Hola, buen día a todas aquellas personas que de una forma u otra se dan la oportunidad de leer estos relatos que de alguna manera nos enseñan algo para tener en cuenta en la vida.
Todo comenzó cuando tenía 19 años, recién salía de prestar servicio militar el cual es obligatorio en mi país, Colombia, (Bogotá), Salí a la calle sin saber que hacer, así que decidí caminar un día aburrido de buscar empleo infructuosamente, estaba en un centro comercial recién inaugurado para la época llamado Plaza de las Américas, que para ese entonces era lo in, caminado y mirando los almacenes observe en uno de ellos a una compañera que estudio en el mismo colegio de donde había salido, así que cuando ingrese al almacén ella se acerco a mi diciendo “joven en que le puedo colaborar” pero cuando la mire a la cara o sorpresa cariñosamente me abrazo y me realzó una serie de preguntas sin parar, así que yo le respondí, si gusta te espero cuando termine de trabajar tomamos un café y te cuento como me fue en el ejercito, para lo cual ella me respondió que salía a las ocho de la noche que si no tenia problema, y como no tenía nada que hacer, pues mi respuesta fue si te espero, tranquila yo no tengo afán.
El resto de la tarde transcurrió como si el tiempo se detuviera, no sé si serian las ansias de hablar con alguien, o lo bien que me hizo sentir ese abrazo el cual nunca había tenido de parte de ella, pues la verdad para mí era la primera vez que una compañera me abrazaba, nunca una compañera en el colegio me abrazó, así que deducirán que nunca tuve novia, y era algo que me hacía sentir bien, me di cuenta que un abrazo hace la diferencia.
Siendo las ocho y cuarto de la noche, vi salir a Diana, acompañada de unas amigas, quienes se despidieron de ella y le dijeron que si cambiaba de idea que allá la esperaban, así que me tome el atrevimiento de preguntarle, diana si tus amigas te esperan para algún programa, tranquila por mí no se preocupe, al fin y al cabo yo estaba acostumbrado a recibir rechazo constantemente, nunca mis compañeros me invitaron a una fiesta o salida, nunca durante el de estudio trabaje en grupo ya que siempre fui rechazado.
Bueno, continuando con la historia, diana me miro a los ojos y me dijo no caballero usted tiene muchas cosas que contarme y más aun me tiene que contar que hizo para crecer y cambiar tanto su aspecto, que si no es por el color de tus ojos no te había reconocido, así, esa noche camine sin darme cuenta un buen trayecto y el tiempo se me hizo corto para las cosas que contaba, llegando a su casa ella me abrazo nuevamente me dio un beso en la mejilla muy lentamente el cual me hizo sentir su suavidad de labios y mi cabeza la sentí que volaba y mi corazón lo sentí en el estomago, y un nerviosismo intenso en el estomago y mis manos sudaron que al despedirme de mi amiga diana casi no puedo hablar, lo único que pude decir, fue, será otro día para hablar, pero diana, con su tranquilidad me miro y me dijo, el día de mañana tiene algo que hacer, y yo respondí la verdad llevar hojas de vida y esperar a que me llamen, nada importante, para lo cual Diana me responde, tengo turno hasta las 2 de tarde, si gusta pasa y me recoge y seguimos hablando pero con la compañía de un café, mi respuesta fue inmediata, claro por supuesto entonces a las 2.
Esa noche me fui, como un hombre nuevo, me sentía contento, alegre, feliz, el sentir que tenía una amiga, para mí era algo sensacional, mi felicidad no cabía en mi cuerpo.
Así entonces empezaron a pasar los días, yo la recogía todos los días a las 2 o las 8 de la noche, hasta que un día me dijo que solamente la podía recoger a las 2 de la tarde ya que su novio la recogería a las 8, no vi ningún problema y le dije que a las dos cuando se pudiera ya que si trabajaba no podía hacerlo, ella me miro y me dijo, no tiene ningún problema de recogerme a las dos, no te colocas de mal genio, la vi a los ojos y le respondí no tranquila, tu amistad para mi es lo más importante, Diana insistentemente me pregunta, está seguro, que no te incomoda, y mi respuesta fue tranquila, no dianita, para mí lo importante es tu amistad yo no tengo ni tendré derecho a exigir algo de ti, cuando he recibido una amistad hasta el día de hoy muy sincera de tu parte.
Pasaron los días, los meses, cuando un día estando durmiendo mi madre me llamó que tenía una llamada, así que la atendí y era Diana, quien lloró desconsoladamente por teléfono y solo respondí, dianita estas muy alterada por favor espérame en la heladería que queda junto tu trabajo que ya te recojo, cuando llegue ese tarde, solo serví como pañuelo de lagrimas ya que la escuche lo decepcionada que se encontraba de los hombres y de su noviazgo.
Desde ese día, diana me llamaba todos los días, y yo la escuchaba, me daba cuenta que estar junto a ella me sentía bien, y un día, con el corazón en la garganta, con el nerviosismo hasta el último cabello, y mi mente seleccionando las palabras adecuadas para decirle que fuera mi novia no encontraba nada, así que tome la decisión de manifestarle que yo sentía algo muy especial por ella , que me permitiera resarcir ese dolor que sentía, Diana me miro a los ojos se acerco muy lentamente, mi cara se paralizó y ella muy sutilmente me dio un beso, medio tocando los labios, y con sus manos muy sutilmente toco mi cuello y me dijo con una voz angelical, no, no puedo en este momento, pero te prometo que seré mas una amiga para ti, que su novia, ya que veo que tu amistad es más importante para mí, que dañarla con un noviazgo .
Esas palabras, me hicieron pesar de mil maneras, pero la verdad, era mi única amiga, Diana al verme un poco triste, me preguntó que por que la había visto a ella como la mujer de sus sueños, mirándola a los ojos le dije, no sé porque, eres una mujer muy especial, la verdad quiero tener una novia, no sé cómo un beso, nunca he tocado una mujer, lo único que he experimentado son las caricias o los picos que tiernamente de una manera u otra tú me das Diana.
Diana, se quedo un rato en silencio se acerco a mi sentándose a mi derecha, me tomo con su mano mi cara, me miró, y me dijo, la verdad, tu no me conoces bien, yo soy muy loca en algunas cosas, pero quiero que hagamos un pacto, quiero que tú seas mi amigo confidencial, esa persona a la que yo le pueda contar cualquier cosa, que si consigues una novia en el mañana yo pueda seguir siendo tu amiga de confidencias y esa persona que pueda decirte como hacer las cosas, así mismo, quiero que tu lo seas, quiero contar contigo como ese amigo al que le pueda contar mis penas, que juntos aprendamos, que si necesitas una amiga con la que pueda hacer algo fuera de lo común, me llamas que si estoy ocupada y no se puede, me entiendas, que si estoy con un novio, me comprendas y que si el tiempo se encarga de juntarnos en el camino y yo voy con mi novio y si tu vas con tu novia, nos presentemos como amigos que somos sin generar malestares, juntos tenemos que asumir con responsabilidad el secreto de lo que se viva, se haga, se experimente, se queda para los dos, nadie se debe enterar de lo que tú y yo hagamos.
Su propuesta fue tan contundente que acepte, y fue en ese momento que le pregunte, diana, yo en que puedo ayudarte u orientar si yo no conozco, motel, no he visto una mujer desnuda, no se dar un beso, no se acariciar a una mujer, ni siquiera sé como tocar un seno o una vagina, mi experiencia con mujeres es nula, yo que puedo enseñarte, del amor, para lo cual ella me responde, no te preocupes, yo te enseñare todos los secretos para que pueda acariciar una mujer, lo que les gusta y no les gusta, le voy a enseñar a besar, acariciar y tocar, y yo se que más adelante me enseñaras cosas de los hombres, ya que ellos le contaran cosas y usted se encargara de contarme, o si quiero un buen consejo creo que eres la persona apropiada, con ese pacto, esa tarde se sello el inicio de una amistad que actualmente extraño.
Así empezó el aprendizaje, lo primero que me enseño fue a besar, empezando con un espejo, luego besando mi mano en medio de los dedos, finalmente Diana me beso, enseñándome como debía hacerlo, ese día casi mi corazón se para, así paso el tiempo, fue entonces cuando encontré otra amiga, la cual fue mi novia y que actualmente es mi esposa, cuando le conté a Diana que tenia novia, ella se alegro más que yo, el siguiente paso fue conocer como era el funcionamiento de un motel, para lo cual, diana me propuso ir a conocer uno, pero la amistad que existía entre los dos, y la manera que asumíamos las cosas, nos permitió ir en diferentes ocasiones a un motel a descansar, platicar, ya era tanta la confianza entre los dos que ella se quitaba toda su ropa, lo mismo lo hacía yo, me contaba las cosa que realizaba con su novios yo le conté mi primera vez con mi novia, reímos, y siempre se relajaba, cuando le hacia un masaje, ya que fue mi modelo cuando aprendí a realizar masajes.
Mi vida, con diana era algo muy hermoso por la amistad que se vivía, yo tenía mi novia, ella su novio, las cosas que se hacían entre los dos se quedaban entre los dos, pero nunca llegamos a tener sexo ya que era una de las condiciones de los dos, podíamos tocarnos, estar desnudos, en fin, cualquier cosa, menos tener sexo, todo esto fue así, hasta que el día que llegó y me contó que se casaría, en ese momento me sentí sin aliento, para lo cual le respondí que si la amistad cambiaria, entre los dos, y me dijo que si, ya que se casaría y después de casarse saldría del país del todo, y que la amistad de los dos no cambiaria que a pesar de la distancia buscaríamos la manera de estar en contacto, que lo único que si le gustaría hacer antes de irse del país, era estar una noche completa conmigo, para hacer por última vez lo que acostumbrábamos hacer.
Así las cosas, llego el día, ese día me sentía más nervioso que cualquier otro día en el que viví cosas por primera vez.
Estaba en un café de Juan Valdez ubicado en el norte de Bogotá, sitios que para la época de los años 90 eran escasos en la ciudad de Bogotá, pero la ocasión lo ameritaba, estaba tomando un café cuando, llego Diana, casi no la reconozco, venia con una blusa blanca que transparente que permitía ver su sostén de encaje, una chaqueta d cuero, y una falda con una abertura en el costado de su pierna izquierda, y muy al final se observaba el principio de su media velada, vi un angelito, que se acerco y me dio un beso suave retirando su boca lentamente y mordiendo mi labio inferior, solo termino diciendo, hola, listo para esta noche, su perfume con un olor muy suave, ese aroma de mujer recién salida del baño, y su forma sexual de vestir, me hizo perder la cabeza, cuando me beso, sin más palabras respondí, estoy a su disposición.
Termine el café, y los personas allí sentadas, no perdían su mirada observando la hermosura de Diana, caminamos hasta llegar al motel ubicado en el sector de chapinero, un barrio muy comercial de la ciudad de Bogotá, ingresamos a uno que ofrecía el servicio de sauna, pedimos el servicio con sauna y nos enviaron a un cuarto piso el cual estaba solo y la camarera nos guio hasta llegar a un cuarto con sauna y una vista espectacular la cual solo se disfruto unos minutos ya que inmediatamente cerramos las cortinas y nos dispusimos ha sentarnos al borde de la cama, cuando muy sutilmente ella me murmura al oído, esta noche quiero romper la regla de nunca tener sexo, esta noche quiero que lo hagamos hasta el amanecer, quiero que esta noche no se olvide nunca, ya que será la última vez que vamos a estar, la nostalgia invadió mi ser pero al mismo tiempo, nos propusimos hacer esa noche solo para los dos.
Así que colocando, en práctica las lecciones que un día aprendí con diana, muy sutil mente, nuestros labios se sumieron en un beso, sin aliento, el cual se encargo de subir las pulsaciones de mi corazón, sin dejar de besarnos, quite la chaqueta de cuero, muy suavemente desabotone su blusa, tocando su piel la cual estaba muy suave y con un aroma que lo llevaba gradualmente al deseo, al tomarla fuertemente en mis brazos sentí su entrepierna que sobaba mi pene, el cual estaba algo duro, ella sin mediar palabra bajo su mano, tocando mi miembro por encima del pantalón, para lo cual ella me dice al oído, coloquémonos mas cómodos.
Dicha esta palabra, ella se agacho desabrochando mi pantalón y sin mediar palabra me los bajo hasta el tobillo y de inmediato de levanto llevando mi camisa hacia arriba colocándola en el cuello, mientras que tenía las manos arriba tratando de quitar mi camisa ella me realizaba un sexo oral, inimaginable, su boca tocaba hasta mis testículos el sexo oral que me estaba dando era inimaginable.
Cuando pude soltar la camisa, quede sentado al borde de cama, donde con gran destreza me quito el pantalón quedando totalmente desnudo, y sin mediar palabra llevo uno de sus dedos a mi ano, donde lo toco suavemente, me hizo sentir una sensación rara pero al mismo tiempo agradable.
Me levante de la cama y tomándola por los hombros deslice las tirantas de su brasier hacia los lados, dejando caer esa hermosa prenda y dejando al descubierto sus senos los cuales los veía hermosos y con otros ojos, diferentes a otras ocasiones, los lleve a mi boca y muy sutilmente toque esos pezones de color café, con la punta de mi lengua realizando círculos en torno a su aureola observando que ese pezón se colocaba duro, la lleve a la cama y estando acostada, tome su falda y la quite dejando sus medias veladas de silicona a media pierna al descubierto.
Esas prendas, hacían ver ese par de piernas muy sexuales, las cuales empecé a besar hasta llegar al ombligo y muy sutilmente baje su panty dejando ver esa vagina totalmente depilada, me lleve mi dedo índice a la boca el cual humedecí con saliva para tocar su vagina la cual estaba húmeda y con un aroma inolvidable, embriagante, logre con el dedo índice sacar un poquito si clítoris el cual toque muy suavemente con la punta de mi lengua, logrando que comenzara a moverse de una forma muy sutil, mi lengua comenzó a recorrer toda esa vagina la cual lamia y chupaba suavemente sin generar dolor para no apagar ese deseo que despertaba poco a poco, Diana se movía de tal forma que me excitaba cuando la observaba que se masajeaba los senos llevando sus pezones a su boca, aprovechando que subia la temperatura, y movía su cadera, sostuve en mis manos su grandiosa cola, logrando llevar a mi boca el hoyito de su precioso culo, el cual toque con la punta de mi lengua, que poco a poco humedecí con mi lengua, logrando chupar ese culito, que en un momento Diana abrió mas sus piernas y rápidamente se dio la vuelta colocándose en cuatro y abrió su culo con las manos permitiendo que pudiera besar mas ese culito poder meter más mi lengua, era una sensación increíble.
Después de unos diez minutos ella me dice que quería meterse en su boca mi pene, me coloque boca arriba en la cama y ella se coloco sobre mi dejando en mi boca su vagina con una vista a su culito y en especial en ese hoyito que había besado y tenía un sabor muy particular y deseaba seguir chupando, sin darme cuenta tenia metido en su vagina dos dedos y sin control besaba su culito y al mismo tiempo movía rápidamente mis dedos dentro de su vagina generando una masturbación la cual sin darme cuenta sentí que ella me besaba mi culito y me gritaba que no parara que le hiciera mas fuerte, así que metí un tercer dedo y metí mi lengua lo mas profundo dentro de culito y sin parar sentí como humedecía rápidamente mis dedos.
Muy lentamente me miro y me dijo quiero que lo metas por mi culito, quiero sentirlo dentro, me tienes tan excitada que quiero que lo metas, sin mediar palabra me acomode detrás de ella y sutilmente comencé a empujar mi verga en su culito el cual se fue metiendo poco a poco y me dejo sin palabras cuando ella misma comenzó a mecerse de tal manera que yo no necesitaba moverme, solo me quede quieto, cuando ella me dice no lo saques y manda las piernas hacia adelante lentamente, asi lo hice sin sacarlo, quedando sentada sobre mi verga, la cual comenzó a cabalgar fuertemente y sin descanzar sentía que no aguantaba mas y me vine dentro de su culito, en ese instante ella se lo saco de un solo movimiento llevándolo a su boca y realizando un sexo oral inimaginable.
Me sentía en ese momento cansado, por tan alto voltaje, pero sin mediar palabra, sostuvo mi verga en su boca y llevo uno de sus dedos a mi ano, metiéndolo y al mismo tiempo abriendo mis piernas, por alguna razón mi pene recupero su tamaño y mi exitación era tal que me tenia nuevamente con una ganas inmensas de continuar.
Cuando noto que ya estaba otra ves excitado, se acerco dándome un beso el cual tenia un sabor saladito pero muy agradable, se sentó en mis piernas metiendo mi pene en si vagina, la cual se sentía caliente y húmeda al mismo tiempo la cual comenzó a moverse de tal forma que la sensación era increíble, la tome de su dura colita y la levante donde Diana sin soltarse cruzó sus piernas en torno a mi cintura y solo movia su cadera, logrando en esa posición meter un dedo en su culito, tocándolo suavemente, al rato suavemente al oído me dice, dejame colocar en el borde de la cama, se bajo y se coloca en cuatro y lo meto en su vagina y mi exitación subía cada vez más al observar ese culito.
Diana al estar es pleno movimiento solo me decía dame duro, dale duro quiero sentirlo, dale mas, mas más duro, no pares, eran palabras que me excitaban a darle duro, cuando se cansó de estar en esa posición debido a que le dolían sus rodillas, sin sacarlo se estiro sobre la cama quedando con sus piernas cerradas y yo desde la parte de atrás debido a su humedad se facilitaba que lo metiera sin produciendo una sensación increíble.
Cuando se dio vuelta tome sus piernas y las lleve a mis hombros produciendo una penetración más honda y una sensación que solo se puede describir cuando se tiene a una mujer con las piernas junto a su cara, que poco a poco comencé a besar llegando a su vagina y comenzando a darle un sexo oral increíble, Diana solo responde te colocar sobre la cama para que yo pueda besar su pene, el sesenta y nueve en ese momento su vagina tenía un sabor irresistible y mi pene en su boca sentía una sensación que en minutos no aguante mas y me desarrolle en su boca sin dejar de besar esa vagina fue tal la sensación que me lleve con fuerza a mi boca esa vagina y la chupe con tanta fuerza que ella solo genero un grito de placer sintiendo su fluidos mojar mi boca.
Así paso la noche, comimos un arroz de pollo que se pidió a domicilio y minutos después estábamos comenzando. Esa noche a pesar que a las tres de la mañana me dolían las piernas ya, me animaba en continuar el solo hecho de saber que nunca más volvería a verla.
Terminada la noche , la lleve a su casa donde la despedida fue dura, no faltaron las lagrimas y el deseo de no dejarla ir, pero la promesa de los tenía que ser así.
Ahora han pasado, diez años desde que paso, nueve años con Diana, me hace recapacitar en estos momentos que a todos nos hace falta una amiga o un amigo, con el que se puedan vivir cosas fuera de lo normal, pero con respeto, y sin mezclar las cosas, hoy en día extraño a mi amiga Diana, y no saben lo que daría por encontrar una amiga para reemplazar ese vacio que un día sin darme cuenta quedo.
Bueno me gustaría saber sus opiniones y si hay mujeres que quieran hablar con migo me pueden escribir al correo amigosininteres arroba Hotmail punto com, vivo en Bogota Colombia. Si desean un amigo con gusto. Bueno espero comentarios, espero no haber sido aburridor
Todo comenzó cuando tenía 19 años, recién salía de prestar servicio militar el cual es obligatorio en mi país, Colombia, (Bogotá), Salí a la calle sin saber que hacer, así que decidí caminar un día aburrido de buscar empleo infructuosamente, estaba en un centro comercial recién inaugurado para la época llamado Plaza de las Américas, que para ese entonces era lo in, caminado y mirando los almacenes observe en uno de ellos a una compañera que estudio en el mismo colegio de donde había salido, así que cuando ingrese al almacén ella se acerco a mi diciendo “joven en que le puedo colaborar” pero cuando la mire a la cara o sorpresa cariñosamente me abrazo y me realzó una serie de preguntas sin parar, así que yo le respondí, si gusta te espero cuando termine de trabajar tomamos un café y te cuento como me fue en el ejercito, para lo cual ella me respondió que salía a las ocho de la noche que si no tenia problema, y como no tenía nada que hacer, pues mi respuesta fue si te espero, tranquila yo no tengo afán.
El resto de la tarde transcurrió como si el tiempo se detuviera, no sé si serian las ansias de hablar con alguien, o lo bien que me hizo sentir ese abrazo el cual nunca había tenido de parte de ella, pues la verdad para mí era la primera vez que una compañera me abrazaba, nunca una compañera en el colegio me abrazó, así que deducirán que nunca tuve novia, y era algo que me hacía sentir bien, me di cuenta que un abrazo hace la diferencia.
Siendo las ocho y cuarto de la noche, vi salir a Diana, acompañada de unas amigas, quienes se despidieron de ella y le dijeron que si cambiaba de idea que allá la esperaban, así que me tome el atrevimiento de preguntarle, diana si tus amigas te esperan para algún programa, tranquila por mí no se preocupe, al fin y al cabo yo estaba acostumbrado a recibir rechazo constantemente, nunca mis compañeros me invitaron a una fiesta o salida, nunca durante el de estudio trabaje en grupo ya que siempre fui rechazado.
Bueno, continuando con la historia, diana me miro a los ojos y me dijo no caballero usted tiene muchas cosas que contarme y más aun me tiene que contar que hizo para crecer y cambiar tanto su aspecto, que si no es por el color de tus ojos no te había reconocido, así, esa noche camine sin darme cuenta un buen trayecto y el tiempo se me hizo corto para las cosas que contaba, llegando a su casa ella me abrazo nuevamente me dio un beso en la mejilla muy lentamente el cual me hizo sentir su suavidad de labios y mi cabeza la sentí que volaba y mi corazón lo sentí en el estomago, y un nerviosismo intenso en el estomago y mis manos sudaron que al despedirme de mi amiga diana casi no puedo hablar, lo único que pude decir, fue, será otro día para hablar, pero diana, con su tranquilidad me miro y me dijo, el día de mañana tiene algo que hacer, y yo respondí la verdad llevar hojas de vida y esperar a que me llamen, nada importante, para lo cual Diana me responde, tengo turno hasta las 2 de tarde, si gusta pasa y me recoge y seguimos hablando pero con la compañía de un café, mi respuesta fue inmediata, claro por supuesto entonces a las 2.
Esa noche me fui, como un hombre nuevo, me sentía contento, alegre, feliz, el sentir que tenía una amiga, para mí era algo sensacional, mi felicidad no cabía en mi cuerpo.
Así entonces empezaron a pasar los días, yo la recogía todos los días a las 2 o las 8 de la noche, hasta que un día me dijo que solamente la podía recoger a las 2 de la tarde ya que su novio la recogería a las 8, no vi ningún problema y le dije que a las dos cuando se pudiera ya que si trabajaba no podía hacerlo, ella me miro y me dijo, no tiene ningún problema de recogerme a las dos, no te colocas de mal genio, la vi a los ojos y le respondí no tranquila, tu amistad para mi es lo más importante, Diana insistentemente me pregunta, está seguro, que no te incomoda, y mi respuesta fue tranquila, no dianita, para mí lo importante es tu amistad yo no tengo ni tendré derecho a exigir algo de ti, cuando he recibido una amistad hasta el día de hoy muy sincera de tu parte.
Pasaron los días, los meses, cuando un día estando durmiendo mi madre me llamó que tenía una llamada, así que la atendí y era Diana, quien lloró desconsoladamente por teléfono y solo respondí, dianita estas muy alterada por favor espérame en la heladería que queda junto tu trabajo que ya te recojo, cuando llegue ese tarde, solo serví como pañuelo de lagrimas ya que la escuche lo decepcionada que se encontraba de los hombres y de su noviazgo.
Desde ese día, diana me llamaba todos los días, y yo la escuchaba, me daba cuenta que estar junto a ella me sentía bien, y un día, con el corazón en la garganta, con el nerviosismo hasta el último cabello, y mi mente seleccionando las palabras adecuadas para decirle que fuera mi novia no encontraba nada, así que tome la decisión de manifestarle que yo sentía algo muy especial por ella , que me permitiera resarcir ese dolor que sentía, Diana me miro a los ojos se acerco muy lentamente, mi cara se paralizó y ella muy sutilmente me dio un beso, medio tocando los labios, y con sus manos muy sutilmente toco mi cuello y me dijo con una voz angelical, no, no puedo en este momento, pero te prometo que seré mas una amiga para ti, que su novia, ya que veo que tu amistad es más importante para mí, que dañarla con un noviazgo .
Esas palabras, me hicieron pesar de mil maneras, pero la verdad, era mi única amiga, Diana al verme un poco triste, me preguntó que por que la había visto a ella como la mujer de sus sueños, mirándola a los ojos le dije, no sé porque, eres una mujer muy especial, la verdad quiero tener una novia, no sé cómo un beso, nunca he tocado una mujer, lo único que he experimentado son las caricias o los picos que tiernamente de una manera u otra tú me das Diana.
Diana, se quedo un rato en silencio se acerco a mi sentándose a mi derecha, me tomo con su mano mi cara, me miró, y me dijo, la verdad, tu no me conoces bien, yo soy muy loca en algunas cosas, pero quiero que hagamos un pacto, quiero que tú seas mi amigo confidencial, esa persona a la que yo le pueda contar cualquier cosa, que si consigues una novia en el mañana yo pueda seguir siendo tu amiga de confidencias y esa persona que pueda decirte como hacer las cosas, así mismo, quiero que tu lo seas, quiero contar contigo como ese amigo al que le pueda contar mis penas, que juntos aprendamos, que si necesitas una amiga con la que pueda hacer algo fuera de lo común, me llamas que si estoy ocupada y no se puede, me entiendas, que si estoy con un novio, me comprendas y que si el tiempo se encarga de juntarnos en el camino y yo voy con mi novio y si tu vas con tu novia, nos presentemos como amigos que somos sin generar malestares, juntos tenemos que asumir con responsabilidad el secreto de lo que se viva, se haga, se experimente, se queda para los dos, nadie se debe enterar de lo que tú y yo hagamos.
Su propuesta fue tan contundente que acepte, y fue en ese momento que le pregunte, diana, yo en que puedo ayudarte u orientar si yo no conozco, motel, no he visto una mujer desnuda, no se dar un beso, no se acariciar a una mujer, ni siquiera sé como tocar un seno o una vagina, mi experiencia con mujeres es nula, yo que puedo enseñarte, del amor, para lo cual ella me responde, no te preocupes, yo te enseñare todos los secretos para que pueda acariciar una mujer, lo que les gusta y no les gusta, le voy a enseñar a besar, acariciar y tocar, y yo se que más adelante me enseñaras cosas de los hombres, ya que ellos le contaran cosas y usted se encargara de contarme, o si quiero un buen consejo creo que eres la persona apropiada, con ese pacto, esa tarde se sello el inicio de una amistad que actualmente extraño.
Así empezó el aprendizaje, lo primero que me enseño fue a besar, empezando con un espejo, luego besando mi mano en medio de los dedos, finalmente Diana me beso, enseñándome como debía hacerlo, ese día casi mi corazón se para, así paso el tiempo, fue entonces cuando encontré otra amiga, la cual fue mi novia y que actualmente es mi esposa, cuando le conté a Diana que tenia novia, ella se alegro más que yo, el siguiente paso fue conocer como era el funcionamiento de un motel, para lo cual, diana me propuso ir a conocer uno, pero la amistad que existía entre los dos, y la manera que asumíamos las cosas, nos permitió ir en diferentes ocasiones a un motel a descansar, platicar, ya era tanta la confianza entre los dos que ella se quitaba toda su ropa, lo mismo lo hacía yo, me contaba las cosa que realizaba con su novios yo le conté mi primera vez con mi novia, reímos, y siempre se relajaba, cuando le hacia un masaje, ya que fue mi modelo cuando aprendí a realizar masajes.
Mi vida, con diana era algo muy hermoso por la amistad que se vivía, yo tenía mi novia, ella su novio, las cosas que se hacían entre los dos se quedaban entre los dos, pero nunca llegamos a tener sexo ya que era una de las condiciones de los dos, podíamos tocarnos, estar desnudos, en fin, cualquier cosa, menos tener sexo, todo esto fue así, hasta que el día que llegó y me contó que se casaría, en ese momento me sentí sin aliento, para lo cual le respondí que si la amistad cambiaria, entre los dos, y me dijo que si, ya que se casaría y después de casarse saldría del país del todo, y que la amistad de los dos no cambiaria que a pesar de la distancia buscaríamos la manera de estar en contacto, que lo único que si le gustaría hacer antes de irse del país, era estar una noche completa conmigo, para hacer por última vez lo que acostumbrábamos hacer.
Así las cosas, llego el día, ese día me sentía más nervioso que cualquier otro día en el que viví cosas por primera vez.
Estaba en un café de Juan Valdez ubicado en el norte de Bogotá, sitios que para la época de los años 90 eran escasos en la ciudad de Bogotá, pero la ocasión lo ameritaba, estaba tomando un café cuando, llego Diana, casi no la reconozco, venia con una blusa blanca que transparente que permitía ver su sostén de encaje, una chaqueta d cuero, y una falda con una abertura en el costado de su pierna izquierda, y muy al final se observaba el principio de su media velada, vi un angelito, que se acerco y me dio un beso suave retirando su boca lentamente y mordiendo mi labio inferior, solo termino diciendo, hola, listo para esta noche, su perfume con un olor muy suave, ese aroma de mujer recién salida del baño, y su forma sexual de vestir, me hizo perder la cabeza, cuando me beso, sin más palabras respondí, estoy a su disposición.
Termine el café, y los personas allí sentadas, no perdían su mirada observando la hermosura de Diana, caminamos hasta llegar al motel ubicado en el sector de chapinero, un barrio muy comercial de la ciudad de Bogotá, ingresamos a uno que ofrecía el servicio de sauna, pedimos el servicio con sauna y nos enviaron a un cuarto piso el cual estaba solo y la camarera nos guio hasta llegar a un cuarto con sauna y una vista espectacular la cual solo se disfruto unos minutos ya que inmediatamente cerramos las cortinas y nos dispusimos ha sentarnos al borde de la cama, cuando muy sutilmente ella me murmura al oído, esta noche quiero romper la regla de nunca tener sexo, esta noche quiero que lo hagamos hasta el amanecer, quiero que esta noche no se olvide nunca, ya que será la última vez que vamos a estar, la nostalgia invadió mi ser pero al mismo tiempo, nos propusimos hacer esa noche solo para los dos.
Así que colocando, en práctica las lecciones que un día aprendí con diana, muy sutil mente, nuestros labios se sumieron en un beso, sin aliento, el cual se encargo de subir las pulsaciones de mi corazón, sin dejar de besarnos, quite la chaqueta de cuero, muy suavemente desabotone su blusa, tocando su piel la cual estaba muy suave y con un aroma que lo llevaba gradualmente al deseo, al tomarla fuertemente en mis brazos sentí su entrepierna que sobaba mi pene, el cual estaba algo duro, ella sin mediar palabra bajo su mano, tocando mi miembro por encima del pantalón, para lo cual ella me dice al oído, coloquémonos mas cómodos.
Dicha esta palabra, ella se agacho desabrochando mi pantalón y sin mediar palabra me los bajo hasta el tobillo y de inmediato de levanto llevando mi camisa hacia arriba colocándola en el cuello, mientras que tenía las manos arriba tratando de quitar mi camisa ella me realizaba un sexo oral, inimaginable, su boca tocaba hasta mis testículos el sexo oral que me estaba dando era inimaginable.
Cuando pude soltar la camisa, quede sentado al borde de cama, donde con gran destreza me quito el pantalón quedando totalmente desnudo, y sin mediar palabra llevo uno de sus dedos a mi ano, donde lo toco suavemente, me hizo sentir una sensación rara pero al mismo tiempo agradable.
Me levante de la cama y tomándola por los hombros deslice las tirantas de su brasier hacia los lados, dejando caer esa hermosa prenda y dejando al descubierto sus senos los cuales los veía hermosos y con otros ojos, diferentes a otras ocasiones, los lleve a mi boca y muy sutilmente toque esos pezones de color café, con la punta de mi lengua realizando círculos en torno a su aureola observando que ese pezón se colocaba duro, la lleve a la cama y estando acostada, tome su falda y la quite dejando sus medias veladas de silicona a media pierna al descubierto.
Esas prendas, hacían ver ese par de piernas muy sexuales, las cuales empecé a besar hasta llegar al ombligo y muy sutilmente baje su panty dejando ver esa vagina totalmente depilada, me lleve mi dedo índice a la boca el cual humedecí con saliva para tocar su vagina la cual estaba húmeda y con un aroma inolvidable, embriagante, logre con el dedo índice sacar un poquito si clítoris el cual toque muy suavemente con la punta de mi lengua, logrando que comenzara a moverse de una forma muy sutil, mi lengua comenzó a recorrer toda esa vagina la cual lamia y chupaba suavemente sin generar dolor para no apagar ese deseo que despertaba poco a poco, Diana se movía de tal forma que me excitaba cuando la observaba que se masajeaba los senos llevando sus pezones a su boca, aprovechando que subia la temperatura, y movía su cadera, sostuve en mis manos su grandiosa cola, logrando llevar a mi boca el hoyito de su precioso culo, el cual toque con la punta de mi lengua, que poco a poco humedecí con mi lengua, logrando chupar ese culito, que en un momento Diana abrió mas sus piernas y rápidamente se dio la vuelta colocándose en cuatro y abrió su culo con las manos permitiendo que pudiera besar mas ese culito poder meter más mi lengua, era una sensación increíble.
Después de unos diez minutos ella me dice que quería meterse en su boca mi pene, me coloque boca arriba en la cama y ella se coloco sobre mi dejando en mi boca su vagina con una vista a su culito y en especial en ese hoyito que había besado y tenía un sabor muy particular y deseaba seguir chupando, sin darme cuenta tenia metido en su vagina dos dedos y sin control besaba su culito y al mismo tiempo movía rápidamente mis dedos dentro de su vagina generando una masturbación la cual sin darme cuenta sentí que ella me besaba mi culito y me gritaba que no parara que le hiciera mas fuerte, así que metí un tercer dedo y metí mi lengua lo mas profundo dentro de culito y sin parar sentí como humedecía rápidamente mis dedos.
Muy lentamente me miro y me dijo quiero que lo metas por mi culito, quiero sentirlo dentro, me tienes tan excitada que quiero que lo metas, sin mediar palabra me acomode detrás de ella y sutilmente comencé a empujar mi verga en su culito el cual se fue metiendo poco a poco y me dejo sin palabras cuando ella misma comenzó a mecerse de tal manera que yo no necesitaba moverme, solo me quede quieto, cuando ella me dice no lo saques y manda las piernas hacia adelante lentamente, asi lo hice sin sacarlo, quedando sentada sobre mi verga, la cual comenzó a cabalgar fuertemente y sin descanzar sentía que no aguantaba mas y me vine dentro de su culito, en ese instante ella se lo saco de un solo movimiento llevándolo a su boca y realizando un sexo oral inimaginable.
Me sentía en ese momento cansado, por tan alto voltaje, pero sin mediar palabra, sostuvo mi verga en su boca y llevo uno de sus dedos a mi ano, metiéndolo y al mismo tiempo abriendo mis piernas, por alguna razón mi pene recupero su tamaño y mi exitación era tal que me tenia nuevamente con una ganas inmensas de continuar.
Cuando noto que ya estaba otra ves excitado, se acerco dándome un beso el cual tenia un sabor saladito pero muy agradable, se sentó en mis piernas metiendo mi pene en si vagina, la cual se sentía caliente y húmeda al mismo tiempo la cual comenzó a moverse de tal forma que la sensación era increíble, la tome de su dura colita y la levante donde Diana sin soltarse cruzó sus piernas en torno a mi cintura y solo movia su cadera, logrando en esa posición meter un dedo en su culito, tocándolo suavemente, al rato suavemente al oído me dice, dejame colocar en el borde de la cama, se bajo y se coloca en cuatro y lo meto en su vagina y mi exitación subía cada vez más al observar ese culito.
Diana al estar es pleno movimiento solo me decía dame duro, dale duro quiero sentirlo, dale mas, mas más duro, no pares, eran palabras que me excitaban a darle duro, cuando se cansó de estar en esa posición debido a que le dolían sus rodillas, sin sacarlo se estiro sobre la cama quedando con sus piernas cerradas y yo desde la parte de atrás debido a su humedad se facilitaba que lo metiera sin produciendo una sensación increíble.
Cuando se dio vuelta tome sus piernas y las lleve a mis hombros produciendo una penetración más honda y una sensación que solo se puede describir cuando se tiene a una mujer con las piernas junto a su cara, que poco a poco comencé a besar llegando a su vagina y comenzando a darle un sexo oral increíble, Diana solo responde te colocar sobre la cama para que yo pueda besar su pene, el sesenta y nueve en ese momento su vagina tenía un sabor irresistible y mi pene en su boca sentía una sensación que en minutos no aguante mas y me desarrolle en su boca sin dejar de besar esa vagina fue tal la sensación que me lleve con fuerza a mi boca esa vagina y la chupe con tanta fuerza que ella solo genero un grito de placer sintiendo su fluidos mojar mi boca.
Así paso la noche, comimos un arroz de pollo que se pidió a domicilio y minutos después estábamos comenzando. Esa noche a pesar que a las tres de la mañana me dolían las piernas ya, me animaba en continuar el solo hecho de saber que nunca más volvería a verla.
Terminada la noche , la lleve a su casa donde la despedida fue dura, no faltaron las lagrimas y el deseo de no dejarla ir, pero la promesa de los tenía que ser así.
Ahora han pasado, diez años desde que paso, nueve años con Diana, me hace recapacitar en estos momentos que a todos nos hace falta una amiga o un amigo, con el que se puedan vivir cosas fuera de lo normal, pero con respeto, y sin mezclar las cosas, hoy en día extraño a mi amiga Diana, y no saben lo que daría por encontrar una amiga para reemplazar ese vacio que un día sin darme cuenta quedo.
Bueno me gustaría saber sus opiniones y si hay mujeres que quieran hablar con migo me pueden escribir al correo amigosininteres arroba Hotmail punto com, vivo en Bogota Colombia. Si desean un amigo con gusto. Bueno espero comentarios, espero no haber sido aburridor
