vacoloko
Becerro
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Se acercaba la fecha en que la hermana mas pequeña de mi esposa se casaría, como se esperaría estábamos invitados a la boda. Desde que nos casamos Diana (mi esposa) y yo hemos vivido en otra ciudad, por lo tanto, para poder estar en la boda de Ana (mi cuñada) tendríamos que viajar y pasar algunos días en la casa de mis suegros, donde aun vivía Ana. Y así es como todo comenzó...
Llego el día de viajar, las maletas listas, el carro listo, y mucha emoción por el evento que se aproximaba, mas emocionado podría haber estado yo si tan solo imaginara lo que en estos días pasaría.
La buena idea de Ana de programar su boda en un periodo de vacaciones ayudo a que pudiéramos viajar una semana antes, así que llegamos a casa de mis suegros el día lunes, cinco días antes de la boda. Preferimos viajar de noche y así pudimos llegar el día lunes muy de mañana así que mi suegra nos esperaba con un delicioso desayuno, al parecer solo Ana había olvidado nuestra llegada ese día pues cual fue mi sorpresa... mientras Diana y mi suegra alistaban la mesa para el desayuno yo baje el equipaje del auto y los subí a la habitación donde nos quedaríamos, deje las cosas y justo cuando me salí del cuarto en el pasillo entre las habitaciones me encontré a Ana, la cual como ya mencione antes parecía haber olvidado nuestra llegada ese día, pues cual fue su sorpresa al verme de repente mientras ella al estar en la comodidad de su casa salia de su habitación aun en pijama... wow, pero que pijama!!
Ana - ¡Cuñado que susto me has sacado, y que pena yo toda greñuda y aun en pijama!
"Pues si quieres quitatela" pensé jeje... y en seguida la salude, con la voz un poco nerviosa y con el pulso un poco acelerado le di un pequeño abrazo, como no estar de esa manera si estaba frente a mi esa joven linda que algunas veces antes había robado mi atención con su atractivo físico y especialmente ahora era difícil mantener la atención en algo mas, es verdad no había un peinado sobre su cabeza... pero a quien rayos le importaba el peinado si lo que había del cuello para abajo era demasiado interesante. Ana nunca tuvo como su mayor atributo sus senos, no eran enormes pero tampoco tan pequeños que pareciera no haber nada, ese día tan solo tenia puesta una blusa de tirantes, (bastante ajustada por cierto) color rosa, fácilmente cualquiera se daría cuenta que ella no llevaba puesto sostén, sus pesones lograban marcarse un poco, pfff... lo recuerdo aun siento un poco de calor. Pero la cosa no termina ahí, Ana llevaba puesto un pequeño short negro de licra, lo suficientemente ajustado para dejar resaltar lo que si era el mayor atractivo de mi sexy cuñadita, unas caderas increíbles que hacían juego con el voluminoso trasero y el magnifico par de piernas.
Realmente actué con algo de nervio, pues luchaba con mantener mi vista puesta en otro lado y no ser descubierto por Ana al disfrutar de la recepción que me estaba dando, y en el momento exacto....
Diana - Paco... (ese soy yo) ya baja, el desayuno esta servido
Inmediatamente mi cuñada bajo de prisa las escaleras gritando de emoción para saludar a su hermana... yo por lo mientras tan solo pase saliva y baje en seguida para desayunar, no seria nada fácil olvidar lo que había visto esa mañana.
La historia seria muy larga si contara cada una de las cosas que pasaban por mi mente al estar pasando tiempo esos días al lado de mi rica cuñadita... lo bueno es que con los preparativos de la boda casi no estaba en casa, pero no fue así el día Jueves...
Diana y mi suegra se levantaron muy temprano, desayunaron y salieron de compras... como supuse lo mucho que tardarían, ya que ambas buscarían zapatos preferí quedarme en casa, mi suegro se fue a trabajar y Ana se quedo en casa aunque su plan era salir mas tarde y encontrarse con Diana y mi suegra para ver algunos detalles de la boda.
Cuando Diana y su mamá se fueron, yo me quede en el cuarto viendo la televisión, Ana se había quedado en su cuarto, pero al poco tiempo escuche ruidos, una puerta se escucho cerrarse y en seguida el agua de la regadera comenzó a escucharse caer... Mi mente comenzó a viajar, baje el volumen del televisor y mi mente comenzó a viajar, imaginaba toda una historia de placer donde los protagonistas eramos mi sexy cuñada y yo, tan solo imaginarla tocando su cuerpo bajo esa regadera me ponía mas que loco, realmente estaba muy excitado, pensaba... si tan solo hubiera la manera de espiarla y poder aunque sea por una vez ver su hermoso cuerpo al desnudo. Mi calentura era tal que me pare de la cama y me dispuse buscar la manera de espiarla, la verdad no era fácil hacer tal cosa, el nervio me dominaba y no pude encontrar manera de hacerlo, lo que si pude encontrar fue la puerta de su habitación abierta, y sin dudarlo entre, uno de los cajones en su ropero estaba abierto e interesantemente era donde guardaba su ropa interior, así que sin dudarlo vi algunas prendas y de tan solo imaginar como lucirían en tan rico cuerpo mi excitación crecía, tomo una de las prendas, la acerque a mi rostro y comencé a tocar mi erecto pene, cuando entonces comencé a oír ruidos en el baño, al parecer mi cuñada había terminado su ducha y estaba a punto de salir... mi pulso se acelero aun mas ahora sabiendo que podría ser descubierto así que como pude regrese las prendas a su lugar y salí corriendo a mi habitación... pff estuve a poco de ser descubierto, pero aun estaba muy inquieto, tan solo me tire en la cama y como estaba tan ganoso comencé a tocar mi pedazo de carne con toda la intención de masturbarme, y en esa tarea estaba cuando escuche que alguien había entrado a mi habitación, me enderece muy asustado y al dirigir mi mirada hacia la puerta... con una blusa rosa de tirantes y un short negro de licra ahi estaba ella frente a mi.
Paco - Cuñada, pero que haces aquí, por que no tocas la puerta? que pena, disculpa, es que yo... (no encontraba que decir)
Ana - No te preocupes Paco, la verdad es que iba a tocar pero vi la puerta entre abierta y no pensé que molestaría y simplemente entre.
Paco - Que pena Ana, pero dime que se te ofrece? (mi corazón realmente estaba bombeando a todo lo que da, Ana me había encontrado en esa situación, justo pensando en ella y ahora entraba al cuarto con esa apariencia tan sexy... wow)
Ana - La verdad Paco, (me dijo mientras se acercaba a la cama donde yo estaba) no se como decir esto, pero... desde antes que te casaras con mi hermana, cada que venias a casa recuerdo que había ocasiones que me mirabas de una manera extraña, no se por que razón pero extrañamente a mi me producía cierta excitación, y justo esa mirada volví a sentirla el día lunes que llegaste, y durante estos días da vueltas por mi mente la manera en que me ves y me excita tanto, parecerá una idea loca, pero siempre me has agradado, incluso algunas veces despues de que vinieras a casa subía a mi recamara y me llegaba a tocar pensando en que fueras tu quien despues de verme como me veías, me tocara y me hicieras tuya.
No se que pensaras de mi despues de esto, pero ahora que todos han salido de casa, muero de ganas de estar contigo, de que me hagas lo que con tu mirada imaginaba me querías hacer...
Realmente no podía creer lo que estaba pasando, parecía como un sueño, como una de esas escenas de película que uno siempre imagina le puedan llegar a pasar, pero esto era realidad, no era un sueño, no era una película, ahi estaba frente a mi la sexy de mi cuñada pidiéndome la hiciera mía, este era el momento que esperaba en los días que llevaba en esa casa...
Comencé a acercarme a ella, puse mis manos en sus hombros mientras lentamente comencé a bajar los delgados tirantes de su blusa, la vi de frente y acerque mis labios a su linda boca, estaba apunto de besarla cuando sonó su teléfono... era Diana, al parecer sus compras habían terminado, tan solo esperaban que Ana fuera a encontrarse con ellas.
Vaya suerte la mía, estaba que estallaba de lo caliente que me sentía, este era el momento que había esperado... mi cuñada se casaría en un par de días y tal ves no existiría una oportunidad como esta, cuando Ana termino de hablar con su hermana, regreso a donde estaba yo, se acerco y con pena me dijo...
Ana - Lo siento mucho Paco, tengo que irme... y mientras decía esto se acerco y lentamente y con delicadeza, o diría mas bien con demasiada sensualidad me dio un beso en la mejilla, a la par también tomaba con su mano derecha mi caliente pene mientras me decía al oído... "pero no te preocupes, esto no ha terminado cuñadito, tenemos una tarea pendiente..."
Esta historia continuara...
Llego el día de viajar, las maletas listas, el carro listo, y mucha emoción por el evento que se aproximaba, mas emocionado podría haber estado yo si tan solo imaginara lo que en estos días pasaría.
La buena idea de Ana de programar su boda en un periodo de vacaciones ayudo a que pudiéramos viajar una semana antes, así que llegamos a casa de mis suegros el día lunes, cinco días antes de la boda. Preferimos viajar de noche y así pudimos llegar el día lunes muy de mañana así que mi suegra nos esperaba con un delicioso desayuno, al parecer solo Ana había olvidado nuestra llegada ese día pues cual fue mi sorpresa... mientras Diana y mi suegra alistaban la mesa para el desayuno yo baje el equipaje del auto y los subí a la habitación donde nos quedaríamos, deje las cosas y justo cuando me salí del cuarto en el pasillo entre las habitaciones me encontré a Ana, la cual como ya mencione antes parecía haber olvidado nuestra llegada ese día, pues cual fue su sorpresa al verme de repente mientras ella al estar en la comodidad de su casa salia de su habitación aun en pijama... wow, pero que pijama!!
Ana - ¡Cuñado que susto me has sacado, y que pena yo toda greñuda y aun en pijama!
"Pues si quieres quitatela" pensé jeje... y en seguida la salude, con la voz un poco nerviosa y con el pulso un poco acelerado le di un pequeño abrazo, como no estar de esa manera si estaba frente a mi esa joven linda que algunas veces antes había robado mi atención con su atractivo físico y especialmente ahora era difícil mantener la atención en algo mas, es verdad no había un peinado sobre su cabeza... pero a quien rayos le importaba el peinado si lo que había del cuello para abajo era demasiado interesante. Ana nunca tuvo como su mayor atributo sus senos, no eran enormes pero tampoco tan pequeños que pareciera no haber nada, ese día tan solo tenia puesta una blusa de tirantes, (bastante ajustada por cierto) color rosa, fácilmente cualquiera se daría cuenta que ella no llevaba puesto sostén, sus pesones lograban marcarse un poco, pfff... lo recuerdo aun siento un poco de calor. Pero la cosa no termina ahí, Ana llevaba puesto un pequeño short negro de licra, lo suficientemente ajustado para dejar resaltar lo que si era el mayor atractivo de mi sexy cuñadita, unas caderas increíbles que hacían juego con el voluminoso trasero y el magnifico par de piernas.
Realmente actué con algo de nervio, pues luchaba con mantener mi vista puesta en otro lado y no ser descubierto por Ana al disfrutar de la recepción que me estaba dando, y en el momento exacto....
Diana - Paco... (ese soy yo) ya baja, el desayuno esta servido
Inmediatamente mi cuñada bajo de prisa las escaleras gritando de emoción para saludar a su hermana... yo por lo mientras tan solo pase saliva y baje en seguida para desayunar, no seria nada fácil olvidar lo que había visto esa mañana.
La historia seria muy larga si contara cada una de las cosas que pasaban por mi mente al estar pasando tiempo esos días al lado de mi rica cuñadita... lo bueno es que con los preparativos de la boda casi no estaba en casa, pero no fue así el día Jueves...
Diana y mi suegra se levantaron muy temprano, desayunaron y salieron de compras... como supuse lo mucho que tardarían, ya que ambas buscarían zapatos preferí quedarme en casa, mi suegro se fue a trabajar y Ana se quedo en casa aunque su plan era salir mas tarde y encontrarse con Diana y mi suegra para ver algunos detalles de la boda.
Cuando Diana y su mamá se fueron, yo me quede en el cuarto viendo la televisión, Ana se había quedado en su cuarto, pero al poco tiempo escuche ruidos, una puerta se escucho cerrarse y en seguida el agua de la regadera comenzó a escucharse caer... Mi mente comenzó a viajar, baje el volumen del televisor y mi mente comenzó a viajar, imaginaba toda una historia de placer donde los protagonistas eramos mi sexy cuñada y yo, tan solo imaginarla tocando su cuerpo bajo esa regadera me ponía mas que loco, realmente estaba muy excitado, pensaba... si tan solo hubiera la manera de espiarla y poder aunque sea por una vez ver su hermoso cuerpo al desnudo. Mi calentura era tal que me pare de la cama y me dispuse buscar la manera de espiarla, la verdad no era fácil hacer tal cosa, el nervio me dominaba y no pude encontrar manera de hacerlo, lo que si pude encontrar fue la puerta de su habitación abierta, y sin dudarlo entre, uno de los cajones en su ropero estaba abierto e interesantemente era donde guardaba su ropa interior, así que sin dudarlo vi algunas prendas y de tan solo imaginar como lucirían en tan rico cuerpo mi excitación crecía, tomo una de las prendas, la acerque a mi rostro y comencé a tocar mi erecto pene, cuando entonces comencé a oír ruidos en el baño, al parecer mi cuñada había terminado su ducha y estaba a punto de salir... mi pulso se acelero aun mas ahora sabiendo que podría ser descubierto así que como pude regrese las prendas a su lugar y salí corriendo a mi habitación... pff estuve a poco de ser descubierto, pero aun estaba muy inquieto, tan solo me tire en la cama y como estaba tan ganoso comencé a tocar mi pedazo de carne con toda la intención de masturbarme, y en esa tarea estaba cuando escuche que alguien había entrado a mi habitación, me enderece muy asustado y al dirigir mi mirada hacia la puerta... con una blusa rosa de tirantes y un short negro de licra ahi estaba ella frente a mi.
Paco - Cuñada, pero que haces aquí, por que no tocas la puerta? que pena, disculpa, es que yo... (no encontraba que decir)
Ana - No te preocupes Paco, la verdad es que iba a tocar pero vi la puerta entre abierta y no pensé que molestaría y simplemente entre.
Paco - Que pena Ana, pero dime que se te ofrece? (mi corazón realmente estaba bombeando a todo lo que da, Ana me había encontrado en esa situación, justo pensando en ella y ahora entraba al cuarto con esa apariencia tan sexy... wow)
Ana - La verdad Paco, (me dijo mientras se acercaba a la cama donde yo estaba) no se como decir esto, pero... desde antes que te casaras con mi hermana, cada que venias a casa recuerdo que había ocasiones que me mirabas de una manera extraña, no se por que razón pero extrañamente a mi me producía cierta excitación, y justo esa mirada volví a sentirla el día lunes que llegaste, y durante estos días da vueltas por mi mente la manera en que me ves y me excita tanto, parecerá una idea loca, pero siempre me has agradado, incluso algunas veces despues de que vinieras a casa subía a mi recamara y me llegaba a tocar pensando en que fueras tu quien despues de verme como me veías, me tocara y me hicieras tuya.
No se que pensaras de mi despues de esto, pero ahora que todos han salido de casa, muero de ganas de estar contigo, de que me hagas lo que con tu mirada imaginaba me querías hacer...
Realmente no podía creer lo que estaba pasando, parecía como un sueño, como una de esas escenas de película que uno siempre imagina le puedan llegar a pasar, pero esto era realidad, no era un sueño, no era una película, ahi estaba frente a mi la sexy de mi cuñada pidiéndome la hiciera mía, este era el momento que esperaba en los días que llevaba en esa casa...
Comencé a acercarme a ella, puse mis manos en sus hombros mientras lentamente comencé a bajar los delgados tirantes de su blusa, la vi de frente y acerque mis labios a su linda boca, estaba apunto de besarla cuando sonó su teléfono... era Diana, al parecer sus compras habían terminado, tan solo esperaban que Ana fuera a encontrarse con ellas.
Vaya suerte la mía, estaba que estallaba de lo caliente que me sentía, este era el momento que había esperado... mi cuñada se casaría en un par de días y tal ves no existiría una oportunidad como esta, cuando Ana termino de hablar con su hermana, regreso a donde estaba yo, se acerco y con pena me dijo...
Ana - Lo siento mucho Paco, tengo que irme... y mientras decía esto se acerco y lentamente y con delicadeza, o diría mas bien con demasiada sensualidad me dio un beso en la mejilla, a la par también tomaba con su mano derecha mi caliente pene mientras me decía al oído... "pero no te preocupes, esto no ha terminado cuñadito, tenemos una tarea pendiente..."
Esta historia continuara...
