Retomando mis relatos después de una larga ausencia después de estar unos días en los EUA visitando unos familiares que alla viven.
Este relato aclaro que es un SUEÑO y no una realidad, esperando que algún día se convierta en realidad, pues después de estar alla me entere de algunas cosas que dejan abierta la posibilidad de que se llegue a algo con ellas.
Comenzare diciéndoles como es cada una de ellas para que tengan una idea como son físicamente.
Martha
Peso: 70 kg
Altura: 1.70 m
Edad: 45 años
Complexión: Mediana
Tés: aperlada
Características: es de un cuerpo promedio, senos medianos, cadera un poco grande de lo normal, cintura delineada, siempre usa mezclilla pues define muy bien la forma de sus caderas.
Claudia
Peso: 90 kg
Altura. 160 m
Edad: 55 años
Complexión: robusta
Tés: aperlada
Características. Es de un cuerpo esbelto, pero bien cuidado a sus años, tiene mucha pompa, por ello siempre viste a faldas, pues se le ve un culo delicioso.
¿Quiénes son ellas, se preguntaran mis amigos lectores? Bien, ellas son vecinas de una tía que vive en Denton Texas, además que también son compañeras de trabajo de mi tía en una fábrica en Forth Worth, también en Texas.
Marta esta en estados Unidos desde el 2000, llego junto con su marido tratando de seguir el sueño americano, pero en el 2005 a su esposo lo deportaron a su natal Honduras. Claudia lleva mas tiempo alla pues ella llego en el 95, llego a cuidar a su mama, pero como ella murió Claudia decidió quedarse a vivir ahí. Ella fue viuda muy joven, su único hijo no la ve desde el 98, cuando la vio alla en Texas.
Esto comenzó cuando me encontraba en la sala de la casa de mi tía, estaba con mi computadora cuando de pronto sonó el teléfono, supe que era Martha.
“hey como estas, ¿esta tu tía en casa?”
“bien, déjeme ver, porque parece que estaba en el jardín”
Salí de la casa con el teléfono en la mano en búsqueda de mi tía, pero no estaba, recorrí el pasillo hasta el patio pero tampoco estaba ahí, al entrar por la cocina vi que mi tía me había dejado un recado en el refrigerador donde me avisaba que había salido al supermercado a traer unas cosas para la comida.
“mire Martha mi tía no esta, pero dígame en que le puedo ayudar”
“ay hijo, lo que pasa es que se me descompuso la lavadora y tengo un poco de ropa pendiente, ya sabes, del trabajo, quería ver si tu tía me daba chance de ir a lavar con ella”
“no hay problema, venga a la casa, aquí le puedo ayudar en eso”
“ok, ahí te veo ahorita”
No pasaron mas de 10minutos cuando Martha llego cargando una tremenda cantidad de ropa
“déjeme ayudarla”
“ay gracias hijo, ya sabes cuando esta uno sola no hay quien le ayude”
“no se apure marta, aquí me tiene para ayudarle”
Cargando toda esa ropa la lleve hasta la lavandería que esta en el sótano de la casa, despacio bajamos las escaleras y llegamos a donde tiene mi tía la lavadora.
“mire esta es la lavadora, puede usar el jabón y lo demás que esta aquí”
“¿ya te vas, me vas a dejar sola?”
“es que estoy haciendo otras cosas, pero si quiere me puedo quedar”
“ándale, porque si no me gusta estar sola”
Martha estuvo echando la ropa en la lavadora al tiempo que yo fui por mi computadora y estarle ayudando en lo que necesitaba sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.
“¿y tu tienes novia alla en monterrey?”
“estamos enojados, pero si, alla esta ella”
¿Cuánto tiempo llevan juntos?
“2 años, pero por unas situaciones nos peleamos, ¿Y usted tiene marido?”
“si, pero esta en Honduras, esta deportado porque no tenia papeles”
“¿ándele, pero tiene contacto con el? “
“no, el tiene otra fulana con la que se junto y de mi ya se olvido, parece que tiene otros dos hijos, a parte de los que tiene conmigo”
“que mal por el, porque se pierde de una mujer tan guapa como usted”
“ay no que va, estoy ya vieja y fea”
“no, ni una de las dos cosas, esta muy guapa, porque usted no pasa de los 40 años
“favor que me haces, si hace años que los pase”
En eso me acerque a ella y la tomaba de la cintura y le dije:
“como cree usted eso de usted misma, mire que mujeron tengo en mis manos, pendejo de ese que lo regresaron y ya no quiso volver”
Pensé que me diría algo, o simplemente me rechazaría, pero ni una cosa ni otra sucedieron.
“oye que bien se siente que me agarres de ahí, hacia mucho que no me agarraban de así como tu lo estas haciendo”
Me aferre más a ella, y me repague a su cuerpecito
“que rico es tener a una mujer como usted entre mis manos”
En eso me dijo las palabras mágicas
“programamos la lavadora y nos vamos a tu casa, no vaya a ser que tu tía nos cache y se nos arme la revolución”
De volada me fui a la recamara, deje la computadora y de mi maleta saque unos condones que traía para un caso como este
Martha me hablo y nos fuimos directo a su casa.
Su casa esta a un poco mas de 3 casas de la de mi tía, entramos y de pedo nos fuimos a su recamara, rápido ella me quito la camisa y me comenzó a bajar los pantalones.
Me sentó en la cama, ella se hinco en el piso, tomo mi verga con su mano derecha y se lo metió en la boca. Mi verga entraba y salía de su boca saboreándola como una paleta del sabor preferido de ella.
“que rica verga tienes”
“si, síguemela mamando, me gusta, ahggg”
Sus labios besaban lentamente mi verga, y sus manos acariciaban mis huevos.
“los traes llenos de leche, ¿verdad?”
“Para que se lo niego, si así están, tengo varios días de que no me la jalo y pues si traigo mucha leche que darte”
“esa leche será para mi”
“Mámamela, ándale, síguele haciendo como lo estas haciendo me esta gustando bastante”
“si hijo, me gusta bastante tu verguita”
Se la volvió a meter a la boca y me siguió dando esa clase de mamada que me estaba gustando bastante. Mi verga estaba ya en su punto, ya mas parada no podría estar pues estaba ya lista para entrar en su vagina….
Me levante para comenzar a desnudarla.
Le levante la blusa y vi esos pechos medianos y firmes. Le quite el brasiere y de inmediato me fui sobre esos pezones cafecitos, hasta parecían botones.
Uno a uno los mamaba y besaba, incluso los maque con mis labios
“Así mi marido me los mamaba hijo”
Ella se quito el pantalón de mezclilla, quedando solo en su tanguita negra.
“ay que pena contigo hijo, mira esta celulitis y estas caderas aguadas y grasosas”
“no se apure Martha, así esta bien deliciosa, con ganas de comérmela toda”
Se bajo la tanguita y quedo completamente desnuda frente a mi, viéndole la panochita, la cual estaba bien depilada la acosté en la cama, abriéndole las piernas admirándole su genitalia de mujer al máximo.
“déjame te pongo el condón”
Tomándome la verga con su mano izquierda y con la derecha puso el condón sobre la cabeza de mi verga y lo desenrollo hasta la base de mi verga.
“listo, ahora si, métemela hasta el fondo”
Ni tardo ni perezoso le metí la verga hasta que le topo en el pubis.
“ah, que rico, muévete despacio, hace mucho que no me cogen así”
Obedeciéndola me fui moviendo lentamente dentro de la vagina de Martha, primero clavando mi verga de lado izquierdo de su vagina
“ohhhh, así dale un poco mas fuerte, me gusta que es lo que se esta sintiendo”
Dándole un poco más recio sentía como cada vez mas entraba en sus adentros
“te gusta Martha, dime que estas disfrutando como te estoy cogiendo”
“dale mas, ándale muévete, méteme mas tu verga”
La sensación que tenia al estar así con ella era infinita, no había sentido algo igual con una chava joven, como en ese momento lo estaba sintiendo con Martha.
“así, que rico, ya se me había olvidado lo rico que se siente cuando un hombre nos coge”
Por más que le metía la verga no podía venirme, será que estoy poco acostumbrado a usar condón,
“me voy a quitar el condón, no lo aguanto”
“si quítatelo, deme tu verga al natural”
Me Salí de Martha, me quite el condón, lo avente, quien sabe donde quedaría, pero al estar sin el de nueva cuenta se la metí a Martha
“ah, se me antojo mas…”
Dándole mi verga hasta el tope, chocando mis guevos en su pelvis, dándole todo de mí, cogiéndomela como un loco desesperado por darle mi leche en sus adentros.
“que buena esta tu panocha”
“métemela hasta el fondo, llénamela de tu leche la panocha”
Mi verga estaba en un ritmo cadencioso al entrar y salir de ese hoyo tan delicioso que es el deleite de todos los hombres del mundo.
“dame, ándale, cógeme, así, dame tu verga”
“ya lo siento, ya viene mi leche”
“Salte, no me la des adentro…..por tu madre no te vengas adentro”
“ya viene, yaaaaaaaaaaaa”
Ese grito fue un preámbulo de mi venida, la cual realice en la cama….
“no me echaste nada dentro, ¿verdad?”
No para nada, todo fue afuera, ¿Por qué la pregunta?
“es que como ya ando con lo de la menopausia, chance en una cogida me dejas panzona”
“¿a poco pasa eso?”
“si hijo, es muy común que nazcan hijos de menopaúsicas, pero me conforta saber que dices que no, que todo fue afuera”
Estaba acostado, mientras que Martha fue a abrir la puerta porque tocaron, yo me quede en la cama agarrándome la verga, parándola de nuevo para que cuando llegara Martha, la volviera a coger como antes lo había hecho.
Al sentir que se abría la puerta me pare, luciendo toda mi verga bien parada, ¿Cuál va siendo mi sorpresa?, ¡era Doña Claudia!
Me apene tanto que mi verga perdió por completo la erección,
“que hace usted aquí, ¿y Martha? “
“no te apures, Martha me dio permiso de estar contigo un ratito.”
Doña Claudia se iba despojando sus ropas, mostrándome su cuerpo al desnudo, hasta que así quedo enfrente de mí
“ven, no seas tímido, no muerdo”
“ay señora, se ve que esta muy bien a pesar de sus años, pero me da pena, ¿como podemos hacer esto?”
“ay que maricon me saliste, pensé que podías pero ya veo que no”
Cuando ella estaba poniéndose de nuevo la pantaleta me le fui encima, me hirió en mi tonto orgullo varonil, pero pues no iba a permitir que se burlara de mi por no cumplirle.
Me comporte como una fiera salvaje, me deje ir sobre ella, poniéndome encima de ella la comencé a besar, y manosear como un chavillo recién aprendido en las artes amatorias me di un banquete con esta canchada mujer.
“andas urgido o te dije algo que te molesto”
“las dos cosas, pero mas que me hayas dicho maricon, mira lo que este maricon te hará”
Abrió las piernas invitándome a que la penetrara, sin perder tiempo le puse la verga en la panocha y se la metí.
“me gusta bastante, me encanta como me das la verga”
A pesar de que me sentía algo cansado por haber cogido con Martha instantes antes, tenia que lucirme con Doña Claudia porque no iba a desperdiciar una nueva experiencia con esta señora, además que seria una experiencia única y que de seguro ninguno de mis amigos me creería cuando regresara a casa y les contara lo sucedido.
“ay hijo, despacio, me lastimas un poco, hace mucho que no cogía”
Baje el ritmo, así ella no se quejaría y disfrutaríamos de la cogida que estábamos dándonos, pues Doña Claudia a pesar de su edad me provocaba un placer distinto al que sentí con Martha, pues sentía la vagina un poco mas apretada que con Martha.
Mientras la penetraba le estrujaba los pechos, apretándole los pezones con mis dedos índice y pulgar, su piel estaba muy tersa y suave, no parecía el cuerpo de una mujer de años, sino de una mujer de edad promedio.
Al dejar sus pechos, mis manos bajaron y acariciaron sus piernas, apretujándole las caderas y las chaparreras, acariciándole sus piernas como un loco desesperado
“así, me gusta, agárrame mis piernas, jálame hacia a ti, me llega mas tu pito en mi vagina”
Mi pene entraba profundamente a lo largo de sus paredes húmedas vaginales, sus músculos se contrarían cada vez más al sentirme dentro de ella. De pronto sus fluidos como ríos abundantes escurrían de su vagina al estarla penetrando con más fuerza.
“que delicia de cogida me estas dando, métemela mas, hazme sentir mas mujer, dame esa verga deliciosa que ustedes tienen”
Doña Claudia estaba prendida por la cogida que le estaba dando, incluso llegue a notar que llevaba mas tiempo cogiéndomela que con Martha.
Para no aburrirnos, le saque el pito, la volteo encima de la cama y de perrito seguimos con la cogida.
“ay, ay, ay, así síguele”
Agarrándola por sus caderas hacia que le metiera con mayor intensidad mi pilinga en su panocha.
“Me encanta, síguele, dame mas verga”
El sonido de nuestros cuerpos chocando al compas de nuestras metidas, sentirla así dándole todo lo que tengo entre mis piernas, el roce de mis huevos en su pelvis era una situación que encendía al máximo el cuarto donde estábamos dándonos la cogida.
Mientras estábamos en el bombeo de nuestros cuerpos, Martha estaba sentada en un sillón motivándose con sus manos en su genitalia femenina.
“mira, que rica se le ve la panocha a Martha”
“si hace rato se la mame y le sabe deliciosa” le dije
“vente, déjame mamártela Martha, haber si es cierto que te sabe bien”
Martha se levanto del sillón, se acostó en la cama, abrió sus piernitas dejándole el camino libre a Doña Claudia, para darle una tremenda mamada a su panochita.
Los tres estábamos dándonos un festín de sexo, Martha gozando las mamadas de Doña Claudia, ella a su vez disfrutando mi cogida y yo disfrutando el cuerpezote de Doña Claudia en todo ese maravilloso placer que es el sexo.
La lengua de la Doña Claudia recorría la intimidad de Martha, despacio y lentamente pasaba de arriba abajo su lengua, humedeciéndose mas ante los fluidos abundantes de Martha. Era una escena vivida en una película XXX, pero era algo real, (bueno en mi sueño) si lo era.
Pocas veces en la vida había tenido un sueño así, pero en ese instante parecía que si lo estaba viviendo en carne viva, disfrutar a esas dos mujerzotas que hacían lo que yo les podía… ¡no lo podía creer!
Mi eyaculación fue abundante, toda la descarga espermática fue tanta que su vagina estaba completamente inundada de mí ser, de mi escancia.
Martha tuvo un impresionante orgasmo, un squirt de placer que hasta el techo las llevo pues fue tanto lo que la mojo que hasta alla fue a parar sus fluidos corporales, así mismo la pobre Doña Claudia sufrió, bueno creo que en realidad gozo con la lluvia de fluidos de Martha en su cara.
Algo tan intenso de ver, de presenciar, bueno y sobre todo porque aun tenía la verga parada en mi sueño me hicieron despertar. En el cobertor quedo una mancha de semen que antes había salido.
Nunca había soñado con dos mujeres, siempre había sido con una, pero esta vez fue algo totalmente diferente.
No se si a ustedes les pase, pero mi tía Alba es una mujer a todo dar, con ella hablamos libre y abiertamente del sexo y demás cuestiones. Entonces ese día cuando estábamos desayunando, ella me hizo un comentario que deja abierta una chance con Martha.
“oye, a mi amiga Martha dice que estas guapo, ¿que si te gustan las maduritas?”
“¿Y eso que?, ¿a poco quiere que me la coja?”
“la verdad si, pero será la próxima vez que vengas, porque se fue a Los ángeles”
“mmm que la, pero bueno, si tu me lo aseguras yo me regreso en semana santa”
Pues con esa promesa de regresarme y cogerme a Martha iré las próximas vacaciones de nueva cuenta a Forth Worth Texas.
Este relato aclaro que es un SUEÑO y no una realidad, esperando que algún día se convierta en realidad, pues después de estar alla me entere de algunas cosas que dejan abierta la posibilidad de que se llegue a algo con ellas.
Comenzare diciéndoles como es cada una de ellas para que tengan una idea como son físicamente.
Martha
Peso: 70 kg
Altura: 1.70 m
Edad: 45 años
Complexión: Mediana
Tés: aperlada
Características: es de un cuerpo promedio, senos medianos, cadera un poco grande de lo normal, cintura delineada, siempre usa mezclilla pues define muy bien la forma de sus caderas.
Claudia
Peso: 90 kg
Altura. 160 m
Edad: 55 años
Complexión: robusta
Tés: aperlada
Características. Es de un cuerpo esbelto, pero bien cuidado a sus años, tiene mucha pompa, por ello siempre viste a faldas, pues se le ve un culo delicioso.
¿Quiénes son ellas, se preguntaran mis amigos lectores? Bien, ellas son vecinas de una tía que vive en Denton Texas, además que también son compañeras de trabajo de mi tía en una fábrica en Forth Worth, también en Texas.
Marta esta en estados Unidos desde el 2000, llego junto con su marido tratando de seguir el sueño americano, pero en el 2005 a su esposo lo deportaron a su natal Honduras. Claudia lleva mas tiempo alla pues ella llego en el 95, llego a cuidar a su mama, pero como ella murió Claudia decidió quedarse a vivir ahí. Ella fue viuda muy joven, su único hijo no la ve desde el 98, cuando la vio alla en Texas.
Esto comenzó cuando me encontraba en la sala de la casa de mi tía, estaba con mi computadora cuando de pronto sonó el teléfono, supe que era Martha.
“hey como estas, ¿esta tu tía en casa?”
“bien, déjeme ver, porque parece que estaba en el jardín”
Salí de la casa con el teléfono en la mano en búsqueda de mi tía, pero no estaba, recorrí el pasillo hasta el patio pero tampoco estaba ahí, al entrar por la cocina vi que mi tía me había dejado un recado en el refrigerador donde me avisaba que había salido al supermercado a traer unas cosas para la comida.
“mire Martha mi tía no esta, pero dígame en que le puedo ayudar”
“ay hijo, lo que pasa es que se me descompuso la lavadora y tengo un poco de ropa pendiente, ya sabes, del trabajo, quería ver si tu tía me daba chance de ir a lavar con ella”
“no hay problema, venga a la casa, aquí le puedo ayudar en eso”
“ok, ahí te veo ahorita”
No pasaron mas de 10minutos cuando Martha llego cargando una tremenda cantidad de ropa
“déjeme ayudarla”
“ay gracias hijo, ya sabes cuando esta uno sola no hay quien le ayude”
“no se apure marta, aquí me tiene para ayudarle”
Cargando toda esa ropa la lleve hasta la lavandería que esta en el sótano de la casa, despacio bajamos las escaleras y llegamos a donde tiene mi tía la lavadora.
“mire esta es la lavadora, puede usar el jabón y lo demás que esta aquí”
“¿ya te vas, me vas a dejar sola?”
“es que estoy haciendo otras cosas, pero si quiere me puedo quedar”
“ándale, porque si no me gusta estar sola”
Martha estuvo echando la ropa en la lavadora al tiempo que yo fui por mi computadora y estarle ayudando en lo que necesitaba sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.
“¿y tu tienes novia alla en monterrey?”
“estamos enojados, pero si, alla esta ella”
¿Cuánto tiempo llevan juntos?
“2 años, pero por unas situaciones nos peleamos, ¿Y usted tiene marido?”
“si, pero esta en Honduras, esta deportado porque no tenia papeles”
“¿ándele, pero tiene contacto con el? “
“no, el tiene otra fulana con la que se junto y de mi ya se olvido, parece que tiene otros dos hijos, a parte de los que tiene conmigo”
“que mal por el, porque se pierde de una mujer tan guapa como usted”
“ay no que va, estoy ya vieja y fea”
“no, ni una de las dos cosas, esta muy guapa, porque usted no pasa de los 40 años
“favor que me haces, si hace años que los pase”
En eso me acerque a ella y la tomaba de la cintura y le dije:
“como cree usted eso de usted misma, mire que mujeron tengo en mis manos, pendejo de ese que lo regresaron y ya no quiso volver”
Pensé que me diría algo, o simplemente me rechazaría, pero ni una cosa ni otra sucedieron.
“oye que bien se siente que me agarres de ahí, hacia mucho que no me agarraban de así como tu lo estas haciendo”
Me aferre más a ella, y me repague a su cuerpecito
“que rico es tener a una mujer como usted entre mis manos”
En eso me dijo las palabras mágicas
“programamos la lavadora y nos vamos a tu casa, no vaya a ser que tu tía nos cache y se nos arme la revolución”
De volada me fui a la recamara, deje la computadora y de mi maleta saque unos condones que traía para un caso como este
Martha me hablo y nos fuimos directo a su casa.
Su casa esta a un poco mas de 3 casas de la de mi tía, entramos y de pedo nos fuimos a su recamara, rápido ella me quito la camisa y me comenzó a bajar los pantalones.
Me sentó en la cama, ella se hinco en el piso, tomo mi verga con su mano derecha y se lo metió en la boca. Mi verga entraba y salía de su boca saboreándola como una paleta del sabor preferido de ella.
“que rica verga tienes”
“si, síguemela mamando, me gusta, ahggg”
Sus labios besaban lentamente mi verga, y sus manos acariciaban mis huevos.
“los traes llenos de leche, ¿verdad?”
“Para que se lo niego, si así están, tengo varios días de que no me la jalo y pues si traigo mucha leche que darte”
“esa leche será para mi”
“Mámamela, ándale, síguele haciendo como lo estas haciendo me esta gustando bastante”
“si hijo, me gusta bastante tu verguita”
Se la volvió a meter a la boca y me siguió dando esa clase de mamada que me estaba gustando bastante. Mi verga estaba ya en su punto, ya mas parada no podría estar pues estaba ya lista para entrar en su vagina….
Me levante para comenzar a desnudarla.
Le levante la blusa y vi esos pechos medianos y firmes. Le quite el brasiere y de inmediato me fui sobre esos pezones cafecitos, hasta parecían botones.
Uno a uno los mamaba y besaba, incluso los maque con mis labios
“Así mi marido me los mamaba hijo”
Ella se quito el pantalón de mezclilla, quedando solo en su tanguita negra.
“ay que pena contigo hijo, mira esta celulitis y estas caderas aguadas y grasosas”
“no se apure Martha, así esta bien deliciosa, con ganas de comérmela toda”
Se bajo la tanguita y quedo completamente desnuda frente a mi, viéndole la panochita, la cual estaba bien depilada la acosté en la cama, abriéndole las piernas admirándole su genitalia de mujer al máximo.
“déjame te pongo el condón”
Tomándome la verga con su mano izquierda y con la derecha puso el condón sobre la cabeza de mi verga y lo desenrollo hasta la base de mi verga.
“listo, ahora si, métemela hasta el fondo”
Ni tardo ni perezoso le metí la verga hasta que le topo en el pubis.
“ah, que rico, muévete despacio, hace mucho que no me cogen así”
Obedeciéndola me fui moviendo lentamente dentro de la vagina de Martha, primero clavando mi verga de lado izquierdo de su vagina
“ohhhh, así dale un poco mas fuerte, me gusta que es lo que se esta sintiendo”
Dándole un poco más recio sentía como cada vez mas entraba en sus adentros
“te gusta Martha, dime que estas disfrutando como te estoy cogiendo”
“dale mas, ándale muévete, méteme mas tu verga”
La sensación que tenia al estar así con ella era infinita, no había sentido algo igual con una chava joven, como en ese momento lo estaba sintiendo con Martha.
“así, que rico, ya se me había olvidado lo rico que se siente cuando un hombre nos coge”
Por más que le metía la verga no podía venirme, será que estoy poco acostumbrado a usar condón,
“me voy a quitar el condón, no lo aguanto”
“si quítatelo, deme tu verga al natural”
Me Salí de Martha, me quite el condón, lo avente, quien sabe donde quedaría, pero al estar sin el de nueva cuenta se la metí a Martha
“ah, se me antojo mas…”
Dándole mi verga hasta el tope, chocando mis guevos en su pelvis, dándole todo de mí, cogiéndomela como un loco desesperado por darle mi leche en sus adentros.
“que buena esta tu panocha”
“métemela hasta el fondo, llénamela de tu leche la panocha”
Mi verga estaba en un ritmo cadencioso al entrar y salir de ese hoyo tan delicioso que es el deleite de todos los hombres del mundo.
“dame, ándale, cógeme, así, dame tu verga”
“ya lo siento, ya viene mi leche”
“Salte, no me la des adentro…..por tu madre no te vengas adentro”
“ya viene, yaaaaaaaaaaaa”
Ese grito fue un preámbulo de mi venida, la cual realice en la cama….
“no me echaste nada dentro, ¿verdad?”
No para nada, todo fue afuera, ¿Por qué la pregunta?
“es que como ya ando con lo de la menopausia, chance en una cogida me dejas panzona”
“¿a poco pasa eso?”
“si hijo, es muy común que nazcan hijos de menopaúsicas, pero me conforta saber que dices que no, que todo fue afuera”
Estaba acostado, mientras que Martha fue a abrir la puerta porque tocaron, yo me quede en la cama agarrándome la verga, parándola de nuevo para que cuando llegara Martha, la volviera a coger como antes lo había hecho.
Al sentir que se abría la puerta me pare, luciendo toda mi verga bien parada, ¿Cuál va siendo mi sorpresa?, ¡era Doña Claudia!
Me apene tanto que mi verga perdió por completo la erección,
“que hace usted aquí, ¿y Martha? “
“no te apures, Martha me dio permiso de estar contigo un ratito.”
Doña Claudia se iba despojando sus ropas, mostrándome su cuerpo al desnudo, hasta que así quedo enfrente de mí
“ven, no seas tímido, no muerdo”
“ay señora, se ve que esta muy bien a pesar de sus años, pero me da pena, ¿como podemos hacer esto?”
“ay que maricon me saliste, pensé que podías pero ya veo que no”
Cuando ella estaba poniéndose de nuevo la pantaleta me le fui encima, me hirió en mi tonto orgullo varonil, pero pues no iba a permitir que se burlara de mi por no cumplirle.
Me comporte como una fiera salvaje, me deje ir sobre ella, poniéndome encima de ella la comencé a besar, y manosear como un chavillo recién aprendido en las artes amatorias me di un banquete con esta canchada mujer.
“andas urgido o te dije algo que te molesto”
“las dos cosas, pero mas que me hayas dicho maricon, mira lo que este maricon te hará”
Abrió las piernas invitándome a que la penetrara, sin perder tiempo le puse la verga en la panocha y se la metí.
“me gusta bastante, me encanta como me das la verga”
A pesar de que me sentía algo cansado por haber cogido con Martha instantes antes, tenia que lucirme con Doña Claudia porque no iba a desperdiciar una nueva experiencia con esta señora, además que seria una experiencia única y que de seguro ninguno de mis amigos me creería cuando regresara a casa y les contara lo sucedido.
“ay hijo, despacio, me lastimas un poco, hace mucho que no cogía”
Baje el ritmo, así ella no se quejaría y disfrutaríamos de la cogida que estábamos dándonos, pues Doña Claudia a pesar de su edad me provocaba un placer distinto al que sentí con Martha, pues sentía la vagina un poco mas apretada que con Martha.
Mientras la penetraba le estrujaba los pechos, apretándole los pezones con mis dedos índice y pulgar, su piel estaba muy tersa y suave, no parecía el cuerpo de una mujer de años, sino de una mujer de edad promedio.
Al dejar sus pechos, mis manos bajaron y acariciaron sus piernas, apretujándole las caderas y las chaparreras, acariciándole sus piernas como un loco desesperado
“así, me gusta, agárrame mis piernas, jálame hacia a ti, me llega mas tu pito en mi vagina”
Mi pene entraba profundamente a lo largo de sus paredes húmedas vaginales, sus músculos se contrarían cada vez más al sentirme dentro de ella. De pronto sus fluidos como ríos abundantes escurrían de su vagina al estarla penetrando con más fuerza.
“que delicia de cogida me estas dando, métemela mas, hazme sentir mas mujer, dame esa verga deliciosa que ustedes tienen”
Doña Claudia estaba prendida por la cogida que le estaba dando, incluso llegue a notar que llevaba mas tiempo cogiéndomela que con Martha.
Para no aburrirnos, le saque el pito, la volteo encima de la cama y de perrito seguimos con la cogida.
“ay, ay, ay, así síguele”
Agarrándola por sus caderas hacia que le metiera con mayor intensidad mi pilinga en su panocha.
“Me encanta, síguele, dame mas verga”
El sonido de nuestros cuerpos chocando al compas de nuestras metidas, sentirla así dándole todo lo que tengo entre mis piernas, el roce de mis huevos en su pelvis era una situación que encendía al máximo el cuarto donde estábamos dándonos la cogida.
Mientras estábamos en el bombeo de nuestros cuerpos, Martha estaba sentada en un sillón motivándose con sus manos en su genitalia femenina.
“mira, que rica se le ve la panocha a Martha”
“si hace rato se la mame y le sabe deliciosa” le dije
“vente, déjame mamártela Martha, haber si es cierto que te sabe bien”
Martha se levanto del sillón, se acostó en la cama, abrió sus piernitas dejándole el camino libre a Doña Claudia, para darle una tremenda mamada a su panochita.
Los tres estábamos dándonos un festín de sexo, Martha gozando las mamadas de Doña Claudia, ella a su vez disfrutando mi cogida y yo disfrutando el cuerpezote de Doña Claudia en todo ese maravilloso placer que es el sexo.
La lengua de la Doña Claudia recorría la intimidad de Martha, despacio y lentamente pasaba de arriba abajo su lengua, humedeciéndose mas ante los fluidos abundantes de Martha. Era una escena vivida en una película XXX, pero era algo real, (bueno en mi sueño) si lo era.
Pocas veces en la vida había tenido un sueño así, pero en ese instante parecía que si lo estaba viviendo en carne viva, disfrutar a esas dos mujerzotas que hacían lo que yo les podía… ¡no lo podía creer!
Mi eyaculación fue abundante, toda la descarga espermática fue tanta que su vagina estaba completamente inundada de mí ser, de mi escancia.
Martha tuvo un impresionante orgasmo, un squirt de placer que hasta el techo las llevo pues fue tanto lo que la mojo que hasta alla fue a parar sus fluidos corporales, así mismo la pobre Doña Claudia sufrió, bueno creo que en realidad gozo con la lluvia de fluidos de Martha en su cara.
Algo tan intenso de ver, de presenciar, bueno y sobre todo porque aun tenía la verga parada en mi sueño me hicieron despertar. En el cobertor quedo una mancha de semen que antes había salido.
Nunca había soñado con dos mujeres, siempre había sido con una, pero esta vez fue algo totalmente diferente.
No se si a ustedes les pase, pero mi tía Alba es una mujer a todo dar, con ella hablamos libre y abiertamente del sexo y demás cuestiones. Entonces ese día cuando estábamos desayunando, ella me hizo un comentario que deja abierta una chance con Martha.
“oye, a mi amiga Martha dice que estas guapo, ¿que si te gustan las maduritas?”
“¿Y eso que?, ¿a poco quiere que me la coja?”
“la verdad si, pero será la próxima vez que vengas, porque se fue a Los ángeles”
“mmm que la, pero bueno, si tu me lo aseguras yo me regreso en semana santa”
Pues con esa promesa de regresarme y cogerme a Martha iré las próximas vacaciones de nueva cuenta a Forth Worth Texas.
