necronomicon77
Bovino adolescente
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- 9 Oct 2008
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El trabajo en seguridad me ha permitido ver situaciones no comunes, precisamente por este motivo es que solicitan seguridad, cuando las situaciones controladas escapan de las manos. Muy ligada a la seguridad está la sinceridad.
Xiomara es arquitecto, y como todo arquitecto, obsesionada con la belleza, siempre limpia, bien olorosa, de medidas perfectas – aunque no estoy seguro y nunca lo dijo, creo que paso por el bisturí-, siempre muy bien vestida, y claro su andar, su andar elegante, su gracia en todos estos detalles me recuerda a las gacelas, siempre agiles, libres, coquetas, ocurrentes. La verdad, siempre fue una gran estudiante. Cuando su marido me encargo de su seguridad averigüe todo sobre ella, la excelencia de la preparatoria, siempre en el tercio superior de la universidad, había hecho su maestría con una beca por rendimiento en la universidad de Boston, una genio y por supuesto muy apreciada por sus amigos y colegas.
Reciente había tenido problemas en una obra que estaba dirigiendo. Algunos hampones estaban extorsionándola con puestos de trabajo. Y claro, Xiomara no cedió y su marido solicito el servicio de seguridad.
Instalamos un circuito cerrado alrededor de su casa y alrededor de la obra, la propuesta incluía mis servicios las 24 horas del día, de manera que tuve que mudarme al vecindario de Xiomara.
A cada noche revisaba las grabaciones del circuito cerrado, esperando capturar escenas que pusieran en riesgo la integridad de Xiomara. No había señales de los indeseables hampones.
A los dos meses, note movimientos de sombras extrañas en el monitoreo. Tome mi arma y baje a toda prisa del módulo de vigilancia, que dicho sea de paso se convirtió en mi hogar en aquellos días.
- Que haces aquí – susurraba Xiomara con voz de sorpresa y enojo.
- Te extrañaba princesita – respondió un varón.
- Esto es peligros, tienen todos los ángulos vigilados. Alberto ha contratado seguridad para mi. No vuelvas. No quiero perder todo lo que conseguí.
- La están molestando señora? – Interrumpí.
- No, mi primo Marcos ya se iba, y lo acompañaba a salir del barrio.
- puedo acompañarlo yo señora.
- Muchas gracias Joe. Él te sacara del barrio – le dijo a Marcos.
Ninguno de los dos hablaba mientras salíamos del barrio.
- Amigo, ella es mi perra –Marcos quebró el silencio.
- No debería hablar así amigos, la señora es muy respetada.
- No la conoces man, tenemos una larga historia.
- En cualquier circunstancia, mi trabajo es protegerla, no vuelva por el barrio.
- Me volverás a ver….y apuro el paso.
Sinceramente, me quede pensando en aquello que me dijo Marcos, como era posible que alguien tan refinada sea una perra. Mi instinto despertó, así que decidí estudiar sus movimientos para darle razón o no a Marcos – en realidad era por puro morbo, también, como está bien rica, hacía rato que no le quitaba el ojo del trasero-. …”Ella es mi perra”… esa frase no dejaba de sonar en mi cabeza.
Los siguientes instale cámaras de seguridad dentro de la residencia, la justificación, “es posible que tengamos una emergencia dentro de la casa y no pueda actuar oportunamente”. Alberto me agasajó con un “Este es un profesional”.
En las filmaciones note que aunque tenían una vida tranquila, no tenían intimidad.
- No es posible. Que va, claro que lo hacen, son marido y mujer…pensé.
Algunas días después note cierto interés de Xiomara hacia mi persona. Me invito a tomar un café y hablamos de muchos temas, hasta que toco el tema:
- Por favor, no vayas a decir nada de Marcos. Alberto no lo sabe, pero es alguien que conocí cuando aún estudiaba en la universidad…- se detuvo a a pensar, tenía algo que decirme, pero no tenía la confianza o la decisión de hacerlo-… hace muchos años que con Alberto no tenemos sexo, sucede que tuvo un grave accidente y sus heridas en la zona abdominal comprometieron sus órganos sexuales. Siempre le fui fiel, aun ahora, pero Marcos ha estado merodeando mi vida desde hace como 1 año, hasta ahora le resistí. Por favor no permitas que se acerque.
- No se preocupe, lo mantendré al margen.
Dicho esto me invito unas copas, sé que está mal para alguien encargado de la seguridad, pero la situación lo ameritaba, también, me había comenzado a interesar en Xiomara y quería romper la barrera del trabajo, quería acercarme a ella y para ser sincero tirármela.
Días después tuvimos el primer encuentro con los hampones, habíamos intercambiado disparos, hubo un efectivo policial herido, pero huyeron, no pudimos a atraparlos.
Al día siguiente del encuentro con aquellos delincuentes, en la madrugada desperté como llamado por instinto. Note unas sombras en el jardín de la residencia. Salí como pude, con el arma en las manos y…
- Marcos, ya no resisto, hazme tuya.
- Me hiciste esperar tanto perrita…Marcos se apoderaba de la situación.
Me detuve, sentí el morbo de ver que sucedía.
Marcos, la tumbo entre las rosas, le agarraba el trasero, la besaba bruscamente, separo sus piernas y metió sus manos ahí, le quito la ropa interior y se montó en ella. Se la tiro, ella trataba de estar callada, de rato en rato se le escapaba un gemido. La puso de cuatro y nuevamente se la monto, había soportado tantos años sin sexo, ahora se entregaba completamente, al rato, Marcos apuro la respiración y la lleno de leche,
Mientras Xiomara aún estaba en el piso, recuperándose, me muestre. Xiomara retrocedió cuando vio mis botas acercarse a su cara, sus ojos se abrieron, comenzó a temblar, se cubrió con lo que pudo, mientras Marcos estaba todo relajado y satisfecho.
- Te lo dije man, es una fácil.
- Por favor, no se lo digas a nadie – suplicaba Xiomara.
Pensé en aprovecharme de la situación, pero me detuve, no dije nada y regrese hacia mi módulo de vigilancia.
Pasados unos días Alberto viajo por negocios, Xiomara llego al módulo, entro y se desnudó, me dijo.
- Comprare tu silencio con sexo, me tendrás cuando tu quieras, solamente, calla y no digas a nadie lo que viste, ah!, claro, si tienes alguna grabación de aquella noche bórrala ahora.
Estaba completamente excitado al ver aquella mujer completamente desnuda frente a mí, ofreciéndose completamente.
- Harás tú lo que te ordene, y no borrare ningún archivo por si hay alguna auditoria. Ahora, vístete y regresa a tu casa.
- Maldito, no sabes con quien te metes, eres una basura, nadie me rechaza y menos tú, harás lo que orden, como ha sido siempre. – dicho esto cogió sus ropas y salió corriendo.
Pasados los días volvió Alberto y me llamo a la residencia.
- Joe, estoy muy agradecido por tus servicios, el tiempo que me he ausentado no he encontrado ningún problema, estoy sinceramente agradecido por tu lealtad y servicio. – Xiomara, sirve uno whiskies para celebrar a Joe.
- La ayudo – interrumpi. Me acerque a la barra y mientras me dirigía al aparador para sacar los vasos, agarre descaradamente el trasero de Xiomara, vi en sus ojos sorpresa, incomodidad en aquella situación, su marido estaba a menos de 3 metros, mirándonos, y yo detrás de la barra meti mi mano entre sus piernas y ajuste…
CRASSSSSSSsss – cayo el vaso que le di al piso. Estoy bien, estoy bien – se apuro en decir.
Una mirada fulminante se dirigio hacia mi.
Al dia siguiente estaba realmente arisca, mientras hacia mi trabajo no dejaba de insultarme, a decir verdad aquello me exitaba. Despues de una reunión de trabajo con los financistas del trabajo en el piso 20 del Banco Interamericano nos apresuramos a bajar en ascensor.
- Quitate la tanga, le ordene.
- La raja de tu madre – me respondio insolente.
Detuve el asecensor. La agarre del cuello, y le arranque la tanga, me miro con sorpresa, sin decir palabra alguna le di vuelta, saque mi herramienta, puse saliva en la cabeza y de un solo empujon se la clave toda.
- Ayyyy! – cabron esto no se va quedar asi.
- Que haras. Llamar a Marcos?
- Relajate y gózalo.
Mientras la embestia, note que se comenzaba a poner húmedo, - no puede ser, no puede ser, yo confiaba en ti, no me hagas esto, trátame con cariño al menos – Se volteo, se puso de rodillas y empezó a chupármela, - vas a borrar el video verdad? – se la volvia a tragar mi herramienta, muy pocas veces en mi vida me la chuparon como Xiomara. - Por favor borra el video, - la segunda vez que dijo esto, tome su cabeza y la ajuste contra mi pene, casi se atora, se separo como pudo y se puso a toser..
- me vas atragantar. – y se puso a chupar nuevamente. Note que el tiempo corria, asi que me apure, me descargue, ella trato de separar su cabeza, pero la agarre con fuerza y me llegue dentro de su boca, note como se tragaba mi semen al tratar de respirar.
- Muy bien Xiomara, lección numero 1 - le dije.
Se arreglo y salimos del ascensor.
- Ring, ring, - sonaba mi teléfono.
- Alo,
- hola Joe. Soy Jacinto, jefe de la cuadrilla de construcción civil de la zona, me gustaría hacerte una propuesta indecente. Nos vemos en media hora en la gruta del parque Salaverry.
Por pura curiosidad asisti, estaba armado, de pronto de entre las sombras aparecieron unas sobras primero, luego, unos tipos rudos, como unos 15, se detuvieron y Jacinto dio un paso delante.
- Nos molestas, esta zona es nuestra. – Dijo con autoridad jacinto
- Lo es, pero necesito trabajar. - agregue
- retírate y dejaremos en paz a la señora. – quería negociar
- Si mejor, les consigo el trabajo.
- Que buscas.
- He logrado ganarme la confianza de la se;ora, ustedes le proporcionan seguridad ellos me pagan y ustedes tienen el trabajo, de paso, la tienen a ella.
Esto ultimo encendio un rumor en el grupo
- Nos tiendes una trampa. – Grito uno de ellos.
- No tengo razones para ello. Mañana estará disponible por la tarde.
- Ok, conversaremos con la señora en el callejón 13 de la Av. Los Heroes.
- Jajajajajajaja, reimos todos, como entendiendo nuestra complicidad.
Al volver a la residencia, la llame y le informe que al día siguiente teníamos una reunión con Jacinto, el jefe de la mafia de hampones. Obviamente ella se resistió, pero la convencí que era necesario o prefería viviendo escapando y entre balaceras.
Salimos de la casa a las 14:30, conduci por el barrio profesional y recogí a una amiguita mía, Susana. Hacia tiempo que ella quería vivir una experiencia fuerte, me lo había estado exigiendo, muchas veces, lo pedia a gritos.
Cuando llegamos al callejón nro 13, y el ambiente no era el mas adecuado, en la entrada estaban parados unos 5 muchachos, todos ellos de estatura considerable, dos de ellos ligeramente mas altos que yo. Avanzamos entre depósitos de basura, perros, mendigos, gatos callejeros, Susana se sujetó de mi brazo, llena de miedo, Xiomara susurro que quería volver, se dio vuelta y al ver nuestra escolta desistio.
Un tipo completamente ebrio se cruzo con nosotros, apestaba, se notaba que no se bañaba al menos un anio, el callejón se estrecho, salio a mi encuentro Samir, el mismo que el dia de ayer pensaba que era una trampa. Lanzo un silbido agudo, las seniales llegaban como secuencia un movimiento de cabeza negativo – no hay perros policías -. Nos condujo por un pasadizo cuyas paredes estaban estampadas de tipos grades, de esos que trabajan en la construcción, de grandes musculos, propios de sus actividades, de manos toscas, de aquellas acostumbradas a las piedras, arenas, cementos, aceros, todos absolutamente todos olian a hombre de trabajo. Mientras cruzábamos aquel callejón oscuro, varios de ellos metían sus manos entre las ropas de Xiomara y Susana, ellas se defendían volteando con rapidez y tratando de identificar a su atacante , Samir ponía algo de orden y yo apresuraba el paso para llegar hasta Jacinto.
Al fin el callejón se convirtió en una sala, llena de hombres, casi todos de mi altura, ninguno mas bajo y alguno de ellos más altos que yo.
Jacinto estaba sentado y rodeado de chiquillas, hizo un chasquido con los dedos y todas desaparecieron a la carrera.
- Maestro - inicie la conversación - aquí nos tiene.
Una risa grotesca lleno la habitación – JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA – reimos todos al unisono. Me relaje, Jacinto me invito a sentarme a su lado, mientras Susana y Xiomara trataban de liberarse de sus atacantes.
- Quietos carajo – ronco Jacinto. – A la señora y a la señorita se las trata con mucho respeto.
Dicho esto se sento y saco su polla, una grande, competia con la mia, gruesa. Xiomara estaba desorbitada, aterrada, mire a Susana y asentí con la cabeza, dando pasos con temor se puso de rodillas y se llevo tama;an verga a la boca, esta no entraba, asi que Jacinto la agarro de la nuca y se la empujo. Mientras trataba de liberarse un segundo atacante le manoseaba el culo. Susana se sorprendio, abrió los ojos y me miro completamente asustada…
- No te resistas, gózalo – le dije.
Al oir mi voz se tranquilizo y se entrego por completo a sus atacantes, que ya eran tres, le metían las manos entre las piernas, le agarraban las tetas…Xiomara seguía luchando por evitar que le quitaran su abrigo y su falda, esta se la habían levantado hasta mas alla de la cintura y se dejaba ver sus curvas, su trasero redondo, sus piernas bien torneadas. Me acerque al grupo y ellos se apartaron, Xiomara trataba de recuperarse se abrazo de mi, la mire fijamente a los ojos, y la ayude a que se ponga de rodillas, seguidamente saque mi polla y se la puse en la cara, sabiéndose sin escapatoria, empezó a chuparla, al tranquilizarla con caricias se puso a chuparla como la primera vez, levante mi mirada al grupo y asentí. Uno de ellos saco una verga mas grande y gruesa que la mia, al levantar la mirada era Samir, este puso su polla en la mano de Xiomara, quien la agarro con fuerza mientras seguía chupando la mia. Otro negro se había arrodillado y jugueteaba con las nalgas de Xiomara, ella me lanzo su ultima mirada fulminante, de odio, y seguidamente, su mirada cambio, sus ojos brillaban, sus musculos se relajaban, y me susurro – quiero que me la claven todas, pero por favor, no por el culo, soy virgen.
Al volver la mira, a Susanita se la estaba culeando un tipo, con medio pantalón abajo, que al rato se vacio todo, pude ver la conchita de Susana expulsar la leche de su primer atacante, otro que esperaba inmediatamente se la metio, su boquita seguía ocupada con la verda de Jacinto.
Mientras a Xiomara la estaban cargando, dos tipos fornidos que la levantaban como quien levanta una pluma, cada uno con brazos enormes sujetaban sus piernas de par en par, uno de ellos se acerco y la olio, se reconforto con aquella conchita perfumada, sin contemplaciones le metio la lengua hasta el final de su vagina, ahora si se despertó, dejo escapar un gemido, que desato la euforia de todo el grupo, la acomodaron sobre una mesa sucia y le pusieron dos pollas en las manos, la estaban desvistiendo completamente, ya habían tomado mi lugar, se la estaba chupando a otro y el que le había chupado la concha le estaba reventando la virginidad del dia.
Volvi donde Susanita, puesto que note que querían tirársela por el culito, ella estaba un poco asustada, y su culito estaba dando resistencia, no esperaba aquello, asi que, al verme se tranquilizo, la puse de cuatro patas me unte el pene con vaselina y se la clave toda de una sola – a sus 15 años ya toda una experta del sexo anal, pero hoy aprenderá algo mas - . mientras eso Jacinto le lleno la boca de leche, ella quería evitarlo, pero la tiraron de los pelos obligándola a recibir toda la descarga y tragarla. Aquella situación me llevo al limite, y me vacie todo en el culito de Susanita, no devolvió ni una gota de mi semen, puesto que en cuanto sali ya otro tipo la estaba enculando.
Intentando recuperar el aire, voltee para Xiomara, preciso instante en que estaban descargando en su coño y se retorcia de placer, tenia una polla en la boca, una en cada mano, una entre las tetas, cuando en ese instante otro se apoderaba de su coño y el que tenia en la boca se descargaba.
A Susanita la estaban cargando y la había sentado en una polla gigantesca que le abria mas el ano, mientras otro le hacia abrir su boquita hasta la caricatura, un tercer jugueteba con su clítoris, le frotaba, se lo chupaba, le metia el dedo medio en la vagina. Susana al percibir la intención del atacante, trato de liberarse, me miro.
- Eso no, eso no - me gritaba.
- No puedes evitarlo, lo gozaras – le replique.
Mientras eso su atacante había tomado posición y empezó a empujar, en la conchita de Susanita no entraba un alfiler, por lo que retrocedio y siguió estimulándola, esta vez si logro meterle el dedo,
- me partes – protesto Susana – el tipo la miro y solto una mirada sádica, sin responder palabra alguna le clavo dos dedos que la hizo sangrar y protestar, el tipo no tuvo contemplaciones, la masturbo hasta que se orino, entonces, se levanto para clavársela. La cabeza del ariete de aquel bruto era mucho mas grande que la mia, mientras Susanita, enculada por una herramienta bien gruesa y larga, - dicho sea de paso, le estaban abriendo el culito mucho mas de lo que lo había abierto – estaba seguro que no caveria, fue cuando entre gemidos y bramidos escuche el grito de Susanita, el bruto había arremetido con todo, y Susanita no podía escapar de tal violación, note como caian gotas de sangre al piso, el tipo seguía empeñoso en destrozar a Susanita, que mas muerta que viva, ya no ofrecia resistencia, al rato, se abrazo de su atacante, vi sus hermosas manos de quinceañera abrazar a su atacante, y después de un nuevo enviste, vi clavar sus delicadas uñas en las espaldas morenas y anchas de aquel hombre, ella lo arañaba y arañaba, el bruto no sentía, seguía embistiendo, en el frenético movimiento, cambiaron de posición, cuando pude ver que Susanita estaba siendo penetrada por dos gigantescas pollas, no lograba ver la región que separa su conchita de su ano, solo veía dos voluminosas pollas metidas casi hasta la mitad y empeñadas en entrar todas en la frágil Susanita.
Voces de disturbios se oyeron del lado de Xiomara, Samir, le había metido un dedo en el culo, esta reacciono, tuvo mas fuerza que sus atacantes, reacciono y le propino y soberana cachetada. Samir, con la furia en los ojos, la cogio del cabello – ella me miro, solo atine a mover la cejas en señal de no podía hacer nada, total debía aprender a ser sumisa – la arrastro al baño, en un movimiento de su poderoso brazo la arrojo al fondo…no se que paso, solo escuche sus gritos – soy virgen, no me rompas el culo, te suplico, te lo ruego – por el culo no- no dejaba de gritar. Todos esperamos afuera de aquel baño, a los 5 minutos salio Samir, durante ese tiempo todo eran gritos de Xiomara. Seguidamente entro otro tipo, nuevamente comencé a escuchar los gritos de Xiomara. Por puro morbo cambie de lugar, había un espejo que ofrecía vista del fondo del baño y vi al enorme negro meterle la cabeza en el inodoro, mientras de un solo empujon y sin contemplaciones le metia tremenda polla en el culo, ella gritaba, trataba de sacar la cabeza del inodoro, trataba de enderezarse, pero su atacante era mas fuerte, veía el piso y note una mancha de sangre, la sangre también bajaba de la entrepierna de Xiomara, aquel espectáculo me encendio otra vez.
Me acerque a Susanita dispuesto a exigir mi lugar, me la entregaron a los brazos, y se la meti en la conchita, ahora si que ya no estaba tan apretadita como siempre, al rato se acerco Jacinto y busco su culito. Cuando el se la clavo, senti su pene del lado de su ano y la senti recontra apretadita, ella me miraba, me susurraba, - soy una perra, soy tu perrita, vaciate dentro de mi, quiero sentir tu leche llenar mi vagina, por favor, dentro de mi, dentro de mi – cuando llegue a la eyaculación, Jacinto también la llenaba, esta vez Susanita no podía evitar que la leche se corriera de su culito, ahora culo, otro tipo la agarro y se la hizo montar, este se echaba en el piso, seria como de dos metros, porque Susanita parecía una bebe encima suyo, al rato, otro tipo la atacaba por el culo, un tercero le volvió a llenar la boca con un pene, cuando el que la enculaba abandono el lugar, vi el culo de Susana, cual rosa floreciendo se mostraba, estaba completamente destrozada, un nuevo inquilino inserto su polla con facilidad y Susanita se dejo caer en el inmenso pecho del tipo estirado en el piso.
Por el lado de Xiomara habían terminado los gritos, todos estaban quietos, increíblemente, la vi salir del baño, de cuatro patas, cual perra entrenada, Samir le coloco una cadena, y la paseo, al rato se apoderaron de ella, se la metieron de una por el culo y por la concha, uno mas se la metio en la boca, no se que ocurrio, pero estaba completamente entregada. Salía uno, entraba otro, se tomaba la leche de sus atacantes, se tomaba los orines, alguien la hizo sentar y la enculo, otro se acerco y también - entre gritos de Xiomara – se la metio por el culo, la estaban reventando, estaban fuera de control.
Los dos últimos atacantes de Susanita se retiraron, tenia la conchita y el culo llenos de leche, Samir cogio su perra y la llevo hasta Susanita, esta comenzó a tragar los fluidos se emanaban de Susanita, el rato Susanita se corria otra vez, esta vez se orinaba. Mientras tanto, otro tipo se subio sobre Xiomara y le lleno el culo con una inmensa verga….
Despues de tremenda orgia, lleve a Susanita y Xiomara a mi casa, donde las dos me violaron, me la chuparon, entregaron su vaginas sus culos, se violaron entre ellas, al final se ducharon, Xiomara no dejaba de maldecirme, se cambiaron y dejamos a Susanita en su barrio y con Xiomara volvimos al barrio.
Al cabo de tres días entraron todos los chicos a la obra, por tarde pude ver como se tiraban a Xiomara nuevamente, siempre Samir, teniendo encadenada a su perra. A Marcos lo corrieron, no querían compartir su perra. Al cabo de una semana todos los días se tiraban a Xiomara.
En la siguiente entrega Susanita me recomienda en el colegio para brindar seguridad…saludos
Xiomara es arquitecto, y como todo arquitecto, obsesionada con la belleza, siempre limpia, bien olorosa, de medidas perfectas – aunque no estoy seguro y nunca lo dijo, creo que paso por el bisturí-, siempre muy bien vestida, y claro su andar, su andar elegante, su gracia en todos estos detalles me recuerda a las gacelas, siempre agiles, libres, coquetas, ocurrentes. La verdad, siempre fue una gran estudiante. Cuando su marido me encargo de su seguridad averigüe todo sobre ella, la excelencia de la preparatoria, siempre en el tercio superior de la universidad, había hecho su maestría con una beca por rendimiento en la universidad de Boston, una genio y por supuesto muy apreciada por sus amigos y colegas.
Reciente había tenido problemas en una obra que estaba dirigiendo. Algunos hampones estaban extorsionándola con puestos de trabajo. Y claro, Xiomara no cedió y su marido solicito el servicio de seguridad.
Instalamos un circuito cerrado alrededor de su casa y alrededor de la obra, la propuesta incluía mis servicios las 24 horas del día, de manera que tuve que mudarme al vecindario de Xiomara.
A cada noche revisaba las grabaciones del circuito cerrado, esperando capturar escenas que pusieran en riesgo la integridad de Xiomara. No había señales de los indeseables hampones.
A los dos meses, note movimientos de sombras extrañas en el monitoreo. Tome mi arma y baje a toda prisa del módulo de vigilancia, que dicho sea de paso se convirtió en mi hogar en aquellos días.
- Que haces aquí – susurraba Xiomara con voz de sorpresa y enojo.
- Te extrañaba princesita – respondió un varón.
- Esto es peligros, tienen todos los ángulos vigilados. Alberto ha contratado seguridad para mi. No vuelvas. No quiero perder todo lo que conseguí.
- La están molestando señora? – Interrumpí.
- No, mi primo Marcos ya se iba, y lo acompañaba a salir del barrio.
- puedo acompañarlo yo señora.
- Muchas gracias Joe. Él te sacara del barrio – le dijo a Marcos.
Ninguno de los dos hablaba mientras salíamos del barrio.
- Amigo, ella es mi perra –Marcos quebró el silencio.
- No debería hablar así amigos, la señora es muy respetada.
- No la conoces man, tenemos una larga historia.
- En cualquier circunstancia, mi trabajo es protegerla, no vuelva por el barrio.
- Me volverás a ver….y apuro el paso.
Sinceramente, me quede pensando en aquello que me dijo Marcos, como era posible que alguien tan refinada sea una perra. Mi instinto despertó, así que decidí estudiar sus movimientos para darle razón o no a Marcos – en realidad era por puro morbo, también, como está bien rica, hacía rato que no le quitaba el ojo del trasero-. …”Ella es mi perra”… esa frase no dejaba de sonar en mi cabeza.
Los siguientes instale cámaras de seguridad dentro de la residencia, la justificación, “es posible que tengamos una emergencia dentro de la casa y no pueda actuar oportunamente”. Alberto me agasajó con un “Este es un profesional”.
En las filmaciones note que aunque tenían una vida tranquila, no tenían intimidad.
- No es posible. Que va, claro que lo hacen, son marido y mujer…pensé.
Algunas días después note cierto interés de Xiomara hacia mi persona. Me invito a tomar un café y hablamos de muchos temas, hasta que toco el tema:
- Por favor, no vayas a decir nada de Marcos. Alberto no lo sabe, pero es alguien que conocí cuando aún estudiaba en la universidad…- se detuvo a a pensar, tenía algo que decirme, pero no tenía la confianza o la decisión de hacerlo-… hace muchos años que con Alberto no tenemos sexo, sucede que tuvo un grave accidente y sus heridas en la zona abdominal comprometieron sus órganos sexuales. Siempre le fui fiel, aun ahora, pero Marcos ha estado merodeando mi vida desde hace como 1 año, hasta ahora le resistí. Por favor no permitas que se acerque.
- No se preocupe, lo mantendré al margen.
Dicho esto me invito unas copas, sé que está mal para alguien encargado de la seguridad, pero la situación lo ameritaba, también, me había comenzado a interesar en Xiomara y quería romper la barrera del trabajo, quería acercarme a ella y para ser sincero tirármela.
Días después tuvimos el primer encuentro con los hampones, habíamos intercambiado disparos, hubo un efectivo policial herido, pero huyeron, no pudimos a atraparlos.
Al día siguiente del encuentro con aquellos delincuentes, en la madrugada desperté como llamado por instinto. Note unas sombras en el jardín de la residencia. Salí como pude, con el arma en las manos y…
- Marcos, ya no resisto, hazme tuya.
- Me hiciste esperar tanto perrita…Marcos se apoderaba de la situación.
Me detuve, sentí el morbo de ver que sucedía.
Marcos, la tumbo entre las rosas, le agarraba el trasero, la besaba bruscamente, separo sus piernas y metió sus manos ahí, le quito la ropa interior y se montó en ella. Se la tiro, ella trataba de estar callada, de rato en rato se le escapaba un gemido. La puso de cuatro y nuevamente se la monto, había soportado tantos años sin sexo, ahora se entregaba completamente, al rato, Marcos apuro la respiración y la lleno de leche,
Mientras Xiomara aún estaba en el piso, recuperándose, me muestre. Xiomara retrocedió cuando vio mis botas acercarse a su cara, sus ojos se abrieron, comenzó a temblar, se cubrió con lo que pudo, mientras Marcos estaba todo relajado y satisfecho.
- Te lo dije man, es una fácil.
- Por favor, no se lo digas a nadie – suplicaba Xiomara.
Pensé en aprovecharme de la situación, pero me detuve, no dije nada y regrese hacia mi módulo de vigilancia.
Pasados unos días Alberto viajo por negocios, Xiomara llego al módulo, entro y se desnudó, me dijo.
- Comprare tu silencio con sexo, me tendrás cuando tu quieras, solamente, calla y no digas a nadie lo que viste, ah!, claro, si tienes alguna grabación de aquella noche bórrala ahora.
Estaba completamente excitado al ver aquella mujer completamente desnuda frente a mí, ofreciéndose completamente.
- Harás tú lo que te ordene, y no borrare ningún archivo por si hay alguna auditoria. Ahora, vístete y regresa a tu casa.
- Maldito, no sabes con quien te metes, eres una basura, nadie me rechaza y menos tú, harás lo que orden, como ha sido siempre. – dicho esto cogió sus ropas y salió corriendo.
Pasados los días volvió Alberto y me llamo a la residencia.
- Joe, estoy muy agradecido por tus servicios, el tiempo que me he ausentado no he encontrado ningún problema, estoy sinceramente agradecido por tu lealtad y servicio. – Xiomara, sirve uno whiskies para celebrar a Joe.
- La ayudo – interrumpi. Me acerque a la barra y mientras me dirigía al aparador para sacar los vasos, agarre descaradamente el trasero de Xiomara, vi en sus ojos sorpresa, incomodidad en aquella situación, su marido estaba a menos de 3 metros, mirándonos, y yo detrás de la barra meti mi mano entre sus piernas y ajuste…
CRASSSSSSSsss – cayo el vaso que le di al piso. Estoy bien, estoy bien – se apuro en decir.
Una mirada fulminante se dirigio hacia mi.
Al dia siguiente estaba realmente arisca, mientras hacia mi trabajo no dejaba de insultarme, a decir verdad aquello me exitaba. Despues de una reunión de trabajo con los financistas del trabajo en el piso 20 del Banco Interamericano nos apresuramos a bajar en ascensor.
- Quitate la tanga, le ordene.
- La raja de tu madre – me respondio insolente.
Detuve el asecensor. La agarre del cuello, y le arranque la tanga, me miro con sorpresa, sin decir palabra alguna le di vuelta, saque mi herramienta, puse saliva en la cabeza y de un solo empujon se la clave toda.
- Ayyyy! – cabron esto no se va quedar asi.
- Que haras. Llamar a Marcos?
- Relajate y gózalo.
Mientras la embestia, note que se comenzaba a poner húmedo, - no puede ser, no puede ser, yo confiaba en ti, no me hagas esto, trátame con cariño al menos – Se volteo, se puso de rodillas y empezó a chupármela, - vas a borrar el video verdad? – se la volvia a tragar mi herramienta, muy pocas veces en mi vida me la chuparon como Xiomara. - Por favor borra el video, - la segunda vez que dijo esto, tome su cabeza y la ajuste contra mi pene, casi se atora, se separo como pudo y se puso a toser..
- me vas atragantar. – y se puso a chupar nuevamente. Note que el tiempo corria, asi que me apure, me descargue, ella trato de separar su cabeza, pero la agarre con fuerza y me llegue dentro de su boca, note como se tragaba mi semen al tratar de respirar.
- Muy bien Xiomara, lección numero 1 - le dije.
Se arreglo y salimos del ascensor.
- Ring, ring, - sonaba mi teléfono.
- Alo,
- hola Joe. Soy Jacinto, jefe de la cuadrilla de construcción civil de la zona, me gustaría hacerte una propuesta indecente. Nos vemos en media hora en la gruta del parque Salaverry.
Por pura curiosidad asisti, estaba armado, de pronto de entre las sombras aparecieron unas sobras primero, luego, unos tipos rudos, como unos 15, se detuvieron y Jacinto dio un paso delante.
- Nos molestas, esta zona es nuestra. – Dijo con autoridad jacinto
- Lo es, pero necesito trabajar. - agregue
- retírate y dejaremos en paz a la señora. – quería negociar
- Si mejor, les consigo el trabajo.
- Que buscas.
- He logrado ganarme la confianza de la se;ora, ustedes le proporcionan seguridad ellos me pagan y ustedes tienen el trabajo, de paso, la tienen a ella.
Esto ultimo encendio un rumor en el grupo
- Nos tiendes una trampa. – Grito uno de ellos.
- No tengo razones para ello. Mañana estará disponible por la tarde.
- Ok, conversaremos con la señora en el callejón 13 de la Av. Los Heroes.
- Jajajajajajaja, reimos todos, como entendiendo nuestra complicidad.
Al volver a la residencia, la llame y le informe que al día siguiente teníamos una reunión con Jacinto, el jefe de la mafia de hampones. Obviamente ella se resistió, pero la convencí que era necesario o prefería viviendo escapando y entre balaceras.
Salimos de la casa a las 14:30, conduci por el barrio profesional y recogí a una amiguita mía, Susana. Hacia tiempo que ella quería vivir una experiencia fuerte, me lo había estado exigiendo, muchas veces, lo pedia a gritos.
Cuando llegamos al callejón nro 13, y el ambiente no era el mas adecuado, en la entrada estaban parados unos 5 muchachos, todos ellos de estatura considerable, dos de ellos ligeramente mas altos que yo. Avanzamos entre depósitos de basura, perros, mendigos, gatos callejeros, Susana se sujetó de mi brazo, llena de miedo, Xiomara susurro que quería volver, se dio vuelta y al ver nuestra escolta desistio.
Un tipo completamente ebrio se cruzo con nosotros, apestaba, se notaba que no se bañaba al menos un anio, el callejón se estrecho, salio a mi encuentro Samir, el mismo que el dia de ayer pensaba que era una trampa. Lanzo un silbido agudo, las seniales llegaban como secuencia un movimiento de cabeza negativo – no hay perros policías -. Nos condujo por un pasadizo cuyas paredes estaban estampadas de tipos grades, de esos que trabajan en la construcción, de grandes musculos, propios de sus actividades, de manos toscas, de aquellas acostumbradas a las piedras, arenas, cementos, aceros, todos absolutamente todos olian a hombre de trabajo. Mientras cruzábamos aquel callejón oscuro, varios de ellos metían sus manos entre las ropas de Xiomara y Susana, ellas se defendían volteando con rapidez y tratando de identificar a su atacante , Samir ponía algo de orden y yo apresuraba el paso para llegar hasta Jacinto.
Al fin el callejón se convirtió en una sala, llena de hombres, casi todos de mi altura, ninguno mas bajo y alguno de ellos más altos que yo.
Jacinto estaba sentado y rodeado de chiquillas, hizo un chasquido con los dedos y todas desaparecieron a la carrera.
- Maestro - inicie la conversación - aquí nos tiene.
Una risa grotesca lleno la habitación – JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA – reimos todos al unisono. Me relaje, Jacinto me invito a sentarme a su lado, mientras Susana y Xiomara trataban de liberarse de sus atacantes.
- Quietos carajo – ronco Jacinto. – A la señora y a la señorita se las trata con mucho respeto.
Dicho esto se sento y saco su polla, una grande, competia con la mia, gruesa. Xiomara estaba desorbitada, aterrada, mire a Susana y asentí con la cabeza, dando pasos con temor se puso de rodillas y se llevo tama;an verga a la boca, esta no entraba, asi que Jacinto la agarro de la nuca y se la empujo. Mientras trataba de liberarse un segundo atacante le manoseaba el culo. Susana se sorprendio, abrió los ojos y me miro completamente asustada…
- No te resistas, gózalo – le dije.
Al oir mi voz se tranquilizo y se entrego por completo a sus atacantes, que ya eran tres, le metían las manos entre las piernas, le agarraban las tetas…Xiomara seguía luchando por evitar que le quitaran su abrigo y su falda, esta se la habían levantado hasta mas alla de la cintura y se dejaba ver sus curvas, su trasero redondo, sus piernas bien torneadas. Me acerque al grupo y ellos se apartaron, Xiomara trataba de recuperarse se abrazo de mi, la mire fijamente a los ojos, y la ayude a que se ponga de rodillas, seguidamente saque mi polla y se la puse en la cara, sabiéndose sin escapatoria, empezó a chuparla, al tranquilizarla con caricias se puso a chuparla como la primera vez, levante mi mirada al grupo y asentí. Uno de ellos saco una verga mas grande y gruesa que la mia, al levantar la mirada era Samir, este puso su polla en la mano de Xiomara, quien la agarro con fuerza mientras seguía chupando la mia. Otro negro se había arrodillado y jugueteaba con las nalgas de Xiomara, ella me lanzo su ultima mirada fulminante, de odio, y seguidamente, su mirada cambio, sus ojos brillaban, sus musculos se relajaban, y me susurro – quiero que me la claven todas, pero por favor, no por el culo, soy virgen.
Al volver la mira, a Susanita se la estaba culeando un tipo, con medio pantalón abajo, que al rato se vacio todo, pude ver la conchita de Susana expulsar la leche de su primer atacante, otro que esperaba inmediatamente se la metio, su boquita seguía ocupada con la verda de Jacinto.
Mientras a Xiomara la estaban cargando, dos tipos fornidos que la levantaban como quien levanta una pluma, cada uno con brazos enormes sujetaban sus piernas de par en par, uno de ellos se acerco y la olio, se reconforto con aquella conchita perfumada, sin contemplaciones le metio la lengua hasta el final de su vagina, ahora si se despertó, dejo escapar un gemido, que desato la euforia de todo el grupo, la acomodaron sobre una mesa sucia y le pusieron dos pollas en las manos, la estaban desvistiendo completamente, ya habían tomado mi lugar, se la estaba chupando a otro y el que le había chupado la concha le estaba reventando la virginidad del dia.
Volvi donde Susanita, puesto que note que querían tirársela por el culito, ella estaba un poco asustada, y su culito estaba dando resistencia, no esperaba aquello, asi que, al verme se tranquilizo, la puse de cuatro patas me unte el pene con vaselina y se la clave toda de una sola – a sus 15 años ya toda una experta del sexo anal, pero hoy aprenderá algo mas - . mientras eso Jacinto le lleno la boca de leche, ella quería evitarlo, pero la tiraron de los pelos obligándola a recibir toda la descarga y tragarla. Aquella situación me llevo al limite, y me vacie todo en el culito de Susanita, no devolvió ni una gota de mi semen, puesto que en cuanto sali ya otro tipo la estaba enculando.
Intentando recuperar el aire, voltee para Xiomara, preciso instante en que estaban descargando en su coño y se retorcia de placer, tenia una polla en la boca, una en cada mano, una entre las tetas, cuando en ese instante otro se apoderaba de su coño y el que tenia en la boca se descargaba.
A Susanita la estaban cargando y la había sentado en una polla gigantesca que le abria mas el ano, mientras otro le hacia abrir su boquita hasta la caricatura, un tercer jugueteba con su clítoris, le frotaba, se lo chupaba, le metia el dedo medio en la vagina. Susana al percibir la intención del atacante, trato de liberarse, me miro.
- Eso no, eso no - me gritaba.
- No puedes evitarlo, lo gozaras – le replique.
Mientras eso su atacante había tomado posición y empezó a empujar, en la conchita de Susanita no entraba un alfiler, por lo que retrocedio y siguió estimulándola, esta vez si logro meterle el dedo,
- me partes – protesto Susana – el tipo la miro y solto una mirada sádica, sin responder palabra alguna le clavo dos dedos que la hizo sangrar y protestar, el tipo no tuvo contemplaciones, la masturbo hasta que se orino, entonces, se levanto para clavársela. La cabeza del ariete de aquel bruto era mucho mas grande que la mia, mientras Susanita, enculada por una herramienta bien gruesa y larga, - dicho sea de paso, le estaban abriendo el culito mucho mas de lo que lo había abierto – estaba seguro que no caveria, fue cuando entre gemidos y bramidos escuche el grito de Susanita, el bruto había arremetido con todo, y Susanita no podía escapar de tal violación, note como caian gotas de sangre al piso, el tipo seguía empeñoso en destrozar a Susanita, que mas muerta que viva, ya no ofrecia resistencia, al rato, se abrazo de su atacante, vi sus hermosas manos de quinceañera abrazar a su atacante, y después de un nuevo enviste, vi clavar sus delicadas uñas en las espaldas morenas y anchas de aquel hombre, ella lo arañaba y arañaba, el bruto no sentía, seguía embistiendo, en el frenético movimiento, cambiaron de posición, cuando pude ver que Susanita estaba siendo penetrada por dos gigantescas pollas, no lograba ver la región que separa su conchita de su ano, solo veía dos voluminosas pollas metidas casi hasta la mitad y empeñadas en entrar todas en la frágil Susanita.
Voces de disturbios se oyeron del lado de Xiomara, Samir, le había metido un dedo en el culo, esta reacciono, tuvo mas fuerza que sus atacantes, reacciono y le propino y soberana cachetada. Samir, con la furia en los ojos, la cogio del cabello – ella me miro, solo atine a mover la cejas en señal de no podía hacer nada, total debía aprender a ser sumisa – la arrastro al baño, en un movimiento de su poderoso brazo la arrojo al fondo…no se que paso, solo escuche sus gritos – soy virgen, no me rompas el culo, te suplico, te lo ruego – por el culo no- no dejaba de gritar. Todos esperamos afuera de aquel baño, a los 5 minutos salio Samir, durante ese tiempo todo eran gritos de Xiomara. Seguidamente entro otro tipo, nuevamente comencé a escuchar los gritos de Xiomara. Por puro morbo cambie de lugar, había un espejo que ofrecía vista del fondo del baño y vi al enorme negro meterle la cabeza en el inodoro, mientras de un solo empujon y sin contemplaciones le metia tremenda polla en el culo, ella gritaba, trataba de sacar la cabeza del inodoro, trataba de enderezarse, pero su atacante era mas fuerte, veía el piso y note una mancha de sangre, la sangre también bajaba de la entrepierna de Xiomara, aquel espectáculo me encendio otra vez.
Me acerque a Susanita dispuesto a exigir mi lugar, me la entregaron a los brazos, y se la meti en la conchita, ahora si que ya no estaba tan apretadita como siempre, al rato se acerco Jacinto y busco su culito. Cuando el se la clavo, senti su pene del lado de su ano y la senti recontra apretadita, ella me miraba, me susurraba, - soy una perra, soy tu perrita, vaciate dentro de mi, quiero sentir tu leche llenar mi vagina, por favor, dentro de mi, dentro de mi – cuando llegue a la eyaculación, Jacinto también la llenaba, esta vez Susanita no podía evitar que la leche se corriera de su culito, ahora culo, otro tipo la agarro y se la hizo montar, este se echaba en el piso, seria como de dos metros, porque Susanita parecía una bebe encima suyo, al rato, otro tipo la atacaba por el culo, un tercero le volvió a llenar la boca con un pene, cuando el que la enculaba abandono el lugar, vi el culo de Susana, cual rosa floreciendo se mostraba, estaba completamente destrozada, un nuevo inquilino inserto su polla con facilidad y Susanita se dejo caer en el inmenso pecho del tipo estirado en el piso.
Por el lado de Xiomara habían terminado los gritos, todos estaban quietos, increíblemente, la vi salir del baño, de cuatro patas, cual perra entrenada, Samir le coloco una cadena, y la paseo, al rato se apoderaron de ella, se la metieron de una por el culo y por la concha, uno mas se la metio en la boca, no se que ocurrio, pero estaba completamente entregada. Salía uno, entraba otro, se tomaba la leche de sus atacantes, se tomaba los orines, alguien la hizo sentar y la enculo, otro se acerco y también - entre gritos de Xiomara – se la metio por el culo, la estaban reventando, estaban fuera de control.
Los dos últimos atacantes de Susanita se retiraron, tenia la conchita y el culo llenos de leche, Samir cogio su perra y la llevo hasta Susanita, esta comenzó a tragar los fluidos se emanaban de Susanita, el rato Susanita se corria otra vez, esta vez se orinaba. Mientras tanto, otro tipo se subio sobre Xiomara y le lleno el culo con una inmensa verga….
Despues de tremenda orgia, lleve a Susanita y Xiomara a mi casa, donde las dos me violaron, me la chuparon, entregaron su vaginas sus culos, se violaron entre ellas, al final se ducharon, Xiomara no dejaba de maldecirme, se cambiaron y dejamos a Susanita en su barrio y con Xiomara volvimos al barrio.
Al cabo de tres días entraron todos los chicos a la obra, por tarde pude ver como se tiraban a Xiomara nuevamente, siempre Samir, teniendo encadenada a su perra. A Marcos lo corrieron, no querían compartir su perra. Al cabo de una semana todos los días se tiraban a Xiomara.
En la siguiente entrega Susanita me recomienda en el colegio para brindar seguridad…saludos
