Elvakapoeta
Becerro
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- 11 Mar 2014
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Ya era tarde y comenzaba a anochecer una voz en mi dijo "Que vaz a hacer esta noche" y me dije aún no lo sé.
Comencé a buscar en el face, algo debia encontrar, una fiesta, alguna reunión, algo con que terminar el día.
De pronto encontré una fiesta, de aquellas que no sabes si es real o simplemente una broma de niños.
Me decidí a ir a aquella fiesta, me puse una corbata para verme algo casual.
Salí casi a las ocho no era tarde, tomé la autopista y llegé casi a las diez de la noche ya un poco preocupado por no encontrar a nadie.
Me tomó por sorpresa, en la entrada del salón habia dos dulces edecanes esperando a los invitados, las dos de un cuerpo suculento, basto, no les faltaba nada y me dije "si así están las que te reciben como estarán las de adentro"(Sonreí suciamente).
La noche comenzaba y yo no podia creer que hubiera mas mujeres que hombres, parecia una convención de "Haber quien muestra mas los senos". Fuí directo a la barra y pedí una copa de Ginebra.
Me sente en un lugar no muy lejos de la pista de baile para observar a mi presa. Sabia que habia bastante potencial ya que todas parecian bastantes sexuales y de una forma casi anormal me sacaron a bailar.A jalones! ya que no me sentia tan borracho como para comenzar a bailar, pero de todas formas resulto bastante bien, hai conocí a una mujer no muy joven, pero si lo bastante agradable para estar con ella toda la noche, comenzamos con una copa de vino, (el cual me subio un poco la adrenalina) ya que habia tomado varias copas de Ginebra.
Ella me contó de su marido (y la verdad esa parte no se las quiero contar ya que es una historia triste)Me conto lo que le gustaba hacer, la música que le gustaba, a donde frecuentaba.
Y Zaz, tan de repente nos comenzamos a besar, de una forma ardiente como diciendo que la noche ya necesitaba una cama. Seguimos bebiendo hasta que por fin ella me sugirió ir a su casa.(sentí un miedo en la piel ese que da cuando uno está haciendo las cosas mal).
Llegamos en unos veinte minutos no estaba tan lejos del lugar, entramos y era un lugar muy elegante, ella entro y directamente fué al baño. (Yo me quede con cara de "Eso me pasa siempre")
Salió del baño y comenzo la fiesta.
Me sujeto de las manos y me llevo con fuerza a su cuarto, comenzamos a besarnos, nos desnudamos, ella comenzó besando mi pecho, yo le respondí tocando su espalda lenta y fuertemente, como queriendo dar un masaje, eso le exitó, senti que su respiración comenzó a volverse más fuerte, me tocó las nalgas y comenzo a tocar mi pene, lo sentia, lo mangoneaba, jugaba con el liquido que salia de la punta, lo frotaba.
Yo empezé a sentir sus pechos, eran suaves y con un tono bastante recto, jugeteaba un poco con sus pezones, la tomé de la cintura y la lleve a la cama, la recosté y admiré su cuerpo, sus piernas, sus senos, su rostro.Acaricié sus piernas hasta llegar a su parte intima. Toqué lentamente su labios vaginales, eran tan suaves, tan jugables.
Cuando toque su orificio vaginal ella empezó a hacer ruidos a estremecerse.
Me dijo, hace tiempo que nadie me a mirado como tú lo haz hecho en esta noche.Ya me quiero entregar a ti.
Me tiro en la cama y se postro encima de mi, tomo fuerte mi pene y lo comenzo a masturbar, de pronto que lo acerca a su vagina, ya muy bien lubricada lo inserto. Sentí que era la mejor noche de mi vida.
Comenzó a darse de sentones, fuertes, uno tras otro.Era como si me quisiera destrozar la cadera.
Se pegó a mi me tomo de la espalda y movia las caderas en una forma circular que disfrutabamos los dos.
Sentí que queria eyacular pero no podia, ella por lo contrario habia tenido tres orgasmos. Yo solo observaba su cara.
Se veia tan feliz, se sonrojo al ver que la observaba, me levanté y la cargé, le metí mi pene, sentia las contraciones de sus musculos vaginales, de pronto sentí que algo escurria sobre mis piernas, comenzó a gritar y a temblar un extasis recorrió mi cuerpo, comenzé a ser más rapido, una posición tras otra, me encantaba verla sudar.
La recosté viendo su espalda, su piel era tan blanca, la penetré lentamente, conmenze a arremeter fuertemente contra ella, solo miraba su cara con esa expresión de que lo estaba disfrutando cuando termine con un grito de placer.
Se volteó y me dio un beso.
El Vaka Poéta.
Comencé a buscar en el face, algo debia encontrar, una fiesta, alguna reunión, algo con que terminar el día.
De pronto encontré una fiesta, de aquellas que no sabes si es real o simplemente una broma de niños.
Me decidí a ir a aquella fiesta, me puse una corbata para verme algo casual.
Salí casi a las ocho no era tarde, tomé la autopista y llegé casi a las diez de la noche ya un poco preocupado por no encontrar a nadie.
Me tomó por sorpresa, en la entrada del salón habia dos dulces edecanes esperando a los invitados, las dos de un cuerpo suculento, basto, no les faltaba nada y me dije "si así están las que te reciben como estarán las de adentro"(Sonreí suciamente).
La noche comenzaba y yo no podia creer que hubiera mas mujeres que hombres, parecia una convención de "Haber quien muestra mas los senos". Fuí directo a la barra y pedí una copa de Ginebra.
Me sente en un lugar no muy lejos de la pista de baile para observar a mi presa. Sabia que habia bastante potencial ya que todas parecian bastantes sexuales y de una forma casi anormal me sacaron a bailar.A jalones! ya que no me sentia tan borracho como para comenzar a bailar, pero de todas formas resulto bastante bien, hai conocí a una mujer no muy joven, pero si lo bastante agradable para estar con ella toda la noche, comenzamos con una copa de vino, (el cual me subio un poco la adrenalina) ya que habia tomado varias copas de Ginebra.
Ella me contó de su marido (y la verdad esa parte no se las quiero contar ya que es una historia triste)Me conto lo que le gustaba hacer, la música que le gustaba, a donde frecuentaba.
Y Zaz, tan de repente nos comenzamos a besar, de una forma ardiente como diciendo que la noche ya necesitaba una cama. Seguimos bebiendo hasta que por fin ella me sugirió ir a su casa.(sentí un miedo en la piel ese que da cuando uno está haciendo las cosas mal).
Llegamos en unos veinte minutos no estaba tan lejos del lugar, entramos y era un lugar muy elegante, ella entro y directamente fué al baño. (Yo me quede con cara de "Eso me pasa siempre")
Salió del baño y comenzo la fiesta.
Me sujeto de las manos y me llevo con fuerza a su cuarto, comenzamos a besarnos, nos desnudamos, ella comenzó besando mi pecho, yo le respondí tocando su espalda lenta y fuertemente, como queriendo dar un masaje, eso le exitó, senti que su respiración comenzó a volverse más fuerte, me tocó las nalgas y comenzo a tocar mi pene, lo sentia, lo mangoneaba, jugaba con el liquido que salia de la punta, lo frotaba.
Yo empezé a sentir sus pechos, eran suaves y con un tono bastante recto, jugeteaba un poco con sus pezones, la tomé de la cintura y la lleve a la cama, la recosté y admiré su cuerpo, sus piernas, sus senos, su rostro.Acaricié sus piernas hasta llegar a su parte intima. Toqué lentamente su labios vaginales, eran tan suaves, tan jugables.
Cuando toque su orificio vaginal ella empezó a hacer ruidos a estremecerse.
Me dijo, hace tiempo que nadie me a mirado como tú lo haz hecho en esta noche.Ya me quiero entregar a ti.
Me tiro en la cama y se postro encima de mi, tomo fuerte mi pene y lo comenzo a masturbar, de pronto que lo acerca a su vagina, ya muy bien lubricada lo inserto. Sentí que era la mejor noche de mi vida.
Comenzó a darse de sentones, fuertes, uno tras otro.Era como si me quisiera destrozar la cadera.
Se pegó a mi me tomo de la espalda y movia las caderas en una forma circular que disfrutabamos los dos.
Sentí que queria eyacular pero no podia, ella por lo contrario habia tenido tres orgasmos. Yo solo observaba su cara.
Se veia tan feliz, se sonrojo al ver que la observaba, me levanté y la cargé, le metí mi pene, sentia las contraciones de sus musculos vaginales, de pronto sentí que algo escurria sobre mis piernas, comenzó a gritar y a temblar un extasis recorrió mi cuerpo, comenzé a ser más rapido, una posición tras otra, me encantaba verla sudar.
La recosté viendo su espalda, su piel era tan blanca, la penetré lentamente, conmenze a arremeter fuertemente contra ella, solo miraba su cara con esa expresión de que lo estaba disfrutando cuando termine con un grito de placer.
Se volteó y me dio un beso.
El Vaka Poéta.
