Todo ocurrió en la boda de un primo el sábado pasado (24/11/12), asistí con mi esposa y mi bebé, en donde me encontré a mi prima Lupe que no conocía a mi bebé y pues curiosa se acercó a nuestra mesa.
Les describiré como es mi prima, mide 1.65 cm. de estatura, un culo de esos que tienen forma de corazón, y unas hermosas tetas, la verdad muy apetecible y más con la ropa con que se presentó al baile, una blusa pegadita con un escote que dejaban ver parte de sus tetotas, un pantalón igualmente ajustado que resaltaba ese culote con el que un tiempo tanto alucinaba.
Regresando al relato. La fiesta había terminado y por lo que me informaron, seguiría en casa de mis tíos, así que pues nos dirigimos allá, mi esposa me dijo que estaba cansada, pero me dijo que fuera solo a convivir con lafamilia que por ella no habría ningún problema, así que justamente al llegar a la puerta:
Lupe: —Tengo rato esperándote. ¿dónde estabas?
Yo: — Fui a dejar a mi familia para que descansarán.
Lupe: — Espero que no me vayas a dejar aquí sola eh.
Yo: — Claro que no… (ella y yo siempre hemos tenido una buena relación).
Estuvimos por un buen rato bebiendo, charlando y divirtiéndonos, hasta que se acercaron unos primos para despedirse, a lo que les respondí que también ya me iría, preguntando a Lupe:
Yo: — ¿Te llevó a tu casa?
Lupe: —cómo ¿Apoco ya te vas a dormir?
Yo: — No, voy a ir un rato al bar (que se encuentra a la mitad del recorrido a su casa)
Lupe: — Ah y no me piensas invitar eh
Yo: — La verdad ya te veo tomada y no creo que des mucha batalla.
Lupe: —Ah ¿no?... pues mis baterías necesitan recarga. (Ya se imaginarán a qué tipo de recarga jejeje)
Yo: — Bueno, vámonos pues.
Estuvimos un rato en el bar, hasta que me pidió que la acompañara a su casa. Sacó algunas cervezas (estando en su casa). Justamente cuando estaba por llegar hasta mí, resbaló con algo que no alcancé a darme cuenta que fue, pero por como cayó nos empezamos a reír. En un momento todo quedo en silencio y nos dimos un beso profundo, mientras nos besábamos ella me estaba desabrochando el pantalón hasta liberar mi aprisionada verga, se dirigió a besar mi glande y mis huevos poco a poco, con esa paciencia (que esperaba una fiera que me quisiera devorar), le daba vueltas circulares a mi glande y de vez en cuando se metía solamente mi glande, todo era tan suave y delirante que pensé que me terminaría, en ocasiones tragaba más, poco a poco, hasta que por fin tragaba toda mi verga y yo me retorcía de placer (Que para ser sincero mi verga es de tamaño normalito, pero de un muy buen grosor). Cuando ella se daba cuenta que estaba por terminar, se detenía para detener la corrida. Así estuvimos un buen rato, hasta que me dijo:
Lupe: — Ahora te toca a ti, cómemelo bien suavecito y rico.
Yo solo traté de devolverle el mismo favor, con paciencia y delicadeza. La recosté en el sillón de la sala, la empecé a besar en la boca, bajaba por sus tetas que lamía suavemente, sus pezones los succionaba muy lentamente, bajé hasta su chocho pero en realidad todavía no se lo comía, ella solamente suspiraba y en un rato de desesperación me tomó de mi pelo y me puso frente a su chocho, que con solo el primer lambetazo me soltó y se agitaba más, con una voz entre cortada me dijo:
Lupe: — No seas cabrón, ya chupamelo.
Al escuchar eso acerqué mi boca a su sexo y empecé a comérselo, ella gemía de placer y se retorcía, no duró mucho y soltó chorros de líquido, inundándome la cara, en ese rato me puse de pie y ella me la mamó pero ya con una desesperación desenfrenada.
Abrí sus piernas y apunté mi palo a su chocho que entró sin dificultad por lo lubricada que estaba, le empecé dando muy lentamente y ella se retorcía de placer, comencé a acelerar mis embestidas y ella gemía cada vez más fuerte escuchando el clásico ¡¡¡chop!!! ¡¡¡chop!!!
Yo: — ¡¡¡Me vengo!!!, ¡¡¡Me vengo!!! (le dije)
Lupe: — ¡¡¡Dámela!!! ¡¡¡Dámela!!! Toda en mi panochita no te preocupes, me estoy cuidando…
Yo no pude más y estuve sacando chorros de semen, ella me exprimió todo, haciendo con su panocha algunos apretones que la verdad nadie me los había hecho.
Lupe: — Hay primito no se equivocaron al decirme que eres genial recargando pilas (me lo dijo con una sonrisa picarona)
Yo: — Ora, de verdad te dijeron eso… ¿pues quién? (Lo dije algo sorprendido)
Lupe: —Eso ya no importa, así que tendremos que repetirlo y te daré mi culito si te portas bien.
Ufff eso me dejó bien alucinado...
Bueno amigos, aquí les dejó mi primer relato, espero y haya sido de su agrado, sean tan amables de dar sus observaciones para relatar mejor, ya que tengo varias cosas que contarles.
P. D. Si se hace lo del culito de Lupe, luego se lo cuento jejeje.
Les describiré como es mi prima, mide 1.65 cm. de estatura, un culo de esos que tienen forma de corazón, y unas hermosas tetas, la verdad muy apetecible y más con la ropa con que se presentó al baile, una blusa pegadita con un escote que dejaban ver parte de sus tetotas, un pantalón igualmente ajustado que resaltaba ese culote con el que un tiempo tanto alucinaba.
Regresando al relato. La fiesta había terminado y por lo que me informaron, seguiría en casa de mis tíos, así que pues nos dirigimos allá, mi esposa me dijo que estaba cansada, pero me dijo que fuera solo a convivir con lafamilia que por ella no habría ningún problema, así que justamente al llegar a la puerta:
Lupe: —Tengo rato esperándote. ¿dónde estabas?
Yo: — Fui a dejar a mi familia para que descansarán.
Lupe: — Espero que no me vayas a dejar aquí sola eh.
Yo: — Claro que no… (ella y yo siempre hemos tenido una buena relación).
Estuvimos por un buen rato bebiendo, charlando y divirtiéndonos, hasta que se acercaron unos primos para despedirse, a lo que les respondí que también ya me iría, preguntando a Lupe:
Yo: — ¿Te llevó a tu casa?
Lupe: —cómo ¿Apoco ya te vas a dormir?
Yo: — No, voy a ir un rato al bar (que se encuentra a la mitad del recorrido a su casa)
Lupe: — Ah y no me piensas invitar eh
Yo: — La verdad ya te veo tomada y no creo que des mucha batalla.
Lupe: —Ah ¿no?... pues mis baterías necesitan recarga. (Ya se imaginarán a qué tipo de recarga jejeje)
Yo: — Bueno, vámonos pues.
Estuvimos un rato en el bar, hasta que me pidió que la acompañara a su casa. Sacó algunas cervezas (estando en su casa). Justamente cuando estaba por llegar hasta mí, resbaló con algo que no alcancé a darme cuenta que fue, pero por como cayó nos empezamos a reír. En un momento todo quedo en silencio y nos dimos un beso profundo, mientras nos besábamos ella me estaba desabrochando el pantalón hasta liberar mi aprisionada verga, se dirigió a besar mi glande y mis huevos poco a poco, con esa paciencia (que esperaba una fiera que me quisiera devorar), le daba vueltas circulares a mi glande y de vez en cuando se metía solamente mi glande, todo era tan suave y delirante que pensé que me terminaría, en ocasiones tragaba más, poco a poco, hasta que por fin tragaba toda mi verga y yo me retorcía de placer (Que para ser sincero mi verga es de tamaño normalito, pero de un muy buen grosor). Cuando ella se daba cuenta que estaba por terminar, se detenía para detener la corrida. Así estuvimos un buen rato, hasta que me dijo:
Lupe: — Ahora te toca a ti, cómemelo bien suavecito y rico.
Yo solo traté de devolverle el mismo favor, con paciencia y delicadeza. La recosté en el sillón de la sala, la empecé a besar en la boca, bajaba por sus tetas que lamía suavemente, sus pezones los succionaba muy lentamente, bajé hasta su chocho pero en realidad todavía no se lo comía, ella solamente suspiraba y en un rato de desesperación me tomó de mi pelo y me puso frente a su chocho, que con solo el primer lambetazo me soltó y se agitaba más, con una voz entre cortada me dijo:
Lupe: — No seas cabrón, ya chupamelo.
Al escuchar eso acerqué mi boca a su sexo y empecé a comérselo, ella gemía de placer y se retorcía, no duró mucho y soltó chorros de líquido, inundándome la cara, en ese rato me puse de pie y ella me la mamó pero ya con una desesperación desenfrenada.
Abrí sus piernas y apunté mi palo a su chocho que entró sin dificultad por lo lubricada que estaba, le empecé dando muy lentamente y ella se retorcía de placer, comencé a acelerar mis embestidas y ella gemía cada vez más fuerte escuchando el clásico ¡¡¡chop!!! ¡¡¡chop!!!
Yo: — ¡¡¡Me vengo!!!, ¡¡¡Me vengo!!! (le dije)
Lupe: — ¡¡¡Dámela!!! ¡¡¡Dámela!!! Toda en mi panochita no te preocupes, me estoy cuidando…
Yo no pude más y estuve sacando chorros de semen, ella me exprimió todo, haciendo con su panocha algunos apretones que la verdad nadie me los había hecho.
Lupe: — Hay primito no se equivocaron al decirme que eres genial recargando pilas (me lo dijo con una sonrisa picarona)
Yo: — Ora, de verdad te dijeron eso… ¿pues quién? (Lo dije algo sorprendido)
Lupe: —Eso ya no importa, así que tendremos que repetirlo y te daré mi culito si te portas bien.
Ufff eso me dejó bien alucinado...
Bueno amigos, aquí les dejó mi primer relato, espero y haya sido de su agrado, sean tan amables de dar sus observaciones para relatar mejor, ya que tengo varias cosas que contarles.
¡¡¡Gracias!!!P. D. Si se hace lo del culito de Lupe, luego se lo cuento jejeje.
