta, la cual una vez que por fin los maestros abrieron, el encamino a su hijo y luego espero hasta que este ingreso, luego se quedo ahí parado por unos instantes, viendo como un gran numero de niños mas entraban, algunos lloraban, otros hasta cantando entraban, y hasta entonces fue que con la mirada fue recorriendo a muchas de las mujeres que ahí se encontraban.
En particular de las mujeres que el alcanzo a observar, solamente fueron tres las que realmente llamaban la atención de su mirada y justo estaba ya por retirarse cuando frente a el se puso una mujer, la cual realmente le llamo la atención, en un principio solo pudo verla de espalda, pero sin duda alguna, ese era su mejor lado.
De espalda el pudo ver un cabello lacio, negro y el cual le llegaba a la altura de los hombros, una blusa café, pero lo que mas le llamo la atención y no pudo ocultar esa atracción, fue que tenia un pantalón de mezclilla, el cual le quedaba ajustadísimo y esto hacia que se notara un hermoso, carnoso y redondo par de nalgas.
Su mirada estaba perdida en ese hermoso trasero, cuando justo en eso ella dio vuelta, el de inmediato subió su mirada, recorriendo rápidamente el hermoso cuerpo, sus ojos de inmediato se clavaron en el pronunciado escote de la blusa, logrando ver un grande y erguido par de senos, luego su mirada siguió hacia arriba y sus ojos se toparon con los de esta mujer, de piel morena y pudo ver que el cuerpo contrastaba con la cara, era fea, realmente ahí la naturaleza no le dio la misma bendición que con su cuerpo.
Ella lo miro y noto que Miguel la había estado observando, pero fuera de molestarse y al ver lo atractivo de el, se sintió un tanto complacida, así que comenzó a caminar y al pasar al lado de el, lo miro y le regalo una ligera sonrisa, la cual contesto levemente Miguel, quien casi de inmediato dio vuelta y camino detrás de esta mujer, no quería perder la oportunidad de volver a ver ese espectacular trasero, pero solo pudo verlo por unos instantes mas, pues justo ella llego a su auto, al cual subió, cerro la puerta y lo encendió, Miguel estaba parado a unos metros del auto y pudo ver como esta mujer cuando ponía en marcha el auto, volteo a mirarlo por el espejo lateral y noto como ella sonrió y luego se alejo de ahí.
Después de eso, Miguel decidió caminar hasta su casa, para así tomar su auto y dirigirse a su negocio.
Al otro día por la mañana, de nuevo llevo a su hijo y en su mente tenia la idea de ver si podía encontrarse de nuevo a la mujer que un día antes vio, el exuberante y hermoso cuerpo lo tenia inquieto, sobre todo después de tanto tiempo de no tener uno entre sus brazos, una vez que su hijo entro a la escuela, el se quedo parado ahí por unos instantes mas, con la mirada la buscaba y en su mente solo una pregunta se hacia, -en donde estará la mujer esta que esta bien buena, que buen cuerpo tiene la condenada, lastima de carita, esta medio fea, es mas, podría yo atreverme a decir que hasta un tanto putona que se le ve la cara-.
-Y luego con esas nalgas y esa forma de contonearse, ufff vaya que se mueve muy sugestiva-, estaba pensando en eso sin darse cuenta de varias mujeres que seguían llegando a dejar a sus hijos y que sin mas volteaban a mirarlo.
Pasados unos minutos pensó que no tenia que hacer nada ahí, así que decidió caminar y salir de ahí, justo llegaba a la esquina cuando daba la vuelta la mujer que tanto deseaba ver, al verla de frente sus ojos se abrieron como platos, la mujer con el cabello recogido, portaba una blusa blanca, al igual que el día anterior con un escote bastante sugestivo, una falda negra corta y pegada a ella, con unas medias negras de red y unas zapatillas negras con un tacón muy alto y delgado.
Ella al pasar a un costado de Miguel, le regalo una mirada al tiempo que le decía “buenos días”, el se sorprendió un poco y tímidamente alcanzo a responder el saludo, y luego volteo para mirarla caminar, deleitando sus ojos con el rítmico movimiento de las suculentas nalgas de esta desconocida y ya deseada mujer, y es que en verdad que era hasta lastimoso para los ojos ver tan exuberante cuerpo.
Miguel realmente estaba embobado viendo a esta mujer, no le importo que muchas mujeres presentes observaron la forma en que el se le quedo viendo a esta mujer, muchas hasta envidia sintieron por que ella era quien había llamado por completo su atención, fueron unos segundos mas, hasta que Miguel por fin reacciono, así que una vez que regreso a este mundo, giro su cuerpo para alejarse del lugar, pero justo en ese momento, choco de frente con una señora que llevaba de la mano a una niña.
-Perdón, perdón por favor-, decía Miguel mientras tomaba del brazo a esta mujer, quien trastabillo solo un poco y fue cuando Miguel perdió su mirada en tan angelical y hermoso rostro, -pe… perdón, esta usted bien-, dijo un tanto nervioso, “si gracias, estoy bien”, “mami ya vamonos que me van a cerrar la puerta”, se alcanzo a escuchar la vocecita de la niña, “si hija ya vamos, con permiso”, -si y de nuevo una disculpa-, “no hay cuidado”, y comenzó a caminar con su niña para dejarla en la entrada de esta, el volteo a mirarla.
Era una mujer de hermoso rostro, cabello largo y ondulado, de tez blanca, traía puesto un vestido un poco largo, Miguel pudo notar que debajo de este se podía notar una mujer un poco llenita, no gorda pero si con unos kilitos de mas, un gran trasero se marcaba por la tela del vestido, de pronto un roce en su brazo lo hizo voltear, era la otra mujer que pasaba al lado de el y como en forma accidental, había rozado su brazo con el de ella, el la miro y ella solo dijo, “hay perdón”, pero con una picara sonrisa en la cara.
Siguió su camino, Miguel dio vuelta y la siguió con la mirada hasta que esta llego a su auto, de forma un tanto sugerente ella se agacho para meter la llave de su auto de modelo ya un poco antiguo, al hacer esto paro su trasero y mostró lo hermoso y prominente de este, no solo Miguel deleito su mirada con esto, si no también los pocos padres que pasaban por ahí en ese momento, luego esta mujer entro a su auto, lo encendió y al igual que el día anterior, volteo a mirar a Miguel por el espejo lateral y luego salio de ahí con rumbo a su trabajo.
Miguel se disponía a ir a su casa por su auto para también ir a su negocio y justo en eso vio pasar a la mujer con la que minutos antes había chocado, esta al pasar frente a el, lo miro, le sonrió aunque de forma tímida y siguió su camino.
Miguel camino a su casa por su auto y mientras hacia esto comenzó a pensar en estas dos mujeres, -que diferencia hay entre las dos, una es algo fea pero tiene un cuerpazo de miedo, un par de tetas y de nalgas que están de infarto, pero se viste, camina y se nota que es una mujer muy caliente, hasta medio golfona se ve, en cambio la otra no tiene el cuerpo tan escultural si un trasero algo grande pero pues por los kilitos que tiene de mas, pero tiene una cara realmente angelical, además de que se nota mas recatada y tímida, que gran diferencia hay entre las dos-.
Total que sumido en sus pensamientos llego a su casa, tomo su auto y se fue a trabajar, así paso una semana, el llevaba a su hijo todas las mañanas, luego se iba a trabajar, pero aprovechaba y se daba el tiempo para poder ver a estas dos mujeres que tanto le habían llamado la atención.
Para el siguiente Lunes decidió sacar su auto y en el llevar al pequeño Miguelito, solo eran unas cuantas calles, pero ese día tenia algo de prisa y así ganaría tiempo al no regresar a su casa, estaciono su auto y bajo de el con su hijo, lo encamino a la entrada de la escuela y apenas se estaba despidiendo de el, cuando a su lado se paro la morena de cuerpo escultural, el de reojo la miro pero no volteo pues observaba como su hijo caminaba a la puerta y detrás de el la hija de esta morena, los dos estaban ahí parados, uno junto al otro, observando como sus respectivos hijos entraban a la escuela.
La morena volteo de reojo a verlo y sin más le dijo, “hola buenos días”, el volteo y le contesto el saludo, “me llamo Mireya”, dijo ella al tiempo de estirar su mano, -mucho gusto, yo me llamo Miguel- y también estiro su mano, tomando la de ella y sintiendo una mano suave, “va en primer año tu hijo”, pregunto ella, -si apenas este año entro y tu niña-, “ella va en segundo, oye tu lo vas a traer todas las mañanas me imagino”, -si así es- “y en la tarde me imagino que viene a recogerla tu esposa”, -no, la recoge mi madre-.
“Tu esposa trabaja entonces”, -no yo soy padre soltero por decirlo así-, en la cara de Mireya se noto un brillo de gusto, “bueno pues me dio mucho gusto conocerte Miguel, pero tengo que ir a mi trabajo, además hoy no tengo mi auto y tendré que irme en taxi o en colectivo”, -por donde trabajas- pregunto Miguel, ella le comento en donde trabajaba, un lugar que estaba a 15 minutos de ahí, pero lo mas curioso es que Miguel tenia que pasar por ese lugar, pues su negocio se encontraba 10 minutos delante de donde ella trabajaba.
-Mira si no te da desconfianza yo te puedo llevar, pues por coincidencia paso por donde tu trabajas, pues mi negocio queda 10 minutos adelante-, “de verdad me harías ese favor”, dijo ella con algo de entusiasmo, -si claro que si, será un gusto poder llevarte-, remato Miguel, “ok pues vamos”, dijo Mireya, así que caminaron hasta el auto, Miguel como todo un caballero le abrió la puerta y espero a que ella estuviera perfectamente bien sentada para cerrarla.
Ese día Mireya iba vestida con una falda gris, la cual se ceñía a su cuerpo y le llegaba apenas arriba de las rodillas, una blusa negra que sin variar a las que Miguel le había visto, esta igualmente tenia un pronunciado escote, realmente a esta mujer le encantaba lucir lo que ella sabia que tenia, además de unas botas largas y negras, así que al sentarse en el asiento la falda subió un poco y mostró un poco de sus piernas, pero así como se encontraba de pie, podía ver mucho mejor el escote, eso si que lo pondría nervioso y podría distraerlo.
Luego cerro la puerta y rodeo el carro para subir, y justo en eso frente a el paso la otra mujer que también llamaba mucho su atención, quien al verlo le dio una leve sonrisa y luego siguió su camino con su niña, así que antes de entrar al auto, la observo un poco mientras caminaba, luego doblo la esquina y fue que entro al auto, donde Mireya lo aguardaba.
-Listo ahora si vamonos-, puso el auto en marcha y salieron de ahí, “y de que es tu negocio”, -tengo una cafetería-, “ah pues haber que día me invitas”, -cuando gustes-, Miguel se sentía hasta un poco extraño por estar entablando conversación con Mireya, pero recordó que el fin de semana que vio a algunos familiares, una prima muy querida por el, le dijo que ya se decidiera a buscar novia y hasta recuerda las palabras que ella le dijo, “caray primo, si no quieres nada serio por lo menos buscate con quien coger, eres muy guapo y creeme que por mujeres no vas a parar, tu que no te quieres dar cuenta pero cuando llegamos a salir, muchas mujeres voltean a verte y tu ni un lazo que les echas”.
Así que fue eso lo que en cierta forma ayudo para que ahora llevara en su auto a Mireya, y claro esta, el que ella también fue quien dio el primer paso.
Durante el camino ella le platico que era viuda, que aparte de su niña que tiene en la primaria, tenia un hijo de 13 años que cursaba la secundaria, su esposo murió cuando su hija apenas había cumplido un año de vida, que desde entonces había tenido que trabajar, pues aunque su difunto marido la había dejado pensionada, no le alcanzaba para los gastos, por lo cual trabajaba como recepcionista en una empresa.
El solo se limito a decir que era divorciado y nada mas, no contó detalles ni mucho menos, ya estaban por llegar a donde ella bajaría, Miguel le pregunto que hasta cuando traería su auto y ella le comento que estaba en el taller y que lo tendría hasta el próximo sábado, así que sin mas el le ofreció llevarla todos esos días, lo cual acepto gustosa.
Llegaron a su destino, Mireya antes de bajar se despidió de Miguel, quito el cinturón de seguridad y luego puso una mano sobre la pierna de el, a escasos centímetros de su pene, y luego le dio un beso en la mejilla, para enseguida salir del auto, mientras que Miguel la miraba caminar y contonearse cachondamente, sintiendo como su pene se había puesto duro nada mas con haber sentido por algunos segundos la mano de Mireya, quien dos edificios después entro a uno, donde se encontraba su trabajo, después Miguel siguió su camino hasta llegar a su negocio.
Al otro día fue lo mismo, la vio en la escuela y luego la llevo a su trabajo, para el martes ella llevo un pantalón sastre, pegado y mostrando su figura, una blusa y un chaleco, el miércoles llevo un vestido, ese si no demostró mucho su figura pues la falda era un poco larga y holgada, solo mostró su acostumbrado escote, para el jueves llevo de nuevo pantalón sastre y una blusa, solo que ese día mientras iban en camino, Mireya sin mas le dijo.
“Oye, cuando me invitas a salir, me gustaría que fuéramos a comer, o al cine o a bailar, ahora si que lo que mas te guste a ti”, -pues no se, lo que pasa es que yo estoy todo el día en mi negocio, trabajo de lunes a sábado, solo los domingos no abro pues ese día se lo dedico por completo a mi hijo y ese seria el único día libre que tendría y pues veo difícil que pudiera salir-, “bueno pero igual y podrías en la noche no crees”, -pues si, eso si podría pero tu que harías con tus hijos-, “mira no hay problema con eso, los puedo ir a dejar con mi madre y no hay problema, así podríamos ir a divertirnos”.
-Mira normalmente yo me salgo a las 7 de la noche y dejo de encargada a una chica que es de mi total confianza, así que tu dime a que hora sales del trabajo, si paso por ti ahí, o nos vemos en otro lugar y a que hora-, “que te parece si pasas por mi mañana a mi trabajo, yo salgo a las 6, pero me puedo esperar a que tu pases por mi, al fin que estas a solo 15 minutos de mi trabajo, ahí pasas por mi”, -esta bien, yo pasaría por ti a tu trabajo como a las 7:15-, justo en ese momento pasaban frente a las oficinas donde Mireya trabajaba, se despidió de Miguel y bajo rápidamente del auto.
El resto del día Miguel solo estuvo pensando en la cita que había concretado con Mireya, no pudo aguantar mucho y le marco por teléfono a su prima, la que le había dicho que se buscara con quien coger por lo menos, la puso al tanto y ella lo felicito, claro esta que primero lo interrogo, con preguntas de cómo es, cuantos años tiene, si es casada, en fin que el la puso al tanto de todo lo que le preguntaban y al ultimo ella remato diciendo, “bueno y con que intención saldrás con ella, para conocerla y entablar una relación seria o solo para hacer lo que yo te comente”.
-No prima, tú sabes que yo no quiero compromisos, ya aprendí, además se nota que esta mujer no es para entablar relaciones serias, siento que es de las que les gusta divertirse y tomar las cosas a la ligera, como te comente es una mujer viuda, y la verdad es que es muy atrevida en su vestir, le gusta usar ropa entallada y siempre anda con escotes-, “bueno primo pues si solo es para pasar el rato me parece muy bien, además ya te habías tardado, no se como lograste estar tanto tiempo en el celibato, casi te vuelves un santo jajajaja”.
Después terminaron la conversación y el se puso a atender su negocio, en la noche llego a su casa, aun su hijo estaba despierto y paso una hora con el, luego lo llevo a dormir y el ceno y vio un rato el televisor, la verdad es que se sentía nervioso y le costo trabajo conciliar el sueño.
Al otro día por la mañana se levanto temprano como siempre y salio a dejar a Miguelito, llegaron a la escuela y el se sentía nervioso, muy nervioso, camino a la entrada y lo que sus ojos vieron casi lo hacen ir de espaldas, delante de el estaba Mireya, despidiendo a su hija, pero todas las miradas de los ahí presentes estaban postradas en ella, los hombres la miraban con gran deseo y las mujeres con envidia, el porque de esto era que llevaba puesto un vestido de color negro, de tela delgada y ceñido al cuerpo, dejando ver divinamente sus esculturales formas, acentuando por la parte de atrás su delgada cintura, sus prominentes caderas y sus firmes y orgullosas nalgas, el vestido era corto y apenas le cubría hasta la mitad de las firmes y bien torneadas piernas, las cuales eran decoradas con unas medias de red negras y unos zapatos de tacón muy alto.
Se paro al lado de ella y pudo notar que el vestido por delante como ya era costumbre, tenia un pronunciado y provocativo escote, la saludo con un buenos días y luego despidió a su hijo, una vez que este entro Mireya y el dieron la vuelta y caminaron al auto sin decir nada, pero antes de que llegaran a este se topo de frente con la otra mujer que tanto le gustaba, esta mujer un poco llenita pero de cara hermosa, quien al verlo su primera reacción fue sonreírle, pero al ver con quien iba, de inmediato la sonrisa se borro, volteo su cara y apretó el paso, Miguel se quedo con su sonrisa en la cara y luego siguió su camino.
Le abrió la puerta del auto a Mireya y en cuanto esta tomo su lugar, el con sus ojos pudo ver como la falda se subía y mostraba gran parte de sus piernas, las cuales se veían divinas con esas medias de red, así como el gran escote y como este mostraba gran parte de esas firmes tetas, así con total nerviosismo subió al auto y salio rápidamente de ahí.
En el camino platicaban de cosas sin importancia, hasta que el con un poco de valor le dijo, -hoy te ves muy sexy, dime algo, así es como iras vestida al rato que salgamos-, “si, así como me vez ahora, gracias por lo de sexy, entonces te gusto como me veo”, -si te vez muy bien- dijo el aunque en sus pensamientos paso la frase –te vez muy puta-, pero claro que esto no lo diría, luego llegaron hasta donde ella trabaja, así que Mireya se quito el cinturón, de nuevo coloco su mano sobre la pierna a escasos dos centímetros de su pene y le dio un beso en la mejilla, pero casi rozando la comisura de sus labios, luego bajo y camino hacia su trabajo, contoneándose de forma excitante, de echo miguel noto que lo movía mas de lo acostumbrado y sin mas deleito su mirada viendo como ese gran par de nalgas se movían de forma sugerente.
Una vez que ella entro al edificio, el puso su auto en marcha y fue a su negocio, donde paso el resto del día, atendiendo y revisando cuentas, así como a proveedores, por lo cual pudo distraerse pues fue muy cargado el día, hasta que el mismo vio su reloj y vio que ya eran las 6:30, solo 30 minutos faltaban para que el saliera y pasara por Mireya, fue cuando comenzó a ponerse nervioso, hizo varias llamadas, una a su casa para saber como estaba su hijo, les recordó que llegaría muy tarde, luego le llamo a Felipe, un gran amigo suyo, de muchos años, al cual le platico con quien saldría en unos minutos mas, así como darle santo y seña de cómo era ella, claro esta que su amigo le recalco que no dejara pasar esa oportunidad.
Por fin dieron las 7:00, le dijo a Carmen, la chica a la que dejaba a cargo que ya se iba, le dio indicaciones y luego salio rápidamente de ahí, a los pocos minutos se estaciono frente al edificio del trabajo de Mireya, quien a los dos minutos salio por la puerta, Miguel miro como se contoneaba mientras caminaba hacia su auto, vio como los hombres que pasaban por ahí voltearon a mirarla, comiéndosela con los ojos y el pensamiento, Miguel pudo notar que ahora venia muy maquillada, hasta pensó que en demasía, así que con tanta pintura en su cara de nuevo a su mente vino la frase –que puta se ve-.
Mireya llego al auto y subió, saludando de igual forma que cuando se despidió por la mañana, “hola guapo como te fue”, -bien gracias y a ti-, “bien muy bien, pero haber dime, a donde me vas a llevar”, -la verdad es que no lo eh pensado, pero pues ahora si que tu dime que te gustaría-, “pues a mi me gustaría ir a bailar”, -pues si quieres pero debo serte sincero, a mi no me gusta y no se, pero si quieres vamos-, “mmmm no si no te vas a sentir cómodo mejor no, pero que te parece si nos vamos a cenar”, -ok eso me parece mejor-, “ok mira yo conozco un lugar muy bueno, donde el ambiente es muy tranquilo, y ahí podemos platicar mas a gusto”.
Así que enfilaron al lugar que Mireya había escogido, un lugar que estaba a solo 10 minutos de ahí, así que llegaron y esperaron a que les fuera asignada una mesa, para suerte de ellos, les dieron una que estaba en un rinconcito, donde estaban un poco ajenos a las miradas de los demás comensales, era un lugar con luces tenues y música tranquila, Miguel pidió una pasta y Mireya un platillo un poco mas fuerte, el pidió refresco y ella vino, “no te gusta el vino”, pregunto ella, -no, la verdad es que no tomo-, “mmmm que se me hace que tu me quieres emborrachar, para luego aprovecharte de mi”, el sonrió y dijo que para nada, luego ella comento, “aunque no necesitarías de eso para hacerlo”.
Sin duda fue una insinuación muy directa, pero Miguel ante su nerviosismo que tenia y un tanto su inseguridad, no supo que contestar y solo se limito a sonreír, luego entre la cena comenzaron a platicar, fue cuando Miguel le comento que su esposa le había sido infiel y que desde hacia tres años que el no salía con nadie, Mireya lo escuchaba atenta, aunque en su cara ya se notaba un poco los efectos del vino, pues ella seguía tomando, también salio el comentario de que el no buscaba nada serio, pues no quería volver a pasar por lo mismo, Mireya le comento que después de que enviudo le guardo luto a su marido, pero que después al darse cuenta que aun era joven, comenzó a vivir su vida, el le pregunto si buscaba algo serio y ella le contesto que no, que no quería buscarles un padrastro a sus hijos, que solo se divertía y ya, que si ella conocía a alguien y este le gustaba y se sentía a gusto, pues que lo trataba por un rato, se divertía y ya, nada mas.
La platica siguió, ya habían terminado de cenar, Miguel ya llevaba como tres refrescos y Mireya como ocho copas de vino y ya se notaba un poco afectada, ya estaban sentados muy cerca el uno del otro, sus piernas se rozaban y de vez ella le tocaba la pierna, pero el aun no se aventuraba mas allá, hasta que en ella fue quien tomo la iniciativa y sin mas le dijo a Miguel, “sabes algo, tu me caes muy bien, eres muy agradable y muy caballero, otros ya estarían tratando de pasarse conmigo, y tu no, por eso me gustas mas”, y una vez que dijo esto, coloco de nuevo su mano sobre la pierna de Miguel, y con la otra lo tomo de la nuca, se acerco y comenzó a besarlo.
Miguel por un instante no supo que hacer, sobre todo al sentir como la lengua de ella exploraba por completo el interior de su boca, luego sintió como Mireya deslizaba su mano hacia arriba y suavemente por debajo de la mesa, comenzó a acariciarle su miembro, esto hizo que el diera un pequeño brinco, ella al sentir esto despego su boca y le dijo, “tranquilo nene”, y de inmediato volvió a besarlo al tiempo que seguía acariciándole el pene pero ahora con mas fuerza sobre el pantalón, sintiendo como este comenzaba a responder y comenzaba a ponerse duro.
Miguel comenzó a relajarse y disfrutar de la caricia, así que también comenzó a responder el beso de la misma forma, bajo tímidamente una mano y la puso sobre la pierna de ella, sintiendo la media que cubría a esta, sintiendo como ahora ella apretaba mas su ya duro pene, sintiendo que ahora el pantalón era lastimoso para el, sintiéndose sumamente excitado y no era para menos, después de varios años de no tener contacto con ninguna mujer.
Varios minutos pasaron que estuvieron besándose, ella acariciando su pene y el solo su pierna, luego por fin se separaron del beso y para sorpresa de el, Mireya sin mas rodeos le dijo, “bueno corazón a que hora nos vamos a ir, o acaso no tenias planeado llevarme a un hotel”, Miguel titubeo y tartamudeo un poco, pero de inmediato dijo que si era eso lo que ella quería, Mireya sonrió y le dijo, “vamos nene, no estés nervioso, por supuesto que quiero que me lleves al hotel, o acaso crees que me vestí así nada mas por gusto, no nene, yo ya había planeado estar contigo, así que me vestí sexy para ti”, -ok entonces deja pago y nos vamos.
Rápidamente pidió la cuenta, pago y salieron de ahí, subieron al auto y el salio a toda velocidad en busca de un hotel, “tranquilo nene, que quiero llegar completa”, el no tomo importancia y manejo rápido hasta que por fin encontraron un hotel, estaciono el auto, fueron a pagar el cuarto y subieron rápidamente, una vez que entraron, Miguel se abalanzo sin mas sobre Mireya, la abrazo y la besaba con desesperación, mientras con sus manos acariciaba encima del vestido las tan ansiadas y deseadas nalgas.
Ella en un principio correspondió pero solo por un par de minutos, pues después se despego de el y le dijo, “tranquilo nene, ufff, se que hace mucho que no tienes a una mujer en tus brazos, así que quiero que lo disfrutes como nunca, así que lo que primero necesito es que te tranquilices un poco y tengas paciencia, veras que lo gozaras a mas no poder”.
“Ven, siéntate en este sillón”, Miguel de inmediato obedeció aunque su sangre estaba que hervía al igual que sus sentidos, luego vio como Mireya comenzó a prender y apagar algunas luces hasta que el cuarto quedo con una luz tenue, luego la vio caminar hasta un estereo que había en el cuarto, lo prendió y busco una estación con música suave y tranquila, luego la vio caminar de forma sensual hacia donde el estaba, lo miraba y le sonreía de forma muy picara.
Se puso frente a el y mirándolo a los ojos y comenzó a mover su cuerpo suavemente, al ritmo de la música que el estereo dejaba sonar, contoneaba su cuerpo, pasaba sus manos de forma sensual por todo su cuerpo, ponía una cara de lujuria total y esto provocaba que Miguel se pusiera mucho mas caliente, pero disfrutaba de lo que sus ojos estaban viendo.
Mireya seguía moviéndose, se acercaba hacia el y sin dejar de moverse dejaba que Miguel la acariciara suavemente, luego dio un paso hacia atrás y comenzó a bajar su vestido, primero comenzó quedaron los hombros desnudos, dejando ver el resorte del brasier, poco a poco lo fue bajando hasta que sus senos quedaron a la vista, tapados por el brasier negro el cual era de media copa y dejaba ver gran parte de los senos, en uno mostraba la mitad de su pezón oscuro.
Paso sus manos hacia atrás y comenzó a desabrochar el brasier, el cual salio por sus brazos, pero rápidamente se tapo con un brazo mientras que con el otro giraba el brasier y luego lo aventó a la cara de el, se dio la vuelta y seguía contoneándose, Miguel tomo el brasier en sus manos y lo puso a un costado de el, mientras su ojos miraban como ella le daba la espalda, luego sin mas ella dio la vuelta pero ahora ya no se tapaba con su brazo, al contrario, los dos brazos los hizo hacia arriba y mostraba sus suculentos senos, eran grandes, firmes, de pezón mediano y oscuro.
Se acerco a el y coloco sus piernas sobre el sillón, cada una a un costado de Miguel, luego lo beso en la boca por un instante, separo su boca y puso frente a su cara sus fabulosos senos, Miguel sin mas abrió su boca y se prendió de uno de ellos, degustándolo deliciosamente mientras que ella seguía moviéndose y restregando su vagina en el ya duro pene de Miguel.
Daba unos pequeños pero sugerentes gemiditos, pero solo lo dejo hacer esto por un par de minutos, pues luego sin mas se puso de pie, dejando atónito a Miguel, quien miraba de forma incrédula lo que ella lo estaba haciendo sufrir, ella siguió contoneándose, jugando con el vestido que tenia enrollado en la cintura, luego dio vuelta si puso sus manos en cada lado de su cintura, tomando el vestido y comenzó a bajarlo lentamente.
Miguel se quedo con la boca abierta una vez que el vestido dejo al descubierto las hermosas nalgas decoradas por una diminuta tanga negra, y mas abrió los ojos, cuando ella bajo el vestido por completo, pero al hacer esto, no doblo sus rodillas para nada, así que el trasero se mostraba imponente ante los ojos de Miguel, viendo como este gran par de nalgas se expandían al momento que ella se agachaba para terminar de bajar el vestido, luego se incorporo dejando el vestido a la altura de sus pies, y con movimientos suaves, primero levanto un pie y luego el otro, para que el vestido quedara justo ahí en el piso.
Se giro y quedo de frente a el, quien sin mas deleitaba su mirada, recorriendo ese escultural cuerpo de arriba hacia abajo, viendo esos grandes senos, un vientre completamente plano, el pequeño triangulo de la tanga que apenas cubría su vagina, unas piernas marcadas y decoradas con esas sexys medias de red negras.
Mireya dio algunos pasos, lo tomo de la mano y lo puso de pie, clavando su mirada en los ojos de Miguel, sonriendo coquetamente, con sus manos comenzó a desnudarlo, primero de la cintura hacia arriba, admirando el marcado y fuerte cuerpo de el, con sus manos acaricio su pecho, los gruesos brazos, luego suavemente pego su boca y comenzó a pasar su lengua por los pezones, sus manos seguían acariciando los brazos y luego los puso sobre el pecho, Miguel solo la observaba y sentía la delicia de las caricias.
“Oh nene, que hermoso cuerpo tienes, eres tan fuerte, me encanta sentir los músculos de tu cuerpo, mmmm que delicia, me encantas, no se como fue que tu ex mujer pudo desperdiciar todo esto”, Miguel no decía nada, estaba inmóvil y disfrutaba de las caricias que Mireya le regalaba, “espero que lo que esta aquí abajo este igual de bueno que todo lo que estoy viendo”, al decir esto bajo su mano y comenzó a acariciar el pene de Miguel, el cual se encontraba completamente duro, “mmmm pues tal parece que si, hace rato lo sentí muy bien al igual que ahora, pero tengo que comprobarlo”.
Acabando de decir esto, bajo la otra mano y con ambas desabrocho el pantalón, el cual sin mas cayo a sus pies, luego bajo su vista y vio la gran carpa que su pene hacia con la suave tela de su bóxer, “mmmm pues parece que esta tan bien como lo imagine”, ella sin mas se puso de rodillas frente a el y mientras hacia eso, fijaba su mirada en la de Miguel, quien expectante miro como luego ella bajo su mirada y la fijo en el bulto que hacia su bóxer y como con una mano comenzó a acariciar su pene por encima de esta prenda, mientras que con la otra le acariciaba una pierna, luego sin mas, con ambas manos bajo por completo el bóxer.
“Ohhhh pero nene, que es esto”, dijo ella al ver en plenitud y frente a sus ojos tan imponente miembro, “pero nene que gran verga te cargas, wow realmente esta muchísimo mejor de lo que mi mente se había imaginado, si la sabes utilizar creo que me vas a dar la mejor de las cogidas”, luego la tomo con una mano y comenzó a acariciarla suavemente de arriba hacia abajo, “vamos amor vuelve a sentarte en el sillón”, Miguel de inmediato hizo esto, ella quedo a unos pasos y así de rodillas llego hasta donde el se sentó, le abrió las piernas y se coloco entre ellas, con sus manos tomo el miembro y lo acariciaba y apretaba un poco, viendo como ese liquido pre-seminal salía de la punta y luego con una cara de gran lujuria y sin mas, abrió su boca y sin mas, engullo tan prominente, duro y grueso miembro.
Miguel aferro sus manos a los costados del sillón, sintió como una descarga eléctrica recorría todo su cuerpo, dejo escapar un gemido al sentir la calidez de la boca de Mireya, quien sin mas le prodigaba la mas deliciosa de las mamadas que el jamás en su vida había recibido, sus ojos que en un principio se cerraron, ahora estaban abiertos y fijos en lo que ella le hacia, viendo como gran parte de su miembro se perdía dentro de su boca, como luego la sacaba y le pasaba la lengua por toda el glande, como luego con su lengua recorría centímetro a centímetro la parte baja de su miembro, hasta llegar a los testículos, los cuales sin mas introducía en su boca, primero uno, luego el otro, luego los lamía, recorría con su lengua hacia arriba y volvía a introducirse el miembro.
Miguel observaba como su miembro se perdía dentro de la boca de ella, así que la estimulación visual y la que ella hacia con su boca era demasiada, sintió que estaba a punto de estallar, su cuerpo se tenso y estaba por decirle a ella que ya no podía mas, cuando sin poder controlarlo, eyaculo con mucha fuerza, el primer chorro fue a depositarse fuertemente hasta la garganta de Mireya, quien al sentir esto se sorprendió por completo, sintiendo que se ahogaba, por lo cual saco de inmediato el miembro de su boca, pero un segundo chorro salio disparado y se estrello en su cara, cerro los ojos por inercia al tiempo que se reponía del chorro que casi la ahoga.
Un segundo chorro salio y fue directo a sus tetas, para esto ella se recupero y de inmediato volvió a introducir el pene en su boca, sintiendo como seguía saliendo abundante esperma, pero en esta ocasión los alojo sin problema alguno, luego con su mano tomo el pene y comenzó a masturbarlo sin sacar por completo su boca, hasta que esta estuvo llena de semen y que ya no salía una gota mas, mientras que Miguel se aferraba al sillón y lanzaba gemidos de placer.
Mireya sin gesto alguno trago lo depositado en su boca, luego con la mano limpio lo que había caído en su cara y lo introdujo en su boca para degustarlo, luego con total calma siguió moviendo suavemente su mano, luego volteo a mirarlo y vio la cara de pena que el había puesto, -perdón, no pude controlarme, yo-, “tranquilo cariño, no pasa nada, solo que la próxima vez avísame antes, yo no tengo problema con esto, pues a mi me agrada el sabor del semen, pero no a todas las mujeres les gusta y entonces si puedes tener un problema con esto”, -perdón de verdad-, “ya te dije nene que no hay problema”.
Mireya dejo de acariciar el pene cuando sintió que este comenzaba a perder fuerza, luego sin mas subió hasta la cara de Miguel y comenzó a besarlo, luego le dijo “bueno corazón, ahora te toca a ti regresarme este favor, así hacemos tiempo para que vuelvas a recuperarte y puedas cogerme como debe de ser”, -que quieres que haga-, “pues ahora tu con tu boquita y lengua vas a darme placer, como a mi me gusta, o acaso nunca haz dado sexo oral”, -si antes con mi ex mujer-, “bueno pues eso mismo me vas a hacer ahora cariño”.
Mireya se puso de pie ante la mirada de el, quien la vio dar vuelta y caminar sensualmente hacia la cama, viendo como esa pequeña tanga negra hacia lucir sus hermosas nalgas, -sabes que me encanta ese hermoso trasero que tienes-, “si nene, lo se, siempre note como me observabas”, terminando de decir esto ella llego a la cama, sin mas se desprendió de su tanga y se acostó, “ven cariño, dame gusto con esa boquita”, sin mas Miguel se puso de pie y camino hasta donde ella estaba, vio como ella una vez que el estuvo de frente a ella, esta sin mas abrió sus piernas y se acariciaba suave y sensualmente con una mano, además noto que Mireya estaba completamente rasurada.
“Que pasa cariño”, dijo ella al ver la cara de asombro de Miguel, -nada, solo que jamás había estado con una mujer que estuviera completamente depilada-, “acaso tu ex mujer no lo hacia”, -no, nunca-, “bueno pues ahora ven a disfrutar de mi cariño”, Miguel sin mas se acomodo y coloco su cara entre las piernas de ella, quien al ver esto quito su mano y mostró por completo su hermosa vagina, Miguel la observo y deleito un poco su mirada, luego acerco una mano y comenzó a acariciarla suavemente, “si nene muy bien, pero quiero tu boca, hazlo con tu boca”, así que sin mas y ante tal petición, Miguel saco su lengua y comenzó a recorrer centímetro a centímetro de la ya húmeda vagina.
“Así cariño que bien lo haces mmm que rico, sigue así”, para sorpresa y deleite de ella, el lo hacia de maravilla y a cada segundo, lo hacia mejor y mejor, dándole mucho placer, haciendo que Mireya comenzara a gemir con mayor vehemencia, retorciendo su cuerpo ante las reacciones que sus sentidos hacían a cada caricia, a cada lenguetazo, sintiendo como segundo a segundo su excitación se incrementaba, sintiendo que a cada segundo se acercaba al clímax, pero lo mejor fue cuando sin mas, Miguel son sus labios aprisiono su clítoris, dándole suaves succiones, y luego pasándole la punta de la lengua, lo cual provoco que su cuerpo se retorciera completamente, mientras sus manos aprisionaban sus pezones y los retorcían para mayor placer.
Sin más sintió llegar al punto máximo, al punto de ebullición y sin mas, entre gemidos de placer y palabras de agradecimiento, estallo en un placentero orgasmo, llenando la boca de Miguel con su delicioso néctar, y el sin mas lo recibió con gusto, luego ella aun gimiendo lo jalo hasta que el quedo sobre de ella y comenzó a besarlo con total excitación, ahogando en la boca de Miguel sus últimos gemidos, sintiendo como la verga de Miguel se colocaba entre sus piernas, pero sobre todo pudo sentir como esta había recuperado por completo su firmeza.
Así que dejo de besarlo y con total excitación le dijo, “ahhh cariño pero si ya estas listo, ahhh que bien, porque ahora te quiero dentro, vamos nene cogeme con esta verga tan deliciosa que tienes”, Miguel al escuchar esto intento penetrarla pero no pudo, así que ella de inmediato bajo una mano y tomo el pene, lo guió hasta la entrada de su monte e incrusto en ella la gruesa cabeza, Miguel al sentir esto apenas sintió que ella quito su mano y sin mas, la penetro por completo, arrancándole un delicioso y fuerte gemido.
“Oh cariño que delicia es tenerte dentro de mi”, decía ella mientras que Miguel comenzaba a mover su cintura con mas velocidad, hacia muchos años que no sentía la calidez que una vagina le proporciona a una verga, y como adolescente se movía con velocidad y fuerza, mientras que ella gemía y bramaba de placer, pues lo estaba disfrutando enormemente, pero sabia que si el seguía así, terminaría muy rápido, así que lo dejo por unos momentos mas y luego le dijo que se detuviera.
Miguel se detuvo y luego la escucho decir que se saliera, -pero que, acaso no te esta gustando-, dijo con algo de incredulidad, “si cariño, me esta encantando, solo que yo quiero montarte a ti”, así que el de inmediato se acostó boca arriba y vio como Mireya de inmediato se subía en el, incrustándose por si sola la palpitante verga de Miguel, “ahora disfrútalo cariño”, dijo ella y sin mas comenzó a mover sus caderas de una forma que el sentía un gran placer, al igual que ella, quien cerro los ojos y comenzó a llevar el ritmo de sus movimientos.
Miguel vio delante de sus ojos las grandes tetas de ella, además de que así se notaban más grandes y sin más, las tomo con sus manos y comenzó a lamerlas y succionarlas con su boca y lengua, “ohhh si cariño, así, chupame las tetas así, ahhh que delicia es tener tu verga dentro de mi, no sabes cuanto placer me esta dando, ahhh si, así muérdeme los pezones, así cariño, así”.
Ella comenzó a incrementar sus movimientos, era una diosa en el arte de coger, se movía de forma que Miguel sintiera mucho placer, pero ella lo disfrutaba como loca, le estaba encantando sentirse penetrada por la verga de Miguel, así como la forma en que este le estaba dando gusto a sus tetas, gemía, gritaba y bramaba tanto placer, sintiendo como estaba por llegar a un nuevo orgasmo, así que sin mas levanto un poco su espalda, despegando sus tetas de la boca de el, ahora sus manos las puso en el estomago de Miguel y movía como licuadora su cintura, “ahhh me voy a venir cariño, ahhh me voy a venir, ahhhhhhhhhhhh”, estallando en un segundo orgasmo.
Miguel sentía como su verga se mojaba con un caliente líquido, sintiendo muy rico, viendo como ella poco a poco dejaba de moverse, luego el la hizo recostarse sobre el, sin sacar su verga, la beso y luego le dijo, -sabes que a mi siempre me gustaba hacerlo por atrás-, “quieres decir que me quieres romper el culo”, -no, no bueno si, bueno no, bueno es que a mi gustaba darle a mi ex esposa en la posición de perrito, pero siempre se lo hice vaginal, jamás me dejo hacerlo anal-, ella le sonrió y sin mas se salio de el, y se puso en posición de perrito a un lado, luego lo miro y le dijo, “y bien cariño, así esta bien”, el movió la cabeza afirmativamente, “bueno pues entonces que esperas”.
Miguel rápidamente se incorporo y se puso de rodillas detrás de Mireya, sus ojos admiraron su hermoso trasero, ese que tanto le gusto desde el primer día que lo vio, ese que tantas fantasías le provocaban en la mente, verlo así era un golpe muy grande para el libido, se veía majestuoso, imponente, firme, redondo y listo para el, lo miraba y admiraba una y otra vez, grabando en su mente tan hermosa imagen, “vamos cariño que esperas”, dijo ella, y el sin mas salio del trance y se coloco detrás de ella, tomo su pene y lo encamino a la entrada de la mojadísima vagina.
Ahora si el pudo encontrar el camino por si solo y una vez que lo encontró, de un solo empellón introdujo su firme verga hasta el fondo de la chorreante vagina, “ohhh si ahhh que delicia ahhh”, alcanzo a decir Mireya al sentir como la penetraban hasta el fondo, sintiendo como las manos de el tomaban sus caderas y como era penetrada con fuerza, sintiendo gran placer, excitándose aun mas y degustando de la calidez y firmeza que la verga de Miguel le estaba prodigando, sintiéndose penetrada una y otra vez, sintiendo como el interior de su vagina era llenado de forma por demás placentera.
El cuarto era inundado de gemidos de placer, el sentía que estaba por estallar una vez mas, ahora había durado mucho mas que cuando ella le había echo sexo oral, pero ya no podía mas, sentía que estaba por estallar, así que entre gemidos le hizo saber a Mireya que estaba por venirse, lo cual la excito mas y entre gemidos le pidió que estallara dentro de ella, así que sin mas, Miguel llego al éxtasis y de nueva cuenta estallo, pero ahora inundando la vagina de Mireya con su semilla, quien al sentir como chorros de caliente y espeso esperma se alojaban en ella, estallo en otro orgasmo, mezclando sus jugos con el esperma de Miguel.
En cuanto sintió que el dejo de moverse, rápidamente se hizo hacia delante, dio la vuelta e hizo que el se acostara en la cama y sin mas, se prendió de la verga de Miguel y la introdujo en su boca, chupando y sintiendo ese singular sabor que se formo por la mezcla de sus corridas, mientras Miguel se retorcía en la cama, pues su verga estaba sensible y el sentir la calidez y humedad de la boca de Mireya, le provocaban miles de sensaciones que jamás en su vida había sentido.
Pero a los pocos segundos vio como Mireya soltaba su verga y giraba su cuerpo, pasando una pierna por encima de su cara y poniéndola a un costado de su cabeza, y luego la otra en el otro costado, viendo como la chorreante y brillante vagina de ella quedaba exactamente a centímetros de su cara, “dame lengua cariño ahhh dame lengua”, así que sin mas, el de levanto un poco su cara y comenzó a lamer los labios vaginales, sintiendo en su lengua la mezcla de su semen y la corrida de Mireya.
Sintiendo como su flácida verga comenzaba a tomar firmeza, luego el coloco sus manos en las nalgas de ella y sin querer postro uno de sus dedos en el anito de ella, quien al sentir esto saco la verga de su boca y le dijo, “ahhh cariño, así que quieres cogerme el culito ehhh”, el de inmediato quito su mano y dijo, -no este perdón fue sin querer-, “vamos nene que por mi no hay problema, de echo me gusta que me rompan el culito”, decía esto sin dejar de menear con su mano la verga de Miguel.
-En verdad te gusta-, “si nene, a mi me gusta vivir mi sexualidad al máximo y jamás me limito, por esto es que el sexo anal no me es desconocido y mucho menos desagradable”, -yo, bueno es que yo este jamás lo eh echo-, ella dejo de mover su mano y con asombro le dijo, “que dices que jamás le has roto el culo a una mujer, tu ex esposa nunca de dejo que lo hicieras”, -no nunca-, “oh cariño, no sabes el gusto que me da saber que voy a ser la primer mujer a la que le cojas el culo, ahhh eso me ah excitado mucho, hiciste que me mojara mas, mmmm pero para eso necesito que esta hermosa verga que tengo en la mano este completamente firme y dura, pero de eso yo me encargo”.
Sin más la introdujo en su boca y comenzó a darle unas mamadas de antología, así que esto mas el saber que la penetraría por el culo, hizo que su verga de inmediato se pusiera dura y firme, incluso ella le hizo saber que la notaba mas grande ahora, así que después de que el la hizo llegar a otro orgasmo con la boca, ella de inmediato se coloco en posición de perrito, solo que ahora ella recargo su cara y pecho en la cama, provocando con esto que sus nalgas se expandieran mas y se mostraran mucho mas grandes e imponentes.
Miguel casi se derrama al ver esta hermosa postal, así que solo miraba y miraba mientras acariciaba un poco su dura verga, “vamos cariño penetrame ya”, dijo ella, pero el miraba y no entendía como en ese pequeño orificio entraría su verga, hasta que vio como Mireya solo dejaba recargada en la cama su cara y su pecho, luego llevo sus manos hacia atrás, coloco cada una de sus manos en sus nalgas y luego sin mas hizo algo que casi hace que Miguel se derrame ahí, con sus manos ella misma abrió sus nalgas y eso hizo que su culito abriera un poco.
Simplemente los orgasmos que había alcanzado habían echo que su culito se lubricara, por lo cual ella se sentía lista, “vamos cariño, cogeme ya, vamos que ardo por sentir que me partes el culo”, así que una vez que el se repuso, tomo su verga y la encamino al palpitante culito, postro la cabeza de su verga, dio un pequeño empujón y noto como la cabeza de su verga se alojaba en ese hermoso culito, fue una imagen digna de guardar, pero de inmediato volvió a dar otro empujón y ahora fue metiendo suavemente su verga hasta la mitad, mientras que ella daba un gemido y un gritito de placer.
El se quedo quieto por unos segundos, viendo como su verga era alojada por ese goloso culito, luego escucho como ella le ordenaba seguir y sin mas, dio un nuevo empujón y no paro hasta que ya no quedo ni un milímetro fuera, “ahhhhhhhhhh siiiiiiiiiiii que delicia ahhhhhh, ahora cogeme con fuerza, rompeme el culo, dame cariño, dame con fuerza ahhhhhh”, dijo Mireya al tiempo que soltaba sus nalgas y ahora se aferraba a las cobijas.
Miguel sentía como el culo de Mireya apretaba fuertemente su verga, sintiendo un inmenso placer, un placer jamás experimentado y se sentía en la gloria, con sus manos acariciaba una y otra vez la suave piel de las nalgas de Mireya, su cerebro grababa la imagen de esas grandes nalgas, siendo penetradas por el culo por una palpitante verga.
Mireya gritaba, gemía, bramaba y suplicaba por mas y por mas, un concierto de palabras altisonantes y llenas de lujuria salían de su boca, enalteciendo el ego y sobre todo la confianza que el había perdido, jamás su esposa había gemido como lo hacia Mireya, jamás sintió tanto placer como el que ahora estaba experimentando, jamás en su vida, había perforado un culo, y que culo era el que ahora estaba penetrando, su mente y sus sentidos estaban al máximo, por haber tenido dos eyaculaciones anteriores ahora había logrado durar mas, pero el gran gusto y la forma en que el culo de ella apretaba su verga, así como el gran estimulo visual que tenían, provocaron que el sintiera que estaba apunto de estallar.
Mireya llego a mas orgasmos, el se dio cuenta pues cada que ella estallaba, el sentía como un chorro de liquido caliente estallaba en sus testículos y luego recorrían sus piernas, estaba por decirle a ella que ya casi llegaba cuando ella fue quien sin mas y en medio de placenteros gritos, le dijo a Miguel que ya no podía mas, así que sin mas el estallo y lleno las entrañas de Mireya de abundante y espeso esperma, el mismo se asombro de sentir la gran cantidad que emanaba, sobre todo después de haberse corrido ya dos veces.
Entre gritos y agradecimientos de placer y una vez que el se vació por completo, ambos cayeron en la cama, el encima y aun dentro de ella, hasta que su verga se torno flácida y entonces por si sola salio, fue entonces que el se giro y quedo recostado a un lado de ella, entre suspiros y respiraciones agitadas, comenzaron a besarse, ahora ya eran mas suaves los besos, ya no había lujuria, ahora eran de agradecimiento, de la gran noche que ambos se habían regalado.
Varios minutos pasaron para que por fin pudieran recuperarse, en todo ese tiempo solo se dieron algunos besos, pero la mayor parte fue en silencio, poco a poco se fueron recuperando, Miguel observaba a Mireya y pensaba, -que mujer me acabo de coger, tiene el mejor cuerpo que jamás en mi vida haya tenido en mis brazos, tiene unas tetas grandes, firmes y orgullosas, una cintura delgada, unas caderas pronunciadas y unas piernas torneadas, pero lo mejor es el gran trasero que tiene, en mi vida había visto uno como este, bueno solo en la televisión pero nunca en persona y mucho menos pensaba en tener uno en mis manos, Alejandra tenia buen trasero eso que ni que, pero no igual a este, es perfecto-, luego volteo y vio su cara y siguió pensando, -lastima de cara, realmente no es muy agraciada, ja y con la pintura que se había puesto hoy se miraba muy puta, pero bueno, como ella me dijo, es una mujer que vive sin compromisos, los cuales yo tampoco quiero, así que como dijo mi prima, con esta mujer tengo para pasar buenos momentos, pero nada mas-.
“En que piensas”, dijo ella, -en nada, bueno si en el hermoso cuerpo que tienes-, “venga que tu también tienes un muy buen cuerpo, eres alto, fuerte y muy guapo, además de que me cogiste de una forma deliciosa, al principio estabas un poco nervioso, pero creo que después de tanto tiempo sin hacerlo era lógico, pero caray, debo agradecer que siempre me trataste como un caballero, me cogiste muy rico y jamás me forzaste a nada, eso me gusto y me hizo sentir cómoda, por eso lo disfrute mucho mas”.
-Yo también lo disfrute y mucho, como nunca, pero bueno y ahora que pasara-, “que quieres que pase, nada, seremos buenos amigos o conocidos, a final de cuentas nos seguiremos viendo y pues ahora lo que yo puedo decirte es que cada que los dos tengamos ganas de estar juntos, sin compromiso alguno podremos estarlo, o tu querías algo mas”, -no, la verdad es que no quiero compromiso alguno, ya lo pase una vez y no lo vuelvo a hacer, me parece bien lo que planteas-, “si nene, tu me gustas y yo a ti, somos adultos y creo que ambos podemos pasarla mucho muy bien, podemos ser amigos con derechos como dicen los jovencitos”, -jajaja ok, me parece muy bien-.
“Bueno cariño, deja voy al baño a limpiarme porque ya se me esta saliendo lo que me depositaste jejeje”, miguel sonrió y luego la vio caminar al baño, deleitándose una vez mas con el cuerpo desnudo de Mireya, mirando ese hermoso trasero y noto como un hilito de su semen escurría por la parte trasera de una de sus piernas, luego la vio entrar al baño y el se quedo un momento acostado y disfrutando de lo que había pasado.
Luego ella salio y el entro a limpiarse, cuando salio Mireya ya casi se había vestido, así que el hizo lo mismo, antes de salir del cuarto se dieron un abrazo y un suave beso, luego salieron del hotel y Miguel fue a dejarla a su casa, ella lo invitaba a quedarse ahí a dormir, pero el prefirió ir a su casa, ya era de madrugada y prefería no quedarse, así que tomo rumbo a su casa, luego entro a su cuarto y una vez que se acostó, se quedo profundamente dormido, pero con una sonrisa completa y total en su rostro, de nuevo había vuelto a vivir, de nuevo había vuelto a estar con una mujer, y aun no sabia lo que el destino le tenia preparado.
C O N T I N U A R A
