lucy13
Bovino adolescente
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- 5 Abr 2011
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El estar juntos fue una experiencia completamente encantadora, a tal grado que me cuesta olvidarte, cada vez que platicamos se que te lo digo, y sé que ambos sentimos nostalgia pues queremos repetir esos momentos, y aunque mi vida sigue tranquila y mi esposo ni siquiera sospecha que algo paso, ya me decidí pasare unos días contigo, lo malo es que no podrá ser sorpresa tengo que decírtelo, no soy tan audaz como tu, pero no me preocupo ya tengo algo preparado para arreglar ese problema.
Y aquí estoy en el aeropuerto esperando verte, estoy nerviosa, debo admitirlo que no se que reacción esperar, mi vestimenta es algo que me sorprende a mi misma, una minifalda de mezclilla y una blusa negra con red en la espalda, no quise verme muy formal pero tampoco mal, no se tu reacción al verme, te distingo a lo lejos, vienes de jeans y camisa abotonada color negro, jaja si supieras lo que me encanta ver a un hombre vestido de ese color, quiero correr a abrazarte pero mi piernas no me reaccionan, llegas a donde estoy, unos minutos de silencio, y me dicen “Hola” acompañado de un beso en los labios tierno que yo no esperaba, “me moria de ganas de verte, enserio, y aquí estoy” es todo lo que pude decir, me sentía como una niña de secundaria enamorada, declarándosele a un chico, te abrazo lo mas fuerte que mis brazos me lo permiten, “Nos vamos” escuche de tu boca, yo solo afirme con la cabeza.
Ya camino a tu casa creo jaja, escucho cosas como Me alegra que estés aquí, y yo aprovecho y te cuento de mi vida y tu de la tuya.
Llegamos a unos departamentos muy lindos, “aquí vives” te comento “si pasa, bienvenida” y así pase, deje mi maleta a un lado del corredor y en cuanto entraste te abrace y poniéndome de puntitas te bese en la boca, fue un beso rápido mas por diversión que por otra cosa “ eso es lo malo de que eres muy alto” y en ese momento me levantaste un poco del suelo y me besaste en esta ocasión con más pasión que antes, mi cuerpo vibro nuevamente al sentirte, en esos momentos pegue mi cuerpo mas al tuyo, y te dije al oído, en esta ocasión no tenemos prisa, disfrutemos cada minuto lentamente.
Y así fue, dejaste que me pusiera nuevamente de pie sobre el piso, “¿me podrías decir dónde está tu baño por favor?” te pregunte, claro sígueme fue la respuesta que me diste, me llevaste no se si a apropósito o no al baño que se encontraba en lo que me dijiste es tu recamara, tenias toda la intensión de entrar conmigo, espérame aquí por favor no tardo, quería ponerme la sorpresa que te traía, al salir me encanto ver la cara que pusiste, porque me puse un vestido rojo con encaje negro y la parte de los pechos negro amarrada al cuello, el problema aquí es el largo pues me queda exactamente donde empiezan mis piernas.
En cuanto sali te abrace de nuevo y nos besamos, “te vez hermosa”, no respondí a nada solo sonreí, solo de escucharte eso me provocas, me haces sonreír a cada minuto, seguimos besándonos entre giros y abrazos hasta que tropezamos con la cama y caí yo esta vez y tu sobre mí, lo cual quedaste exactamente a la altura de mis pechos, baje la mirada para verte y con una sonrisa picara lamiste el espacio entre mis pechos, no lo soporte y deje salir de mis labios un gemido, el estar a tu lado hace que de mis sentimos más sensibles.
Y de esa manera estuvimos un tiempo solo besándonos y acariciándonos, queríamos sentirnos solamente, no nos dimos cuenta de nuestras acciones y cuando menos lo pensamos yo estabas en bóxers y yo con la parte del vestido desatada, te sentaste en la cama y me pediste que me pusiera de pie, y al hacerlo bajaste lentamente el vestido de mi cuerpo, debajo solo traía una panti negra con detalles en la parte frontal, me recosté nuevamente y esta vez yo quede sobre ti, sentía pegado a mi tu miembro, listo para dar un siguiente paso, pero aun no, no era tiempo.
Me besaste completamente, no soportaba sentir tu lengua, y tus manos al mismo tiempo, solo podía gemir, con los ojos cerrados recordaba nuestro primer encuentro mientras sentía todo lo que me hacías, en eso giraste y quede debajo de ti nuevamente, te mire a los ojos, y vi esos ojos llenos de pasión, y te pedí que me hicieras tuya pero con una sonrisa maliciosa me afirmaste que aun no.
Fuiste bajando lentamente, y con tu boca te ayudaste a bajar poco a poco mi ropa interior y asi quede completamente desnuda frente a ti, me contemplaste un momento y yo victima de los nervios solo reía, bajaste lentamente tu cabeza y sentí la punta de tu lengua en mi intimidad, un sonoro gemido escapo de mis labios y fue en ese momento que tomaste todo de mí, yo me volvía loca de placer, era una sensación única, algo delicioso, mientras lo hacías acariciabas mis piernas , tus manos eras como fuego en esos momentos, me quemaban a cada momento, y después de un momento de disfrutarlo, sentí como se tensaba mi cuerpo, y mi espalda se arqueaba y sin más explote en un orgasmo delicioso, el cual bebiste a cada momento.
Y me levante tú estabas de rodillas en la cama y lentamente baje tus bóxers, en ese momento tu miembro completamente erecto, baje la cabeza y de un movimiento lo metí a mi boca, pude apreciar un gemido tuyo lo cual me encanto, seguí lamiendo poco a poco, lo sacaba de mi boca y pasaba mi lengua a lo largo y colocaba en mi boca solo en la punta, seguí unos momentos mas pues no quería que terminaras.
Subi hasta tu cuello y lo bese lentamente, y te dije al oído, hazme el amor, creo que eso fue una bomba para ti porque te acomodaste entre mis piernas y sentí como entraba lentamente, mi cuerpo vibro al contacto, y asi poco a poco entraste en mi, sentí tus movimientos como entrabas y salías de mi, yo estaba muy excitada y solo podía gemir, besarte, acariciarte.
No sé qué hiciste en mi que los gemidos eran casi gritos, mis caricias sin darme cuenta eran rasguños, sentía tanto placer pero al mismo tiempo tanto cariño, y asi poco a poco fue explotando en deliciosos orgasmos uno a uno.
Vi en tu cara que tu momento también estaba cerca y me aferre a tu cuerpo en esta ocasión quería sentirte dentro, y al darte cuenta de eso aceleraste tus movimientos y con un gemido fui sintiendo como me llenaste, y provoco nuevamente un orgasmo más fuerte que los demás, nos quedamos exhaustos un momento, con la respiración aun agitada y asi nos quedamos descansando.
Pero sabes que es lo mejor que este es solo el inicio de un delicioso fin de semana.
Y aquí estoy en el aeropuerto esperando verte, estoy nerviosa, debo admitirlo que no se que reacción esperar, mi vestimenta es algo que me sorprende a mi misma, una minifalda de mezclilla y una blusa negra con red en la espalda, no quise verme muy formal pero tampoco mal, no se tu reacción al verme, te distingo a lo lejos, vienes de jeans y camisa abotonada color negro, jaja si supieras lo que me encanta ver a un hombre vestido de ese color, quiero correr a abrazarte pero mi piernas no me reaccionan, llegas a donde estoy, unos minutos de silencio, y me dicen “Hola” acompañado de un beso en los labios tierno que yo no esperaba, “me moria de ganas de verte, enserio, y aquí estoy” es todo lo que pude decir, me sentía como una niña de secundaria enamorada, declarándosele a un chico, te abrazo lo mas fuerte que mis brazos me lo permiten, “Nos vamos” escuche de tu boca, yo solo afirme con la cabeza.
Ya camino a tu casa creo jaja, escucho cosas como Me alegra que estés aquí, y yo aprovecho y te cuento de mi vida y tu de la tuya.
Llegamos a unos departamentos muy lindos, “aquí vives” te comento “si pasa, bienvenida” y así pase, deje mi maleta a un lado del corredor y en cuanto entraste te abrace y poniéndome de puntitas te bese en la boca, fue un beso rápido mas por diversión que por otra cosa “ eso es lo malo de que eres muy alto” y en ese momento me levantaste un poco del suelo y me besaste en esta ocasión con más pasión que antes, mi cuerpo vibro nuevamente al sentirte, en esos momentos pegue mi cuerpo mas al tuyo, y te dije al oído, en esta ocasión no tenemos prisa, disfrutemos cada minuto lentamente.
Y así fue, dejaste que me pusiera nuevamente de pie sobre el piso, “¿me podrías decir dónde está tu baño por favor?” te pregunte, claro sígueme fue la respuesta que me diste, me llevaste no se si a apropósito o no al baño que se encontraba en lo que me dijiste es tu recamara, tenias toda la intensión de entrar conmigo, espérame aquí por favor no tardo, quería ponerme la sorpresa que te traía, al salir me encanto ver la cara que pusiste, porque me puse un vestido rojo con encaje negro y la parte de los pechos negro amarrada al cuello, el problema aquí es el largo pues me queda exactamente donde empiezan mis piernas.
En cuanto sali te abrace de nuevo y nos besamos, “te vez hermosa”, no respondí a nada solo sonreí, solo de escucharte eso me provocas, me haces sonreír a cada minuto, seguimos besándonos entre giros y abrazos hasta que tropezamos con la cama y caí yo esta vez y tu sobre mí, lo cual quedaste exactamente a la altura de mis pechos, baje la mirada para verte y con una sonrisa picara lamiste el espacio entre mis pechos, no lo soporte y deje salir de mis labios un gemido, el estar a tu lado hace que de mis sentimos más sensibles.
Y de esa manera estuvimos un tiempo solo besándonos y acariciándonos, queríamos sentirnos solamente, no nos dimos cuenta de nuestras acciones y cuando menos lo pensamos yo estabas en bóxers y yo con la parte del vestido desatada, te sentaste en la cama y me pediste que me pusiera de pie, y al hacerlo bajaste lentamente el vestido de mi cuerpo, debajo solo traía una panti negra con detalles en la parte frontal, me recosté nuevamente y esta vez yo quede sobre ti, sentía pegado a mi tu miembro, listo para dar un siguiente paso, pero aun no, no era tiempo.
Me besaste completamente, no soportaba sentir tu lengua, y tus manos al mismo tiempo, solo podía gemir, con los ojos cerrados recordaba nuestro primer encuentro mientras sentía todo lo que me hacías, en eso giraste y quede debajo de ti nuevamente, te mire a los ojos, y vi esos ojos llenos de pasión, y te pedí que me hicieras tuya pero con una sonrisa maliciosa me afirmaste que aun no.
Fuiste bajando lentamente, y con tu boca te ayudaste a bajar poco a poco mi ropa interior y asi quede completamente desnuda frente a ti, me contemplaste un momento y yo victima de los nervios solo reía, bajaste lentamente tu cabeza y sentí la punta de tu lengua en mi intimidad, un sonoro gemido escapo de mis labios y fue en ese momento que tomaste todo de mí, yo me volvía loca de placer, era una sensación única, algo delicioso, mientras lo hacías acariciabas mis piernas , tus manos eras como fuego en esos momentos, me quemaban a cada momento, y después de un momento de disfrutarlo, sentí como se tensaba mi cuerpo, y mi espalda se arqueaba y sin más explote en un orgasmo delicioso, el cual bebiste a cada momento.
Y me levante tú estabas de rodillas en la cama y lentamente baje tus bóxers, en ese momento tu miembro completamente erecto, baje la cabeza y de un movimiento lo metí a mi boca, pude apreciar un gemido tuyo lo cual me encanto, seguí lamiendo poco a poco, lo sacaba de mi boca y pasaba mi lengua a lo largo y colocaba en mi boca solo en la punta, seguí unos momentos mas pues no quería que terminaras.
Subi hasta tu cuello y lo bese lentamente, y te dije al oído, hazme el amor, creo que eso fue una bomba para ti porque te acomodaste entre mis piernas y sentí como entraba lentamente, mi cuerpo vibro al contacto, y asi poco a poco entraste en mi, sentí tus movimientos como entrabas y salías de mi, yo estaba muy excitada y solo podía gemir, besarte, acariciarte.
No sé qué hiciste en mi que los gemidos eran casi gritos, mis caricias sin darme cuenta eran rasguños, sentía tanto placer pero al mismo tiempo tanto cariño, y asi poco a poco fue explotando en deliciosos orgasmos uno a uno.
Vi en tu cara que tu momento también estaba cerca y me aferre a tu cuerpo en esta ocasión quería sentirte dentro, y al darte cuenta de eso aceleraste tus movimientos y con un gemido fui sintiendo como me llenaste, y provoco nuevamente un orgasmo más fuerte que los demás, nos quedamos exhaustos un momento, con la respiración aun agitada y asi nos quedamos descansando.
Pero sabes que es lo mejor que este es solo el inicio de un delicioso fin de semana.
