webos1213
Becerro
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Gracias a que algunas personas me pidieron que escribiera más relatos recordé una historia sumamente excitante que les quiero compartir.
Cuando yo recién estaba en la secundaria vivía junto a mi familia en una unidad habitacional bastante grande, eran varios cientos de departamentos juntos y gracias a ello tanto yo como mi hermano tuvimos muchos amigos de nuestras edades con los cuales jugar.
Algo muy común es que mis amigos y yo jugáramos con los amigos de mi hermano de manera un poco pesada, pero que de alguna forma nos agradaba a todos, estando yo con mis amigos si veíamos a los de mi hermano los correteábamos y al alcanzarlos los golpeábamos y les hacíamos, por llamarlo de alguna forma “maldades”, esto por supuesto era en tono de juego y procurábamos no lastimarlos, ellos eran participes de este juego, pues nos provocaban para ser perseguidos.
Una de las cosas que más hacíamos es el denominado “calzón chino” el cual, por si no saben a qué me refiero, consiste en tomar la ropa interior de alguien y jalarla para afuera del pantalón, lo cual hace que se te entierre y es bastante incomodo si te lo hacen y divertido si tú lo haces.
Pero quiero hacer la aclaración es que todo esto era a modo de juego, no es que fuéramos los típicos abusadores, de hecho todavía algunos amigos de mi hermano, que en esa época fueron atacados por nosotros, en realidad lo recuerdan entre risas.
Les cuento esto para contextualizar la historia, perdón si los aburro.
Entre los amigos de mi hermano, se contaba una chica llamada Daniela, ella como mi hermano era 4 años menor que yo y vivía justamente en el mismo edificio que nosotros, ella era bastante flacucha, de piel blanca y cabello negro, tenía las formas propias de una chica de su edad, bastante risueña y un poco boba la verdad.
A diferencia de las demás mujeres del grupo de amigos míos y de mi hermano, se mostraba interesada en jugar así con los hombres, cuando los grandes correteábamos a los chicos, ella salía también disparada, pero pues claro que nunca la atrapábamos, pues nadie estaba dispuesto a golpearla.
Una tarde entre a su casa pues ahí estaba mi hermano otro amigo suyo y ella, al entrar inmediatamente mi hermano y su amigo se me lanzaron encima y comenzamos a pelear, bajo la mirada de envidia de Daniela, cuando me di cuenta que ella estaba ansiosa de unírsenos, decidí integrarla al juego tome un cojín del sillón y se lo arroje, ella muy contenta por ver que esta vez podría jugar tomo un cojín y se lanzó al ataque.
Así estuve peleando contra los 3, pero por supuesto que a ella solo le daba cojinasos, en algún momento del juego, no sé muy bien porque lo hice pero metí la mano en su pantalón para tomar su ropa interior y jalarla (por supuesto que no se lo hice ni la mitad de fuerte de lo acostumbrado) Ella solo se tiro al piso llena de risa y al ver esto no dude en hacerlo un par de veces más.
Pero me di cuenta que a diferencia de hacérselo a un hombre el pensar que la ropa interior se pegaba a su vagina, empezó a excitarme bastante y como ella solo se divertía con esto, me dio valor de seguir haciéndolo, con cuidado para que los otros 2 no lo notaran mi mano cada vez entraba más profundo en los pantalones de Daniela y cada vez la dejaba más tiempo ahí, sintiendo por sobre la tela de la panty, sus ricas nalguitas, la cuales se sentían perfectas, redondas y duras.
No recuerdo cual fue la razón, pero tanto mi hermano como su amigo salieron del departamento, dejándonos solos a Daniela y a mí, y yo además ya con una buena erección. Pensé que el juego se suspendería pero no fue así, contrario a eso Daniela siguió atacándome con el cojín y yo metiéndole cada vez más la mano en el pantalón, al estar totalmente solos en el departamento me envalentone y mi mano se aventuraba más y más, empecé a metérsela ya no solo en el pantalón sino también en la ropa interior, sentía perfectamente con el dorso de la mano, esa rica línea que se forma por la división de las nalgas y eso me ponía cada vez más excitado, llegue incluso a meter no solo una sino las 2 manos y ya envalentonado por la lujuria tome sus dos nalgas y las amase por un corto periodo, la siguiente ves no solo tome sus 2 nalgas sino que además se las separe y roce con los dedos su orificio anal.
Ella solo retrocedía cuando le jalaba el calzón y muerta de la risa se lo acomodaba y volvía al ataque y yo cada vez estaba más excitado, en un momento presa de la excitación la jala con más fuerza, ella sin dejar de reírse se quejó de que le había dolido, y de pronto hizo algo que me sorprendió bastante entro corriendo a su cuarto, muerta de la risa y diciéndome:
-A mí no me vas a hacer como a Manuel!!!
Aclaro que Manuel era otro amigo de mi hermano el cual se burlaba y molestaba bastante a mi grupo de amigos, así que se ganaba los peores castigos cuando lo alcanzábamos, llegando incluso a que le hacíamos calzón chino con una piedra dentro del calzón, les sonara cruel, pero el perecía divertirle pues seguía molestando cada vez con más saña para que lo correteáramos.
Volviendo a la historia, entre al cuarto de Daniela y la encontré acostada boca abajo en su cama riéndose, con algo entre las manos, después de forcejear contra ella, le arranque de las manos un pequeño muñeco, apenas de 1.5 cm de tamaño.
Al principio no entendí y le volví a jalar el calzón, pero ella al acomodárselo de nuevo se quedó como buscando algo en el cuarto y finalmente tomo otro objeto pequeño y se volvió a acostar boca abajo con el objeto en sus manos.
En ese momento entendí que pretendía, así que le arranque de nuevo lo que tenía en las manos lo metí en su calzón, aprovechando para acariciar de nuevo sus nalgas y con mucho cuidado de no lastimarla, jale el calzón, ella se rio muchísimo, saco el objeto de su ropa interior y se paró a buscar otra cosa.
Así el juego se transformó, totalmente yo no luchábamos, ahora ella tomaba objetos, según ella para no dejarlos a mi alcance, pero me di cuenta que estaba en realidad como pidiéndome que cosas le metiera.
Al darme cuenta de esto, comencé a tomarme mi tiempo, como ella siempre se acostaba boca abajo, yo tomaba, el objeto y sin que ella pusiera ninguna resistencia, estiraba el elástico tanto de su calzón como de su pantalón, aprovechaba para echar una mirada a esas pequeñas y lindas nalgas, metía le objeto, pero ya no solo a lo tonto, sino que colocándolos cada vez más entre sus piernas para que los objetos quedaran en contacto con su vagina, pero por la posición esto no se podía así que resolví, ponerlos a la altura de su ano, los objetos obviamente no la penetraban, pero seguramente acariciaban su pequeña ´puerta trasera, lo cual seguramente le agradaba, pues ella no paraba de elegir cosas para que yo las usara.
El ultimo objeto que tomo fue una canica, al ser una cosa tan pequeña, para acomodarla bien, incluso abrí sus nalgas con una mano y puse la canica exactamente en la entrada a su ano y ya sin jalar el calzón, comencé a empujarla con el dedo, lo único que separaba mi dedo de su ano, era esa pequeña esfera de vidrio.
En un momento, hasta chupe la canica para lubricarla y volví a ponerla empuje suavemente y juro que sentí como la canica entraba un poco, decidí que ya basta de estar fingiendo, tome sus pantalones y sin que ella no pusiera ninguna resistencia se los baje con todo y panty.
Ahí estaba ese rico y virgen culo expuesto, tenía unas nalgas riquísimas, las separe y al ver su pequeño ano y volví a colocar la canica y a empujarla poco a poco, quería ver si entraba, sin embargo en algún momento, debido a lo muy cerrado que tenía el ano, la canica reboto y cayó al suelo.
Al agacharme a recogerla, vi que se había perdido bajo la cama, pero alrededor de nosotros, estaban todos los objetos que anteriormente ella me había dado, le dije que le proponía un nuevo juego, que le pondría distintos objetos y que ella tenía que adivinar que eran.
Ella contesto que si con cara de excitación, así que tome cualquier cosa del suelo y se lo coloque en el ano, ella por supuesto que jamás descubrió que era, le dije que probaríamos con otra cosa.
Sin que ella se diera cuenta saque mi pene del pantalón y me coloque, listo para penetrar a esa vecinita por el ano, cuando sintió mi pene no supo que era, pero seguramente se le hizo raro que yo me recostara sobre ella, así que volteo a verme y me pregunto que que era eso tan caliente que sentía.
Tome su cara y la volví hacia la cama y le dije que era una parte de mi cuerpo y que ella tenía que adivinar, ella pregunto que si era mi dedo, le dije que no y seguí presionando, comencé a sentir que su ano cedía y en ese momento ella comenzó a quejarse de que le dolía, que le pusiera otra cosa pero eso no que la lastimaba.
Comencé a acariciarlo con mi dedo, ella no decía nada simplemente estaba ahí quieta, quise meter mi dedo en su ano, pero ella me dijo que le dolía, así que decidí lubricar esa rica abertura.
Comencé a lamer su ano, me supo raro pero seguí, bese sus nalgas y muslos y comencé a meter la lengua en su ano, pese a que era la primera vez que estaba así con una chica, yo estaba totalmente hipnotizado por su ano, ni siquiera me acorde que tenía una vagina también je
Ella comenzó a dar pequeños quejidos y a suspirar muy fuerte, le pregunte que que era lo que le estaba tocando el ano, ella me dijo que mi lengua, le dije que sí y seguí lamiendo.
Cuando pensé que ya estaba bien lubricada de saliva volví a colocar mi pene ahí y a hacer presión, ella volteo y esta vez ya no pude ocultar que mi pene estaba en la puerta de su ano, ella solo dijo que eso le dolía y apretó bastante fuerte las nalgas, tanto que cualquier intento de entrar fue inútil.
Volví a bajar y a lamer sus nalgas, con esto ella de nuevo se relajó, pero cuando intente penetrarla de nuevo, otra vez me lo impidió apretando las nalgas.
Así que empezó un juego de intentar penetrarla, cuando ella sentía mi lengua aflojaba pero al sentir mi pene inmediatamente apretaba, a si estuvimos unos minutos en los que era claro que ella disfrutaba mi lengua en su ano.
Finalmente logre engañarla, como me alternaba en chupar y querer meter mi pene, hice a destiempo las acciones y cuando mi pene encontró, ese ano ya un poco dilatado y bastante lubricado entro sin ningún problema, ella no dio muestras de dolor ni nada así, solo Pareto los ojos y me dejo hacer.
No les podría decir si ella disfruto ser sodomizada, porque mientras fue penetrada no decía nada, solo se quedó callada con los ojos apretados, como ya les había dicho.
Yo en cambio estaba en la gloria su ano me apretaba riquísimo el pene y como estaba todo lubricado, mi pene entraba sin ningún problema, comencé a darle despacio pero poco a poco la penetraba con as fuerza y velocidad.
Un par de veces logre contenerme, deteniéndome y me le quedaba viendo ella no hacia nasa, ni siquiera intentaba quitarse o algo, así que yo reanudaba la delicia de cogida que le estaba dando, finalmente no pude más y llene su ano de semen, fue una venida deliciosa y casi me desmayo del placer que me había dado ese pequeño ano.
Finalmente me Salí de ella y en ese momento fui invadido por el terror de lo acababa de hacer, me levante de la cama, ella simplemente se acomodó la ropa, algo hablamos pero no recuerdo que y Salí de su casa aterrado.
Pase casi toda la semana siguiente con el miedo de que su familia reprochara algo, pero por suerte parece ser que nunca le conto a nadie.
Un par de semanas después volví a estar con ella a solas y de nuevo tomo algún objeto y me vio con cara picara, pero alguien nos interrumpió y no pudimos hacer nada mas.
Lamentablemente mi pene jamás volvió a sentir ese apretado culo, nunca ninguno de los dos siquiera hablo del tema.
Un par de años después ella y su familia se cambió de casa y no volví a saber de ella , pero me queda el recuerdo de esa deliciosa primera experiencia anal y espero que ella lo recuerde igual.
Cuando yo recién estaba en la secundaria vivía junto a mi familia en una unidad habitacional bastante grande, eran varios cientos de departamentos juntos y gracias a ello tanto yo como mi hermano tuvimos muchos amigos de nuestras edades con los cuales jugar.
Algo muy común es que mis amigos y yo jugáramos con los amigos de mi hermano de manera un poco pesada, pero que de alguna forma nos agradaba a todos, estando yo con mis amigos si veíamos a los de mi hermano los correteábamos y al alcanzarlos los golpeábamos y les hacíamos, por llamarlo de alguna forma “maldades”, esto por supuesto era en tono de juego y procurábamos no lastimarlos, ellos eran participes de este juego, pues nos provocaban para ser perseguidos.
Una de las cosas que más hacíamos es el denominado “calzón chino” el cual, por si no saben a qué me refiero, consiste en tomar la ropa interior de alguien y jalarla para afuera del pantalón, lo cual hace que se te entierre y es bastante incomodo si te lo hacen y divertido si tú lo haces.
Pero quiero hacer la aclaración es que todo esto era a modo de juego, no es que fuéramos los típicos abusadores, de hecho todavía algunos amigos de mi hermano, que en esa época fueron atacados por nosotros, en realidad lo recuerdan entre risas.
Les cuento esto para contextualizar la historia, perdón si los aburro.
Entre los amigos de mi hermano, se contaba una chica llamada Daniela, ella como mi hermano era 4 años menor que yo y vivía justamente en el mismo edificio que nosotros, ella era bastante flacucha, de piel blanca y cabello negro, tenía las formas propias de una chica de su edad, bastante risueña y un poco boba la verdad.
A diferencia de las demás mujeres del grupo de amigos míos y de mi hermano, se mostraba interesada en jugar así con los hombres, cuando los grandes correteábamos a los chicos, ella salía también disparada, pero pues claro que nunca la atrapábamos, pues nadie estaba dispuesto a golpearla.
Una tarde entre a su casa pues ahí estaba mi hermano otro amigo suyo y ella, al entrar inmediatamente mi hermano y su amigo se me lanzaron encima y comenzamos a pelear, bajo la mirada de envidia de Daniela, cuando me di cuenta que ella estaba ansiosa de unírsenos, decidí integrarla al juego tome un cojín del sillón y se lo arroje, ella muy contenta por ver que esta vez podría jugar tomo un cojín y se lanzó al ataque.
Así estuve peleando contra los 3, pero por supuesto que a ella solo le daba cojinasos, en algún momento del juego, no sé muy bien porque lo hice pero metí la mano en su pantalón para tomar su ropa interior y jalarla (por supuesto que no se lo hice ni la mitad de fuerte de lo acostumbrado) Ella solo se tiro al piso llena de risa y al ver esto no dude en hacerlo un par de veces más.
Pero me di cuenta que a diferencia de hacérselo a un hombre el pensar que la ropa interior se pegaba a su vagina, empezó a excitarme bastante y como ella solo se divertía con esto, me dio valor de seguir haciéndolo, con cuidado para que los otros 2 no lo notaran mi mano cada vez entraba más profundo en los pantalones de Daniela y cada vez la dejaba más tiempo ahí, sintiendo por sobre la tela de la panty, sus ricas nalguitas, la cuales se sentían perfectas, redondas y duras.
No recuerdo cual fue la razón, pero tanto mi hermano como su amigo salieron del departamento, dejándonos solos a Daniela y a mí, y yo además ya con una buena erección. Pensé que el juego se suspendería pero no fue así, contrario a eso Daniela siguió atacándome con el cojín y yo metiéndole cada vez más la mano en el pantalón, al estar totalmente solos en el departamento me envalentone y mi mano se aventuraba más y más, empecé a metérsela ya no solo en el pantalón sino también en la ropa interior, sentía perfectamente con el dorso de la mano, esa rica línea que se forma por la división de las nalgas y eso me ponía cada vez más excitado, llegue incluso a meter no solo una sino las 2 manos y ya envalentonado por la lujuria tome sus dos nalgas y las amase por un corto periodo, la siguiente ves no solo tome sus 2 nalgas sino que además se las separe y roce con los dedos su orificio anal.
Ella solo retrocedía cuando le jalaba el calzón y muerta de la risa se lo acomodaba y volvía al ataque y yo cada vez estaba más excitado, en un momento presa de la excitación la jala con más fuerza, ella sin dejar de reírse se quejó de que le había dolido, y de pronto hizo algo que me sorprendió bastante entro corriendo a su cuarto, muerta de la risa y diciéndome:
-A mí no me vas a hacer como a Manuel!!!
Aclaro que Manuel era otro amigo de mi hermano el cual se burlaba y molestaba bastante a mi grupo de amigos, así que se ganaba los peores castigos cuando lo alcanzábamos, llegando incluso a que le hacíamos calzón chino con una piedra dentro del calzón, les sonara cruel, pero el perecía divertirle pues seguía molestando cada vez con más saña para que lo correteáramos.
Volviendo a la historia, entre al cuarto de Daniela y la encontré acostada boca abajo en su cama riéndose, con algo entre las manos, después de forcejear contra ella, le arranque de las manos un pequeño muñeco, apenas de 1.5 cm de tamaño.
Al principio no entendí y le volví a jalar el calzón, pero ella al acomodárselo de nuevo se quedó como buscando algo en el cuarto y finalmente tomo otro objeto pequeño y se volvió a acostar boca abajo con el objeto en sus manos.
En ese momento entendí que pretendía, así que le arranque de nuevo lo que tenía en las manos lo metí en su calzón, aprovechando para acariciar de nuevo sus nalgas y con mucho cuidado de no lastimarla, jale el calzón, ella se rio muchísimo, saco el objeto de su ropa interior y se paró a buscar otra cosa.
Así el juego se transformó, totalmente yo no luchábamos, ahora ella tomaba objetos, según ella para no dejarlos a mi alcance, pero me di cuenta que estaba en realidad como pidiéndome que cosas le metiera.
Al darme cuenta de esto, comencé a tomarme mi tiempo, como ella siempre se acostaba boca abajo, yo tomaba, el objeto y sin que ella pusiera ninguna resistencia, estiraba el elástico tanto de su calzón como de su pantalón, aprovechaba para echar una mirada a esas pequeñas y lindas nalgas, metía le objeto, pero ya no solo a lo tonto, sino que colocándolos cada vez más entre sus piernas para que los objetos quedaran en contacto con su vagina, pero por la posición esto no se podía así que resolví, ponerlos a la altura de su ano, los objetos obviamente no la penetraban, pero seguramente acariciaban su pequeña ´puerta trasera, lo cual seguramente le agradaba, pues ella no paraba de elegir cosas para que yo las usara.
El ultimo objeto que tomo fue una canica, al ser una cosa tan pequeña, para acomodarla bien, incluso abrí sus nalgas con una mano y puse la canica exactamente en la entrada a su ano y ya sin jalar el calzón, comencé a empujarla con el dedo, lo único que separaba mi dedo de su ano, era esa pequeña esfera de vidrio.
En un momento, hasta chupe la canica para lubricarla y volví a ponerla empuje suavemente y juro que sentí como la canica entraba un poco, decidí que ya basta de estar fingiendo, tome sus pantalones y sin que ella no pusiera ninguna resistencia se los baje con todo y panty.
Ahí estaba ese rico y virgen culo expuesto, tenía unas nalgas riquísimas, las separe y al ver su pequeño ano y volví a colocar la canica y a empujarla poco a poco, quería ver si entraba, sin embargo en algún momento, debido a lo muy cerrado que tenía el ano, la canica reboto y cayó al suelo.
Al agacharme a recogerla, vi que se había perdido bajo la cama, pero alrededor de nosotros, estaban todos los objetos que anteriormente ella me había dado, le dije que le proponía un nuevo juego, que le pondría distintos objetos y que ella tenía que adivinar que eran.
Ella contesto que si con cara de excitación, así que tome cualquier cosa del suelo y se lo coloque en el ano, ella por supuesto que jamás descubrió que era, le dije que probaríamos con otra cosa.
Sin que ella se diera cuenta saque mi pene del pantalón y me coloque, listo para penetrar a esa vecinita por el ano, cuando sintió mi pene no supo que era, pero seguramente se le hizo raro que yo me recostara sobre ella, así que volteo a verme y me pregunto que que era eso tan caliente que sentía.
Tome su cara y la volví hacia la cama y le dije que era una parte de mi cuerpo y que ella tenía que adivinar, ella pregunto que si era mi dedo, le dije que no y seguí presionando, comencé a sentir que su ano cedía y en ese momento ella comenzó a quejarse de que le dolía, que le pusiera otra cosa pero eso no que la lastimaba.
Comencé a acariciarlo con mi dedo, ella no decía nada simplemente estaba ahí quieta, quise meter mi dedo en su ano, pero ella me dijo que le dolía, así que decidí lubricar esa rica abertura.
Comencé a lamer su ano, me supo raro pero seguí, bese sus nalgas y muslos y comencé a meter la lengua en su ano, pese a que era la primera vez que estaba así con una chica, yo estaba totalmente hipnotizado por su ano, ni siquiera me acorde que tenía una vagina también je
Ella comenzó a dar pequeños quejidos y a suspirar muy fuerte, le pregunte que que era lo que le estaba tocando el ano, ella me dijo que mi lengua, le dije que sí y seguí lamiendo.
Cuando pensé que ya estaba bien lubricada de saliva volví a colocar mi pene ahí y a hacer presión, ella volteo y esta vez ya no pude ocultar que mi pene estaba en la puerta de su ano, ella solo dijo que eso le dolía y apretó bastante fuerte las nalgas, tanto que cualquier intento de entrar fue inútil.
Volví a bajar y a lamer sus nalgas, con esto ella de nuevo se relajó, pero cuando intente penetrarla de nuevo, otra vez me lo impidió apretando las nalgas.
Así que empezó un juego de intentar penetrarla, cuando ella sentía mi lengua aflojaba pero al sentir mi pene inmediatamente apretaba, a si estuvimos unos minutos en los que era claro que ella disfrutaba mi lengua en su ano.
Finalmente logre engañarla, como me alternaba en chupar y querer meter mi pene, hice a destiempo las acciones y cuando mi pene encontró, ese ano ya un poco dilatado y bastante lubricado entro sin ningún problema, ella no dio muestras de dolor ni nada así, solo Pareto los ojos y me dejo hacer.
No les podría decir si ella disfruto ser sodomizada, porque mientras fue penetrada no decía nada, solo se quedó callada con los ojos apretados, como ya les había dicho.
Yo en cambio estaba en la gloria su ano me apretaba riquísimo el pene y como estaba todo lubricado, mi pene entraba sin ningún problema, comencé a darle despacio pero poco a poco la penetraba con as fuerza y velocidad.
Un par de veces logre contenerme, deteniéndome y me le quedaba viendo ella no hacia nasa, ni siquiera intentaba quitarse o algo, así que yo reanudaba la delicia de cogida que le estaba dando, finalmente no pude más y llene su ano de semen, fue una venida deliciosa y casi me desmayo del placer que me había dado ese pequeño ano.
Finalmente me Salí de ella y en ese momento fui invadido por el terror de lo acababa de hacer, me levante de la cama, ella simplemente se acomodó la ropa, algo hablamos pero no recuerdo que y Salí de su casa aterrado.
Pase casi toda la semana siguiente con el miedo de que su familia reprochara algo, pero por suerte parece ser que nunca le conto a nadie.
Un par de semanas después volví a estar con ella a solas y de nuevo tomo algún objeto y me vio con cara picara, pero alguien nos interrumpió y no pudimos hacer nada mas.
Lamentablemente mi pene jamás volvió a sentir ese apretado culo, nunca ninguno de los dos siquiera hablo del tema.
Un par de años después ella y su familia se cambió de casa y no volví a saber de ella , pero me queda el recuerdo de esa deliciosa primera experiencia anal y espero que ella lo recuerde igual.
