csarbonilla
Becerro
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- 20 Jul 2009
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Ya siento que esta saga no da pa más... ¿Ustedes que opinan?
Desperté en el ocaso de la tarde… serían las 6, me encontraba relajado y satisfecho, cansado aún por la sesión de sexo que tuve a mediodía con Jazmín. El cuarto estaba ventilado y se percibía el clásico olor a océano.
Un poco adormilado aún, me levante de la cama y me dirigí al baño a lavarme la cara. Por mi mente ya no pasaba ninguna clase de resentimiento contra Silvia. Tal vez el hecho de que Jazmín me hubiera otorgado la virginidad de su ano me hacía sentir que estábamos a mano.
Silvia entró al cuarto y me abrazó por mi espalda, quedando ambos de frente al espejo.
Silvia: Te amo cariño
Yo: Yo también.
Silvia: Necesitamos platicar. Sé que es difícil para ti todo lo que está pasando pero quiero que sepas que te amo y te había sido fiel… hasta anoche… Bebe, Carlos no significa nada para mi, pero las copas y el momento hicieron que perdiéramos el control.
Sabía que la tenía controlada y que si era inteligente podría manipularla de hacer muchas cosas que antes sólo había soñado en mi adolescencia puñetera y con voz indiferente contesté:
Si, tienes razón…
Me zafe lentamente de ella y me dirigí rumbo a la cama.
Silvia: Alma y Jazmín desean salir a cenar y bailar… ¿vamos?
Yo: Como gustes…
Silvia: Ok… deja me arreglo… me muero por probar la langosta.
Se metió al baño… y a pesar de haber tenido mucho sexo, quería disfrutar unos momentos a solas con Silvia.
Cuando escuche que abrió la regadera, me levante de la cama y me desnude, para cuando me quite el short, mi verga salió respingona, como los payasos de las cajas de pandora.
Abrí la puerta del baño y vi a través del cancel el golpeteo del agua de la regadera sobre el hermoso cuerpo de mi esposa. Me acerque y lo abrí (el cancel) y me metí a la ducha. Ella sonrió y observó mi verga a la vez que se acercaba… lo primero que hizo fue darme un beso y al mismo tiempo que agarraba con sus dos manos mi palo.
Me beso el cuello e inicio su descenso con su lengua a través del pecho, mis pezones, mi abdomen… Estando hincada acariciaba con una mano mi pene y con la otra mis testículos y mordisqueaba mis muslos; estaba deseoso que se la metiera a la boca.
Cuando lo hizo, lo realizó muy despacio; era un ir y venir de su cabeza sobre mi pelvis y el agua cayendo sobre su espalda… era muy erótico…
Estaba bastante jarioso y me encantaba lo que hacía, estaba parado de puntitas recibiendo su lengüetazos en mi glande y en sus manos en mis nalgas presionándolas… estaba extasiado…
En eso tocaron la puerta principal del cuarto y ella se levantó a verificar quien era. Se acomodó la toalla y salió; era Alma, que deseaba un cepillo para el pelo o algo así…
Como Silvia no cerró la puerta del baño, hice la maldad de salirme de la ducha y Alma al momento de retirarse vio mi verga parada y exclamó:
Hay perdón… ¿se estaban divirtiendo?
Pensé: No estúpida estamos jugando al doctor.
Una vez que Silvia cerró la puerta de la habitación, salí del baño todo mojado y me abalance sobre ella, quitándole la toalla y mordiéndole los pezones de sus hermosas tetas…
Estaba cachondo pero sabía que no me debía portar como un caballero, de lo contrario perdería el control de la situación… la volteé y la empine sobre la cama y sus voluptuosas nalgas al aire me permitió tener una vista inmejorable.
Primero la nalguee y después baje mi cabeza y se las mordí y masculle y termine metiendo mi lengua en su culito al momento que se regodeaba de placer… Le apunte mi pene a su vagina y aún sin estar completamente mojada se lo metí hasta el fondo y gritó de dolor... era lo que se merecía por haber dado el culo a otro antes que a mi.- pensé.-
Cuando lime dos o tres veces mi verga en su puchita, ésta ya estaba completamente lubricada y gritaba de placer, mientras que empezaba con un ritmo más presuroso… deseaba venirme sin pensar en su satisfacción…
Sin embargo, ella llegó pronto al orgasmo, creo que haberla penetrado sin avisarle la puso a punto, por lo que decidí explorar su culo… y saque mi falo de su puchita y lo apunte a aquél…
Sólo ensalive un poco y empecé a meterlo… al inicio fue complicado, porque no estaba lubricado, pero poco a poco dio de sí… cuando logre introducir mi cabeza, sentí un ligero dolor por el estiramiento en el frenillo, lo que me hizo reiniciar la operación a la vez que Silvia exclamaba:
Métemela papito…
En la siguiente ocasión no tuve piedad y habiendo entrado la cabeza de mi verga, le recargue todo mi peso y se la introduje hasta el fondo de su entrañas lo que ocasionó que gritara de dolor.
No tuve compasión de ella, la maltrate peor que a una puta… la nalguee, la jalonee de sus cabellos duramente, le clavaba mis uñas en sus nalgas, la bombeaba durísimo por su culo, pero parecía que esa situación le gustaba, puesto que ante el castigo que le estaba propinando gritaba de placer…
Tanto bombear y saber que estaba siendo sumisa, me puso muy cachondo y al borde del clímax, lo que derivo en que le sacara mi verga antes de venirme e hincarla frente a ella, la cual no necesito de mucho para escupir chorros de lefa en la cara y cabellos de Silvia, para posteriormente darme una chupaditas a mi falo dejándolo completamente limpio…
Al final se sonrío y me dijo:
Mi amor… me lo hiciste riquísimo…
Dándome un beso en la boca probando el néctar diluido de mi acidoso semen… Para meterse a la ducha para terminarse de bañar…
Un par de horas después estábamos disfrutando de la velada los cuatro, cenando en un restaurant con vista al océano, la tres estaban animosas, estaban bebiendo de más y diciendo insensateces…
Jazmín empezó a ligar con un wey de otra mesa y Alma la secundó… no sentía celos, de hecho me sentía incomodo, como que haberlas probado me daba una sensación de hastío.
Alma por su parte, constantemente me hablaba al odio, me decía cosas cariñosas y al poco rato obscenas y me agarraba el pene por encima del pantalón. Empecé a sentir que se estaba comportando de una forma por demás impertinente.
Decidí poner punto final y les dije:
Vamos a otro lado, ¿qué les parece a bailar?
Al unisonó contestaron que si
Jazmín que ya estaba en plena platica con el wey que estaba ligando, lo convenció de que nos acompañara al antro. No opuse resistencia, mi estado de ánimo no era el más alegre. Nos dirigimos a la discoteque de moda en el puerto y después de una larga espera pudimos entrar…
Jazmín y Alma bailaban animosamente con su conquista, mientras que yo me sentía sin la más pizca de diversión, a pesar de que Silvia intentaba hacer que me acoplara a la fiesta.
Silvia, al ver mi estado de ánimo, se encabronó al grado de que se fue al baño… y detrás de ella Jazmín…
Alma se acercó a mi muy molesta diciéndome que mis actitudes estaban echando a perder las vacaciones.
Simplemente me di la media vuelta y busque la salida, atrás de mi se fue Alma, dejando al pobre diablo de su conquista como un pendejo sólo.
Ya afuera, en la explanada de la discoteca.
Alma: Mira recabrón, no sé qué traigas… pero ya córtatela ¿no?
Yo: Alma… no me estés chingando…
Alma: Sigues con la pendejada de Carlos y Silvia ¿verdad?
Yo: Ya Alma… entiende…
En tono fúrica me dijo:
Alma: ¿Quieres conocer qué pasó?
Y en tono cínico le contesté:
Yo: ¿Qué paso Alma? Dímelo, quiero saberlo todo
Alma: Eres un pendejo ¿lo sabias…?
Me volteé y le conteste… Si, lo soy, porqué he vivido engañado los últimos 5 años que conozco a Silvia… porqué entre ustedes 3 comparten a tu esposo… y porque siento que Silvia me ha visto la cara de pendejo todo este tiempo.
Regrese al interior de la discoteca, pero decidí que antes de llegar con Silvia necesitaba ir al baño a hacer de mi necesidad…
Para ingresar a los baños, tanto de mujeres como de hombres, era necesario pasar por un pasillo común y al final, se hacía dos caminos distintos, la luz en ese pasillo era abundante y cosa rara no había fila de mujeres para entrar al mismo.
Antes de entrar un par de muchachas como de 19 años, que iban saliendo del baño se me quedaron mirando y una de ella mencionó: Mira el morbosito de la mañana, me quede estupefacto, eran las dos chicas que por la mañana Jazmín interrumpió con su llegada… ni tonto, ni perezoso dije:
Hola, gusto en verlas… otra vez
Ambas jóvenes rieron… y la morena dijo: graciosito el hombre… jajajajajaja
Estuvimos vacilando un rato y nos fuimos al lugar donde estaban establecidas ellas, fue tanto el vacile que hasta que se me olvido mi ida al baño. Baile un par de piezas y la chica de tez blanca preguntó
¿Andas sólo o mal acompañado?
Gulp!! ¿Qué contestaba…??
Yo: ¿acaso importa?
La chica de tez blanca: Te pregunto porque andamos un poco tomadas y necesitamos que alguien conduzca… vamos a otro antro más nice, porque este no más no…
Valiéndome madre Silvia, Alma y Jazmín, les dije:
Ya tienen chofer ¿onde vamos?
Salimos de la “disco” agarrados de la mano, yo tomaba la mano de la morena y ésta a su vez la de su amiga… y nos trepamos al jeep, yo al volante obviamente… y ellas atrás…
Yo: ¿Pa´dónde?
La morena: Dale “pa´l” malecón… a la vez que acariciaba con sus labios los de su amiga…
Yo: Me llamo Roberto… mucho gusto.
La morena: Yo me llamo Rocío y el gusto es tuyo…
La de tez blanca: Yo marcela… y espero que gustes…
Los tres reímos…
Cuando llegamos cerca del malecón, Rocío me dijo que compraría algo para divertirnos más… y me pidió que parara en un bar de mala muerte… bajó, tardó unos minutos y volvió a subir al vehículo, serían las 12:30 AM.
Rocío: Ora si, para donde diga Roberto…
Yo: Vamos a la playa s que estuvimos en la mañana…
Marcela en tono sonriente y pícaro le dijo a Rocío:
Nos quiere violar wey
Yo: jajajajajajajajajajajaja ¿Está bien, a donde quieren ir?
En ese instante mi celular empezó a sonar… era Silvia, lo ignore y posteriormente fue Alma, Jazmín y otra vez Silvia.
La chicas preguntaba quién era esa persona insistente… y les dije que nadie… una de ella dijo: es tu novia ¿verdad?… ¿es celosa? Digo, porque nosotros no… Ignorando el comentario, no dejaba de preocuparme el haberlas dejado solas en la disco.
Tome el camino y apreciaba por el retrovisor que las chicas estaban animosas… pero también que tenía ese pinche vicio que afecta a muchos jóvenes… decidí comportarme como ellas, por lo que me deje llevar.
Al llegar al sitio, observé que era maravilloso a la luz de la luna y de las estrellas… bajamos del vehículo y nos fuimos a la orilla.
Probé un poco del veneno que traían las chicas y al principio sentí que me haría pedazos la nariz, pero pronto vino un éxtasis absoluto –nunca había estado así-
Mis sentidos estaban reproducidos al mil y que mi tacto era extremadamente sensible, volteé a ver a las chicas y se estaban desnudando entre risas…
Rocío dijo:
Chin chin el que llegue al último al agua…
A pesar de estar medio ido, entendí que esa oportunidad no podía dejarla escapar… y me quite la camisa y zapatos y en pantalón corrí al agua con las dos chicas que ya se encontraban en ella. A lo lejos pensé que estaban jugueteando desnudas simplemente…
Cuando me acerque, me percate claramente que Marcela ya le estaba chupando lo pezones a Rocío y sentí un cachondeo instantáneo que hizo que mi verga se parara automáticamente…
Sin decir nada y sin pensar en un posible rechazó, me acerque, con el agua hasta la cintura y comencé a mamarle la otra teta.
Me sentía maravillado, mi lengua sentía la textura de ese pezón aperlado de Rocío y tome inmediatamente la pauta del encuentro, acercándome a la boca de Marcela y lenguetar con ella el mismo pezón de Rocío.
Ésta nada más gemía y pujaba, mientras tanto, con mis manos le acariciaba sus nalgas y chochito depilado y observaba de reojo las tetas de Marcela…
La sensación de mis manos en el estado que me encontraba, me descubrió un mundo que no conocía, de repente sentí que estaba acariciándolas y besándolas en el aire y que ellas me sostenían porque tenían alas.
Mi pene estaba completamente erecto y Marcela lo acariciaba por debajo del agua…
Dejé mamarle las tetas a Rocío y les pedí que nos saliéramos del agua… que afuera podríamos tener mejor calidad de “maniobra” a lo que accedieron…
Llegando a la orilla, nos tiramos en la arena y me propuse alcanzar con mi boca la vagina de Marcela y ésta lentamente accedió. Mientras que Rocío, me magreaba mi verga por afuera del pantalón húmedo.
Estaba tan caliente que baje el cierre de mi pantalón y habrá sido el síntoma de lo que habíamos inhalado que sentí que mi verga estaba extremadamente grande… y las chicas así lo exclamaron…
Rocío: Marcela, ¿ de quién es esté elefante que estoy acariciando…?.
Marcela: No mames wey… es una verga…
Rocío: ¿Una verga? Eso no me va entrar…
Yo: Ya verás que sí, chúpamela.
Rocío se bajo a darme una senda mamada que percibía claramente como su lengua me acariciaba mi frenillo, mis sentidos me tenían a mil y apenas la aventura empezaba.
Rocío me chupaba el pene y yo lengüeteaba el chochito rosado de Marcela, si por el medio día me hubieran dicho que estaría haciendo esto, no me lo creería…
Rocío no preguntó si Marcela deseaba ser la primera y sola se abalanzó a mi enculillándose de espaldas y metiéndose toda la verga en su interior, sin que gimiera ni expresara nada, mientras yo atacaba aún a Marcela…
Rocío se movía de forma circular y rapidísimo, sin embargo, el efecto de la droga que había inhalado me hacía sentir un atleta sexual… De verdad que nunca hacía disfrutado del sexo como hasta ese momento…
Marcela se desapartó de mi y se dirigió a Rocío, a quien le propinó un beso tan pasional que creía haber visto como sus lenguas se entrelazaban como un par de víboras… para después dirigirse al clítoris de Rocío y empezar a chuparlo al momento de vaivén de mi verga en en el chochito de esta…
Marcela recorría la vagina de Rocío, mi verga y mis huevos con su boca, mientras yo hacía esfuerzos por tener a aquella contenta…
Rocío se separo y Marcela dijo: Me toca… pero levántate, a mi me gusta de otra manera…
Cuando lo hice, Marcela brinco literalmente sobre mi, con sus dos piernas abiertas y colgándose de mi cuello, era indudable que le gustaba cargada…
La tome por debajo de sus piernas y la levante lo mas que pude, mientras Rocío me daba ligeras mamadas a mi pene…y lo encausaba al bizcochito de Marcela… Una vez adentro, mis brazos y espalda cargaban todo el peso de Marcela, mientras la subía y bajaba, disfrutando toda mi verga, a la par, Rocío me succionaba los huevos, creyendo escuchar como tronaba su boca cuando me los jalaba…
Era incesante lo que sentía que no pude más y estallé depositando toda mi leche caliente en las entrañas de Marcela... quien jadeaba de placer… zafe mi verga de su concha y Rocío me la chupaba, mientras Marcela se bajaba y la acompañaba a darme una deliciosa mamada…
Percibí como Marcela se metió sus dedos en su puchita y saco los restos de la leche que había vaciado en él y se los dio a probar a Rocío…
Me senté en la arena… y me recosté, mientras las nenas me invitaban a la playa… estaba cansado y decidí no hacerlo… me quede profundamente dormido…
A la mañana siguiente, me despertaron un par de policías quienes decían –¿ Este es el pendejo que andamos buscando verdad?
Me sorprendí, pero caí en la cuenta de que Silvia, Jazmín y Alma, ante mi falta de contestación a sus llamadas habían acudido a la Policía a denunciar mi desaparición…
Me sentía crudísimo, no había rastro de las chicas, ni del jeep, ni de mi camisa, zapatos, cartera y celular; solo yo, con mi pantalón húmedo puesto y mi pija de fuera…
No fue difícil argumentar que me habían asaltado…
Próximamente la última ULTIMA PARTE
SALUDOS
Desperté en el ocaso de la tarde… serían las 6, me encontraba relajado y satisfecho, cansado aún por la sesión de sexo que tuve a mediodía con Jazmín. El cuarto estaba ventilado y se percibía el clásico olor a océano.
Un poco adormilado aún, me levante de la cama y me dirigí al baño a lavarme la cara. Por mi mente ya no pasaba ninguna clase de resentimiento contra Silvia. Tal vez el hecho de que Jazmín me hubiera otorgado la virginidad de su ano me hacía sentir que estábamos a mano.
Silvia entró al cuarto y me abrazó por mi espalda, quedando ambos de frente al espejo.
Silvia: Te amo cariño
Yo: Yo también.
Silvia: Necesitamos platicar. Sé que es difícil para ti todo lo que está pasando pero quiero que sepas que te amo y te había sido fiel… hasta anoche… Bebe, Carlos no significa nada para mi, pero las copas y el momento hicieron que perdiéramos el control.
Sabía que la tenía controlada y que si era inteligente podría manipularla de hacer muchas cosas que antes sólo había soñado en mi adolescencia puñetera y con voz indiferente contesté:
Si, tienes razón…
Me zafe lentamente de ella y me dirigí rumbo a la cama.
Silvia: Alma y Jazmín desean salir a cenar y bailar… ¿vamos?
Yo: Como gustes…
Silvia: Ok… deja me arreglo… me muero por probar la langosta.
Se metió al baño… y a pesar de haber tenido mucho sexo, quería disfrutar unos momentos a solas con Silvia.
Cuando escuche que abrió la regadera, me levante de la cama y me desnude, para cuando me quite el short, mi verga salió respingona, como los payasos de las cajas de pandora.
Abrí la puerta del baño y vi a través del cancel el golpeteo del agua de la regadera sobre el hermoso cuerpo de mi esposa. Me acerque y lo abrí (el cancel) y me metí a la ducha. Ella sonrió y observó mi verga a la vez que se acercaba… lo primero que hizo fue darme un beso y al mismo tiempo que agarraba con sus dos manos mi palo.
Me beso el cuello e inicio su descenso con su lengua a través del pecho, mis pezones, mi abdomen… Estando hincada acariciaba con una mano mi pene y con la otra mis testículos y mordisqueaba mis muslos; estaba deseoso que se la metiera a la boca.
Cuando lo hizo, lo realizó muy despacio; era un ir y venir de su cabeza sobre mi pelvis y el agua cayendo sobre su espalda… era muy erótico…
Estaba bastante jarioso y me encantaba lo que hacía, estaba parado de puntitas recibiendo su lengüetazos en mi glande y en sus manos en mis nalgas presionándolas… estaba extasiado…
En eso tocaron la puerta principal del cuarto y ella se levantó a verificar quien era. Se acomodó la toalla y salió; era Alma, que deseaba un cepillo para el pelo o algo así…
Como Silvia no cerró la puerta del baño, hice la maldad de salirme de la ducha y Alma al momento de retirarse vio mi verga parada y exclamó:
Hay perdón… ¿se estaban divirtiendo?
Pensé: No estúpida estamos jugando al doctor.
Una vez que Silvia cerró la puerta de la habitación, salí del baño todo mojado y me abalance sobre ella, quitándole la toalla y mordiéndole los pezones de sus hermosas tetas…
Estaba cachondo pero sabía que no me debía portar como un caballero, de lo contrario perdería el control de la situación… la volteé y la empine sobre la cama y sus voluptuosas nalgas al aire me permitió tener una vista inmejorable.
Primero la nalguee y después baje mi cabeza y se las mordí y masculle y termine metiendo mi lengua en su culito al momento que se regodeaba de placer… Le apunte mi pene a su vagina y aún sin estar completamente mojada se lo metí hasta el fondo y gritó de dolor... era lo que se merecía por haber dado el culo a otro antes que a mi.- pensé.-
Cuando lime dos o tres veces mi verga en su puchita, ésta ya estaba completamente lubricada y gritaba de placer, mientras que empezaba con un ritmo más presuroso… deseaba venirme sin pensar en su satisfacción…
Sin embargo, ella llegó pronto al orgasmo, creo que haberla penetrado sin avisarle la puso a punto, por lo que decidí explorar su culo… y saque mi falo de su puchita y lo apunte a aquél…
Sólo ensalive un poco y empecé a meterlo… al inicio fue complicado, porque no estaba lubricado, pero poco a poco dio de sí… cuando logre introducir mi cabeza, sentí un ligero dolor por el estiramiento en el frenillo, lo que me hizo reiniciar la operación a la vez que Silvia exclamaba:
Métemela papito…
En la siguiente ocasión no tuve piedad y habiendo entrado la cabeza de mi verga, le recargue todo mi peso y se la introduje hasta el fondo de su entrañas lo que ocasionó que gritara de dolor.
No tuve compasión de ella, la maltrate peor que a una puta… la nalguee, la jalonee de sus cabellos duramente, le clavaba mis uñas en sus nalgas, la bombeaba durísimo por su culo, pero parecía que esa situación le gustaba, puesto que ante el castigo que le estaba propinando gritaba de placer…
Tanto bombear y saber que estaba siendo sumisa, me puso muy cachondo y al borde del clímax, lo que derivo en que le sacara mi verga antes de venirme e hincarla frente a ella, la cual no necesito de mucho para escupir chorros de lefa en la cara y cabellos de Silvia, para posteriormente darme una chupaditas a mi falo dejándolo completamente limpio…
Al final se sonrío y me dijo:
Mi amor… me lo hiciste riquísimo…
Dándome un beso en la boca probando el néctar diluido de mi acidoso semen… Para meterse a la ducha para terminarse de bañar…
Un par de horas después estábamos disfrutando de la velada los cuatro, cenando en un restaurant con vista al océano, la tres estaban animosas, estaban bebiendo de más y diciendo insensateces…
Jazmín empezó a ligar con un wey de otra mesa y Alma la secundó… no sentía celos, de hecho me sentía incomodo, como que haberlas probado me daba una sensación de hastío.
Alma por su parte, constantemente me hablaba al odio, me decía cosas cariñosas y al poco rato obscenas y me agarraba el pene por encima del pantalón. Empecé a sentir que se estaba comportando de una forma por demás impertinente.
Decidí poner punto final y les dije:
Vamos a otro lado, ¿qué les parece a bailar?
Al unisonó contestaron que si
Jazmín que ya estaba en plena platica con el wey que estaba ligando, lo convenció de que nos acompañara al antro. No opuse resistencia, mi estado de ánimo no era el más alegre. Nos dirigimos a la discoteque de moda en el puerto y después de una larga espera pudimos entrar…
Jazmín y Alma bailaban animosamente con su conquista, mientras que yo me sentía sin la más pizca de diversión, a pesar de que Silvia intentaba hacer que me acoplara a la fiesta.
Silvia, al ver mi estado de ánimo, se encabronó al grado de que se fue al baño… y detrás de ella Jazmín…
Alma se acercó a mi muy molesta diciéndome que mis actitudes estaban echando a perder las vacaciones.
Simplemente me di la media vuelta y busque la salida, atrás de mi se fue Alma, dejando al pobre diablo de su conquista como un pendejo sólo.
Ya afuera, en la explanada de la discoteca.
Alma: Mira recabrón, no sé qué traigas… pero ya córtatela ¿no?
Yo: Alma… no me estés chingando…
Alma: Sigues con la pendejada de Carlos y Silvia ¿verdad?
Yo: Ya Alma… entiende…
En tono fúrica me dijo:
Alma: ¿Quieres conocer qué pasó?
Y en tono cínico le contesté:
Yo: ¿Qué paso Alma? Dímelo, quiero saberlo todo
Alma: Eres un pendejo ¿lo sabias…?
Me volteé y le conteste… Si, lo soy, porqué he vivido engañado los últimos 5 años que conozco a Silvia… porqué entre ustedes 3 comparten a tu esposo… y porque siento que Silvia me ha visto la cara de pendejo todo este tiempo.
Regrese al interior de la discoteca, pero decidí que antes de llegar con Silvia necesitaba ir al baño a hacer de mi necesidad…
Para ingresar a los baños, tanto de mujeres como de hombres, era necesario pasar por un pasillo común y al final, se hacía dos caminos distintos, la luz en ese pasillo era abundante y cosa rara no había fila de mujeres para entrar al mismo.
Antes de entrar un par de muchachas como de 19 años, que iban saliendo del baño se me quedaron mirando y una de ella mencionó: Mira el morbosito de la mañana, me quede estupefacto, eran las dos chicas que por la mañana Jazmín interrumpió con su llegada… ni tonto, ni perezoso dije:
Hola, gusto en verlas… otra vez
Ambas jóvenes rieron… y la morena dijo: graciosito el hombre… jajajajajaja
Estuvimos vacilando un rato y nos fuimos al lugar donde estaban establecidas ellas, fue tanto el vacile que hasta que se me olvido mi ida al baño. Baile un par de piezas y la chica de tez blanca preguntó
¿Andas sólo o mal acompañado?
Gulp!! ¿Qué contestaba…??
Yo: ¿acaso importa?
La chica de tez blanca: Te pregunto porque andamos un poco tomadas y necesitamos que alguien conduzca… vamos a otro antro más nice, porque este no más no…
Valiéndome madre Silvia, Alma y Jazmín, les dije:
Ya tienen chofer ¿onde vamos?
Salimos de la “disco” agarrados de la mano, yo tomaba la mano de la morena y ésta a su vez la de su amiga… y nos trepamos al jeep, yo al volante obviamente… y ellas atrás…
Yo: ¿Pa´dónde?
La morena: Dale “pa´l” malecón… a la vez que acariciaba con sus labios los de su amiga…
Yo: Me llamo Roberto… mucho gusto.
La morena: Yo me llamo Rocío y el gusto es tuyo…
La de tez blanca: Yo marcela… y espero que gustes…
Los tres reímos…
Cuando llegamos cerca del malecón, Rocío me dijo que compraría algo para divertirnos más… y me pidió que parara en un bar de mala muerte… bajó, tardó unos minutos y volvió a subir al vehículo, serían las 12:30 AM.
Rocío: Ora si, para donde diga Roberto…
Yo: Vamos a la playa s que estuvimos en la mañana…
Marcela en tono sonriente y pícaro le dijo a Rocío:
Nos quiere violar wey
Yo: jajajajajajajajajajajaja ¿Está bien, a donde quieren ir?
En ese instante mi celular empezó a sonar… era Silvia, lo ignore y posteriormente fue Alma, Jazmín y otra vez Silvia.
La chicas preguntaba quién era esa persona insistente… y les dije que nadie… una de ella dijo: es tu novia ¿verdad?… ¿es celosa? Digo, porque nosotros no… Ignorando el comentario, no dejaba de preocuparme el haberlas dejado solas en la disco.
Tome el camino y apreciaba por el retrovisor que las chicas estaban animosas… pero también que tenía ese pinche vicio que afecta a muchos jóvenes… decidí comportarme como ellas, por lo que me deje llevar.
Al llegar al sitio, observé que era maravilloso a la luz de la luna y de las estrellas… bajamos del vehículo y nos fuimos a la orilla.
Probé un poco del veneno que traían las chicas y al principio sentí que me haría pedazos la nariz, pero pronto vino un éxtasis absoluto –nunca había estado así-
Mis sentidos estaban reproducidos al mil y que mi tacto era extremadamente sensible, volteé a ver a las chicas y se estaban desnudando entre risas…
Rocío dijo:
Chin chin el que llegue al último al agua…
A pesar de estar medio ido, entendí que esa oportunidad no podía dejarla escapar… y me quite la camisa y zapatos y en pantalón corrí al agua con las dos chicas que ya se encontraban en ella. A lo lejos pensé que estaban jugueteando desnudas simplemente…
Cuando me acerque, me percate claramente que Marcela ya le estaba chupando lo pezones a Rocío y sentí un cachondeo instantáneo que hizo que mi verga se parara automáticamente…
Sin decir nada y sin pensar en un posible rechazó, me acerque, con el agua hasta la cintura y comencé a mamarle la otra teta.
Me sentía maravillado, mi lengua sentía la textura de ese pezón aperlado de Rocío y tome inmediatamente la pauta del encuentro, acercándome a la boca de Marcela y lenguetar con ella el mismo pezón de Rocío.
Ésta nada más gemía y pujaba, mientras tanto, con mis manos le acariciaba sus nalgas y chochito depilado y observaba de reojo las tetas de Marcela…
La sensación de mis manos en el estado que me encontraba, me descubrió un mundo que no conocía, de repente sentí que estaba acariciándolas y besándolas en el aire y que ellas me sostenían porque tenían alas.
Mi pene estaba completamente erecto y Marcela lo acariciaba por debajo del agua…
Dejé mamarle las tetas a Rocío y les pedí que nos saliéramos del agua… que afuera podríamos tener mejor calidad de “maniobra” a lo que accedieron…
Llegando a la orilla, nos tiramos en la arena y me propuse alcanzar con mi boca la vagina de Marcela y ésta lentamente accedió. Mientras que Rocío, me magreaba mi verga por afuera del pantalón húmedo.
Estaba tan caliente que baje el cierre de mi pantalón y habrá sido el síntoma de lo que habíamos inhalado que sentí que mi verga estaba extremadamente grande… y las chicas así lo exclamaron…
Rocío: Marcela, ¿ de quién es esté elefante que estoy acariciando…?.
Marcela: No mames wey… es una verga…
Rocío: ¿Una verga? Eso no me va entrar…
Yo: Ya verás que sí, chúpamela.
Rocío se bajo a darme una senda mamada que percibía claramente como su lengua me acariciaba mi frenillo, mis sentidos me tenían a mil y apenas la aventura empezaba.
Rocío me chupaba el pene y yo lengüeteaba el chochito rosado de Marcela, si por el medio día me hubieran dicho que estaría haciendo esto, no me lo creería…
Rocío no preguntó si Marcela deseaba ser la primera y sola se abalanzó a mi enculillándose de espaldas y metiéndose toda la verga en su interior, sin que gimiera ni expresara nada, mientras yo atacaba aún a Marcela…
Rocío se movía de forma circular y rapidísimo, sin embargo, el efecto de la droga que había inhalado me hacía sentir un atleta sexual… De verdad que nunca hacía disfrutado del sexo como hasta ese momento…
Marcela se desapartó de mi y se dirigió a Rocío, a quien le propinó un beso tan pasional que creía haber visto como sus lenguas se entrelazaban como un par de víboras… para después dirigirse al clítoris de Rocío y empezar a chuparlo al momento de vaivén de mi verga en en el chochito de esta…
Marcela recorría la vagina de Rocío, mi verga y mis huevos con su boca, mientras yo hacía esfuerzos por tener a aquella contenta…
Rocío se separo y Marcela dijo: Me toca… pero levántate, a mi me gusta de otra manera…
Cuando lo hice, Marcela brinco literalmente sobre mi, con sus dos piernas abiertas y colgándose de mi cuello, era indudable que le gustaba cargada…
La tome por debajo de sus piernas y la levante lo mas que pude, mientras Rocío me daba ligeras mamadas a mi pene…y lo encausaba al bizcochito de Marcela… Una vez adentro, mis brazos y espalda cargaban todo el peso de Marcela, mientras la subía y bajaba, disfrutando toda mi verga, a la par, Rocío me succionaba los huevos, creyendo escuchar como tronaba su boca cuando me los jalaba…
Era incesante lo que sentía que no pude más y estallé depositando toda mi leche caliente en las entrañas de Marcela... quien jadeaba de placer… zafe mi verga de su concha y Rocío me la chupaba, mientras Marcela se bajaba y la acompañaba a darme una deliciosa mamada…
Percibí como Marcela se metió sus dedos en su puchita y saco los restos de la leche que había vaciado en él y se los dio a probar a Rocío…
Me senté en la arena… y me recosté, mientras las nenas me invitaban a la playa… estaba cansado y decidí no hacerlo… me quede profundamente dormido…
A la mañana siguiente, me despertaron un par de policías quienes decían –¿ Este es el pendejo que andamos buscando verdad?
Me sorprendí, pero caí en la cuenta de que Silvia, Jazmín y Alma, ante mi falta de contestación a sus llamadas habían acudido a la Policía a denunciar mi desaparición…
Me sentía crudísimo, no había rastro de las chicas, ni del jeep, ni de mi camisa, zapatos, cartera y celular; solo yo, con mi pantalón húmedo puesto y mi pija de fuera…
No fue difícil argumentar que me habían asaltado…
Próximamente la última ULTIMA PARTE
SALUDOS
