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Emma, Una Excitante Aventura.

MR AGUILA

Bovino maduro
Registrado
20 Nov 2007
Mensajes
334
La historia que voy a contar, es algo que le sucedió a un muy buen amigo, el me la contó, le sucedió hace un par de años, solo que ahora me doy el atrevimiento de plasmarla en un relato y contándola como si fuera mía, como si fuera mi historia, solo modifique los nombres.


Es muy raro como en ocasiones la vida nos pone en circunstancias que uno no planea, normalmente todos hacemos nuestro plan de vida e intentamos llevarlo a cabo, en ocasiones todo sale bien, en otras no tanto.

Pero es curioso y sorprendente como las situaciones que menos esperas, de pronto se presentan ante ti, tal como fue lo que me sucedió y que ahora voy a platicar.

Era un día sábado como tantos, regresaba cansado y agotado de un fuerte juego de fútbol, era tiempo caluroso en extremo, estaba llegando a la entrada del edificio donde vivo, me llamo la atención un camión de mudanzas, el cual estaba estacionado frente a mi edificio.

Estacione mi auto en mi lugar y luego de estacionarlo y cerrarlo, camine hacia mi edificio, notando como dos hombres cargaban una cama, luego entraban al departamento con el numero 1, no le di importancia y seguí mi camino, justo pasaba frente a este departamento cuando de el salio una mujer.

La mire y se me hizo conocida, ella también me miro y note que trataba de reconocerme, su mente trabajo mas rápido que la mía, pues de inmediato note como su cara se transformaba y en ella se dibujaba una sincera sonrisa.

“Hola Eduardo como estas, acaso no me reconoces, soy Emma”, claro, ahora la recordaba, Emma era hija de los vecinos del departamento 1, creo que aquí debo hacer un poco de historia.

Yo vivo en el edificio desde que tenia dos años de edad, ahí llegue con mis padres y mis dos hermanos, Julio y Carla, ambos mayores que yo, ahí crecimos, hasta que Julio se caso y se mudo a Querétaro, luego le siguió Carla, quien al casarse fue a vivir a Canadá con su ahora esposo, luego cuando yo termine la universidad, mi padre se jubilo y decidió ir a vivir con mi hermano, quería una vida mas tranquila.

Aun recuerdo cuando mis padres planearon el cambio, mi padre me dijo, “esta desde ahora es tu casa, cuídala mucho, ya eres mayor y puedes hacerte cargo de ella”, así que desde ese día comencé a vivir solo, algunos años después conocí a mi esposa y me case con ella, trayéndola a vivir a la casa que me había dejado mis padres.

Ahora, regresando a Emma, pues a ella la conocí desde niños, es dos años menor a mi, ella tiene un hermano llamado Javier, el era mi amigo y ambos somos de la misma edad, la verdad es que ella de joven era una chica muy bonita, debo admitir que me llamaba un poco la atención, pero para ser sinceros jamás intente hacerme su novio ni mucho menos.

Eso si, siempre tuvimos una relación de amistad muy buena, cuando tenia 17 años, le llego una oportunidad de ir a estudiar a una universidad en puebla, pues allá tenia muchos familiares, uno de sus tíos le había conseguido una beca en una prestigiada escuela, así que tomo la oportunidad y se fue a radicar a aquel estado.

Desde entonces no la había vuelto a ver, pues después me entere que apenas había terminado la universidad, salio embarazada y se había casado, mientras que su hermano y amigo mío, al no ser buen estudiante y tener pocas oportunidades de trabajo, había decidido irse a Estados Unidos, donde ya tenia varios años radicando, desde entonces sus padres se habían quedado solos, sabia por ellos que recibía dinero por parte de Javier y de Emma, con ello y el trabajo de su padre es que habían logrado vivir tranquilamente.

Bien eso fue algo de historia, ahora regresemos al relato.

Una vez que reconocí a Emma, la salude con gusto, luego siguieron algunas preguntas de rigor, el como estas, como están tus padres, tus hermanos, si ya te casaste en fin, preguntas por el estilo.

Solo platicamos por algunos minutos, pues ella debía seguir con las cosas de mudanza, así que nos despedimos, no sin antes hacernos la promesa de darnos un tiempo para platicar y así ponernos al corriente de nuestras vidas.

Debo admitir que me dio mucho gusto verla, y con esa alegría subí a mi casa, donde se encontraba mi mujer preparando la comida, mientras que mis dos hijos miraban televisión.

En esos momentos no pasábamos por buenos tiempos en cuestión marital, nuestra relación había entrado en un bache, no puedo decir que no amara a mi esposa, pero pues habíamos entrado en una etapa de cierta monotonía.

Mi esposa y yo teníamos 35 años, nuestros hijos 6 y 4 años, teníamos ya 8 de casados, no puedo decir que no, me sentía muy bien con ella, pero creo que había algo que nos hacia falta, en la cuestión sexual, pues sin duda ahí era donde mas falla había.

Yo siempre eh sido un hombre mas temperamental, mi vida sexual comenzó desde que tenia 16 años, no digo que tuve miles de mujeres, pero si puedo presumir que fueron varias, de todos los modelos, buenas, bonitas, delgadas, gorditas, variedad de mujeres.

Con la mayoría de ellas había llevado a cabo muchas fantasías, disfrutando al máximo de los placeres sexuales que ellas me habían brindado.

Pero mi esposa era diferente, era mas recatada y un tanto penosa, no digo que no habíamos tenido muy buenas sesiones de sexo, pero para ser realista, ella me limitaba en mucho, o más bien ella se limitaba en muchas cosas, no le gustaba mucho el sexo oral, así que pocas veces podía hacerlo, tanto yo para ella como ella para mi, pero mi mayor obsesión era que algún día me dejara hacerle el sexo anal, eso simplemente no existía en su libro de sexualidad, era una palabra excluida de el.

Yo ya conocía de eso, lo había practicado con mis anteriores compañeras de cama, no con todas pero si con la mayoría, era algo que me gustaba en demasía y tenía años de no hacerlo, desde que me había casado con ella, el sexo anal había desaparecido por completo, así que esto era parte de que nuestra relación fuera mas fría y monótona.

Pues bien, regresando al tema de Emma, a ella comencé claro esta a verla mas seguido, nos mirábamos y nos saludábamos, no habíamos tenido el tiempo de platicar, sin embargo yo notaba y creo que ella también, que así fuera por solo unos segundos, el vernos y saludarnos, nos daba gusto a ambos.

Y es que Emma había comenzado a llamarme la atención, era muy diferente a cuando éramos jóvenes, había dejado por mucho de ser la mujercita delgada, de cuerpo delineado, cara bonita y fina, no ahora ya no era en nada parecido a eso.

Por el contrario, su cuerpo ahora había embarnecido, el tener tres hijos le había sentado de maravilla, sus senos eran más grandes, sus caderas mas anchas, sus nalgas más redondas, sus piernas más gruesas, su cara seguía siendo bonita, pero la madurez le dio un aire más interesante, su cabello negro y largo ***** hermoso, sin duda era una mujer capaz de llamar la atención de cualquier hombre.

Llego el mes de Diciembre, ella organizo una posada con todos los habitantes del edificio, así que llegado el día, todos los vecinos bajamos a la hora acordada, eran las 8 de la noche, lo primero fue cantar la letanía, llevando a todos los niños por la calle, con sus velas encendidas, repitiendo cada párrafo de quien llevaba la voz cantante.

Se pidió la posada, se rompieron piñatas, se les dieron aguinaldos de dulces, luego cenamos y fue cuando comenzó la fiesta de adultos, ahora los niños jugaban entre ellos y los adultos comenzamos a tomar alcohol, la música sonaba y los vecinos bailaban.

Era una muy buena convivencia, donde todos aportamos para que la fiesta fuera divertida y cordial.

Eran ya las dos de la mañana cuando los niños ya cansados pedían ir a dormir, pensé que seria todo para mi en la fiesta, sin embargo mi esposa me dijo que la acompañara a dormirlos y que si yo quería podía bajar para seguir en la fiesta, al final eran personas que conocía de años y que a ella la habían tratado muy bien, desde el primer día que llego como mi esposa.

Subimos a los niños y los acostamos en sus camas, luego me dijo que ya podía bajarme, pero yo todavía le dije que se bajara conmigo, la habíamos pasado bien, habíamos estado bailando y tomando, pero ella me dijo que estaba cansada y que hacia frió, que prefería descansar, volví a insistir pero conseguí de nuevo una respuesta negativa.

Así que decidí bajar a la fiesta, en cuanto llegue Emma se acerco a mi y me dijo, “hay que bueno que regresaste, pero y tu esposa”, -no ella ya esta cansada y decidió quedarse a dormir-, no sabia si era mi imaginación, pero note una mueca de gusto en ella, “bueno pues entonces ven a bailar conmigo anda”, y sin mas comencé a bailar con Emma.

Ya el resto de la fiesta me la pase bailando y platicando con ella, fue entonces que me comento que se estaba divorciando, que en cuanto termino la universidad había cometido el error de embarazarse, así que se caso con su ahora ex marido, luego tuvo dos hijos mas, pero que realmente su matrimonio había fracasado casi desde que tuvo su segundo hijo, luego por accidente llego el tercero, pero ni eso remedio su relación.

Así que sin más decidió separarse de su esposo, ahora se encontraba en los tramites de divorcio, afirmando que ahora se encontraba muy bien sola, luego me dijo, “pero por lo que veo tu tienes una bonita familia”, yo me quede pensativo por un momento, ella me pregunto si pasaba algo, así que sin mas le comente mi situación.

-Mira yo amo a mi esposa, eso es algo que no puedo dudar ni mucho menos negar, pero ahora pasamos por una etapa no muy buena, no se, yo creo que es la rutina o que se yo, te puedo decir que estoy seguro que ella también me ama, pero no se, hay algo que no esta bien y eso no nos deja ser felices como debiéramos-.

Ella se quedo pensativa por un instante, luego me miro y me dijo, “mira tal vez sea algo indiscreta pero bueno, no estas forzado a contestar, dime algo, sexualmente estas bien con ella, digo esto porque pues no se, en ocasiones esto puede ser un motivo, además por lo que veo ella es muy seria, me cae bien, es amable pero muy seria”.

Sin duda alguna le había atinado al problema, ella noto que dude un poco, al final no era algo que tuviera que estar ventilando, pero el alcohol lo desinhibe a uno y pues fue mas fácil decirle que si, que muy probablemente ese era el mayor problema.

Ella paso una mano por mi espalda y la acariciaba como cuando alguien quiere darle apoyo a un amigo o familiar, “yo se de eso Eduardo, aunque realmente mi problema no fue solo eso, digo si tuvo mucho que ver, pero eso fue derivado a que simplemente deje de amar a mi esposo, aunque en ocasiones me pregunto si realmente lo ame, esto tuvo consecuencia en el sexo, pues ya no me interesaba en lo mas mínimo tener intimidad con mi esposo”.

-Bueno pues si que es una lastima, pero dime algo, tu esposo no intento hacer que las cosas funcionaran bien-, “pues no, creo que el también dejo de amarme, además el fue el causante de todo, no era nada atento conmigo, me trataba mal y pues aquí entre nos, pues es que el me fue infiel, eso fue lo que me orillo a separarme”, -oh lo siento mucho-, “pues yo no tanto, la verdad es que fuera de lastimar un poco mi orgullo de mujer, de ahí en fuera ya no me importo, fue que me di cuenta que no tenia caso seguir a su lado”.

-Pues si, en eso tienes razón, pero vaya que tu eres una mujer muy guapa, no dudo ni tantito que puedas encontrar a alguien fácilmente-, eso realmente lo dije de forma espontánea, sin pensarlo ni planearlo, simplemente dije lo que en ese momento había sentido, note como ella se había sonrojado y luego me dijo, “hay si claro, eso lo dices porque eres mi amigo, que si no, dudo mucho que lo llegaras a pensar”.

-No de verdad que no miento, eres muy guapa y digo, con todo respeto es que también tienes buen cuerpo, así que te repito que no dudo ni tantito, que algún galán llegue a salir pronto-, “pues gracias amigo, me levantas el animo, pero sigo insistiendo en que eso me lo dices por ser mi amigo, por eso me vez con esos ojos”, -bueno pues si quieres otra opinión, te voy a dar la mía como hombre, eres una mujer guapísima, con un cuerpo que muchos hombres darían lo que fuera por tenerlo entre sus brazos y disfrutar de el por completo-.

Su mirada cambio hacia mi, con total seriedad me dijo, “bueno, dices que cualquier hombre, pero dime algo, entre esos hombres estas tu”, no me esperaba esta respuesta, me desconcertó por completo y solo atine a mover mi cabeza, afirmando lo que ella había preguntado, “ah si”, dijo ella, yo muy atolondrado dije, -no, bueno si, es que hay que cosas me preguntas-, ella sonrió y soltó una suave risa, justo en ese momento se acercaron a nosotros unos vecinos y se pusieron a platicar con nosotros, así que tuvimos que interrumpir nuestra platica.

El resto de la fiesta estuvimos platicando y bailando con los vecinos, hasta que ya éramos menos, sus hijos ya se habían ido a dormir, solo estábamos seis personas, eran ya las 6:45 de la mañana, así que decidimos que ya era hora de terminar la fiesta, por lo cual nos pusimos a recoger, lo cual nos llevo unos diez minutos, solo quedaba una mesa plegable que había sacado Emma, “oye Eduardo, me puedes ayudar a meter mi mesa”, le dije que si, fue que los demás vecinos se despidieron y subieron a sus casas.

Doblamos la mesa y la cargamos para llevarla a su casa, entramos en ella y todo se mantenía en silencio, fuimos hasta la parte trasera de la casa, donde se encuentra el lavadero, ahí fue que dejamos recargada en una pared la mesa, -bueno Emma, pues me despido-, “si esta bien Eduardo que descanses”, me acerque a ella para darle un beso en la mejilla, era común saludarla o despedirme así de ella.

Al darle el beso en la mejilla, ella rodeo con sus brazos mi cuello, “muchas gracias por ayudarme y por escucharme”, solo dije que no tenia que agradecer nada, luego el silencio, su cuerpo estaba pegado al mío, podía sentir sus firmes senos pegados a mi pecho, sentí como se aceleraba su corazón al igual que su respiración, mis manos la atrajeron mas hacia mi, pude sentir como mi pene que ya comenzaba a ponerse duro, chocaba con su vientre, sus piernas junto a las mías, una de sus manos comenzó a acariciar mi nuca.

De pronto escuche que decía algo, “esto no esta bien, esto no esta bien”, no esta bien que, mencione yo, ella hizo su cabeza hacia atrás poniendo su cara frente a la mía, a escasos centímetros, “digo que no esta bien lo que voy a hacer”, apenas había terminado de decir esto, cuando sentí como sus labios se prendían de los míos.

De inmediato pude sentir la pasión que la consumía, su cuerpo lo pego por completo al mío, mi ya duro pene fue aprisionado por su vientre, mientras que su lengua voraz, exploraba todo el interior de mi boca, luego comenzaba una férrea lucha con la mía.

La libido de ambos estaba al máximo, nuestros cuerpos se frotaban entre si, mis manos bajaron hasta sentir la firmeza de sus nalgas, atrayéndola mas a mi cuerpo, ella comenzó a empujarme suavemente hasta quedar recargado en una pared, de inmediato abrí un poco mis piernas para que ahora mi pene quedara justo sobre su sexo.

Ella al sentirlo ahogo un ligero suspiro en mi boca, luego mordió levemente mi labio, se separo un poco de mi, sus manos bajaron y entraron debajo de mi suéter y mi playera, acariciando los costados de mi cuerpo, nuestras respiraciones eran agitadas, nuestras miradas cargadas de deseo, luego sus manos bajaron, saliendo de mi ropa y colocándose sobre mi pene, el cual acaricio suavemente sobre el pantalón, “oh dios”, dijo ella con un gesto de alta excitación en su cara.

Mis manos subieron y abrieron levemente su chamarra, luego comencé a quitar botón por botón de su blusa, hasta dejar al descubierto sus senos, los cuales eran arropados por un brasier de color café, la admire por unos instantes pues de inmediato mis manos se introdujeron en su brasier, el cual hice hacia arriba, cubriendo con la planta de mis manos sus hermosos senos, sintiendo como sus pezones se encontraban duros como roca.

Ella dejo mi pene y tomo mi suéter y playera por la parte baja y la subió hasta dejar al descubierto mi estomago y parte de mi pecho, quito mis manos de sus senos y me abrazo, sintiendo el calor de su piel directamente con la mía, así como la suavidad y firmeza de sus senos y la dureza de sus pezones.

De nuevo se apodero de mi boca, mis manos de sus nalgas y las suyas de mi cuello, solo unos segundos después volvió a separarse de mi, bajo sus manos y sentí como intentaba quitar mi cinturón, después le siguió el botón y el cierre del pantalón, introduciendo su mano y acariciando mi pene sobre la delgada tela de mi bóxer.

Por un par de minutos lo estuvo acariciando sobre el bóxer, luego recorrió su mano al resorte de este y jalo hacia abajo, mi pene estaba tan duro que no pudo bajarlo mucho, así que metió su mano y tomo directamente el tronco de mi miembro, con la otra mano se ayudo y bajo el bóxer hasta que pudo liberarlo, lo rodeo con su mano la cual subía y bajaba lentamente.

Baje mis manos y comencé a tratar de desabrochar su pantalón, justo había bajado el cierre y estaba por meter mi mano para acariciar su sexo, cuando escuchamos que la puerta del patio trasero de un vecino que vivía dos pisos arriba se abría, nos asustamos pues sabíamos que podíamos ser vistos, así que ella me soltó y me jalo hacia la parte que estaba techada de su patio, asustados nos miramos y comenzamos a reír.

Estábamos agitados y excitados al máximo, con la voz acelerada me dijo, “mejor vete, ya es muy tarde y nos pueden ver”, yo la abrace y comencé a besarla, ella correspondió por unos instantes y luego se separo y me dijo, “de verdad ya vete, no quiero que tengamos problemas”, -es que te deseo Emma-, “y yo a ti cariño, pero este no es el mejor momento ni el mejor lugar”, -entonces cual es-, “pues un lugar donde podamos estar solos”, -pues tu dime cuando puedes-, “no lo se, es complicado, no tengo mucho tiempo”, -entonces que podemos hacer-.

Ella pensó por unos instantes, luego me dijo que si yo proponía algo, le dije que yo no tenia ningún problema si nos veíamos algún día por la tarde, cuando yo saliera de mi trabajo pues podría decir que saldría con mis amigos, pero ella dije que le seria difícil, pues no tenia alguna excusa para salir de su casa a esa hora, “aunque soy mayor y todo lo que tu digas, como le justifico a mis padres que voy a salir y que les encargo a mis hijos, me van a cuestionar el horario, si fuera mas temprano no tendría problema”.

Me quede en silencio pensando en alguna solución, mientras tanto ella comenzó a arreglar su brasier y su camisa, así como su pantalón, mientras yo metía mi pene en el bóxer y abrochaba mi pantalón le dije, -algo se me tendrá que ocurrir-, “bueno cariño, pues cuando la tengas me la dices, te parece bien”, justo en ese momento ya estábamos listos los dos, -bueno pues ya me voy-, nos asomamos y al no haber peligro, rápidamente entramos a su casa, me acompaño a la puerta y antes de abrirla, ella me abrazo y me dio un cachondo beso, luego se separo y me dijo, “bueno pues piensalo bien y me avisas, yo estaré esperando tu propuesta”, solo dije que si, luego salí de su casa y subí a la mía.

Mi esposa y mis hijos estaban completamente dormidos, era ya la mañana de domingo, me acosté en mi cama, pensando en lo que había sucedido entre Emma y yo, al mismo tiempo de encontrar una solución o alguna idea de cómo podríamos hacerle, así me quede dormido pues el sueño me venció.

Me levante hasta medio día, mi esposa y mis hijos ya estaban despiertos y listos para almorzar, baje al comedor y mi esposa me sirvió, platicábamos de la fiesta y eso me traía recuerdos, mi esposa me noto distraído y me pregunto que pasaba, le dije que me sentía cansado y con sueño, luego los niños terminaron y se fueron a ver la televisión a la sala, mi esposa me dijo, “oye ayer me gusto la fiesta, me la pase bien”, -entonces porque no quisiste regresar a ella-, “porque me sentía cansada, te lo dije, pero bueno, no puedes quejarte, te deje bajar para que siguieras divirtiéndote”.

Y vaya que si me había divertido pensé, luego la mire y pensé si realmente estaba bien lo que hacia, es verdad que no estábamos en nuestro mejor momento, pero aun así la amaba, aparte estaban mis hijos, el remordimiento me llego y me sentí mal por ello, luego ella me dijo algo que me saco de onda, “oye te voy a decir algo, tal vez dirás que estoy loca pero fue algo que yo percibí, igual y me equivoco, pero no se, me vas a tirar de loca”, -anda dime que es-, “bueno mira, me la pase muy bien ayer, pero te digo algo, yo siento que tu le gustas a Emma”, casi me atraganto con el trago al jugo que estaba tomando.

-Pero que cosas dices mujer-, “de verdad, es que no se, mira Emma me cae muy bien, es muy agradable, pero eh notado que contigo tiene otro tipo de atenciones”, -bueno es que nos conocemos desde hace años-, “pues será lo que digas, pero yo notaba como ella te miraba, como te sonreía, no se, algo me hace pensar que tu le gustas”, -no mujer, no veas cosas que no son-, “pues si, tal vez me equivoco”, luego ella al mirar que había terminado, levanto los platos y los llevo al fregadero, yo me quede pensativo y sin saber que hacer o que decir.

Paso el día, nos quedamos en casa, pedimos pizza para comer y estuvimos viendo películas, mientras que yo había tomado la decisión de no jugar con fuego, la cordura había llegado a mi cabeza y decidí dejar las cosas como habían pasado, tenerlo como un grato recuerdo y nada más.

Por la noche cuando ya los niños dormían y mi esposa y yo nos íbamos a dormir, la abrasé y comencé a besarla, quería estar con ella, quería hacerle el amor, pero ella me dijo que no, que estaba cansada, eso me molesto y le dije que cansada de que, si habíamos estado todo el día en la casa, que ni de comer había preparado, pero ella argumento que no se sentía de humor, yo jamás le reclamaba nada, pero me había molestado mucho, -entonces cuando, hace semanas que no tenemos intimidad, siempre me pones el mismo pretexto, que es lo que pasa contigo, ya no me amas, ya no te gusto, dime que es-.

“No, no es nada de eso”, -entonces que es-, “nada, no es nada, solo que no tengo ganas, tu sabes como soy, no entiendo porque ahora te molestas, además tu sabes que te amo y mucho, pero solo no me siento de humor”, ya no dije nada, me trague mi coraje, solo me metí a la cama, le di la espalda y me dispuse a dormir, ella se acostó sin decir nada y se quedo dormida, mientras que a mi me regresaba la idea de estar con Emma, el remordimiento se esfumo y comencé a pensar en como podía hacerle para poder tener sexo con Emma.

Transcurrían los días, yo no sabía como hacerle, además tuve mucho trabajo y llegaba tarde a casa, así que no había tenido oportunidad de ver a Emma, hasta que un miércoles por la noche, al llegar de la oficina, estaba cenando cuando mi esposa me dijo, “oye el sábado a que hora vas a tener tu juego”, le dije del porque de la pregunta, “si es que ya va a ser navidad y quiero que me lleves a comprar los regalos que hacen falta”, le conteste que mi juego era a las 10 de la mañana, ella sabia que normalmente el tiempo que hacia para ir, jugar y regresar, pasaban cerca de dos horas y media.

Y fue cuando de pronto me llego una perfecta idea, ahora solo faltaba que Emma pudiera y entonces podríamos estar juntos, “que piensas”, me dijo, -nada, solo estaba haciendo cuentas de unas cosas, pero esta bien, cuando regrese yo te llevo, ya no me dijo mas, mientras que yo me emocionaba por lo que había pensado.

El jueves al regresar de mi trabajo, pase por la tienda que esta en la esquina de la casa, la suerte estaba en ese momento de mi lado, pues Emma se encontraba comprando algunas cosas, así que me estacione y espere a que saliera, cuando lo hizo me vio y se acerco, “hola Eduardo como estas”, -yo muy bien linda y tu, como estas-, ella miro hacia los lados y al ver que no había nadie, se acerco y en voz baja me dijo, “pues esperando a que me des una buena propuesta”, -pues ya la tengo, solo es cuestión que puedas y quieras-, “tu sabes que no solo lo quiero, si no lo deseo”.

-Bien escucha, el sábado tengo juego a las 10 de la mañana, pero si tú decides no iré a jugar, la idea seria la siguiente, yo salgo de casa a las 9:20, tengo dos horas y media para regresar, nos podemos ver en algún lado y pues nos vamos a un lugar donde estaríamos solitos, yo se que puede ser un poco a apresurado, pero dos horas y media es algo no crees-, ella se quedo pensativa por unos segundos, luego me dijo, “esta bien, me parece perfecto”, eso me alegro demasiado, pero de inmediato nos pusimos de acuerdo en donde la vería, una vez que estuvimos de acuerdo, ella con emoción me dijo, “bueno cariño pues ya quedamos, sin cambios nos vemos el sábado a al hora pactada”, -esta bien, bueno ya me voy entonces-, “espera”, -que pasa-, “nada, solo quiero que sepas que estoy emocionada y que con mucha ansia esperare la hora de estar contigo”.

Nos quedamos viendo, sin duda moríamos por besarnos, pero comprendimos que era arriesgado, así que la risa nos gano a ambos, luego arranque mi auto y llegue a casa, pero sin duda alguna, la noche del jueves y todo el viernes fueron realmente eternos para mi.

Por fin llego el sábado, me levante temprano, desayune algo ligero, tenia la costumbre de que siempre antes de ir al juego, me daba una regaderazo, no me gustaba oler mal, era desagradable, por eso no se le hizo raro a mi esposa que me metiera a la regadera, solo que en esta ocasión si me bañe por completo, claro esta que lo hice lo mas rápido posible para que mi mujer no sospechara nada.

Me coloque mi uniforme del juego y encima del short un pants, tome mi maleta y me despedí de mis hijos y de mi esposa, al cerrar la puerta no pude evitar sentir un ligero remordimiento, primero por mis hijos, después por mi mujer, pero mientras bajaba las escaleras pensé para mi mismo, “bueno pues ella se lo ah buscado”, absurda forma de justificar lo que estaba a punto de hacer.

Pase frente a la casa de Emma, no la vi, luego fui a mi auto y lo puse en marcha, saliendo de ahí rápidamente y completamente nervioso, nos habíamos citado una colonia mas adelante, mi corazón se acelero y mi incertidumbre tuvo calma al verla ahí parada esperándome.

Se miraba hermosa, con un pantalón de mezclilla negro y completamente ajustado a su cuerpo, una playera café de tirantes muy delgada y ceñida a su cuerpo, sobresaltando con delicia sus hermosos senos, note como algunos autos delante de mi tocaron su claxon, así que en cuanto pude, rápidamente me estacione frente a ella abriendo la puerta para que entrara, ella así lo hizo y en cuanto la puerta se cerro, arranque rápidamente para alejarme del lugar.

Durante las primeras seis calles no hablamos nada, se notaba el nerviosismo y la adrenalina en ambos, hasta que ella giro su cuerpo hacia mi y mientras colocaba una mano en mi pierna derecha me decía, “nervioso”, -un poco, pero mas que nervioso estoy ansioso-, ella me regalo un sonrisa y dijo, “yo también cariño, yo también estoy ansiosa y no tienes idea de que tan largos se me hicieron estos días”.

Justo en ese momento nos toco un semáforo en alto, así que detuve el auto y fue el momento para liberar un poco de tensión, pues sin más palabras ella se acerco y comenzó a besarme, demostrándome que realmente no mentía al decir que ansiaba que llegara el día de poder estar juntos.

De pronto escuchamos un claxon, eso interrumpió el beso, ya el semáforo estaba en verde, así que arranque el auto y no pare hasta llegar al hotel al cual había planeado ir, estaba a 15 minutos de la casa, así que llegamos con el tiempo perfectamente exacto.

Metí el auto al estacionamiento, bajamos de el y al llegar al pequeño lobby, ella se quedo en la salita mientras que yo me acercaba a pagar el costo del cuarto, en cuanto tuve la llave en mis manos, di la vuelta y me acerque a Emma, la tome de la mano y con sonrisas de nerviosismo y con la incertidumbre de lo que estaba a punto de pasar, nos dirigimos al segundo piso del hotel hasta llegar al cuarto asignado.

Entramos al cuarto, me detuve a cerrar la puerta mientras que ella camino hasta el otro lado del cuarto, parándose frente a la ventana del cuarto, había dos pares de cortinas, unas gruesas que son para que no pase mucha luz y el cuarto se oscurezca, y unas de tela muy delgada, ambas estaban abiertas, ella miro hacia la calle, luego cerro las cortinas delgadas, yo ya estaba parado a un lado de la cama, ella giro y me dijo, “así te parece bien”, claro que si le dije, no quería que el cuarto estuviera oscuro, quería luz para poder admirar en todo su esplendor su hermoso cuerpo.

Me miro y con mucha coquetería me dijo, “te gusto”, -me encantas-, “tu me traes loca”, al decir esto ella tomo por los costados su playera y jalo de ella hacia arriba, sacándola por su cabeza, luego sin mas la dejo caer sobre la alfombra, mostrando el brasier negro de media copa que cubría la mitad de sus prominentes senos, camino hasta estar frente a mi, con sus manos tomo mi playera y jalo hacia arriba hasta que esta salio por mi cabeza, al igual que lo hizo con la suya, la dejo caer a la alfombra.

Coloco sus manos en mi pecho desnudo, lo acaricio al igual que mi abdomen, acerco su cara y comenzó a besar mi pecho, pasó su lengua por mis tetillas, luego les dio unas ligeras mordidas, con su lengua fue recorriendo mi cuerpo, primero mi pecho, bajo a mi abdomen, paso por mi ombligo hasta llegar a donde comenzaba el resorte de mi pants, ella estaba agachada, así que lo que hizo fue ponerse en cuclillas, tomo del elástico mi pants y jalo hacia abajo, -perdón- dije cuando ella noto que debajo tenia puesto un short.

Mi pene se encontraba completamente duro, se podía notar por lo marcado que se miraba mi short, a ella le dio risa esto, el pants estaba justo en mis rodillas, así que ahora le siguió el short, con mis pies sacaba mis tenis, y ella se puso de rodillas para que mi pants y mi short salieran por mis pies, dejándome en mi bóxer.

Así como estaba de rodillas miro el bulto que se marcaba en este, con sus manos acaricio por encima de la tela mi duro miembro, se acerco le dio un beso, me dio sus manos para que la ayudara a levantarse, en cuanto estuvo de pie me abrazo y comenzó a besarme, mis manos fueron de inmediato a su espalda, tomando los broches de su brasier, los cuales salieron rápidamente, ella sintió como la prenda ahora estaba floja, así que sin dejar de besarme movió sus brazos para liberarse de el, de pronto sentí el contacto directo de mi pecho con sus senos.

Luego dejo de besarme, se alejo un poco y mirándome me dijo, “te gustan mis senos”, -son hermosos-, ponía una cara que realmente me excitaba, “pues ven, acércate que quiero que los beses”, yo me acerque, pero fuera de irme directamente a sus senos, me quede frente a ella mirándolos y admirándolos.

-Son hermosos-, dije yo, luego me acerque y le di un ligero beso en su boca, luego bese sus mejillas, su barbilla, seguí con el cuello, “mmm”, alcance a escuchar de su boca cerrada, sin duda le estaba gustando así que seguí besando y pasando mi lengua por su cuello, ella con sus manos acariciaba mi nuca, sentí como su piel se erizaba, luego bese y mordí suavemente uno de sus hombros, seguí mi camino hasta que por fin mi boca alcanzo uno de sus senos, con mis manos los tome, pase mi lengua por sus duros pezones, y luego dirigí mi ataque a uno de ellos, mientras que el otro lo masajeaba y acariciaba con mi mano.

“Mmm así cariño así”, luego pase hacia el otro seno, luego con las manos los juntaba y pasaba mi lengua por los dos, mientras que ella suspiraba aceleradamente, sus manos no dejaban de acariciar mi nuca y cabello, de pronto deje sus senos, me arrodille frente a ella, con mis manos desabotone el pantalón y jale hacia abajo, me costo trabajo que pasaran sus anchas caderas, pero en todo momento cuide de no bajar su ropa interior, la cual me di cuenta que era un bóxer muy cortito y de encaje de color negro.

Con mis manos baje por completo su pantalón, traía unos zapatos de piso negros, los cuales saque para que pudiera salir el pantalón, no me detuve hasta que quedo solo en su bóxer de encaje negro, comencé a besar sus rodillas, recorrí con mi lengua sus piernas y la parte interna de estas, deteniéndome justo donde comenzaba la tela que cubría su sexo.

Me puse de pie, ella me miraba pero sin duda alguna estaba muy excitada, sus ojos tenían un brillo especial, sus mejillas estaban sonrojadas, la atraje hacia mi, la bese, luego me aparte y la tome de la mano, sin decir nada camino conmigo hasta la cama, ahí la recosté y yo a un lado de ella, la besaba mientras mis manos recorrían cada centímetro de su suave y blanca piel.

Acariciaba sus piernas, los costados de su estomago, sus senos y sus brazos, mi boca ahora besaba su cuello, sus suspiros eran mas agitados y mas profundos, deje de acariciar su cuerpo, mi boca comenzó a descender, se detuvo por unos instantes es sus senos, metiendo en mi boca y jugando con la punta de mi lengua con sus duros pezones, de nuevo seguí con mi camino descendente, bese y lamí su estomago, voltie a mirarla y vi que ella tenia los ojos cerrados, la boca un poco abierta, podía notar lo agitado de su respiración.

Mi lengua entro en su ombligo, ella sonrió un poco pues le provoco cosquillas, así que lo deje y seguí hacia abajo, mi lengua topo con el comienzo de su bóxer, bese su sexo sobre la tela, con mis manos acaricie sus piernas, sus manos estaban sobre la cama, empuñando suavemente la cobija, me coloque entre sus piernas, con mis manos tome su bóxer y tire de el, ella ayudo levantando un poco sus caderas, mientras yo jalaba el bóxer ella subía sus piernas para que pudiera salir la prenda.

Mire su sexo, el cual estaba cubierto por una delgada y bien recortada mata de vello, dejando ver el excitante color rosa de sus labios vaginales, los cuales eran delgados y perfectamente bien delineados, hacia tanto que no probaba unos que sin duda sentí un gran impulso por hacerlo, ella noto esto, y con una voz suave dijo, “anda cariño hazlo”.

De inmediato me acomode en la cama y entre sus piernas, mi cara quedo a escasos centímetros de su sexo, pude percibir ese aroma, era único e inconfundible, incitándome mas a degustar de ella, con una mano abrí suavemente sus delgados labios, ella respiraba con mayor rapidez, sabia lo que venia, pude notar que el interior ya brillaba por los líquidos que de esta comenzaban a emanar, producto de la alta excitación con la que ya se encontraba.

Sentí claramente como su cuerpo vibro por completo al sentir pro primera vez mi lengua, con la cual comencé a recorrer cada centímetro, degustando por completo su sabor inigualable y delicioso, mis manos acariciaban sus piernas mientras que con mi boca y lengua intentaba darle el mayor placer que ella pudiera sentir, sus gemidos me daban pauta a seguir, la forma en como movía sus piernas, presa de la sensación que mi lengua le daba me decía que iba por excelente camino.

Ella no decía nada, solo se limitaba a gemir y mover su cuerpo, el cual recibía por completo del placer de mi lengua, Emma estaba tan excitada que de pronto pude escuchar su voz, la cual era entrecortada, “ahhh si cariño así, no te detengas que me estas llenando de un placer inigualable, ahhh sigue y no pares que siento que pronto llegare al clímax, ahhh si así cariño, sigue así que ya llego, ahhh cuanto gusto, ahhh si sigue, ahhh siento que estoy llegando, ahhh no pares que me voy a venir, ahhh sigue, sigue ahhh, sigue ahhh me vengo cariño, me vengo ahhhhhhhhhhhhhhhh”.

Pude sentir como una gran cantidad de liquido salía expulsado con algo de fuerza, mojando mi barbilla y parte de este en mi boca, degustando de tan caliente néctar, extasiando mi sentido del gusto, mientras que mis oídos se alimentaban de sonoros gemidos, sin duda enalteciendo mi orgullo al saber que esta hermosa hembra, estaba completamente enloquecida de gusto y placer.

Acariciaba sus piernas mientras que la miraba hacer gestos de gusto, de placer, de satisfacción, miraba su cuerpo, me extasiaba de lo hermoso que era, de la suavidad de su piel, de lo suave de sus senos, de la dureza de sus nalgas, inmerso en guardar en mi cerebro cada centímetro de tan inquietante cuerpo, hasta que Emma hablo y me saco del trance en el que estaba, “vamos cariño, ahora te quiero dentro de mi, quiero sentirte por completo”.

De inmediato me puse de rodillas entre sus piernas, Emma la abrió delicadamente hasta que yo quede justo donde ella quería, “vamos cariño, hazlo ya”, así que ante tal petición, con mi mano derecha tome mi duro miembro, encaminándolo a la placentera entrada de su sexo, la cual encontré casi de inmediato, “entra cariño, vamos hazlo”, dijo ella al sentir que la cabeza de mi pene estaba por entrar, así que comencé a penetrarla suavemente.

Sintiendo como el calor de su sexo abrazaba por completo a mi pene, como las paredes de su vagina se acoplaban a la perfección, mientras que ella envuelta en completo gozo me decía, “ahhh si cariño, ohhh siento como estas entrando en mi, ahhh si cariño no te detengas por favor, te siento cariño, te siento y me llena de gusto ahhh”.

De pronto ya estaba completamente dentro de ella, mirando hacia abajo y viendo como su recortada mata de vello se entrelazaba con el mío, como los labios vaginales rodeaban el tallo de mi miembro, luego mire hacia arriba, notando como respiraba de forma agitada y profunda, mientras que su cara mostraba sin pena alguna, el gusto que ella sentía por tenerme dentro, esto me fascino, así que me recosté sobre ella y comencé a mover mis caderas de forma muy suave, sintiendo como entraba y salía mi miembro.

Besaba su boca mientras que mi pene salía y entraba de su caliente y mojado sexo, sus manos apretaban mi espalda y sus piernas rodearon mis caderas.

La penetraba suavemente, sin prisa alguna, degustando con tranquilidad de tan hermosa hembra, quien gustosa me recibía y se entregaba al placer que nos estaba consumiendo, del deseo que nació entre los dos.

Deje de besarla al mismo tiempo de detener mis penetraciones, dejando completamente dentro mi pene, ella soltó mis caderas que tenia aprisionadas con sus piernas, me incorpore un poco, quedando perfectamente de rodillas entre sus piernas, las cuales tome con mis manos, “si cariño, hazlo ya”, y ante tal petición comencé a mover ahora con mayor fuerza y velocidad mis caderas.

Ella comenzó a gemir un poco más, al mismo tiempo me alentaba a seguir como lo estaba haciendo, recibiéndome con total gusto y placer.

Varios minutos después deje de moverme, ella me miro con incertidumbre, me salí de ella, me salí de sus piernas ante su mirada atónita e incierta, me recosté a su lado y la gire a forma que me diera la espalda, luego me pegue a su cuerpo y le levante la pierna que estaba arriba, ella de inmediato entendió lo que yo quería, así que paso su mano entre sus piernas, tomo mi pene y lo guió a la entrada de su vagina y lo soltó una vez que sintió que yo lo introducía.

Solo que ahora ya no existió la suavidad con la que la había penetrado en un principio, en cuanto me acomode comencé a penetrarla con mayor fuerza y rapidez, recibiendo como respuesta un sonoro gemido.

La pierna que le había levantado la descanse en mi rodilla, así me quedo mi mano libre y la lleve hasta uno de sus senos, el brazo que me había quedado debajo del cuerpo lo pase por debajo de su cuello, rodeando su cuerpo hasta postrar la mano en su otro seno, así mientras acariciaba y apretaba sus hermosos senos, la penetraba con fuerza y mi lengua la pasaba por la parte trasera de su cuello y por la parte alta de su espalda.

“Ahhh cariño así, ahhh que delicia, ahhh sigue que me estas llenando de gusto, ahhh vamos sigue, ahhh si ahhh”, y gemía una y otra vez mientras yo la penetraba con fuerza, mientras mis manos apretaban sus senos, luego con mis dedos tomaba sus duros pezones y los oprimía o daba suaves tirones de ellos, esto la hacia gemir mas, sobre todo al momento que llevo una de sus manos hasta su clítoris, comenzando a frotarlo suavemente.

Por varios minutos la penetre en esta posición, hasta que ella de pronto dejo de acariciar su clítoris y entre gemidos me dijo que me detuviera, casi de inmediato obedecí la orden, ella hizo su cuerpo hacia delante para que mi pene saliera de ella, en cuanto se sintió libre se giro e incorporo en la cama, de pronto vi y sentí como ella se montaba en mi, dejando caer su cuerpo sobre el mío, quedando mi pene entre sus piernas y sus senos completamente aprisionados en mi pecho.

Me dio un beso cargado de deseo, luego abrió sus piernas y coloco sus rodillas sobre la cama a los costados de mis caderas, se incorporo y luego con una mano tomo mi pene, de nueva cuenta lo guió hasta su vagina y lo introdujo en ella, una vez que estuvo todo dentro comenzó a moverse de una forma sensacional.

Vaya forma de mover sus caderas, sin duda me lleno de gozo y placer, tomo mis manos y las coloco sobre sus senos, los cuales de inmediato acaricie mientras que ella ponía sus manos sobre mi estomago y movía con mayor rapidez sus caderas.

Yo solamente deje que ella hiciera lo que más disfrutara, al final yo también gozaba de lo lindo con su forma de montarme, se movió como ella quiso y lo gozo al máximo, pero se canso y fue cuando dejo de moverse, yo solté sus senos y ella ahora puso sus manos sobre la cama, de inmediato pase mis manos a sus nalgas, doble mis rodillas y apoye mis pies sobre la cama, la mire y le dije con una sonrisa en la cara, -ahora me toca a mi-.

Ella sonrió pero no le duro mucho esta sonrisa, pues comencé a mover mis caderas con fuerza y rapidez, asegurándome que en cada arremetida mi pene le llenara por completo su vagina, sin dejar un solo milímetro fuera.

Su sonrisa se torno en gestos de gusto, su boca comenzó a dejar escapar gemidos, los cuales cada vez eran mas fuertes, mientras que yo me ayudaba con mis manos a los movimientos de sus nalgas.

De pronto escuche como ella me pedía más y me exigía que no me detuviera, entre gemidos me expresaba cuando gusto estaba sintiendo y me hizo saber que pronto llegaría a su segundo orgasmo, por lo cual imprimí un poco mas de velocidad y fuerza a mis penetraciones, recibiendo como acuse de recibo, los fuertes gemidos de Emma.

Sentía que estaba también por terminar, ya habíamos pasado varios minutos de sexo, pero yo aun quería disfrutar más de esta hembra, quería disfrutarla y penetrarla en la posición que más me gusta, además de admirar en esa posición de ese trasero que tan loco me tenía.

Estaba por detenerme para salirme de ella y cambiar a la posición que yo quería, cuando entre gemidos me pidió que no me detuviera, que estaba a punto de llegar, creo que jamás había echo un esfuerzo como el de ese día, pues sentía que casi eyaculaba, sin embargo no me detuve, me seguí moviendo como ella lo había pedido, hasta que de pronto entre fuertes gemidos, suspiros y excitantes palabras, sentí como un liquido caliente bañaba por completo mi pene.

Fue entonces que deje de moverme, sin salirme de ella me quede completamente quieto, sintiendo como ella dejaba caer su cuerpo sobre el mío, su boca que aun dejaba escapar fuertes gemidos quedo al lado de mi oído, pude sentir la aceleración que tenia su corazón, mientras que mi boca besaba suavemente su cuello.

Era una sensación realmente deliciosa el sentir como mi pene se encontraba dentro de ella, como ese néctar era caliente y lo había bañado por completo, así como el escuchar sus gemidos y unas palabras de agradecimiento, momento que aproveche para que la sensación que había tenido de eyacular pasara casi por completo.

Aun experimentaba un poco los estragos de su orgasmo cuando levanto su cara y me miro directo a los ojos, “cariño en verdad que me has dado un placer que hacia años no sentía”, -aun no termino linda-, “pero cariño yo pensé”, -no linda aun quiero gozar de ti-, “si cariño y como”, -sabes que tu me encantas, tu cara, tu cuerpo, toda tu, pero tu trasero me tiene mas que loco, alucinado, así que ahora quiero hacerlo en una posición donde podré gozar de el, además de que podré disfrutar y deleitar mi vista con ello-.

Con una sonrisa un tanto maliciosa y cómplice, me dijo, “ok cariño, creo saber como quieres hacerlo”, de inmediato movió su cuerpo hasta que mi pene salio de ella, “ven cariño”, dijo ella y me tomo del brazo para que me incorporara, yo podía sentir como mi pene estaba completamente mojada, algunas gotas de su néctar cayeron sobre mis piernas, de inmediato me puse de rodillas frente a ella, así como estábamos nos abrazamos y nos besamos, luego ella me miro, me sonrió y se giro, dándome la espalda pero manteniéndose de rodillas.

Pase mis manos por debajo de sus brazos y tome sus senos, coloque mi pene entre sus nalgas y comencé a besar sus hombros y su cuello, masajeando sus senos, apretando con mis dedos sus pezones, ella movía sus nalgas y mi pene se deslizaba entre la línea que las separa, tocando con la cabeza su ano y los labios vaginales.

Luego ella doblo su cuerpo y apoyo sus manos sobre la cama, levantando sus nalgas y ofreciéndomelas en su totalidad, mi vista se clavo en ellas, observando como se miraban deliciosamente excitantes, sus nalgas se habían expandido al máximo y podía ver el mejor de los traseros, mis ojos se deleitaban con tan hermosa postal, viendo también su cerrado ano, mis manos acariciaban toda la redondez de sus suaves y firmes nalgas.

“Anda cariño que esperas, ya te quiero dentro de mí”, decía Emma moviendo coquetamente sus nalgas, -espera linda que en verdad que esto es hermoso-, “de verdad te gustan cariño”, -no tienes idea de cuanto las deseaba-, “pues anda cariño que ahora te pertenecen”.

Acaricie por unos momentos mas sus nalgas, luego tome con una mano mi pene y lo guié hasta su vagina, abriendo con la cabeza sus labios e introduciéndose en esa palpitante cueva, sin detenerme la penetre por completo, hasta que mi pelvis choco con sus nalgas, ella dejo escapar un gemido, luego la tome de las caderas y comencé a penetrarla suavemente, mirando como mi pene al salir se mostraba brilloso por los jugos que lo envolvían y luego como este se perdía en el interior de Emma.

Incrementando poco a poco el ritmo, penetrándola cada vez con mayor fuerza, mirando en el espejo de la cómoda el vaivén de sus senos, los cuales se movían de un lado a otro, de pronto en el cuarto solo podía escucharse los gemidos que ambos dábamos por el gran placer que sentíamos, así como el ruido que producía mi pene al entrar y salir de su inundada vagina.

Podía olerse el aroma del sexo, la temperatura estaba al máximo, nuestros cuerpos sudaban abundantemente, poco a poco los gemidos de Emma eran mas fuertes, nadie decía nada, no había palabras, solo gemidos, un ligero rechinido de la cama, el sonar del choque de mi pelvis con sus nalgas.

De pronto sentí que mi orgasmo se aproximaba, sentía como la excitación aumentaba segundo a segundo, ella doblo sus brazos y los apoyo sobre la cama y su cara en ellos, haciendo que sus nalgas se expandieran aun mas, se miraban enormes y excitantes, sus gemidos eran mas fuertes, de pronto me pidió que no me detuviera, que siguiera pues estaba a punto de volver a venirse.

Yo ya estaba por llegar, así que arremetí con todas mis fuerzas, ella dejo de gemir, ahora bramaba con total locura, -ahhh me voy a venir- le dije entre gruñidos, “ahhh yo también cariño ahhh yo también me vengo ahhh, no te detengas que me vengo ahhh siii, así ahhh”.

Ya no pude contenerme, simplemente deje escapar un grito de placer y de inmediato sentí como llenaba el interior de Emma con mi semilla, sintiendo como una abundante cantidad de esperma salía disparado y se depositaba en lo mas profundo de ella, quien al sentir el correr de mi esperma se excito tanto que también estallo en su tercer orgasmo.

Simplemente se convirtió en un concierto de gemidos y gruñidos donde expresábamos el inmenso placer que habíamos alcanzado.

No dejamos de movernos hasta que los dos terminamos, yo seguía de rodillas detrás de ella, con mi pene y su vagina palpitando de gusto, acariciaba su espalda y sus nalgas, respirando ambos aceleradamente, sintiendo como el sudor recorría mi frente, mi pecho, mi espalda.

Poco a poco fuimos recobrando nuestras respiraciones, sentí como mi pene comenzaba a tornarse flácido, fue cuando hice mi cadera hacia atrás y este salio, ella se dejo caer boca abajo en la cama, mire mi pene y estaba lleno de la mezcla que se había formado por su néctar y mi esperma.

Completamente exhausto me acosté a su lado boca arriba, mirando el techo de aquella habitación de hotel, gire mi cabeza, ella me miraba, me sonreía, al igual que yo, no nos decíamos nada, solo nos mirábamos, descansando de la deliciosa faena.

Mire mi reloj y vi que desde que habíamos entrado a ese cuarto habían pasado ya una hora con quince minutos y casi dos horas desde que nos habíamos visto, “ya nos tenemos que ir”, dijo ella, le conteste que nos quedaban 15 minutos, ella sonrió y se acerco a mi, me dio un ligero beso en la boca, luego recargo su cabeza en mi pecho, yo acariciaba sus espalda.

Un par de minutos después ella quito su cabeza de mi pecho, se apoyo en sus codos y me miro de frente, “sabes Eduardo, esto lo eh gozado mucho, como hacia años no lo hacia, o mas bien, como jamás lo hice”, -vamos no puedes decir eso, acaso con tu esposo no tuviste encuentros mejores a esto, digo tienes tres hijos-.

“Bueno si disfrutaba hacer el amor con mi esposo, pero sinceramente jamás como hoy contigo”, -no lo creo-, “de verdad, es que a el no lo amaba”, -a mi si-, ella se quedo pensando, luego me dijo, “bueno no es que yo te ame, debo admitir que siento algo muy especial por ti, pero bueno quieres que te sea sincera”, -si por favor-.

“Desde niños tu me gustabas mucho, debo decir que hasta me sentía enamorada de ti, pero bueno eso era de niños, de jóvenes, solo que tu jamás te animaste a decirme nada, luego me fui, allá por tonta me embarace de mi esposo, a el lo quise mucho, pero jamás lo ame como hubiera querido, el viene de una familia que tiene dinero, eso fue lo que mas me deslumbro de el, cuando me di cuenta que estaba embarazada, el me apoyo y me dijo que se casaría conmigo, yo estaba contenta pues sabia que no tendría ningún problema económico, como te dije lo quería mucho pero nunca llegue a amarlo”.

“En el sexo no era malo, pero termino desilusionándome que el siempre se preocupaba mas por su propio placer que por el mío, cuando regrese aquí y te vi, recordé aquel amor que te tenia de joven, luego poco a poco te fuiste metiendo en mi cabeza, no creas que yo me acuesto con cualquiera no, claro que no, pero el verte, el volver a tratarte, todo eso hizo que me fijara en ti de nuevo y que te metieras en mi cabeza y mi deseo por tenerte fuera inmenso”.

Yo la interrumpí, y le dije que ella desde que había llegado también me había gustado mucho, también le fui sincero al decirle que mi deseo por tenerla era muy grande y que realmente deseaba y soñaba por estar con ella, luego me miro y me dijo, “que va a pasar ahora Eduardo”.

Me quede en silencio, no sabia que responderle, luego ella me dijo, “no te pido nada, solo que de vez en cuando estés conmigo, yo se que amas a tu esposa, se que estas pasando por algo difícil de tu matrimonio, en verdad espero que todo lo puedas solucionar, pero si no, sabes que aquí estoy yo, que te estaré esperando y que siempre que tu quieras, estaré ahí, para darte todo eso que tu esposa no te da”.

Me beso, no me permitió decir nada mas, pero vaya, la verdad es que no tenia mas que decirle, así que después de besarme se levanto de la cama, me sonrió y fue directo al baño, yo me quede acostado en la cama, pensando en sus palabras y en su ofrecimiento, un par de minutos después salio del baño, “ya es hora cariño”, así que rápidamente buscamos nuestras cosas y entre platicas sin importancia nos vestimos.

Antes de salir del cuarto ella volvió a abrazarme y a besarme, me miro y con total seguridad dijo, “en verdad cariño, lo que te dije es cierto, así que el día y la hora en que tu quieras estar conmigo, yo estaré dispuesta para gozar de nuevo del delicioso sexo que me diste, este cuerpo es tuyo para cuando tu decidas y lo desees, así como también quiero que siempre recuerdes, que si tu lo decides, yo te estaré esperando”.

Ya no dije nada, no sabia que decir, solo la abrace por unos instantes y luego salimos del cuarto, nos dirigimos al estacionamiento, entramos a mi auto y salimos de ahí, la deje exactamente donde nos habíamos visto, ella así lo quiso, luego fui a mi casa, pensando una y otra vez en sus palabras, sin duda alguna estaba comenzando una relación que podría tornarse peligrosa, así que debía pensar muy afondo si realmente deseaba seguir con ella, era una decisión difícil y complicada.

Comenzando así una historia, una lucha de sentimientos, de encuentros y remordimientos.
 

neo_df

Bovino maduro
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15 Feb 2007
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Es ud un master, me pongo de pie y le aplaudo, todos sus relatos son sensacionales, no nos abandone tanto, ojala pueda continuar deleitandonos con sus relatos, muchas gracias por el tiempo.
saludos !
 

tankua

Baneado :(
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14 Dic 2009
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excelente como siempre relatos de calidad saludos y esperando mas relatos...
 

b00508915

Bovino adolescente
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Muy buenos relatos hasta ahora, tengo altas espectativas empezare a leer.
 

pastor666

Bovino maduro
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Que complicada es la vida y que dificil de entender los sentimientos, elegimos una mujer para que sea nuestra amiga, compañera y amante para toda la vida, la madre de nuestros hijos, y mas sin embargo por nuestra propia naturaleza ( la de ser hombres ) está el buscar el placer en otra, incluso hasta nos dejamos envolver por los sentimientos algunas veces ( algo que no deberiamos involucrar ) y es ahi donde el destino nos pone en una disyuntiva difícil de elegir, un camino por donde no hay mas que dolor despues de tanto placer experimentado.

Como siempre buen relato, escrito a detalle y ... pos si me llego... por los remordimientos, jejeje, por eso me puse a filosofar. GRACIAS por compartir.
 

coom10

Bovino maduro
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pero que esplendida historia nos has regalado, ojala y tengas continuacionde estas...!!
 

miguelsr09

Bovino maduro
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28 Nov 2007
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127
MUY BUENO MI ESTIMADO GRACIAS POR COMPARTIR Y OJALA SIGAS CON EMMA, NO TE ARREPENTIRAS Y OJALA COMPARTAS NUEVOS RELATOS SUERTE
 
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