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Segundo a Segundos... (Aniversario, parte 2)

chann

Bovino adicto
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30 Ago 2007
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Segunda parte de el anterior relato, por lo tal, tienen relacion el uno con el otro. Si gozan de la lectura, espero que lo disfruten hasta el final, puesto que si es un poco largo y extenso...

(…)
9:40 am
Fue abrupta la manera de despertar cuando el celular de Andrés en el buró, vibró registrando una llamada entrante; somnoliento, como si precisara que ese golpeteo en la superficie del mueble se tratara de un simple sueño, se incorporó lo suficiente para alcanzar el aparato justo en el momento en que este dejó de vibrar. Andrés ahogo una sonrisa, en la pantalla, aparecía registrado una llamada perdida de su colega Sebastián, dejó el celular en el buró de nuevo y se giró para contemplar a Jazmín, inerte y un tanto inexpresiva por la pesadez del sueño en el que estaba sumergida, el cabello rubio, alborotado, caía sobre su rostro, dejando ver sólo sus labios, entre abiertos; yacía sobre su costado izquierdo, dándole la espalda, las cobijas le cubrían hasta la cintura, su respiración era tranquila, relajada, pasiva… Podría pasarse todo el resto de la mañana solo contemplándola, acariciando su espalda, besando sus hombros, sin embargo, un nuevo golpeteo del celular sobre el mueble llamó su atención, al mismo tiempo que parecía despertar a su amada.
-¿Qué pasó Sebastián?... ¿Ahora en que andas tan temprano?
-Joder… Por un momento creí que estarías indispuesto… Espero no haber interrumpido en algo, tío.
-No… De hecho acabo de despertar, sólo eso, me despertaste [-Nos despertaste- gimoteó Jazmín, desperezándose en su sitio]… Bueno, ya has oído.
-Jejeje… Así debió ser vuestra noche, colegas, meh, no los culpo, yo igual anduve en lo mismo de modo que no hay nada que podáis contarme, saludadme a Jazmín, pillo… No perdéis tu tiempo, cabrón.
-Vale, de tu parte Sebas, bien… ¿En qué puedo ayudarte?
-Eh, macho… ¿Qué un tío no puede saludar a su colega en domingo por la mañana?
-Te conozco, macho…
-
Bueno bueno, y lo hacéis bien, jejeje… Esto pues… Es que ando perdido cabronazo… Eh venido con una tía a su casa por la noche y que me eh peleado con ella pues… Eh salido de su casa y no se en donde cojones ando, ni siquiera le eh preguntado por el barrio, joder… Y la verdad es que no ando con mucha plata como para coger un taxi e irme a mi casa…
-Típico en ti… Apuesto a que cualquier persona se enojaría, si se entera de que ha sido usado solo para follar…
-Eh tío como te dije ayer… Las cosas como son… Creo que a mucha gente le molesta la gente honesta
-Sí, debe ser eso… Bueno pues, descríbeme como es el lugar en el que andas en este momento, para ubicarme por lo menos…
-Estoy en una glorieta, se ve una gran avenida, a lo lejos se distingue un puente colgante largo de concreto, donde estoy hay una fuente grande, con unas cosas como pilares, hay estatuas…
-Estas en el cerro de Loreto, en la fuente de Ignacio Zaragoza.
-Joder, que has dado rápido con solo unas cuantas cosas que os eh contado… Y bien, ¿A dónde me dirijo o qué hago?... Ya tengo hambre, que me eh salido sin siquiera almorzar, del coraje me eh puesto a caminar sin sentido y llegué hasta aquí…
-Pues… Si gustas, espérame unos 30 o 40 minutos y voy por ti… Podría aprovechar para traer algo de desayunar para la casa, y claro, si gustas acompañarnos, pues…
-¡Esa voz me agrada, colega! Entonces de aquí no me moveré, solo no demoréis que la tripa amenaza con comerme… Esto, ¿vendrás sólo o con esa hermosura de mujer que está a tu lado? –Andrés se encogió de hombros ante esa pregunta.- Digo, solo pregunto…
-Depende de ella, si quiere acompañarme o si se quiere quedar para bañarse o algo [-iré contigo- interrumpió Jazmín]- Vale, vendrá conmigo.
-Venga ¡Gracias!, sois muy bueno con tu amigo extranjero en desgracia…
-Si si si si si… Hoy por ti… Bueno, no te muevas de allí, trataremos de llegar lo antes posible.
-Vale, os espero.

Para cuando Andrés había terminado la llamada, Jazmín batallaba ya de pie con el sostén, ya se había quitado la blusa y el pantalón, de modo que andaba en ropa interior preparándose para salir.
-¿No te vas a cambiar?- preguntó ella mientras acomodaba los tirantes del bra sobre sus hombros.
-Así como estas, me dan ganas de hacer otra cosa, amor- le dijo él mientras contemplaba la ropa interior de su novia sin discreción alguna, unas pantaletas blancas con un diseño de encaje en la parte superior, realmente adorables y cachondas; Jazmín, sacó unos vaqueros de su mochila y poco a poco se los fue subiendo, mirándolo sonriente; cuando el pantalón hubo llegado por debajo de las nalgas, ella le dio la espalda y siguió subiendo de la prenda con coqueteo maestro hasta que el trasero quedó perfectamente cubierto por la entallada tela, marcándose a la perfección la forma de su ropa interior en ella.
-Será para la otra… Yo también tengo algo de hambre- terció ella, finalmente, tomo una blusa de su mochila, y se ciñó con ella. Andrés asintió y de un salto, se puso de pie, se acercó a su cómoda, sustrajo una playera y recogió del suelo sus jeans, después de vestirse roció agua a su cabello con un pequeño atomizador y se echó gel, peinándose con los dedos, al cabo de unos minutos, ya circulaban con rumbo a buscar al amigo desorientado… Al parecer… El día sería al final de todo, algo atareado…

Bastaron solo 35 minutos para que Andrés y Jazmín hicieran su arribo al encuentro con el Español en el sitio indicado, este, sentado en el césped se levantó en el momento en que su amigo le pitó con el claxon y les dio alcance para que no demoraran mucho tiempo parados en medio del tráfico, Jazmín se hizo un poco hacia adelante para que Sebastián pudiera entrar en el viejo compacto y este se dejó caer en el asiento trasero con la mirada al techo.
-Joder… Gracias a los dos. Que ya me ruge la tripa como no tenéis idea…
-Bueno, a nosotros también. ¿Compramos algo por aquí o nos vamos a mi casa a desayunar?- pregunto Andrés.
-Dices que no iba a haber nadie en tu casa hasta en la tarde, ¿no? ¿Y si nos vamos a desayunar por allí?- Dijo Jazmín.
-¿Qué os parece si me lleváis a mi casa, pillo un poco más de dinero y nos vamos mejor a comer y a divertirnos?- Opinó Sebastián. Andrés intercambió una mirada rápida a su amada y ambos asintieron.
-Vale, entonces vamos, disfrutemos pues el día.
-¡Venga pues, en marcha!- puntualizó Sebastián y el auto tomo velocidad, se incorporó a la avenida más próxima y se mezcló con el tráfico dominical que ya empezaba a aglomerarse.
En el vehículo, las risas y las bromas estallaron en el trayecto, en el auto estéreo, Bruno Mars amenizaba el viaje con “treasure”, al ritmo, Jazmín elevó sus brazos tocando el techo con las manos, bailando en su lugar, sin pensarlo y sin darse cuenta, sus senos rebotaban por el movimiento dentro de su blusa, parecería que, dentro de esa prenda, el sostén libraba una encarnada batalla por tratar de contenerlos en su lugar, de mantenerlos, sin éxito, firmes y quietos, sin embargo por el tamaño de estos, la tarea parecería imposible de lograr, Andrés solo la vería bailar, divertido, sin percatarse que los movimientos serían todo un espectáculo para los vehículos aledaños, incluso una Jeep , que iba a la derecha del sedán, daba la impresión de haber perdido el rumbo solo por desviar la mirada a la coqueta chica rubia que se movía sensualmente dentro del auto vecino, Sebastián en cambio, si se había percatado de ese detalle, limitándose a burlarse de los ocupantes de dicha camioneta cuando sus ocupantes iniciaron una discusión por la obviedad de su situación…
La canción terminó, Jazmín ya iba calmada en su asiento mientras que cantaba, junto a lifehouse en el estéreo, “make me over” a voz baja, el cabello le ondeaba por el viento que entraba por la ventana entreabierta, ya casi llegaban a su destino: la casa de Sebastián, sin embargo, Andrés pudo ver por el retrovisor a su colega, justo en algunos momentos en que este, repasaba la mirada sobre su novia, una mirada un tanto encendida, la cual le pareció algo incomoda… Pero no era necesario iniciar una escena, se trataba de su amigo y de su novia, sin embargo, no habría que olvidar que su amigo “es hombre” y su chica, para su buena suerte, atractiva, incapaz de pasar desapercibida ante las miradas masculinas y eso, le quedaba muy claro… Jazmín, era capaz de pararle la verga a más de uno, eso, también lo tenía muy en mente y allí, sonrió para sus adentros, miro de nuevo fugazmente al pasajero de atrás desde el retrovisor, solo para ver que este, tenía la mirada extrañamente mirando hacia enfrente y hacia abajo… “Quizá, solo este viendo su celular”, pensó, y sin darle más vueltas al asunto, se desvió dentro de una calle, giro en una esquina y anunció que ya estaban llegando a su destino.
-Vale, no demoro… Solo cojo un poco más de dinero y estoy con vosotros- Dijo Sebastián mientras abría el portón de su casa, Andrés había salido del vehículo para dejarle salir desde su portezuela y no volvió al auto para que su amigo pudiera regresar más fácilmente al interior.
-Estas muy callado mi amor- observó Jazmín mientras se inclinaba sobre el asiento del piloto mirando a su novio, Andrés se giró para verla mejor y sus ojos por poco se salen de sus cuencas, la blusa de su novia caía dejando ver por su escote, el par de pechos blancos que sobre salían incluso por el brasier, por encima de este, era posible incluso apreciar un poco una de sus rosadas aureolas, haciéndolo sentir de inmediato una punzada en la entrepierna; en respuesta, Andrés, tomo el cuello de su playera con el pulgar y el índice de su mano izquierda y lo agitó mientras que con la mirada le señalaba el pecho, Jazmín pudo comprender lo que significaba esa seña y se echó para atrás, subiéndose la blusa, ruborizada.
-No es que me importe a mí, amor… Pero al Sebas se le van a ir los ojos- dijo, ella solo se rió asintiendo con la cabeza.

(cont. abajo)
 

chann

Bovino adicto
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Pasaron un par de minutos cuando Sebastián salió por fin de su casa, llevaba un cambio de ropa y un peinado diferente, llevaba unos pantalones café claro algo entallados, una camisa blanca con los botones abrochados hasta un poco abajo del cuello, un collar de conchas minúsculas, un par de mocasines color vino y media botella de colonia “Polo Sport” vertida en el cuerpo, en la mano derecha sujetaba un suéter color verde botella con líneas blancas y en la mano izquierda su celular junto con una cartera de piel negra, Andrés recordó que una de las fragancias favoritas de su chica era precisamente la que su amigo llevaba en ese momento, miró para verla y la vió enfrascada en su celular, (“-era eso o simplemente se hacia la disimulada”, pensó para sus adentros ).
-Me gusta más el “Fahrenheit” que sueles usar tú, amor- Le confortó ella sin apartar la vista de su celular, como si leyera sus pensamientos, Andrés solo sonrió por el comentario.
Cuando el chico Español hubo llegado al vehículo, permaneció de pie frente a su amigo, le llevaba por unos cuantos centímetros de estatura, Andrés apenas le llegaría a la altura del cuello, y esa diferencia era demasiado notoria.
-Eh, colega, esto… Quiero pedirte un nuevo favor.- Habló ruborizado.
-¿Y ahora?...
-Bueno, a los dos, de hecho.
-¿…..?.
-¿Qué es ese favor?- Se apresuró a preguntar Jazmín, asomando un poco la cabeza y cubriéndose el escote con una mano.
-Veréis, acabo de colgar con una “amiga” por teléfono.- les dijo agitando el celular en la mano- Me dijo, que estaría todo el día sola, de modo que me pareció que sería buena idea si nos pudiera acompañar, vale, que vosotros venid en pareja, y a mí no me gustaría quedar como sujeta velas toda la tarde… Creí que quizá, podríamos hacer una “cita doble”, Andrés y tú, Jazmín, y yo con Susana, así se llama, os agradará, creedme.- Ambos novios cruzaron una mirada rápida y asintieron, parecía que con solo verse a los ojos podían ponerse de acuerdo en cuestión de segundos, era obvio que se conocían lo bastante bien como para decirse tantas cosas con ese gesto, sea positivo o negativo, simplemente con verse el iris, color avellana los de él y del color del cielo los de ella, reflejarse en las pupilas uno del otro, esbozar una sonrisa o mantener un rictus serio, y llegaban juntos a una resolución; ambos, sonrieron, ella enternecida y el con una mezcla de entre alivio y burla (por un momento, se imaginó a su amigo sujetando una vela en cada mano).
-¡Que guay! ¡Muchas gracias amigos! Pero bueno… Aún hay otro detalle, Andrés… ¿Podéis hacerme el favor de dejarme manejar a mí?, Me gustaría que se llevara una gran impresión…
-Saludando con sombrero ajeno ¿No, gilipollas?- Se burló Andrés con sarcasmo, Jazmín le dio una palmada en la pierna mientras sonreía
-¡No seas malo!... ¡Déjalo, nada te cuesta! ¿Sí?
-Qué remedio… Bueno pues, déjame me paso para atrás, Jazmín, ven conmigo, que Susana vendrá entonces en ese asiento, vamos a hacerle el paro a este tío.- Cedió Andrés.
-¡Os debo una grande, chicos!- agradeció Sebastián, Jazmín salió por su portezuela una vez que su novio la abrió, giro ambas piernas y levanto el trasero cuando ambos pies pisaron el suelo, la mirada de Sebastián se posó en ese breve instante en el redondo culo que salía del auto y pareció contener el impulso de morderse el labio inferior, por encima del techo, Andrés le arrojó las llaves del vehículo mientras Jazmín se deslizaba al interior sentándose exactamente atrás del asiento del piloto.
-El clutch está un poco duro, ya te harás bolas tu solo- Advirtió el dueño del auto, el español asintió y se introdujo al carro para encender el motor al instante, en cuestión de segundos, ya se dirigían nuevamente por la avenida, en busca de la amiga de Sebastián.
-Y bien ¿Por dónde vive?
-Tendréis que guiarme a la unidad militar, por allí esta su casa.
-Y encima de todo, me usas de GPS- Fingió indignarse Andrés.
-Y un GPS Chino- se burló el amigo y las risas nuevamente estallaron dentro del auto.

Se detuvieron enfrente de una casa grande, en la acera, sembrados habían un par de arbustos podados en espiral, la acera se constituía en lajas uniformes de cemento, hacia dentro de la vivienda, se apreciaba un jardín largo y bien cuidado con un espacio como para dos vehículos ,limitado por una reja de acero de color blanco. En cuando Sebastián tocó el claxon, una chica salió aprisa del interior de la vivienda, era una chica delgada, morena, su estatura no debería rebasar el metro sesenta, de figura bastante atractiva, un par de senos que si bien no eran del mismo tamaño que los de Jazmín, lucían a la vista de cualquier hombre, apetecibles, una cintura marcada y un par de nalgas redondas y firmes, (Para la propia Susana, ése era su mejor atractivo), llevaba el cabello largo, suelto, vestía una blusa algo holgada, sujeta por el pecho, de líneas negras con blanco de forma horizontal, unos leggins de color negro que se ceñían ajustadamente al cuerpo, dejando apreciar su bien formado trasero y repegandose sensualmente en la abultada entrepierna, un par de zapatos de piso con pequeños diamantes de imitación en el ante y en una mano llevaba un suéter de color azul, cuando hubo girado su cuerpo una vez que cerró la reja de su casa, dirigió una sonrisa a Sebastián y se aproximó al vehículo, tenía los ojos de color ámbar, el rostro cubierto por una tenue capa de maquillaje y los labios gruesos, pintados de carmín.
-Un caballero se apresura a abrirle la portezuela a su dama- canturreó Jazmín, Sebastián se giró y la miro de soslayo, asintió y apresuradamente salió del auto para abrir la puerta del copiloto.
-No sabía que tenías auto, primor-
-Es de mi colega- le respondió el español a Susana una vez que ambos estaban en el interior- Mirad, ellos son Andrés y su novia Jazmín, ella es Susana, ya os eh hablado de ella- se las presentó arqueando las cejas, buscando cierta complicidad con ese gesto.
-Sí, Sebas no deja de hablar de ti… -Mintió Andrés- Es un gusto al fin conocerte.
-Mira que tierno, el gusto es mío, chaparrito.- sonrió ella -¡Y mira que hermosa muñequita tienes a tu lado! ¡Afortunado eres!- Jazmín sonrió, tímida y ruborizada ante el halago, la mirada de la recién llegada se posó en la de ella unos instantes más, estudiándola discretamente, miro sus ojos, color azul, miró su rostro, de tez blanca y aperlada, miró su cabello, rubio opaco, miro sus pechos, generosos bajo una blusa que luchaba por contenerlos, podría seguir mirándola por completo, poso después la mirada en Andrés, ojos avellana, labios delgados, nariz respingada, cabello corto negro, tez apiñonada, obviamente delgado y con los hombros ensanchados, les dedico una nueva sonrisa y se giró para ver a Sebastián, le sonrió a él también y pareció asentirle con la cabeza, éste, arranco el auto y finalmente se pusieron de nueva cuenta en marcha.
Juntos, desayunaron en un Vips, Sebastián que había tomado gusto por la comida Mexicana, eligió unos chilaquiles con un huevo estrellado encima, jugo de naranja, café y pan dulce, Susana eligió una tortilla de huevo con queso, pan dulce y zumo de naranja, Jazmín prefirió un omelett de champiñones, beicon, café y de igual forma pan dulce, por su parte Andrés imitó a Sebastián al pedir Chilaquiles, pidió una milanesa de pollo con lechuga y Zumo de naranja , mientras desayunaban, el hielo se rompió en algarabías, risas y bromas, parecían conocer a Susana de hace mucho tiempo, planeaban la continuidad del día y se decidió que, después de almorzar, fueran a patinar sobre hielo a otra plaza.
Y así se hizo, con Sebastián al volante, Andrés a un lado haciendo de GPS ylas chicas en la parte de atrás platicando se dirigieron a patinar; de vez en cuando, a Jazmín le parecía notar que, el amigo de su novio, le miraba los pechos por el espejo retrovisor… Pero quizá solo fueran alucinaciones suyas… Después de que el redondo trasero de Susana saliera del auto todos se encaminaron a pagar sus entradas, chicas caminaban con chicas y chicos con chicos.
 

chann

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-Eh tío… ¿Qué tal te ha parecido Susana?- preguntó Sebastián.
-Es, simpática, pero algo fresa ¿No?, digo… Sin ofender.
-He he, algo algo, pero yo me refiero, ¿A que esta buena, no?
-Pues, si, bueno si, lo está… Para ti está bien ¿No? Con eso de que eres medio exigente…
-Vale, pero tu ¿Qué piensas? Venga macho, que a mí se me despertó la polla en cuanto la conocí, no negaréis que a ti también.- Andrés estallo en una risa sorpresiva, se llevó una mano a la boca para ahogar un poco aquella carcajada y miró divertido a su amigo…
-Ok, lo admito, dijo entre risas… Al final también soy hombre, pero conoces mi posición… Yo quiero mucho a mi novia- se defendió Andrés.
-Si tío lo sé… Si me permites decirlo tu novia es un pimpollo, linda y buena como ella sola… Eres un pringado con suerte, cabrón.
-Hombre, gracias… Y yo a ti no te preguntaré que piensas de ella ni nada por el estilo, por respeto a Jazmín…
-Cabronazo, si por algo os estoy diciendo que eres un pringado con suerte, mamón… Jazmín esta que se cae de buena, cuídala gilipollas, cuídala… - Andrés iba a responder cuando su novia le tiro del brazo con brusquedad, él se giró para mirarla mejor y se rindió ante los ojos azules que le veían suplicantes
-¿No me dejarás a mi sola, verdad? Sabes que a duras penas puedo patinar… Aun no aprendo bien…
-Si gustas, y si vuestro novio no tiene problema, yo os puedo a enseñar bien a patinar- ambos se giraron para ver a Sebastián, Andrés miro a Jazmín un poco desconcertado.
-Creí que ya te había enseñado a patinar la última vez que vinimos, amor…
-Sí, lo hiciste, gracias a ti puedo permanecer de pie en el hielo, pero no paso de allí, no te ofendas amor pero, eres un pésimo instructor de patinaje.- Todos se rieron por el comentario.
-Está bien, no hay problema, pero te estaré vigilando, mamón, ¿Ok?- cedió al final Andrés, divertido.

En la pista habían ya unas cuantas parejas, niños y una familia completa, la pista se desvivía en gritos, risas e improperios, Andrés, patinaba alejado de Jazmín, mientras la veía tomada por ambas manos en frente de Sebastián, como una niña pequeña que está aprendiendo a dar sus primeros pasos, sonriente y nerviosa, su amigo la miraba divertido, dándole indicaciones y aferrándose firmemente con los pies sobre el hielo… “-Al parecer, sabe lo que hace”, pensó, una figura esbelta pasó atrás de él y le rodeó la cintura con una mano, el volteó para toparse de frente con Susana, que de igual manera veía a los dos chicos que estaban en la orilla de la pista, se devolvieron una sonrisa y ambos miraban tranquilos a aquella pareja; Sebastián rebasaba por mucho a Jazmín en estatura, ella apenas le llegaba a la altura del pecho, sin embargo, Susana bien podía llegarle a la altura del mentón, casi como Andrés mismo, que le llegaba a esa misma distancia.
-¿No sientes celos de eso?- preguntó Susana.
-No… ¿Tu?
-No veo porque debería… Sebastián y yo llevamos una relación bastante abierta, no nos complicamos la vida sencillamente, tenemos en común que solo queremos divertirnos.
-Ah…- Respondió Andrés sin quitar la vista de Jazmín
-¿Y ustedes?... ¿Qué tipo de relación llevan?
-Mmmmh… Yo diría que formal… Ella conoce a mi familia, se queda en ocasiones en mi casa a dormir, yo conozco a su familia, en ocasiones también me invitan a convivir con ellos, salimos juntos a todos lados, nos apoyamos, ya tenemos mucho tiempo juntos… Años… Yo diría que nuestra relación ya es más que de dos simples novios…
-¿Quisieras casarte con ella? ¿Hay planes de boda a futuro?
-Sí, quiero casarme con ella… Pero aún no tenemos planes a futuro, pero tal vez no soportemos y no queramos aguantar más tiempo…
-¡Que aburrido! ¿No?... Digo… Despertar todos los días con la misma persona… O haciendo lo mismo… Caer en rutina…
-Bueno… Hay muchas cosas que uno puede hacer para no caer en rutina… El hecho de que este conmigo no quiere decir que la querré tener enclaustrada todo el día… si ella quiere trabajar o estudiar, por mi está bien…
-¿Y no te darían celos de que si estudia o trabaja conociera a alguien más?
-De que conocerá a gente lo hará, tendrá amigos, e incluso pretendientes (si no es que ya los tiene y sé que los tiene), sin embargo, yo, confío en ella.
-Qué lindo… - Susana le paso la mirada estudiándolo, como si viera en él una criatura en peligro de extinción, o quizá lo creería demasiado ingenuo.
-¿Qué harías para no caer en rutina con ella?
-Pues… No se… Habrá algo quizá que no podríamos hacer juntos… No nos pueden gustar las mismas cosas siempre, eso puede ser un escape a la rutina…
-Me refiero a “otro tipo de rutina” con ella…- Andrés bajó un poco la mirada para verla mejor, parpadeó un par de veces y se ruborizo por la forma en que Susana lo veía- Yo no soy capaz de caer incluso en ese tipo de rutina, chaparrito- continuó- Y así como lo veo, a ti también te gusta divertirte, divertirte con ella claro- dicho eso se alejó un poco de él y se palmeó sutilmente las caderas.- Si sabes a lo que me refiero, y creo lo mismo que Sebastián… Eres un tío con suerte.

cont abajo
 

chann

Bovino adicto
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Susana se alejó por completo de Andrés, miró hacia enfrente y dio un par de zancadas tomando impulso, iba cotoneando el trasero intencionalmente a sabiendas que Andrés podía seguirla con la mirada, y no estaba tan equivocada, éste la seguía con la vista, por un momento sus ojos se clavaron en su trasero, Andrés pudo notar que, debajo de esos leggins ajustados, llevaba una tanga diminuta, puesto que la parte superior de esta sobresalía por la cintura corroborando sus sospechas, una tanga de hilo dental negra, del mismo color que los leggins para disimularla… Sacudió la cabeza tras unos instantes, y le dieron unos impulsos tremendos de ir por Jazmín, tomarla de la mano, huir de allí, parar en un hotel cercano y hacerle el amor tantas veces fuera necesario para sacar de su mente esa imagen… Regreso la mirada hacia la parte donde su novia era conducida para aprender a patinar justo en el momento en que ella daba de sentón contra el hielo, por inercia patinó a prisa hacia donde estaban, la miró reír divertida por el golpe, se incorporó ayudada por Sebastián, se sacudió el trasero y vio como la blusa le caía nuevamente, dejando asomar el nacimiento de sus pechos, por el frío del lugar, sus pezones se habían endurecido, haciéndolos completamente notorios sobre esa blusa, Andrés en ese momento, sintió una descarga en el espinazo, mezcla entre excitación… Y celos… Celos…
Ya estaba por llegar donde ellos cuando vió que Susana ya estaba allí, tendió una mano para que Jazmín se terminara por incorporar y le prestó su suéter azul, la rubia le sonrió y sin vacilar se lo puso, aquel abrigo le cubría hasta abajo de la cintura y Andrés respiró tranquilo, Susana se alejó de ellos y se acercó de nuevo a él
-Tranquilo… Ese espectáculo solo te pertenece a ti- Le dijo ella, Andrés le dedico una sonrisa de alivio, sin embargo, pudo notar que ahora era ella la que tenía los pezones erguidos, se notaban desde lejos, dos “bolitas” que sobresalían sobre la blusa al tamaño de dos pequeñas canicas, uno se podía dar cuenta con facilidad que, aquella mujer coqueta, no estaba usando sujetador, por inercia, Andrés retiro la vista de Susana, quien parecía divertida con ese resultado…
-No te preocupes por mí, chaparrito, yo ya estoy acostumbrada.- Le dijo y se volvió a alejar, solo que esta vez, patinando de espaldas, sin dejarlo de ver, para Andrés era claro que aquella chica, estaba coqueteando con él… Se sintió un poco culpable… Incomodo… Era. Mejor dicho, ES la pareja de su amigo, no le parecía justo… Tomo una decisión, a partir de ese momento no se alejaría de Jazmín, pasaría la tarde de la mano de su amada dejando en claro que no tenía ojos, para nadie más, tomo impulso, y en un par de segundos más, ya estaba enfrente de los dos.
-¡Eh tío! ¡Que tenéis a una mujer talentosa! ¡Que aprende rápido! Joder, a mí me ha llevado un par de semanas el poder erguirme siquiera en el hielo-observo Sebastián.
-Jeje… Claro, pero te recuerdo que yo ya le había medio enseñado a patinar… Digo…
-Ñaa-aaa… ¡Engreídito!- se burló Jazmín. Susana se acercó de nuevo y tomó a Sebastián por el antebrazo.
-Ahora… ¿Patinamos juntos, primor?- le pidió, el aludido sonrió y se fue con ella, no sin antes darle una palmeada en el trasero.
Ambos los vieron alejarse, Jazmín tomó de la mano a su novio y dirigió sus pasos a la entrada de la pista, Andrés entendió que quería descansar un poco de modo que apretó la mano de ella sobre el pecho y la guio lentamente hacia unas gradas, en silencio…
-Tienes a un amigo algo curiosillo ¿Eh?- finalmente habló ella.
-¿A qué te refieres?
-Tranquilo, no te enojes ni pienses mal… Solo me preguntaba la clase de relación que tenemos tú y yo… Me preguntó cómo nos llevábamos y cómo le hacíamos para no caer en rutina…
-Ah… Ok- ¿Pasaba algo?.... Eran las mismas preguntas que Susana le había hecho hace unos minutos, pensó… ¿Simple coincidencia?... Busco a la pareja con la mirada y los pudo ver dando de vueltas por toda la pista, ambos iban de la mano, platicando alegremente.
-Ella también se me hace algo rara… No se… También hace ciertas preguntas que me incomodan un poco…- Continuó Jazmín.
-¿Las clásicas preguntas que me comentas te suelen hacer?
-Si… Algo así… Me ha dicho que tú te has de dar una santa divertida con mis tetas.
-
¡Oye… Eso…!
-Me ha dicho que no me lo tome en serio, que así es ella y que ya me acostumbraré a su forma de ser…
-Y tú ¿Qué piensas?- Preguntó el.
-Bueno… Que no debo de ser cerrada para empezar, y que hay que darle una oportunidad ¿No crees?... Al final se la di a Sebastián y el chico me cayó bien.- Respondió.- Tengo sed amor… ¿Me traerías algo de beber, si no es molestia?
-En lo absoluto, en seguida- dijo Andrés, y cruzando las gradas llego a una pequeña cafetería para comprarle un jugo de durazno, su bebida favorita.
Cuando hubo regresado, Sebastián y Susana ya estaban sentados cada uno a un lado de su Jazmín, que se veía ruborizada, extendió su mano y le alcanzo la lata de jugo, la que abrió y se llevó de inmediato a la boca con un “gracias” algo apresurado…
-¡Vamos a otro lado!... Aquí ya hace mucho frío- sugirió Susana
-Mmmmhh… ¿Qué os parece si nos vamos a jugar billar?... Me parece una actividad divertida donde todos podemos participar.- Opinó el español.
-Personas a favor…- Preguntó Andrés y el resto levantó una mano, aceptando la proposición; minutos después, el auto en que habían llegado circulaba de nueva cuenta en las avenidas de la ya transitada ciudad.
 

chann

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Jugaron un par de horas esa actividad, las risas y algunos improperios que salían casi por accidente de la boca de Sebastián amenizaban la, ya para esos momentos, tarde; Habían hecho parejas para poder jugar, primero Andrés y su amigo competían contra Jazmín y Susana, después fueron con sus respectivas parejas y al final, intercalaron de equipo, Andrés con Susana y Sebastián con Jazmín, todo, en perfecta armonía. Cuando sintieron que ya habían pasado lo suficiente, salieron del lugar y buscaron el local de comida rápida más cercano que tenían en la plaza, al final se decidieron por comprar un par de pizzas caseras que preparaban allí mismo en ese centro comercial, se sentaron alrededor de una mesa circular y una vez que el pedido les llegó, engulleron las pizzas con tranquilidad, todo iba bien, por lo menos, hasta antes de terminar con la comida.
-Necesito ir al tocador…- Solicitó Susana…- ¿Me acompañas, nena?
-S-si… Claro… Creo que yo también lo necesito- sonrió Jazmín, dicho esto, ambas se levantaron de la mesa y se despidieron por breves momentos de sus respectivas parejas.
-Tardaos lo que necesitéis, chicas, que nosotros al igual vamos al baño, porque así se dice, Jajaja- respondió Sebastián, ambos, al igual que las chicas, se levantaron y dirigieron a los baños para caballeros…

El agua de los grifos estaba fría, Andrés sintió que en vez de agua, alfileres emergían de esa llave, tomo una de las toallas de papel que habían a un lado del espejo y aguardo paciente a que su amigo saliera de uno de los cubículos dispuestos en ese baño, se secó vigorosamente las manos y la voz de Sebastián rebotó por las paredes.
-Menudo día, ¿No crees?
-Sí, ya lo creo… Si no hubieses llamado, en estos momentos Jazmín y yo estaríamos en mi casa mirando una película, dejando pasar una excelente tarde de domingo
-¡Que va tío! –Dijo Sebastián saliendo del cubículo- ¡Yo imagino que no perderías el tiempo y estarías follando con Jazmín, niégalo!- Andrés ahogo una carcajada y vió a su amigo por el espejo, se giró para verlo mejor, se recargo sobre los lavabos y metió las manos en los bolsillos del pantalón.
-Y yo apuesto a que también estarías follando con Susana… ¿O con la chica que te dejo por Loreto?... ¿O con la cajera del otro día?... ¿O con la…?- se interrumpió de pronto, extrañado, sujeto algo en la mano dentro del bolsillo y lo sacó con curiosidad… Era la tanga que Jazmín había usado aquella noche, una tanga de corte brasileño de un color rosa pálido, con detalles de encaje y pedrería, la sorpresa hizo que Andrés tirara torpemente la sensual prenda y esta cayera abriéndose, mostrándose cuan larga era, miró incrédulo a su amigo y se agacho para recogerla rápidamente, cuando volvió a ver a Sebastián, se lo encontró a medio camino, él también se había agachado para levantar esa prenda íntima, se le veía azorado, colorado, con las pupilas un poco contraídas, sonriendo con complicidad…
-¡Anda, mamón!.......... ¡Mirad nada más!... De verdad que vosotros os divertís a lo lindo- estalló el español.
-Hem…. Tú no has visto nada… ¿capicci? – Sonrió Andrés, volviendo a guardar la tanga en el bolsillo, Sebastián hizo un ademán de querer pedirle que le dejara ver la prenda, pero no dijo nada, se llevó una mano a la nuca y suspiró…
-Que hermosa se debe ver con eso puesto- agregó, y se volvió a mirar de frente a su amigo que lo veía incrédulo.- No te ofendas, macho… De verdad no lo hagas, o no por ahora… Venga, que quiero deciros algo, ¿Puedo?... Mejor dicho, proponerte algo…- El chico le devolvió la mirada arqueando una ceja
-De… ¿Qué se trata?...
-¿Te ha gustado?.... Susana, a ella me refiero… Se honesto contigo mismo, tío…
-¿S-Susana?... Bueno, te he dicho que es guapa, me has preguntado si no se me paro la polla en cuanto la vi y te respondí que si… ¿Qué tiene que ver ella con Jazmín?- preguntó, pero para ese entonces ya intuía la respuesta.
-Pues, a ella, le gustaste… No te escandalices, macho, ella y yo tenemos una relación abierta, de hecho, yo no la considero tanto una pareja formal, ella es mi follamiga, solo nos divertimos, eso buscamos, y bueno, a veces hacemos cosas para no caer en rutina, y bueno… Al grano- Sebastián hizo una pausa y se giró para cerciorarse que no hubiera más personas en ese lugar.- ¿Alguna vez habéis hecho un intercambio de parejas?
-N-no… Jamás- respondió Andrés un tanto perturbado…
-¿Sabéis de que se trata, no?
-Sí, lo se…
-Pues… Eso… Hagamos uno, Susana está dispuesta, ella considera que Jazmín es un templo de mujer, al igual que yo… Dicho con todo respeto, tío… Y para ser sincero, me atrae mucho, si esto se da, quiero ser contigo completamente honesto, verla vestida solo con esa tanga pues, venga que ha de ser impresionante…
Andrés no salía de su asombro, el rictus en su cara no daba impresión de estar enojado, ni tampoco excitado, era un gesto vago, como el de una persona a la que le dan la asignatura de desactivar una bomba, aferro la tanga dentro del bolsillo con firmeza… Volvió a echarle una mirada a su “amigo”… Por unos instantes, se miró a sí mismo, llenando sus manos con los pequeños pechos de Susana (en comparación con los de Jazmín), vió sus labios gruesos pintados de carmín, succionándole el falo, miró el espléndido par de nalgas liberadas de aquella tela ajustada y de la diminuta tanga negra, dándose de sentones sobre de él, imagino su propia verga siendo engullida por un coño de abundante vello púbico de color negro, completamente diferente al de su querida novia, el cual era rubio… Y sintió culpa… Después, la miro a ella, a su Jazmín, vió a un chico alto, con el pecho cubierto de vello, bailando entre las piernas de su amada, llenándola con ese pene ajeno a ella, la miró siendo penetrada una y otra vez por una verga que no era la suya, por adelante y quizá incluso, por atrás, miró a su colega, chupando de los rosados pezones, lamiendo aquel par de senos prominentes, blancos, suaves y firmes, la miró a ella al rostro, quien con un gesto de entre placer y vergüenza dejaba que otro hombre, que no fuera su novio la viera siquiera desnuda, un segundo hombre que le estuviera llenando la vagina… Un segundo hombre el cual le arrancara uno, dos o incluso hasta tres orgasmos… Y sintió celos… Unos celos capaces de voltearle la quijada en ese momento al tipo que tenía de frente, iba a responder inmediatamente, pero Sebastián volvió al ataque…


parte final abajo, si quiere algun moderador o lo considera pertiente... cierre el tema.. lo siento
 

chann

Bovino adicto
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-¿No os aburre la rutina?... Después de tantos años, después de tantas cosas, incluso de conocerse de cabo a rabo… ¿No queréis intentar algo nuevo? … No sé cómo lo hacéis ustedes dos, pero debe de haber un punto en que los dos llegaréis a hartaros… Solo, piénsalo, ¿vale? ¡Probad algo nuevo! ¡Disfrutéis ahora que pueden!... No caigan en lo mismo… Mira, colega, a unos metros a la vuelta, eh visto un hotel que no tiene mala pinta… Susana y yo iremos y allí os esperaremos, preguntad en recepción por el cuarto de “el señor y la señora Smith” –Rió- hablad con Jazmín, apuesto a que Susana le habrá dicho lo mismo en este momento, hablen, y si aceptan ya sabéis lo que tenéis que hacer… En todo caso que no, no os preocupéis, de cualquier manera me quedaré con ella hasta la noche y ustedes poderos ir… ¿Ok?...Venga tío… Que será solo una vez… O depende si le cogéis el gusto.- Y se marchó del baño, dejando a un meditabundo Andrés, con un palmo de narices…
“-¿Rutina”- pensó Andrés para sus adentros y recordó esa noche, a su novia vestida con un hermoso baby doll rosa, recordó otro baby doll negro que tenía en su cómoda y que de igual manera se le veía espectacular, recordó los amarres de sus manos y la sensación de querer tomarla con fiereza, recordó también palabras como “quiero que ahora seas tosco conmigo”, recordó un par de sogas bajo su cama, deliberadamente escondidas por si en un arranque de pasión, se necesitaran como en otras tantas ocasiones…. ¿“-Rutina?... Meh… No por ahora….”

Finalmente salió del baño, recargada en un escaparate de cristal, estaba Jazmín, con la mirada clavada en el suelo, se le veía pensativa, con el entrecejo un poco fruncido y con los brazos cruzados en el pecho. Andrés la miró con un poco más de atención, se fijó un poco más detenidamente en sus labios, sus labios, que solían ser de un color rosa pálido hermoso, sin embargo, ahora esos labios tenían un marcado color escarlata en sus comisuras… ¡¿Sería posible que….?!
-Tienes a un amigo bastante… Peculiar…- Espetó Jazmín sin levantar la vista.
-Sí, me doy cuenta. Bueno. Creo que nunca terminas de conocer a nadie en realidad.- Respondió el y juntos empezaron a caminar, llegaron a una banca cercana y allí se sentaron, sin decir nada, era un silencio realmente incómodo. Andrés se giró y volvió a contemplar los labios de su amada… La duda lo carcomía, ¿Sería posible que ese color se debiera a…?
-Me besó.- Confirmó ella, sin mirarlo.- Susana me besó antes de salir, supongo que aprovecho que me quede helada después de todo lo que me dijo, supongo también que Sebastián también te dijo lo mismo…
-De una manera. Sí.
-….
-….
-¿Te aburro?- Preguntó Jazmín, por primera vez desde que se sentaron en ese lugar y desde que salieron del baño, lo miró a la cara, en sus ojos faltaba un brillo, su mirada parecía un poco opaca, alcanzada por la incertidumbre, atizada por la duda y la sorpresa.- ¿Alguna vez, te eh aburrido en la cama?.
-Jamás…
-¿Eh fallado con algo?
-Jamás…
-¿Y… Crees que tú y yo, ya hemos caído en rutina?- Andrés la contempló mejor, pasó sutilmente unos de sus pulgares por los labios de ella, limpiando ese color carmín de su boca, por su mente pasó la imagen de aquella atrevida chica robándole un beso a su novia… No fue un fulano, no fue un tipo quien le robó un beso, los segundos labios que tocaron los de su amada Jazmín, fueron los de una mujer… UNA MUJER.
-Me dijo que era bisexual… Eso me dejo más pasmada, no pude hacer nada, cuando reaccioné ella ya se había ido- se defendió ella, como sintiéndose culpable de no haber impedido ese beso.
-Amor… Eres increíble en la cama- le dijo el- No dudes del poder que tienes en mí en esos dominios… No hay manera de que me sienta caer en rutina contigo. Hacemos cosas nuevas, me sorprendes con otras más, (como por ejemplo anoche), y siempre, es un panorama diferente…
-Andrés… Tú, has tenido más experiencia que yo… Yo era virgen cuando te conocí, yo te di esa virginidad, todo lo que hago o lo que se (incluso si es poco), ha sido por ti… No ha habido, ni habrá (no se), un segundo hombre más que me pueda dar un poco más de experiencia… ¿Qué más puedo hacer para saber, para creer, que lo que hago al final no te aburrirá?- respondió ella sin vacilar…
-Entonces… Debo entender que tu… ¿Tú quieres hacer, eso?- contestó Andrés, asombrado…
-…
-…. Jazmín…
-Yo lo único que quiero, es que tú te sientas feliz… Quiero que estemos bien, quiero… Que de alguna forma seas tú el que me siga guiando… Si esto es de alguna manera parte de un tipo de enseñanza… De aprendizaje… Entonces dejaré que tú me guíes.
-Entonces…
-Tú decide… Yo solo te apoyaré… ¿Ok?... Si a algo eh de tenerle miedo es, precisamente a caer en rutina, a hacer lo mismo siempre, y… Que por eso tú… - Una lagrima rodo por la mejilla de ella… Andrés la miraba absorto, incrédulo, sin encontrar palabras en ese instante.
-Hay algo de lo que podré estar orgullosa y presumir, amor… - siguió ella- que esto- le puso un dedo en el pecho, a la altura del corazón- es mío… Solo mío… Y ninguna zorra en leggins ajustados podrá venir a arrancármelo sin que de batalla. Una vez leí, que para tener bien al hombre de tu vida, debes de ser como una madre amorosa con los hijos, una chef internacional en la cocina… Y una puta en la cama… Ahora… Tú decide, amor.- Dicho esto, se puso de pie, dejo que sus brazos colgaran a lo largo de su cuerpo y lo miró, esperanzada a que supiera lo que iba a hacer, en su mirada había convicción, decisión…. Y nerviosismo, si él decidía que lo harían, en unos minutos ella tendría entre sus piernas a otro hombre (al segundo hombre en toda su vida), sentiría en su cuello otros labios, en sus pechos otros dientes, en sus nalgas otras manos, en su clítoris otra lengua y en el coño otra verga… El rubor llego a su rostro tras estos pensamientos, los latidos iban en aumento, el pecho le subía y le bajaba por la respiración agitada, y sin saber el porqué, empezaba a sentir un poco de humedad en su pantaleta.

Se alejaron de allí en el auto, poco a poco, este se acercaba al hotel donde quedaría pactado el encuentro, ninguno de los dos decía nada, el auto estéreo también guardaba silencio, el corazón de Jazmín latía a prisa, sentía los pezones duros bajo el sostén, sentía la punzada de las lágrimas en los ojos… Pero también esa humedad en la vagina que le iba creciendo…

-Nada de besarla… ¿Ok?... Tus besos son solo míos- Jazmín rompió el silencio, Andrés volvió el rostro y le sonrió, sin decirle nada- Yo tampoco le besare a él…- Continuó- Así como tampoco se la chuparé, que quede claro… - Chupársela… A otro hombre que no fuera su novio, si, suficiente era permitir que le hundiera su cosa en la entre pierna.
 

chann

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Andrés aparcó el auto en el estacionamiento del hotel, abrió la puerta del copiloto y ayudo a Jazmín salir de él, caminaron de la mano hasta la recepción a pasos acelerados, las zapatillas de la chica resonaban sobre los adoquines del lugar, apresurados, después de unos segundos, Andrés ya había tocado el timbre de la recepción un par de veces… Salió un sujeto al cabo de otros segundos más, un tipo delgado, viejo, con una mirada lasciva. En cuanto los vió, le lanzo a Jazmín una sonrisa mórbida y burlona que la hizo sentir ofendida e incómoda.
-¿La habitación de “los señores Smith”?- preguntó Andrés, con tono fuerte para que el tipo centrara su atención en él y no en su perturbada novia.
-Ya… Ustedes son los chicos que están esperando, su amigo me dijo que vendrían, están en la habitación 16, subiendo las escaleras a la derecha, tome, cortesía de la casa- dicho eso le extendió un par de paquetitos plateados por debajo del cristal del recibidor: condones, ambos se ruborizaron al instante.- Por favor, disfruten su estancia- puntualizó el tipo y de nuevo le dirigió a Jazmín una mirada penetrante y lujuriosa, antes de volver a desaparecer por donde había llegado.
-Idiota…- Susurró ella… Con la mirada, busco la habitación 16, al cabo de unos segundos pudo verla, en la puerta, marcado con letras doradas se apreciaba el número, las ventanas estaban cerradas por densas cortinas, sin embargo pudo notar movimiento en ellas, fugazmente, vió el rostro de Susana, la vió convirtiendo una sonrisa en un gesto de gusto y satisfacción, la cortina quedo ondulando en la ventana, “- allí está esa p… Estoy segura que como es bisexual, no perderá la oportunidad de tocarme ella también, de manosearme… De… De…”- pensó y apretó un poco la boca apartando esa idea de su cabeza… No era homofóbica, no es que le diera asco por ser bisexual (Le tenía mucho respeto a la comunidad lésbico- gay, de hecho), simplemente no toleraba esa idea, de que, aparte de azotarse sobre el pene de su novio, todavía quisiera ella restregarle el coño en el suyo, solamente por ser ella, Susana
Ya habían llegado al pie de las escaleras, Jazmín sentía la respiración más irregular… “-Dentro de poco… Dentro de muy poco… Sebastián va a… Me va a cog……” se bombardeaba a si misma con ese pensamiento cuando sintió que Andrés se detenía en seco…
-¿A-amor?... ¿Qué pasó?- preguntó ella… Andrés miraba las escaleras detenidamente, en silencio, había apretado la mano en la que sujetaba a su novia con firmeza, parecía que apretaba la quijada, en un rictus que hacia dar la impresión de que una batalla encarnizada se libraba en su mente…
-Andrés… Nos están espera…
-NO QUIERO…. NO QUIERO ESTO… NO LO NECESITO… - Le interrumpió con una voz gruesa, y la jaló, a paso acelerado volvían sobre sus pasos, al pasar por la recepción, saco de sus bolsillos los preservativos y los aventó por uno de los orificios del ventanuco…
-A LA MIERDA CON ESTO…- Terció y dando zancadas largas, cruzaron el umbral del hotel, abrió la puerta del pasajero de su viejo Sedán, cuando Jazmín hubo entrado, el corrió alrededor y entró también, arranco el vehículo y se alejó de inmediato de ese lugar, como si estuviera maldito… Jazmín miró por el vidrio de atrás y pudo notar como el hotel se hacía más pequeño, cada vez más pequeño… Nada…
Al cabo de unos minutos… Andrés aparcó en una solitaria calle, a lo lejos, había un pequeño bosque, ni un alma cerca (quizá hasta conveniente), solo había dos autos más estacionados en aquel lugar, un viejo Ford topáz que parecía llevar mucho tiempo allí varado y un curioso Renault (Jazmín se rió al compararlo con el auto de Mr. Bean) amarillo.
-Amor… ¿Qué ocurrió allá atrás?... Pensé que querías hacer eso- Rompió el silencio Jazmín.
-No… No necesito hacer eso… No quiero… No es necesario… No…
-Pero… ¿Estás seguro?...
-Tan seguro como de que te amo…
-Y si yo... Después ya no puedo… ¿Y si llego a hartarte, por no poder hacer algo nuevo?
-¡NO ME IMPORTA!... –Espetó Andrés.
-Yo estaba dispuesta a hacer lo que fuera por…
-¿Recuerdas … Qué es lo que suelo decir casi siempre?...
-…….“Las personas que llegan a tu vida, siempre son las correctas”
-Exacto… Sebastián y Susana, aparecieron para enseñarme algo… De lo que eres capaz de hacer por mí… Por tenerme según tú, feliz… Me hicieron recordar… Que yo tengo en mi vida, a la persona correcta… A la única persona a la que quiero y amo hacerle el amor cada vez… No necesito eso, no necesito encontrarme en la vagina de otra lo que encuentro en el corazón de esa persona… Si el destino lo quiere, y si así está dispuesto, amor… Tú y yo estaremos juntos, toda la vida, envejeciendo juntos… Yo perderé algo de cabello, mi barriga podrá crecer, tendré lentes de fondo de botella, tu… Abras aumentado varios kilos, tendrás arrugas, tendremos hijos que nos sacaran canas verdes… Y los momentos que tengamos para hacer el amor serán casi inexistentes, y entonces ya habremos caído en rutina… Pero, una rutina a la que estoy dispuesto a llegar… La rutina de ver a mi familia estable, de verme en plenitud con esa mujer güerita, con algunos kilos de más, pero contenta, y será entonces que recuerde este momento, cuando decidí que no me importa la monotonía, y me recuerde sobre todo, que elegí a la persona correcta para complementar mis días, mi vida… A ti… Y que por ningún motivo comparto con nadie, así como no comparto con nadie más que no seas tú, mi alegría y mi dicha… ¡LLAMENME EGOISTA!... Pero mi felicidad, es la tuya… Y eso que iba a pasar allá atrás… No iba a hacerte feliz en ningún momento… Porque yo no lo estaba siendo…
 

chann

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Jazmín le miraba absorta, ya no hacia ningún esfuerzo por contener las lágrimas, le escuchaba hablar y cada palabra, devolvía la calma a su agitado corazón… ¡Que alivio!... “-Yo tampoco te comparto por nada, ni con nadie”, pensaba, llevó las manos al pecho y las oprimió sobre el corazón… “-Nos ama… ¡NOS AMA!... ¡QUEDATE TRANQUILO POR QUE NOS AMA!” Le decía a ese incesante”Bump- bump” que emergía de entre sus senos y no pudo más, gimoteando, rodeo el cuello de su amado con ambos brazos, se abrazó a él con fuerza, se alejó brevemente para mirarlo de cerca, y lo beso… Lo beso intensamente, como si se tratase de un soldado que había vuelto de la guerra sano y salvo, un soldado al que se le extrañaba en el hogar, al que no veían desde hacía meses, y el la recibió, con los brazos aferrados a su espalda, como un náufrago que se sostiene a una balsa como si su vida dependiera de ello, una lagrima surcó su mejilla y se mezcló con la de ella; finalmente, se alejaron, rieron uno enfrente del otro y así se quedaron, quietos, mirándose así, sin más, sin palabras…
-¿Quieres hacer algo nuevo?- pregunto él.
-Dime… Lo que sea para ti…
-Y también por ti… ¿Ok?... No solo se trata de mí…
-Ok… Entonces, convénceme.
-Nunca lo hemos hecho… En el auto, a media tarde en un lugar (casi) desolado.
-¿Nunca?
-Nunca…
-Jum… Nunca…- Rió ella…- Y ¿Qué estas esperando para remediarlo?- Andrés no dijo nada más, hundió su boca sobre el cuello de su amada, Jazmín empezó a gemir, moviendo la cabeza en círculos en torno a la caricia de su novio, acariciaba su nuca con frenesí y después de unos minutos, busco la boca y la llevo a la suya… Con dificultades, ambos se pasaron al asiento trasero del vehículo y como pudieron, se acomodaron… Jazmín se sentó sobre de él y permaneció todo lo que el reducido espacio le permitía frotándose sobre la creciente hinchazón en la entrepierna de su amante, Andrés, con ambas manos, levanto la blusa y el brasier de un solo tajo y libero al par de pechos que tenía en frente, hábilmente llevó una de las rosadas coronas de esos pechos a la boca, succionaba de ese pezón con fiereza, con pasión, mientras que con una de sus manos, desabrochaba el botón del pantalón y deslizaba la cremallera de los tejanos de su novia, metió la palma por el trasero de ella sin ninguna obstrucción, toco sus nalgas por encima de la pantaleta, bajo más los dedos y encontró el puente donde lo esperaba la parte húmeda del sexo de su Jazmín, ella gimió cuando sintió los dedos de su amado tocando esa parte de su cuerpo, ella sintió como esta chorreaba un poco más, mojando aún más la prenda íntima. Por su parte ella, bajo la mano, la deslizo por el pecho de su Andrés y llego al cinturón… De un tirón lo sacó del pantalón y desabrocho el botón de los jeans que le impedían conectarse con su amado, lo abrió y con un jalón, sacó incluso del boxer, el pene de su chico, lo miró, con la punta chorreante de líquido preseminal, y le sonrió con lujuria.
-A ti si te la chupo, mi amor- le dijo, se hizo con un poco de dificultad de lado, y se llevó ese falo a la boca, en el auto, se escuchaban dos cosas, los gemidos de Andrés, y el poder de succión de Jazmín, lo llevaba hasta el fondo de su boca, lo sacaba de nuevo, lamia la punta, lo rodeaba con la lengua y después lo volvía a chupar y a meter, subía y bajaba con frenesí una de sus manos en toda la extensión del pene de su novio.
-Delicioso… Deli…. Cioso amor… ¿Ghe Ghusha?- le dijo con el pene en la boca
-Mucho… Amor… -Gimió él… -Me … Vas- hace-r, ven-irme si sigues (huugg) asi…- con un chasquido, se lo saco de la boca y lo miró, divertida, sonriente y se giró, llevo los pulgares al pantalón y lo deslizo junto con la blanca pantaleta hacia abajo.
-Haber cómo nos acomodamos amor… - Dijo ella.
-Siéntate encima de mí, de lado, bájatelos un poco más- sugirió el… -Espera… No tengo condones… Creo que no debí regresárselos al…- y Jazmín no le dejo terminar la frase, se había acomodado como él le dijo y ya se había introducido todo el miembro de un jalón.
-No… (mmmhhhh) Me importa- gimió ella
-Amoor…. (hhuuummmm)…- Rugió Él… Y los dos se concentraron en el acto que llevaban a cabo, el ruido de los sexos iba en aumento, el olor a sexo inundaba el espacio cerrado, Jazmín aumentaba la velocidad de sus sentones, la intensidad de sus gemidos, la lubricación en su vagina, estaba llegando, el orgasmo se anunciaba en su rostro, rojo, goteante de sudor, apretaba los labios, su vagina se puso rígida, el útero se contraía, sus líquidos, escurriendo, ya habían mojado más y más sus piernas llegando un poco hasta su pantaleta, los pezones se irguieron más, volviéndose de un color rosa oscuro y se pusieron duros como el cemento, los pechos crecieron ligeramente, las piernas le empezaron a temblar… Y finalmente llegó, Jazmín se abrazó a su amado con la boca abierta, los ojos en blanco y el cabello revuelto, su vagina se derretía sobre la hombría de Andrés, que aún seguía arremetiéndole.
-MIAMORMIAMORMIAMORMIAMOOOOOOOR- gimoteaba ella en cada espasmo, Andrés paso unos minutos más así, bombeando dentro de la rosada entrepierna de Jazmín, mientras esta gemía… Cada vez más rápido, y más… Y más…
-Mi ci-elo… Voy a… (Huurrggg )voy a…
-Hazlo… ¡Hazlo dentro! ¡Quiero sentirte! ¡Dámelo todo! ¡Inúndame!- Gimió ella al oído de Él, y así fué, con una última arremetida, Andrés vació todo su esperma dentro de la vagina de ella, un chorro tras otro, poco a poco, el miembro perdía rigidez, espacio y así, permanecieron ambos, abrazados, por unos instantes más.
Después de unos minutos, ambos se arreglaban dentro del vehículo; Jazmín subía con un poco de dificultar el pantalón, Andrés, le había devuelto por esos momentos (muy al pesar de ambos) la tanga que éste tenía en el bolsillo, las pantaletas de ella estaban realmente empapadas por sus jugos y le resultaba incomodo ir sentada asi todo el camino… Jazmín odiaba las tangas… Pero era preferible a no llevar nada… Una vez vestidos, salieron por las puertas delanteras y se volvieron para sentarse mejor y marcharse pronto… Todo entre risas, besos y abrazos…

Jazmín guardaba una cajita pequeña en su maleta, el sexy baby doll ya se encontraba dentro de la cómoda de Andrés, encima de otro de color negro con rosa y entre una caja mediana de condones, dispuestos a la mano por cualquier eventualidad… “- No es un método anticonceptivo-” se decía para sus adentros, antes de regresar al hogar de Andrés, habían pasado por una farmacia a comprar aquella píldora de emergencia… “-Tiempo al tiempo, si las cosas son para nosotros, se darán-“ terminó de pensar mientras instintivamente, se llevaba una mano al vientre, en un ademán totalmente maternal. Se miró en el espejo y se acomodó el cabello, con ambas manos, tomó el resorte de la tanga y la acomodó en su lugar mientras fruncía el ceño completamente incomoda, la odiaba…
 

chann

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-(….)Cómo hace una hora, todavía fuimos a otro lado.-Entró Andrés al cuarto hablando por celular ,(-Sebastián)- le dijo a ella cubriendo la bocina con una mano, mientras con la otra le arrojaba las pantaletas blancas con encaje, limpias y secas, recién salidas de la secadora, aun tibias.
-No… No creo que te deba nada… Sinceramente date de santos que aun conserves tus molares en tu mandíbula- Espetó con una sonrisa a su interlocutor del otro lado de la bocina, mientras, Jazmín, bailando y dando brinquitos, se bajaba el pantalón y sacaba las piernas una a la vez, poco después, llevó los pulgares a los costados de esa tanga y de un jalón, se la bajo, se la quitó y se la arrojó a Andrés, divertida, mientras éste se fascinaba con ese espectáculo… -Además… Tú me dijiste que no habría problemas si decidíamos que no queríamos hacerlo… Si… Llegamos al hotel, estuvimos en el umbral de las escaleras, pero no quisimos, bueno, empezando por mí… (Silencio)… ¿Cómo está ella?- fijo su mirada en Jazmín cuando esta subía los pantalones nuevamente por sus blancas piernas, ya con la panty blanca de regreso en su lugar, ella, levantó el pulgar izquierdo a la altura del cuello y lo pasó de derecha a izquierda mientras secaba la lengua -… Molesta… No creo que quiera verte en una buena temporada- Ella, fingiendo indignación, cerró los ojos y negó con la cabeza, Andrés no pudo evitar sonreír.- Ni a ti ni a Susana, y para ser sincero no creo que una salida como esta se vuelva a repetir alguna vez.. [“-Aguafiestas”- Se le escucho decir por el auricular a Susana]… ¿Esta ella contigo?... ¿Me tienes en altavoz?... No, no me importa que me haya escuchado, fue un placer “conocerla”… Supongo… [Otro silencio]… No… No creo que se buena idea, no creo que ella quiera hablar contigo en este momento por teléfono… - Volvió a mirarla, esta vez, Jazmín abrió muchos los ojos, estupefacta, apretó los labios y negó con el índice de cada mano.-Definitivamente, no quiere hablar contigo hoy… Ni mañana… Ni otro día, quiero suponer… -La aludida movió uno de sus dedos índice de arriba abajo, confirmando lo dicho por su novio.- Yyyy…. Supongo bien, lo siento… [Silencio]… Se lo diré, pero no creo que con eso se arregle nada, bueno, te tengo que colgar, se hace tarde y aun quiero disfrutar de los últimos momentos con mi chica, ¿Ok?... Nos vemos luego… - Y colgó.
-¿Qué es eso que quería decirme ese tío?- Preguntó ella, acercándose lentamente a Andrés.
-Que lamenta que te hayas molestado, que te estima y que no quisiera que nos dejáramos de frecuentar como siempre debido a esto… Que no lo volverá a tener siquiera presente.
-Y ¿Tu qué piensas?...
-No se trata de lo que yo piense, si no de lo que pienses tú… Pero… Preferiría que no te acercaras mucho a él, podría decirse que te le fuiste de las manos, me dijo que tú le gustabas, de modo que si te sigue viendo, es probable que se la pase desnudándote con la mirada… No sería nada cómodo para ti ni para mí…
-¿¡Abiertamente te dijo que le gusto!?- Preguntó Jazmín, con los ojos casi saliendo de sus cuencas.
-Dijo que quería ser honesto… Pero, si me pongo a pensar… Debería sentirme afortunado, por tener una novia que despierta la libido de otros hombres, mi amor- le dijo con una sonrisa pintada en la cara, mientras que con la mano derecha alcanzaba a palmearle el trasero, Jazmín quien dio un respingo.
-Entonces…. Más te vale cuidarme más- le respondió ella sobándose la nalga palmeada.
-Si… De eso que no me queda la menor duda…
-…Ya es hora… -Dijo ella con un dejo de tristeza en el rostro. El fin de semana tocaba a su fin, lo bueno y lo malo que en esos dos días habían pasado se esfumaban como dos hojas más al calendario, el sol afuera se escurría más y más en el horizonte, los rayos de la tarde bañaban de tonos ocres la habitación jugando con el entorno, trepaban en la pared, se enmarcaban en los cuadros y algunas de las pinturas que Andrés había hecho en sus ratos libres, reptaban por el suelo y acariciaban la tanga rosa pálida de Jazmín, que el chico no levanto en el momento, cuya pedrería de fantasía transformaban ese tono ámbar de la tarde en un hilo de colores cian, violeta, amarillo, naranja y rojo, en pequeños destellos. La puerta de la habitación se cerró con llave, Andrés y Jazmín salieron al encuentro directo con esos rayos en la inmersidad de la tarde, entraron en el viejo auto compacto y compartieron sus labios una vez más, antes de ponerse en camino a su último destino…


A los que llegaron hasta aquí, mi gratitud... No me gusta poner los temas por partes, espero que lo comprendan.. No suelo compartir nada de modo, que este puede ser "mi granito de arena" para este gran foro... No suelo de hecho compartir este tipo de cosas, pero... Siempre hay una primera vez para todo, como me dijeron... ¡Buena vida a todos!
 
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