imlea
Bovino de alcurnia
- Registrado
- 3 Jul 2011
- Mensajes
- 3.166
Quiero expresarme, dejando esto abierto a modo de relato... Gracias...
Voy a contarte algo... No soy lo que era antes... Esta imagen... Este cuerpo, estos ojos, este pelo... Este pequeño cuerpo lleno de formas, estos pechos, este abdomen, estas caderas... ¿Piensas que es divertido?... Para mí es extraño... Recuerdo la primera vez que vi mi imagen en desarrollo en el espejo, en el cuarto de mi hermana, Hace algunos años, Siendo una pre adolescente... En ese espejo de cuerpo entero que olía a caoba, de pie en una suave alfombra de terciopelo rojo, mi estatura era una burla, mi rostro redondo, mis ojos azules enormes en ese entonces, el cabello, rubio hasta las nalgas, lacio y disparejo, mis piernas, algo regordetas, mi vientre algo redondo, mi naciente busto de aquel entonces, comparado con otras chicas de mi edad en aquel momento daba indicios de que Iban a poseer un buen tamaño, mis pezones, empezaban a adquirir un tono rosado más oscuro... ¿Sabes? Siempre me dio mucha pena verme desnuda incluso estando sola... Esa vez, recuerdo, que me mire de frente, sin mis infantiles bragas de "sailor moon" que me cubrían casi hasta el ombligo, tenía una creciente mata de vellos rubios en mi pubis, era vergonzoso, ver esa cosa en mi "cosita" ganando terreno, con una mano, recuerdo haber tocado mi casto sexo, pensando en el momento en que entregaría mi preciada virginidad... ¿Qué?... Oh si, claro... Habemos chicas que desde que usamos corpiños ya pensamos en quién será nuestro principie azul, merecedor del honor de nuestra primera vez... Ahora, mírame, unos años más... Eh crecido en varios aspectos... Mi cabello ahora es corto, al menos hasta la espalda y ya no está tan maltratado, mi estatura solo aumento unos centímetros, mi vientre ha reducido, mis caderas se ensancharon, mis senos... Turgentes y firmes, coronados por un par de pezones rosas pálidos si, crecieron y cumplieron su amenaza, mi pubis, quise conservar un poco el estilo de mi infancia al depilar ese vello de mi entrepierna... Hasta mi gusto por la corseteria cambio... De aquellas enormes pantaletas con diseños tiernos, a los bikinis, pantaletas y bóxers de encaje y de seda... Que tanto le gustan a "aquel"... Físicamente si, hay un gran cambio, y mentalmente, también… Y te consta, solía ser una chica cerrada, que se escandalizaba con cualquier “idea moderna”, hasta que llegó el, y en aquella tarde hasta el sabor del jugo de naranja que me llevo cambio de sabor, mi primera entrega… Mi primer orgasmo logrado por penetracion, y los que vinieron después y por tantos años…
Te confieso algo, si… Me gustaste, pero mi incipiente mentalidad aun no me permitía admitirlo… Bastó un empujón y el permiso de mi chico para dar el siguiente paso, después, el tenerte allí, en el umbral de mi casa, bellamente presentable, oliendo a maravilla y con toda esa experiencia exorbitante… me hizo reconocer que tomé una buena decisión, niña… Verte ahora, en el mismo espacio de trabajo… moviéndote livianamente en los pasillos, cumpliendo tus funciones, sonriendo por compromiso a desconocidos, incluso siendo asediada y acosada por ellos, vestida con aquella blusa de tu marca empleadora, ceñida en ajustados pantalones negros que se fijan Sensualmente a tu esbelta figura, alta, tierna, con el cabello suelto o en una hermosa cola de caballo, tus labios rosas, tus senos generosos, tus nalgas firmes… Ok mejor me calmo… Estar en frente de ti, después de mucho tiempo, incluso de haber ido a otros lados por culpa de mi trabajo, es tentador… lo reconozco, te había hecho el comentario de que aquella bella tarde no se repetiría, porque amo a mi chico… Pero cuando te veo allí, de espaldas, atendiendo a tus clientes en tu módulo, no puedo evitar contemplar tu sinuoso trasero, mirar como la delicada línea de tu ropa interior se marca en tu estrecho pantalón, me hace evocar esa tanga rosa con blanco que usaste ese día, el aroma que dejaste en mi alcoba, las marcas que dejaste en mis pechos… Se que te has dado cuenta de mis atrevidas miradas, te he descubierto mordiendo tu propio labio inferior… incluso me provoca risa el ver como paras tu colita cuando me descubres…
Dicen que cae más rápido un hablador que un cojo y es verdad… Como me encantaría decirte las ganas que tengo de estar otra vez entre tus piernas, de lamer tu vientre, perderme en el exquisito aroma de tu entrepierna, juguetear con tu clitoris, sentir tus manos jalándo mi cabello, ver tu rostro, sonrojado, oír tus gemidos de placer… como me gustaría verte a ti encima mio… blandiendo tus juguetes, amenazandome con ellos de hurgar en mi interior como en aquella vez… Mordiendo mis pezones, jalandolos, lamiendo mis pechos… Vale lo volví a hacer, creo que debo ir al baño en este momento… Solo por pensar en esto ha hecho que moje mi pantaletita… además que mis botoncitos se han erectado, no quisiera que ningún cliente se diera cuenta… Que vergüenza…
¿A donde voy con todo esto?... Bueno, que más me gustaría decirte esto en tu carita, pero sabes que me expreso mejor escribiendo… Aunque nunca alcances a leer esto, pero habra algo que si te podré decir de frente: tengo permiso de nuevo… Al final, si podremos repetir como tu querías, aunque ahora puedo asegurar que si será por última vez, porque ya conoces mi compromiso… ¡Se que te volverás loca con la noticia!!.... Pero esta vez quiero que sea en un lugar diferente, no en mi casa, tal vez podamos hacerlo en la tuya… Ni siquiera pienses en un hotel,... ¿Te imaginas a los hombres que nos vean entrar juntas?... Levantariamos el morbo… Mejor en tu casa, ya he visto un conjunto de lencería en una boutique que va a matarte… Yo no uso tangas pero por ti, comprare una blanca, translúcida, de encaje, con un sostén del mismo material, Sensual y suave, igual a mi novio les va a encantar. También debería comprar un juguete propio y usarlo a modo de venganza… Recuerdo que gracias a uno de tus preciados tesoros estuve adolorida de mi vaginita un par de días… Ya pensaré bien que comprar, solo para ti… Bueno… Esto te lo diré muy pronto… Y tu también ya puedes dejar de verme las nalgas cuando estoy trabajando, y será mejor que vuelvas a hacer un delicioso trabajo… Te lo voy a encargar mucho…
Ya muy pronto....
Voy a contarte algo... No soy lo que era antes... Esta imagen... Este cuerpo, estos ojos, este pelo... Este pequeño cuerpo lleno de formas, estos pechos, este abdomen, estas caderas... ¿Piensas que es divertido?... Para mí es extraño... Recuerdo la primera vez que vi mi imagen en desarrollo en el espejo, en el cuarto de mi hermana, Hace algunos años, Siendo una pre adolescente... En ese espejo de cuerpo entero que olía a caoba, de pie en una suave alfombra de terciopelo rojo, mi estatura era una burla, mi rostro redondo, mis ojos azules enormes en ese entonces, el cabello, rubio hasta las nalgas, lacio y disparejo, mis piernas, algo regordetas, mi vientre algo redondo, mi naciente busto de aquel entonces, comparado con otras chicas de mi edad en aquel momento daba indicios de que Iban a poseer un buen tamaño, mis pezones, empezaban a adquirir un tono rosado más oscuro... ¿Sabes? Siempre me dio mucha pena verme desnuda incluso estando sola... Esa vez, recuerdo, que me mire de frente, sin mis infantiles bragas de "sailor moon" que me cubrían casi hasta el ombligo, tenía una creciente mata de vellos rubios en mi pubis, era vergonzoso, ver esa cosa en mi "cosita" ganando terreno, con una mano, recuerdo haber tocado mi casto sexo, pensando en el momento en que entregaría mi preciada virginidad... ¿Qué?... Oh si, claro... Habemos chicas que desde que usamos corpiños ya pensamos en quién será nuestro principie azul, merecedor del honor de nuestra primera vez... Ahora, mírame, unos años más... Eh crecido en varios aspectos... Mi cabello ahora es corto, al menos hasta la espalda y ya no está tan maltratado, mi estatura solo aumento unos centímetros, mi vientre ha reducido, mis caderas se ensancharon, mis senos... Turgentes y firmes, coronados por un par de pezones rosas pálidos si, crecieron y cumplieron su amenaza, mi pubis, quise conservar un poco el estilo de mi infancia al depilar ese vello de mi entrepierna... Hasta mi gusto por la corseteria cambio... De aquellas enormes pantaletas con diseños tiernos, a los bikinis, pantaletas y bóxers de encaje y de seda... Que tanto le gustan a "aquel"... Físicamente si, hay un gran cambio, y mentalmente, también… Y te consta, solía ser una chica cerrada, que se escandalizaba con cualquier “idea moderna”, hasta que llegó el, y en aquella tarde hasta el sabor del jugo de naranja que me llevo cambio de sabor, mi primera entrega… Mi primer orgasmo logrado por penetracion, y los que vinieron después y por tantos años…
Te confieso algo, si… Me gustaste, pero mi incipiente mentalidad aun no me permitía admitirlo… Bastó un empujón y el permiso de mi chico para dar el siguiente paso, después, el tenerte allí, en el umbral de mi casa, bellamente presentable, oliendo a maravilla y con toda esa experiencia exorbitante… me hizo reconocer que tomé una buena decisión, niña… Verte ahora, en el mismo espacio de trabajo… moviéndote livianamente en los pasillos, cumpliendo tus funciones, sonriendo por compromiso a desconocidos, incluso siendo asediada y acosada por ellos, vestida con aquella blusa de tu marca empleadora, ceñida en ajustados pantalones negros que se fijan Sensualmente a tu esbelta figura, alta, tierna, con el cabello suelto o en una hermosa cola de caballo, tus labios rosas, tus senos generosos, tus nalgas firmes… Ok mejor me calmo… Estar en frente de ti, después de mucho tiempo, incluso de haber ido a otros lados por culpa de mi trabajo, es tentador… lo reconozco, te había hecho el comentario de que aquella bella tarde no se repetiría, porque amo a mi chico… Pero cuando te veo allí, de espaldas, atendiendo a tus clientes en tu módulo, no puedo evitar contemplar tu sinuoso trasero, mirar como la delicada línea de tu ropa interior se marca en tu estrecho pantalón, me hace evocar esa tanga rosa con blanco que usaste ese día, el aroma que dejaste en mi alcoba, las marcas que dejaste en mis pechos… Se que te has dado cuenta de mis atrevidas miradas, te he descubierto mordiendo tu propio labio inferior… incluso me provoca risa el ver como paras tu colita cuando me descubres…
Dicen que cae más rápido un hablador que un cojo y es verdad… Como me encantaría decirte las ganas que tengo de estar otra vez entre tus piernas, de lamer tu vientre, perderme en el exquisito aroma de tu entrepierna, juguetear con tu clitoris, sentir tus manos jalándo mi cabello, ver tu rostro, sonrojado, oír tus gemidos de placer… como me gustaría verte a ti encima mio… blandiendo tus juguetes, amenazandome con ellos de hurgar en mi interior como en aquella vez… Mordiendo mis pezones, jalandolos, lamiendo mis pechos… Vale lo volví a hacer, creo que debo ir al baño en este momento… Solo por pensar en esto ha hecho que moje mi pantaletita… además que mis botoncitos se han erectado, no quisiera que ningún cliente se diera cuenta… Que vergüenza…
¿A donde voy con todo esto?... Bueno, que más me gustaría decirte esto en tu carita, pero sabes que me expreso mejor escribiendo… Aunque nunca alcances a leer esto, pero habra algo que si te podré decir de frente: tengo permiso de nuevo… Al final, si podremos repetir como tu querías, aunque ahora puedo asegurar que si será por última vez, porque ya conoces mi compromiso… ¡Se que te volverás loca con la noticia!!.... Pero esta vez quiero que sea en un lugar diferente, no en mi casa, tal vez podamos hacerlo en la tuya… Ni siquiera pienses en un hotel,... ¿Te imaginas a los hombres que nos vean entrar juntas?... Levantariamos el morbo… Mejor en tu casa, ya he visto un conjunto de lencería en una boutique que va a matarte… Yo no uso tangas pero por ti, comprare una blanca, translúcida, de encaje, con un sostén del mismo material, Sensual y suave, igual a mi novio les va a encantar. También debería comprar un juguete propio y usarlo a modo de venganza… Recuerdo que gracias a uno de tus preciados tesoros estuve adolorida de mi vaginita un par de días… Ya pensaré bien que comprar, solo para ti… Bueno… Esto te lo diré muy pronto… Y tu también ya puedes dejar de verme las nalgas cuando estoy trabajando, y será mejor que vuelvas a hacer un delicioso trabajo… Te lo voy a encargar mucho…
Ya muy pronto....
