csarbonilla
Becerro
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- 20 Jul 2009
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Espero y sea de su agrado...
Por fin habíamos llegado a la costa, ya nos esperaban mi concuño Carlos, mi esposa y mi otra cuñada Jazmín, se trataba de un piso compartido que durante mucho tiempo habíamos estado pagando.
Al llegar, como si no le importara, mi esposa se despidió, aduciendo que iría con su otra hermana al centro de la Ciudad, a realizar algunas compras, y me pidió que me pusiera cómodo y me relajará, que regresaría en una hora aproximadamente.
Hacía un calor infernal y aprovechamos Carlos (mi concuño) para tomar un baño en la piscina. Al rato de estar charlando dentro del agua, llegó su mujer, Alma, quien apenas se acaba de instalar. Al vernos dentro de la piscina nos dijo la envidia que le causábamos de estar allí tan a gusto.
Carlos la invitó a que se metiera ella también y así se quitara el calor y se relajara después de un largo viaje. Entró en casa a ponerse el bikini. Cuando salió se me cortó la respiración, resaltaba sus tetas grandes y redondas, las cuales apenas conseguía tapar el bikini, y su hermoso culo redondo, con forma de corazón. La braguita del bikini, de color blanco, era minúscula y consiguió que sintiera una erección con tan solo verla, de suerte que dentro del agua no se podía apreciar.
Carlos comentó que iba a por una copa para ella y a llenar las nuestras ya vacías, dejándonos a los dos solos en la piscina. Alma me dijo que si me importaba que se quitara la parte superior pues tenía costumbre de hacerlo para que no le quedara señal, pues quedaba fea con ciertas prendas de ropa. Yo le contesté que no me importaba (menuda cuñada!!! No le bastó con cogerme toda la noche anterior) si no todo lo contrario, siempre era estupendo estar con una chica en top less más aun con el cuerpo que ella tenía, por lo que mientras se reía del comentario se quitó dicha prenda. ¡Madre mía, que tetas tenia…!!!! la noche anterior no pude vislumbrarlas en su totalidad! Sus pezones miraban hacia mi desafiantes, como pidiendo que los mordiera. Llegó Carlos con las copas y vio a Alma en tetas, y me preguntó qué me parecían las tetas de su señora. Qué te voy a decir, no las he visto mejores. Se metió en la piscina poniendo las copas en el borde, acercándonos a ellas a tomar un trago. Ahora las tenía al alcance de la mano. Carlos le dijo a su mujer:
- Oye, porque no te quitas la parte de abajo, pues sabes que me gusta que te quemes por igual.
- Me da un poco de vergüenza estar yo sola desnuda. Quítense ustedes los bañadores para que yo lo haga.
- ¿te importa? Me preguntó Carlos, a la vez que se desprendía de su bañador.
- No, contesté yo, mientras me despojaba de mi bañador debajo del agua y dejaba mi verga totalmente tiesa a la vista de ellos.
- Parece que no te encuentras bien, dijo Alma al ver mi erección.
- jajajajajaja - se rió Carlos- Parece que te va a tener que echar una mano Alma con esa hinchazón
Alma tomó mi verga con su mano y comenzó a menearla despacio, disfrutando de su tacto, pasando de ella a mis testículos alternativamente.
Yo me encontraba sacado de onda… pero algo tenía claro: mi cuñada era toda un puta…sí una putita buenísima!!
- No te cohíbas, si ella te está tocando, tócala tú también. Sin miedo.
No podía creerlo, Carlos me estaba invitando a meter mano a su mujer delante de él.
¿No te importa que lo haga?
- Todo lo contrario, me da un morbo que no te puedes hacer una idea. Pero espera que voy a por la cámara de video y lo grabo, que después nos gusta volver a verlo.
No tardó un segundo en volver con la cámara de video, ya grabando incluso, y al verlo Alma se abrazó a mi cuello y metió su lengua en mi boca, besándome. Yo no resistía más y me agarré con las dos manos a ese culo hermoso que tanto deseaba. ALma tomó mi polla y la colocó entre sus piernas y comenzó a acariciar mis nalgas presionándolo hacia ella. Yo pasé a tomar sus tetas y a acariciarlas, empezando en ese momento gemir por lo caliente que estaba. Bajé mi cabeza y comencé a pasar mi lengua por aquellos dos provocativos pezones, y metí la mano entre sus piernas buscando su raja. La encontré, y al pasar mi dedo por ella noté lo lubricada que estaba, hacia que mi dedo resbalara al frotarla, hasta llegar a su agujero en donde metí uno de mis dedos a la vez que suspiró de gusto. Ella por su lado había tomado mi verga y no paraba de menearla, cada vez más deprisa, como marcándome el ritmo que deseaba en el movimiento de mete y saca de mi dedo, hasta que explotó en un orgasmo que hizo que temblara su cuerpo.
Saltó de la piscina, y se sentó en el borde con sus piernas abiertas y ofreciéndome su bizcochito totalmente abierto
- Cómemelo, por favor.
Me acerqué y empecé a pasar mi lengua por toda su raja, introduciéndola de vez en cuando en su agujero, mientras ella se tocaba las tetas y pellizcaba sus pezones. Carlos se acercó para hacer un primer plano, tenía su polla totalmente tiesa, aprovechando Alma para cogerla e introducirla en su boca, chupándola mientras yo se lo chupaba a ella.
-Sal del agua y cojéeme, me dijo
Yo obedecí como si de una orden castrense se tratara. Se puso a cuatro patas, acerqué mi polla a su agujero y la introduje muy despacio, sintiendo el terrible calor de su cuerpo sobre mi miembro. Empecé a bombear despacio pero con una sacudida fuerte al final, que hacía que entrara dentro de ella toda mi polla. Esto la hizo enloquecer, y me decía
- Si, así, fuerte. Destrózame!!!!.
Carlos aprovechó la postura para meter su polla en la boca de Alma, la cual empezó a chupar con desenfreno, hasta conseguir que su marido se corriera llenándole la boca con su semen. Yo no pude aguantar más y al ver cómo le chorreaba la leche de por la boca de su mujer me vine.
Sentí como me inundaba una ola de placer y tuve un orgasmo como hasta aquel momento nunca había tenido, llenando el coño de Alma con mi semen. Seguí cogiéndola un poco más, hasta que dejé de sentir el orgasmo. Saqué mi polla de su coño y vi como salía de él parte de mi leche. Ella pasó sus dedos por la raja atrapando lo que de él salía y llevándolo a su boca para comerlo. Después se acercó y la chupó hasta dejarla limpia.
Sentía una extraña sensación de placer… pensar que el culito de mi cuñada sería mío cuando quisiera, me volvía loco, pero contrariado, no hubo tiempo para pensar mas, escuchamos que llegó mi esposa y su otra hermana… al día siguiente nos divertimos de lo lindo los cinco, pero se los contaré otro día…
Por fin habíamos llegado a la costa, ya nos esperaban mi concuño Carlos, mi esposa y mi otra cuñada Jazmín, se trataba de un piso compartido que durante mucho tiempo habíamos estado pagando.
Al llegar, como si no le importara, mi esposa se despidió, aduciendo que iría con su otra hermana al centro de la Ciudad, a realizar algunas compras, y me pidió que me pusiera cómodo y me relajará, que regresaría en una hora aproximadamente.
Hacía un calor infernal y aprovechamos Carlos (mi concuño) para tomar un baño en la piscina. Al rato de estar charlando dentro del agua, llegó su mujer, Alma, quien apenas se acaba de instalar. Al vernos dentro de la piscina nos dijo la envidia que le causábamos de estar allí tan a gusto.
Carlos la invitó a que se metiera ella también y así se quitara el calor y se relajara después de un largo viaje. Entró en casa a ponerse el bikini. Cuando salió se me cortó la respiración, resaltaba sus tetas grandes y redondas, las cuales apenas conseguía tapar el bikini, y su hermoso culo redondo, con forma de corazón. La braguita del bikini, de color blanco, era minúscula y consiguió que sintiera una erección con tan solo verla, de suerte que dentro del agua no se podía apreciar.
Carlos comentó que iba a por una copa para ella y a llenar las nuestras ya vacías, dejándonos a los dos solos en la piscina. Alma me dijo que si me importaba que se quitara la parte superior pues tenía costumbre de hacerlo para que no le quedara señal, pues quedaba fea con ciertas prendas de ropa. Yo le contesté que no me importaba (menuda cuñada!!! No le bastó con cogerme toda la noche anterior) si no todo lo contrario, siempre era estupendo estar con una chica en top less más aun con el cuerpo que ella tenía, por lo que mientras se reía del comentario se quitó dicha prenda. ¡Madre mía, que tetas tenia…!!!! la noche anterior no pude vislumbrarlas en su totalidad! Sus pezones miraban hacia mi desafiantes, como pidiendo que los mordiera. Llegó Carlos con las copas y vio a Alma en tetas, y me preguntó qué me parecían las tetas de su señora. Qué te voy a decir, no las he visto mejores. Se metió en la piscina poniendo las copas en el borde, acercándonos a ellas a tomar un trago. Ahora las tenía al alcance de la mano. Carlos le dijo a su mujer:
- Oye, porque no te quitas la parte de abajo, pues sabes que me gusta que te quemes por igual.
- Me da un poco de vergüenza estar yo sola desnuda. Quítense ustedes los bañadores para que yo lo haga.
- ¿te importa? Me preguntó Carlos, a la vez que se desprendía de su bañador.
- No, contesté yo, mientras me despojaba de mi bañador debajo del agua y dejaba mi verga totalmente tiesa a la vista de ellos.
- Parece que no te encuentras bien, dijo Alma al ver mi erección.
- jajajajajaja - se rió Carlos- Parece que te va a tener que echar una mano Alma con esa hinchazón
Alma tomó mi verga con su mano y comenzó a menearla despacio, disfrutando de su tacto, pasando de ella a mis testículos alternativamente.
Yo me encontraba sacado de onda… pero algo tenía claro: mi cuñada era toda un puta…sí una putita buenísima!!
- No te cohíbas, si ella te está tocando, tócala tú también. Sin miedo.
No podía creerlo, Carlos me estaba invitando a meter mano a su mujer delante de él.
¿No te importa que lo haga?
- Todo lo contrario, me da un morbo que no te puedes hacer una idea. Pero espera que voy a por la cámara de video y lo grabo, que después nos gusta volver a verlo.
No tardó un segundo en volver con la cámara de video, ya grabando incluso, y al verlo Alma se abrazó a mi cuello y metió su lengua en mi boca, besándome. Yo no resistía más y me agarré con las dos manos a ese culo hermoso que tanto deseaba. ALma tomó mi polla y la colocó entre sus piernas y comenzó a acariciar mis nalgas presionándolo hacia ella. Yo pasé a tomar sus tetas y a acariciarlas, empezando en ese momento gemir por lo caliente que estaba. Bajé mi cabeza y comencé a pasar mi lengua por aquellos dos provocativos pezones, y metí la mano entre sus piernas buscando su raja. La encontré, y al pasar mi dedo por ella noté lo lubricada que estaba, hacia que mi dedo resbalara al frotarla, hasta llegar a su agujero en donde metí uno de mis dedos a la vez que suspiró de gusto. Ella por su lado había tomado mi verga y no paraba de menearla, cada vez más deprisa, como marcándome el ritmo que deseaba en el movimiento de mete y saca de mi dedo, hasta que explotó en un orgasmo que hizo que temblara su cuerpo.
Saltó de la piscina, y se sentó en el borde con sus piernas abiertas y ofreciéndome su bizcochito totalmente abierto
- Cómemelo, por favor.
Me acerqué y empecé a pasar mi lengua por toda su raja, introduciéndola de vez en cuando en su agujero, mientras ella se tocaba las tetas y pellizcaba sus pezones. Carlos se acercó para hacer un primer plano, tenía su polla totalmente tiesa, aprovechando Alma para cogerla e introducirla en su boca, chupándola mientras yo se lo chupaba a ella.
-Sal del agua y cojéeme, me dijo
Yo obedecí como si de una orden castrense se tratara. Se puso a cuatro patas, acerqué mi polla a su agujero y la introduje muy despacio, sintiendo el terrible calor de su cuerpo sobre mi miembro. Empecé a bombear despacio pero con una sacudida fuerte al final, que hacía que entrara dentro de ella toda mi polla. Esto la hizo enloquecer, y me decía
- Si, así, fuerte. Destrózame!!!!.
Carlos aprovechó la postura para meter su polla en la boca de Alma, la cual empezó a chupar con desenfreno, hasta conseguir que su marido se corriera llenándole la boca con su semen. Yo no pude aguantar más y al ver cómo le chorreaba la leche de por la boca de su mujer me vine.
Sentí como me inundaba una ola de placer y tuve un orgasmo como hasta aquel momento nunca había tenido, llenando el coño de Alma con mi semen. Seguí cogiéndola un poco más, hasta que dejé de sentir el orgasmo. Saqué mi polla de su coño y vi como salía de él parte de mi leche. Ella pasó sus dedos por la raja atrapando lo que de él salía y llevándolo a su boca para comerlo. Después se acercó y la chupó hasta dejarla limpia.
Sentía una extraña sensación de placer… pensar que el culito de mi cuñada sería mío cuando quisiera, me volvía loco, pero contrariado, no hubo tiempo para pensar mas, escuchamos que llegó mi esposa y su otra hermana… al día siguiente nos divertimos de lo lindo los cinco, pero se los contaré otro día…
