Ahí estaba mi esposa, tumbada en el camastro con su bikini a la cadera y las tetas al aire, yo estaba levantando los platos para llevarlos a la cocina. Cuando salí pude ver que se abría la puerta de los vecinos, la que daba a la alberca, pude ver desde la cocina como salía Miguel y decia: "buenos días, como estás?" Mi esposa dio un respingo y trató de actuar con naturalidad, Miguel solo dijo: "deberías salir así cuando estamos, no te cohibas con nosotros" y me saludó, acto seguido se quitó la playera y el pantalón, quedando en bóxer nada más, la verdad tenia un cuerpo bastante trabajado en gimnasio, y el bóxer marcaba un paquete bastante grandecito, Miguel argumentó que ya estaban a la par.
Le lleve fruta a Miguel y comió un poco, llevó el plato a la cocina y lo acompañé para decirle que me ayudara a quitarle lo pudorosa a mi esposa, el aceptó.
Regresamos a la alberca y mi esposa estaba poniéndose el top del bikini, a lo que Miguel le dijo que no era necesario, e inmediatamente se quitó el bóxer y le dijo que así para que ella estuviera más cómoda. Los ojos de mi esposa casi salen de sus órbitas al ver el pene de Miguel, fácilmente le media unos 19 cm y estando en reposo, Miguel invitó a mi esposa a hacer lo mismo, yo, para darle valor igual me quité la ropa quedando desnudos dos hombres al lado de ella.
Ella se veia hipnotizada por ese animalon, y se quitó lentamente su bikini, dejando ver como un hilito de su rico flujo se quedaba en el bikini, Miguel sonrió y terminó de quitarle el calzón, dejándola abierta de piernas con el a sus pies; empezó a darle un masaje de pies mientras veía como abría bien las piernas para que viera su conchita ya escurriendo.
Poco a poco fue subiendo el masaje, subió a las pantorrillas y piernas, ella se dejaba ser, empezó a besar sus piernas mientras ella abría más su compás, ofreciendo su coño para ser comido, Miguel no desaprovechó y metió su lengua en la concha de mi mujer, mi esposa veía como iba creciendo ese animal, así que sin más Miguel lo puso en la entrada de mi esposa, ella tuvo un momento de seriedad y se separó para entrar corriendo a la casa...
Le lleve fruta a Miguel y comió un poco, llevó el plato a la cocina y lo acompañé para decirle que me ayudara a quitarle lo pudorosa a mi esposa, el aceptó.
Regresamos a la alberca y mi esposa estaba poniéndose el top del bikini, a lo que Miguel le dijo que no era necesario, e inmediatamente se quitó el bóxer y le dijo que así para que ella estuviera más cómoda. Los ojos de mi esposa casi salen de sus órbitas al ver el pene de Miguel, fácilmente le media unos 19 cm y estando en reposo, Miguel invitó a mi esposa a hacer lo mismo, yo, para darle valor igual me quité la ropa quedando desnudos dos hombres al lado de ella.
Ella se veia hipnotizada por ese animalon, y se quitó lentamente su bikini, dejando ver como un hilito de su rico flujo se quedaba en el bikini, Miguel sonrió y terminó de quitarle el calzón, dejándola abierta de piernas con el a sus pies; empezó a darle un masaje de pies mientras veía como abría bien las piernas para que viera su conchita ya escurriendo.
Poco a poco fue subiendo el masaje, subió a las pantorrillas y piernas, ella se dejaba ser, empezó a besar sus piernas mientras ella abría más su compás, ofreciendo su coño para ser comido, Miguel no desaprovechó y metió su lengua en la concha de mi mujer, mi esposa veía como iba creciendo ese animal, así que sin más Miguel lo puso en la entrada de mi esposa, ella tuvo un momento de seriedad y se separó para entrar corriendo a la casa...
