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La Ardiente Mujer De Mi Cuñado. (II)

MR AGUILA

Bovino maduro
Registrado
20 Nov 2007
Mensajes
334
Ya era domingo por la mañana cuando desperté, mire el reloj y después de ver que ya eran las nueve de la mañana, me levante de inmediato, tome de nuevo mis pants, una playera y mis tenis y de inmediato salí de la casa, pues como todos los fines de semana me fui al parque cercano a la casa a correr un rato, además lo necesitaba pues tenia que pensar en lo acontecido la noche anterior con la esposa de mi cuñado.

Por mi mente pasaban miles de cosas, tenia sentimientos encontrados pues el haberle sido infiel a mi esposa me tenia inquieto, pero también tenia que reconocer que Cristina era una deliciosa mujer, su linda cara, sus tetas de mediano tamaño pero suaves al tacto y hermosas, así como esas anchas caderas y redondas nalgas, me tenia loco y no podía negarlo, era una verdadera tentación, a la cual no pude resistirme y sabia que seria difícil poder hacerlo, así que llegue a la conclusión de esperar a ver que pasaría, tal vez no se volvería a dar la oportunidad o tal vez si, era algo que realmente desconocía y decidí simplemente esperar y tratar de ser lo mas cauteloso posible.

Después de dar varias vueltas corriendo, otras tantas caminando y hacer varios ejercicios, decidí que era hora de regresar a casa, vi mi reloj y ya pasaban de las once de la mañana, por lo cual pensé que ya todos estarían despiertos y tal vez hasta desayunando.

Iba llegando a mi casa cuando veo que el zaguán se abre, era mi cuñado quien lo abría y enseguida salía mi esposa con mi camioneta, “que paso cuñado, ya de hacer ejercicio”, me dijo el pero con una cara de crudo que apenas y podía con ella, -así es cuñado, y que dice la cruda y que paso, a donde van-, “pues ahí la llevo con la cruda cuñado, pero ya sabes que los años de practica ayudan a sobrellevarla, ah y es que le llamamos a la tía Imelda para avisarle que yo estaba aquí, pero como ella no tiene la forma de venirse para aca, pues mi hermana le dijo que no se preocupara y que pasaríamos por ella”, enseguida vi que salieron mis hijos y los de mi cuñado, ya todos bien cambiaditos y arregladitos.

Mi esposa estaba terminando de estacionar la camioneta y mi cuñado cerraba las puertas, por lo cual me acerque a mi esposa y le dije, -oye me hubieras dicho, ando en fachas y todo sudado-, ella sin mas me dijo que no me preocupara, que ella iría con su hermano y se llevaría a los niños por su tía, que yo me quedara a bañarme y a arreglarme, además remato diciendo que de regreso pasaría por algo para almorzar.

Luego vi que todos subían a la camioneta con excepción de Cristina, así que le pregunte a mi esposa el porque ella no iba, quien me contesto de inmediato fue mi cuñado, “no cuñado, a mi vieja si le pego mas la borrachera de anoche, a ella si que le esta pegando la cruda, mejor se va a quedar a recuperarse y a bañarse para estar lista al rato”.

Después de esto mi esposa me dijo que regresaban en un rato y luego puso la camioneta en marcha, yo entre a la casa y subí las escaleras, pase por el baño del pasillo y se escuchaba el correr del agua, tuve la tentación de ver si la puerta estaba bien cerrada y asomarme a ver, pero me arrepentí y mejor seguí mi camino, de inmediato entre a mi cuarto y me tire por unos minutos en mi cama, hice cuentas y sabia que por lo menos tardarían hora y media en regresar, eso era el tiempo de puro camino, todavía faltaba el tiempo que hiciera la tía en salir y el tiempo al pasar por el almuerzo, así que sabia que por lo menos tendría dos horas, por lo cual no me apuraba mucho el meterme a bañar.

Tome el control de la tele de mi cuarto y lo encendí, comencé a ver cosas de deportes y justo en eso anunciaron un partido de fútbol de mi equipo favorito, el cual comenzaría exactamente a las doce, por lo cual de inmediato me levante, tome un bóxer, mis sandalias y entre al baño de mi cuarto para darme un regaderazo y así me diera tiempo de ver por completo el juego.

Que delicia era sentir el agua en mi cuerpo, sobre todo cuando mi cerebro recordaba imágenes de Cristina, para entonces recordé que no había puesto seguro a la puerta del baño, pero la verdad es que le reste importancia, los niños no estaban y no había peligro que fueran a abrirla, así que decidí a gozar de mi baño.

Estaba ya por terminar, solo estaba enjuagando los últimos residuos de jabón cuando escuche la puerta del baño abrirse, por inercia pregunte quien era, no recibí contestación, así que estire mi mano para abrir la cortina y mi sorpresa fue ver parada ahí justo enfrente de mi a Cristina, quien traía una bata de baño, el cabello mojado y en sandalias de baño, -pero Cristina que haces-, “anda cariño que tenemos que aprovechar que estamos solitos”, justo en ese momento ella abrió su bata y dejo ver su cuerpo desnudo.

-Oye no se, es que eh estado pensando que esto no es correcto-, ella en ese momento estaba colgando la bata en un toallero que esta justo a la entrada a la regadera, “si, yo se que no es correcto, pero cariño esto solo será mientras yo este de vacaciones aquí, piensa que después yo regresare a Estados Unidos y no sabemos cuando podremos vernos de nuevo, así que hay que aprovecharlo no crees”, mientras ella decía esto, se estaba metiendo ya conmigo a la regadera.

Mis ojos recorrían con ansia todo su cuerpo, desde su linda cara, hasta la punta de sus pies, pasando por sus morenas y hermosas tetas, coronadas con un pezón grande y oscuro, su abdomen plano, sus caderas anchas, su vagina con ese basto vello negro, aunque note que lo había recortado aun mas, sus piernas gruesas y torneadas, con una piel morena hermosa.

De pronto sentí su cuerpo juntarse al mío, sus brazos rodearon mi cuello y sus labios se prendieron de los míos, simplemente no pude contenerme y de inmediato radie su cintura con mis manos y la atraje mucho mas a mi, ella pudo sentir como mi pene se levantaba y se ponía completamente duro, quedaron entre sus piernas y rozando sus labios vaginales.

De inmediato el instinto fluyo en los dos, comenzamos a besarnos con desesperación, nuestras lenguas luchaban por ganar el interior de la boca, mis manos ahora las bajaba y la tomaba de sus carnosas nalgas, ella levanto una pierna y con ella rodeo la parte trasera de mis muslos.

Mi pene se incrustaba ahora entres sus labios vaginales, rozando su clítoris y luego la entrada de su vagina, yo tenia que doblar un poco mis rodillas pues ella era mas bajita, haciendo un tanto incomoda la posición en la que estábamos, así que gire un poco y luego me recargue en la pared del baño, la cual sentí un tanto fría pero con la calentura que tenia en ese momento, poco me importo esto.

Ahora podía recorrer un poco mas mis pies hacia abajo sin doblar las rodillas y su vientre quedo en el lugar exacto para que mi pene pudiera incrustarse en ella, lo cual pudo notar Cristina, quien abrió ligeramente sus piernas, con una mano tomo mi verga y la guió directamente a la entrada de su vagina, pude sentir como la cabeza de mi verga se abría paso entre sus labios vaginales y lentamente se iba incrustando en ella, deslizándose con suma facilidad, pues sentí como ella estaba completamente bien lubricada.

En cuanto estuve completamente dentro de ella y que los dos habíamos dejado escapar un delicioso gemido, no pude contenerme y le dije que me sorprendía sentirla bien lubricada, “es que desde que supe que saldrían y vi la oportunidad de quedarme a solas contigo, comencé a sentirme caliente pues sabia que era mi oportunidad de volver a coger contigo, por eso es que al estar imaginando que volvería a tener esta deliciosa verga entre mis piernas, mi vagina comenzó a mojarse, por eso es que me sentiste tan mojada”.

Una vez que termino de decir esto comencé a mover mis caderas al tiempo de aferrarme a su boca, podía sentir como ella ahogaba sus gemidos dentro de la mía, mientras nuestras lenguas se enfrascaban en una deliciosa lucha, mis manos se aferraban a sus nalgas y las acariciaba y apretaba a mi antojo, me encantaba sentir la firmeza de estas, además de que desde que la conocí esas nalgas me habían vuelto loco.

Era un tanto incomoda la posición, así que baje mis manos a sus piernas y tire de ellas, Cristina de inmediato entendió mi intención y las levanto, yo me puse derecho y sin salirme de ella me despegue de la pared y ella rodeo mi cintura con sus piernas, hice fuerza con mis piernas y una vez que me estabilice, comencé a moverme, penetrándola una y otra vez, mientras con mis manos me ayudaba a sostenerla y a mover su cuerpo para que pudiera cogerla mejor.

Esta posición le encanto a Cristina, quien soltó mi boca y comenzó a gemir con fuerza mientras sus manos se aferraban a mi cabeza, y yo la penetraba con fuerza mientras el agua de la regadera seguía cayendo, podía sentir en mis pies que ya se estaba enfriando, pero poco me importo pues estaba disfrutando al máximo la deliciosa cogida que le estaba dando.

Claro esta que después de varios minutos yo ya me había cansado, así que deje de moverme, ella noto mi cansancio y dejo de rodear mi cadera y bajo sus piernas, yo me salí de ella y la puse en el piso, pero no la deje descansar, de inmediato comencé a besarle la boca, luego baje por el cuello y llegue hasta sus tetas, donde me di gusto con sus pezones, mientras le chupaba con gusto sus tetas, ella estiro una mano y cerro las llaves de la regadera, pues el agua ya estaba muy fría.

Luego regreso sus manos a mi cabeza y me acariciaba el cabello mientras mi boca seguía prendida en sus deliciosas tetas, luego de haberlas degustado por varios minutos, comencé a agacharme, recorriendo con mi boca su estomago y vientre, hasta que llegue a su vagina, sus vellos estaban mojados por el agua, por lo cual se descubría por si sola su vagina, sobre todo resaltaban sus labios vaginales, ella abrió sus piernas y permitió que mi boca llegara con mayor facilidad al interior de su vagina.

Ella comenzó a sentir placer y una de sus piernas la subió a mi hombro, esto facilito por completo mi acceso total a su vagina, así que mientras con mi lengua acariciaba su clítoris, dos dedos de mi mano derecha los incruste por completo en el interior de su vagina y comencé a moverlos con fuerza y rapidez, lo cual provoco fuertes gemidos en Cristina, quien ahora jalaba mis cabellos a cada placentera sensación que se alojaba en su cuerpo.

No me detuve hasta que por fin pude arrancarle un orgasmo, el cual mojo por completo mis dedos y parte de mi mano, el resto cayo en el piso, de inmediato saque mis dedos y los lleve a mi boca, chupe por completo el jugo derramado en ellos, me puse de pie y ella intento besarme, pero yo lo que quería era penetrarla ya, así que apenas le di un pequeño beso y luego la hice dar vuelta, haciendo que doblara su cuerpo, ella rápidamente apoyo sus manos en las llaves de la regadera y yo me coloque detrás de ella, la tome de las caderas con una mano, con la otra tome mi verga y la encamine a su vagina, rápidamente encontré el camino y en cuanto sentí que la cabeza de mi verga se abría paso en su cuevita, la solté y ahora con ambas manos tome sus caderas y la penetre por completo.

“Ahhh siiiii, ahhh que delicia de verga, cogeme cariño, cogeme por favor ahhh”, exclamo Cristina, así que de inmediato comencé a mover mis caderas, una y otra vez, pero lo hacia no rápido pero si fuerte, en cada embestida me cercioraba de que no quedara ni un milímetro de mi verga fuera de ella, escuchando como sonaban sus nalgas cada vez que chocaban con mi vientre y el ruido que provocaba el entrar y salir de mi verga de su chorreante vagina.

Ella gemía y gritaba el placer que estaba sintiendo, era demasiado expresiva y la verdad es que eso llenaba y motivaba mis sentidos, fue que sentí que se acercaba mi orgasmo y entonces me afiance mas a sus caderas y comencé a penetrarla con fuerza y rapidez, con esto Cristina comenzó a gemir con mayor fuerza, “ahhh siii así, ahhh sigue, sigue así ahhh, ahhh, siiiii, ahhh que rico ahhh, siiii dale así, ahhh”.

De pronto ella dejo escapar un fuerte grito al tiempo que sentí como mi verga era bañada por sus calientes jugos, esto hizo que acelerara al máximo mis movimientos hasta que explote y sin más llene su interior con mi semen, el cual sentía que salía en cantidades industriales y solo hasta que sentí que salio la ultima gota fue que deje de moverme.

Cristina al sentir que yo había dejado de mover mis caderas y que tenia mi palpitante verga y que la tenia completamente dentro de ella, echo una mano hacia atrás y empujo mi cadera levemente, así que de inmediato di un paso atrás, ella se incorporo, me miro y me sonrió para enseguida doblar sus rodillas y ponerse en cuclillas frente a mi, tomo mi verga y como la noche anterior, la introdujo en su boca y no paro hasta dejarla libre de cualquier residuo de sus jugos y mi esperma.

En cuanto ella termino mi verga ya comenzaba a perder su firmeza y volvía a su estado natural de reposo, Cristina se puso de pie, me abrazo y me dio un beso muy apasionado, luego me volvió a sonreír, dio la vuelta y abrió la regadera, para entonces ya se había calentado un poco el agua, comenzó a enjuagarse, luego me dijo que me acercara, tomo el jabón y comenzó a lavar de forma suave y con total delicadeza mi adormecida verga.

Luego terminamos de enjuagarnos los dos, nos dimos un ultimo beso y cerramos la regadera, ella tomo su bata, se la coloco en el cuerpo y salio del baño, yo todavía me quede para acabar de secarme y luego salí a mi cuarto, saque una bermuda, una playera y comencé a vestirme, vi el reloj y de la hora en la que se fue mi mujer a ese momento ya había pasado poco mas de hora y media, así que salí del cuarto y vi que el cuarto de Cristina estaba cerrado, baje las escaleras y fui a la sala, prendí el televisor y me puse a ver el juego de fútbol, el cual ya estaba por terminar el primer tiempo.

A los pocos minutos termino el primer tiempo del juego, vi el resumen de esos primeros minutos y en seguida que llega mi esposa con su hermano, su tía y los niños, entraron haciendo mucho ruido, mi esposa me dijo que pondría la mesa para que almorzáramos ya, mi cuñado se sentó a mi lado y me pregunto por el juego, por suerte ya había visto el resumen del primer tiempo y con eso pude darme una idea y así platicarle, luego me pregunto por su esposa y le dije que no sabia, así que fue a buscarla, a los pocos minutos me llamo mi esposa para que fuera a almorzar y enseguida bajo mi cuñado con Cristina.

Estuvimos almorzando todos, pero yo estaba mas atento al juego que otra cosa, el cual por suerte termino con el triunfo de mi equipo, de pronto vi que mi cuñado le pidió algo a mi esposa, esta fue al refrigerador y saco varias cervezas, mi cuñado le dio una a su esposa y otra para el, a mi me invitaron pero la verdad es que ya no me apetecía, por lo cual decline la invitación.

El resto de la tarde fue muy tranquila, yo ya no me sentía tan inquieto, debo admitir que ya había asimilado mi infidelidad con Cristina, quien se portaba muy tranquila, como si nada hubiera pasado nunca, pero justo a la hora de la comida que nos sentamos todos a comer, ella se sentó justo a mi lado, la mitad de la comida paso sin sobresaltos, todos platicando muy ameno, mi cuñado ya estaba ebrio otra vez, Cristina ya no tomaba nada, mi esposa tenia cara de cansancio y los niños jugando y comiendo, la tía era la mas platicadora, de pronto sentí como una mano se postraba sobre mi pierna, apenas pude aguantar la sorpresa.

Disimuladamente voltie a ver a Cristina quien platicaba despreocupadamente con la tía, al mismo tiempo aferraba con mayor fuerza su mano a mi pene, el cual comenzaba a reaccionar y comenzaba a ponerse duro, ella se dio cuenta de esto y mas aferro su mano a el, acariciándolo con delicia sobre mi bermuda, yo sentía que mi pene reventaría el cierre y me estaba excitando bastante, sentía como de la cabeza de mi pene ya salía liquido preseminal, sintiendo como se mojaba un poco mi bóxer con este viscoso liquido.

Terminamos de comer y la sobre mesa de mas de 30 minutos, los niños estaban acostados en el sillón viendo una película, mi cuñado seguía bebiendo y embriagándose mas, mi esposa comenzó a medio regañarlo por estar tomando tanto, la tía decía que ya quería irse a su casa a descansar, Cristina seguía acariciando suavemente mi verga que estaba ya por estallar, de pronto mi esposa me dijo que si podía ir a dejar a su tía, le dije que si.

La tía se puso de pie y fue por su bolso y a despedirse de los niños, Cristina dejo de acariciar mi pene y se puso de pie, comenzó a recoger la mesa y yo me quede sentado por unos instantes mas, esperando a que la dureza de mi pene cediera, luego mi esposa fue a sentarse a mi lado, yo seguía inmóvil pues aun no perdía por completo mi erección, “amor no hay problema porque vayas a dejar a mi tía, mira me siento muy cansada y aparte quiero hablar con mi hermano, no me gusta que tome tanto, se que es mayor pero pues aun así quisiera hablar con el”, le respondí que no había problema.

Me dio un beso en la mejilla y se puso de pie para ayudarle a Cristina a recoger la mesa, para entonces por fin perdí mi erección y pude levantarme, la tía terminaba de despedirse de los niños, luego fue a decirme que ya estaba lista, mi cuñado me dijo que el me acompañaba, pero mi esposa le dijo que no, pues quería hablar con el, mi cuñado puso cara de niño regañado, pero de inmediato volteo a ver a su esposa y le dijo, “haber vieja, vete con mi cuñado y acompáñalo a dejar a mi tía, para que no se regrese solo, que aquí mi hermanita quiere hablar conmigo”, mi esposa le dijo que no había necesidad y que lo que hablaría con el bien podía escucharlo su mujer, pero mi cuñado le dijo, “no hermanita, no quiero que mi vieja vea como me regañas jajajaja, anda vieja acompaña a mi cuñado”.

Cristina le dijo que estaba bien así que salimos los tres a mi camioneta, la tía se subió adelante conmigo y Cristina atrás, durante todo el trayecto la tía platicaba conmigo, la verdad es que nos llevamos muy bien, mientras Cristina iba pegada a la ventana como niña chiquita, viendo por todos los lugares que pasábamos, hasta que por fin llegamos a la casa de la tía, ella bajo de la camioneta y Cristina de inmediato se paso para adelante, en cuanto la tía cerro la puerta de su casa, arranque la camioneta para tomar camino a la casa.

Apenas habíamos recorrido dos cuadras, cuando Cristina de inmediato puso su mano en mi pierna y comenzó a acariciarla, fue entonces que yo aproveche y le dije, -oye debemos tener cuidado, lo que hiciste mientras comíamos me puso muy nervioso, además es peligroso pues pueden darse cuenta-, ella me miro con una cara de picara que apenas y ella podía con ella, además en sus ojos se miraba una chispa que denotaba cierta lujuria, “vamos cariño, acaso no te gusto”, al decir esto subió su mano y de nuevo la postro sobre mi pene.

-Si, claro que si me gusto, pero es peligroso, demasiado diría yo, además me dejaste bien caliente-, “bueno cariño eso lo podemos arreglar”, en ese momento ella abrió el cierre de mi bermuda, introdujo su mano y hurgo por dentro hasta que pudo meter su mano por debajo del resorte del bóxer y tomo mi verga que para entonces ya se estaba poniendo dura, batallo un poco pero por fin y para mi admiración, pudo sacar mi verga, la cual salía en medio del cierre abierto de mi bermuda.

-Oye espera que pueden vernos-, ella volteo hacia las ventanas, ya estaba oscuro pues ya caía la noche, luego volteo a verme y me dijo, “nadie nos vera”, y tenia razón, gracias al entintado de los vidrios de la camioneta, en las noches no se podía ver hacia dentro de esta y si le añadimos la oscuridad de afuera, seria imposible que alguien nos viera, por lo menos los que pasaran a los lados, enfrente no podía asegurar nada pues ese vidrio no estaba entintado.

Como sea me acomode para poder seguir manejando mientras que su mano acariciaba mi pene, pensé que eso seria lo único que haría, pero de pronto vi que se quitaba el cinturón de seguridad y se acomodaba a forma de poder agacharse, wow que delicia fue sentir como mi pene entraba en la calidez y humedad de su boca, afortunadamente no traía un auto a mi lado izquierdo porque al sentir esto no pude evitar que mi cuerpo vibrara con tan delicioso placer y la camioneta se me fue hacia ese lado, aunque solo fueron algunos centímetros, de inmediato recobre mi carril, Cristina ni cuenta se dio de esto pues estaba inmersa en regalarme una deliciosa mamada.

Debo admitir que me costo trabajo manejar bien, por lo cual baje un poco la velocidad pues sabia que podía tener algún accidente, mientras que Cristina seguía mas que entretenida y yo disfrutaba como nunca, jamás en la vida alguien me había regalado una felacion en un auto y mucho menos mientras yo conducía, era una sensación única, muy placentera.

De pronto me toco parar la marcha en un semáforo, delante de mi había un auto compacto, por lo cual no podían ver para nada lo que acontecía dentro de mi camioneta, pero de mi lado derecho y un poco delante, había un microbús, levante mi mirada y vi a una parejita que iban sentados al lado de la ventanilla, el microbús ***** casi vació, yo rogaba porque no voltearan pues desde donde estaban sabia que si podrían ver algo, pero mis suplicas fueron en vano, pues de pronto vi que la chica volteo y sus ojos se abrieron como platos por la sorpresa de lo que sus ojos estaban viendo, de inmediato vi que volteo a donde estaba su pareja y note que le dijo algo al oído, por lo cual el chico también se asomo junto con su novia.

Le dije a Cristina, -oye nos están observando una pareja que viaja en el microbús que esta al lado de nosotros-, ella saco mi pene de su boca, pero no lo soltó y lo tomo con la mano, la cual no dejo de mover en ningún momento, levanto su cabeza y volteo su cara, miro a la parejita que nos miraba, pude ver que en su cara se formo una sonrisa y sin mas, volvió a agachar su cabeza e incrusto en su boca mi pene, pero ahora comenzó a mamarlo con mayor fuerza y con mas velocidad, tuve que apoyar mis manos y apretarlas al volante pues sentía un placer inmenso.

Sentía que ya no podía mas, estaba a punto de reventar, el semáforo no cambiaba de luz, la pareja nos miraba sin perder detalle, eso me excitaba aun mas y Cristina movía su boca con total maestría, -Ohh siento que voy a reventar, ahhhh-, mis ojos se pusieron en blanco al momento de sentir que a borbotones llenaba la boca de Cristina, quien con total empeño tragaba todo el semen que estaba depositando en su boca, ni una sola gota dejo escapar, cada borbotón y cada gota que salio de mi verga lo trago por completo.

Dio una ultima succión y saco la ultima gota que había en mi verga, levanto su cabeza y note que aun degustaba algo de semen que aun traía en la boca, lo que me sorprendió por completo fue que en cuanto se incorporo, volteo a ver a la pareja quien noto de que ella aun degustaba en su boca algo de mi semen, voltie a ver la reacción de ellos y su cara era de total sorpresa, el chico salio de su asombro y entre sonrisas note que hacia sus manos como si estuviera aplaudiendo, su novio lo miraba y sonreía de lo que su pareja hacia.

Cambio la luz, el microbús tomo marcha y enseguida nosotros, como el carro que estaba frente a mi acelero bastante, también yo pude hacerlo y arrebatamos de inmediato el microbús, pude notar que la pareja volteo a ver a Cristina y con la mano le hicieron adiós, yo me sentía raro pero la verdad es que me había encantado la experiencia.

En cuanto estuvimos metros delante del microbús, Cristina comenzó a carcajearse, “viste la cara que pusieron, no dudo ni tantito que terminaron bien calientes jajajaja”, yo no pude contenerme y también me puse a reír a carcajada abierta, luego le dije –estas bien loca Cristina de verdad, pero me encanto lo que hiciste, jamás me imagine que algo así me llegara a pasar-, la verdad es que íbamos contentos y muy divertidos, sobre todo me sentía satisfecho.

En el siguiente semáforo que nos toco el alto, aproveche para meter mi ya flácida verga al bóxer y luego cerré mi cierre, luego de algunos minutos mas llegamos por fin a la casa, bajamos los dos de la camioneta, yo abrí el zaguán y ella aprovecho para entrar directo a la casa, luego metí la camioneta y cerré la puerta pues ya no pensaba salir.

Entre a la casa y se escuchaba un profundo silencio, subí las escaleras y mi esposa salía del baño, “que bueno que ya llegaron, los niños se acaban de dormir, estaban cansadísimos, ya platique con mi hermano, ahora esta en su recamara, bien tomado verdad pero bueno ya platique con el y según dice ya le va a bajar a la bebida, Cristina esta ahí dentro con el, yo ya me voy a dormir, me siento muy cansada y mañana vamos a salir, los voy a llevar de paseo, ah por cierto me falto sacar la basura, ahí la sacas no por favor, ya me voy a acostar, hasta mañana amor, no tardes mucho en ir a dormir”.

Lo curioso aquí es que aunque Cristina me había regalado una mamada de campeonato, el recordar la situación que habíamos pasado me tenia aun caliente, así que sin mas abracé a mi esposa y le dije, -oye y si me dejas dar un baño y pues tu sabes, nos ponemos románticos-, ella me sonrió y me dio un pequeño beso, luego me dijo de la manera mas sutil y sincera que podía hacerlo, “amor, yo también tengo muchas ganas de estar contigo, pero es que con mi hermano aquí me siento incomoda, nos vaya a escuchar y me da pena, pero te prometo que en cuanto haya oportunidad voy a recompensarte si, además me siento muy cansada amor, me disculpas”, yo le dije que estaba bien y que no se preocupara, que bajaría a ver un rato la tele y a sacar la basura que mas tarde subiría a dormir.

Ella camino al cuarto y yo baje a la cocina para salir al patio a poner la basura en el bote grande, aproveche para fumarme un cigarro y luego entre a la sala, prendí la tele y me puse a ver los resúmenes deportivos y pasados unos veinte minutos, vi bajar por las escaleras a Cristina, quien llevaba un camisón de color rosa, largo y una vez que estuvo frente a mi, note que era bastante transparente, además pude notar que no traía brasier y se transparentaban sus hermosas tetas, así como sus grandes y obscuros pezones, los cuales se mostraban erguidos.

Nos mirábamos sin decir nada, ella se agacho y llevo sus manos a los botones de mi bóxer, en cuanto lo desabrocho yo lo tome con las manos, levante mis caderas y lo baje junto con mi bóxer hasta mis tobillos, ella miraba mi pene el cual de inmediato comenzó a reaccionar y se ponía duro, ella estiro una mano, lo tomo y acaricio suavemente y una vez que este estuvo de nuevo completamente duro lo soltó, luego llevo sus manos a su camisón y comenzó a subirlo, lo levanto hasta sus cintura y pude ver que no traía ropa interior, luego sin mas ella subió al sillón, colocando sus rodillas a los costados de mi cadera, soltó un lado de su camisón y con esa mano tomo mi verga y la encamino a la entrada de su vagina.

Lentamente fue dejando caerse hasta que estuve completamente dentro de ella, dejamos escapar al mismo tiempo un leve gemido, -y tu esposo-, pregunte, “esta profundamente dormido”, en cuanto dijo esto, ella soltó la otra parte de su camisón, puso sus manos en mis hombros y comenzó a mover sus caderas de una forma deliciosa, yo lleve mis manos a la parte delantera de su camisón, a la altura de sus tetas había unos botones, solo desabroche dos de ellos y pude abrir de esa parte su camisón, liberando sus tetas y de inmediato prendí mi boca a ellas, mientras que Cristina movía sus caderas de una forma suave y deliciosa.

Pude sentir que estaba mas que mojada, eso me excito aun mas, y mientras ella movía sus caderas a su gusto, yo me deleitaba con sus tetas a placer, ella daba gemiditos suaves, nada exagerados pero que mostraban que estaba sintiendo un enorme gusto, luego deje por fin sus tetas, ella aprovecho y su boca la prendió a la mía, yo lleve mis manos hacia atrás de ella, levante el camisón hasta quedar descubiertas sus nalgas, las cuales tome con mis manos y acompañaba con estas el movimiento de sus caderas.

Poco a poco incrementaba ella el ritmo de sus movimientos, yo ahora le apretaba con ansias las nalgas, ella dejo de ser sutil en el movimiento de su cadera y comenzó a darse sentones a placer, sus gemidos incrementaban pero los ahogaba dentro de mi boca, mientras sentía como el interior de su vagina mojaba con delicia mi verga, estaba sumamente caliente y lo demostraba con la gran cantidad de jugos que emanaban del interior de su vagina.

Yo seguía con mis manos en sus nalgas, de pronto moví una mano y mi dedo medio quedo justo en su ano, lo iba a quitar de inmediato pero a la cabeza me vino la idea de esperar y ver su reacción, porque si a mi esposa le hubiera echo eso, de inmediato me hubiera quitado la mano, sin embargo ella no, seguía con sus movimientos como si nada, así que al no ver oposición de Cristina, comencé a acariciarlo suavemente sin sentir oposición de Cristina.

Quien para mi sorpresa digo, esta mujer seguía sorprendiéndome, sentí que esto la excitaba mas, pues comenzaba a mover con mayor fuerza su cadera, separo su boca de la mía y ahora gemía con mayor fuerza, no hacia tanto ruido como en otras ocasiones pero aun así había subido el volumen, de pronto intente meter mi dedo y como resultado fue que entro la mitad de este, ella gimió mas fuerte y entre gemidos me pidió que moviera yo mis caderas, así que sin sacar mi dedo de su ano, moví mis caderas hacia la orilla del sillón y una vez que estuve bien apoyado, comencé a mover mi cadera y ahora yo la penetraba con fuerza.

Ella acompañaba mis arremetidas con sus sentones, sus gemidos incrementaban, su frente comenzó a sudar, sus tetas se bamboleaban de un lado a otro, yo sentía que estaba llegando al final, ahora ya tenia ella todo mi dedo medio dentro de su ano, el sillón comenzó a dar pequeños rechinidos, ella se aferro a mis hombros y los apretó con fuerza al tiempo de estallar en un orgasmo, de nuevo sentía la sensación de cómo un abundante liquido caliente mojaba por completo mi verga, como seguía moviéndose sus jugos derramaron hasta mi pelvis, mis huevos y la parte interna de mis piernas.

Ya no pude mas y de nuevo estalle en otro orgasmo, de nuevo inunde su vagina con mi semen, no pude contenerme y deje escapar un fuerte gemido, ella de nuevo prendió su boca a la mía, lentamente fuimos dejando de movernos, yo sentí justo cuando salio la ultima gota de mi semen, luego dejamos de movernos, nos besábamos de forma mas suave y reconfortante, saque lentamente mi dedo de su ano y luego comencé a acariciar sus nalgas, después de unos minutos dejamos de besarnos, ella seguía sobre mi, su cabeza la tenia recargada en mi hombro, yo acariciaba ahora su espalda.

Podía sentir en mi pecho como poco a poco lo acelerado de su respiración se tornaba lenta y recuperaba el ritmo normal, luego me miro, me sonrió y me dio un ligero beso, se apoyo en el sillón y levanto sus caderas, mi verga salio de ella, quien se puso de pie frente a mi, miro mi verga y se puso de rodillas, de nueva cuenta la llevo a su boca, de forma suave la introdujo en esta y al igual que en ocasiones pasadas, la limpio por completo, luego la saco de su boca, me miro y me sonrió de nuevo, se puso de pie y luego se agacho a darme otro beso, pego su boca a mi oreja y me dijo, “hasta mañana cariño, que descanses que yo con esto tengo para dormí tranquila”.

Dio la vuelta y comenzó a caminar a las escaleras, pero antes de subirlas volteo a verme, puso una mano en sus nalgas y me dijo, “por lo que veo quieres romperme el culito verdad, ya habrá oportunidad para eso cariño, te lo prometo, ahora descansa”, me mando un beso con la mano y siguió su camino, yo me levante, me subí la bermuda y el bóxer, fui a apagar las luces y subí a dormir, había sido un buen día, un grandioso día.

C O N T I N U A R A
 

chirilas one

Bovino maduro
Registrado
6 Ago 2009
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148
Perfecto en todos los sentidos hasta en el tiempo de entrega de la segunda parte no hay mas que decir cumple con su objetivo y eso se agradece ya no me sorprende eres garantia absoluta Mr Aguila
 

ChigagoBulls

Becerro
Registrado
17 Ene 2010
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Excelente relato, esperamos seguir recibiendo la misma calidad de siempre tanto en el relato como en su ortografia se agradece el trabajo, saludos.
 

lobodj

Bovino maduro
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10 May 2006
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Vaya es una de las pocas historias que he seguido con atencion, casi por lo regular nunca leia una segunda pero ahora espero con ansias la tercera, se agradece.
 

puga puga

Bovino adicto
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2 Jun 2009
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Gracias Mr Águila por esta delicia de relato, como siempre esperamos con ansia la continuación
 

iramon

Bovino maduro
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9 Ago 2010
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Guauuu que buen relato me esta gustando esta concuña jeje
 

josefa29

Becerro
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19 Mar 2009
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Como siempre, cuando escribe Mr. Aguila es garantia de excelentes relatos..

sigue asi...
 
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