yoxie
Bovino maduro
- Registrado
- 27 Dic 2010
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- 102
-Sí, estoy casada, pero no vivo con él, nos separamos hace casi ya un año, él vive con su amante y yo con mis padres y con mi hijo…
Me contaba mientras charlábamos sobre todo y nada… nos encontrábamos sentados en el comedor de la empresa a la hora del almuerzo; ella, una mujer de 1.60mts de altura, una piel más blanca que la nieve, unos ojos azules profundos y claros que irradiaban luz en su interior, unas nalgas bien formadas, redondas y firmes que acompañaban su abultado vientre de mujer con sobrepeso deliciosamente redonda como dice una canción mexicana, “chaparrita cuerpo de uva”… sus senos no eran precisamente los de una adolescente, pero sensualmente proporcionados y colocados en su cuerpo que le hacían tener esa sensualidad de mujer entre madura y joven a sus 31años.
En fin, así era Paloma (la llamaré así por su tono de piel), comenzamos un pequeño romance desenfrenado, lleno de pasión y deseo… los dos solos, desde hacía mucho tiempo y sin pareja, comenzamos a salir de la rutina en los moteles de carretera que encontrábamos tras nuestras fugas en la camioneta… nos divertíamos bastante, compramos algunos juguetes para satisfacer nuestro libido, a ella le gustaban los vibradores ultra texturizados y los consoladores anales, a mi me gustaba más jugar con ellos en su cuerpo, me daban mucho placer los anillos para el pene vibradores que tocaban su clítoris y la sobre estimulaban… en fin, nos pasábamos las noches en faenas sexuales muy placenteras…
Una noche en especial, nos detuvimos en un parador de tráileres, no aguantábamos las ganas de comernos… nos desvestimos casi de inmediato, no fue como noches anteriores en donde el erotismo, las caricias y los juegos abundaban, fue como si algo nos apresurara... como si algo estuviese a punto de suceder... comenzó a lamer mi pene con desesperación, como si me quisiera comer vivo, nos daba mucho placer el saber que todas las habitaciones aledañas sabían que hacíamos pues nos gustaba hacer el mayor ruido posible… ella gemía como si la estuviese violando un extraño, y a mí me agradaba hacer ruidos extraños y gemidos como si me arrancasen la piel… recorrimos casi todas las posiciones del Kama Sutra en solo unos momentos, ella quería que la penetrara aún más cada vez, pero ya estaba todo lo que tengo por paquete dentro de ella, no había posibilidad de un milímetro más… tocaba el fondo de sus paredes vaginales, sentía que le lastimaría si tuviera un centímetro más largo el pene, pero ella quería más… esa noche estaba inconsolable!!!
Lo hicimos en varias ocasiones y en todas y cada una de ellas ya había succionado hasta la última gota de mi semen, en la tercera vez sentía que eyaculaba, mas no salía nada de mi pene, ella por su parte, lubricaba más y más, sus orgasmos eran cada vez más intensos… sus senos se habías puesto erguidos y flácidos en innumerables ocasiones, sus nalgas habían quedado ya separadas como esperando recibir de nuevo mi pene, su ano ya estaba dilatado a la forma de mi pene después de tres o cuatro ocasiones que lo hicimos “por la puerta chica” como le gustaba llamarlo… su vagina estaba ya rebosante de mi semen, su ano goteaba semen amarillento, mezcla de sus heces fecales y mi esperma, su cuerpo lleno de perlas de sudor, las gotas que escurrían de su frente denotaban ya cansancio; por mi parte, ya no me movía, estaba extasiado, inmerso en esa nube de pensamientos placenteros… yacíamos abrazados, ella sobre mi dejaba caer deliciosamente su sudor sobre mis labios, yo saciaba mi sed con el sudor que lamia de su cuello, de sus senos y de cuanta parte de su cuerpo se acercara a mi rostro… no decíamos nada, solo respirábamos pesadamente…
Tres golpes secos a la puerta llamaron mi atención… -silencio- otros tres golpes y un grito… -Paloma!!!! Sal de ahí…!!!
Sabia alguien a dónde veníamos??? –le pregunté- no mi amor, por qué lo dices?
Porque yo no tengo ninguna responsabilidad para con nadie, pero vos… -Yo???
-Paloma! Sal de ahí y decidle a ese hijoeputa que salga también o entro y los mato a ambos!
Diablos! Reconocí la voz inmediatamente… era su esposo… pero, ¿qué hacia él aquí? –No me habéis dicho que vivíais con vuestra madre y que el ya no estaba más en vuestra vida??? –es que… el… sigue viendo a mi hijo, y me estado insistiendo con volver… pero no sé qué coños hace aquí… no salgáis, dejadme a mí arreglarlo todo… quedaos aquí, si me voy, por favor no me sigáis…
No sé qué habrá dicho ella a su marido, pero casi de inmediato se fueron, lo supe por que escuché el chillar de unas llantas alejándose velozmente del lugar… yo salí y me subí a mi camioneta… conduje hasta mi hogar… sin tener una noticia de ella, ni un mensaje por el móvil o un llamado, nada…
Al día siguiente no se presentó a laborar, de hecho, no volvió a trabajar en esa empresa, y nunca volví a saber de ella, lo único que supe gracias a un vecino de casa de su madre, fue que la golpeó el tío tan fuertemente que casi la mata, sus padres le demandaron y él huyó del país… suena como una triste historia, pero vamos, nos triste la vida? Sin embargo, dentro de todo lo malo algo bueno surge, ella comenzó una nueva vida al lado de un viejo amor escolar… yo, por mi parte no me arrepiento de lo sucedido, ella consiguió lo que se buscaba por mentirosa, pues era mentira que vivía separada de él, si hubiese dicho la verdad desde un principio, no hubiese permitido llegar a tanto con ella, los juguetes y todo lo que habíamos adquirido para nuestro placer, pues los deseché… solo hay algo que aún conservo de ella… sus mentiras…
Me contaba mientras charlábamos sobre todo y nada… nos encontrábamos sentados en el comedor de la empresa a la hora del almuerzo; ella, una mujer de 1.60mts de altura, una piel más blanca que la nieve, unos ojos azules profundos y claros que irradiaban luz en su interior, unas nalgas bien formadas, redondas y firmes que acompañaban su abultado vientre de mujer con sobrepeso deliciosamente redonda como dice una canción mexicana, “chaparrita cuerpo de uva”… sus senos no eran precisamente los de una adolescente, pero sensualmente proporcionados y colocados en su cuerpo que le hacían tener esa sensualidad de mujer entre madura y joven a sus 31años.
En fin, así era Paloma (la llamaré así por su tono de piel), comenzamos un pequeño romance desenfrenado, lleno de pasión y deseo… los dos solos, desde hacía mucho tiempo y sin pareja, comenzamos a salir de la rutina en los moteles de carretera que encontrábamos tras nuestras fugas en la camioneta… nos divertíamos bastante, compramos algunos juguetes para satisfacer nuestro libido, a ella le gustaban los vibradores ultra texturizados y los consoladores anales, a mi me gustaba más jugar con ellos en su cuerpo, me daban mucho placer los anillos para el pene vibradores que tocaban su clítoris y la sobre estimulaban… en fin, nos pasábamos las noches en faenas sexuales muy placenteras…
Una noche en especial, nos detuvimos en un parador de tráileres, no aguantábamos las ganas de comernos… nos desvestimos casi de inmediato, no fue como noches anteriores en donde el erotismo, las caricias y los juegos abundaban, fue como si algo nos apresurara... como si algo estuviese a punto de suceder... comenzó a lamer mi pene con desesperación, como si me quisiera comer vivo, nos daba mucho placer el saber que todas las habitaciones aledañas sabían que hacíamos pues nos gustaba hacer el mayor ruido posible… ella gemía como si la estuviese violando un extraño, y a mí me agradaba hacer ruidos extraños y gemidos como si me arrancasen la piel… recorrimos casi todas las posiciones del Kama Sutra en solo unos momentos, ella quería que la penetrara aún más cada vez, pero ya estaba todo lo que tengo por paquete dentro de ella, no había posibilidad de un milímetro más… tocaba el fondo de sus paredes vaginales, sentía que le lastimaría si tuviera un centímetro más largo el pene, pero ella quería más… esa noche estaba inconsolable!!!
Lo hicimos en varias ocasiones y en todas y cada una de ellas ya había succionado hasta la última gota de mi semen, en la tercera vez sentía que eyaculaba, mas no salía nada de mi pene, ella por su parte, lubricaba más y más, sus orgasmos eran cada vez más intensos… sus senos se habías puesto erguidos y flácidos en innumerables ocasiones, sus nalgas habían quedado ya separadas como esperando recibir de nuevo mi pene, su ano ya estaba dilatado a la forma de mi pene después de tres o cuatro ocasiones que lo hicimos “por la puerta chica” como le gustaba llamarlo… su vagina estaba ya rebosante de mi semen, su ano goteaba semen amarillento, mezcla de sus heces fecales y mi esperma, su cuerpo lleno de perlas de sudor, las gotas que escurrían de su frente denotaban ya cansancio; por mi parte, ya no me movía, estaba extasiado, inmerso en esa nube de pensamientos placenteros… yacíamos abrazados, ella sobre mi dejaba caer deliciosamente su sudor sobre mis labios, yo saciaba mi sed con el sudor que lamia de su cuello, de sus senos y de cuanta parte de su cuerpo se acercara a mi rostro… no decíamos nada, solo respirábamos pesadamente…
Tres golpes secos a la puerta llamaron mi atención… -silencio- otros tres golpes y un grito… -Paloma!!!! Sal de ahí…!!!
Sabia alguien a dónde veníamos??? –le pregunté- no mi amor, por qué lo dices?
Porque yo no tengo ninguna responsabilidad para con nadie, pero vos… -Yo???
-Paloma! Sal de ahí y decidle a ese hijoeputa que salga también o entro y los mato a ambos!
Diablos! Reconocí la voz inmediatamente… era su esposo… pero, ¿qué hacia él aquí? –No me habéis dicho que vivíais con vuestra madre y que el ya no estaba más en vuestra vida??? –es que… el… sigue viendo a mi hijo, y me estado insistiendo con volver… pero no sé qué coños hace aquí… no salgáis, dejadme a mí arreglarlo todo… quedaos aquí, si me voy, por favor no me sigáis…
No sé qué habrá dicho ella a su marido, pero casi de inmediato se fueron, lo supe por que escuché el chillar de unas llantas alejándose velozmente del lugar… yo salí y me subí a mi camioneta… conduje hasta mi hogar… sin tener una noticia de ella, ni un mensaje por el móvil o un llamado, nada…
Al día siguiente no se presentó a laborar, de hecho, no volvió a trabajar en esa empresa, y nunca volví a saber de ella, lo único que supe gracias a un vecino de casa de su madre, fue que la golpeó el tío tan fuertemente que casi la mata, sus padres le demandaron y él huyó del país… suena como una triste historia, pero vamos, nos triste la vida? Sin embargo, dentro de todo lo malo algo bueno surge, ella comenzó una nueva vida al lado de un viejo amor escolar… yo, por mi parte no me arrepiento de lo sucedido, ella consiguió lo que se buscaba por mentirosa, pues era mentira que vivía separada de él, si hubiese dicho la verdad desde un principio, no hubiese permitido llegar a tanto con ella, los juguetes y todo lo que habíamos adquirido para nuestro placer, pues los deseché… solo hay algo que aún conservo de ella… sus mentiras…
