Antes que nada le agradezco los comentarios al anterior relato, ahora les platicaré sobre la segunda cita con mi linda niña.
El jueves pasado tome el celular y le marque a Dianita, para confirmar que nos veríamos el viernes, a lo que me contesto que está más que lista y ganosa, esto con esa vocecita de niña cachonda que me encanta, juro que me daban ganas de ir en ese mismo momento a comérmela, pero tenía que esperar, así que quedamos en invitarla a desayunar y luego irnos a algún lugar cómodo.
Al salir de la oficina me dirigí al centro, quería comprarle algo de lencería (siempre me ha puesto caliente cogerlas con la tanga solo echa a un lado), así que le compre tres juegos de lencería y baby doll: rojo, blanco y negro; además de un regalito sorpresa.
Los tres de hilo y un pequeño triangulito al frente con lindo moño, el rojo además tenía un holán que le hacía verse lindo en el maniquí, así que me imagine verlo en su colita y no lo dude dos veces; para despistar el gasto y tardanza aproveche y le compre a mi esposa algo de lencería sexy y me fui a la casa.
A mi esposa le encanto el regalo, afortunadamente andaba muerta por el trabajo y me prometió estrenarlo el fin de semana; eso la verdad me agrado pues no quería desgastarme nada para mi encuentro con la niña.
Viernes 8:00 am
Le marque a su celular.
-¿Bueno? –Me contesto.
-Hola bombón, ¿cómo estas mami?, ¿Lista?
-Claro papito, si ando ya bien ganosa, como ves si pasas por mi a la estación del Metro Universidad?
- Claro linda, voy…- le colgué y salí volando a verla, ya la tenía muy tiesa solo de imaginar lo que pasaría.
El jueves le había recordado a mi jefe que tomaría toda la mañana y a mi esposa que estaría en juntas, todo iba prefecto; me detuve un poco en una farmacia pase a comprar algunas cosas que necesitaría y después seguí hasta la uni, donde ya estaba, ahora se veía lindísima con una pequeña minifalda blanca que le contrastaba rico con su piel trigueña, una blusita roja y como hacia algo de frio traía una “mini” chamarra, la verdad no se para que sirvan ese tipo de chamarras ya que no tapan el frio, pero en ese momento me valió madre.
-Hola nene – Me saludó al subir mientras me daba un rico beso.
- Hola linda, ¿Pensé que no vendrías a la escuela?
-Jeje, tuve que hacerlo para que en mi casa no sospecharan, pero hoy es otro el lápiz que pienso utilizar- me decía mientras pasaba su manita por encima de mi paquete, el cual ya estaba más que listo.
- Bueno linda, te invito a desayunar, va?
-Mmm hay papi, ya desayune, te digo que tenía que fingir jeje, pero te acompaño.
- Ok, mira que si necesitare energías.
Pasamos a un VIP’s yo solo pedí uno hot cakes, y la convencí de que me ayudará con uno, durante el desayuno me comenzó a platicar que tiene 19 añitos, tiene novio (o bueno tenia jeje) y, lo que obviamente ya había comprobado, que le encanta el sexo.
Pedí la cuenta y salimos, tomamos rumbo al motel, yo ya iba acariciándole las piernas y metiendo mis dedos bajo su falda, ella me abrió un poco sus piernas, cerró sus ojos y se recargo completamente en el asiento dejándose hacer por mis dedos.
Empezó a suspirar y dar pequeños gemiditos ahogados, pude comprobar como traía mojadas sus pantaletas, la hice a un lado y metí mi dedo en su deliciosa cuevita lo que provocó que abriera sus ojos mientras gemía más fuerte y luego volteo a verme con una sonrisa hermosa.
Llegamos al motel, procure escoger uno con estacionamiento para cada habitación, pase a pagar y luego entramos.
Apenas bajando la cortina mi niña ya estaba abajo esperándome para darme un delicioso beso, mientras comenzaba a acariciarle su espalda hasta llegar a su colita, duramos algunos minutos entre besos y caricias.
-Hay papi, no sabes cómo estaba ganosa e estar contigo otra vez.
-Yo estaba igual linda, ansiaba ya este momento; ven, te traje unos regalos
- ¡¿En verdad?! – Su carita se le ilumino dando un pequeño saltito.
-Si, espérame –fui a la cajuela, saque un par de bolsas y se las dí- mira, pero no las abras aun, ahorita en el cuarto las ves.
Entramos casi corriendo y ella vacio una de las bolsas, yo alcance a decirle que la otra era sorpresa que no la abriera aun.
Cuando empezó a ver los coordinados puso una carita de malicia divina.
-Papi, quieres que te los modele?
-Claro Bebe, me muero de ganas por vértelos.
Corrió al baño con la bolsa, tardo un poco y entonces me grito que cerrara los ojos, así lo hice hasta que volví a escuchar su voz:
-Ya los puedes abrir.
-WOW!!! te ves increíble, mejor de lo que imagine- se había puesto el de color blanco y el contraste que hacía con su piel era delicioso, el su senos se veían voluptuosos por la forma del sostén, el baby doll le llegaba un poco debajo de la cintura y la tanga se perdía en su colita.
-Pero no me gusta esto-me dijo haciendo un ligero puchero y señalando su entrepierna, pues algunos vellos salían por los lados.
-No te apures linda, tengo la solución- de la otra bolsa saque una rasuradora, gel y crema humectante, ya había considerado dejar limpia su rajita y ella al verlo puso una carita de cachonda que daban ganas de cogerla con fuerza, pero tenía que ir con calma, así que fui por ella y la lleve al baño, se quito la tanga y el baby doll, puse una toalla en el lavabo y la ayude a subirse.
Abrió sus piernitas y yo con unas pequeñas tijeras recorte los vellos más largos, luego pase la rasuradora despacio por toda el área, esto le estaba provocando mucha excitación, podía ver como se mojaba y empezaba a respirar más agitado.
Cuando vi que todo estaba limpio, le aplique algo de gel de afeitar, el contacto con mis dedos la hizo dar un pequeño salto y soltar un suspiro; continué con delicadeza con un rastrillo y al final le lave y aplique crema humectante.
Estaba acariciándole con la crema y aproveche para pasear mis dedos por la entrada a su vagina, ella ya tenía los ojos cerrados y gemía delicioso, tenía unas ganas enormes de comerle su cosita pero no era tiempo aun.
Así que volví a la cama y la deje cambiándose, cuando la volví a ver era una diosa, camino despacio hacia mí, la tome de la cintura y nos dimos un beso profundo, mi lengua le recorría la boca tanto como mis manos su espalda y su colita, ya no soportaba más y tenía que hacerla mía nuevamente.
Ella empezó a desabotonarme la camisa y sin dejar de besarnos, yo le acariciaba los senos sobre el sostén al igual que su entrepierna, en unos segundos ya me tenía con el torso desnudo y comenzaba a zafar mi cinturón.
Me puse de pie y la cargue para acostarla en la cama, me termine de quitar el pantalón, y le acerque mi verga a su boquita, ella comenzó a comérsela con desesperación, y yo le acariciaba su cuerpo, desde sus senos hasta su panochita.
-Cierra tus ojos nenita.
-Si papi…-Me dijo y se volvió a meter la verga a la boca.
Con cuidado jale la bolsa y saque el lubricante y una caja, le había comprado un consolador, procure que fuera del tamaño de mi verga, le aplique un poco de lubricante, hice a un lado la tanga y comencé a masajearle el clítoris con la punta, en ese momento mi niña abrió los ojos muy grandes y soltó un fuerte gemido que yo ahogue, pues no le deje sacar mi verga ni voltear a ver.
Despacio comencé a meterle el consolador y a cogerla mientras ella comenzó a chuparme más deprisa, hasta que en cierto momento con su manita me la apretó y se detuvo un poco, sus piernitas se pusieron tensas y sentí como la humedad me llegaba a la mano con la que sostenía el juguete.
-Ahora si mami, voy yo.
Le saque el juguete y baje a su rajita, le hice a un lado la tanga y comencé a pasearle mi lengua y a meterla lo más que podía, ella ya estaba muy sensible y solo gemía y gritaba, me tomo del pelo y me quería meter en ella, me pedía que no me detuviera y que la siguiera cogiendo con mi lengua.
Mientras le seguía lamiendo mis dedos empezaron a entrar y salir, cuando ya estuvieron muy lubricados empecé a acariciarle su culito.
Le pedí que se pusiera en 4 con la colita bien levanta, me volví a perder comiéndole su rajita y paseando mi lengua hasta su culito. Era fascinante la imagen de su colita levantada, son sus medias blandas, la tanga echa a un lado y el baby doll cubriendo su espalda.
-Ya métemela!!, no aguanto bebe, cógeme duro, anda reviéntame la cola.
Cuando una reina pide se le tiene que cumplir así que le apunte la punta de mi palo a su conchita y se la deje ir de un golpe, ella solo apretó las sabanas y gimió fuerte, empecé a bombearla y a acariciarle esas ricas nalgas que tiene; mientras subía el ritmo.
Se la saque y me acosté, ella entendió perfectamente y se subió, metiéndosela toda en un solo sentón y comenzándose amover, le abrí el sostén y le comencé a comer sus tetas, ella gritaba seguía clavándose rico, comenzó a moverse más rápido, cada que yo le mordía suave alguno de sus pezones.
Luego pase mi mano a su colita y mi dedo empezó a acariciar y entrar en su apretado agujerito.
-Me lo volverás a romper papi?- me pregunto entre gemidos.
-Claro bebe, siempre te cogeré por el culito, aprietas delicioso.
-Es todo tuyo amor, solo se cuidadoso.
La levante un poco por la cintura y la fui acomodando a ponerle la punta en su culito, ella me ayudo con su manita y cuanto estaba lista, se fue dejando caer poco apoco, me clavo sus uñas en el pecho y en su rostro reflejaba un ligero dolor, pero no se detuvo hasta tenerla toda dentro.
Se movía y apretaba delicioso yo con mis dedos seguía acariciando su clítoris, la niña era un manantial de néctar.
-Ponte a gatas de nuevo mamita, voy por un condón.
-No papi, sin condón, quiero tu lechita, no te apures yo tomo pastillas desde hace tiempo.
Me encantó la idea y se la metí empinadita, tome el consolador y empecé a jugárselo en la entrada a su culito; después se lo fui metiendo despacio, sentí como me apretó la verga con la entrada del juguete y mi niña soltó un grito que bien pudo oírse hasta la calle, lo ahogo mordiendo la almohada y cuando ya se había acostumbrado volteo a verme, completamente sudada y me pedía que la empezara a coger que estaba gozando demasiado.
Le seguí dando mientras le acariciaba su espalda y su colita, es una delicia esa niña; le avise que ya no aguantaba mucho y ella empezó a mover su colita empujándomela, hasta que no pude más y se la llene de leche, se la saque, y le deje el consolados en su culito y le puse mi verga en su boquita, la limpio completamente y me acosté a su lado.
-Eres un sueño linda.
-Gracias papi, es que me encanta como me tratas y lo que me haces.
-Tú lo provocas y te voy a hacer más cositas, aun tenemos tiempo je je
Descansamos un poco y luego seguimos jugando… pero eso se los contaré después.
El jueves pasado tome el celular y le marque a Dianita, para confirmar que nos veríamos el viernes, a lo que me contesto que está más que lista y ganosa, esto con esa vocecita de niña cachonda que me encanta, juro que me daban ganas de ir en ese mismo momento a comérmela, pero tenía que esperar, así que quedamos en invitarla a desayunar y luego irnos a algún lugar cómodo.
Al salir de la oficina me dirigí al centro, quería comprarle algo de lencería (siempre me ha puesto caliente cogerlas con la tanga solo echa a un lado), así que le compre tres juegos de lencería y baby doll: rojo, blanco y negro; además de un regalito sorpresa.
Los tres de hilo y un pequeño triangulito al frente con lindo moño, el rojo además tenía un holán que le hacía verse lindo en el maniquí, así que me imagine verlo en su colita y no lo dude dos veces; para despistar el gasto y tardanza aproveche y le compre a mi esposa algo de lencería sexy y me fui a la casa.
A mi esposa le encanto el regalo, afortunadamente andaba muerta por el trabajo y me prometió estrenarlo el fin de semana; eso la verdad me agrado pues no quería desgastarme nada para mi encuentro con la niña.
Viernes 8:00 am
Le marque a su celular.
-¿Bueno? –Me contesto.
-Hola bombón, ¿cómo estas mami?, ¿Lista?
-Claro papito, si ando ya bien ganosa, como ves si pasas por mi a la estación del Metro Universidad?
- Claro linda, voy…- le colgué y salí volando a verla, ya la tenía muy tiesa solo de imaginar lo que pasaría.
El jueves le había recordado a mi jefe que tomaría toda la mañana y a mi esposa que estaría en juntas, todo iba prefecto; me detuve un poco en una farmacia pase a comprar algunas cosas que necesitaría y después seguí hasta la uni, donde ya estaba, ahora se veía lindísima con una pequeña minifalda blanca que le contrastaba rico con su piel trigueña, una blusita roja y como hacia algo de frio traía una “mini” chamarra, la verdad no se para que sirvan ese tipo de chamarras ya que no tapan el frio, pero en ese momento me valió madre.
-Hola nene – Me saludó al subir mientras me daba un rico beso.
- Hola linda, ¿Pensé que no vendrías a la escuela?
-Jeje, tuve que hacerlo para que en mi casa no sospecharan, pero hoy es otro el lápiz que pienso utilizar- me decía mientras pasaba su manita por encima de mi paquete, el cual ya estaba más que listo.
- Bueno linda, te invito a desayunar, va?
-Mmm hay papi, ya desayune, te digo que tenía que fingir jeje, pero te acompaño.
- Ok, mira que si necesitare energías.
Pasamos a un VIP’s yo solo pedí uno hot cakes, y la convencí de que me ayudará con uno, durante el desayuno me comenzó a platicar que tiene 19 añitos, tiene novio (o bueno tenia jeje) y, lo que obviamente ya había comprobado, que le encanta el sexo.
Pedí la cuenta y salimos, tomamos rumbo al motel, yo ya iba acariciándole las piernas y metiendo mis dedos bajo su falda, ella me abrió un poco sus piernas, cerró sus ojos y se recargo completamente en el asiento dejándose hacer por mis dedos.
Empezó a suspirar y dar pequeños gemiditos ahogados, pude comprobar como traía mojadas sus pantaletas, la hice a un lado y metí mi dedo en su deliciosa cuevita lo que provocó que abriera sus ojos mientras gemía más fuerte y luego volteo a verme con una sonrisa hermosa.
Llegamos al motel, procure escoger uno con estacionamiento para cada habitación, pase a pagar y luego entramos.
Apenas bajando la cortina mi niña ya estaba abajo esperándome para darme un delicioso beso, mientras comenzaba a acariciarle su espalda hasta llegar a su colita, duramos algunos minutos entre besos y caricias.
-Hay papi, no sabes cómo estaba ganosa e estar contigo otra vez.
-Yo estaba igual linda, ansiaba ya este momento; ven, te traje unos regalos
- ¡¿En verdad?! – Su carita se le ilumino dando un pequeño saltito.
-Si, espérame –fui a la cajuela, saque un par de bolsas y se las dí- mira, pero no las abras aun, ahorita en el cuarto las ves.
Entramos casi corriendo y ella vacio una de las bolsas, yo alcance a decirle que la otra era sorpresa que no la abriera aun.
Cuando empezó a ver los coordinados puso una carita de malicia divina.
-Papi, quieres que te los modele?
-Claro Bebe, me muero de ganas por vértelos.
Corrió al baño con la bolsa, tardo un poco y entonces me grito que cerrara los ojos, así lo hice hasta que volví a escuchar su voz:
-Ya los puedes abrir.
-WOW!!! te ves increíble, mejor de lo que imagine- se había puesto el de color blanco y el contraste que hacía con su piel era delicioso, el su senos se veían voluptuosos por la forma del sostén, el baby doll le llegaba un poco debajo de la cintura y la tanga se perdía en su colita.
-Pero no me gusta esto-me dijo haciendo un ligero puchero y señalando su entrepierna, pues algunos vellos salían por los lados.
-No te apures linda, tengo la solución- de la otra bolsa saque una rasuradora, gel y crema humectante, ya había considerado dejar limpia su rajita y ella al verlo puso una carita de cachonda que daban ganas de cogerla con fuerza, pero tenía que ir con calma, así que fui por ella y la lleve al baño, se quito la tanga y el baby doll, puse una toalla en el lavabo y la ayude a subirse.
Abrió sus piernitas y yo con unas pequeñas tijeras recorte los vellos más largos, luego pase la rasuradora despacio por toda el área, esto le estaba provocando mucha excitación, podía ver como se mojaba y empezaba a respirar más agitado.
Cuando vi que todo estaba limpio, le aplique algo de gel de afeitar, el contacto con mis dedos la hizo dar un pequeño salto y soltar un suspiro; continué con delicadeza con un rastrillo y al final le lave y aplique crema humectante.
Estaba acariciándole con la crema y aproveche para pasear mis dedos por la entrada a su vagina, ella ya tenía los ojos cerrados y gemía delicioso, tenía unas ganas enormes de comerle su cosita pero no era tiempo aun.
Así que volví a la cama y la deje cambiándose, cuando la volví a ver era una diosa, camino despacio hacia mí, la tome de la cintura y nos dimos un beso profundo, mi lengua le recorría la boca tanto como mis manos su espalda y su colita, ya no soportaba más y tenía que hacerla mía nuevamente.
Ella empezó a desabotonarme la camisa y sin dejar de besarnos, yo le acariciaba los senos sobre el sostén al igual que su entrepierna, en unos segundos ya me tenía con el torso desnudo y comenzaba a zafar mi cinturón.
Me puse de pie y la cargue para acostarla en la cama, me termine de quitar el pantalón, y le acerque mi verga a su boquita, ella comenzó a comérsela con desesperación, y yo le acariciaba su cuerpo, desde sus senos hasta su panochita.
-Cierra tus ojos nenita.
-Si papi…-Me dijo y se volvió a meter la verga a la boca.
Con cuidado jale la bolsa y saque el lubricante y una caja, le había comprado un consolador, procure que fuera del tamaño de mi verga, le aplique un poco de lubricante, hice a un lado la tanga y comencé a masajearle el clítoris con la punta, en ese momento mi niña abrió los ojos muy grandes y soltó un fuerte gemido que yo ahogue, pues no le deje sacar mi verga ni voltear a ver.
Despacio comencé a meterle el consolador y a cogerla mientras ella comenzó a chuparme más deprisa, hasta que en cierto momento con su manita me la apretó y se detuvo un poco, sus piernitas se pusieron tensas y sentí como la humedad me llegaba a la mano con la que sostenía el juguete.
-Ahora si mami, voy yo.
Le saque el juguete y baje a su rajita, le hice a un lado la tanga y comencé a pasearle mi lengua y a meterla lo más que podía, ella ya estaba muy sensible y solo gemía y gritaba, me tomo del pelo y me quería meter en ella, me pedía que no me detuviera y que la siguiera cogiendo con mi lengua.
Mientras le seguía lamiendo mis dedos empezaron a entrar y salir, cuando ya estuvieron muy lubricados empecé a acariciarle su culito.
Le pedí que se pusiera en 4 con la colita bien levanta, me volví a perder comiéndole su rajita y paseando mi lengua hasta su culito. Era fascinante la imagen de su colita levantada, son sus medias blandas, la tanga echa a un lado y el baby doll cubriendo su espalda.
-Ya métemela!!, no aguanto bebe, cógeme duro, anda reviéntame la cola.
Cuando una reina pide se le tiene que cumplir así que le apunte la punta de mi palo a su conchita y se la deje ir de un golpe, ella solo apretó las sabanas y gimió fuerte, empecé a bombearla y a acariciarle esas ricas nalgas que tiene; mientras subía el ritmo.
Se la saque y me acosté, ella entendió perfectamente y se subió, metiéndosela toda en un solo sentón y comenzándose amover, le abrí el sostén y le comencé a comer sus tetas, ella gritaba seguía clavándose rico, comenzó a moverse más rápido, cada que yo le mordía suave alguno de sus pezones.
Luego pase mi mano a su colita y mi dedo empezó a acariciar y entrar en su apretado agujerito.
-Me lo volverás a romper papi?- me pregunto entre gemidos.
-Claro bebe, siempre te cogeré por el culito, aprietas delicioso.
-Es todo tuyo amor, solo se cuidadoso.
La levante un poco por la cintura y la fui acomodando a ponerle la punta en su culito, ella me ayudo con su manita y cuanto estaba lista, se fue dejando caer poco apoco, me clavo sus uñas en el pecho y en su rostro reflejaba un ligero dolor, pero no se detuvo hasta tenerla toda dentro.
Se movía y apretaba delicioso yo con mis dedos seguía acariciando su clítoris, la niña era un manantial de néctar.
-Ponte a gatas de nuevo mamita, voy por un condón.
-No papi, sin condón, quiero tu lechita, no te apures yo tomo pastillas desde hace tiempo.
Me encantó la idea y se la metí empinadita, tome el consolador y empecé a jugárselo en la entrada a su culito; después se lo fui metiendo despacio, sentí como me apretó la verga con la entrada del juguete y mi niña soltó un grito que bien pudo oírse hasta la calle, lo ahogo mordiendo la almohada y cuando ya se había acostumbrado volteo a verme, completamente sudada y me pedía que la empezara a coger que estaba gozando demasiado.
Le seguí dando mientras le acariciaba su espalda y su colita, es una delicia esa niña; le avise que ya no aguantaba mucho y ella empezó a mover su colita empujándomela, hasta que no pude más y se la llene de leche, se la saque, y le deje el consolados en su culito y le puse mi verga en su boquita, la limpio completamente y me acosté a su lado.
-Eres un sueño linda.
-Gracias papi, es que me encanta como me tratas y lo que me haces.
-Tú lo provocas y te voy a hacer más cositas, aun tenemos tiempo je je
Descansamos un poco y luego seguimos jugando… pero eso se los contaré después.
