Aquel día salimos del hotel y la lleve a la universidad donde estudiaba, yo fui a casa…
Esa misma noche, como todas, ambos nos conectamos al MSN:
Liz: Hola bonito…
Yo: Hola corazón como estas
Liz: ¿Bien y tú?
Liz: ¿Te gusto estar conmigo hermoso?
Yo: ¿Que si me gusto amor? No veo la hora de poder estar contigo nuevamente, mee encanto abrazarte y besarte… tooodaaa
Liz: A mí también amor, me gusto mucho…
Yo: ¡Dime que esta no fue la última vez que estaremos juntos!
Liz: ¿Crees que no estaremos juntos nuevamente?
Yo: ¡No, no! ¡Solo quiero que me digas que lo repetiremos amor!
Liz: Claro que si hermoso, porque me gustas mucho, y en ese sentido me encantas, fue maravilloso y quiero volver a sentir lo que sentí hoy…
Yo:
…
Así pasaron los días, solo platicábamos por el MSN o nos mandábamos mensajitos por el celular, pronto me vi obligado a cambiar de trabajo, acudí a una entrevista a una empresa un día jueves, para el viernes me habían confirmado que era yo quien ocuparía el puesto, ese mismo viernes avise en mi trabajo que era mi ultimo día, hice entrega de todo lo que tenía pendiente, de mi equipo de computo y todo lo que pertenecía a mi ex empresa. Yo quede que en la nueva fábrica entraría el miércoles próximo, ¡lo que me dejaba dos días libres! Y lo primero que pensé fue ¡ver a mi niña!. Le llame por teléfono y le dije que tendría esos dos días libres, a ella le dio gusto y planeamos vernos el lunes siguiente.
Quedamos de vernos a las 10 am, ya que ella tendría examen ese mismo día a las 7pm, así que teníamos un buen rato para disfrutarnos…
Pase por ella a su casa, llegue exactamente por ella a las 10 en punto, como toda bella mujer, me hizo esperar cerca de 45 minutos, (¿y díganme, quien no ha esperado por una bella dama?).
Cuando la vi aparecer, me quede deslumbrado, se veía bellísima, usaba un vestido rojo, escotado, un poco arroba de la rodilla, se veía espectacular, su piel blanca resplandecía, sus piernas se veían exquisitas, por el escote se alcanzaba a ver el canalito que dibujan sus pechos, sus ojos verdes adornados por una sonrisa, era un verdadero espectáculo, podía haberme quedado horas, solo mirándola…
Subió al auto, me dio un beso en la mejilla y dijo, “hola, ¿tenias mucho tiempo esperándome?”, nunca supe si lo preguntó en son de burla, o lo hizo inocentemente, solo respondí, no te preocupes y le sonreí…
Arranque el auto, mi mano se posiciono sobre la palanca de velocidad ella puso la suya encima, me acaricio la mano, sin hablar, nos miramos y sonreímos, como dos cómplices, sabedores de lo que estaba por venir…
Llegamos al hotel, el mismo… entramos, me senté en un sillón y ella frete a mí se sentó en otro, entre nosotros, una pequeña mesa, estire mis manos y como por instinto ella hizo lo mismo, nos acariciamos, saco un cigarro, y comenzó a fumar, -¿quieres?-. No gracias no sé fumar. -anda inténtalo-. ¡Ok!. Intente inhalar el humo del cigarrillo pero me fue imposible, una estampida de tos llego a mi garganta… no pude, ella se rio, me levante de mi silla, camine hacia ella, la tome de las manos y la puse de pie…
“Esto si lo sé hacer bien”, le dije, la abrace fuerte por la cintura, y la bese, despacio, sin prisa, como si el tiempo en ese momento no existiera, como si el universo entero se hubiera detenido en complicidad con nosotros, para hacer del tiempo un prisionero de nuestro deseo, para que no avanzara… ella me correspondió, enredo sus brazos de mi cuello, así estuvimos, no sé cuánto y no me importa, la tome en mis brazos y la lleve a la cama, quite un mechón de pelo de sus ojos, ella me miraba y me gritaba en silencio “te amo”, acaricie su cara, con mi dedo índice recorrí sus labios, antes de volver a besarlos, nos fundimos nuevamente en un beso largo y profundo, mis manos recorrían su cuerpo por encima del vestido rojo, ponían especial atención en sus pechos firmes, ella acariciaba mi cara, metía sus dedos por entre mi pelo y me jalaba hacia ella, el tiempo transcurría lento… despegue mis labios de ella. “te amo” –y yo a ti hermoso-, bese su cuello, ella solo gemía cada vez que mi lengua y mis labios recorrían su cuello sus hombros, su pecho sin llegar a sus tetas, mis manos ahora se alojaban en su cintura, poco a poco fueron bajando hasta rosar la suave piel de sus muslos y avanzaron lento por debajo del vestido, hice un movimiento y ella quedo sobre mí, mis manos recorrían sus piernas por debajo de falda, subieron hasta llegar a sus nalgas firmes y suaves, pude sentir la tela de su ropa interior, usaba una diminuta tanga roja, que lentamente fui quitando, una vez que estuvo completamente fuera, mis manos subieron hasta sus hombros, para deslizar los tirantitos del vestido, mientras las manos de ella, ya me habían liberado de mi camisa y se entretenía en mi pecho y cuello, se incorporo un poco, sus manos bajaron hasta mi cinturón y torpemente comenzó a desabrocharlo para posteriormente desabotonar mi pantalón y liberar mi pene que estaba aun envuelto por la tela de licra de mi bóxer. Así sobre mí, comenzó a masajear mi pene, sin liberarlo, poco a poco fue metiendo su mano dentro y me lo acariciaba, estire mis manos hasta que pude alcanzar los tirantitos del vestido y los jale hacia abajo, ella me ayudo y bajo todo el vestido quedándole en la cintura, cuando hizo esto, siguió en su labor con mi pene hasta que decidió quitarme el pantalón y el bóxer por completo, así lo hizo, dejándome completamente desnudo. Con mi pene en su mano se agacho y lo llevo a su boca, dándome una tremenda mamada, esta vez mucho mejor que la anterior, ahora ya no me lastimaba con los dientes, subía y bajaba dándome un placer extraordinario, no sé cuánto tiempo paso pero en un momento sentí que no podía mas y salió de mi un chorro de semen tremendo, que escurría por la comisura de sus labios, sin sacarse mi pene de su boca, me miraba a los ojos, después con su lengua me limpio todo lo que había escurrido hasta dejármelo completamente limpio, se recostó junto a mí y supe que era mi turno, debía hacerle sentir el inmenso placer que ella me había regalado, así que me incorpore un poco y empecé a acariciar y besar sus tetas, las besaba, las lamia, les daba pequeños pellizcos a sus pezones. Ella gemía, mi mano se dirigió a su vagina y comencé a presionar un poco sobre su clítoris, con mi otra mano baje des sus tetas y termine de despojarla del vestido que aun llevaba puesto. Baje poco a poco lamiendo por el canalito que había entre sus tetas, hasta su vientre, hice una pausa en su ombligo y seguí mi camino hacia el sur de su figura, cuando llegue al lugar indicado, me acomode entre sus piernas y comencé a lamer su vagina, metia mi lengua y la sacaba, yo me ayudaba de mis dedos para darle más placer, mi lengua daba roces a su clítoris, lo que hacía que ella diera movimientos sensuales y pequeños gritos, mi lengua aprisionaba su sexo y mis manos se apoderaban de sus tetas, pronto comenzó a moverse más rápido y por fin, lleno mi cara de un abundante liquido que yo gustoso bebía, tomo mis manos y junto a ellas se apretaba las tetas y gemía cada vez más fuerte, me incorpore y la bese. Te gusto bonita.-Si mi amor- me dijo entre jadeos. Esto es solo el principio. –Lo sé hermoso, lo sé…-. Pedí servicio al cuarto y nos llevaron dos cervezas, las bebimos y volvimos a besarnos, pronto ella ya tenía nuevamente mi pene entre mis manos, masturbándolo y yo recorría sus tetas, no aguantaba más, necesitaba penetrarla, sentirme atrapado en ella, así que la coloque sobre mí, ella entendió mi mensaje, tomo mi pene y lo puso en la entrada de su vagina, y poco a fue bajando, a medida que entraba su rostro dibujaba una mueca de dolor y placer, cuando lo tubo completamente adentro, se detuvo instante, cerró los ojos y comenzó a moverse, era ella quien controlaba el ritmo de las embestidas gritaba y gemía fuerte, tomo mis manos y las coloco sobre sus tetas, como exigiéndome que las acariciara, así lo hice mientras ella se movía con mi pene adentro, pronto comencé a sentir como aceleraba sus movimientos y se contarían sus músculos , estaba por venirse, continuo más rápido hasta que gritos y gemidos escaparon de su boca… yo aun no terminaba, así que la puse en 4 y la penetre por atrás, haciendo mis embestidas cada vez más fuerte y recordé una plática que habíamos tenido días antes…
Liz: ¿Que te gustaría hacer cuando estemos juntos bonito?
Yo: ¡Huyy muchas cosas corazón..!
Liz: dime una
Yo: Me gustaría eyacular en tus tetas y en tu cara…
Liz: ¿como en las pelis porno jjiiiji?
Yo: ¡Algo así!
Liz: Ok cuando estemos juntos nuevamente, lo haremos…
Yo estaba prendidísimo, penetrándola por atrás, y le dije: Corazón, quiero eyacular en tus tetas, -ok si hazlo bonito quiero tu lechita en mis tetas… dámela si anda amor dámela-, cuando estaba por terminar se la saque, ella se dio la vuelta, y comenzó a masturbarme, puso mi pene entre sus tetas y así me masturbo hasta que chorros de semen salieron de mi, salpicando su cara y dejando gran parte en sus tetas, era tan excitante ver como el semen escurría por sus senos firmes, puso mi pene en su boca y nuevamente lo dejo completamente limpio…
Aquella tarde lo hicimos tres veces, incluida la que describí antes, fue algo tan maravilloso que aun hoy en día cuando lo recuerdo, me hace sentir mariposas en es estomago…
Días después… era lunes
Liz: Hermoso tengo que hablar contigo.
Yo: Si bonita cuando gustes…
Liz: tiene que ser ahora…
Yo: mmm pero estoy en el trabajo.
Liz: Es urgente, ¿me puedes marcar?
Yo: por su puesto…
Ya por teléfono:
Yo: Hola bonita, ¿qué paso?
Liz: tengo algo que decirte…
Yo: no me asustes, ¿qué pasa?
Liz: Antes debes saber que te amo, y espero que me perdones y que sepas que te adoro y que amo todo lo que ha pasado, y que conocerte fue algo maravilloso en mi vida.
Yo: ¿¡Que pasa!?
Liz: ME CASO EL SABADO…
Me quede helado, no pedí explicación alguna, es mas no pude articular ni una sola palabra.
¿Qué si la amo? Si, si la amo, y he llorado mucho por ella, y no sé cuanto más valla a llorar, nunca supe sus motivos, pero siempre, siempre va a ser en mi vida lo mejor que me ha pasado...
No la volvi a ver, empece a beber como desesperado queriendo olvidar todo lo que sentia, perdi mi trabajo, mis amigos, me quede mas que solo . El dia de su cumple le envié esta carta, hasta hoy no he vuelto a saber de ella
Por ser tu cumpleaños quisiera regalarte algo especial. Algo que el tiempo no desgaste ni la vida consuma, algo que perdure, algo que puedas llevar contigo dondequiera que vayas...
Quería regalarte algo especial y por fin, se me ocurrió algo que reúne todo lo que yo deseaba: que el tiempo no desgastara que la vida no consumirá, que perdurara por siempre, y que podrás llevar contigo dondequiera que vayas. Es algo que nadie más puede regalarte:
Te regalo tu libertad, te libero de mi bonita, yo sé que me amaste, y que ahora es tiempo de olvidarme, así que de aquí en adelante no he de ser mas un problema para ti corazón, voy a levantarme, a retomar mi vida, a seguir adelante sin ti, no será fácil porque lo he perdido todo, pero eso es lo mejor, ¡que ya no puedo perder más…!
Voy a dejar de beber y de beberte de fumar y de fumarte... de pensarte; y tal vez allá a la distancia en otro tiempo te encuentre por la calle y cruce la banqueta para saludar… a la que fue mi estrella, a la mujer que despertó lo mejor y lo peor de mi, a la mujer que amé con locura, con la que he de soñar todas las noches, la mujer por la que por un beso suyo daría la vida misma…
En todos estos días no he dejado de amarte, ni un poco, y he llegado a la conclusión que olvidarte va a ser imposible, y no es porque no pueda olvidarte, lo que pasa es que no quiero olvidarte, porque ese fué el trato ¿recuerdas?, y eso es por la necesidad de también ser inolvidable en tu vida, quiero permanecer en tu memoria y en tu corazón, hazme un rinconcito y déjame vivir contigo, en tus más entrañables recuerdos, piensa en mí de vez en cuando, cierra tus ojos y revive los besos las caricias, las tardes de pasión, aunque sea por unos segundos, para que así, en otra vida, cuando nos volvamos a encontrar cuando nos volvamos a amar, sea como si el tiempo jamás hubiera transcurrido...
bonita, el mejor tiempo, es aquel tiempo, en donde el tiempo... ya no importa... te amo
Esa misma noche, como todas, ambos nos conectamos al MSN:
Liz: Hola bonito…
Yo: Hola corazón como estas
Liz: ¿Bien y tú?
Liz: ¿Te gusto estar conmigo hermoso?
Yo: ¿Que si me gusto amor? No veo la hora de poder estar contigo nuevamente, mee encanto abrazarte y besarte… tooodaaa
Liz: A mí también amor, me gusto mucho…
Yo: ¡Dime que esta no fue la última vez que estaremos juntos!
Liz: ¿Crees que no estaremos juntos nuevamente?
Yo: ¡No, no! ¡Solo quiero que me digas que lo repetiremos amor!
Liz: Claro que si hermoso, porque me gustas mucho, y en ese sentido me encantas, fue maravilloso y quiero volver a sentir lo que sentí hoy…
Yo:
…Así pasaron los días, solo platicábamos por el MSN o nos mandábamos mensajitos por el celular, pronto me vi obligado a cambiar de trabajo, acudí a una entrevista a una empresa un día jueves, para el viernes me habían confirmado que era yo quien ocuparía el puesto, ese mismo viernes avise en mi trabajo que era mi ultimo día, hice entrega de todo lo que tenía pendiente, de mi equipo de computo y todo lo que pertenecía a mi ex empresa. Yo quede que en la nueva fábrica entraría el miércoles próximo, ¡lo que me dejaba dos días libres! Y lo primero que pensé fue ¡ver a mi niña!. Le llame por teléfono y le dije que tendría esos dos días libres, a ella le dio gusto y planeamos vernos el lunes siguiente.
Quedamos de vernos a las 10 am, ya que ella tendría examen ese mismo día a las 7pm, así que teníamos un buen rato para disfrutarnos…
Pase por ella a su casa, llegue exactamente por ella a las 10 en punto, como toda bella mujer, me hizo esperar cerca de 45 minutos, (¿y díganme, quien no ha esperado por una bella dama?).
Cuando la vi aparecer, me quede deslumbrado, se veía bellísima, usaba un vestido rojo, escotado, un poco arroba de la rodilla, se veía espectacular, su piel blanca resplandecía, sus piernas se veían exquisitas, por el escote se alcanzaba a ver el canalito que dibujan sus pechos, sus ojos verdes adornados por una sonrisa, era un verdadero espectáculo, podía haberme quedado horas, solo mirándola…
Subió al auto, me dio un beso en la mejilla y dijo, “hola, ¿tenias mucho tiempo esperándome?”, nunca supe si lo preguntó en son de burla, o lo hizo inocentemente, solo respondí, no te preocupes y le sonreí…
Arranque el auto, mi mano se posiciono sobre la palanca de velocidad ella puso la suya encima, me acaricio la mano, sin hablar, nos miramos y sonreímos, como dos cómplices, sabedores de lo que estaba por venir…
Llegamos al hotel, el mismo… entramos, me senté en un sillón y ella frete a mí se sentó en otro, entre nosotros, una pequeña mesa, estire mis manos y como por instinto ella hizo lo mismo, nos acariciamos, saco un cigarro, y comenzó a fumar, -¿quieres?-. No gracias no sé fumar. -anda inténtalo-. ¡Ok!. Intente inhalar el humo del cigarrillo pero me fue imposible, una estampida de tos llego a mi garganta… no pude, ella se rio, me levante de mi silla, camine hacia ella, la tome de las manos y la puse de pie…
“Esto si lo sé hacer bien”, le dije, la abrace fuerte por la cintura, y la bese, despacio, sin prisa, como si el tiempo en ese momento no existiera, como si el universo entero se hubiera detenido en complicidad con nosotros, para hacer del tiempo un prisionero de nuestro deseo, para que no avanzara… ella me correspondió, enredo sus brazos de mi cuello, así estuvimos, no sé cuánto y no me importa, la tome en mis brazos y la lleve a la cama, quite un mechón de pelo de sus ojos, ella me miraba y me gritaba en silencio “te amo”, acaricie su cara, con mi dedo índice recorrí sus labios, antes de volver a besarlos, nos fundimos nuevamente en un beso largo y profundo, mis manos recorrían su cuerpo por encima del vestido rojo, ponían especial atención en sus pechos firmes, ella acariciaba mi cara, metía sus dedos por entre mi pelo y me jalaba hacia ella, el tiempo transcurría lento… despegue mis labios de ella. “te amo” –y yo a ti hermoso-, bese su cuello, ella solo gemía cada vez que mi lengua y mis labios recorrían su cuello sus hombros, su pecho sin llegar a sus tetas, mis manos ahora se alojaban en su cintura, poco a poco fueron bajando hasta rosar la suave piel de sus muslos y avanzaron lento por debajo del vestido, hice un movimiento y ella quedo sobre mí, mis manos recorrían sus piernas por debajo de falda, subieron hasta llegar a sus nalgas firmes y suaves, pude sentir la tela de su ropa interior, usaba una diminuta tanga roja, que lentamente fui quitando, una vez que estuvo completamente fuera, mis manos subieron hasta sus hombros, para deslizar los tirantitos del vestido, mientras las manos de ella, ya me habían liberado de mi camisa y se entretenía en mi pecho y cuello, se incorporo un poco, sus manos bajaron hasta mi cinturón y torpemente comenzó a desabrocharlo para posteriormente desabotonar mi pantalón y liberar mi pene que estaba aun envuelto por la tela de licra de mi bóxer. Así sobre mí, comenzó a masajear mi pene, sin liberarlo, poco a poco fue metiendo su mano dentro y me lo acariciaba, estire mis manos hasta que pude alcanzar los tirantitos del vestido y los jale hacia abajo, ella me ayudo y bajo todo el vestido quedándole en la cintura, cuando hizo esto, siguió en su labor con mi pene hasta que decidió quitarme el pantalón y el bóxer por completo, así lo hizo, dejándome completamente desnudo. Con mi pene en su mano se agacho y lo llevo a su boca, dándome una tremenda mamada, esta vez mucho mejor que la anterior, ahora ya no me lastimaba con los dientes, subía y bajaba dándome un placer extraordinario, no sé cuánto tiempo paso pero en un momento sentí que no podía mas y salió de mi un chorro de semen tremendo, que escurría por la comisura de sus labios, sin sacarse mi pene de su boca, me miraba a los ojos, después con su lengua me limpio todo lo que había escurrido hasta dejármelo completamente limpio, se recostó junto a mí y supe que era mi turno, debía hacerle sentir el inmenso placer que ella me había regalado, así que me incorpore un poco y empecé a acariciar y besar sus tetas, las besaba, las lamia, les daba pequeños pellizcos a sus pezones. Ella gemía, mi mano se dirigió a su vagina y comencé a presionar un poco sobre su clítoris, con mi otra mano baje des sus tetas y termine de despojarla del vestido que aun llevaba puesto. Baje poco a poco lamiendo por el canalito que había entre sus tetas, hasta su vientre, hice una pausa en su ombligo y seguí mi camino hacia el sur de su figura, cuando llegue al lugar indicado, me acomode entre sus piernas y comencé a lamer su vagina, metia mi lengua y la sacaba, yo me ayudaba de mis dedos para darle más placer, mi lengua daba roces a su clítoris, lo que hacía que ella diera movimientos sensuales y pequeños gritos, mi lengua aprisionaba su sexo y mis manos se apoderaban de sus tetas, pronto comenzó a moverse más rápido y por fin, lleno mi cara de un abundante liquido que yo gustoso bebía, tomo mis manos y junto a ellas se apretaba las tetas y gemía cada vez más fuerte, me incorpore y la bese. Te gusto bonita.-Si mi amor- me dijo entre jadeos. Esto es solo el principio. –Lo sé hermoso, lo sé…-. Pedí servicio al cuarto y nos llevaron dos cervezas, las bebimos y volvimos a besarnos, pronto ella ya tenía nuevamente mi pene entre mis manos, masturbándolo y yo recorría sus tetas, no aguantaba más, necesitaba penetrarla, sentirme atrapado en ella, así que la coloque sobre mí, ella entendió mi mensaje, tomo mi pene y lo puso en la entrada de su vagina, y poco a fue bajando, a medida que entraba su rostro dibujaba una mueca de dolor y placer, cuando lo tubo completamente adentro, se detuvo instante, cerró los ojos y comenzó a moverse, era ella quien controlaba el ritmo de las embestidas gritaba y gemía fuerte, tomo mis manos y las coloco sobre sus tetas, como exigiéndome que las acariciara, así lo hice mientras ella se movía con mi pene adentro, pronto comencé a sentir como aceleraba sus movimientos y se contarían sus músculos , estaba por venirse, continuo más rápido hasta que gritos y gemidos escaparon de su boca… yo aun no terminaba, así que la puse en 4 y la penetre por atrás, haciendo mis embestidas cada vez más fuerte y recordé una plática que habíamos tenido días antes…
Liz: ¿Que te gustaría hacer cuando estemos juntos bonito?
Yo: ¡Huyy muchas cosas corazón..!
Liz: dime una
Yo: Me gustaría eyacular en tus tetas y en tu cara…
Liz: ¿como en las pelis porno jjiiiji?
Yo: ¡Algo así!
Liz: Ok cuando estemos juntos nuevamente, lo haremos…
Yo estaba prendidísimo, penetrándola por atrás, y le dije: Corazón, quiero eyacular en tus tetas, -ok si hazlo bonito quiero tu lechita en mis tetas… dámela si anda amor dámela-, cuando estaba por terminar se la saque, ella se dio la vuelta, y comenzó a masturbarme, puso mi pene entre sus tetas y así me masturbo hasta que chorros de semen salieron de mi, salpicando su cara y dejando gran parte en sus tetas, era tan excitante ver como el semen escurría por sus senos firmes, puso mi pene en su boca y nuevamente lo dejo completamente limpio…
Aquella tarde lo hicimos tres veces, incluida la que describí antes, fue algo tan maravilloso que aun hoy en día cuando lo recuerdo, me hace sentir mariposas en es estomago…
Días después… era lunes
Liz: Hermoso tengo que hablar contigo.
Yo: Si bonita cuando gustes…
Liz: tiene que ser ahora…
Yo: mmm pero estoy en el trabajo.
Liz: Es urgente, ¿me puedes marcar?
Yo: por su puesto…
Ya por teléfono:
Yo: Hola bonita, ¿qué paso?
Liz: tengo algo que decirte…
Yo: no me asustes, ¿qué pasa?
Liz: Antes debes saber que te amo, y espero que me perdones y que sepas que te adoro y que amo todo lo que ha pasado, y que conocerte fue algo maravilloso en mi vida.
Yo: ¿¡Que pasa!?
Liz: ME CASO EL SABADO…
Me quede helado, no pedí explicación alguna, es mas no pude articular ni una sola palabra.
¿Qué si la amo? Si, si la amo, y he llorado mucho por ella, y no sé cuanto más valla a llorar, nunca supe sus motivos, pero siempre, siempre va a ser en mi vida lo mejor que me ha pasado...
No la volvi a ver, empece a beber como desesperado queriendo olvidar todo lo que sentia, perdi mi trabajo, mis amigos, me quede mas que solo . El dia de su cumple le envié esta carta, hasta hoy no he vuelto a saber de ella
Por ser tu cumpleaños quisiera regalarte algo especial. Algo que el tiempo no desgaste ni la vida consuma, algo que perdure, algo que puedas llevar contigo dondequiera que vayas...
Quería regalarte algo especial y por fin, se me ocurrió algo que reúne todo lo que yo deseaba: que el tiempo no desgastara que la vida no consumirá, que perdurara por siempre, y que podrás llevar contigo dondequiera que vayas. Es algo que nadie más puede regalarte:
Te regalo tu libertad, te libero de mi bonita, yo sé que me amaste, y que ahora es tiempo de olvidarme, así que de aquí en adelante no he de ser mas un problema para ti corazón, voy a levantarme, a retomar mi vida, a seguir adelante sin ti, no será fácil porque lo he perdido todo, pero eso es lo mejor, ¡que ya no puedo perder más…!
Voy a dejar de beber y de beberte de fumar y de fumarte... de pensarte; y tal vez allá a la distancia en otro tiempo te encuentre por la calle y cruce la banqueta para saludar… a la que fue mi estrella, a la mujer que despertó lo mejor y lo peor de mi, a la mujer que amé con locura, con la que he de soñar todas las noches, la mujer por la que por un beso suyo daría la vida misma…
En todos estos días no he dejado de amarte, ni un poco, y he llegado a la conclusión que olvidarte va a ser imposible, y no es porque no pueda olvidarte, lo que pasa es que no quiero olvidarte, porque ese fué el trato ¿recuerdas?, y eso es por la necesidad de también ser inolvidable en tu vida, quiero permanecer en tu memoria y en tu corazón, hazme un rinconcito y déjame vivir contigo, en tus más entrañables recuerdos, piensa en mí de vez en cuando, cierra tus ojos y revive los besos las caricias, las tardes de pasión, aunque sea por unos segundos, para que así, en otra vida, cuando nos volvamos a encontrar cuando nos volvamos a amar, sea como si el tiempo jamás hubiera transcurrido...
bonita, el mejor tiempo, es aquel tiempo, en donde el tiempo... ya no importa... te amo
somos de los pocos hombres que se han enamorado y han sufrido tanto y hemos aguantado tanto... Mucha suerte 
