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Un fin de semana Swinger

ULIMAN

Becerro
Registrado
24 Ene 2010
Mensajes
20
Hola amigos Bakunos, es mi primer aporte y espero sean pacientes conmigo.

Antes que nada quiero ser muy claro desde el principio, este relato es 100% real, pero no me sucedió a mi sino a un muy cercano amigo, sin embargo me ha dado la oportunidad de contarles esta cachondísima historia, por facilidad lo escribo y relato en primera persona estilo novela, aunque es largo les aseguro que no se arrepentirán de leerlo.

Somos un grupo de 9 personas que trabajamos en una conocida empresa de bebidas, trabajamos en la logística de transportes de producto, pero de vez en cuando nos toca organizar reuniones anuales cuando nos toca la visita en la región.

Para este relato y en forma práctica mi nombre es Jorge, soy el gerente de departamento, 28 años, con unos cuantos kilitos de más pero de buen ver, soltero y sin compromiso, ahora les contaré de mi equipo de trabajo.

Sin contarme a mí, el departamento está en total equilibrio, cuatro hombres y cuatro mujeres; Alberto de 30 años, soltero; Ángel de 32, con una novia fea, pero con un cuerpazo que más de uno se echado una paja en su honor; Rafael de 34 y el único casado de los varones, su esposa celosa como la que más y Eduardo de 28 que fue mi compañero de carrera, mi mejor amigo a quien considero mi compadre, aficionado a la magia y en el entorno de este relato he de decir que es el más aventurero sexualmente hablando de todos los varones del departamento aunque tiene novia; por obvias razones los nombres han sido cambiados pero no sus edades.

Y ahora pasamos al lado hermoso del departamento, y en este caso si me tomaré más tiempo para describir a cada una de estas bellezas, y aquí si me arriesgo y no he cambiado ningún nombre, porque ‘honor a quien honor merece’.

Primero Mónica, casada, pero de su marido no habla mucho; una madura y hermosa mujer de unos 42 años (calculo), pelo ondulado color caoba, piel apiñonada, no muy delgada pero con un cuerpo muy bien formado, un trasero no muy grande pero bien equilibrado con esas tetas hermosas, no muy grandes pero si apretujables.



Después, la hermosa Jackeline, con un novio bastante mamón para ser honestos; 23 años, la bebé del equipo; pelo largo color café oscuro, piel blanca pero no de esa piel que parece gis, unos ojazos preciosos, alta pero no tanto a pesar de ser de Sinaloa (1.72), a diferencia de Mónica ella si delgada pero igual con un cuerpo de concurso, piernas largas y torneadas, un trasero sabroso aunque no muy grande y unas tetas grandes y operadas de gran tamaño.



Ahora, Emma, con un novio muy ‘open mind’, ella es de mi edad, de hecho fuimos compañeros de secundaria (que vueltas da la vida ¿no?, aunque no la noté en ese tiempo porque era más bien retraída, pero ¿qué tal ahora?), rubia, pelo al hombro, facciones muy finas, ojos azules, un trasero perfecto, paradito, redondito, y unas tetas más bien chicas pero bien llevadas , bien nalguipronta incluso con permiso de su novio, según esto están en una relación ‘no exclusiva’ y según supe tuvo una aventurilla con mi compadre Lalo ya trabajando en la compañía unos meses atrás a pesar de que él también tiene pareja, aunque dicen las malas lenguas que es adicta al sexo.



Y la cereza del pastel, Rebeca, soltera, 25 años, de hecho fue mi novia en la juventud (ella 15 y yo 18), por una u otra razón (sus papás) no funcionó, pero cuando se dio la oportunidad de contratarla no lo pensé 2 veces; delgada con un trasero grande pero proporcional a esas tetas grandes, carnosas y unos pezones respingados, cabello ondulado negro, piel blanca y con una carita preciosa, siempre la he visto parecida a Maite Perroni , en resumen, un forro de vieja (si me quiere creer que bueno, si no, es su problema).



Pero ya fue mucha descripción, ahora si va la historia.

Nos tocó a mi grupo y a mi organizar la reunión trimestral de la empresa, un evento para cerca de 80 personas con ponencias y esas cosas aburridas.

Siendo que contábamos con un buen presupuesto porque a la empresa le iba muy bien, decidimos llevarnos a todos a la Riviera Maya, a Akumal para ser exactos, a un resort de Gran Turismo de una cadena muy importante, que cuenta con un edificio principal muy bonito y perfecto para nuestro evento, y un área de villas, que en ese momento no sabíamos sería el foro perfecto para todas nuestras aventuras.

El evento inició y concluyó siendo todo un éxito (el equipo tiene mucha experiencia y siempre fuimos los mejor calificados en organización). Como nos fue tan bien, el director regional (mi jefe), me llamó aparte y me dio una grata sorpresa.

Como premio por ese evento tan bien logrado, había dejado pagadas 9 habitaciones con todos los gastos pagados por el fin de semana (el evento concluyó el viernes, por lo que pagó para que saliéramos el día domingo por la tarde), incluso su asistente ya nos había cambiado los vuelos para que coincidieran casi perfectos los horarios del check out y el registro en el aeropuerto.

Como se podrán imaginar, a todos nos dio mucho gusto y nos dispusimos a pasar juntos este fin de semana (ya con permisos de espos@s y novi@s de por medio jejeje).

Nuestras maletas estaban en recepción porque pensábamos que saldríamos esa misma tarde junto con todos los demás después de la comida organizada en la alberca, así que andábamos todos en ropa de playa cuando me dieron la sorpresa.

Todos habíamos pasado el resto de la tarde en la alberca, echando relajito entre copa y copa (bebidas típicas de alberca, piñas coladas, daiquiris, margaritas, etc.), todos echándonos taco de ojo unos con otras y viceversa, al final de la tarde, al caer el sol, nos reunimos a comer-cenar (se nos fue el tiempo muy rápido) en una palapa cerca de la playa, y comenzó la plática ya con bastantes alcoholes en la sangre para desinhibir a cualquiera, pero no como para perder el conocimiento de lo que pasaba.

Moni comenzó la plática

-Jefazo, mis respetos, que buena idea de venir a Akumal, estuvo de pelos, mi marido no me va a creer todo lo que he visto en esta semana.

- Gracias pero la idea del lugar es completamente de Jackie, honor a quien honor merece, un aplauso por favor.
Aplauso de todos.

- Gracias, gracias –respondió Jackie haciendo una reverencia y dejando ver un poco más de carne de lo debido, cosa que para todos los varones no pasó desapercibido- todo se lo debo a mi manager jejeje.

- Muy bien Jackie, a todo esto, se me ha pasado ir por las llaves de las villas que nos dejaron, creo que iré por ellas antes de que los alcoholes no me dejen caminar bien -la verdad exageré porque no había bebido tanto-

- No inventes George –interrumpió Lalo, así me dice desde la carrera- como vas a ir tú, déjame ir yo, al fin y al cabo ya me conocen, Emma, ¿me acompañas?

Cuando Emma volteó a verlo alcance a ver una mirada rara en ambos, pero sólo creí que iban a ponerse de acuerdo para verse más tarde y seguir su aventura previa, jamás imaginé lo que venía.

- Claro Lalito, pero nada más déjame me termino mi piña colada, ¿zaz?

- Pues ya que, pero apúrale porque ya se va haciendo tarde y hay que ir a hacer… la meme.

Todos reímos.

- Que cortado –dijo Jackie- ¿a poco ya te vas a ir a acostar? Si es bien temprano, apenas acaba de ponerse el sol.

- Si güey, no mames –comentó Rafa- mi vieja se puso bien pesada y me costó trabajo tranquilizarla para que salgas con esa cosas.

En medio de risas Ángel comentó - Jajaja al Rafa le pegan si llega tarde, apenas y lo dejaron quedarse.

Todos reímos porque era verdad.

- Ya Rafita, todos vamos a quedarnos un buen rato a echar desmadre – alcanzó a decir Rebe dándole unas palmaditas en el hombro.

- No, ni madres –dijo Beto mientras hacía grandes movimientos con los brazos- si ya dejaron quedarse al Rafa lo vamos a llevar a que se ligue a una turista.

Todos reventamos en una carcajada.

- ¿De verdad? – Dijo Rafa con una cara de incredulidad - Me cae que si me echo una gringuita, o turista, o lo que sea, hace mucho que sólo me tiro a mi vieja, desde que somos novios no he estado con otra más que con ella, pero si me dan ganas de experimentar jajaja.

- ¿A poco si Rafa? – Preguntó Moni - oye, y si no es indiscreción, ¿desde cuándo es eso?

Rafa todo colorado por la pena - Pues desde que yo tenía 24, hace 10 años.

- Pues casi se podría decir que eres virgen.

Todos reímos, pero se notaba que el ambiente cambiaba de tono poco a poco.

Oye Beto –continuó Lalo- y a todo esto, ¿para qué vamos a ir a que Rafa se ligue a una turista?, si aquí hay cuatro hermosas mujeres que no creo que no le ayuden al Rafita.

Voltee a ver a las aludidas, pero cuando esperaba ver expresiones de molestia, vi más bien una expresión de ¿Por qué no?

- ¿Cómo crees Lalo? – Contestó Rafa- Las compañeritas no harían algo así –con la cara una nota de ¿o sí?-

- Y porque no Rafita, si aunque no está bien que lo diga yo que soy tu compañero, pues, no eres feo mi hermano.

Todos reímos.

- A ver, Moni, a poco tú no dejabas que el Rafa te diera una noche de pasión.

Y ante la mirada atónita de más de uno, contestó.

- Pues claro, ¿Por qué no?, si esta de buen ver, esas carnes si las aguanto encima jajaja, además eso sería sólo amistad, sin compromisos y sin remordimientos.

- Pues si se va a tratar de eso, yo también me ofrezco – Amplió Emma.

- Oigan –argumenté- como que esto está subiendo de tono, como que ahí le paramos.

-A poco Jorgito –me dijo Emma, ya para entonces el ‘Jefe’ se había olvidado- si con los ojos que le echas a la Rebe o a la Jackie se nota que también has pensado en hacer más estrecha la amistad.

- Bueno…-conteste- son muy guapas y cualquiera fantasearía con mujeres de este calibre.

Menuda declaración me había salido, las aludidas se pusieron rojas como tomate, pero cuando las vi con detenimiento empecé a creer que era más por desear que sucediera que por pena.

- Y tú, Jackie, ¿no nos platicaste hoy mismo que has fantaseado con todos?

- Si Jackie -argumentó Moni- quita esa carita de no rompo un plato porque eres bien puta como nosotras.

Jamás pensé escuchar hablar así a Moni, y menos lo que contesto Jackie.

- Pues la verdad es que si se me antojan todos, pero no en bola ¿eh?

- Habría de verse, tenemos el departamento lleno de putas jajaja –bromeó Beto.

Ángel con mueca de incredulidad comentó- Menuda sorpresa, pues a mí se me antojan todas, así que me da igual.

- Pues, si vamos a hacerlo, ¿Cómo lo hacemos? –Preguntó Rafa ya pensando en planes- Disculpen pero soy muy novato en situaciones como estas.

Las cuatro mujeres se notaban entusiasmadas, no lo podía creer pero así era, creo que el flujo de alcohol toda la tarde, el sol, y el vernos en trajes de baño y bikinis toda la tarde nos habían llevado en conjunto a este punto.

- Pues yo tampoco soy un experto –comentó Ángel - pero creo que lo primero sería saber si todos y todas quieren participar, a ver todos le van a entrar o alguien se va a rajar.

Todos y todas con la cabeza hicieron un unánime - SI.

- Claro, pero esto es como ya dije, sin compromisos, solo amistad y totalmente secreto, ¿ok? –acotó Moni.

- Claro, lo que pasa en Akumal, se queda en Akumal – dijo Beto con una sonrisa en su rostro.

Preguntó Jackie - Pero no vamos a armar una orgía ¿verdad? Que sea de uno por uno como ya dije.

Yo estaba atónito, casi no había dicho nada en toda la conversación.

- De uno por uno –repitió Ángel como si apuntara en una libreta imaginaria- ahorita vemos lo de la logística, para eso somos expertos –todos rieron-

No podía creer lo que escuchaba y veía, en ese momento no sabía si intentar parar esta situación o entrar en el juego, mis instintos me decían éntrale, mi cerebro decía para.

En ese momento encontré un recoveco en la situación.

- Oigan, sólo hay un detalle, somos cinco hombres y cuatro mujeres –en cuanto salieron de mis labios esas palabras, yo mismo me asombré al notar la palabra ‘somos’- las matemáticas no fallan.

- Pues yo tengo la solución – Sentencio Lalo.

No supe en qué momento se ausentó, es más, ahora que reflexionaba, hacía un buen rato que no escuchaba palabra alguna de mi compadre. Lo vi parado a mi lado con llaves electrónicas (de esas llaves de las chapas de hotel, parecidas a una tarjeta de crédito, cinco en su mano derecha y cuatro en la mano izquierda.

- Pues la verdad es que Emma y yo estábamos pensando cómo llegar a este punto, una ruleta swinger digamos –todos lo miraban expectantes- pero la realidad es que ustedes solos desarrollaron la idea como propia, íbamos a decirles que sólo habían pagado cinco habitaciones y que íbamos a tener que compartir, pero hubiéramos tardado mucho en llegar al mismo resultado.

Todos se voltearon a ver unos a otros y sus miradas se fijaron en Emma, ella sólo pudo soltar un –¡¡¡Sorpresa!!!- pero no había molestia, solamente complicidad.

- En mi mano izquierda tengo cuatro tarjetas, esta es una para cada una de ustedes –miro a cada una de las mujeres y les entregó las tarjetas- dado que somos cinco uno se va tener que esperar para después –nadie dijo nada, no hubo reclamaciones, sólo expectación- porque esto es para todo el fin de semana, ¿no?

Nadie abrió el pico, así que Lalo siguió con las instrucciones del juego.

- Así que las tarjetas que tengo aquí –las cinco de su mano derecha- las vamos a barajear y la suerte decidirá quién va a pasar la noche con quien, todas las habitaciones estarán en la planta baja de las cinco villas más alejadas del complejo, niñas, pueden irse y pónganse lo más coqueto y cachondo que tengan para agasajar a su visitante sorpresa.

La cuatro mujeres se pusieron de pie de inmediato, voltearon a vernos con unas miradas sumamente lascivas y se marcharon cotilleando entre ellas, se notaba un ambiente sumamente caliente y a pesar de lo que hasta hace unos minutos se debatía en mi interior, no paraba de preguntarme ¿Quién será la primera?

- Bueno, ya que estamos solos les platico rápido – continuó Lalo - he hecho arreglos con la gente del hotel, al que le toque la habitación sin reinita, primero que no chille, mañana va a ser otro día, segundo, hay una sorpresa para esa persona en la habitación, que se entretenga toda la noche y en la mañana volvemos a hacer el sorteo si todo sale bien y nadie se raja, ¿preguntas?

Nadie dijo nada, solo me resigné a decir.

- Compadre, como experto en logística, debo reconocer que eres un chingón en eso.

Todos reímos y sin decir nada vimos a Lalo barajear las llaves. Terminó y nos entregó cada llave sin siquiera voltearnos a mirar.
El destino me tenía deparada la llave de la villa más alejada; lo primero que pensé fue ‘que hueva’, pero la perspectiva de tal aventura me animó.

Nos dirigimos hacia las villas, a Rafa le tocó la primera; a Ángel le tocó la siguiente; Beto, la de en medio (y sin albur) y a mi compadre Lalo le tocó la penúltima, justo al lado de la mía.

Fuimos acompañándonos dejando a cada uno en su villa, al final sólo quedamos mi compadre y yo, paramos en frente de su villa y nos dimos un apretón de manos, solo atiné a decirle: Suerte.

He de reconocer que me sentí nervioso, justo cuando estaba girando para encaminarme hacia mi destino, mi compadre me detuvo por el hombro, lo voltee a ver y vi una amplia sonrisa en su rostro mezcla de malicia y astucia.

- Compadre, he de decirle que hice trampa –riendo por lo bajo- al Ángel le tocó la villa sin lady, al Rafa le tocó la Moni porque creo que le iba a dar gusto a ella, y para tu inicio tengo una sorpresa.

Sólo atiné a decirle -Gracias.

De momento no comprendí, pero recordé que Lalo era aficionado a la magia (¿lo comenté antes?), así que me dirigí hacia mi villa.
Llegué frente a la puerta, introduje la llave torpemente, al extraerla se prendió la lucecita verde que me indicaba que estaba abierto; gire la perilla, al abrir la puerta no pude ver quien estaba en ese cuarto, di tres pasos en la habitación y vi a la mujer por años había deseado echarme al plato pero que por diferencia de edades no había podido tocar, frente a mí, estaba Rebeca.

Envuelta en una bata de baño y con el cabello suelto, sentada de rodillas en la cama; para mí era en ese momento la imagen misma de la lujuria, nunca la había visto desnuda aunque me la había imaginado mil veces así, pero eso estaba por cambiar.

- Hola preciosa, me cae que tenía ganas de que fueras tú.
- Mira que me ganaste las palabras, siempre he querido preguntarte algo pero hasta ahora que te tengo para mí solita me voy a animar a hacerlo.
- Dispara chula, que en este momento soy sólo tuyo.
- ¿Porque nunca intentaste seducirme cuando éramos novios?

La verdad es que me esperaba esa pregunta y en mi mente había repasado la respuesta un millón de veces, no sólo para decirle a Rebe la razón, sino para convencerme a mí mismo de que había hecho lo correcto.

- Mira, la verdad es que, estaba tan enamorado de ti que no quise romper con la magia, además la diferencia de edades hacía que fuera hasta cierto punto hasta ilegal, creo que por eso tus papás se metieron tanto.

Sólo pude ver una tierna mirada y una sonrisa pícara en su rostro, me extendió los brazos y me abrazó, al separarse de mi me alcanzó a dar un tierno beso en la mejilla y no pude más.

La jalé de la bata hacia mí, y la besé apasionadamente, sentí con mi lengua su paladar, sus dientes, su lengua al mismo tiempo que ella jugueteaba con su lengua en mi boca.

Al separarnos le di un pequeño mordisco en el labio, cosa que solo la puso más caliente, justo iba a empezar a avanzar hacia ella cuando puso su mano en mi pecho para que me detuviera.

- Alto, ahora disfruta de la vista –me dijo guiñándome un ojo.

Se abrió la bata y lo que vi hizo que la quijada me llegara al suelo.

Estaba usando un calzoncito de esos tipos cacheteros, de encaje, lo que dejaba ver solamente un viso de sus partes más íntimas, por detrás le llegaba a media nalga, a falta de otra descripción, su colita se veía espectacular.

Su bra, coqueto con broche al frente, de encaje y media copa, por lo que se veían sus hermosas tetas desbordarse por donde la vieras, todo enmarcado por su larga y ondulada cabellera y coronada con la carita más angelical y cachonda que haya visto.

- Papi, esto es todo tuyo.

La volví a jalar hacia mí y la volví a besar, pero al mismo tiempo acariciaba sus curvas, pase mi mano por su trasero apretando sus nalgas y dándole pequeños golpecitos que hacían que gimiera.

Subí mis manos, pude sentir incluso a través del brassiere sus tetas tibias, suaves pero a la ves firmes, seguí el límite inferior de la suave prenda y alcance el broche delantero, lo solté y puse en libertad esas hermosas tetas, grandes, carnosas, blancas, con unos pezones respingados, no lo dude y baje a besarlos, lamerlos, morderlos, Rebe gemía de placer y mi miembro se ponía cada vez más y más duro, pidiendo que alguien tuviera la piedad de librarlo de su encierro.

Creo que Rebe notó lo caliente que estaba mientras besaba sus hermosos atributos, bajo su mano acariciando mi miembro por encima de la tela; comenzó a desabrochar mi short (mi traje de baño en realidad) y lo dejó caer hasta mis rodillas, mientras yo besaba esos senos turgentes ella me empezó a masturbar como toda una experta.

Al sentir la refriega, mi verga se puso rígida como un palo, no soy de esos que presume del tamaño del equipo porque no es exactamente el más grande que hayas visto, pero de un tamaño respetable y sobre todo, lo se mover con muy buena maestría.
Deje sus tetas y volví a besarla, sin dejar de hacerlo ella se movió hacia atrás aún de rodillas sobre la cama, se separó de mí, me dirigió una mirada cómplice y bajó hacia mi verga.

- Me la voy a tragar enterita.

Se la llevó hacia la boca y me comenzó a dar una mamada de antología, la chupaba, la lamía, la apretaba con sus manos, llevaba la cabeza hasta su garganta dándome un enorme placer, me estaba cogiendo la garganta de esta belleza.

- Así preciosa, chúpala, es tu paleta mi niña, chúpala.
- Si corazón, toda mía – atinaba a decir entre chupada y chupada.

Mientras ella me daba placer yo acariciaba sus nalgas, y les daba unas nalgaditas, me quite la playera y seguí acariciando su cuerpo, sus nalgas, su espalda, yo estaba a mil, y cuando sentía que estaba cerca de eyacular la detuve, le apliqué una llave no muy suave y la gire, quedó de frente a mí, ella acostada y yo aún de pie frente a ella a un lado de la cama.

La jalé hacia mí y entonces le quité sus bragas, ese cachetero que me estaba poniendo aún más caliente, pero lo que ahora veía era aún mejor.

Voltee a ver su coñito, todo depilado a excepción de un pequeño detalle de vello a la altura de su monte de venus, se veía súper cachondo y se me antojo como nada, así que ahora me tocaba a mí, baje mi cabeza y la puse entre sus piernas, y sin más metí mi lengua entre los carnosos labios de su coñito.

- Que rico papi, que rico, porque nos esperamos tanto.

Ella se movía y gemía de placer, de vez en cuando le daba un pequeño mordisco en el clítoris, cosa que la hacía dar un brinquito pero más de placer que de dolor, la volteaba a ver de reojo y podía ver su sonrisa al mismo tiempo que cerraba sus ojos para dejarse llevar, mientras tanto me despojé totalmente de mi short, preparándome para la faena que estaba por venir.

De repente empezó a apretar los muslos, su respiración se ralentizó y emitió un leve quejido de placer, supe en ese momento que había tenido un orgasmo.

- Ay, donde estabas papi, que rico lo chupas.

Ya cumplido el objetivo, mi verga clamaba por ser incluida en el juego, me pare frente a ella y sin dejar de verla a los ojos puse mi miembro en la entrada de su coñito, lo empecé a restregar una y otra vez, con la cabeza de mi miembro roce su clítoris y eso la puso aún más cachonda.

- Métemela, por favor, ya no aguanto, quiero sentirte dentro de mí.
- Tranquila mi niña cuando menos lo esperes estará dándote placer.

No había terminado de decir esto cuando de una sola embestida metí mi miembro hasta el fondo, sólo escuché un grito ahogado mezcla de sorpresa, dolor y placer.

Ahí estaba yo de pie, cogiéndome a la mujer que años atrás había sido mi novia, pero que por diversas causas no había podido sentir en la calidez de dos cuerpos desnudos entregándose al placer.

Yo no podía parar de embestirla, quería acabar con ella a puro placer porque eso significaría placer para mí mismo, sólo bajaba un poco mi ritmo para inclinarme hacia ella para besarla o besar sus carnosos senos.

Después de no sé cuánto tiempo, la jalé hacia mi sin sacar mi verga de su coñito, la cargué y la pegué contra la pared para ayudarme a sostener su cuerpo, estábamos de frente, besándonos mientras yo seguía mis movimientos cadenciosos del mete y saca.

- Si, hay que rico, sigue así, no quiero que pares.

Me empecé a sentir un poco cansado, así que la llevé aun en brazos y con mi miembro adentro hacia la cama, me recosté y ahora le toco a ella llevar el ritmo.

Se movía como diosa, podía ver que se sentía excitada a más no poder, además de que se sabía deseada y observada; frente a mí, encima de mí, estaba esta belleza moviéndose encima de mi verga a toda velocidad para sentir más placer.

De repente se puso de cuclillas y se sentó sobre mi miembro, fue una de las sensaciones más placenteras que he tenido, ya que la posición hace que su coñito se apriete lo que hace las penetraciones más apretaditas y te hace elevar la lujuria.

Estábamos agotados, no sé cuánto tiempo había pasado, pero ahora ella se recostaba sobre mi pecho, desde que comenzamos no habíamos dejado de conectar nuestros cuerpos por nuestros más íntimos miembros y deseos.

Saque mi verga de su coñito, estaba completamente empapado de sus jugos vaginales, la moví hacia un lado de la cama y yo me puse atrás de ella, levanté su pierna y la volví a penetrar, de cucharita como se conoce normalmente, así desde atrás estaba yo dirigiendo el movimiento, con mi mano derecha detenía su pierna y con la izquierda (que había pasado debajo de su cuello) acariciaba sus tetas, ella se estiraba para atrás para besarnos.

En ese cachondeo delicioso sentí acercarse el clímax, le hablé al oído.

- Chiquita, estoy a punto de venirme
- Termina dentro de mí corazón, quiero sentir tu lechita dentro de mí

Ya que tenía permiso subí el ritmo de mis embestidas y en un apretón de cuerpos sentí como mi semen inundaba su coñito, al mismo tiempo que apretaba sus caderas y detenía pausadamente la respiración, habíamos llegado a los orgasmos juntos, había sido delicioso.

Terminamos fundidos en un abrazo y así nos quedamos dormidos, desperté unas horas más tarde con ella recostada de lado sobre mi cuerpo, tenía los ojos abiertos, me había estado velando el sueño.

- Hola dormilón, pensé que te ibas a ir de largo
- No, como crees, solamente necesitaba reponer fuerzas

Me miro con unos ojos de complicidad y solo repuso.

- Pues vamos a comprobar que tanta fuerza agarraste.

Pero esa será otra historia, por favor comenten si les gusto el relato, que se puede mejorar y lo que les pareció bien y les contaré más de las aventuras de mi amigo en ese fin de semana, aún faltan las visitas a las otras niñas.
 

Victorico

Bovino adicto
Registrado
16 Ago 2007
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509
Pos con semejantes cueros.. ke bien.. experamos la continuacion
 

Dell-79

Bovino adolescente
Registrado
10 Oct 2008
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70
Excelente relato, coincido con los demás, ojala y así fueran las compañeras de trabajo, un saludo, espero la 2a parte y mas fotos de tus amigas, un saludo.
 

valkira

Bovino maduro
Registrado
27 Ago 2007
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119
Hermano, no existen palabras para alabar lo que viviste y contaste, simplemente, si me permites copiarte una frase de tu relato "Honor a quien Honor Merece", esperamos la continuación de tu relato!!!

Saludos!!!
 
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