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Pamela, la chica de la limpieza

alexander-mist

Becerro
Registrado
1 Jul 2009
Mensajes
31
Hace tiempo que no escribía algo, ya saben ocupaciones de la vida, no es como si esperaran otro relato mío, pero aquí les va, por ese entonces debía tener unos 19 años creo.

Pues verán desde chico he tenido a Ernesto, ha sido mi mejor amigo prácticamente desde la primaria. En su casa siempre ha habido una ama de llaves o señora de limpieza, cada que iba a su casa era una diferente independientemente de eso, la fémina que le tocara ser la ama de llaves no sufría incomodidades puesto que ella tenia su propio cuarto para quedarse las 24 horas dentro de la casa, y prácticamente solo trabajaba jornadas de 8 horas, pero era libre de quedarse.
Ernesto hace tiempo me dijo que había sacado provecho de eso y había logrado tener relaciones con una que otra de las "criadas" que pasaron por su casa, nunca me intereso realmente, de hecho me molestaba un poco, pero lo dejaba pasar.
Un día fui a su casa y me recibe una chica desconocida para mi, era de estatura pequeña, tez morena, pelo chino negro, delgada pero no flaca, tenia curvas, unos pechos pequeños pero un culo no tan mal, eso si la cara mas preciosa que he visto en mi vida, sin ninguna marca apreciable a pesar de no estar maquillada, ojos grandes y cafés, y una sonrisa traviesa que enseñaba unos brackets (frenos).

*los diálogos están parafraseados, los escribo a como los recuerdo*

-Pamela: ¿le puedo ayudar en algo?

-Yo: si, vera, soy Sergio, amigo de Ernesto y quería ver si estaba

-Pamela: ah, si Ernesto fue a dejar a una muchacha que vino con el de la escuela, supongo que no ha de tardar, si quiere pasar

Ya al pasar, la muchacha se presento conmigo como la nueva “muchacha de la limpieza”, me dijo que se llamaba Pamela y que tenia 18 años, esto se lo pregunte por que se veía muy pequeña

-Pamela: me disculpo, tengo que seguir limpiando la planta de arriba, ¿se le ofrece algo?

-Yo: pues un vaso de agua, y no me hables de usted, que ni que fuera un señor, jajá


Ambos reímos pero notaba cierto sonrojo de su parte, quizás hasta ese momento eran ideas mías
Ya al terminar ella paso a la sala, se sentó conmigo y nos pusimos a platicar de como había conseguido el trabajo (obvio fue Ernesto el que la eligió), de que si se sentía agusto y cosas así

-Yo: ¿y te tratan bien?


-Pamela: la verdad es que si


Como la chica me había caído bien no pude resistirme a darle una advertencia en forma de broma

-Yo: nomas cuidado que Ernesto, es medio”toqueton”, jajá


Pamela con mirada seria me dijo

-Pamela: si con verle la cara se nota, pero no se mortifique, no ha pasado nada


Parece que lo invocamos, pues en ese momento se escucho el carro de Ernesto llegar. Pamela rápido se levanto y se fue a
hacer como que trapeaba

Desde donde yo estaba podía ver una tanguita naranja sobre saliendo se su pantalón, eso me prendió un poco.
Ernesto llego y se puso a platicarme, subimos a su cuarto y el día estuvo lento desde ahí, pero esa no fue la ultima vez que la vi, me hice muy amigo de ella, pocas veces salíamos juntos al cine y cosas así, pero sinceramente sin ninguna intención fuera de eso, de hecho creo que fue la ama de llaves que mas tiempo duro en esa casa, creo que fue como un año completo, dentro de los cuales ella me conto que Ernesto se había querido propasar una o dos veces, no pasaba de un piropo, pero ella sabia como mandarlo por un tubo, la chica tenia actitud y eso me estaba empezando a gustar.
La ocasión que nos trae a este relato es el siguiente. Paso como 6 meses después de conocer a Pamela. Los padres de Ernesto saldrían por todo un fin de semana, así que el no se hizo de esperar para hacer una gran fiesta, yo invite a Pamela por que por su cuenta no hubiera ido, ella acepto dijo que la fuera a recoger a su casa, pues la ropa que tenia en casa de Ernesto solo eran para trabajo y obviamente quería lucir presentable.

Fue un sábado en la noche, antes de pasar por ella paso por la farmacia, compro unos condones puesto que aunque no tenia planes de hacer algo con ella (no es que no lo pensara) capaz y tenia suerte con otra invitada, que les puedo decir, soy un chico optimista. Llego a su casa, bajo del carro, toco la puerta y me abre la puerta una Pamela totalmente diferente, bien maquillada, con una blusa negra sin mangas, algo escotada que dejaba lucir un poco mas de busto del que yo recordaba (o hubiera visto antes), una blusa azul abierta encima de la ultima, esta en señal de un poco de vergüenza a hacia esos magníficos pechos, una falda que llegaba al final de sus muslos, eso si resaltaba a un mas ese trasero que note desde la primera ves que la vi y enseñaba unas hermosas piernas. Sentía como una naciente erección intentaba manifestarse, pero con toda la fuerza que tengo me contuve, cosa nada sencilla ante tal escena. Pase adentro de su casa me presento con su madre, a pesar de ya haber salido con ella, esa fue la primera vez que la vi, después de eso, nos fuimos rápidamente.
Tanto en el carro como al bajar de el me hizo ver la vergüenza que tenia, no estaba a acostumbrada a salir mucho a fiestas, ella no se sentía cómoda.

-Yo: no te preocupes si quieres solo nos quedamos un rato y nos vamos


-Pamela: no te apures por mí, me gusta estar aquí contigo, ya necesitaba distraerme un poco


Entramos a la casa, pasamos al jardín, note un par de miradas lujuriosas hacia ella incluyendo a Ernesto que nunca la había visto así vestida, yo me aleje un poco para ir por un por unas cervezas entonces me distraje por un rato con un amigo de la universidad pero tenia vigilado a Ernesto, realmente no quería que se acercara a Pamela y menos estando el tomado.

Nos pusimos a bailar ella y yo, no se si por conciencia o por el efecto de las cervezas, pero con cada nueva canción nos pegábamos mas y mas, en una de la ultimas canciones restregó su espalda en mi pecho y pude sentir ese trasero que llevaba meses queriéndome comer, aunque supuse que era por su estado de liguera ebriedad, eso no quitaba que me prendiera por tan sexy baile que ella presentaba. Pasado un poco la necesidad de movimiento, nos distanciamos a una mesa y ahí nos pusimos a hablar.

-Yo: para alguien que no sale que bien te mueves, pami

-Pamela: gracias tu tampoco estas tan jodido, guapo


En ese momento paso lo más inesperado que pude pensar. Otra vez, le echo la culpa a las cervezas, pero no me quejo. Ella me beso, fue un beso cálido.

-Yo: ¿y eso?

-Pamela: Ya no nos hagamos, tú me gustas y yo a ti, ¿o me equivoco?

-Yo: pues la verdad es que no te equivocas

-Pamela: ¿y si nos vamos?

-Yo: ¿y a donde?

-Pamela: pues a otro lado, te diría a mi cuarto, pero se vera my raro que nos metamos a la casa

-Yo: pues nos arriesgaremos

-Pamela: estos locos me van a correr, vámonos y ahorita vemos

Yo sorprendido por la nueva actitud de Pamela, cosa que no iba a dejar pasar, acelere el paso, nos despedimos, nos subimos al carro, y arrancamos encaminados hacia la zona hotelera, pero prácticamente saliendo de la colonia de la fiesta, Pamela empezó a tocarme por arriba del pantalón y a besarme, me apretaba con muchas ganas, esa lengua no hacia mas que calentarme aun mas.

-Pamela: uff, que bueno

-Yo: ¿Qué?

-Pamela: tenía miedo que la tuvieras chiquita, pero no estas mal (ese dialogo lo recuerdo bien)

-Yo: pues si tu estas feliz, por mi bien, jajá

Ya estábamos a mil, ella con su mano izquierda en mi pantalón y yo con la derecha en sus pechos, jugando con esos ricos pezones que en pocos minutos me iba a comer con tanto gusto, solo de pensar en eso se me hacia agua la boca. Ya desesperados dimos vuelta en un estacionamiento que esperábamos no atrajera sospechas, pues éramos el único carro en el. Al apagar el carro se da rienda suelta a la pasión retenida, comenzamos a besarnos, le quito la blusa que tenia encima y le bajo el top que no tenia traía sesten debajo y saco a relucir unos pechos hermosos, su piel era mas clara ahí, eran redondos, firmes, jugosos y para darle mas dulzor eran coronados con unas aureolas de mediano tamaño y unos pezones riquísimos que me llevo a la boca en cuanto los veo

-Pamela: hey, tranquilo, tenemos buen rato

Eso me lo decía mientras estrujaba mi pene. Lamia esos pezones con intensidad, los succionaba como si mañana mismo me fuera a morir. Mordía uno y al otro lo estrujaba con mi mano que estuviera libre.

-Pamela: que desesperado, pareces un bebe, ¿te gustan mis chichitas?


-Yo: si supieras mamacita, llevaba rato antojado


-Pamela: pues si no te hubieras esperado tanto, las hubieras tenido antes


-Yo: creo que necesitábamos cerveza para agarrar valor, jajá


Esa conversación sucedía mientras yo desabrochaba los botones de la blusa negra, donde al abrir el ultimo revelo un delgado abdomen un poco marcado, el cual no dilate en empezar a lamer y besar mientras bajaba a mi verdadero objetivo, esos labios que estaban debajo de una corta falda que ya deberían estar húmedos, esperando a que yo llegara a ellos. Acuesto el asiento del copiloto, me arrodillo con todas las intenciones del mundo de hacerle oral, pero ella no deja que la idea se concrete

-Pamela: eso no Sergio, no quiero que me veas, me da pena


Sin ánimos de discutir las razones del por que no me dejo llevar acabo mi plan, meto mi mano debajo de su falda, hago aun ladito su ropa interior, comienzo a dedearla, y en ese momento descubro el por que no quería que la viera, no se había depilado y eso de seguro le causaba mucha vergüenza, sinceramente no me intereso y continúe. Comenzó a lanzar gemido un tanto fuertes, como si fuera la primera vez que sintiera algo así, su vagina comenzaba a mojarse muy rápidamente , no pasaron ni diez segundo y ya estaba empapada, hasta el sillón del carro, parecía que le había caído lluvia.

-Pamela: ya no te esperes, métemela ya, te quiero adentro de mi Sergio


Saco de la guantera la cajita de condones y cuando iba a abrir el paquetito ella me dice que quiere ponérmelo, no le veo lo malo así que me recuesto en el asiento y veo como lo hace. Se notaba que nunca lo había hecho pues rasgo el primero y el segundo se le callo al piso del carro, ya un tanto desesperado yo me puse el plástico.

-Pamela: ay que malo eres, no me dejaste


-Yo: pues nomas nos queda este y no tenemos toda la noche mama, aparte traes una temblorina, jajá


Ya pasado el gracioso momento, pasamos a lo bueno, ella como puede se sube a mi, en su aferrada idea de no dejarme ver nada mete su mano a su falda hace un lado su pantaleta y lentamente comienza a controlar la penetración, su vagina abrazaba mi pene mas cada centímetro, se sentía delicioso, era de lo mas estrecho, (en el momento pensé que era virgen, pero tiempo después me confeso que ella había perdido la virginidad a los 15 años y que no lo había hecho desde entonces, prácticamente virgen por cicatrización). Su rostro se veía encantador, se veía el placer en sus ojos, en su rostro, poco a poco comenzó a moverse, pero los gemidos nunca se detuvieron. Esos movimiento se estaban tardando así que yo tome la iniciativa y empecé a mover mis caderas de arriba abajo, los ojos de Pamela se pusieron blancos del placer que ella sentía. La tomo de los pechos y continuo penetrándola, los gemidos cesan para darle paso a unos gritos de placer indetenibles

-Pamela: ah, Sergio, síguele, mas al fondo papi, Oh Dios que rico se siente…


Ella deja caer su pecho sobre el mío y yo continúo con la penetración ahora tomándola por las nalgas, ese trasero que me moría por sobar al fin era mío. Ella intentaba besarme pero por tanto movimiento y placer no lograba alcanzarme, pasado un tiempo ella misma usando mi pene como eje de rotación quedo dándome la espalda ocasión que aproveche para tomarla ese par de gemelas que minutos antes estuvieron bien guardadas en un ligero top negro.

-Pamela: ay, que rico, que bien te mueves papacito, estrújame mas los pechos, que se siente muy bien


Esa posición facilitaba muy bien la penetración, sentía todo su interior, era delicioso, pero por nuestro espacio limitado no podíamos hacer mucho y eso me estaba molestando bastante, acto seguido de percatarme de la situación abro la puerta del copiloto.

-Pamela: hey, cierra, ¿y si nos ven?


-Yo: no nos verán, aparte necesito más espacio


Como que no terminada de convencer accedió a hacerlo así, 2 minutos después le digo que cambiemos a otra posición, la idea le pareció hasta que se entero que iba a sacar medio cuerpo del carro

-Pamela: de perrito no Sergio, no quiero que me vas “abajo”, aparte nos puede cachar así, nos veremos todos


Mi primera vez con ella realmente no fue lo que me esperaba, salió mas quisquillosa de lo que pensé y estaba frustrado pues las cosas no estaban saliendo como yo quería, pero no me iba a quedar con las ganas de ver ese rico traserito empinado, me empecé a mostrar meloso para que no notara mi disgusto.

-Yo: ándale pami, nos gustara a los dos y nadie nos vera, aparte esta obscuro, tampoco te podre ver mucho que digamos


No pensé que esa escusa sirviera, pues al abrir la puerta se encendió una lámpara que nos hacia ver enteros, pero accedió. Comenzamos a besarnos fuera del auto y baje mi mano hasta dentro de su falda para meter mis dedos a esa ricura estrecha

-Pamela: No me bajes toda la ropa interior ¿bueno?, aquí le paramos si haces eso


Sinceramente esa situación con Pamela fue la mas batallosa que he tenido, pero ya estaba logrando mi cometido así que no me podía echar para atrás. Coloco sus manos en el asiento del copiloto, su espalda formaba un arco precioso y ella levantaba esas nalguitas que esperaban ser azotadas por mis manos. Le levanto la falda para visualizar mejor esa parte trasera y me hallo una sexy pantaleta morada de encaje negro muy sensual, eso hace que me ponga como acero otra vez, comienzo a deslizar esas pantis a hasta en medio de sus muslos y ante mis ojos queda esa rica vulva que ha llevado 15 minutos apretando mi zona baja y arriba de esa de por si deliciosa imagen, unas nalguitas morenas bien reportadas que se abrían para asomar un hoyito que ***** sumamente apretado y antojable. Eso hace que me ponga a mil. Me agacho y contra los deseos de la dueña, pasó mi lengua por ese rico coñito que ansiaba que la volvieran a atravesar, sus jugos eran deliciosos, mi lengua se saciaba con ese sabor, y mi falo ya estaba a punto de explotar

-Pamela: hey, que estas haciendo, te dije que eso no


-Yo: apoco no te gusto, si hasta un respingo diste


-Pamela: apúrate, ya me ando desesperando


Dicha esas palabras, mi siguiente movimiento fue agarrar vuelo y penetrar esa abertura que ya me estaba esperando, la tome por las caderas y seguí envistiéndola tan duro y rápido como mi cuerpo me lo permitía, era un giro de 180°si lo comparábamos con la incomoda situación que vivíamos minutos atrás, y eso se resentía en el apretar interno de Pamela, pues sentía que mi pene saldría plano de ahí.

-Pamela: ahí, síguele ahí, ahh, que rico se siente, dale mas rápido Sergio


Oyendo los gritos sordos de Pamela le plante una nalgada el su “cachete” izquierdo, cosa que no esperaba y entre gemidos dijo:

-Pamela: ay bruto, donde me dejes la mano pintada te pateo acabando esto


Reí al escuchar esa frase, pero eso no impido que mi ritmo disminuyera, estaba con todo, y no sentía una eyaculación pronta, mientras que por otro lado, sentía los espasmos pre orgasmos de Pamela apretando directo en el tronco de mi pene.
Pasado los diez minutos, siento el clímax de mi pareja por fin llegar, ella se retorcía y luchaba por no gritar, intente salir pero ella me dijo que no, que continuara penetrando, cosa que no pensé dos veces, continúe con mi movimiento disminuido en velocidad, para no molestarla

-Pamela: ahí que rico sentí, síguele no te pares por favor


El goce de Pamela era tanto que paso por alto el hecho de que su ropa interior prácticamente estaba en el suelo, cuando lo note sonreí, pero no hice mayor espaviento, solo continúe con lo mío

Retomando la velocidad nuevamente Pamela comenzada a gemir otra vez distrayéndola de todo lo que la rodeaba, queriendo aprovecharme, me arriesgue, ensalive mi dedo medio, recogí un poco de ese delicioso liquido vaginal del condón y sin que ella lo notara intente estimular su ano, parece que estaba funcionando pues su cuerpo ya había aceptado hasta la mitad de mi dedo cuando ella se percato de lo que hacia

-Pamela: no notare lo que andas haciendo cabrón, eso no va a pasar hoy así que velo sacando


Si hubieran visto la mirada que me tiro, hubieran hecho lo mismo, total si me había pasado un poco. Para prevenir que ese incidente pasara de nuevo se saco mi pene y se recostó de espaldas en el sillón, con sus nalgas en el asiento del copiloto y reclinando la cabeza en la del piloto, levantando las piernas, era obvio que ya no le importaba que la viera pues ella misma se saco la ropa interior. Frente a mi quedo ese delicioso coñito abierto, incitándome a volver a ella, cubierto por un denso vello negro que le daba un toque especial a la situación, toda esa escena embellecida por un rostro tímido que me miraba como diciendo “apresúrate que ya no puedo mas”, entonces ella dijo:

-Pamela: oye, por cierto, ¿te falta mucho para venirte?


Esa frase arruino todo el ambiente que se había creado en el momento y le pregunto

-Yo: ¿por que?


-Pamela: por que te recuerdo que tengo que estar antes de las 2 en mi casa


No recordaba ese minúsculo pero importante detalle, así que intente acelerar un poco las cosas. Me fui sobre ella nuevamente y comencé a moverme, de hecho yo estaba un poco cansado pero no quería hacerle ver eso, con mi torso empujaba sus piernas, y mis caderas facilitaban el movimiento, al poco tiempo ella cambio la posición quedando sobre su hombro izquierdo y levantando la pierna lo mas que podía para que quedara sobre mi hombro, la tomo de su muslo para poder impulsarme en mi penetración, cosa que parecía funcionar prueba de ello eran los gemidos sordos que ella arrojaba. En esa nueva posición podía ver esos hermosos pechos bañados en sudor moverse de arriba a abajo, era toda una imagen excitante, que hacia que me moviera aun mas rápido, otra vez ella sola volvió a cambiar quedando arrodillada sobre el asiento del copiloto exponiendo ese rico culito que ganas no me faltaron de haberle dado fiesta esa noche. Ella ya con la falda hasta la cintura gemía sin parar, y sin querer exhalo uno de muy altos decibeles pues comencé a tomarla por el cabello.

-Pamela: ay que brusco eres, pero eso se siente rico, no te pares, síguele así

Llegado cierto tiempo comencé a sentir, nuevamente, esos ricos espasmos internos que se dan en un orgasmo femenino, mi pene nuevamente fue arropado por un calor increíble, ella dejo soltar un grito mudo que fue evidencia de ello. Nos quedamos quietos como por dos minutos, el silencio reinaba hasta que, una berrinche que parecía sacado de una niña de 5 años mato el ambiente

-Pamela: no es justo, te quería hacer venir, ¿que no te gusto?


-Yo: jajá ni al caso, simplemente no paso, por que no quería terminar (sinceramente hasta la fecha no se que hizo que no pudiera eyacular en ese momento, cosa que en su momento me preocupo, pero no le di importancia)


-Pamela: no es justo, yo quería


-Yo: ay, que linda, hace pucheros


Le dije eso ya saliéndome dentro de ella, y comenzamos a medio acomodarnos para poder irla a dejar sin problemas, ella rejunto su ropa interior y en ese momento recordó que no debía hacerme ver su pubis cubierto por ese espeso vello, ella se sonrojo al instante y me dijo

-Pamela: tonto, por que no me dijiste, que vergüenza


Dijo eso mientras se bajaba la falda lo más rápido posible

-Yo: ni al caso, de hecho me gusta, le da estilo


Dije eso bromeando con ella para que no se enojara

-Pamela: que vergüenza, ¿no te da asco?


-Yo: para nada, es tu cuerpo, que por cierto esta muy bien *guiñándole el ojo*


-Pamela: tonto, te dije que te patearía


-Yo: jajá, eso era si te dejaba la mano pintada, cosa que no veo


-Pamela: bueno pues ya vámonos, que me mataran en mi casa


Una vez los dos arreglados, dentro de lo que la situación dejaba, arrancamos hacia su casa

En el camino ella soltaba quejidos por no haberme hecho venir, y al principio fue tierno para mi, pero no cada tres minutos

-Yo: pues todavía queda rato para tu casa, mastúrbame a ver si lo logras, jajá


Pamela me miro con decisión y acepto el reto

Todo el trayecto hasta su casa se la pasó con sus manos en mi verga, con resultados negativos, cosa que no la animo mucho, pero me estaba calentando de nuevo. Me soltó llegando a su casa. Saco de su bolsa un pequeño desinfectante de manos con el cual quito de las suyas el aroma a látex y liquido pre seminal que había tomado de mi verga en su intento de hacerme terminar. Guardo mi pene dentro de mi pantalón y guardo la ropa interior en su bolsa, acto seguido baje del auto para abrirle la puerta y encaminarla al porche de su casa

-Pamela: pues me agrado mucho estar contigo Sergio, gracias por todo, encerio, a ver cuando lo repetimos


-Yo: me encantaría


Después de esa frase me planto un beso en la boca y toco la puerta de su casa, de la cual salió otra muchacha un poco mayor enfundada en una pijama rosa y una blusa sin mangas, era su hermana, era la primera vez que la veía, la salude, Pamela entro y se cerro la puerta detrás de ella

Entonces subí a mi carro y me encamine a mi casa recordando todo lo que sucedió esa noche.

Gracias por leerlo, me encantan las criticas sean buenas o malas, asi que comenten, y haganme saber si quieren otro :)
 

DARK_RYU

Bovino maduro
Registrado
12 Nov 2009
Mensajes
135
Muy buen relato men a mi me paso algo similar si llega a ser algo frustante no venirte la primera vez, he escuchado que el alcohol en la sangre alenta la eyaculacion talvez por eso te paso, espero una segunda parte porque imagino que hubo una segunda,gracias x el relato
 

cs56

Bovino maduro
Registrado
2 Abr 2011
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217
Muy bueno el relato amigo lo lei de mi cel. y lo comento desde la pc muy bueno
 

sayonara

Baneado :(
Registrado
27 May 2012
Mensajes
159
Uno de los pocos relatos que han llamado mi atencion... Me alegra que no uses terminos tan soeces en tu relato... ¡Bravo!... Me dejas una sonrisa en la boca... Sigue asi...
 

Silverstone

Becerro
Registrado
22 Abr 2010
Mensajes
22
Muy buen relato y dialogo. Esperamos una segunda parte... =D

P:eek: Hubiera sido excelente una foto de la susodicha para finalizar el relato, seria como la cereza en el pastel!.
 
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