Los que rondéis los ventimuchos/treintaipocos seguro que os acordáis de ella. A mediados de los 80, cuando la voluptuosidad natural y bien entendida regía los cánones de belleza femeninos, ella fue uno de nuestros primeros contactos con el cuerpo femenino. Allí estaba ella, a toda página, en las publicidades de todas las revistas y las estanterías de las tiendas de juegos de ordenador. Seguro que más de un usuario de Spectrum, Amstrad o Commodore descubrió lo que era una erección a base de mirar la portada del BARBARIAN.
María era una jovencita que, dotada de una escultura figura, un rostro picarón y dos tetazas como dos misiles tomahawk, decidió que trabajar de modelo erótica era mucho más divertido que estar en una ofi. Con solo 16 años comenzó a posar con las tetas al aire y se conviritió en una de las pin-ups más famosas de inglaterra. Claro que nosotros no teníamos ni puta idea de todo aquello. Y si no llega a ser por la Micromanía y el Microhobby, ni siquiera sabríamos como se llamaba. Era la novia del bárbaro del juego, y con eso nos bastaba.
Como durante aquella época salió en cantidad de diarios (las famosas “páginas 3″, que siempre se reservaban a una jovencita ligera de ropa) y revistas extranjeras, ahora podemos recuperar el tiempo perdido y observar a la Whittaker en toda su esplendorosa plenitud… ¡Cuando hizo las fotos de Barbarian apenas tenía 18 años!
La chica volvió para hacer la sesión de fotos de Barbarian 2, juego en el que además te la podías coger como personaje. Además, apareció en Interviu allá por 1988, afirmando que “sus pechos eran más grandes que los de Samantha Fox”. De haber estado allí un servidor, hubiera invocado a la paz y el talante, y a la interverción un observador imparcial para decidir quién poseía las tetas de mayor tamaño. Yo mismo, por ejemplo.
Como en los 80 bastaba con tener las tetas grandes para grabar discos, María también lo intentó. Tuvo bastante menos éxito que Sabrina o Samantha Fox, aunque tenía una calidad similar. También apareció en un videoclip de Génesis, verdaderas superestrellas en la Inglaterra de la época. Pero parecía claro que la música no era lo suyo.
No: lo suyo era el despelote, y en los 90 siguió dando guerra, llegando a aparecer en Penthouse, aunque se casó con un rapero y hoy, con 39 años es una orgullosa madre… aunque eso sí, aún aparece esporádicamente posando como modelo de corsés y prendas fetichistas. Lo lleva en la sangre, la tía. Y se conserva fenomenalmente.
Dios la bendiga, a ella y a los señores de Palace Software por hacernos comprender rápidamente que éramos heterosexuales. Me quedo antes con tus kazoongas que con la poligonera de Lara Croft.
María era una jovencita que, dotada de una escultura figura, un rostro picarón y dos tetazas como dos misiles tomahawk, decidió que trabajar de modelo erótica era mucho más divertido que estar en una ofi. Con solo 16 años comenzó a posar con las tetas al aire y se conviritió en una de las pin-ups más famosas de inglaterra. Claro que nosotros no teníamos ni puta idea de todo aquello. Y si no llega a ser por la Micromanía y el Microhobby, ni siquiera sabríamos como se llamaba. Era la novia del bárbaro del juego, y con eso nos bastaba.
Como durante aquella época salió en cantidad de diarios (las famosas “páginas 3″, que siempre se reservaban a una jovencita ligera de ropa) y revistas extranjeras, ahora podemos recuperar el tiempo perdido y observar a la Whittaker en toda su esplendorosa plenitud… ¡Cuando hizo las fotos de Barbarian apenas tenía 18 años!
La chica volvió para hacer la sesión de fotos de Barbarian 2, juego en el que además te la podías coger como personaje. Además, apareció en Interviu allá por 1988, afirmando que “sus pechos eran más grandes que los de Samantha Fox”. De haber estado allí un servidor, hubiera invocado a la paz y el talante, y a la interverción un observador imparcial para decidir quién poseía las tetas de mayor tamaño. Yo mismo, por ejemplo.
Como en los 80 bastaba con tener las tetas grandes para grabar discos, María también lo intentó. Tuvo bastante menos éxito que Sabrina o Samantha Fox, aunque tenía una calidad similar. También apareció en un videoclip de Génesis, verdaderas superestrellas en la Inglaterra de la época. Pero parecía claro que la música no era lo suyo.
No: lo suyo era el despelote, y en los 90 siguió dando guerra, llegando a aparecer en Penthouse, aunque se casó con un rapero y hoy, con 39 años es una orgullosa madre… aunque eso sí, aún aparece esporádicamente posando como modelo de corsés y prendas fetichistas. Lo lleva en la sangre, la tía. Y se conserva fenomenalmente.
Dios la bendiga, a ella y a los señores de Palace Software por hacernos comprender rápidamente que éramos heterosexuales. Me quedo antes con tus kazoongas que con la poligonera de Lara Croft.
