SexPanzon
Bovino maduro
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- 30 Abr 2010
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Todos los domingos acostumbro lavar mi carro y éste no fue la excepción, me dispuse a dejarlo como nuevo, ya casi al terminar aproveché para lavar la cochera de mi casa y al barrer un hueco entre la bomba del agua y la pared que veo un papel con orillas verdes que se ve algo arrugado y aterrado, lo saco y sacudo las arañas que ya estaban anidando en él... era el ¡¡recibo de luz!! Que vencía el 1o de Agosto y éste domingo era 14 de Agosto, afortunadamente no me habían cortado el servicio y no iba a jugar con mi suerte, así que me metí apresuradamente a bañar y salí unos minutos después dispuesto a ir a pagarlo directamente en los cajeros automáticos de CFE para evitar el corte.
Al dirigirme a mi objetivo ya casi llegando veo a unos 200 metros una belleza enfundada en una pieza de ropa blanca que abarca desde sus pechos hasta la mitad de sus muslos que, a lo lejos, se veía deliciosa, aparentemente estaba esperando el camión urbano ya que se encontraba en la parada. Sin embargo no me distraje de mi misión, entre a pagar y al ser domingo estaba totalmente solo, al igual que la calle por lo que fue relativamente rápida la transacción, con excepción del clásico batallar para que te acepte el billete que elegiste para el pago, una vez que conseguí mi meta, salí esperando aún encontrar a la hermosa dama en la parada de autobuses, pero cuál fue mi sorpresa que estaba ahora parada afuera de las oficinas de las que yo salía; y lo que vi de lejos no hacía para nada honor a lo que ahora tenía tan cerca, era una precioso ejemplar de cabello teñido castaño oscuro hasta los hombros, un hermoso rostro de piel clara, ojos grandes, expresivos en color café claro y unos labios pintados en un tono claro que los hacían ver muy sexis; unas ricas tetas firmes y de tamaño medio que mostraban su tersa piel superior, una cintura breve y unas piernas muy bien torneadas y de piel impecable.
Solo atiné a decir buenas tardes y seguir hacia mi auto después de escanear su bella humanidad y ella un poco sorprendida atino solo a responderme "buenas tardes" como si la hubiera sacado de sus cavilaciones.
Me subí a mi auto y entre que revisaba mi pago y me acomodaba, hacía tiempo para seguir admirando a esa nena que me tenía excitado, de repente mi mente hizo algo no muy común en mí y me arrastró a ofrecerme a llevarla a donde fuera:
-Hola, amiga ¿te puedo ayudar?
-No gracias - Me contestó como con miedo
-Es que te veo como asustada y la calle está muy sola, te juro que soy scout y solo hago mi buena acción del día - atiné a decir y le saque una tímida sonrisa - Ven te llevo, sin compromiso
-De verdad no, gracias ya no tarda el camión - ya no sonó tan temerosa y más bien dando pie a que insistiera
-Amiga, ¿te vas a quedar con el cargo de conciencia de que no me gane mi medalla a las buenas acciones solo por negarte a que te lleve?
Su sonrisa mostró una perfecta dentadura y dijo: Esta bien, acepto.
No lo podía creer, jamás había sido tan aventado, soy más bien tímido pero es que al verla tomé valor y ahora no sabía que seguiría o que hacer.
Lo cierto es que me bajé a abrirle la puerta del copiloto y tuve la oportunidad de ver el precioso trasero que se marcaba bajo su mini blanca, y que al sentarse se le subió un poco mostrándome un poco más sin llegar a lo que quisiera pero que hizo palpitar inevitablemente mi miembro.
Cerré su puerta y al subir de mi lado le ofrecí mi mano y le dije mi nombre, ella contestó:
-Mucho gusto, yo soy Jessica - creo que el nombre iba perfecto con su físico.
-Y... a donde te llevo Jessica?
-La verdad solo quería salir a tomar el aire y dar la vuelta, tenía varias semanas encerrada y creo que es tiempo de superarlo.
-si no es indiscreción ¿superar qué?
-Bueno, no te conozco así que creo no pierdo nada con desahogarme, hace unas semanas me dejó mi prometido y me sumí en una depresión y hasta hoy me animé a salir de casa con la firme intención de no llorar más y seguir adelante.
Me quedé sin habla porque no podía concebir que algún estúpido haya dejado a una belleza como ella. Y Balbucee -Lo siento mucho, pero dicen que el chocolate ayuda a cambiar el estado de ánimo ¿te invito uno?
Ella rio de buena gana y me dijo -Vaya, cualquier otro me hubiera invitado una copa, pero olvidaba que eres scout.
Yo también reí de mi estupidez, pero le seguí el juego, -es muy temprano y mañana debes ir a la escuela y yo al trabajo-, le cerré el ojo, en señal de complicidad. -¿aceptas?
-Bueno, pero que no esté muy cargado- rio de buena gana
Arranqué el auto y la llevé a una cafetería muy discreta y confortable que hacía mucho no visitaba y platicamos un buen rato de su novio y los problemas que los habían llevado a su situación actual y después cambiamos el tono por trivialidades y cosas más amenas.
Ya cerca de las 9 de la noche (estábamos desde las 5:30) Me dijo:
-Me caíste súper bien, jamás pensé aceptar ni un raid de un extraño menos salir a tomar algo en el mismo viaje y me la he pasado muy bien, pero ya debemos irnos, en mi casa han de estar preocupados.
Acepté y casi al salir noté la mirada envidiosa de todos los varones del lugar, desde los meseros hasta los novios acompañados de sus parejas y se lo hice saber:
-Jessica: ¿notas que las miradas están en nosotros?
-No, ¿por qué?
-Porque nadie concibe que alguien tan bella como tu esté aquí con alguien como yo. Se ruborizó ante el piropo y me abrazó sinceramente y me dijo:
-Gente tonta que no te conoce, a mí me pareces una persona maravillosa y eso que te acabo de conocer. Y como para provocar más celos me dio un pequeño beso en los labios que yo saboree sorprendido.
Salimos del lugar y le pregunté porque había hecho eso
Me dijo que había sentido ganas de desquitar lo que le había hecho su ex y que yo le parecía un candidato excelente dado que era amable, caballeroso, divertido y sobre todo: ¡¡¡totalmente desconocido!!!
Mi mente volvió a empujarme y entonces fui yo quien la besé y no obtuve resistencia por lo que en la obscuridad de la noche y el poco transitado lugar nos permitió prolongarlo por varios minutos y continuar con otro y otro hasta que nuestras temperaturas fueron subiendo; yo ya estaba a punto de ebullición cuando le propuse irnos a algún lugar más discreto, temiendo el rechazo por el atrevimiento, pero ella estaba en el mismo tenor que yo así que aceptó.
La tomé de la mano y la llevé al auto, al subirnos, poco antes de arrancar, la vi y suspiré, de verdad no creía lo que me estaba pasando, ella lo notó y me preguntó:
-y eso ¿a qué viene? -con una pícara sonrisa
-Es que eres como un sueño: hermosa, simpática, inteligente y estás aquí conmigo, ¡no lo puedo creer!
Aceptó mis halagos con su natural coquetería y me tomó el muslo y dijo:
-Bueno, pues créelo y llévame a donde quieras que estoy ardiendo por tenerte
Más tardó en terminar la frase que yo en enfilarme al primer Motel que me vino a la mente. Al llegar a uno bien conocido por mí en mis febriles andanzas, que era limpio, discreto y muy acogedor rápidamente puse la cantidad exacta del cuarto en el lugar adecuado para ese fin y me voltee a admirarla de la cabeza a los pies, era una real belleza.
Sus cerca de 1.70 m con tacones la hacían lucir como una diosa, me quedé idiotizado y ella me despertó de mi trance nuevamente coqueteándome -¿Vas a verme toda la noche?
Ya no respondí, me le lancé como fiera a su presa tomándola deliciosamente de la cintura y besándola con rabia y deseo combinados.
Seguimos así por un rato hasta que bajé ambas manos y tomé sus deliciosas nalgas sobre su falda que estaban firmes y suaves al mismo tiempo y las apreté atrayendo su cuerpo contra mi persona, mi verga ya estaba queriendo saltar de mis pantalones, pero yo aún quería disfrutar el momento previo a la penetración.
Bajé mis manos hasta sus deliciosos muslos acariciándolos suavemente y al hacer esto mi cabeza quedó entre su pecho permitiéndome oler su delicioso perfume mezclado con su aroma de hembra en celo, y besar la parte intermedia entre sus tetas, que fue degenerando poco a poco en lamidas que ella acompañaba con jalones de aire que denotaban su ya avanzada excitación.
Llegué al punto que mis manos volvieron a subir junto con su falda y posteriormente ésta las cubrió quedando solo su suave piel del trasero calentando mis palmas, ya que su calzoncito se había metido en la rayita trasera quedando como tanga, todo esto mientras seguíamos besándonos por todo el cuerpo, pecho, orejas cuello, labios, todo era saliva y sudor combinados haciendo una mezcla afrodisiaca personalizada.
Ella quitó mi camisa por la parte superior sin desabotonarla, y comenzó a desabrochar mi cinturón, mientras tanto yo acariciaba sus firmes tetas queriendo sacarlas ya de su sexy prisión, pero preferí bajar el cierre trasero de su vestimenta que cayó a la par de mi pantalón permitiendo sentir su tersa piel pegarse a la mía una sensación que siempre me ha parecido de lo más excitante y orgásmica.
Le di la vuelta y comencé a repegar mi pene contra su trasero mientras acariciaba sus exquisitas tetas con una mano y su panochita sobre su suave panti, que era de una textura riquísima, suave como la seda, sin embargo ya estaba muy mojada por sus jugos internos, a tal grado que emitía un caliente vapor que se sentía a centímetros de su húmeda rajita. Mientras hacía yo esto ella con sus manos intentaba jalarme de las nalgas para sentir más cerca mi verga de ella, que también ya estaba emitiendo sus líquidos lubricantes lista para entrar en sus oscuros rincones.
Yo resoplaba sobre su nuca y besaba cuello, orejas y mejillas mientras con rítmicos movimientos le hacía sentir mi obvia excitación; ahora fue ella la que se volteó y casi sin darme cuenta bajó mis boxers y se apeó a mi pene con su mano izquierda y comenzó a chaqueteármelo suavemente mientras me veía a los ojos, disfrutando mis reacciones involuntarias de ansiedad, poco a poco fue bajándose hasta quedar hincada ante mí y se lo llevó a la boca, dando un pequeño beso en la cabeza que me hizo recordar al que me dio al salir de la cafetería, después de eso lo metió totalmente en su boca y ahí se lo dejó unos segundos como disfrutando mi palpitar, cuando sintió que me había calmado un poco comenzó lentamente a subir y bajar deliciosamente humedeciéndolo en todo su cilíndrico cuerpo, giraba su mano, que nunca dejó mi base mientras hacía esto provocándome involuntarios reflejos de placer, luego se salió inesperadamente y comenzó a lamerme desde los huevos hasta la punta, para volver a comérsela completa, pero esta vez la dejó nuevamente dentro de su boca y con la lengua comenzó a estimularla, segundos después volvió con más furia el mete saca hasta que yo no pude más y expulsé mi veneno dentro de su boca, que parecía era lo que quería ya que lo tragó con un agrado y me vio sonriente a los ojos con señal de triunfo.
Herido en mi orgullo, la tome de los brazos ya la levanté para luego, agarrándola de su obsceno trasero repegarla a mí y demostrarle que eso solo era el principio de lo que iba a recibir.
La besé para compartir mi sabor con ella y la cargué tomándola de los muslos restregando mi verga en su puchita que estaba más caliente que antes y seguí besándola, mientras me dirigía a la cama para acostarla ahí.
La tiré en la cama y arranqué su ropa interior que me mostró un hermoso y húmedo chocho coronado con un bien recortado vello estilo francés que me invitaba a lamerlo pero me resistí a lanzarme como niño a un caramelo y comencé por sus pies, que eran de un cuidado y suavidad sobresalientes, para ir subiendo por sus torneados chamorros hasta sus suaves y firmes muslos, los lamí y besé por la parte externa como por la interna, hasta llegar a su pubis que rodee por todos lados, ella respingó de placer y se relajó aventando las manos hacia los lados en forma de cruz, como diciéndome "tómame YA, que soy tuya", pero yo, pícaro me seguí de largo por su firme vientre besándolo y lamiendo como si fuera un dulce tamaño gigante, sin faltar el leve disfrute de su ombligo, ya le llegar a sus montañas níveas, las mordí por sobre el también blanco bra, mojándolo con la lengua para hacerla sentir indirectamente mi saliva.
No aguanté mucho esa situación y subí su bra para descubrir unos preciosos pechos blancos con una deliciosa aureola clara y de tamaño medio, que culminaba con un pezón duro y erecto en señal de extrema excitación, que, aun cuando quería seguir admirando, preferí rodear con mi lengua uno a uno y darle pequeñas mordidas que ella disfrutaba con pequeños respingos que la dejaban sin aliento. Luego las tomé ambas con las manos y apretándolas las junté e intenté meterme una lo más que pude en la boca para darle un fuerte y a la vez suave chupetón que solo le produjo gusto y no dolor, termine por quitarle el bra y disfrutar por un rato más sus delicias mamarias antes de bajarme a regresarle el favor que me había hecho unos minutos antes.
Al estar nuevamente con la cabeza entre sus muslos comencé por lamer las fronteras de su orificio para luego atacar suavemente el interior de sus labios mayores y penetrar levemente su vagina con mi lengua para luego subir por una orilla interior hasta su clítoris, dando pequeños rodeos con la lengua que sentí le provocaban entre dolor y gusto incontrolables, seguí lengüeteando su rosada flor y disfrutando el sabor de sus jugos sexuales y ocasionalmente dando mordiditas en sus labios y combinando las chupadas con metidas de mis dedos en su orificio, que chorreaba hasta su ano que yo aproveche para embarrarle sus propios jugos alrededor del mismo con la intensión de meter un dedo, ya l sentir que le gustaba me quedé acariciando por fuera el mismo mientras seguía chupando su sexo pasando las yemas de mis dedos por todo el arrugado, y de piel suavemente lisa, culo que noté le proveía de un placer excepcional por lo que poco a poco lo fui preparando para meter mi dedo índice que cada vez iba un poco más adentro como para ver si había algún tipo de rechazo, no lo hubo, pude continuar con lo que intentaba hasta que logré mi objetivo con un espasmo de su parte que fue como un gesto de aprobación y agradecimiento a la vez, tuve que salivar mas en mis dedos porque no quería lastimarla, pero luego cambié a mi dedo medio y logré más profundidad, también golpeaba su panochita con mi la palma de mi otra mano suave y firme sobra su monte de venus haciéndola gemir sumamente extasiada, volví al ataque con mi lengua cuando sentí que tenía unos temblores que no podía controlar arriesgándome a que me rompiera el cuello ya que apretaba las piernas ya sin voluntad propia, y así siguió por unos minutos hasta que explotó en un orgasmo incontrolable de temblores suspiros y falta de aire con pequeños grititos entre dolor y gozo que me transportaron a mi al lado dominante que ella había gozado poco tiempo antes; seguí así hasta que vino la calma y pude ver dibujada una amplia y hermosa sonrisa y me jaló por la cara hacía la de ella para agradecerme con un beso largo y sabroso, sin embargo esto apenas empezaba, con ese beso yo ya estaba listo para continuar (en realidad nunca perdí la erección); sentí que ella ya me quería dentro cuando comenzó a repegarme nuevamente sus pechos a mi torso, besándome apasionadamente mientras abrazaba mis caderas con una de sus piernas pude sentir en mi pene el calor de su entrepierna y por éste me guié hacia su rajita la tomé de las caderas para repegarla mas a mí y que sintiera todo el rigor de mi verga y comenzamos a frotarnos sintiendo los jugos de ambos y comencé a acariciar con mi miembro toda su pucha hasta que sentí que lo abrazaba con sus labios sin llegar a la penetración, ahí ya no pude más y la tumbé boca arriba en la cama, puse sus piernas en mis hombros mientras yo me hincaba y agarre mi aparato y comencé a frotar su morada cabeza por todo su rico coño hasta sentir literalmente mojadas ambas partes y de un solo tirón se lo metí hasta lo más profundo de su vagina y ella pujo de placer aprobando mi iniciativa, yo comencé a taladrar fuertemente porque sentí que eso quería, quería que la penetrara fuertemente y lo confirmé cuando susurró -sigue, así, fuerte, me encantas, me excitas mucho.
Lo que me motivó a continuar con mi labor a toda máquina, pero luego me salí abruptamente y la voltee sobre la cama yo me bajé y de pie tras ella pude admirar su hermoso culo con una breve cintura apuntando hacia mi invitándome a penetrar, pero a la vez haciéndome dudar si penetrar su culo o su coñito, le di unas leves sacudidas a mi verga sobre sus nalgas y luego me bajé a morderlas y besarlas y pasar mi lengua sobre su arrugado esfínter para dar una lamida de coño a esfínter de un tirón, levantarme y volver a enfilar mi espada acariciando ambas partes con la misma como decidiendo por donde entrar, quise probar suerte y lo enfilé por el deliciosos culito, pero ella respingó y me susurró melosamente -por ahí no, esta vez no, por favor.
-No te preocupes solo lo que quieras- y me seguí de largo hasta enfilarlo en su cavidad vecina.
Lo metí esta vez muy despacio saboreando su lubricación y calor interno, lo dejé dentro unos segundos hasta que ella con un leve movimiento de cadera me indicó que continuara, lo saqué totalmente para volverlo a meter suavemente, y así repetí varias veces la rutina, luego comencé un movimiento más rítmico mientras ella también movía su cadera, lo que la hacía una participante sumamente activa del jaleo y que además me prendía muchísimo, el ver su espalda perfecta y ese pequeño hueco que se forma en las caderas al estar arqueada la espalda, le daba un toque de riquísima locura.
Continuamos por un buen rato hasta que ella me dijo que quería montarme, accedí con gusto y ya parados ambos nos seguimos repagando y besando hasta que ella me aventó a la cama y se me fue encima, se subió encima de mi con su mano tomo mi verga y la metió no sin antes acariciarse un poco toda la raja, ya que sintió el deseo se ensartó completa recargando luego ambas manos sobre mi pecho, mientras yo veía libremente el balanceo de sus lindas tetas, subiendo y bajando al ritmo que sus caderas golpeaban con mis testículos, le comencé a dar pequeños golpecitos en sus pechos mientras hacía esto y luego agarré fuertemente sus nalgas ayudándola a su labor de jinete. Sentí su humedad chorrear hasta mi vientre y la recogí para acariciar nuevamente su culito, cosa que noté anteriormente que le encantaba y la prendía, y así fue, ella lo recibió con gusto haciéndomelo saber con una de sus manos que puso sobre la mía apretujándola mas contra su ano.
Pronto empecé a sentir que la estaba perdiendo, ya no estaba en sí y solo estaba siendo llevada por el placer, ya su respiración se comenzó a agitar y se movía cada vez más rápido, ella controlaba ya los movimientos y yo solamente era comparsa de su placer, pero que al mismo tiempo me ponía a mil y cuando comenzó a gritar entre jadeos y sentí sus temblores supe que yo también estaba a punto del final, cuando los temblores de ella ya eran incontrolables y sus jugos comenzaron a salir a chorros de su vagina mojando sus muslos y mi vientre supe que ya no podría más y me vine al oírla soltar un estruendoso grito como no había lanzado antes y la acompañé con un gemido sordo y un disparo de leche hirviendo que apagó su calor, fuimos poco a poco bajando la intensidad al quedar totalmente desforzados pero satisfechos, se dejó caer a un lado y yo solo la abracé y besé tiernamente, descansamos en silencio hasta que nos volvieron las fuerzas y repetimos una vez más el ritual.
Después de esto y perdido el sentido del tiempo nos vestimos apresuradamente y salimos al auto, ya estaba amaneciendo y al salir ya estaba el jaleo diario de un lunes, le pregunté donde vivía y me dijo que la dejara donde la encontré, me negué pero insistió, dijo que era solo una venganza que había disfrutado mucho pero que no quería prolongarla para quedarse con una imagen de un hombre como el que hubiera deseado fuera su ex y que lo tomara solo como una locura que jamás se repetiría, la dejé en el mismo lugar y me dijo que no se movería hasta que me fuera por una calle, donde si intentaba regresar no podría seguirla, y ella tenía toda la ventaja, donde la encontré era una calle en un solo sentido y había un puente subterráneo por el que no podría regresar ni verla por el retrovisor, me dijo que siguiera por ahí y que hasta que me fuera imposible verla ella seguiría su camino, ya había mucho tráfico por lo que la despedida fue rápida, hice lo acordado y me enfilé hacia mi casa, yo no traía celular y ella noté que lo había apagado al dirigirnos al hotel por lo que estuvimos desconectados de nuestros mundos y ahora tenía 2 preocupaciones: se me haría tarde para ir al trabajo y....
...que le diría a mi esposa.
Al dirigirme a mi objetivo ya casi llegando veo a unos 200 metros una belleza enfundada en una pieza de ropa blanca que abarca desde sus pechos hasta la mitad de sus muslos que, a lo lejos, se veía deliciosa, aparentemente estaba esperando el camión urbano ya que se encontraba en la parada. Sin embargo no me distraje de mi misión, entre a pagar y al ser domingo estaba totalmente solo, al igual que la calle por lo que fue relativamente rápida la transacción, con excepción del clásico batallar para que te acepte el billete que elegiste para el pago, una vez que conseguí mi meta, salí esperando aún encontrar a la hermosa dama en la parada de autobuses, pero cuál fue mi sorpresa que estaba ahora parada afuera de las oficinas de las que yo salía; y lo que vi de lejos no hacía para nada honor a lo que ahora tenía tan cerca, era una precioso ejemplar de cabello teñido castaño oscuro hasta los hombros, un hermoso rostro de piel clara, ojos grandes, expresivos en color café claro y unos labios pintados en un tono claro que los hacían ver muy sexis; unas ricas tetas firmes y de tamaño medio que mostraban su tersa piel superior, una cintura breve y unas piernas muy bien torneadas y de piel impecable.
Solo atiné a decir buenas tardes y seguir hacia mi auto después de escanear su bella humanidad y ella un poco sorprendida atino solo a responderme "buenas tardes" como si la hubiera sacado de sus cavilaciones.
Me subí a mi auto y entre que revisaba mi pago y me acomodaba, hacía tiempo para seguir admirando a esa nena que me tenía excitado, de repente mi mente hizo algo no muy común en mí y me arrastró a ofrecerme a llevarla a donde fuera:
-Hola, amiga ¿te puedo ayudar?
-No gracias - Me contestó como con miedo
-Es que te veo como asustada y la calle está muy sola, te juro que soy scout y solo hago mi buena acción del día - atiné a decir y le saque una tímida sonrisa - Ven te llevo, sin compromiso
-De verdad no, gracias ya no tarda el camión - ya no sonó tan temerosa y más bien dando pie a que insistiera
-Amiga, ¿te vas a quedar con el cargo de conciencia de que no me gane mi medalla a las buenas acciones solo por negarte a que te lleve?
Su sonrisa mostró una perfecta dentadura y dijo: Esta bien, acepto.
No lo podía creer, jamás había sido tan aventado, soy más bien tímido pero es que al verla tomé valor y ahora no sabía que seguiría o que hacer.
Lo cierto es que me bajé a abrirle la puerta del copiloto y tuve la oportunidad de ver el precioso trasero que se marcaba bajo su mini blanca, y que al sentarse se le subió un poco mostrándome un poco más sin llegar a lo que quisiera pero que hizo palpitar inevitablemente mi miembro.
Cerré su puerta y al subir de mi lado le ofrecí mi mano y le dije mi nombre, ella contestó:
-Mucho gusto, yo soy Jessica - creo que el nombre iba perfecto con su físico.
-Y... a donde te llevo Jessica?
-La verdad solo quería salir a tomar el aire y dar la vuelta, tenía varias semanas encerrada y creo que es tiempo de superarlo.
-si no es indiscreción ¿superar qué?
-Bueno, no te conozco así que creo no pierdo nada con desahogarme, hace unas semanas me dejó mi prometido y me sumí en una depresión y hasta hoy me animé a salir de casa con la firme intención de no llorar más y seguir adelante.
Me quedé sin habla porque no podía concebir que algún estúpido haya dejado a una belleza como ella. Y Balbucee -Lo siento mucho, pero dicen que el chocolate ayuda a cambiar el estado de ánimo ¿te invito uno?
Ella rio de buena gana y me dijo -Vaya, cualquier otro me hubiera invitado una copa, pero olvidaba que eres scout.
Yo también reí de mi estupidez, pero le seguí el juego, -es muy temprano y mañana debes ir a la escuela y yo al trabajo-, le cerré el ojo, en señal de complicidad. -¿aceptas?
-Bueno, pero que no esté muy cargado- rio de buena gana
Arranqué el auto y la llevé a una cafetería muy discreta y confortable que hacía mucho no visitaba y platicamos un buen rato de su novio y los problemas que los habían llevado a su situación actual y después cambiamos el tono por trivialidades y cosas más amenas.
Ya cerca de las 9 de la noche (estábamos desde las 5:30) Me dijo:
-Me caíste súper bien, jamás pensé aceptar ni un raid de un extraño menos salir a tomar algo en el mismo viaje y me la he pasado muy bien, pero ya debemos irnos, en mi casa han de estar preocupados.
Acepté y casi al salir noté la mirada envidiosa de todos los varones del lugar, desde los meseros hasta los novios acompañados de sus parejas y se lo hice saber:
-Jessica: ¿notas que las miradas están en nosotros?
-No, ¿por qué?
-Porque nadie concibe que alguien tan bella como tu esté aquí con alguien como yo. Se ruborizó ante el piropo y me abrazó sinceramente y me dijo:
-Gente tonta que no te conoce, a mí me pareces una persona maravillosa y eso que te acabo de conocer. Y como para provocar más celos me dio un pequeño beso en los labios que yo saboree sorprendido.
Salimos del lugar y le pregunté porque había hecho eso
Me dijo que había sentido ganas de desquitar lo que le había hecho su ex y que yo le parecía un candidato excelente dado que era amable, caballeroso, divertido y sobre todo: ¡¡¡totalmente desconocido!!!
Mi mente volvió a empujarme y entonces fui yo quien la besé y no obtuve resistencia por lo que en la obscuridad de la noche y el poco transitado lugar nos permitió prolongarlo por varios minutos y continuar con otro y otro hasta que nuestras temperaturas fueron subiendo; yo ya estaba a punto de ebullición cuando le propuse irnos a algún lugar más discreto, temiendo el rechazo por el atrevimiento, pero ella estaba en el mismo tenor que yo así que aceptó.
La tomé de la mano y la llevé al auto, al subirnos, poco antes de arrancar, la vi y suspiré, de verdad no creía lo que me estaba pasando, ella lo notó y me preguntó:
-y eso ¿a qué viene? -con una pícara sonrisa
-Es que eres como un sueño: hermosa, simpática, inteligente y estás aquí conmigo, ¡no lo puedo creer!
Aceptó mis halagos con su natural coquetería y me tomó el muslo y dijo:
-Bueno, pues créelo y llévame a donde quieras que estoy ardiendo por tenerte
Más tardó en terminar la frase que yo en enfilarme al primer Motel que me vino a la mente. Al llegar a uno bien conocido por mí en mis febriles andanzas, que era limpio, discreto y muy acogedor rápidamente puse la cantidad exacta del cuarto en el lugar adecuado para ese fin y me voltee a admirarla de la cabeza a los pies, era una real belleza.
Sus cerca de 1.70 m con tacones la hacían lucir como una diosa, me quedé idiotizado y ella me despertó de mi trance nuevamente coqueteándome -¿Vas a verme toda la noche?
Ya no respondí, me le lancé como fiera a su presa tomándola deliciosamente de la cintura y besándola con rabia y deseo combinados.
Seguimos así por un rato hasta que bajé ambas manos y tomé sus deliciosas nalgas sobre su falda que estaban firmes y suaves al mismo tiempo y las apreté atrayendo su cuerpo contra mi persona, mi verga ya estaba queriendo saltar de mis pantalones, pero yo aún quería disfrutar el momento previo a la penetración.
Bajé mis manos hasta sus deliciosos muslos acariciándolos suavemente y al hacer esto mi cabeza quedó entre su pecho permitiéndome oler su delicioso perfume mezclado con su aroma de hembra en celo, y besar la parte intermedia entre sus tetas, que fue degenerando poco a poco en lamidas que ella acompañaba con jalones de aire que denotaban su ya avanzada excitación.
Llegué al punto que mis manos volvieron a subir junto con su falda y posteriormente ésta las cubrió quedando solo su suave piel del trasero calentando mis palmas, ya que su calzoncito se había metido en la rayita trasera quedando como tanga, todo esto mientras seguíamos besándonos por todo el cuerpo, pecho, orejas cuello, labios, todo era saliva y sudor combinados haciendo una mezcla afrodisiaca personalizada.
Ella quitó mi camisa por la parte superior sin desabotonarla, y comenzó a desabrochar mi cinturón, mientras tanto yo acariciaba sus firmes tetas queriendo sacarlas ya de su sexy prisión, pero preferí bajar el cierre trasero de su vestimenta que cayó a la par de mi pantalón permitiendo sentir su tersa piel pegarse a la mía una sensación que siempre me ha parecido de lo más excitante y orgásmica.
Le di la vuelta y comencé a repegar mi pene contra su trasero mientras acariciaba sus exquisitas tetas con una mano y su panochita sobre su suave panti, que era de una textura riquísima, suave como la seda, sin embargo ya estaba muy mojada por sus jugos internos, a tal grado que emitía un caliente vapor que se sentía a centímetros de su húmeda rajita. Mientras hacía yo esto ella con sus manos intentaba jalarme de las nalgas para sentir más cerca mi verga de ella, que también ya estaba emitiendo sus líquidos lubricantes lista para entrar en sus oscuros rincones.
Yo resoplaba sobre su nuca y besaba cuello, orejas y mejillas mientras con rítmicos movimientos le hacía sentir mi obvia excitación; ahora fue ella la que se volteó y casi sin darme cuenta bajó mis boxers y se apeó a mi pene con su mano izquierda y comenzó a chaqueteármelo suavemente mientras me veía a los ojos, disfrutando mis reacciones involuntarias de ansiedad, poco a poco fue bajándose hasta quedar hincada ante mí y se lo llevó a la boca, dando un pequeño beso en la cabeza que me hizo recordar al que me dio al salir de la cafetería, después de eso lo metió totalmente en su boca y ahí se lo dejó unos segundos como disfrutando mi palpitar, cuando sintió que me había calmado un poco comenzó lentamente a subir y bajar deliciosamente humedeciéndolo en todo su cilíndrico cuerpo, giraba su mano, que nunca dejó mi base mientras hacía esto provocándome involuntarios reflejos de placer, luego se salió inesperadamente y comenzó a lamerme desde los huevos hasta la punta, para volver a comérsela completa, pero esta vez la dejó nuevamente dentro de su boca y con la lengua comenzó a estimularla, segundos después volvió con más furia el mete saca hasta que yo no pude más y expulsé mi veneno dentro de su boca, que parecía era lo que quería ya que lo tragó con un agrado y me vio sonriente a los ojos con señal de triunfo.
Herido en mi orgullo, la tome de los brazos ya la levanté para luego, agarrándola de su obsceno trasero repegarla a mí y demostrarle que eso solo era el principio de lo que iba a recibir.
La besé para compartir mi sabor con ella y la cargué tomándola de los muslos restregando mi verga en su puchita que estaba más caliente que antes y seguí besándola, mientras me dirigía a la cama para acostarla ahí.
La tiré en la cama y arranqué su ropa interior que me mostró un hermoso y húmedo chocho coronado con un bien recortado vello estilo francés que me invitaba a lamerlo pero me resistí a lanzarme como niño a un caramelo y comencé por sus pies, que eran de un cuidado y suavidad sobresalientes, para ir subiendo por sus torneados chamorros hasta sus suaves y firmes muslos, los lamí y besé por la parte externa como por la interna, hasta llegar a su pubis que rodee por todos lados, ella respingó de placer y se relajó aventando las manos hacia los lados en forma de cruz, como diciéndome "tómame YA, que soy tuya", pero yo, pícaro me seguí de largo por su firme vientre besándolo y lamiendo como si fuera un dulce tamaño gigante, sin faltar el leve disfrute de su ombligo, ya le llegar a sus montañas níveas, las mordí por sobre el también blanco bra, mojándolo con la lengua para hacerla sentir indirectamente mi saliva.
No aguanté mucho esa situación y subí su bra para descubrir unos preciosos pechos blancos con una deliciosa aureola clara y de tamaño medio, que culminaba con un pezón duro y erecto en señal de extrema excitación, que, aun cuando quería seguir admirando, preferí rodear con mi lengua uno a uno y darle pequeñas mordidas que ella disfrutaba con pequeños respingos que la dejaban sin aliento. Luego las tomé ambas con las manos y apretándolas las junté e intenté meterme una lo más que pude en la boca para darle un fuerte y a la vez suave chupetón que solo le produjo gusto y no dolor, termine por quitarle el bra y disfrutar por un rato más sus delicias mamarias antes de bajarme a regresarle el favor que me había hecho unos minutos antes.
Al estar nuevamente con la cabeza entre sus muslos comencé por lamer las fronteras de su orificio para luego atacar suavemente el interior de sus labios mayores y penetrar levemente su vagina con mi lengua para luego subir por una orilla interior hasta su clítoris, dando pequeños rodeos con la lengua que sentí le provocaban entre dolor y gusto incontrolables, seguí lengüeteando su rosada flor y disfrutando el sabor de sus jugos sexuales y ocasionalmente dando mordiditas en sus labios y combinando las chupadas con metidas de mis dedos en su orificio, que chorreaba hasta su ano que yo aproveche para embarrarle sus propios jugos alrededor del mismo con la intensión de meter un dedo, ya l sentir que le gustaba me quedé acariciando por fuera el mismo mientras seguía chupando su sexo pasando las yemas de mis dedos por todo el arrugado, y de piel suavemente lisa, culo que noté le proveía de un placer excepcional por lo que poco a poco lo fui preparando para meter mi dedo índice que cada vez iba un poco más adentro como para ver si había algún tipo de rechazo, no lo hubo, pude continuar con lo que intentaba hasta que logré mi objetivo con un espasmo de su parte que fue como un gesto de aprobación y agradecimiento a la vez, tuve que salivar mas en mis dedos porque no quería lastimarla, pero luego cambié a mi dedo medio y logré más profundidad, también golpeaba su panochita con mi la palma de mi otra mano suave y firme sobra su monte de venus haciéndola gemir sumamente extasiada, volví al ataque con mi lengua cuando sentí que tenía unos temblores que no podía controlar arriesgándome a que me rompiera el cuello ya que apretaba las piernas ya sin voluntad propia, y así siguió por unos minutos hasta que explotó en un orgasmo incontrolable de temblores suspiros y falta de aire con pequeños grititos entre dolor y gozo que me transportaron a mi al lado dominante que ella había gozado poco tiempo antes; seguí así hasta que vino la calma y pude ver dibujada una amplia y hermosa sonrisa y me jaló por la cara hacía la de ella para agradecerme con un beso largo y sabroso, sin embargo esto apenas empezaba, con ese beso yo ya estaba listo para continuar (en realidad nunca perdí la erección); sentí que ella ya me quería dentro cuando comenzó a repegarme nuevamente sus pechos a mi torso, besándome apasionadamente mientras abrazaba mis caderas con una de sus piernas pude sentir en mi pene el calor de su entrepierna y por éste me guié hacia su rajita la tomé de las caderas para repegarla mas a mí y que sintiera todo el rigor de mi verga y comenzamos a frotarnos sintiendo los jugos de ambos y comencé a acariciar con mi miembro toda su pucha hasta que sentí que lo abrazaba con sus labios sin llegar a la penetración, ahí ya no pude más y la tumbé boca arriba en la cama, puse sus piernas en mis hombros mientras yo me hincaba y agarre mi aparato y comencé a frotar su morada cabeza por todo su rico coño hasta sentir literalmente mojadas ambas partes y de un solo tirón se lo metí hasta lo más profundo de su vagina y ella pujo de placer aprobando mi iniciativa, yo comencé a taladrar fuertemente porque sentí que eso quería, quería que la penetrara fuertemente y lo confirmé cuando susurró -sigue, así, fuerte, me encantas, me excitas mucho.
Lo que me motivó a continuar con mi labor a toda máquina, pero luego me salí abruptamente y la voltee sobre la cama yo me bajé y de pie tras ella pude admirar su hermoso culo con una breve cintura apuntando hacia mi invitándome a penetrar, pero a la vez haciéndome dudar si penetrar su culo o su coñito, le di unas leves sacudidas a mi verga sobre sus nalgas y luego me bajé a morderlas y besarlas y pasar mi lengua sobre su arrugado esfínter para dar una lamida de coño a esfínter de un tirón, levantarme y volver a enfilar mi espada acariciando ambas partes con la misma como decidiendo por donde entrar, quise probar suerte y lo enfilé por el deliciosos culito, pero ella respingó y me susurró melosamente -por ahí no, esta vez no, por favor.
-No te preocupes solo lo que quieras- y me seguí de largo hasta enfilarlo en su cavidad vecina.
Lo metí esta vez muy despacio saboreando su lubricación y calor interno, lo dejé dentro unos segundos hasta que ella con un leve movimiento de cadera me indicó que continuara, lo saqué totalmente para volverlo a meter suavemente, y así repetí varias veces la rutina, luego comencé un movimiento más rítmico mientras ella también movía su cadera, lo que la hacía una participante sumamente activa del jaleo y que además me prendía muchísimo, el ver su espalda perfecta y ese pequeño hueco que se forma en las caderas al estar arqueada la espalda, le daba un toque de riquísima locura.
Continuamos por un buen rato hasta que ella me dijo que quería montarme, accedí con gusto y ya parados ambos nos seguimos repagando y besando hasta que ella me aventó a la cama y se me fue encima, se subió encima de mi con su mano tomo mi verga y la metió no sin antes acariciarse un poco toda la raja, ya que sintió el deseo se ensartó completa recargando luego ambas manos sobre mi pecho, mientras yo veía libremente el balanceo de sus lindas tetas, subiendo y bajando al ritmo que sus caderas golpeaban con mis testículos, le comencé a dar pequeños golpecitos en sus pechos mientras hacía esto y luego agarré fuertemente sus nalgas ayudándola a su labor de jinete. Sentí su humedad chorrear hasta mi vientre y la recogí para acariciar nuevamente su culito, cosa que noté anteriormente que le encantaba y la prendía, y así fue, ella lo recibió con gusto haciéndomelo saber con una de sus manos que puso sobre la mía apretujándola mas contra su ano.
Pronto empecé a sentir que la estaba perdiendo, ya no estaba en sí y solo estaba siendo llevada por el placer, ya su respiración se comenzó a agitar y se movía cada vez más rápido, ella controlaba ya los movimientos y yo solamente era comparsa de su placer, pero que al mismo tiempo me ponía a mil y cuando comenzó a gritar entre jadeos y sentí sus temblores supe que yo también estaba a punto del final, cuando los temblores de ella ya eran incontrolables y sus jugos comenzaron a salir a chorros de su vagina mojando sus muslos y mi vientre supe que ya no podría más y me vine al oírla soltar un estruendoso grito como no había lanzado antes y la acompañé con un gemido sordo y un disparo de leche hirviendo que apagó su calor, fuimos poco a poco bajando la intensidad al quedar totalmente desforzados pero satisfechos, se dejó caer a un lado y yo solo la abracé y besé tiernamente, descansamos en silencio hasta que nos volvieron las fuerzas y repetimos una vez más el ritual.
Después de esto y perdido el sentido del tiempo nos vestimos apresuradamente y salimos al auto, ya estaba amaneciendo y al salir ya estaba el jaleo diario de un lunes, le pregunté donde vivía y me dijo que la dejara donde la encontré, me negué pero insistió, dijo que era solo una venganza que había disfrutado mucho pero que no quería prolongarla para quedarse con una imagen de un hombre como el que hubiera deseado fuera su ex y que lo tomara solo como una locura que jamás se repetiría, la dejé en el mismo lugar y me dijo que no se movería hasta que me fuera por una calle, donde si intentaba regresar no podría seguirla, y ella tenía toda la ventaja, donde la encontré era una calle en un solo sentido y había un puente subterráneo por el que no podría regresar ni verla por el retrovisor, me dijo que siguiera por ahí y que hasta que me fuera imposible verla ella seguiría su camino, ya había mucho tráfico por lo que la despedida fue rápida, hice lo acordado y me enfilé hacia mi casa, yo no traía celular y ella noté que lo había apagado al dirigirnos al hotel por lo que estuvimos desconectados de nuestros mundos y ahora tenía 2 preocupaciones: se me haría tarde para ir al trabajo y....
...que le diría a mi esposa.
Saludos
