Welcome!

By registering with us, you'll be able to discuss, share and private message with other members of our community.

SignUp Now!

Un fin de semana Swinger (2a. Parte)

ULIMAN

Becerro
Registrado
24 Ene 2010
Mensajes
20
Hola amigos Bakunos, les seguiré contando esta maravillosa experiencia. Si quieren leer la primera parte sigan el siguiente enlace:

http://ba-k.com/threads/3828387-Un-fin-de-semana-Swinger

Me despertó un etéreo rayo de sol, me sentía descansado y me llegó ese pequeño lapso en el que tienes que separar el la ficción de tu sueño de la realidad, y justo en ese momento me golpeó el recuerdo de una noche sorprendente, lo primero que hice fue voltear a ver a mi maravillosa compañera, Rebeca; en ese momento estaba acostada boca abajo, de espaldas hacia mí, desnuda y solamente una suave y delicada sábana cubría la parte baja de su anatomía.

El ver el contorno de sus senos salir por los costados de su cuerpo, su espalda desnuda y las curvas de su trasero (aunque cubierto por la tela), hicieron que inmediatamente mi viril compañero se pusiera tieso como mármol, sin embargo me obligué a no caer en la tentación de volver a probar las mieles de ese cuerpo tan apetitoso, solamente la idea de probar la femineidad de otra de mis compañeras hizo que mantuviera la serenidad.

Me acerqué a ella, acaricié su espalda suavemente desde donde nacen sus nalgas hasta el cuello, de inmediato y con un respingo se despertó con una sonrisa de oreja a oreja, llena de dulzura me miro y me guiñó un ojo, supe en ese momento que la experiencia había sido tan intensa, sensual y placentera como la había sido para mí.

Nos quedamos platicando un buen rato sobre la cama, nimiedades si he de ser honesto, y conforme fue avanzando la mañana fueron llegando las llamadas para ponernos de acuerdo del lugar y la hora para vernos para desayunar, la única regla, todos con ropa de playa, íbamos a pasar el resto de la mañana en la alberca.

La verdad es que no tenía tanta hambre comparada con la sed que sentí (y es que cuando tengo sexo, lo primero que me sucede al terminar es tener una sed de camello), sin embargo la perspectiva de ver a las demás parejas armadas por el azar (o más bien por mi compadre el mago) y la cosquilla de ver quien era mi siguiente pareja mejoró mi humor y me dispuse con más ganas a ir al restaurante.

Rebeca y yo llegamos tomados de la mano, muy sonrientes y cotilleando por lo bajo, solamente estaban sentados Rafa y Moni (que como comenté habían pasado la noche juntos) y Ángel, con una cara de crudo de no creer (después nos contaría que la sorpresa fue una visita a cierta disco muy conocida, con barra libre y transporte incluido).

Hasta ahí no había despejado ninguna de mis curiosidades, ya que esta pareja y que a Ángel no le hubiera tocado con quien pasar la noche eran cosas que yo ya sabía, el morbo era lo que me tenía expectante y con ganas de despejar mi curiosidad.

Sabía que a mi compadre Lalo le daba igual con quien pasar la noche, pero si lo conocía (y de eso estoy seguro) sabía que había arreglado un nuevo encuentro con Emma, y así fue; llegaron muy sonrientes, relajeando y ella no dejo de darle nalgaditas a mi compadre.

- Órale, vas a magullar la fruta para la siguiente cliente – comentó Lalo mientras todos reíamos.

Sólo faltaba que aparecieran Beto y Jackie, quien a decir verdad para mí era la siguiente en la mira, ese cuerpecito se me estaba antojando desde hace mucho, y no iba a dejar pasar la oportunidad.

Como a los 5 minutos llegaron, sin embargo fueron los únicos que llegaron un poco serios, especialmente en Jackie vi una actitud con un dejo de aburrimiento, después me enteré porque pero se los contaré más adelante.

Desayunamos en un ambiente muy alegre, no faltaron las conversaciones privadas por todos lados (especialmente de las damitas), sin embargo en un momento los varones quedamos a una buena distancia de ellas y pudimos platicar.

- Qué onda Rafa, entonces te fue de maravilla, ¿no? – Pregunto Lalo.

- Eso es poco, Moni es una perra en celo, yo creo que su marido no le da seguido porque me pedía más y más, y como andaba yo bien jarioso pues no dude en seguirle –respondió Rafa.

- No, pues se ve que estuvo chido, esta vez me toca a mí, a ver quién se chinga – comentó un enfurruñado Ángel.

-Tranquilo Ángel, te puedo decir que en mi caso no te perdiste de nada – Comentó Beto.

Todos lo volteamos a ver, no podíamos dar crédito a lo que oíamos, se había llevado a la cama a la más jovencita y una de las más sabrosas de todas y soltaba este comentario, y terminó diciendo.

- A mí no me tomen en cuenta para el siguiente turno, la verdad es que prefiero descansar.

Todos nos quedamos viéndolo atónitos, sin embargo nadie dijo nada, si hay un código de honor entre hombres es precisamente el de no preguntar de más.

Siguió transcurriendo la mañana, todos platicábamos y chacoteábamos, no había prisa y nos estábamos dando tiempo para recordar vivencias de nuestro tiempo trabajando juntos, sin embargo había alguien que no estaba en sintonía.

Beto como que se sentía fuera de lugar, todos estábamos dentro de la alberca mientras que él estaba acostado a un lado en un camastro sin interactuar con los demás, después de un rato se acercó a Ángel (yo estaba del otro lado, por lo que no alcancé a escuchar nada), platicaron unos instantes y Beto agarró algo cerca de donde dejamos las cosas.

Mi papel y mi costumbre como jefe me movió a ir a averiguar qué había sucedido, así que sin más fui con Ángel a preguntarle qué había sucedido.

- Nada jefe, simplemente me pidió la llave de la habitación, como dijo que no quería entrarle para la siguiente creo que se fue a descansar.

Instintivamente voltee a ver a Jackie quien en ese momento veía a Beto marcharse, con una mirada mezcla de ternura y resignación; algo me hizo acercarme a platicar con ella, no sabía que me habría de poner en una posición idónea para asegurar mi siguiente víctima.

Jackie se encontraba en un área un poco apartada dentro de la alberca, por lo que sabía que todo lo que platicáramos sería totalmente privado, al acercarme a esta hermosa mujer me sentí un poco inquieto, pero la experiencia de la noche anterior me dio valor.

Nadé por debajo del agua y al salir de ella y al verme acercar, pude ver una sonrisa discreta, seguía un poco cabizbaja y me dispuse a hacer una broma para conseguir una sonrisa.

- Ta trompuda la niña, o quiere beso.
- Pues mejor ni me beses, no sé si estoy de humor – aunque ya lo dijo esbozando una sonrisa un poco más amplia.
- Oye, tranquila, vengo en son de paz, además no sé porque estas así, a ver, cuéntame, ¿Qué pasó con Beto ayer?

En ese momento se puso roja como tomate, se ruborizó por completo y se puso aún más cortante.

- Creo que no es de tu incumbencia.
- Siendo todos compañeros es de mi incumbencia, además soy el jefe, y aunque esto no está precisamente dentro de las normas de la empresa necesito saber que tan grande el problema para saber cómo solucionarlo.

Lo dije con la certeza y seguridad del líder de equipo que soy, inmediatamente cambió su actitud y contestó con una voz mucho más serena, confiada, creo que lo que esta niña necesitaba era un hombre que le hablara como eso.

- Perdón, tienes razón, no quise ser grosera.

Agachó la cabeza, como una niña apenada por que la acababan de regañar. Me acerqué y le tomé de la barbilla con mis dedos pulgar e índice y le levanté el rostro, me sentí como si estuviera frente a una niña (en cierta forma eso era), le dije con la voz más dulce pero a la vez varonil que pude encontrar.

- No hay problema pequeña, pero necesito saber que pasó.

Hizo un gesto de resignación y se abrió.

- La verdad es que para mí lo de anoche fue un trauma, pensé que sería liberador porque las cosas con mi novio no van bien en ciertos…sentidos.

- A ver, algo va mal con tu novio entonces y creíste que lo de anoche te iba a ayudar, pequeña, dime que es y si te puedo ayudar con gusto lo haré (Intuí que era y claro que la quería ayudar).

- Es que me da mucha pena, no es algo fácil de platicar y menos a tu jefe.

- Vamos no es tan difícil, solo dilo.

- Bueno, pues la verdad es que…hace mucho tiempo que no tengo un orgasmo, aunque realmente no se si he tenido alguno, con mi novio he tenido relaciones pero no me satisface y eso lo ha hecho alejarse un poco de mí. Y anoche con Beto, pues, fue lo mismo, nada de nada, creo que hay algo mal en mí.

Me acerqué con suavidad y la tomé de los hombros, sólo teníamos la mitad de los torsos fuera del agua, por lo que pude sentir su cálida piel, ella solo me vio a los ojos y me echo los brazos al cuello y me abrazó poniendo su mejilla sobre mi hombro, metí mis brazos al agua y la rodee de la cintura; con una voz suave y con toda la calidez que pude impregnar en ella le dije hablándole al oído libre que quedaba cerca de mi boca.

- No hay nada de malo en ti pequeñuela, eres hermosa, encantadora, tiene un ángel que llena toda la oficina, de ninguna manera vuelvas a decir eso, ese idiota al que llamas novio no está a tu altura, lo que necesitas es estar con un hombre de verdad.

Se separó y se puso frente a mí, con esa sonrisa angelical y su carita de traviesa que nuevamente salía a relucir.

- ¿De verdad lo crees?, ¿no crees que haya algo mal en mí?
- No, de verdad, creo que eres perfecta.

No había terminado de decir esto cuando se acercó, se puso de puntitas y me beso, sus labios sabían a frutillas, como fresas, fue un beso dulce, suave y tierno, lleno de agradecimiento más que de pasión. Ahora le toco hablar a ella mientras aun estábamos abrazados y a escasos centímetros entre nuestros labios.

- Lo que dijiste ayer, de que habías fantaseado conmigo, ¿era verdad?
- Claro, quien no soñaría con ver desnudo el cuerpo de una muñequita como tú, eres una diosa mi niña.
- Pues en ese caso, quiero que me hagas sentir mujer como nadie lo ha hecho, quiero ser tuya, quiero estar con un hombre de verdad, quiero estar contigo.

Me tomo de la mano y me condujo hacia la escalerilla para salir de la alberca, para estos momentos las miradas de todos los demás estaban fijas en nosotros, todos sonreían y no falto la burla – Uuuuuhhhhhh

- Así es chicos y chicas, voy a disfrutar de este hombre, lo siento pero no puedo estar esperando a un sorteo, lo quiero ya – Les dijo Jackie mientras me jalaba camino a la villa donde disfrutaría de tremendo caramelito.

Todo el camino fue de una enorme tensión sexual, sólo íbamos tomados de las manos, habíamos decidido mutuamente (aunque sin palabras) no romper esta mágica sensación con palabras o caricias vacías, queríamos esperar a estar en intimidad.

Jackie me volteaba a mirar pícaramente, con la sensualidad a flor de piel, cuando llegamos al umbral de la puerta de la villa me extendió la llave, con una sonrisa la recibí, abrí la puerta y entramos, caminamos hasta el borde de la cama, la cargué suavemente y me senté en la cama de cuclillas con ella sentada sobre mí, podía sentir su suave y cálido trasero en mi pene aun a pesar de la tela, el cual para ese momento empezaba a mostrar su deseo de salir a jugar.

Quedamos frente a frente, sentía su cuerpo vibrar, sólo había besado esos labios de una forma muy tierna, pero ahora quería hacerlo con toda la energía que acumulaba en todos esos minutos en donde mi cuerpo se calentó, y en ese momento nos fundimos en un beso, pero no como el anterior, un beso que era seguido de otro más explorador y provocativo, uno que se apropiaba de sus labios como si fueran míos, los saboree, los acaricie, hasta que en pequeños mordisquitos mi boca hacia estremecer la de ella.

Mi lengua recorría sus labios de lado a lado como quien prueba un helado. En un instante me alejé un poco para mirarla a los ojos y sonreírle pícaramente para así seguir con nuestro beso, para que nuestras lenguas jugaran entre sí mientras mis manos se perdían sobre su nuca y su cabello, mientras sus manos deshacían mi espalda y mi cintura a cada roce.

Seguía sentada sobre mí, ahora con las piernas dobladas dejando sus rodillas a la altura de mi pecho. Empecé a acariciar sus piernas y sus muslos por el lado de adentro, acercando mi mano cada vez más a su coñito.

Jalé unos cojines y la recosté sobre ellos, no quedó acostada pero si recargada sobre ellos y recargada sobre uno de mis brazos, la seguía besando y al sentirse más cómoda en esa posición abrió sus piernas, por encima de su bañador pude alcanzar a ver los labios vaginales de su anatomía, mi verga inmediatamente reaccionó y se puso dura, lista para la acción.

Le empecé a acariciar su coñito por encima de la tela, sentía como se iba calentando más, soltaba gemiditos de placer mientras se movía en cadencia con el movimiento de mi mano sobre sus labios vaginales, ella mientras pasaba sus manos sobre mi cabello, mis brazos, lo cual me excitaba aún más.

Subí mis manos hacia sus senos, no muy grandes pero bien formaditos, aún estaban protegidos por la parte superior de su bañador, el cual desamarro con un ágil movimiento, ahora estaban desnudos frente a mí y baje a besarlos, chuparlos, estrujarlos, morderlos, eran deliciosos, suaves pero firmes.

Alterné mis labios entre sus senos y su boca, no podía apartarme de ninguno de esos deliciosos bocadillos mientras mis manos recorrían su vientre firme, terso, cálido, deseaba hacerle el amor, pero sabía que no era el momento, debía sentirse deseada.

Seguía emitiendo gemiditos de placer, mientras recorría su vientre también bajaba hasta su coñito, el bañador estaba mojado pero ya no solo de la alberca, sentía como sus fluidos lubricaban su coñito, estaba poniéndose a tono para recibir faena.

Subió un poco sus caderas para quedar de lado, así pude acariciar su anatomía completa, deslizaba mi mano libre entre sus tetas, su vientre, su coñito y su trasero, estaba ya muy caliente y mi amigo pedía salir a jugar.

Se enderezó y me hizo recostar, seguía con la parte baja del bañador pero todo el resto de su anatomía estaba al desnudo, paso su mano acariciando mi verga por encima de mi bañador, lo tomó y lo deslizó hasta dejarme completamente desnudo, subió a besarme tiernamente y se sentó encima de mi verga, pensé que se iba a acomodar para que la penetrara pero no.

Me dirigió una pícara sonrisa y se deslizó hacia atrás en posición de a perrito, con la cara hacia mi sin dejar su pose coqueta y cuando mi verga estuvo a la altura de su rostro la tomó con sus manos, la acarició de arriba abajo, eso me puso a 100, podía ver las venas de mi miembro inyectadas de sangre, deseoso de sentir los labios que tenía cerca.

Empezó a lamer el tronco de mi verga, bajaba con su lengua hasta mis testículos y volvía a subir, por fin llegó hasta el glande y lo empezó a chupar con movimientos circulares, como una niña con su paleta, y de repente la metió toda en su garganta, sentí la calidez de su boca y su saliva en mi verga, la chupaba pero con dulzura, lentamente, con los ojos cerrados, como quien disfruta de un banquete que tiene a su merced.

Mientras me chupaba la verga yo acariciaba su pelo, solo abría los ojos para voltear a verme, sonreír ligeramente y guiñarme un ojo, yo estaba súper excitado ante tal monumento de mujer disfrutando de su paleta al mismo tiempo que alcanzaba a ver la alejada curva de su trasero, el cual se me antojaba cada vez más; ella seguía chupando mi miembro, dándole pequeños besitos a todo lo largo del tronco.

Sentí que estaba a punto del orgasmo ante una mamada de tal calibre, la jalé hacia mí porque no era mi idea terminar sin darle todo el placer que merecía a mi pequeña Jackie, me besó y la gire para que quedara acostada junto a mí.

La seguí besando y bajé besando todo su cuerpo, al llegar a su bañador hice que levantará sus piernitas muy juntas, jalé el bañador hacia arriba y quedó libre su coñito, se podía ver entre la parte trasera de sus muslos y su colita; bajo las piernas y las abrió, lo que vi era todo un espectáculo, totalmente depiladita y sus labios rositas, seguí besando su vientre bajando cada vez más y al tener su coñito frente a mi rostro quedé acostado y entonces empecé a lamer su deliciosa femineidad.

- Ay, que rico, si chúpamela, méteme la lengua, cógeme con la lengua.

Jackie estaba que ardía, para este momento estaba totalmente lubricada, metí uno de mis dedos hasta el fondo mientras que con mi lengua jugueteaba su clítoris, ella jadeaba de placer, cada vez que le daba un apretoncito a su clítoris daba un respingo sonriendo.

- ¿Te gusta mi niña? – alcancé a preguntar entre lengüetazos.
- No me gusta, me encanta, tú sigue así que me vuelves loca.

Sentí como iba apretando los muslos y tensando los músculos de su pubis, señal inequívoca de que estaba a punto de tener un orgasmo, me paré en seco y me enderecé, abrió los ojos con una mueca de reproche.

- ¿Por qué? Estaba sintiendo cosas deliciosas
- Si corazón, pero quiero que sientas un orgasmo con mi verga adentro, quiero disfrutar tu carita cuando estés en el clímax total.
- Pues entonces hazlo, te quiero sentir adentro.

Sonrió y se acomodó, ella totalmente acostada, mirándome, le puse una almohada en la espalda para poder penetrarla más profundamente al mismo tiempo que puse su pierna derecha paralela a mi torso descansando sobre mi hombro, tomé mi miembro y restregué mi glande en su clítoris y la entrada de su vagina.

- Ya métemela, me pones nerviosa.
- Pídemelo con cariño, con deseo, con coqueteo.
- Ok, a ver - puso cara de niña buena y con una voz melosa – papiiii, porque no me metes tu verga, muero por sentirla adentro.

Sin decir nada empuje mi verga hacia adentro, hasta el fondo, sentí mis testículos pegar con las formas de sus nalgas.

- Ayyy que rico
- Si mi niña, disfrútalo, ahora vas a saber lo que es ser mujer.

Empecé con el mete y saca mientras ella solamente curveaba su cuerpo para sentir más profundas las penetraciones, al mismo tiempo yo acariciaba y apretaba sus caderas lo cual hacia más estrecho su chochito, los roces por lo tanto eran cada vez más placenteros.

Jackie seguí gimiendo, echaba hacia atrás su cabeza cerrando los ojos y disfrutando del roce de nuestros cuerpos, le imprimí más velocidad a mis movimientos y veía como bamboleaban sus tetas, un movimiento casi hipnotizante que me motivaba a seguir. Baje el ritmo y me incliné hacia adelante para besarla, estaba extasiado con esa hermosa mujer a la que me estaba cogiendo, pero no dejaba de darle ritmo a mis movimientos.

Sin sacar mi verga la gire hacia atrás y me puse atrás de ella, subí su pierna derecha y la detuve con mi mano, y seguí dándole a ese rico chochito, mi mano izquierda la pase por detrás de su cuello y con ella le garraba las tetas mientras seguía el mete y saca, se giraba hacia mí y me daba tiernos besos.

- Que rico, lo haces como profesional pequeña.
- Soy tu puta, sígueme dando, no pares.

Así giramos y quedó acostada encima de mí, todavía la tenía ensartada, dobló sus rodillas y ahora ya estaba en la posición de amazona invertida (sentada sobre el miembro con la espalda hacia mí), empezó a llevar ahora el movimiento, creo que el comentario anterior le dio valor para intentar cosas diferentes.

- Si, ay así, dame más, dame más, ay, ayyyyyy.

Pude sentir como se apretaban sus caderas, bajo el ritmo de su respiración y sentí fluir sus líquidos vaginales sobre mi verga, se dejó caer de espaldas sobre mi pecho, había tenido un orgasmo; me sentía muy bien de que al fin hubiera sentido ese placer.

- Guau, que delicioso, esto es realmente sentirse mujer.
- Pérate chula, ahora voy yo, y en el camino vamos a ver si puedes llegar al siguiente.

La gire hacia mi lado izquierdo y la puse sobre la cama, me puse encima de ella y la penetré, soltó un gemido ahogado porque esta vez lo hice con fuerza, con energía, ahora iba a sentir algo de rudeza; estábamos como en un misionero pero la giré de tal forma que cruzó su pierna izquierda sobre mí al tiempo que la penetraba y con mi mano derecha agarraba su culo jalándolo hacia mí para hacer las embestidas más potentes.

- Ahhh, ahhh, si, sigue así, mmmm, ahhh.

Estábamos abrazados mientras yo embestía con fuerza, ella besaba mis hombros y me daba pequeños mordiscos de placer, la giré nuevamente y ahora la tenía encima de mí pero de frente, con esas tetas en mis manos y boca, y empecé un movimiento rápido, no podía esperar más, quería llenar sus entrañas con mi lechita caliente.

Justo estaba en ese movimiento veloz cuando sentí que explotaba al mismo tiempo que ella nuevamente apretaba sus caderas en un orgasmo mas, con cada una de las contracciones vaginales de su interior sentía un chorro de semen salir de mi erecto compañero.

Nos dejamos caer sin haber sacado mi miembro, se estaba poniendo flácido cuando lo saque cubierto de una mezcla de semen y fluidos vaginales, ella se llevó la mano a su vagina y la acarició usando usando como lubricante el semen que salía de su chochito.

- Que rico, hace mucho que no tenía un orgasmo y ahora me regalaste dos, eres un toro.
- Mi niña, con este mujerón enfrente era lo menos que podía hacer.
- ¿Quieres bañarte?, puedes enjabonarme las tetas y todo mi cuerpecito.
- Será un placer.

Creo que me preparaba para otra faena porque mi amigo inmediatamente reaccionó, pero esa es otra historia.

Comenten que sí y que no les gusto de mi relato y subiré pronto la continuación de este formidable fin de semana; de regalito les dejo unas fotos de la chiquita Jackie, por obvias razones no muestro su hermosa carita pero con ese cuerpecito se podrán dar una idea de lo que me comí.











 

mrtuelo

Becerro
Registrado
13 Dic 2008
Mensajes
9
Barbaro! y no tendran alguna plaza disponible en tu trabajo? :chavo:
 

Dell-79

Bovino adolescente
Registrado
10 Oct 2008
Mensajes
70
Que buen relato, lo estuve leyendo mientras comía y creo que este fue el postre, me transportaste a la escena felicidades, excelentes fotos, bonito cuerpo de Jackie, espero y compartas mas fotos de las demás chicas, bueno de tu primer relato pon mas fotos de la primer chica que te cogiste igual esta de 10's esperamos la continuidad.....
 

miguelsr09

Bovino maduro
Registrado
28 Nov 2007
Mensajes
127
EL RELATO MUY BUENO, VAYA QUE DISFRUTASTE DE ALGO MUY RICO CON JACKIE QUE EN LAS FOTOS SE VE QUE ESTA...MAMI. SALUDOS Y GRACIAS O POR COMPARTIR ESPERAMOS MAS RELATOS CIAO
 
Arriba Pie