MARTIN CHOLANO
Bovino adolescente
- Registrado
- 15 Jul 2008
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Yo no tengo muchas historias sobre chicas diferentes que me cojo cada semana, ya que desde hace algunos años estoy casado con la mujer que es prefecta para mí, pero esto me sucedió hace 10 años cuando era soltero y tenía mis aventurillas ocasionales.
Conocí a Carlos cuando ibamos en la Prepa, teníamos casi dos años de conocernos cuando hubo la necesidad de ir a su casa a entregarle un cuaderno que me prestó para hacer una tarea, él me dijo que no estaría y que podía dejaselo con su hermana Ema. Yo no conocía a su hermana, hasta ese día, en el que al abrirse la puerta de su casa parecía que se abrían las puertas del cielo, ya que abrió Ema, la hermana de mi amigo, de quien les hago una breve descripción:
Ella tenía unos 17 años, de piel blanca y sonrisa franca, una mirada tierna y una boca deliciosa con unos labios finos bien delineados, mide como 1:60, de complexión delgada que resalta unas piernas espigadas y unas tetas de tamaño medio pero con buena estampa, unas nalguitas bonitas y de buen perfil, en fin, de verdad una niña muy bonita y con un cuerpazo!
El día que la conocí le lancé el perro enseguida, pero desistí por el rollo de la lealtad con los amigos, además Carlos conocía y también era amigo de mi novia en ese momento y sería una mala jugada para mi novia y mi amigo si me metía con su hermana.
A pesar de detener mis instintos sobre Ema, no perdía oportunidad de ir a su casa con cualquier pretexto, hasta ser recibido por su familia como un miembro más de ella, a veces llegábamos del billar Carlos y yo y echábamos un trago de brandy que su papá nos ofrecía mientras platicábamos, y cada que Ema aparecía me brillaban los ojos al ver la exquisités de sus curvas, y más cuando en casa acostumbraba a usar vestidos y faldas cortas, al grado de dejarme ver varias veces muy arriba de sus piernas, casi hasta sus muslos.
Ya tendría unos 2 años tratando a la familia y me hacía el aparecido en su casa cada que podía, hasta ese 31 de diciembre cuando me aparecí después de media noche con una botella de tequila y el pretexto de celebrar el año nuevo, toda la familia me recibió con las muestras de cariño de siempre, pero noté que Ema lo hizo con mayor efusividad que de costumbre, con un abrazo apretado que me permitió palpar su delicada cintura y su deseable cuerpo. Ellos ya me iban ganando con una botella de tequila y su papá y mamá ya hasta se estaban casi despidiendo para ir a dormir, y cuando me quedé con Carlos y Ema casi celebramos de estar solos para platicar y escuchar música con unos tequilas. Ella llevaba unas mallas negras de licra y un sueter cafecito claro muy ceñido al cuerpo que le hacían resaltar su hermosa figura, y cada vez que tenía oportunidad le echaba un vistazo furtivo a sus deliciosas nalguitas. Ella estaba muy a gusto conmigo y nos sentamos juntos en la sala y después en la mesa donde nos acomodamos a echar unos tequileishons.
Recuerdo que al pasar el tiempo las miradas entre Ema y yo cada vez eran más evidentes e insistentes, hasta que Carlos salió al patio quién sabe a qué y, al quedarnos solos Ema y yo se sintió en el ambiente una extraña sensación de excitación sexual, yo estaba completamente erecto desde que ví que Carlos me dejaría solo con su hermana un momento, y cuando así sucedió, Ema y yo, sin decir una sola palabra, nos unimos en un beso apasionado, interminable, sexual! Era un momento mágico en el que yo hubiera querido que se detuviera el tiempo, por fín tenía en mis brazos a aquella venus a quien le dedicaba mis chaquetas desde hacía tiempo!
No sabía como actuar! estaba con la hermana de mi amigo, en casa de mi amigo, en una situación que podría terminar mal! y mis pensamientos me tenían entre la disyuntiva entre tirarle faje con todo y correr el riesgo de una situación embarazosa con mi amigo, o dejar de hacerlo, pero mi mente estaba bloqueada! Afortunandamente Ema fué más discreta y después de ese beso eterno (del cual al escribir esto me excito y hasta la piel se me pone chinita) me pidió que no fuéramos más allá porque Carlos se podía poner pesado y tal vez me podía correr a patadas. Yo le hice caso, ya que aparte de ser razonable la situación no quería que mi propio amigo me pusiera una chinga por agarrarme besuqueando y toqueteando a su hermana en su casa.
Esa noche sólo nos dimos un beso más y eso fué todo, su hermano regresó y continuamos la tertulia hasta que yo me salí para irme a mi casa como a las 3:30 de la mañana, con la promesa de Ema de salir en días próximos conmigo y con una erección que no se me quitó hasta masturbarme en casa con el recuerdo de dos cosas: El ver y tocar el hermoso cuerpo de Ema y ese primer beso excitante.
Sólo pasaron 8 días para que Ema saliera conmigo, ese día su papá le dió permiso de llegar a las 11:30 pm (sólo de daban permiso de llegar hasta las 10:00), eso era muestra de una gran confianza que me tenía el viejo. Yo tenía pensado llevarla al cine y después a tomar un café o algo así, debo confesar que después de esa noche del beso mágico empecé a idealizarla y a pesar del enorme deseo que sentía por ella, quería darle un trato de reina.
Ese tarde-noche ella llevaba un pantalón de mezclilla sin bolsas atrás que le hacían lucir unas nalgas monumentales, y una blusa blanca escotada que dejaba asomar el nacimiento de esos senos que me hicieron notar un lunarcillo coqueto que no le conocía, y una chamarra de mezclilla muy casual. Fué muy grande mi sorpresa cuando rechazó mi oferta de cine y café, y a cambio de ello quiso que la llevara a un bar chelero con música de rock en vivo, yo ya conocía el lugar y no me disgustó la idea. Desde que llegamos pedimos dos tarras de michelada, tenían capacidad para casi lo de una caguama, y yo pensé que tal vez con dos cada quien estaríamos bien, pero la verdad es que entre buena música con volumen alto que nos obligaba a acercarnos hasta el roce de mejillas para escucharnos al hablar y la buena charla, terminamos bebiéndonos cinco tarras, haciéndonos salir medio entonados de allí. Aún ni un besito nos dábamos!
Aún eran pasadas de las 10:00 pm cuando decidí llevarla a casa y pasar como un tipo responsable, pues quería ganarme más permisos para llevarla a pasear otro día, y cuando casi entro a su calle para dejarla en casa, me pidió que me estacionara una calle más adelante, juanto a una jardinera media oscura, y cuando apenas apagué el motor de carro y las luces, se avalanzó sobre mí y me empezó a besar con desesperación salvaje, que me causó una erección instantáneamente, y dejando de lado la pose de muchacho bién portado, me dejé querer y yo también la besé con furor y excitación, tanta que al acariciarla me sentía torpe, pero cuando pasó la primera embestida de besos y más tranquilos, la empecé a besar en el cuello, que tenía un aroma dulce a perfume, ella se empezó a estremecer mientras me decía que le gustaba, yo le había abierto la chamarra y la blusa de tal manera que dejaron asomar ligeramente sus dos hombros, los cuales besé por unos momentos con delicadeza y otros con un toque salvaje, mordiéndolos suávemente.
Yo sentía como al besarla y acariciarla ella se excitaba, su respiarción se agitaba y dejaba escapar un pequeños gemidos que me excitaban y me ponían a mil! Al ir besando su cuello y sus hombros yo me sentía dominador de la situación, y sin esperar un rechazo le saqué una teta de la blusa que empecé a mamar y mordizquear con fuerza, mientras acariciaba su vientre y su cintura, ella estaba a mi merced y sé que haría lo que le pidiera, pero nuevamente ella se me adelantó y sin más se desabrochó el pantalón y lo bajó a la altura de sus muslos, dejando asomar una ponochita peluda y nunca rasurada, que me hizo avalanzarme sobre ella masajeando suavemente su clítoris y peinando con los dedos esos pelillos finos de su pubis.
Yo ya estaba que reventaba, pero me excitaba más saborear esas tetazas y dedear esa rica, velluda, tibia y mojada vagina antes de buscar satisfaceme yo. Estaba listo para sacarme el pene para mostrarselo y dejar que ella hiciera lo que quisiera, cuando de repente ella dejó escapar un gemido ahogado provocado por un orgasmo que estaba teniendo, provocándome una excitación indescriptible, estremecedora, única, había tenido un orgasmo y ni siquiera penetré algún dedo, el juego de su clítoris y los besos en sus tetas la hicieron venirse, y ese espectáculo casi me hace tener un orgasmo en seco, sin siquiera tocarme la verga! Cuando se repuso del momento, me pidió que la llevara a otro lado, que quería que yo hiciera lo que quisiera con ella, y no me quedó otro remedio que aguantarme las ganas y moverme de allí, llevándola a mi casa, ya que no había nadie, pues mis padres y hermanos estaban en Morelos de fin de semana.
No había pensado llevarla a casa por el rollo de no querer parchar a la primera, pero ella me lo pidió, y apenas estacioné el carro en la cochera cuando ya estabamos bajándonos de él con los pantalones desabrochados y ella con una teta de fuera. Entramos en la sala y a lo que íbamos: no prendimos la luz para que fuera más mágico el momento, y casi a tientas le quité la chamarra y la blusa y le bajé el pantalón, y cuando estaba tratando de bajarle el bikini, ella sutilmente tomó mis manos y las puso a los lados, señalándome los broches que tenía para quitarse de los lados, yo estab excitadísimo, y simplemente la recosté y le empecé a besar con pasión esa panocha peluda, haciéndo a un lado sus pelitos alborotados y jugando con su clítoris, y lamiendo sus labios, y de vez en cuando mediendo la lengua al interiór de su vagina. Ella estaba excitada y se notaba cuando se contoneaba y jadeaba y me decía "así, así! no pares!", así estaba cuando ella dejó escapar un gemido sin miedo a ser escuchada, al mismo tiempo que sus jugos vaginales cambiaron de sabor y textura producto del orgasmo. Yo ya estaba listo, ya había esperado demasiado! Después de que se repuso, me senté en el sillón y ella se arrodilló junto a mí y me empezó a hacer el sexo oral con delicadeza, tomando mi pene con una mano y metiendoselo poco a poco a la boca, y de vez en cuando daba una chupada con fuerza y masajeaba mus huevitos que me hacían estar al borde del orgasmo, pero no, había esperado demasiado para salir con una pendejada! Dejé que me mamara la verga y que sintiera lo que iba a tener entre las piernas, pero no quería venirme aún, así que de repente me paré y le dije que iba por un condón a mi cuarto, y lla me dijo que traía uno en la bolsa, lo sacó, lo abrió y me lo puso en el pene, yo estaba como agua para chocolate! Ya con el condón puesto, se acostó boca arriba y con las piernas abiertas y a darle! Le empecé a meter la verga poco a poco hasta que estuvo dentro toda, y después de da varios movimientos igual le empecé a poner intensidad al asunto, haciendo que ella hiciera un sonidito cachondo en cada embestida, así estuvimos un ratín hasta que me pidió cambiar, me senté en el sillón y ella me montó, dejándome acariciarle sus nalgas y tetas a placer mientras ella cabalgaba al ritmo que quisiera, estábamos en eso cuando me dijo algo que me embruteció: "¿Porqué no me pediste que fuera tu novia cuando me conociste? si lo hubieras hecho sería tuya desde ese momento y hubiéras sido el primero en todo para mí, ese día me enamoré de tí por la forma como me hablaste y me intentaste conquistar". Esa confesión me puso como loco, la bajé salvajemente de mí y la arrodille frente a mí para cogermela de perrito, y me la cogí con tanta furia que ella gritaba cuando se la metía y me pedía más y más, hasta que me dijo que se venía y se empezó a convulsionar con cada espasmo que sentía, en ese preciso momento yo sentía que explotaba dentro de ella, provocándome esa deliciosa sensación de cosquilleo que empieza en el vientre y explota en todo el cuerpo. Después de unos minutos en los que nos pasamos abrazados y besándonos, nos vestimos y la llevé a su casa.
Ese fué el primer encuentro con la hermana de mi amigo. Si quieren que les cuente más comenten, hay Ema para varios relatos. Los dejo, voy al baño a hacerme una chaqueta......
Conocí a Carlos cuando ibamos en la Prepa, teníamos casi dos años de conocernos cuando hubo la necesidad de ir a su casa a entregarle un cuaderno que me prestó para hacer una tarea, él me dijo que no estaría y que podía dejaselo con su hermana Ema. Yo no conocía a su hermana, hasta ese día, en el que al abrirse la puerta de su casa parecía que se abrían las puertas del cielo, ya que abrió Ema, la hermana de mi amigo, de quien les hago una breve descripción:
Ella tenía unos 17 años, de piel blanca y sonrisa franca, una mirada tierna y una boca deliciosa con unos labios finos bien delineados, mide como 1:60, de complexión delgada que resalta unas piernas espigadas y unas tetas de tamaño medio pero con buena estampa, unas nalguitas bonitas y de buen perfil, en fin, de verdad una niña muy bonita y con un cuerpazo!
El día que la conocí le lancé el perro enseguida, pero desistí por el rollo de la lealtad con los amigos, además Carlos conocía y también era amigo de mi novia en ese momento y sería una mala jugada para mi novia y mi amigo si me metía con su hermana.
A pesar de detener mis instintos sobre Ema, no perdía oportunidad de ir a su casa con cualquier pretexto, hasta ser recibido por su familia como un miembro más de ella, a veces llegábamos del billar Carlos y yo y echábamos un trago de brandy que su papá nos ofrecía mientras platicábamos, y cada que Ema aparecía me brillaban los ojos al ver la exquisités de sus curvas, y más cuando en casa acostumbraba a usar vestidos y faldas cortas, al grado de dejarme ver varias veces muy arriba de sus piernas, casi hasta sus muslos.
Ya tendría unos 2 años tratando a la familia y me hacía el aparecido en su casa cada que podía, hasta ese 31 de diciembre cuando me aparecí después de media noche con una botella de tequila y el pretexto de celebrar el año nuevo, toda la familia me recibió con las muestras de cariño de siempre, pero noté que Ema lo hizo con mayor efusividad que de costumbre, con un abrazo apretado que me permitió palpar su delicada cintura y su deseable cuerpo. Ellos ya me iban ganando con una botella de tequila y su papá y mamá ya hasta se estaban casi despidiendo para ir a dormir, y cuando me quedé con Carlos y Ema casi celebramos de estar solos para platicar y escuchar música con unos tequilas. Ella llevaba unas mallas negras de licra y un sueter cafecito claro muy ceñido al cuerpo que le hacían resaltar su hermosa figura, y cada vez que tenía oportunidad le echaba un vistazo furtivo a sus deliciosas nalguitas. Ella estaba muy a gusto conmigo y nos sentamos juntos en la sala y después en la mesa donde nos acomodamos a echar unos tequileishons.
Recuerdo que al pasar el tiempo las miradas entre Ema y yo cada vez eran más evidentes e insistentes, hasta que Carlos salió al patio quién sabe a qué y, al quedarnos solos Ema y yo se sintió en el ambiente una extraña sensación de excitación sexual, yo estaba completamente erecto desde que ví que Carlos me dejaría solo con su hermana un momento, y cuando así sucedió, Ema y yo, sin decir una sola palabra, nos unimos en un beso apasionado, interminable, sexual! Era un momento mágico en el que yo hubiera querido que se detuviera el tiempo, por fín tenía en mis brazos a aquella venus a quien le dedicaba mis chaquetas desde hacía tiempo!
No sabía como actuar! estaba con la hermana de mi amigo, en casa de mi amigo, en una situación que podría terminar mal! y mis pensamientos me tenían entre la disyuntiva entre tirarle faje con todo y correr el riesgo de una situación embarazosa con mi amigo, o dejar de hacerlo, pero mi mente estaba bloqueada! Afortunandamente Ema fué más discreta y después de ese beso eterno (del cual al escribir esto me excito y hasta la piel se me pone chinita) me pidió que no fuéramos más allá porque Carlos se podía poner pesado y tal vez me podía correr a patadas. Yo le hice caso, ya que aparte de ser razonable la situación no quería que mi propio amigo me pusiera una chinga por agarrarme besuqueando y toqueteando a su hermana en su casa.
Esa noche sólo nos dimos un beso más y eso fué todo, su hermano regresó y continuamos la tertulia hasta que yo me salí para irme a mi casa como a las 3:30 de la mañana, con la promesa de Ema de salir en días próximos conmigo y con una erección que no se me quitó hasta masturbarme en casa con el recuerdo de dos cosas: El ver y tocar el hermoso cuerpo de Ema y ese primer beso excitante.
Sólo pasaron 8 días para que Ema saliera conmigo, ese día su papá le dió permiso de llegar a las 11:30 pm (sólo de daban permiso de llegar hasta las 10:00), eso era muestra de una gran confianza que me tenía el viejo. Yo tenía pensado llevarla al cine y después a tomar un café o algo así, debo confesar que después de esa noche del beso mágico empecé a idealizarla y a pesar del enorme deseo que sentía por ella, quería darle un trato de reina.
Ese tarde-noche ella llevaba un pantalón de mezclilla sin bolsas atrás que le hacían lucir unas nalgas monumentales, y una blusa blanca escotada que dejaba asomar el nacimiento de esos senos que me hicieron notar un lunarcillo coqueto que no le conocía, y una chamarra de mezclilla muy casual. Fué muy grande mi sorpresa cuando rechazó mi oferta de cine y café, y a cambio de ello quiso que la llevara a un bar chelero con música de rock en vivo, yo ya conocía el lugar y no me disgustó la idea. Desde que llegamos pedimos dos tarras de michelada, tenían capacidad para casi lo de una caguama, y yo pensé que tal vez con dos cada quien estaríamos bien, pero la verdad es que entre buena música con volumen alto que nos obligaba a acercarnos hasta el roce de mejillas para escucharnos al hablar y la buena charla, terminamos bebiéndonos cinco tarras, haciéndonos salir medio entonados de allí. Aún ni un besito nos dábamos!
Aún eran pasadas de las 10:00 pm cuando decidí llevarla a casa y pasar como un tipo responsable, pues quería ganarme más permisos para llevarla a pasear otro día, y cuando casi entro a su calle para dejarla en casa, me pidió que me estacionara una calle más adelante, juanto a una jardinera media oscura, y cuando apenas apagué el motor de carro y las luces, se avalanzó sobre mí y me empezó a besar con desesperación salvaje, que me causó una erección instantáneamente, y dejando de lado la pose de muchacho bién portado, me dejé querer y yo también la besé con furor y excitación, tanta que al acariciarla me sentía torpe, pero cuando pasó la primera embestida de besos y más tranquilos, la empecé a besar en el cuello, que tenía un aroma dulce a perfume, ella se empezó a estremecer mientras me decía que le gustaba, yo le había abierto la chamarra y la blusa de tal manera que dejaron asomar ligeramente sus dos hombros, los cuales besé por unos momentos con delicadeza y otros con un toque salvaje, mordiéndolos suávemente.
Yo sentía como al besarla y acariciarla ella se excitaba, su respiarción se agitaba y dejaba escapar un pequeños gemidos que me excitaban y me ponían a mil! Al ir besando su cuello y sus hombros yo me sentía dominador de la situación, y sin esperar un rechazo le saqué una teta de la blusa que empecé a mamar y mordizquear con fuerza, mientras acariciaba su vientre y su cintura, ella estaba a mi merced y sé que haría lo que le pidiera, pero nuevamente ella se me adelantó y sin más se desabrochó el pantalón y lo bajó a la altura de sus muslos, dejando asomar una ponochita peluda y nunca rasurada, que me hizo avalanzarme sobre ella masajeando suavemente su clítoris y peinando con los dedos esos pelillos finos de su pubis.
Yo ya estaba que reventaba, pero me excitaba más saborear esas tetazas y dedear esa rica, velluda, tibia y mojada vagina antes de buscar satisfaceme yo. Estaba listo para sacarme el pene para mostrarselo y dejar que ella hiciera lo que quisiera, cuando de repente ella dejó escapar un gemido ahogado provocado por un orgasmo que estaba teniendo, provocándome una excitación indescriptible, estremecedora, única, había tenido un orgasmo y ni siquiera penetré algún dedo, el juego de su clítoris y los besos en sus tetas la hicieron venirse, y ese espectáculo casi me hace tener un orgasmo en seco, sin siquiera tocarme la verga! Cuando se repuso del momento, me pidió que la llevara a otro lado, que quería que yo hiciera lo que quisiera con ella, y no me quedó otro remedio que aguantarme las ganas y moverme de allí, llevándola a mi casa, ya que no había nadie, pues mis padres y hermanos estaban en Morelos de fin de semana.
No había pensado llevarla a casa por el rollo de no querer parchar a la primera, pero ella me lo pidió, y apenas estacioné el carro en la cochera cuando ya estabamos bajándonos de él con los pantalones desabrochados y ella con una teta de fuera. Entramos en la sala y a lo que íbamos: no prendimos la luz para que fuera más mágico el momento, y casi a tientas le quité la chamarra y la blusa y le bajé el pantalón, y cuando estaba tratando de bajarle el bikini, ella sutilmente tomó mis manos y las puso a los lados, señalándome los broches que tenía para quitarse de los lados, yo estab excitadísimo, y simplemente la recosté y le empecé a besar con pasión esa panocha peluda, haciéndo a un lado sus pelitos alborotados y jugando con su clítoris, y lamiendo sus labios, y de vez en cuando mediendo la lengua al interiór de su vagina. Ella estaba excitada y se notaba cuando se contoneaba y jadeaba y me decía "así, así! no pares!", así estaba cuando ella dejó escapar un gemido sin miedo a ser escuchada, al mismo tiempo que sus jugos vaginales cambiaron de sabor y textura producto del orgasmo. Yo ya estaba listo, ya había esperado demasiado! Después de que se repuso, me senté en el sillón y ella se arrodilló junto a mí y me empezó a hacer el sexo oral con delicadeza, tomando mi pene con una mano y metiendoselo poco a poco a la boca, y de vez en cuando daba una chupada con fuerza y masajeaba mus huevitos que me hacían estar al borde del orgasmo, pero no, había esperado demasiado para salir con una pendejada! Dejé que me mamara la verga y que sintiera lo que iba a tener entre las piernas, pero no quería venirme aún, así que de repente me paré y le dije que iba por un condón a mi cuarto, y lla me dijo que traía uno en la bolsa, lo sacó, lo abrió y me lo puso en el pene, yo estaba como agua para chocolate! Ya con el condón puesto, se acostó boca arriba y con las piernas abiertas y a darle! Le empecé a meter la verga poco a poco hasta que estuvo dentro toda, y después de da varios movimientos igual le empecé a poner intensidad al asunto, haciendo que ella hiciera un sonidito cachondo en cada embestida, así estuvimos un ratín hasta que me pidió cambiar, me senté en el sillón y ella me montó, dejándome acariciarle sus nalgas y tetas a placer mientras ella cabalgaba al ritmo que quisiera, estábamos en eso cuando me dijo algo que me embruteció: "¿Porqué no me pediste que fuera tu novia cuando me conociste? si lo hubieras hecho sería tuya desde ese momento y hubiéras sido el primero en todo para mí, ese día me enamoré de tí por la forma como me hablaste y me intentaste conquistar". Esa confesión me puso como loco, la bajé salvajemente de mí y la arrodille frente a mí para cogermela de perrito, y me la cogí con tanta furia que ella gritaba cuando se la metía y me pedía más y más, hasta que me dijo que se venía y se empezó a convulsionar con cada espasmo que sentía, en ese preciso momento yo sentía que explotaba dentro de ella, provocándome esa deliciosa sensación de cosquilleo que empieza en el vientre y explota en todo el cuerpo. Después de unos minutos en los que nos pasamos abrazados y besándonos, nos vestimos y la llevé a su casa.
Ese fué el primer encuentro con la hermana de mi amigo. Si quieren que les cuente más comenten, hay Ema para varios relatos. Los dejo, voy al baño a hacerme una chaqueta......
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