Este relato habla de la primera experiencia que tuve conmigo misma, es de un momento en el que me encontré, y me inunde en los placeres que yo misma puedo hacerme sentir, suelo ser algo reservada pero siempre he querido escribir, si soy algo insegura creo por mi físico de no sentirme atractiva, pues verán soy de estatura media 168 cms, soy llenita, aunque aún mi cuerpo conserva su forma, tengo carnita donde debe haber, jeje, y mi cadera esta algo desproporcionada con mi pecho haciéndome parecer una perita, vaya comparación, bueno pues esta es mi pequeña introducción, he visto sus relatos me motivaron en parte a escribir esta experiencia, aunque es muy diferente a lo que he visto en el foro, espero les guste.
Entonces así cómo fue que descubrí que necesito amarme y conocerme ante todo, ya con esto poder disfrutar de mí para dar a los demás, “nadie da lo que no tiene”… y así fue como descubrí el auto placer como supe que era exquisita y deliciosa….
Me encontraba atareada como siempre, buscando un espacio en el cual pudiera olvidarme, el trabajo la maestría, y mi familia, no es que sea casada, ni tenga hijos pero siempre he estado a cargo de mis padres y mi abuela, especialmente de ella, mayor de edad y esas cosas, ustedes imaginaran. Pero ese no es el caso, me alistaba para salir del trabajo, con tanto apuro y tanto en la mente que cuando menos lo pensé ya había llegado a mi casa, como pude intente abrir la puerta dejando todas mis cosas, carpetas, libros sobre la mesa, al percatarme que no había nadie en casa y que estaba sola opte por no preocuparme en comer, recoger, siquiera en saber por qué no había nadie en la casa, así que aproveche y decidí tomarme un delicioso y relajante baño, observe el reloj eran las 3:30 de la tarde y no tendría que ocuparme hasta las 6, así que me dirigí al baño y comencé a prepararme, llene la tina casi al tope, con agua un poco más caliente de lo que suelo usarla para bañarme, con el fin de que me relajara un poquito.
Cuando me iba desnudando, iba dejando volar un poco mi imaginación y aquellas noches de pasión con mi pareja vinieron a mi mente, sentía que me hacía falta, el sentir sus grandes, cálidas y algo ásperas manos, solo pensarlo me ruborizada, al sentir la ropa caer mi piel se erizaba, sintiendo algo de calor en mí y así que me quede solo sintiéndome algo traviesa, hacia tanto que no tenía un encuentro sexual con ese hombre, hacia tanto que no tenía sexo, que no tenía tiempo, y es que era que siempre la tarea del amor y el placer se la he encargado a mi hombre, al momento de los dos, de sentir cada reacción de mi cuerpo gracias a sus caricias, a sus besos a su cuerpo, pero nunca había pasado por mi mente siquiera la palabra, que al solo sonido me ponía incomoda aunque cierta curiosidad de saber qué, que era la masturbación.
Así que termine por desnudarme completamente, cuando comencé por acariciarme la piel, de manera casi inmediata cerré mis ojos dejando inundar mi piel con mis caricias, sintiendo mi propio roce, y mi calor, a esas alturas ya trazaba mi plan, aunque sin saber a dónde llegaría, me abrace a mí misma, sentía como el calor aumentaba en mi cuerpo a cada caricia cada centímetro recorrido, me senté sobre el filo de la bañera, y suavemente introduje un pie sintiendo el calor del agua, estremecida y algo excitada, sentí el calor del agua y como me abrazaba, metí la otra pierna y con mis manos tome un poco dejándola caer sobre mis muslos, y dando un ligero masaje por la parte interna de mis muslos tocando delicadamente depilada conchita, mmm… se sentía exquisito el calor de mis manos, del agua, de mi cuerpo ya excitado, así que me metí dentro de la tina quedando sentada casi recostada, el calor del agua se metía entre mis poros, ya a estas alturas sentía leves espasmos, lo que me produjo abrir un poco las piernas para dejar entrar sentir la temperatura, que para entonces era menor que la de mi sexo, así recostada, con algo de torpeza comencé un vaivén con mis caderas apretando mis labios sintiendo la presión en mí ya muy rígido clítoris, lo sentía delicioso aunque no me atrevía a tocar, el agua hacia pequeñas olas las cuales sentía subir y bajar sobre mis pechos, provocando que esos cambios repentinos en la temperatura se endurecieran mis pezones, mi respiración comenzó a entrecortarse hasta que casi automáticamente dirigí una mano a mi sexo, y sin saber cómo hacer comencé a frotar, aquello se sentía bien, entre mi mano y mis caderas comenzada un delicioso baile que me causaba gemiditos, cuando note que comenzaba a lubricar más y mi sexo palpitaba pidiendo algo más, metí un dedo entre mis labios menores pasándolo suavemente de arriba abajo, sintiendo muy húmedas, y gemia cada vez, aaa…, mmm…
aumentando la velocidad, encontrándome ahí con mi pequeño y endurecido clítoris, dios que placer más grande sentía, que era lo que descubría, lo frote con delicadeza en pequeños círculos, apretando mi trasero, dejándome llevar por esa sensación aumentando cada vez más la velocidad, y sintiendo la fricción entre mi mano y mi sexo, sintiendo espasmos y una pequeña carga de electricidad por todo mi cuerpo, un gemido ahogado pero fuerte salió de mi boca, tratado de incorporarme; mis manos, mis nalgas y mi sexo bailaban a la melodía de la lujuria y el placer, dejando atrás alguna imagen que pudiera estimularme, sentía la necesidad de ser penetrada, de sentir algo dentro de mí, la necesidad de conocerme de ver como mi conchita húmeda se complacía y recibía esas caricias complacida, de ver mi mano moverse a mi propio ritmo de placer, cuando sentí de repente un calambre que me provoco arquear un poco mi espalda busque me vagina, e introduje un dedo poco a poco sintiendo esos espasmos de mi cuerpo, dentro de mi vagina apretada, pero parecía tan fácil era un entrar y salir mis líquidos se mezclaban con agua pero los sentía sobre mi mano, tan calientes, parecía que una pequeña corriente recorría mi cuerpo, con una mano trataba de sostenerme, pero empezaba a acariciarme, acariciar mis senos, mis estómago, mis piernas. introduje dentro de mí el segundo dedo que deslizaban con facilidad, con una velocidad tremenda, mi cuerpo sintiendo la delicia de mi mano sentía como entraba con velocidad con fuerza, y en un solo gemir, desde adentro salió un orgasmo sentía que me paraliza, me sentía dentro de mí era yo quien me daba placer, dejando mi cuerpo gritar, dejándome relajada, lleve mi mano ya casi sin fuerza y algo entumida a mi boca deslizando mi lengua saboreando los restos de mis jugos y reconociendo mi propio sabor, era deliciosa y dulce, con un ligero sabor de acidez, cerré mis ojos y tome aire y me sumergí totalmente para concluir con mi baño, después de tan deliciosa maniobra y bastante relajada.
espero les guste.....:eolo:gulp!
Entonces así cómo fue que descubrí que necesito amarme y conocerme ante todo, ya con esto poder disfrutar de mí para dar a los demás, “nadie da lo que no tiene”… y así fue como descubrí el auto placer como supe que era exquisita y deliciosa….
Me encontraba atareada como siempre, buscando un espacio en el cual pudiera olvidarme, el trabajo la maestría, y mi familia, no es que sea casada, ni tenga hijos pero siempre he estado a cargo de mis padres y mi abuela, especialmente de ella, mayor de edad y esas cosas, ustedes imaginaran. Pero ese no es el caso, me alistaba para salir del trabajo, con tanto apuro y tanto en la mente que cuando menos lo pensé ya había llegado a mi casa, como pude intente abrir la puerta dejando todas mis cosas, carpetas, libros sobre la mesa, al percatarme que no había nadie en casa y que estaba sola opte por no preocuparme en comer, recoger, siquiera en saber por qué no había nadie en la casa, así que aproveche y decidí tomarme un delicioso y relajante baño, observe el reloj eran las 3:30 de la tarde y no tendría que ocuparme hasta las 6, así que me dirigí al baño y comencé a prepararme, llene la tina casi al tope, con agua un poco más caliente de lo que suelo usarla para bañarme, con el fin de que me relajara un poquito.
Cuando me iba desnudando, iba dejando volar un poco mi imaginación y aquellas noches de pasión con mi pareja vinieron a mi mente, sentía que me hacía falta, el sentir sus grandes, cálidas y algo ásperas manos, solo pensarlo me ruborizada, al sentir la ropa caer mi piel se erizaba, sintiendo algo de calor en mí y así que me quede solo sintiéndome algo traviesa, hacia tanto que no tenía un encuentro sexual con ese hombre, hacia tanto que no tenía sexo, que no tenía tiempo, y es que era que siempre la tarea del amor y el placer se la he encargado a mi hombre, al momento de los dos, de sentir cada reacción de mi cuerpo gracias a sus caricias, a sus besos a su cuerpo, pero nunca había pasado por mi mente siquiera la palabra, que al solo sonido me ponía incomoda aunque cierta curiosidad de saber qué, que era la masturbación.
Así que termine por desnudarme completamente, cuando comencé por acariciarme la piel, de manera casi inmediata cerré mis ojos dejando inundar mi piel con mis caricias, sintiendo mi propio roce, y mi calor, a esas alturas ya trazaba mi plan, aunque sin saber a dónde llegaría, me abrace a mí misma, sentía como el calor aumentaba en mi cuerpo a cada caricia cada centímetro recorrido, me senté sobre el filo de la bañera, y suavemente introduje un pie sintiendo el calor del agua, estremecida y algo excitada, sentí el calor del agua y como me abrazaba, metí la otra pierna y con mis manos tome un poco dejándola caer sobre mis muslos, y dando un ligero masaje por la parte interna de mis muslos tocando delicadamente depilada conchita, mmm… se sentía exquisito el calor de mis manos, del agua, de mi cuerpo ya excitado, así que me metí dentro de la tina quedando sentada casi recostada, el calor del agua se metía entre mis poros, ya a estas alturas sentía leves espasmos, lo que me produjo abrir un poco las piernas para dejar entrar sentir la temperatura, que para entonces era menor que la de mi sexo, así recostada, con algo de torpeza comencé un vaivén con mis caderas apretando mis labios sintiendo la presión en mí ya muy rígido clítoris, lo sentía delicioso aunque no me atrevía a tocar, el agua hacia pequeñas olas las cuales sentía subir y bajar sobre mis pechos, provocando que esos cambios repentinos en la temperatura se endurecieran mis pezones, mi respiración comenzó a entrecortarse hasta que casi automáticamente dirigí una mano a mi sexo, y sin saber cómo hacer comencé a frotar, aquello se sentía bien, entre mi mano y mis caderas comenzada un delicioso baile que me causaba gemiditos, cuando note que comenzaba a lubricar más y mi sexo palpitaba pidiendo algo más, metí un dedo entre mis labios menores pasándolo suavemente de arriba abajo, sintiendo muy húmedas, y gemia cada vez, aaa…, mmm…
aumentando la velocidad, encontrándome ahí con mi pequeño y endurecido clítoris, dios que placer más grande sentía, que era lo que descubría, lo frote con delicadeza en pequeños círculos, apretando mi trasero, dejándome llevar por esa sensación aumentando cada vez más la velocidad, y sintiendo la fricción entre mi mano y mi sexo, sintiendo espasmos y una pequeña carga de electricidad por todo mi cuerpo, un gemido ahogado pero fuerte salió de mi boca, tratado de incorporarme; mis manos, mis nalgas y mi sexo bailaban a la melodía de la lujuria y el placer, dejando atrás alguna imagen que pudiera estimularme, sentía la necesidad de ser penetrada, de sentir algo dentro de mí, la necesidad de conocerme de ver como mi conchita húmeda se complacía y recibía esas caricias complacida, de ver mi mano moverse a mi propio ritmo de placer, cuando sentí de repente un calambre que me provoco arquear un poco mi espalda busque me vagina, e introduje un dedo poco a poco sintiendo esos espasmos de mi cuerpo, dentro de mi vagina apretada, pero parecía tan fácil era un entrar y salir mis líquidos se mezclaban con agua pero los sentía sobre mi mano, tan calientes, parecía que una pequeña corriente recorría mi cuerpo, con una mano trataba de sostenerme, pero empezaba a acariciarme, acariciar mis senos, mis estómago, mis piernas. introduje dentro de mí el segundo dedo que deslizaban con facilidad, con una velocidad tremenda, mi cuerpo sintiendo la delicia de mi mano sentía como entraba con velocidad con fuerza, y en un solo gemir, desde adentro salió un orgasmo sentía que me paraliza, me sentía dentro de mí era yo quien me daba placer, dejando mi cuerpo gritar, dejándome relajada, lleve mi mano ya casi sin fuerza y algo entumida a mi boca deslizando mi lengua saboreando los restos de mis jugos y reconociendo mi propio sabor, era deliciosa y dulce, con un ligero sabor de acidez, cerré mis ojos y tome aire y me sumergí totalmente para concluir con mi baño, después de tan deliciosa maniobra y bastante relajada.
espero les guste.....:eolo:gulp!
