Antikristo
Becerro
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- 4 Mar 2007
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Hola a todos:
Este relato ya lo habia publicado con anterioridad en una version beta jejejeje pero por sucesos extraños tanto mi relato como mi cuenta anterior desaparecieron
esperemos que no pase lo mismo otra vez.....
Escapándome Hacia La Brecha De La Tentación
Quien habría de pensar que aquella noche volvería a tener entre mis brazos aquel cálido y excitante cuerpo que tiempo atrás había hecho palidecer a mi intranquilo corazón.
No podía creer que esa joven con la que había tenido un “affaire” no mucho tiempo atrás, se encontrara ahora junto a mí, en la misma aula donde llevaba ese curso de idiomas, el cual no había sido tan gratificante sino hasta ese momento.
Los primeros dos días transcurrieron sin ningún sobresalto fuera de lo normal, para ese entonces ambos teníamos nuestras respectivas parejas sentimentales, pero como reza la sabia frase “Donde hubo fuego, cenizas quedan” un naciente deseo se empezaba a manifestar en mi interior, el deseo de volvernos uno nuevamente, de deslizarme suavemente por su figura y sentir su calor irradiado sobre mi cuerpo, pero el recuerdo de mi nueva pareja me hacia entrar en razón y olvidaba por un tiempo esos deseos.
Mas como el deseo era grande, ese día no fue suficiente el recuerdo de mi compañera para detener el torrente salaz que recorría todo mi ser, y en mi mente tracé mil y un estrategias para tenerla nuevamente pero ninguna me parecía eficaz. Y para colmo de mis males parecía que el cielo se pondría en mi contra para evitar mis intenciones, ya que durante todo ese día una lluvia incesante profetizaba que no me encontraría con ella esta vez.
Pero una luz de esperanza, iluminó ese sobrio día, ya que debido a las condiciones climatológicas me vi obligado a cambiar mi transporte habitual por un vehículo mas adecuado al clima, lo cual resultaría muy ventajoso en mis intenciones. Todo transcurría como siempre hasta que poco antes de llegar al Instituto la encontré y gentilmente ofrecí llevarla hasta ahí.
Justo antes de llegar al lugar una idea cruzó por mi cabeza y al momento le dije…. “Que te parece si hoy nos vamos tu y yo a otro lugar” A lo que ella un tanto sorprendida me respondió “Estas seguro?” y debió de leer en mis ojos el deseo ya que sonrió y acepto mi idea de escape.
Conduje hasta el centro comercial donde bajamos por unas bebidas y comida pero en mi mente surgía el deseo de poseerla lo más pronto posible así que salimos rápidamente del lugar y me enfilé hacia mi lugar preferido para ese tipo de encuentros.
Llegamos a ese escondido refugio cerca ya del anochecer, y al bajar del vehículo sentía una increíble sensación, el ambiente húmedo, la tormenta eléctrica iluminando de cuando en cuando el semioscuro paisaje y el fluir de adrenalina de mi cuerpo fluyendo por cada milímetro de mi ser, incrementando esa excitación que me provocaba esta prohibida reunión, eran la conjunción perfecta para enmarcar este momento.
Después de charlar un poco, degustar de las bebidas y la comida, nuestros ojos se buscaron furiosamente, con la llama de la pasión encendiéndolos mas que los relámpagos de la noche, sus labios se entreabrieron invitándome a disfrutar una vez mas de su hipnotizante aliento, mi boca, escudriñaba cada parte de la suya mientras mis manos comenzaban a juguetear con sus suaves pechos por encima de su blusa.
Poco a poco mis manos fueron batiendo los obstáculos textiles que me separaban de su blanca y delicada piel, el primer enemigo en caer fue su blusa y enseguida su sostén, dejando a merced de la oscuridad sus hermosos senos, los cuales disfruté ver unos segundos, dejando después que mis labios los disfrutaran a placer.
Mientras mi lengua jugueteaba con sus pezones, mis manos continuaron con la avanzada, ahora dispuestas a despojar de sus ultimas prendas a mi cómplice de fechorías, y lentamente llegaron hasta sus jeans los cuales con ágil movimiento deslicé por sus pequeñas y deliciosas piernas hasta que llegaron a sus tobillos, sobra decir que su panty no fue obstáculo para mi feroz acometida y en pocos segundos ahí estaba ella, desnuda, hermosa, en medio de un campo rodeado de descargas eléctricas y una ligera brisa húmeda.
Mis manos escudriñaban cada parte de su ser, cada curva de su cuerpo, cada lugar oculto a simple vista, cuando sentí la necesidad de sentir su intimo calor. Dócilmente la coloque de espaldas a mi y ella se inclinó ligeramente invitándome a entrar en su cuerpo.
Explosiones de pasión y lujuria invadieron ese espacio por un rato, olvidándonos por completo del tiempo y de nuestros sentimientos hacia nuestras actuales parejas. Después de un largo batallar erótico, logramos volver a nuestra realidad y decidimos volver a la ciudad antes de que alguien nos encontrara.
Basta con concluir que esa misma noche, con mi novia volvimos a ese lugar, y sea tal vez el ambiente húmedo, la tormenta eléctrica iluminando de cuando en cuando el semioscuro paisaje o el fluir de adrenalina al recordar mi no muy lejano encuentro con mi amante secreto que me hizo extasiarme con mi compañera al punto de lograr en ella y en mi un inmenso orgasmo que quedó plasmado en nuestros recuerdos.
Y que paso con mi compañera de fechorías?
Pues nos volvimos a encontrar tiempo después para terminar lo interminado…. Pero esa es otra historia
Espero hayan disfrutado de este mi primer relato y seguiremos leyendonos por aqui.... (si no desaparece esta cuenta tmb :eolo
Este relato ya lo habia publicado con anterioridad en una version beta jejejeje pero por sucesos extraños tanto mi relato como mi cuenta anterior desaparecieron
esperemos que no pase lo mismo otra vez.....
Escapándome Hacia La Brecha De La Tentación
La erótica comunión entre dos cuerpos que prueban el néctar de lo prohibido
hace explotar galaxias y sacudir el universo entero.....
No podía creer que esa joven con la que había tenido un “affaire” no mucho tiempo atrás, se encontrara ahora junto a mí, en la misma aula donde llevaba ese curso de idiomas, el cual no había sido tan gratificante sino hasta ese momento.
Los primeros dos días transcurrieron sin ningún sobresalto fuera de lo normal, para ese entonces ambos teníamos nuestras respectivas parejas sentimentales, pero como reza la sabia frase “Donde hubo fuego, cenizas quedan” un naciente deseo se empezaba a manifestar en mi interior, el deseo de volvernos uno nuevamente, de deslizarme suavemente por su figura y sentir su calor irradiado sobre mi cuerpo, pero el recuerdo de mi nueva pareja me hacia entrar en razón y olvidaba por un tiempo esos deseos.
Mas como el deseo era grande, ese día no fue suficiente el recuerdo de mi compañera para detener el torrente salaz que recorría todo mi ser, y en mi mente tracé mil y un estrategias para tenerla nuevamente pero ninguna me parecía eficaz. Y para colmo de mis males parecía que el cielo se pondría en mi contra para evitar mis intenciones, ya que durante todo ese día una lluvia incesante profetizaba que no me encontraría con ella esta vez.
Pero una luz de esperanza, iluminó ese sobrio día, ya que debido a las condiciones climatológicas me vi obligado a cambiar mi transporte habitual por un vehículo mas adecuado al clima, lo cual resultaría muy ventajoso en mis intenciones. Todo transcurría como siempre hasta que poco antes de llegar al Instituto la encontré y gentilmente ofrecí llevarla hasta ahí.
Justo antes de llegar al lugar una idea cruzó por mi cabeza y al momento le dije…. “Que te parece si hoy nos vamos tu y yo a otro lugar” A lo que ella un tanto sorprendida me respondió “Estas seguro?” y debió de leer en mis ojos el deseo ya que sonrió y acepto mi idea de escape.
Conduje hasta el centro comercial donde bajamos por unas bebidas y comida pero en mi mente surgía el deseo de poseerla lo más pronto posible así que salimos rápidamente del lugar y me enfilé hacia mi lugar preferido para ese tipo de encuentros.
Llegamos a ese escondido refugio cerca ya del anochecer, y al bajar del vehículo sentía una increíble sensación, el ambiente húmedo, la tormenta eléctrica iluminando de cuando en cuando el semioscuro paisaje y el fluir de adrenalina de mi cuerpo fluyendo por cada milímetro de mi ser, incrementando esa excitación que me provocaba esta prohibida reunión, eran la conjunción perfecta para enmarcar este momento.
Después de charlar un poco, degustar de las bebidas y la comida, nuestros ojos se buscaron furiosamente, con la llama de la pasión encendiéndolos mas que los relámpagos de la noche, sus labios se entreabrieron invitándome a disfrutar una vez mas de su hipnotizante aliento, mi boca, escudriñaba cada parte de la suya mientras mis manos comenzaban a juguetear con sus suaves pechos por encima de su blusa.
Poco a poco mis manos fueron batiendo los obstáculos textiles que me separaban de su blanca y delicada piel, el primer enemigo en caer fue su blusa y enseguida su sostén, dejando a merced de la oscuridad sus hermosos senos, los cuales disfruté ver unos segundos, dejando después que mis labios los disfrutaran a placer.
Mientras mi lengua jugueteaba con sus pezones, mis manos continuaron con la avanzada, ahora dispuestas a despojar de sus ultimas prendas a mi cómplice de fechorías, y lentamente llegaron hasta sus jeans los cuales con ágil movimiento deslicé por sus pequeñas y deliciosas piernas hasta que llegaron a sus tobillos, sobra decir que su panty no fue obstáculo para mi feroz acometida y en pocos segundos ahí estaba ella, desnuda, hermosa, en medio de un campo rodeado de descargas eléctricas y una ligera brisa húmeda.
Mis manos escudriñaban cada parte de su ser, cada curva de su cuerpo, cada lugar oculto a simple vista, cuando sentí la necesidad de sentir su intimo calor. Dócilmente la coloque de espaldas a mi y ella se inclinó ligeramente invitándome a entrar en su cuerpo.
Explosiones de pasión y lujuria invadieron ese espacio por un rato, olvidándonos por completo del tiempo y de nuestros sentimientos hacia nuestras actuales parejas. Después de un largo batallar erótico, logramos volver a nuestra realidad y decidimos volver a la ciudad antes de que alguien nos encontrara.
Basta con concluir que esa misma noche, con mi novia volvimos a ese lugar, y sea tal vez el ambiente húmedo, la tormenta eléctrica iluminando de cuando en cuando el semioscuro paisaje o el fluir de adrenalina al recordar mi no muy lejano encuentro con mi amante secreto que me hizo extasiarme con mi compañera al punto de lograr en ella y en mi un inmenso orgasmo que quedó plasmado en nuestros recuerdos.
Y que paso con mi compañera de fechorías?
Pues nos volvimos a encontrar tiempo después para terminar lo interminado…. Pero esa es otra historia
Espero hayan disfrutado de este mi primer relato y seguiremos leyendonos por aqui.... (si no desaparece esta cuenta tmb :eolo
