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La mujer de Don Genaro

limiste

Bovino adolescente
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28 Feb 2012
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La lluvia caía a raudales en el pueblo donde vivo, mi pobre madre estaba un poco enferma, por ello tenia que ir a la farmacia a comprarle algunos medicamentos, no se veía nada en el camino de terracería que tenia que cruzar. Era una tormenta acompañada de rayos y centellas, el estruendo de los truenos me hacia estremecer hasta la medula, en un momento pensé en regresarme a casa, pero mi mama siempre hacia sacrificios por mi, así que esto era lo menos que yo pudiese hacer por ella.

Al avanzar por el camino de “las pedreras”, así se llama porque por ahí hay muchas pedreras donde trabajan muchas de ellas extrayendo minerales de los cerros, pude ver que una mujer estaba ahí bajo el resguardo de un árbol, llevaba consigo algunas maletas y morrales. Me detuve y le pregunte a donde se dirigía, ella me contesto que al pueblo de San Felipe, a visitar a un pariente. Me ofreci a llevarla, primero dijo que no, pero después de convencerla que estaba en una zona peligrosa por los rayos, ya que en ese lugar algunos caballos han muerto por los rayos.

Ella se llama Maricruz, a sus 25 años esta de muy buen ver, robusta, no gorda, con unas tetas medianas, pero eso si una cadera amplia y un trasero grande y delicioso, su cabellera güera, pero no natural. Es una atractiva mujer.

Ya en camino ella me dijo que venia a visitar a un pariente suyo, mejor dicho a su esposo, a Don Genaro, un señor de mas de 60 años, muy flaco, que aparenta mas edad. El trabaja como carpintero así como de hacer otros trabajos en el pueblo, tiene mas de 2 años que llego a vivir ahí en la comunidad, la gente se ha encariñado con el, pero el no contaba nada de su vida privada. Maricruz vino a mi pueblo pues tenia un mes de no verlo, ya que ella radica en la ciudad capital donde estudia la preparatoria comercial (para ser secretaria), alla había conocido a este señor y se caso con el, pero con la condición de que ella terminara su carrera, pues era una promesa que le había hecho a su mama quien había fallecido algunos años antes.

¿Se imaginan a un hombre de mas de 60 años con una muchachita de 25? Pues créanlo pero así paso, ella se caso con el un año antes, yo no quise indagar mas con el asunto, pero ella me dijo que lo conocio en el pueblo de Santa Teresita, vecino a mi pueblo natal, alla había vivido algunos años antes Don Genaro y desde mas chiquilla el quería algo con ella, pero nunca se había animado, pero a raíz de la muerte de su mama ella decidio casarse con el en agradecimiento.

Segui manejando en medio de la lluvia torrencial, ya entrados en el pueblo la fui a dejar directamente en la casa de don Genaro, el la recibió de muy buena manera, y a mi me dio las gracias por esta acción. Me despedi de ellos y me fui a la farmacia a comprar los medicamentos que mama me había indicado.

Días después me apersone en el pueblo, ya que la camioneta traía una falla, así que iba con don Genaro a que si el podía hacerle algo, sino tenia que llevarla a santa Teresita y ahí si me llevaría mas tiempo y no lograría llevar al “Jeremias” (mi caballo) a las carreras de la noche.

Cuando llegue a la casa de don Genaro el se veía feliz, muy contento. “muchacho voy a ser papa de nuevo” me dijo. Yo lo felicite, me sentí contento por el, pues en una ocasión me conto que el tiene otros 3 hijos pero se fueron para Gringolandia y no le han vuelto a llamar ni mandarle dinero, así que ese bebe seria un nuevo comienzo a pesar de su avanzada edad. Me sentí un poco desconcertado pues no me imaginaba a esa mujer embarazada, sabia que se veria mas bonita de lo que esta, pero ahora llevando un bebe en la panza se veria mas bonita, pero sobre todo mas buenota, pues estando panzonas les crecen las chiches, y se le ven mas grandototas.

Con el tiempo a Maricruz se le notaba mas y mas la panzota, mi mama le tejio algunas cosas para el bebe y otras vecinas se juntaron para hacerle una fiesta de bienvenida al bebe. Don Genaro y Maricruz se mostraron agradecidos con los detalles que se les dieron, y pues yo si me sentía triste la mera verdad porque yo había querido cogérmela, pero bueno se que ya vendrá la mía después.

Ya que Maricruz se alivio, dios le trajo un varoncito, al que le llamaron David, como el papa de don Genaro que así se llamaba. La felicidad estaba muy palpable en ambos, a todos lados iban juntos llevando al bebe, incluso en la fiesta del bautizo don Genaro como se dice literalmente “echo la casa por la ventana”, hubo de todo, música de tambora, tamales, cerveza y hasta tequila.

El tiempo paso, don Genaro y Maricruz empezaron a tener algunos problemas, la diferencia de edades era mas palpable, el se veía cada vez mas viejo, y ella se veía mas joven, y sobre todo muy maternal al cuidado de Davidcito. Una vez que venia en mi caballo ella estaba debajo del mismo árbol donde la vi el otra vez, le pregunte si se le ofrecia algo y ella me mento la madre, yo le hice lo mismo, vaya, no soy grosero pero pensé que estaba en problemas y yo por pendejo y ofrecido me había tocado algo de eso. Al estarme alejando ella me grito que regresara. Cuando lo hice ella me dijo que no era mi culpa de estar así, que había sido don Genaro el que la había hecho enojar, todo porque quería ir a un baile a santa teresita y el no quería acompañarla, ella se enojo bastante y por eso había salido como alma del diablo.

Me baje del “jeremias” y me puse a platicar con ella, yo le hice ver que nadie le había puesto una pistola para casarse con el, ella fue quien lo escogío para casarse, así que tenia que aguantarse y hacer lo que su corazón le dijera con respecto a el, que se tranquilizara y pensara principalmente en su bebe. Maricruz me dijo que no había terminado el amor que sentía por el, pero que por la edad de el ya no hacían cosas como irse a bailes y fiestas, incluso el no la dejaba ir a su pueblo a visitar a sus parientes, y que el tenia muy chiflado al bebe, dejándola a un lado en cuestiones de la educación del bebe.

Ya después de un rato de hablar con Maricruz, ella se tranquilizo, agarro las cosas con mas calma y de nueva cuenta me pidió que la acercara al pueblo sin llegar ahí, pues las vecinas chismosas no faltan y van a pensar que estábamos haciendo otra cosa en vez de platicar. Antes de bajarse del jeremias, Maricruz me dio un beso en la boca, ella me dijo que solo era tentacion de hacerlo, que no significaba nada mas que eso, pues nunca antes había besado a nadie a excepción de don Genaro.

Ese beso me dejo muy pensativo, ¿Por qué lo habría echo? Seria verdad eso que dijo de solo tentacion de hacerlo, ¿o seria que si había algo entre nosotros? El regreso a mi casa fue a paso lento, pues tenia que pensar muchas cosas sobre esa situación que ocurrio, quería aclarar mi mente sobre esta acción de Maricruz, si me agradaba , pero traicionar así a don Genaro, haber besado a su mujer, bueno ella había sido quien me beso a mi. Esa noche antes de dormirme me di un baño, ya que el calor había estado tremendo en el pueblo y el trabajo en la casa me había dejado todo sudoroso y cansado, me bañe con agua bien helada, eso me refresco un chingo, me vi el pito parado y me lo jale pensando en las nalgotas de la Maricruz, imagine que estaba llenándole las nalgotas con mi leche.

Días después me toco ir a la capital, porque mi mama y mi abuela necesitaban que les llevara algunas cosas para la fiesta de los XV años de mi prima “tita” (se llama Enriqueta, pero así le decimos de cariño), me fui bien temprano, a eso de las 5 de la mañana porque la carretera se pone llena y se dificulta mas que todo por los tráileres que por ahí van. Además que me tenia que regresar de volada, pues la fiesta era en dos días posteriores y había muchas cosas que hacer.

Me fui, como les digo bien tempranito, en la camioneta, eso si llevaba mi termo con café bien hirviendo, para tomármelo y no quedarme dormido. Cuando iba saliendo del pueblo y tomar la carretera vi que venia sola la Maricruz caminando a prisa y solamente con una maleta mediana. Me acerque a ella, le pregunte a donde iba y me contesto que iba a la capital a ver unos asuntos de su escuela. Yo me ofreci, claro, si ella deseaba, a llevarla hasta alla, pues el camión que va a la capital ya se había ido y se tardaba en volver a pasar. Sin pensarlo dos veces Maricruz se subio en la camioneta y continuamos el viaje a la capital.

Ya que íbamos en camino hablamos de lo que sucedió el otro día con el beso que nos dimos en el campo. Ella me respondió que ni se acordaba, pues que no había significado nada para ella, yo le respondí que si para ella no había significado nada, para mi si, había sido algo lindo ese detalle que ella tuvo para mi. Pero por lo visto ella no le había dado mas importancia que cualquier otra cosa.

“¿Quieres que te de otro beso?” Me dijo

“Solo si tu lo quieres” le respondí

Maricruz se acerco a mi, me pidió que me orillara un poco en el camino, así evitaríamos un accidente, me agarro de la cara y me comenzó a besar, me sentía pleno y dichoso en volver a besar esa deliciosa boca, saborear su sabor con mi boca, probar otra vez sus labios me comprobaban que ella era una mujer especial.

¡te deseo! Atine a decirle entre labios

¿A que te refieres?, pregunto ingenuamente

“Si quiero hacerte mia, quiero hacerlo contigo, quiero hacer el amor contigo Maricruz”, mas claro y directo no pude haber sido con ella

“no, eso seria algo prohibido” decía sin dejar de besarme

“No me importa condenarme por estar en una cama haciéndotelo” respondí

Ella se aparto de mi, me miro a los ojos, y sin pensarlo tanto tiempo de su boca emergieron esa tan esperada respuesta: “si”

Ahora lo que nos faltaba era donde lo íbamos a hacer, no había lugares cercas disponibles para hacerlo, así que me enfile directamente en la carretera hasta la capital, pues ahí lo que sobran son hoteles. Bueno desde antes de llegar ya hay hoteles en la orilla de la carretera, algunos caros otros económicos. Por disfrutar ese culo no iba a ponerme tacaño en gastar un poco mas de centavos en un hotel con ella.

Me metí al primer motel que encontré, ella estaba nerviosa, pero bien segura de que lo haríamos. Estacione la camioneta en el cuarto, cerré la cortina y directo nos metimos al cuarto.

Ella se sento en la cama, sus ojos admiraban todo a su alrededor, le parecía nuevo ese lugar, pues según ella don Genaro solo se la cogia en su casa, ella le pidió una ocasión que fueran a un lugar así, pero a el no le parecía ir, pues ella no era una puta que se pudiera meter en cualquier hotel. Además que solo lo hacían muy esporádicamente, pues a el por la edad se le dificultaba las erecciones. Lo del bebe fue un autentico milagro, pues con esa vez que lo hicieron les basto para que ella saliera embarazada. Y de ahí en adelante el ya no podía aguantarse mas y se venia de inmediato apenas metiéndosela.

Yo le pedi que ya no hablara de nada mas, que se enfocara en lo que haríamos. Ella se levanto y comenzó a quitarse su blusa color gris, yo me le acerque para ayudarle, ella estaba indefensa batallando en quitarse esa prenda, yo aproveche para agarrarle esas tetas que estaban aun dentro de ese sujetador blanco, solo las percibi por encima, ella no podía quitársela, Maricruz se movia de un lado a otro taratndo de quitársela, pero tuve que ayudarle para poder lograr hacerlo.

Por desesperado le rompi el broche del sujetador, Maricruz por completo y dejo esas deliciosas chiches al aire libre, sus pezones estaban duritos, así rositas, chiquitos, pero deliciosos. Esas chiches medianitas, así duritas, sabían a gloria, me desespere por mamárselas, por agarrárselas, que no me di cuenta y le hice tremendo chupetón en la chiche derecha, que ella se incomodo un poco, pues no fuera que don Genaro se diera cuenta.

Lo que seguía por quitarse era el pantalón negro que traía, al bajárselo se quedo en calzones, traía puesto un calzoncito rosa, de esos de abuelita, que también se le llama mata pasiones. Yo le pedí que se diera una vuelta, para admirarla de manera completa. Me acerque a ella y jugando le metí el calzón entre las nalgas, para que se le viera como tanga, y ahora si verla como se le ven las tangas, pero ella me dice que no usa de ese tipo que este señor no le gustan.

Cuando se quito el calzón cual fue mi sorpresa, un macizo de vello púbico broto ante mis ojos, era algo grande, muy grande esos vellos que ella tenia en el área púbica, ella argumento que a este señor no le gustaba que se depilara, pero desde que llego el bebe en el hospital le habían rasurado y el le había pedido que no se lo cortara mas.

Desnuda, así era como quería verla, era un poco diferente a como me la había imaginado, se veía un poco mas gordita, pero esta mucho mejor que cuando la conocí, desde que la vi aquella noche que llego al pueblo.

“haste para aca para encuerarte” me dijo

Le hice caso, me basto con acercármele para que de golpe me quitara todo lo que traía encima, ella misma me agarro la verga y le dio un beso muy cachondo, pero no hizo nada mas.

“Ni de loca te la chupo, no me gusta” me dijo

“¿Por qué?”, le pregunte

“no me gusta para nada, si quieres te la jalo, pero ni a Genaro le hago eso” respondio

Me parecio bien su argumento, pero por dentro quería que ella me la chupara, que me diera una sesión de una mamada y terminar en su boca, pero ni modo, lo bueno es que si se la iba a meter.

Me acostó, tomándome de la verga despacio la empezó a jalármela, despacio comenzó a hacerlo, moviendo casi hipnóticamente la muñeca derecha iba de arriba abajo, en ocasiones se detenia a acariciarme la cabeza, la movia tal cual se mueve un dulce o algo así, lo que si se es que ella la acariciaba bien rico.

“por favor chupamela” suplique

“no, ya te dije que no, y no me harás cambiar de opinión” respondió

“ándale, métetela poco en la boca, solo dame una mamadita” le imploraba a Maricruz.

Maricruz al verme así, presentando esta conducta implorante, no le quedo mas remedio que comenzármela a mamar.

“solo será esta vez” me dijo

No articule ni una sola palabra, solo gemí en situación aprobatoria de lo que me iba a comenzar a hacer. Maricruz metió solo la cabeza de mi pene en su boca, la cual estaba muy humeda, así como demasiado calida. Torpemente me mamaba la verga, pero estaba haciendo un buen trabajo, aunque en un par de ocasiones me llego a lastimar por que no apartaba sus dientes de mi verga provocándome dolor.


Ya que Maricruz sintió algo de asco, pues no estaba acostumbrada a hacer estas cosas, pero para ser la vez primera que lo hizo lo realizo de una manera magistral, con mucha delicadeza, pero a la vez me agrado que lo haya hecho, acomodándose de perrito en la cama, poniéndose justamente en la orilla de la cama,

“apresúrate, ya méteme tu cosa, ándale” suplicaba Maricruz

“No te desesperes Maricruz, ya voy no comas ansias”, le repetía al tiempo que me acomodaba detrás de ella sujetándome la verga para ya metérsela.

Lentamente se la fui metiendo, Maricruz se movio un poco adelante, argumentando que le había dolido, pues antes de esto habían pasado mas de 5 meses de que este hombre no le hacia nada en cuestiones sexuales.

Teniéndola adentro por completo la agarre de las caderas y me aferre de ellas para impulsarme y comenzar el meneo dentro de ella, haciendo friccion de mi verga con su panocha. La sentí cerrada, apretada, según ella don Genaro la tiene mas grande que yo, pero aun así me sentía diferente al penetrarla.

“ah, así, ah, así, así, así, ah, ah” eran sus gemidos en el momento de copular como perros callejeros.


Maricruz movia todo ese monumental trasero que Dios le puso en ese delicioso cuerpecito. Me hacia entrar cada vez mas y mas en su vagina, mis huevos pegaban en ella, los cuales hacían un chasquido en nuestros cuerpos, sus genitales ya estaban muy húmedos y yo aun no daba señales de venirme, pero si estábamos muy sudados por la cogida que nos estábamos dando.

En un momento agarre aun mas de las caderas a Maricruz y la jale a la orilla de la cama, yo descendí de ella, para poder tener mas agarre y tracción estando debajo de ella, quitándome los calcetines y quedando descalzo.

De nueva cuenta me agrarre bien fuerte de sus caderotas y le meti el pene de nueva cuenta, Maricruz volvió a gemir de placer, me imploraba que se la metiera profundamente, que volviera a sentir ese orgasmo al tener mi verga bien metida en su vagina.

“dámela completa, llénamela de tu leche” me dijo

“si, así te quería tener, sientela completa” le decía.

Marizcurz me incitaba a seguírsela empujando en su vagina, mis penetraciones eran cada vez mas profundas, mas dentro de ella, me hablaba demandándome que introdujera cpn una mayor velocidad mi verga en sus adentros.

“ya dámela, te tardas mucho, Genaro de inmediato se viene” me dijo

“ya no aguanto, ya me vengo, ya lo siento” respondí


Después de decir estas palabras por mi parte, uno, dos, tres chorros de leche hirviendo salieron de mi pene y se depositaron por completo en su vagina. Fue una practica inigualable estar en la cama con Maricruz, meterle mi pene en su vagina fue algo único, especial, maravilloso, formidable. Me faltarían sinónimos para describir lo que sentí al penetrarla y hacerla mía.

“esto fue estupendo, quiero volverlo a repetirlo” me dijo

“claro que si, yo estoy dispuesto a metértela cada vez que quieras hacerlo” respondí

“ándale, pásame rollo (papel higiénico) para limpiarme, mira, como se me salen tus mocos” dijo

Me levante de la cama, me fui al baño y le traje un pedazo suficiente de papel higiénico para que pudiese limpiarse de la manera adecuada. Ella estaba en la cama, con las piernas abiertas, de su vagina escurrían mis líquidos seminales, llevándose las manos ahí, tocando y jugando un poco con ellos, me acerque para darle el papel, cuando se limpio salieron una buena cantidad de ellos.

“mira todos tus hijos en el papel, salieron muchos” me dijo

“me gustaría que uno de ellos hiciera su trabajo” le conteste

“Genaro se moriría si salgo embarazada de nueva cuenta, pues el ya no pude hacerlo” replico

“pues seria chido que tuvieras algo mío” respondí

“no te presiones, no ando en mis días buenos” contesto

Eran apenas las 8 de la mañana, al menos yo no tenia la prisa por ir a comprar las cosas que me encomendaron, y pues Maricruz no se notaba presurosa por hacer sus visitas correspondientes. Ella se incorporo de la cama, se acerco a uno de los sillones que ahí se encontraban, se recargo en el, tocándose las nalgas me estaba incitando a que me pusiera junto con ella.

“mira, esto es tuyo, acaríciame, tócame, bésame” decía cachondamente

“¿segura que es mio, y ese viejillo que?” pregunte

“ignóralo, el no es nada, ya me canse de estar así con el, yo necesito a un hombre, quiero una verga que me coja mas seguido y no cada que se le para” me resposndio

“¿entonces lo vas a dejar?” pregunte

“no lo se, no pienses en ello ahora, vente vamos a gozarnos” respondió

Postrándome detrás de ella, tal como si fuese una sanguijuela con su cuerpo así me pegue a ella, estábamos como si fuese un solo ser y un solo cuerpo. Como dice la cancion: “le bese hasta la sombra”, no hubo parte en su anatomía femenina que no besara y por consiguiente no acariciara de Maricruz. Nunca pude imaginar que me estaría agasajando a este monumento de mujer, a esta hembra en todo el sentido de la palabra, una dama en la calle, una mujer respetable por ser esposa de un hombre digno y caval, pero que en esa cama, en ese cuarto de motel se había convertido en mi puta particular.

“soy tuya por completo, nadie mas me va a tocar, ni ese señor, ya soy tuya” insistía

“vente a la cama, mira que ya te la voy a meter y te hare gozar hasta que te mueras de placer” le decía al tiempo que me agarraba la verga.

Maricruz se movio a la cama de inmediato, acomodándose con sus piernas abiertas, agarrándose la panocha, en eso metió dos dedos en ella, esto le provoco un placer que le hizo gemir

“vente, ándale, ya métemela” decía

Me puse en medio de sus piernas, las subí a mis hombros, y despacio le fui introduciendo mi carne masculina. Ya no hubo problema en entrar, estaba muy bien lubricada, no hubo necesidad de acomodarnos mejor en la cama, ya estábamos muy bien acoplados, nuestros cuerpos sudorosos, pegaditos y sobre todo estábamos dándonos una buena cogida.

“dámela, métemela mas, dámela” decía

La mujer del carpintero, Maricruz me estaba dando una satisfacción que no sabia que podía tener con ella, una mujer que me estaba exprimiendo el pene hasta casi dejármelo seco, mis fuerzas estaban puestas a prueba ante esta hermosa, cachonda y sexosa mujer.

Seguíamos cogiendo de misionero, mi pene estaba profundamente introducido en su vagina, el pulso de su corazón estaba muy elevado, su respiración estaba entrecortada, nuestros cuerpos estaban dando una excelente batalla sexual. Sus pechos se movían de un lado a otro, sus pezones estaban muy duros, mi boca se canso de besarlos, de morderlos, de sentirlos así como los tenia.

“muérdemelos, arráncamelos, por favor, hazme sentir viva” me decía una y otra vez con su voz entre cortada.

Maricruz estaba desesperada porque en una de esas caricias que me dio calvo sus uñas en mi espalda, muy profundo, esto me provoco dolor, pero fue algo soportable, esas manos delicadas, la ternura con que me acariciaba mi cuerpo era algo único y extraordinario, se disculpo por lo sucedido, pero le dije que perdiera cuidado, que eso era algo muy especial lo que me estaba haciendo

“ya vente, dame tu semen otra vez” me dijo

Solo gemí aceptándole lo que me pedía, mis deseos eran también ya terminar, pues me estaba quedando sin fuerzas, sin voluntad, mi cuerpo estaba ya cansado, pero aun así estaba dispuesto a satisfacer a Maricruz. Mi verga seguía bombeándole en su vagina hasta que de otra vez escupió una cantidad de semen en su vagina, al hacerlo mis manos tomaron las suyas, agarrándoselas fuertemente tuvimos un orgasmo maravilloso.

Quedamos fundidos el uno encima del otro, mi cuerpo esbelto quedo por completo encima de ella, no me importo que estuviéramos sudorosos, pues bien había valido la pena pues habíamos disfrutado de una deliciosa entrega sexual. Ya sin fuerzas quedamos así, Maricruz estaba muy descansada, agotada, de su vagina ahora si salieron mis espermas, cayeron en toda la cama provocándole que se mojara en una buena parte de ella.

“no te alejes de mi” alcanzo a decirme con la fuerza de un suspiro

“nunca lo hare” le respondí

Maricruz me tomo de la verga, al estar hablando ella me masturbaba, ella deseaba que se me volviese a parar la verga, ansiosa, deseosa, desesperada, golosa porque mi verga estuviese en su punto máximo, así parada, bien erecta para metérsela en la panocha ya por una tercera vez.

Se que estábamos fatigados, cansados, sudorosos, agotados después de habernos entregado en ese delicioso placer llamado sexo. Sabíamos que seriamos juzgados por la gente cuando se sepa de este engaño, pero no podíamos negar que era la pasión quien nos dominaba en esos momentos. Su cuerpo era ya mío, solo me pertenecía a mi y no estaba dispuesto a compartirlo con ese viejillo.

“te la voy a meter de nuevo” dije

“no, ya no me quedan fuerzas” dijo

“mira como me tienes la verga, no es justo que la dejes así” replique

“no, ya no lo aguantare, me va a doler la panocha” me insistió

Ya sin preguntarle nada, la fui volteando, quería que se pusiera de perrito, así volveria a disfrutar de esas enormes nalgas que tiene Maricruz, me facino ver como en el primer palo mi verga desaparecia entre ellas.

“ponte de perrito, así te voy a coger” le ordene

Maricruz termino de ponerse en esta posición, levanto ese enorme trasero y me quedo justo a la medida de mi cuerpo, a la altura de mi verga, tomándola de las caderas la jale hacia mi y fui metiéndosela en ese culo delicioso y carnoso.

“ahh, así dámela entera” replico

Como mencione estábamos ya muy cansados de los dos palos que nos echamos con anterioridad, pero aun así estábamos dándole en este tercer encuentro sexual. Mis manos agarraban sus caderas, pero se me resbalaban, esto me desespero, tome un poco de la sabana que estaba en la cama y se la pase por las caderas, para que se le secaran.

Conforme íbamos poniendo mas calientes, mas eran las penetraciones que le estaba dando a Maricruz, ambos gemiamos, sudábamos a raudales, nuestros cuerpos estaban unidos en una perfeccion adecuada, fuimos el uno para el otro, el tiempo era algo que nos tenia sin cuidado, mucho menos importaba lo que la gente pensara o fuera a pensar cuando sepa lo de nosotros, eramos animales entregados al coito desenfrenado.

Recuerdo que las tetas de Maricruz se movían de un lado a otro, ella en un momento se recargo en la cama por completo para que no le lastimaran sus senos.

“así estoy mas a gusto” dijo

“si, así quédate, me encanta que te quedes así” replique

Ahora Maricruz estaba compeltamente acostada boca abajo en la cama, sus nalgas fueron un buen amortiguador de mis embestidas, era algo mas que cachondo ver así a Maricruz, con sus nalgas paradas, así completamente dispuesta a satisfacerme con ellas.

“ya me vengo” le dije

“si, ya hazlo” me dijo

Cuando me estaba viniendo saque mi verga de su vagina y mi semen fue depositado completamente en sus nalgas, no fue mucho, pero si estaban calientitos.

Ya no podíamos hacer nada mas, nuestros cuerpos estaban mas que por bien servidos, ya no soportábamos un encuentro más en esos momentos.

Con esto conlcuyo este relato, de seguro habrá otro pues mi vida ahora era de Maricruz y mi verga le pertenece a ella y esta a su entera y completa disposición.
 

chitoncito

Bovino adolescente
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excelente relato me recuerda tiempos pasados de mi juventud con mis vecinas..
 

HAOS

Baneado :(
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Muy.bueno bro, pues en espera de unos relatos mas.con la cachonda de mary
Saludos
 

soyelaventurero

Bovino adolescente
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Se equivoca diciendo primero que se fue por unas medicinas caminando. Y que estaba muy lluvioso y despues se encuentra a la chica le ofrece ayuda . ella accede y ya estaba manejando rumbo al pueblo. ? De donde saco el carro? La otra cuando tiempo tardo una hora dos horas. Y la mama que no le hacia falta las medicinas. Que tal si se pone peor. ???
 

steafmaster

Bovino maduro
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esta chido de fantasia pero si hay algunas inconsistencias pero se agradece el aporte, esperamos mas.....la continuacion
 
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