“Cecilia y el dueño del deposito”
Por “mistika”
Bueno amigos bakunos, espero no haberlos decepcionados con el relato anterior, solo quiero que me escriban mas y así poder subir mas.
Después de casarnos aquí en la calle donde vivo una casa se desocupo y al poco tiempo se cambio un matrimonio, el se veía de unos 39 años, ella un poco mas joven que el, máximo le calculaba 34 años. En ese momento no nos enteramos que tuviesen hijos, eso lo supimos después.
Cecilia y yo nos hicimos amigas después que un día tuvieron un altercado familiar, ella vino a refugiarse a la casa para que sus familiares le ayudasen y esas cosas.
El único problema con Rafael (su esposo) es que siempre que ella venia a la casa y que duraba un rato, el simplemente con un silbido hacia que ella regresara a su casa. Les juro que molestaba bastante que hiciera eso, pues ella no es su esclava.
Ups, creo que se me olvido describir a mi amiga. Mis lujuriosos lectores Cecilia es una mujer delgada, por no decir flaca. Su estatura es chaparrita, mide a penas 1.60m, senos medianos un brasiere 34b le queda muy bien, de nalgas esta escasa, casi no tiene nalgas.
Estando en su casa, mientras preparábamos una carne para después asarla en su casa, festejábamos a Rubén (su niño de 12 años), yo le ayudaba a mi amiga en la preparación de la comida horas antes de que diera inicio la fiesta. Como iba a venir demasiada gente días antes me solicito ayuda para poder lograr todo a tiempo. Yo acepte gustosa porque Cecilia me ayudaba cuando yo le solicitaba su ayuda.
Recuerdo que estaba cortando parte de la cebolla en cuadritos en la cocina, cuando de pronto se escucho el celular de mi amiga, de sonido traía aquella canción del “sonidito”.
“Ceci, tu celular esta sonando” le grite
“voy, no lo contestes, ahí voy” me respondió
Por la distancia que tuvo que caminar, casi correr no alcanzo a contestar, pero de igual forma vio de quien se trataba esa llamada perdida.
“¿era Rafael?” Pregunte
“n-no, era otra persona, ya vez la familia” tartamudeo al explicármelo.
No le tome mucha relevancia pues no me interesaba o no ocupaba mi mente por esos momentos.
Seguí con mis actividades en la cocina, seguí cortando la carne y así como unas verduras que se ocuparían para la fiesta, cuando de nueva cuenta su celular volvió a sonar, esta vez si alcanzo a contestar, para hacerlo se fue a una de las recamaras.
No tardo mucho en regresar conmigo a la cocina, note que estaba un poco preocupada, solo que a mi no me gusta meterme en líos o averiguar de mas, por eso no le pregunte que le pasaba. Yo tuve la idea que el de las llamadas era su esposo, porque siempre que le hablaba era para discutir o pelear por cualquier otra cosa, y que por no querer preocuparme me dijo otra cosa.
“e-este, ay amiga, no quiero ser grosera, pero me van a venir unas visitas y pues necesito estar sola, porque son familiares de mi esposo y se encabrona que haya gente que no es de la familia” me decía un muy nerviosa.
Nunca me he sentido a gusto en lugares que no me llaman, eso para mi es una grosería, pero en esos momentos no tenia ánimos de reclamarle, no quería hacerlo, en esos momentos no.
“pues fíjate que mal, pero bueno, no quiero causarte problemas” fue lo ultimo que atine a decirle antes de salir de la casa.
“Ay Isabel, no te enojes, ya sabes como son los familiares de Rafa” replicaba.
“esta bien, pero esa no es manera de tratar a una amiga” conteste.
Ya no quise hacer más grande el cuento, así que me fui derechito a mi casa, dejándola con las palabras en la boca.
En mi casa me puse a hacer algunas cosas que tenia pendientes que hacer, pues por haber ido a ayudar a mi amiga deje inconclusas.
Recuerdo que eran las 11:30 de la mañana cuando sonó el teléfono de la casa:
-“¿bueno?” pregunte
- “¿Dónde andas?, tengo mas de media marcándote al pinche celular y no me contestas” Era la dulce y encabronada voz de mi amado Juan.
- “no seas mamon, mi celular no ha sonado” respondí
No los aburriré con el resto de la plática, que según recuerdo era para lo del regalo del niño de mi “amiga”. (Pongo la palabra “amiga” así entre comillas porque me dio mucho coraje que me haya hecho eso)
Cuando termine de hablar con el, hice memoria de donde había dejado mi teléfono….si, lo deje en la casa de Cecilia.
Lo que sucedió fue que como salí de prisa de la casa de Ceci deje olvidado el celular en la cocina a un lado de la televisión que tienen ahí, y como estaba en vibración por eso no lo escucharon.
Para no dejarlo mas tiempo en la casa de Ceci me fui por el, su casa no esta muy lejos de la mía, (3 casas a la izquierda), al llegar vi que estaba la moto del señor del deposito, creí que estaba haciendo la entrega de las cosas que ocuparía ese día en la noche (refrescos, botanas, etc.), porque Cecilia me había dicho que le solicito esas cosas al señor Chema y que en el trascurso del día se las llevaría.
Justamente cuando me disponía a tocar la puerta me fije que estaba abierta, me pareció algo normal porque pensé que estaba el señor haciendo la entrega de los mencionados productos.
Seguí caminando con la idea que me los toparía en la cocina, pero no fue así, no había nadie, no hice mucho ruido, pues se oían ruidos en el segundo piso.
Al asomarme por una parte de la abertura de la puerta de una de las recamaras para ver que pasaba:
“NO MAMES, A MI “AMIGA” SE LA ESTABA COGIENDO EL SEÑOR DEL DEPOSITO”.
No quise quedarme mucho tiempo viendo esa escena para no ser descubierta, pero esa imagen había quedado grabada como fotografía en mi cabeza.
La escena era esta:
Ella estaba empinada de perrito, el detrás de ella metiéndosela, no se si por el culo o por la vagina, pero eso si, el sr. tiene las nalgas muy peludas al igual que su espalda.
Me asuste al verlos, imaginarlos, ¿Cómo era posible que ella se metiera con ese hombre tan horrible?
Llegue directo a la casa a vomitar, solo la idea de ver a ese hombre grotesco, peludo, sucio, maloliente. Un asco me invadio por todo mi cuerpo.
Este señor es una persona muy descuidada en su aseo, dense mas o menos una idea de lo que hablo: estatura chaparro, algo así como 1.60m, de la misma estatura que mi amiga. Gordo, con barba dejada de días, siempre usaba camisas blancas, pero el las dejaba grises por lo sucio, la boca le huele a rayos, muy mal aliento por parte de este sujeto.
Mejor le paro no me vaya a vomitar en el teclado.
Bueno, como les decía este señor es de lo mas bajo que se puedan imaginar, me imagino que ha de tener una verga muy grande porque galan no es para tener tantas viejas a su disposición.
Estando debajo del agua de la regadera me toque mi cuerpo, mis pezones se pararon, mi mano izquierda jugueteaba con mi vello púbico, lo tengo largo a petición de mi amado esposo, quien se entretiene jugando con ellos cada vez que hacemos el amor. Lo que vi en la mañana me había prendido un poco, no tanto como para que me cogiera ese sujeto, pero si como para echarme un buen palito con mi esposo.
Saliendo de la regadera me fui directito en búsqueda de mi “amigo” que juan hace algunas navidades me regalo. Es un consolador, mediano, se le notan las marcas de las venas, se ve igual que un pene, pero a diferencia de uno real este brilla en la oscuridad.
Me sente en la orilla de la cama, me abri la bata de baño, moje un poco a mi amiga, creo que no había esa necesidad pues ya estaba lista para la acción.
(Condenados cachondos, les estoy regalando una sesión de sexo…disfrutenla)
Antes de metérmelo agarre mis senos, jugué un poco con ellos, estaban bien paraditos mis pezones, ¡condenado juan, donde estas cuando mas te nececito!...
Bueno, segui con la introducción de mi amigo en mi vagina, siempre comienzo con un ritmo semi lento, despacio, que mi vagina se acostumbre al grueso de mi “amigo”. No es por presumirles, no fanfarronear, pero siempre lubrico y demás cuando de sexo se trata, por eso me facilito la introducción del consolador en mi vagina.
Estaba bien prendida jugando con mi amigo, me imaginaba que era Juan cogiéndome como solo el lo hace, el ritmo de entrar y salir fue en incremento, mas rápido entraba y salía mi “amigo” de mi, esto me provocaba orgasmos, no se cuantos tuve, pero quede rendida tendida sobre la cama cuando me vine dejando muy marcada mi batalla en las sabanas.
De nueva cuenta me bañe, no crean, soy adicta a la limpieza y cuanto mas si voy a una reunión donde habrá mas gente.
Termine de bañarme, de nuevo me senté en la cama, ya no quise moverle a mi cosita sino esto hubiera sido el cuento de nunca acabar.
Como no era tan formal la fiesta me puse unos jeans negros de mezclilla muy ajustados, una blusa negra que se transparenta un poco, pero deja ver mis senos, para no darles tentación a los invitados a la dichosa fiesta me puse una camisa de color rojo de cuadritos, unas botas vaqueras terminaron de ajuararme ese día, me veía muy bien, no es por nada.
Me fui al cuarto de la niña para revisar como iba con su ropa, yo trato que ella sea independiente, pues así me enseño mi mami…
Ya estando listos, como a eso de las 8 de la noche, los tres juntitos nos fuimos a la fiesta del hijo de Cecilia. Como les digo no esta muy lejos su casa por eso llegamos muy rápido.
El ambiente de la fiesta era relajado, había personas mayores, pero casi eran chamaquillos de la edad del niño de Cecilia. Juan estaba con Rafael en el patio asando la carne, mientras que Cecilia, su hermana, una concuña y yo estábamos en la sala.
Cada una ocupaba un lugar en la sala, quedamos de frente Cecilia y yo. Ella me evitaba la mirada, no se si intuia que era por lo de la pelea de la mañana, o porque había descubierto que se había metido con el viejo del deposito.
De pronto Cecilia se levanto y me pidió que la acompañara a la cocina, no se me hizo extraño porque bien sabia que quería aclarar conmigo lo grosera que ella había sido conmigo.
“Isabel quiero pedirte disculpas por lo de la mañana. Se que me porte muy grosera contigo amiga, es que ya sabes como es la familia de mi esposo” me decía muy apenada
“si te entiendo, pero imagínate como te sentirías que yo te hiciera lo mismo” conteste.
“no pues si, te pido que me disculpes por esta mala actitud, no me lo tomes a mal, espero que no te hayas molestado y si lo hiciste te pido mil disculpas” me respondio.
“esta bien, no hay problema, solo te pido algo, que no me digas mentiras, a mi no me gustan los chismes pero bien supe no fue la familia de tu esposo la que vino, ¿o si?” le decía
“d-de que me estas hablando, no se a que te refieras con eso” ella estaba nerviosa, inquieta
“mira no nos hagamos, se que vino cierta personita desagradable y que te dio un servicio completo, por eso me corriste de la casa, pero no te preocupes, tu secreto estará bien guardado.” Le explicaba
“¿Cómo lo sabes?, ¡por favor, no se lo digas a Rafael,” suplicaba mientras de sus ojos salían lagrimas
“Cómo si no me conocieras, se muchas cosas de las demás y jamás ando contando, lo que menos quiero son problemas” respondí
“es algo largo y difícil de contar, mañana vienes a la casa y te lo cuento con lujo de detalle” me respondió
Nos abrazamos efusivamente, Cecilia me suplicaba que no comentara nada de lo sucedido.
Le prometi que de mi boca no saldría palabra alguna, solo que me tendría que contar todo al pie de la letra de lo ocurrido con ese desagradable señor.
Pues amigos cachondos, basta ya de tanto bla, bla, bla, es aburrirlos mas y la idea es que se exiten leyendo las palabras de esta cachonda hembra, sedienta de sexo, de lujuria y que me encanta las metidas de verga de mi marido.
Al día siguiente ella me mando un mensaje a mi celular:
“vente a la casa, es hora de platicar” eran sus palabras en el msm que me llego a mi celular.
Ni tarde ni perezosa me fui a la casa de Cecilia a enterarme de todo el chisme, a juan le dije que iba con ella a enseñarle unas recetas de cocina.
Entre a la casa de Cecilia, amablemente me pidió que nos fueramos a la sala de su casa, ahí ya estaban preparadas algunas cosas como una botanita de carnes frias, así como también una jarra de limonada con 2 vasos, uno de ellos repleto de hielo, ese sabia que seria para mi porque me encanta el hielo (sobretodo si me lo pasan en mis pechos y en mi abdomen, pero esa es otra historia).
“Pasale amiga, vente a la sala, ahí estaremos mas comodas” me decía
Nos sentamos, ella me dio el vaso de hielos y me sirvió la limonada.
“haber, dime amiga, ¿Cómo se te ocurrio meterte con ese señor, esta horrible” pregunte algo inquieta
“ay Isabel, es algo difícil de contar, no se como empezar” respondio
“pues creo que desde el principio amiga, es la única manera que me entere de todo” conteste
“¿Quieres saberlo?” Pregunto
“¡si!” respondí
“todo comenzó hace como 3 meses, ¿recuerdas que Rafael salió por cuestiones de trabajo?” me dijo
“Si lo recuerdo” respondí
Un día que fui a comprar unas cosas para la comida, ya sabes la soda y las tortillas, ese día el estaba acomodando unas cosas en una de los anaqueles, en eso, que se le safaron unas latas que estaba acomodando, una de ellas vino directamente a mi cabeza. Solo recuerdo que desperté en el piso de la tienda y al señor este auxiliándome
-¿se encuentra bien, señora? Me pregunto
-¿Qué, que me paso? Respondí
- estas latas tremendas que se safaron y se cayeron sobre usted. Me respondio.
-Ayudeme a levantarme, atiene a decirle
-espérese tantito señito, se llevo tremendo porrazo que no quiero que le vaya a pasar algo. Me decía en tono preocupado.
- No me pasa nada, solo me duele un poco la cabeza, pero solo es el golpe. Le respondí.
Amablemente me ayudo a levantarme, me sentó en la silla y me hizo platica mientras me ponía un poco de ungüento de mentol.
“espero que no le vaya a pasar algo mas grave y que solo quede en el golpe” me dijo
“no pasa nada malo, solo que si traigo tremendo chichon en la frente” conteste.
No te sabría decir que fue lo que paso exactamente, si fue porque me sentí débil y mareada por el fuerte golpe que me di, pero su platica me hizo sentirme cómoda, agradable y sobre todo cambio la opinión que tenia de el.
Gentilmente me ofreció a acompañarme a la casa, ahí si nos fuimos caminando, no creas me quería traer en la moto, pero me dan miedo esas cosas, así que me ayudo hasta la casa, y me creerás que no me cobro nada de lo que iba a llevar.
Llegamos a la casa, el abrió la puerta y me pregunto sobre donde iba a colocar las cosas que compre, bueno que me regalo. Ya le indique que en la cocina, el amablemente las dejo ahí, mientras que yo me quede sentada en la sala.
No tardo mucho en acomodar las cosas, cuando ya se iba ahora yo le invite a que se quedara, su platica en su tienda me había parecido interesante y quería seguir sabiendo de el. Pero el saco el pretexto que era la “hora buena” de su negocio, pues como era la comida mucha gente iba a comprar sus cosas ahí a la tienda.
-¿y tardo mucho en caer en tus garras, pues a como me lo dices, fuiste tu quien lo inicio en este “amorío” que ustedes se traen. Interrumpí
No creas, no paso mucho tiempo Isabel, yo no lo veía con ojos de cogérmelo o que me cogiera, pues tu sabes que no tiene mucha higiene que digamos.
Al día siguiente antes de la hora de comida, se escucho el sonido del timbre de la casa, pensé que era la típica gente que anda pidiendo limosna o algo, pero mi sorpresa vi que era Don Chema.
“discúlpeme señora, aquí le traigo su refresco y sus tortillas, son cortesía de la casa” me decía
“ay no se hubiese molestado apenas iba a ir a su tienda” le conteste.
“ya ve, aquí que en verdad me tenia preocupado, quería saber como había seguido del golpe que se dio” me pregunto
“pues bien, si me duele un poco el chichon, pero estoy bien” respondí
“No crea, si tengo miedo que su marido me vaya a reclamar” pregunto algo preocupado
“no se apure, el no esta aquí, anda fueras y no vendrá hasta 2 meses mas” le conteste
“ah que caray, ¿y es por cuestiones del trabajo que el anda fueras?” preguntaba algo inquieto
“si, el anda fueras, porque el trabajo así se lo pide” respondí
“¿y no lo extraña?” ya su inquietud era mas evidente.
“¿oiga, que preguntón me salió Don Chema” agregue.
“no nada mas decía, digo es curiosidad no´mas, digo teniendo a una mujer deliciosa como usted, es difícil no extrañarla” reconoció el señor
“Como, ¿porque me dice eso?” le manifeste
“mire le hablare con la verdad, usted tiene algo que me atrae, no se que sea, pero tengo tiempo que usted me sigue en mis sueños” reconocio el señor
“ay, pues vera no se que decirle, me halagan sus palabras, pero yo amo a mi esposo” le restregué en la cara.
“Que fea eres Cecilia, el te estaba confesando algo bien importante y tu lo mandaste al diablo, digo, una cosa es que el sea algo sucio, pero otra ser grosera.” Le reclame a mi amiga
“ay ni creas, pero bueno” contesto
“ándale síguele, ¿Qué mas paso ese día?” Le sugeria en tono de voz inquieta
Pues como te decía estábamos en la sala, ( lo había pasado a platicar) el se acerco un lugar del sillón grande al lugar donde yo estaba, sus manos buscaron las mías, las quiso agarrar, pero no se lo permiti.
El me decía cosas bonitas, pero no iba a ser tan fácil que me dejara convencer por ese señor, mucho menos cuando a mi me gusta mucho la limpieza y el no lo es en su persona.
Imagínate a mi chupándole su cosa y que esta huela feo, ¡ay que asco, no, eso no!
“Entonces, como paso que hayan cogido, digo, no de buenas a primeras vas a coger con alguien que no te gusta” interrumpi
Mira, aquí en confianza amiga, yo soy de sexo cachondo, en pocas palabras a mi el sexo es mi pasión, a mi me encanta todo lo que es el sexo, con Rafael las cosas son excelentes, tiene una buena verga que me llena y hasta el se ha rendido porque me pongo en un plan de que quiero estar cogiendo y el no.
Incluso el máximo me aguanta 3 cogidas, ya para la cuarta le batalla para que se venga y eso le duele mucho en el pene pues no esta circundado.
Además, a mi cuando un hombre me acaricia mis manos, esa es la llave para tenerme encima de una cama con las piernas abiertas dispuesta a librar una cruenta batalla de sexo.
Eso fue lo que don Chema hizo conmigo, me prendió a mas no poder, me acaricio mis manos y mis brazos, al principio si me hice la complicada, la difícil con el, pero al seguirlo haciendo me prendio al grado de querer encuerarlo y que ahí mismo me cogiera.
(se han de preguntar porque no tenia miedo que llegara su hijo, pues bien su hijo esta en un cologio privado, sale a las 3 de la tarde, pero el transporte lo lleva hasta cerca las 4)
Pero me lo lleve a mi recamara, antes de que me hicera cualquier cosa, le pedi que nos bañaramos juntos, esto para que oliera bien y así poder coger como dios manda.
Nos desnudamos mutuamente, el estaba ansioso tocando mi cuerpo, se me acercaba, pero yo lo alejaba diciéndole que siguiera desnudándose. Yo traía puesto un coordinado morado, creo que tu me lo regalaste en una navidad o algo así.
Si, recuerdo habértelo dado, no recuerdo cuando, pero si, yo te lo di- interrumpi
Cuando se quito la trusa, vi que su equipo estaba bien cuidado, en serio Isa, nada que ver con el resto de su apariencia. El vello púbico lo tenia rasurado y sus genitales, que estaban del mismo tamaño que mi marido, le olian muy rico.
Entramos juntos a la regadera, el se repegaba a mi besándome por el cuello, y seguía por mi espalda, sentía delicioso como el me besaba de esa forma, al estar haciendo eso el, yo tomaba el jabon y hacia un poco de espuma con el estropajo para pasarlo por su cuerpo.
Le di la vuelta, su cuerpo lo recorria con el jabon y el estropajo, el me agarraba la cintura, pasando en ocasiones sus manos hacia mis nalguitas, las agarraba, las apretujaba y deica:
“que ricas nalguitas tienes, las voy a probar y me hartare de ellas”
El agua mojaba nuestros cuerpos, el ya no olia a sudor, al contrario, le olia bien rico, además que el estar acariciándolo con el estropajo, su verga se le paro al máximo, sus venas se le resaltaban, la particularidad de la verga de don Chema es que se iba hacia arriba, algo así como un pequeño gancho.
Si, he visto algunas de ellas- interrumpi
Íbamos hacia mi recamara, envueltos de la cintura hacia abajo con una toalla, cada quien cargando su ropa.
Al entrar a la recamara el avento su ropa, me jalo hacia a el y me hizo tirar mi ropa.
Me volteo hacia el, quedamos cara a cara, sus manos seguían acariciándome, pero sus labios se unieron a los mios, su verga me raspaba mi vientre, la sentí ya algo humeda, ya estaba lista para la acción conmigo.
“ven, vamos a la cama” me dijo
Sin dejarme de besar nos acomodamos en la orilla de la cama, estábamos aun de pie, en eso el hizo un giro violento y me tubo en la cama, quedando yo boca arriba. Al acercarse a mi sus manos separaron mis piernas, su cuerpo quedo encima del mio, quedando yo a merced de el.
Con una ternura se acerco a mi, beso mi vientre, de un lado a otro, de arriba abajo, su lengua recorria mi monte de venus.
El extasis me llego cuando el puso su cabeza en mi entrepierna, su lengua encontró mi botón de amor (clítoris) y jugueteo con el, me hizo mojarme mas de la cuenta, el sabia lo que estaba haciendo, me moje bastante, incluso lo moje en la cara, pensé que se molestaría, pero al contrario, se rio, se incorporo y me beso en la boca
“esto es a lo que tu sabes” me dijo
Se posiciono encima de mi, sentí lo velludo de su cuerpo encima del mio, con su mano derecha se agarro la verga y me encajo en la vagina.
“ya guey, despacito que si me duele cabron,” respingue
“tranquila cabrona, es rápido para que no te duela tanto” me respondio
Las palabras estuvieron de sobra, el se esmero en meterme la verga hasta el tope, su pubis chocaba con el mio, haciendo el típico ruido del choque de dos cuerpos, yo en pocas palabras estaba disfrutando de la cogida que me esta dando Chema.
El se movia muy rico dentro de mi, me hizo sentir como si estuviera con mi amado Rafael.
“mas cabron, dame toda tu verga, métemela, quiero sentirte mas” le decía
Chema respondio con un movimiento circular dentro de mi vagina, lo que hizo sentir algo rico, no se si fue por como tiene la verga, pero me hizo sentirme mas delicioso.
“así, métemela así, así papi rico, muévete así” le decía
El se movia frenéticamente dentro de mi vagina, sentía delicioso como me estaba cogiendo este señor.
“ay, asi, muévete así, no se que estas tocando pero si me gusta como te estas moviendo” le decía.
“si, así, muevete preciosa, me gusta como te mueves”- me decía
Su verga me complacia, me daba el placer que me faltaba a causa de la ausencia de mi esposo.
Sin dejar de meterme la verga me besaba las tetas, se acercaba a mi y aun bombeándome su lengua recorria mi piel produciéndome un delicioso placer.
Al estar a punto de tener mi orgasmo, sintiendo su verga hasta lo mas delicioso, pero el muy pendejo me la saco y me hecho su leche en el vientre y mis tetas.
¡Yo me quede a medias!, estaba sintiendo cosas deliciosas pero por la premura de terminar se le olvido mi placer.
“Que mal pedo, ¿pero no le reclamaste o algo así?” - pregunte
“si, le pedi que se levantara y se alejara de mi” me contesto.
“¿porque te enojas?, si estabas disfrutándolo al máximo” preguntaba
“no mames cabron, estaba en lo mas prendido cuando se te ocurre vaciarte, no chingues” le reclame
“espérate, aun falta lo mejor, agachate mamamela, límpiamela que esta muy sucia” respondio
Me agache a meterme su verga a la boca, estaba toda babeante, sucia, pero con las huellas de su semen y de mis fluidos. La tome con mis manos y despacio le pase mi lengua por su tronco hasta llegar a la punta de su cabeza.
“así zorrita, besala, mamala como tu sabes hacerlo, demuéstrame porque tu marido esta contento contigo” me decía al estarle dándole una felación.
Su verga no tardo en pararse de nuevo, el disfrutaba viéndome como me metia su verga en mi boca, llegando a mi garganta atragantándome con ella.
“ahhh, rico, así, métela toda en tu boca” decía
Mi lengua recorria lo largo de su verga, sientiendo sus venas , estaba igual, o un poco mas chico que la verga de Rafael, dándome un placer que me faltaba.
Estando ya su pito a todo su explendor, se levanto de la cama, me jalo con el, estando de pie su verga rosaba mi ombligo, sentí cosquillas con el rose de su verga.
El tiernamente me abrazo, en eso hizo un movimiento y… ¡me cargo!
¿de verdad? Pregunte incrédula
¡si, el me levanto y me abrazo con una ternura, pero a la vez con un poco de fuerza.
Estando abrazados mis piernas rodearon su espalda, bueno trataron de hacerlo, ya vez que el esta mas gordito que yo.
Amiga, sin ayudarse con sus manos… ¡me clavo su verga!
“ayyyy”, fue mi grito acompañado de un suspiro de satisfacción.
Abrazados, de pie así me siguió cogiendo, con fuerza, empujándome su tronco de carne viva hasta lo mas profundo de mi genitalia femenina.
Ahí donde lo vez es muy agil, se mueve bien delicioso cada vez que coge, pero eso si no te niego que a mi marido nadie se le compara.
“bueno síguele, haber no te desvíes mucho.” Interrupi
En eso estábamos cogiendo en la recamara, no disfrute mucho esa posición, mas por el miedo de caerme que por otra cosa, si me gustaba que me lo hiciera así, pero como te digo no quería caerme.
“papi, cambiemos de posición, me duele, ándale dime que si”- suplique
No me contesto nada, pero delicadamente me levanto, sacándome su verga de mi panochita, ya que estuve de pie de nuevo, el me agarro de la cintura y me giro , quedando de espaldas a el, me hizo hacia adelante, posicionándose detrás de mi, abrió mis piernas y me clavo de nuevo su verga en la panocha.
“¿te gusta así?¿no te duele?”- me pregunto
“no, para nada, anda cógeme, dame lo que necesito y tu sabes que es” le respondí
Seguimos cogiendo así, su verga entraba y entraba en mi, parecía que me quería perforar por dentro, estaba muy caliente, mi panocha le respondia con orgasmos seguidos ante sus embestidas.
“ya estas bien mojada, mi verga se resbala, pero aun así entra toda” me decía
“así, dame duro, cógeme, ya, dame tu semen, quiero sentir tu semen dentro de mi” le suplicaba.
“aguanta, aun me falta, disfrutala, aun quiero cogerte” me respondio
Me hizo de todo, mientras me cogia su boca se pego a mis pechos, dejándome marcas en los mismos, pero lo que me gusto es como fue buscando mi ano con sus dedos.
“¿en serio?” le pregunte
¡si! Eso nunca lo había hecho ni con Rafael, a el no le gusta el sexo anal, a mi me facina, pero no le gusta que porque después huele mal.
Sin dejar de cogerme, poco a poco fue abriéndome el orificio de atrás, mi voluntad estaba dispuesta a que me la metiera por ahí si quisiera.
“ya estas lista, ven,,,,” me decía mientras chema se salía de mi, colocándose acostado boca arriba
Ya que el se coloco en esa posición me pidió que lo montara, pero de espaldas a el, para verme por detrás, para estar en primera fila cuando su verga entrara en mi culito, Chema coloco su verga en la entrada de mi culito, no te he de mentir pero sentía su verga caliente.
“déjame metérmela yo sola, no me presiones,” le dije
“si, hazlo tu sola” respondio
El me permitió que me la metiera poco a poco, ya sabes que doloroso pero a la vez es un placer infinito que te la metan por ahí.
“ni lo dudes, es algo que yo también disfruto” interrumpi
Pues cuando la cabeza de su verga libro la entrada de mi ano, apenas estaba acostumbrándome a que entrara, que el pendejo me agarra y me jala hacia el. Grite, porque me clave su estaca en mi culito
“ay cabron, me duele, no seas ojete cabron” le reclame
“síguete moviendo preciosa, disfruta como te estoy cogiendo” me reposndio
Para que no me doliera tanto me segui moviendo, de a un lado hacia otro y después de adelante hacia atrás.
“ me vengo, me vengo…..ahhhhh” decía una y otra vez cuando me provocaba los orgasmos mas deliciosos.
Este cabron me esta dando una cogida que no olvidaría en mucho tiempo, estaba maravillada con la verga de Chema, mi marido coge rico, pero Chema se defiende y si esta casi a la altura de mi marido.
De nueva cuenta el se vacio dentro de mi. Su semen me mojo las entrañas, quedando mucho dentro de mi, claro sentí como su verga perdia tamaño dentro de mi culito, el cual como te digo estaba lleno de leche.
Estuviéramos cogiendo por mas tiempo pero el tenia que ir a su tienda y yo tenia que preparar las cosas para cuando llegara mi hijo.
Esa fue la primera vez que estuve con el, después te cuento mas sobre el…..
Por “mistika”
Bueno amigos bakunos, espero no haberlos decepcionados con el relato anterior, solo quiero que me escriban mas y así poder subir mas.
Después de casarnos aquí en la calle donde vivo una casa se desocupo y al poco tiempo se cambio un matrimonio, el se veía de unos 39 años, ella un poco mas joven que el, máximo le calculaba 34 años. En ese momento no nos enteramos que tuviesen hijos, eso lo supimos después.
Cecilia y yo nos hicimos amigas después que un día tuvieron un altercado familiar, ella vino a refugiarse a la casa para que sus familiares le ayudasen y esas cosas.
El único problema con Rafael (su esposo) es que siempre que ella venia a la casa y que duraba un rato, el simplemente con un silbido hacia que ella regresara a su casa. Les juro que molestaba bastante que hiciera eso, pues ella no es su esclava.
Ups, creo que se me olvido describir a mi amiga. Mis lujuriosos lectores Cecilia es una mujer delgada, por no decir flaca. Su estatura es chaparrita, mide a penas 1.60m, senos medianos un brasiere 34b le queda muy bien, de nalgas esta escasa, casi no tiene nalgas.
Estando en su casa, mientras preparábamos una carne para después asarla en su casa, festejábamos a Rubén (su niño de 12 años), yo le ayudaba a mi amiga en la preparación de la comida horas antes de que diera inicio la fiesta. Como iba a venir demasiada gente días antes me solicito ayuda para poder lograr todo a tiempo. Yo acepte gustosa porque Cecilia me ayudaba cuando yo le solicitaba su ayuda.
Recuerdo que estaba cortando parte de la cebolla en cuadritos en la cocina, cuando de pronto se escucho el celular de mi amiga, de sonido traía aquella canción del “sonidito”.
“Ceci, tu celular esta sonando” le grite
“voy, no lo contestes, ahí voy” me respondió
Por la distancia que tuvo que caminar, casi correr no alcanzo a contestar, pero de igual forma vio de quien se trataba esa llamada perdida.
“¿era Rafael?” Pregunte
“n-no, era otra persona, ya vez la familia” tartamudeo al explicármelo.
No le tome mucha relevancia pues no me interesaba o no ocupaba mi mente por esos momentos.
Seguí con mis actividades en la cocina, seguí cortando la carne y así como unas verduras que se ocuparían para la fiesta, cuando de nueva cuenta su celular volvió a sonar, esta vez si alcanzo a contestar, para hacerlo se fue a una de las recamaras.
No tardo mucho en regresar conmigo a la cocina, note que estaba un poco preocupada, solo que a mi no me gusta meterme en líos o averiguar de mas, por eso no le pregunte que le pasaba. Yo tuve la idea que el de las llamadas era su esposo, porque siempre que le hablaba era para discutir o pelear por cualquier otra cosa, y que por no querer preocuparme me dijo otra cosa.
“e-este, ay amiga, no quiero ser grosera, pero me van a venir unas visitas y pues necesito estar sola, porque son familiares de mi esposo y se encabrona que haya gente que no es de la familia” me decía un muy nerviosa.
Nunca me he sentido a gusto en lugares que no me llaman, eso para mi es una grosería, pero en esos momentos no tenia ánimos de reclamarle, no quería hacerlo, en esos momentos no.
“pues fíjate que mal, pero bueno, no quiero causarte problemas” fue lo ultimo que atine a decirle antes de salir de la casa.
“Ay Isabel, no te enojes, ya sabes como son los familiares de Rafa” replicaba.
“esta bien, pero esa no es manera de tratar a una amiga” conteste.
Ya no quise hacer más grande el cuento, así que me fui derechito a mi casa, dejándola con las palabras en la boca.
En mi casa me puse a hacer algunas cosas que tenia pendientes que hacer, pues por haber ido a ayudar a mi amiga deje inconclusas.
Recuerdo que eran las 11:30 de la mañana cuando sonó el teléfono de la casa:
-“¿bueno?” pregunte
- “¿Dónde andas?, tengo mas de media marcándote al pinche celular y no me contestas” Era la dulce y encabronada voz de mi amado Juan.
- “no seas mamon, mi celular no ha sonado” respondí
No los aburriré con el resto de la plática, que según recuerdo era para lo del regalo del niño de mi “amiga”. (Pongo la palabra “amiga” así entre comillas porque me dio mucho coraje que me haya hecho eso)
Cuando termine de hablar con el, hice memoria de donde había dejado mi teléfono….si, lo deje en la casa de Cecilia.
Lo que sucedió fue que como salí de prisa de la casa de Ceci deje olvidado el celular en la cocina a un lado de la televisión que tienen ahí, y como estaba en vibración por eso no lo escucharon.
Para no dejarlo mas tiempo en la casa de Ceci me fui por el, su casa no esta muy lejos de la mía, (3 casas a la izquierda), al llegar vi que estaba la moto del señor del deposito, creí que estaba haciendo la entrega de las cosas que ocuparía ese día en la noche (refrescos, botanas, etc.), porque Cecilia me había dicho que le solicito esas cosas al señor Chema y que en el trascurso del día se las llevaría.
Justamente cuando me disponía a tocar la puerta me fije que estaba abierta, me pareció algo normal porque pensé que estaba el señor haciendo la entrega de los mencionados productos.
Seguí caminando con la idea que me los toparía en la cocina, pero no fue así, no había nadie, no hice mucho ruido, pues se oían ruidos en el segundo piso.
Al asomarme por una parte de la abertura de la puerta de una de las recamaras para ver que pasaba:
“NO MAMES, A MI “AMIGA” SE LA ESTABA COGIENDO EL SEÑOR DEL DEPOSITO”.
No quise quedarme mucho tiempo viendo esa escena para no ser descubierta, pero esa imagen había quedado grabada como fotografía en mi cabeza.
La escena era esta:
Ella estaba empinada de perrito, el detrás de ella metiéndosela, no se si por el culo o por la vagina, pero eso si, el sr. tiene las nalgas muy peludas al igual que su espalda.
Me asuste al verlos, imaginarlos, ¿Cómo era posible que ella se metiera con ese hombre tan horrible?
Llegue directo a la casa a vomitar, solo la idea de ver a ese hombre grotesco, peludo, sucio, maloliente. Un asco me invadio por todo mi cuerpo.
Este señor es una persona muy descuidada en su aseo, dense mas o menos una idea de lo que hablo: estatura chaparro, algo así como 1.60m, de la misma estatura que mi amiga. Gordo, con barba dejada de días, siempre usaba camisas blancas, pero el las dejaba grises por lo sucio, la boca le huele a rayos, muy mal aliento por parte de este sujeto.
Mejor le paro no me vaya a vomitar en el teclado.
Bueno, como les decía este señor es de lo mas bajo que se puedan imaginar, me imagino que ha de tener una verga muy grande porque galan no es para tener tantas viejas a su disposición.
Estando debajo del agua de la regadera me toque mi cuerpo, mis pezones se pararon, mi mano izquierda jugueteaba con mi vello púbico, lo tengo largo a petición de mi amado esposo, quien se entretiene jugando con ellos cada vez que hacemos el amor. Lo que vi en la mañana me había prendido un poco, no tanto como para que me cogiera ese sujeto, pero si como para echarme un buen palito con mi esposo.
Saliendo de la regadera me fui directito en búsqueda de mi “amigo” que juan hace algunas navidades me regalo. Es un consolador, mediano, se le notan las marcas de las venas, se ve igual que un pene, pero a diferencia de uno real este brilla en la oscuridad.
Me sente en la orilla de la cama, me abri la bata de baño, moje un poco a mi amiga, creo que no había esa necesidad pues ya estaba lista para la acción.
(Condenados cachondos, les estoy regalando una sesión de sexo…disfrutenla)
Antes de metérmelo agarre mis senos, jugué un poco con ellos, estaban bien paraditos mis pezones, ¡condenado juan, donde estas cuando mas te nececito!...
Bueno, segui con la introducción de mi amigo en mi vagina, siempre comienzo con un ritmo semi lento, despacio, que mi vagina se acostumbre al grueso de mi “amigo”. No es por presumirles, no fanfarronear, pero siempre lubrico y demás cuando de sexo se trata, por eso me facilito la introducción del consolador en mi vagina.
Estaba bien prendida jugando con mi amigo, me imaginaba que era Juan cogiéndome como solo el lo hace, el ritmo de entrar y salir fue en incremento, mas rápido entraba y salía mi “amigo” de mi, esto me provocaba orgasmos, no se cuantos tuve, pero quede rendida tendida sobre la cama cuando me vine dejando muy marcada mi batalla en las sabanas.
De nueva cuenta me bañe, no crean, soy adicta a la limpieza y cuanto mas si voy a una reunión donde habrá mas gente.
Termine de bañarme, de nuevo me senté en la cama, ya no quise moverle a mi cosita sino esto hubiera sido el cuento de nunca acabar.
Como no era tan formal la fiesta me puse unos jeans negros de mezclilla muy ajustados, una blusa negra que se transparenta un poco, pero deja ver mis senos, para no darles tentación a los invitados a la dichosa fiesta me puse una camisa de color rojo de cuadritos, unas botas vaqueras terminaron de ajuararme ese día, me veía muy bien, no es por nada.
Me fui al cuarto de la niña para revisar como iba con su ropa, yo trato que ella sea independiente, pues así me enseño mi mami…
Ya estando listos, como a eso de las 8 de la noche, los tres juntitos nos fuimos a la fiesta del hijo de Cecilia. Como les digo no esta muy lejos su casa por eso llegamos muy rápido.
El ambiente de la fiesta era relajado, había personas mayores, pero casi eran chamaquillos de la edad del niño de Cecilia. Juan estaba con Rafael en el patio asando la carne, mientras que Cecilia, su hermana, una concuña y yo estábamos en la sala.
Cada una ocupaba un lugar en la sala, quedamos de frente Cecilia y yo. Ella me evitaba la mirada, no se si intuia que era por lo de la pelea de la mañana, o porque había descubierto que se había metido con el viejo del deposito.
De pronto Cecilia se levanto y me pidió que la acompañara a la cocina, no se me hizo extraño porque bien sabia que quería aclarar conmigo lo grosera que ella había sido conmigo.
“Isabel quiero pedirte disculpas por lo de la mañana. Se que me porte muy grosera contigo amiga, es que ya sabes como es la familia de mi esposo” me decía muy apenada
“si te entiendo, pero imagínate como te sentirías que yo te hiciera lo mismo” conteste.
“no pues si, te pido que me disculpes por esta mala actitud, no me lo tomes a mal, espero que no te hayas molestado y si lo hiciste te pido mil disculpas” me respondio.
“esta bien, no hay problema, solo te pido algo, que no me digas mentiras, a mi no me gustan los chismes pero bien supe no fue la familia de tu esposo la que vino, ¿o si?” le decía
“d-de que me estas hablando, no se a que te refieras con eso” ella estaba nerviosa, inquieta
“mira no nos hagamos, se que vino cierta personita desagradable y que te dio un servicio completo, por eso me corriste de la casa, pero no te preocupes, tu secreto estará bien guardado.” Le explicaba
“¿Cómo lo sabes?, ¡por favor, no se lo digas a Rafael,” suplicaba mientras de sus ojos salían lagrimas
“Cómo si no me conocieras, se muchas cosas de las demás y jamás ando contando, lo que menos quiero son problemas” respondí
“es algo largo y difícil de contar, mañana vienes a la casa y te lo cuento con lujo de detalle” me respondió
Nos abrazamos efusivamente, Cecilia me suplicaba que no comentara nada de lo sucedido.
Le prometi que de mi boca no saldría palabra alguna, solo que me tendría que contar todo al pie de la letra de lo ocurrido con ese desagradable señor.
Pues amigos cachondos, basta ya de tanto bla, bla, bla, es aburrirlos mas y la idea es que se exiten leyendo las palabras de esta cachonda hembra, sedienta de sexo, de lujuria y que me encanta las metidas de verga de mi marido.
Al día siguiente ella me mando un mensaje a mi celular:
“vente a la casa, es hora de platicar” eran sus palabras en el msm que me llego a mi celular.
Ni tarde ni perezosa me fui a la casa de Cecilia a enterarme de todo el chisme, a juan le dije que iba con ella a enseñarle unas recetas de cocina.
Entre a la casa de Cecilia, amablemente me pidió que nos fueramos a la sala de su casa, ahí ya estaban preparadas algunas cosas como una botanita de carnes frias, así como también una jarra de limonada con 2 vasos, uno de ellos repleto de hielo, ese sabia que seria para mi porque me encanta el hielo (sobretodo si me lo pasan en mis pechos y en mi abdomen, pero esa es otra historia).
“Pasale amiga, vente a la sala, ahí estaremos mas comodas” me decía
Nos sentamos, ella me dio el vaso de hielos y me sirvió la limonada.
“haber, dime amiga, ¿Cómo se te ocurrio meterte con ese señor, esta horrible” pregunte algo inquieta
“ay Isabel, es algo difícil de contar, no se como empezar” respondio
“pues creo que desde el principio amiga, es la única manera que me entere de todo” conteste
“¿Quieres saberlo?” Pregunto
“¡si!” respondí
“todo comenzó hace como 3 meses, ¿recuerdas que Rafael salió por cuestiones de trabajo?” me dijo
“Si lo recuerdo” respondí
Un día que fui a comprar unas cosas para la comida, ya sabes la soda y las tortillas, ese día el estaba acomodando unas cosas en una de los anaqueles, en eso, que se le safaron unas latas que estaba acomodando, una de ellas vino directamente a mi cabeza. Solo recuerdo que desperté en el piso de la tienda y al señor este auxiliándome
-¿se encuentra bien, señora? Me pregunto
-¿Qué, que me paso? Respondí
- estas latas tremendas que se safaron y se cayeron sobre usted. Me respondio.
-Ayudeme a levantarme, atiene a decirle
-espérese tantito señito, se llevo tremendo porrazo que no quiero que le vaya a pasar algo. Me decía en tono preocupado.
- No me pasa nada, solo me duele un poco la cabeza, pero solo es el golpe. Le respondí.
Amablemente me ayudo a levantarme, me sentó en la silla y me hizo platica mientras me ponía un poco de ungüento de mentol.
“espero que no le vaya a pasar algo mas grave y que solo quede en el golpe” me dijo
“no pasa nada malo, solo que si traigo tremendo chichon en la frente” conteste.
No te sabría decir que fue lo que paso exactamente, si fue porque me sentí débil y mareada por el fuerte golpe que me di, pero su platica me hizo sentirme cómoda, agradable y sobre todo cambio la opinión que tenia de el.
Gentilmente me ofreció a acompañarme a la casa, ahí si nos fuimos caminando, no creas me quería traer en la moto, pero me dan miedo esas cosas, así que me ayudo hasta la casa, y me creerás que no me cobro nada de lo que iba a llevar.
Llegamos a la casa, el abrió la puerta y me pregunto sobre donde iba a colocar las cosas que compre, bueno que me regalo. Ya le indique que en la cocina, el amablemente las dejo ahí, mientras que yo me quede sentada en la sala.
No tardo mucho en acomodar las cosas, cuando ya se iba ahora yo le invite a que se quedara, su platica en su tienda me había parecido interesante y quería seguir sabiendo de el. Pero el saco el pretexto que era la “hora buena” de su negocio, pues como era la comida mucha gente iba a comprar sus cosas ahí a la tienda.
-¿y tardo mucho en caer en tus garras, pues a como me lo dices, fuiste tu quien lo inicio en este “amorío” que ustedes se traen. Interrumpí
No creas, no paso mucho tiempo Isabel, yo no lo veía con ojos de cogérmelo o que me cogiera, pues tu sabes que no tiene mucha higiene que digamos.
Al día siguiente antes de la hora de comida, se escucho el sonido del timbre de la casa, pensé que era la típica gente que anda pidiendo limosna o algo, pero mi sorpresa vi que era Don Chema.
“discúlpeme señora, aquí le traigo su refresco y sus tortillas, son cortesía de la casa” me decía
“ay no se hubiese molestado apenas iba a ir a su tienda” le conteste.
“ya ve, aquí que en verdad me tenia preocupado, quería saber como había seguido del golpe que se dio” me pregunto
“pues bien, si me duele un poco el chichon, pero estoy bien” respondí
“No crea, si tengo miedo que su marido me vaya a reclamar” pregunto algo preocupado
“no se apure, el no esta aquí, anda fueras y no vendrá hasta 2 meses mas” le conteste
“ah que caray, ¿y es por cuestiones del trabajo que el anda fueras?” preguntaba algo inquieto
“si, el anda fueras, porque el trabajo así se lo pide” respondí
“¿y no lo extraña?” ya su inquietud era mas evidente.
“¿oiga, que preguntón me salió Don Chema” agregue.
“no nada mas decía, digo es curiosidad no´mas, digo teniendo a una mujer deliciosa como usted, es difícil no extrañarla” reconoció el señor
“Como, ¿porque me dice eso?” le manifeste
“mire le hablare con la verdad, usted tiene algo que me atrae, no se que sea, pero tengo tiempo que usted me sigue en mis sueños” reconocio el señor
“ay, pues vera no se que decirle, me halagan sus palabras, pero yo amo a mi esposo” le restregué en la cara.
“Que fea eres Cecilia, el te estaba confesando algo bien importante y tu lo mandaste al diablo, digo, una cosa es que el sea algo sucio, pero otra ser grosera.” Le reclame a mi amiga
“ay ni creas, pero bueno” contesto
“ándale síguele, ¿Qué mas paso ese día?” Le sugeria en tono de voz inquieta
Pues como te decía estábamos en la sala, ( lo había pasado a platicar) el se acerco un lugar del sillón grande al lugar donde yo estaba, sus manos buscaron las mías, las quiso agarrar, pero no se lo permiti.
El me decía cosas bonitas, pero no iba a ser tan fácil que me dejara convencer por ese señor, mucho menos cuando a mi me gusta mucho la limpieza y el no lo es en su persona.
Imagínate a mi chupándole su cosa y que esta huela feo, ¡ay que asco, no, eso no!
“Entonces, como paso que hayan cogido, digo, no de buenas a primeras vas a coger con alguien que no te gusta” interrumpi
Mira, aquí en confianza amiga, yo soy de sexo cachondo, en pocas palabras a mi el sexo es mi pasión, a mi me encanta todo lo que es el sexo, con Rafael las cosas son excelentes, tiene una buena verga que me llena y hasta el se ha rendido porque me pongo en un plan de que quiero estar cogiendo y el no.
Incluso el máximo me aguanta 3 cogidas, ya para la cuarta le batalla para que se venga y eso le duele mucho en el pene pues no esta circundado.
Además, a mi cuando un hombre me acaricia mis manos, esa es la llave para tenerme encima de una cama con las piernas abiertas dispuesta a librar una cruenta batalla de sexo.
Eso fue lo que don Chema hizo conmigo, me prendió a mas no poder, me acaricio mis manos y mis brazos, al principio si me hice la complicada, la difícil con el, pero al seguirlo haciendo me prendio al grado de querer encuerarlo y que ahí mismo me cogiera.
(se han de preguntar porque no tenia miedo que llegara su hijo, pues bien su hijo esta en un cologio privado, sale a las 3 de la tarde, pero el transporte lo lleva hasta cerca las 4)
Pero me lo lleve a mi recamara, antes de que me hicera cualquier cosa, le pedi que nos bañaramos juntos, esto para que oliera bien y así poder coger como dios manda.
Nos desnudamos mutuamente, el estaba ansioso tocando mi cuerpo, se me acercaba, pero yo lo alejaba diciéndole que siguiera desnudándose. Yo traía puesto un coordinado morado, creo que tu me lo regalaste en una navidad o algo así.
Si, recuerdo habértelo dado, no recuerdo cuando, pero si, yo te lo di- interrumpi
Cuando se quito la trusa, vi que su equipo estaba bien cuidado, en serio Isa, nada que ver con el resto de su apariencia. El vello púbico lo tenia rasurado y sus genitales, que estaban del mismo tamaño que mi marido, le olian muy rico.
Entramos juntos a la regadera, el se repegaba a mi besándome por el cuello, y seguía por mi espalda, sentía delicioso como el me besaba de esa forma, al estar haciendo eso el, yo tomaba el jabon y hacia un poco de espuma con el estropajo para pasarlo por su cuerpo.
Le di la vuelta, su cuerpo lo recorria con el jabon y el estropajo, el me agarraba la cintura, pasando en ocasiones sus manos hacia mis nalguitas, las agarraba, las apretujaba y deica:
“que ricas nalguitas tienes, las voy a probar y me hartare de ellas”
El agua mojaba nuestros cuerpos, el ya no olia a sudor, al contrario, le olia bien rico, además que el estar acariciándolo con el estropajo, su verga se le paro al máximo, sus venas se le resaltaban, la particularidad de la verga de don Chema es que se iba hacia arriba, algo así como un pequeño gancho.
Si, he visto algunas de ellas- interrumpi
Íbamos hacia mi recamara, envueltos de la cintura hacia abajo con una toalla, cada quien cargando su ropa.
Al entrar a la recamara el avento su ropa, me jalo hacia a el y me hizo tirar mi ropa.
Me volteo hacia el, quedamos cara a cara, sus manos seguían acariciándome, pero sus labios se unieron a los mios, su verga me raspaba mi vientre, la sentí ya algo humeda, ya estaba lista para la acción conmigo.
“ven, vamos a la cama” me dijo
Sin dejarme de besar nos acomodamos en la orilla de la cama, estábamos aun de pie, en eso el hizo un giro violento y me tubo en la cama, quedando yo boca arriba. Al acercarse a mi sus manos separaron mis piernas, su cuerpo quedo encima del mio, quedando yo a merced de el.
Con una ternura se acerco a mi, beso mi vientre, de un lado a otro, de arriba abajo, su lengua recorria mi monte de venus.
El extasis me llego cuando el puso su cabeza en mi entrepierna, su lengua encontró mi botón de amor (clítoris) y jugueteo con el, me hizo mojarme mas de la cuenta, el sabia lo que estaba haciendo, me moje bastante, incluso lo moje en la cara, pensé que se molestaría, pero al contrario, se rio, se incorporo y me beso en la boca
“esto es a lo que tu sabes” me dijo
Se posiciono encima de mi, sentí lo velludo de su cuerpo encima del mio, con su mano derecha se agarro la verga y me encajo en la vagina.
“ya guey, despacito que si me duele cabron,” respingue
“tranquila cabrona, es rápido para que no te duela tanto” me respondio
Las palabras estuvieron de sobra, el se esmero en meterme la verga hasta el tope, su pubis chocaba con el mio, haciendo el típico ruido del choque de dos cuerpos, yo en pocas palabras estaba disfrutando de la cogida que me esta dando Chema.
El se movia muy rico dentro de mi, me hizo sentir como si estuviera con mi amado Rafael.
“mas cabron, dame toda tu verga, métemela, quiero sentirte mas” le decía
Chema respondio con un movimiento circular dentro de mi vagina, lo que hizo sentir algo rico, no se si fue por como tiene la verga, pero me hizo sentirme mas delicioso.
“así, métemela así, así papi rico, muévete así” le decía
El se movia frenéticamente dentro de mi vagina, sentía delicioso como me estaba cogiendo este señor.
“ay, asi, muévete así, no se que estas tocando pero si me gusta como te estas moviendo” le decía.
“si, así, muevete preciosa, me gusta como te mueves”- me decía
Su verga me complacia, me daba el placer que me faltaba a causa de la ausencia de mi esposo.
Sin dejar de meterme la verga me besaba las tetas, se acercaba a mi y aun bombeándome su lengua recorria mi piel produciéndome un delicioso placer.
Al estar a punto de tener mi orgasmo, sintiendo su verga hasta lo mas delicioso, pero el muy pendejo me la saco y me hecho su leche en el vientre y mis tetas.
¡Yo me quede a medias!, estaba sintiendo cosas deliciosas pero por la premura de terminar se le olvido mi placer.
“Que mal pedo, ¿pero no le reclamaste o algo así?” - pregunte
“si, le pedi que se levantara y se alejara de mi” me contesto.
“¿porque te enojas?, si estabas disfrutándolo al máximo” preguntaba
“no mames cabron, estaba en lo mas prendido cuando se te ocurre vaciarte, no chingues” le reclame
“espérate, aun falta lo mejor, agachate mamamela, límpiamela que esta muy sucia” respondio
Me agache a meterme su verga a la boca, estaba toda babeante, sucia, pero con las huellas de su semen y de mis fluidos. La tome con mis manos y despacio le pase mi lengua por su tronco hasta llegar a la punta de su cabeza.
“así zorrita, besala, mamala como tu sabes hacerlo, demuéstrame porque tu marido esta contento contigo” me decía al estarle dándole una felación.
Su verga no tardo en pararse de nuevo, el disfrutaba viéndome como me metia su verga en mi boca, llegando a mi garganta atragantándome con ella.
“ahhh, rico, así, métela toda en tu boca” decía
Mi lengua recorria lo largo de su verga, sientiendo sus venas , estaba igual, o un poco mas chico que la verga de Rafael, dándome un placer que me faltaba.
Estando ya su pito a todo su explendor, se levanto de la cama, me jalo con el, estando de pie su verga rosaba mi ombligo, sentí cosquillas con el rose de su verga.
El tiernamente me abrazo, en eso hizo un movimiento y… ¡me cargo!
¿de verdad? Pregunte incrédula
¡si, el me levanto y me abrazo con una ternura, pero a la vez con un poco de fuerza.
Estando abrazados mis piernas rodearon su espalda, bueno trataron de hacerlo, ya vez que el esta mas gordito que yo.
Amiga, sin ayudarse con sus manos… ¡me clavo su verga!
“ayyyy”, fue mi grito acompañado de un suspiro de satisfacción.
Abrazados, de pie así me siguió cogiendo, con fuerza, empujándome su tronco de carne viva hasta lo mas profundo de mi genitalia femenina.
Ahí donde lo vez es muy agil, se mueve bien delicioso cada vez que coge, pero eso si no te niego que a mi marido nadie se le compara.
“bueno síguele, haber no te desvíes mucho.” Interrupi
En eso estábamos cogiendo en la recamara, no disfrute mucho esa posición, mas por el miedo de caerme que por otra cosa, si me gustaba que me lo hiciera así, pero como te digo no quería caerme.
“papi, cambiemos de posición, me duele, ándale dime que si”- suplique
No me contesto nada, pero delicadamente me levanto, sacándome su verga de mi panochita, ya que estuve de pie de nuevo, el me agarro de la cintura y me giro , quedando de espaldas a el, me hizo hacia adelante, posicionándose detrás de mi, abrió mis piernas y me clavo de nuevo su verga en la panocha.
“¿te gusta así?¿no te duele?”- me pregunto
“no, para nada, anda cógeme, dame lo que necesito y tu sabes que es” le respondí
Seguimos cogiendo así, su verga entraba y entraba en mi, parecía que me quería perforar por dentro, estaba muy caliente, mi panocha le respondia con orgasmos seguidos ante sus embestidas.
“ya estas bien mojada, mi verga se resbala, pero aun así entra toda” me decía
“así, dame duro, cógeme, ya, dame tu semen, quiero sentir tu semen dentro de mi” le suplicaba.
“aguanta, aun me falta, disfrutala, aun quiero cogerte” me respondio
Me hizo de todo, mientras me cogia su boca se pego a mis pechos, dejándome marcas en los mismos, pero lo que me gusto es como fue buscando mi ano con sus dedos.
“¿en serio?” le pregunte
¡si! Eso nunca lo había hecho ni con Rafael, a el no le gusta el sexo anal, a mi me facina, pero no le gusta que porque después huele mal.
Sin dejar de cogerme, poco a poco fue abriéndome el orificio de atrás, mi voluntad estaba dispuesta a que me la metiera por ahí si quisiera.
“ya estas lista, ven,,,,” me decía mientras chema se salía de mi, colocándose acostado boca arriba
Ya que el se coloco en esa posición me pidió que lo montara, pero de espaldas a el, para verme por detrás, para estar en primera fila cuando su verga entrara en mi culito, Chema coloco su verga en la entrada de mi culito, no te he de mentir pero sentía su verga caliente.
“déjame metérmela yo sola, no me presiones,” le dije
“si, hazlo tu sola” respondio
El me permitió que me la metiera poco a poco, ya sabes que doloroso pero a la vez es un placer infinito que te la metan por ahí.
“ni lo dudes, es algo que yo también disfruto” interrumpi
Pues cuando la cabeza de su verga libro la entrada de mi ano, apenas estaba acostumbrándome a que entrara, que el pendejo me agarra y me jala hacia el. Grite, porque me clave su estaca en mi culito
“ay cabron, me duele, no seas ojete cabron” le reclame
“síguete moviendo preciosa, disfruta como te estoy cogiendo” me reposndio
Para que no me doliera tanto me segui moviendo, de a un lado hacia otro y después de adelante hacia atrás.
“ me vengo, me vengo…..ahhhhh” decía una y otra vez cuando me provocaba los orgasmos mas deliciosos.
Este cabron me esta dando una cogida que no olvidaría en mucho tiempo, estaba maravillada con la verga de Chema, mi marido coge rico, pero Chema se defiende y si esta casi a la altura de mi marido.
De nueva cuenta el se vacio dentro de mi. Su semen me mojo las entrañas, quedando mucho dentro de mi, claro sentí como su verga perdia tamaño dentro de mi culito, el cual como te digo estaba lleno de leche.
Estuviéramos cogiendo por mas tiempo pero el tenia que ir a su tienda y yo tenia que preparar las cosas para cuando llegara mi hijo.
Esa fue la primera vez que estuve con el, después te cuento mas sobre el…..
