Ernestoduran
Becerro
- Registrado
- 27 Ago 2009
- Mensajes
- 26
Cada vez que sacaba la lengua, lamía mis paredes vaginales hasta llegar a mi clítoris y volvía a succionar, aprisioné su cabeza lo mas que pude con mis piernas y puse mis manos sobre su cabeza, empujándola contra mi vagina queriendo que metiera su cabeza completa en mi panochita, yo ahora estaba en la gloria, en todas mis relaciones sexuales incluyendo con mi marido, nadie me había dado una mamada de vagina como me la estaba dando el viejito de mi jefe en ese momento.
El Viejito de Mi Jefe SEXTA Y ULTIMA PARTE
Después la mamada de vagina que me dio sobre el escritorio, se incorporo de mi silla, dejándome exhausta sobre mi escritorio, mi piel continuaba chinita por los estertores de los orgasmos que me había hecho sentir el viejito de mi jefe, posó cada una de sus manos gruesas y ásperas sobre mis rodillas y lentamente las fue bajando por mis entrepiernas, hasta llegar nuevamente hasta mi vagina, lentamente fue introduciendo sus dedos pulgares en ella, con toda maestría acariciaba mi clítoris alternando sus dedos, cuando uno de ellos acariciaba mi clítoris, el otro me penetraba mi vagina y viceversa; eso hacía que no mermara en lo mas mínimo mi excitación, al contrario me ponía cada vez más y mas excitada; de pronto, introdujo sus dos dedos en mi vagina la cual se encontraba perfectamente lubricada con mis jugos orgásmicos y su saliva, comenzó lentamente un meter y sacar de sus dedos haciendo a la vez una presión sobre mis paredes vaginales como queriendo abrir una cortina, era una sensación indescriptible, el viejito de mi jefe quería abrirme aún mas mi vagina ya que a un mismo movimiento introdujo sus dedos índice y anular de cada mano, ahora mi vagina tenía tres dedos de cada mano abriendo mis labios vaginales, mi vagina iba cediendo lentamente su estreches, de pronto, inclinó su cabeza hacia mi vagina la cual se encontraba completamente abierta por sus dedos y colocó sus labios cerrados dentro de ella como si quisiera besarla por dentro, introdujo sus labios lo más que pudo dentro de mi vagina y me arrojo un gran buche de saliva, la cual fue juntando en el tiempo que me acarició con sus dedos la vagina, la fuerza con la que me arrojó su saliva dentro de mi vagina se asemejaba a una eyaculación de orgasmo, ya que estaba completamente caliente y abundante, su salvia recorrió toda mi cavidad vagina y escurrió hasta mi ano, sin despegar un solo centímetro sus labios de mis labios vaginales, lamió y lamió, su lengua se posesionó nuevamente de mi clítoris y volvió a succionarlo, con toda maestría le dio pequeñas mordidas sin causarme alguna molestia, al contrario, el roce de sus dientes en el rededor de mi clítoris y la presión que ejercían sobre de el, hacía que mi excitación llegara a su límite, estaba a punto de tener un nuevo orgasmo pues mi cuerpo comenzó a endurecerse y mis piernas a aprisionar su cabeza, la cual era empujada con mis manos para que no dejara de lamerme el clítoris; con gran fuerza logró sacar su cabeza de mis entrepiernas y con voz dulce y tranquila me dijo “no niña, aún no, guárdalo para unos minutos mas tarde, porque lo vas a necesitar”, al mismo tiempo que me decía esas palabras tomó mi tanguita por ambos lados y la fue deslizando por mis piernas hasta quitármelas por completo, tomó mis manos y me incorporó deslizándome sobre el escritorio hasta ponerme de pie.
Ahora los dos estábamos completamente desnudos, su gran verga se encontraba completamente erguida cual espada reluciente para penetrar la muralla mas fuerte que se le pusiera frente a ella. De mi vagina escurría cualquier cantidad de fluidos vaginales y salivales, los cuales se deslizaban por mis entrepiernas, me tomó de los hombros y me puso de espaldas a el, con una de sus manos rodeó mi cintura hasta llegar a mi estómago, con la otra mano tomó la nuca de mi cabeza y me hizo inclinarme hacia el frente hasta posar mi cabeza y manos sobre mi propia silla, ahora me tenía en cuatro patas, pero por lo bajo de mi silla, mis nalgas quedaron completamente paradas hacia el, nuevamente metió ambas manos entre mis piernas y lentamente hizo que las abriera, se puso de rodillas en el piso y su cara quedo a la altura de mis nalgas, con ambas manos abrió mis nalgas, mi culito y panocha estaban nuevamente completamente a su disposición, sacó su lengua y dio un lengüetazo, desde mi clítoris hasta mi culito, me hizo estremecer, continuó recorriendo con su lengua la unión de mis nalgas una y otra vez, después puso la punta de su lengua en la entrada de mi culito, ponía la lengua dura para penetrar con su lengua mi culo, yo quería que me penetrara su lengua el culo, pero el esfínter anal ponía su resistencia normal, hasta que por fin lo logró, me introdujo más de la mitad de su enorme lengua por el culo, la cual yo al sentirla dentro, apretaba el culo para que no la sacara, nuevamente mi orgasmo estaba en puerta, apreté el culo fuertemente, mis piernas se pusieron completamente rígidas, mis nalgas intentaban aprisionar su cabeza, la cual nuevamente la retiró de mis nalgas y volvió a decir “no niña, aún no”, al terminar de decir eso, arremetió nuevamente con su lengua mi culo, pero ahora su barbilla penetró mi vagina ya dilatada por sus dedos anteriormente y su lengua mi culo, por la hora del día, ya le había salido barba en su mentón, cosa que utilizó para rozar con ella mi clítoris, a la vez que metía y sacaba su lengua de mi culo, me hizo llegar al cielo con aquellas embestidas de lengua y roce de clítoris y reventé en un orgasmo el cual era imparable, al sentir el viejito de mi jefe aquel orgasmo que estaba teniendo, se paró de forma vertiginosa y de una sola embestida metió su enorme verga en mi vagina, la cual entró como hierro caliente en mantequilla por lo abundante de mi orgasmo y la dilatación que había hecho de mi vagina con sus dedos anteriormente, me tomó con sus manos por los costados de mis caderas y me jalaba hacia el, a la vez que empujaba su enorme verga para ensartármela completamente, metía y sacaba aquel enorme trozo de carne mientras yo continuaba con mi inmenso orgasmo, logrando solo penetrar las tres cuartas partes de su enorme verga en mi vagina, pues ya no cabía más dentro de ella, en cuestiones de milésimas de segundo, sacó su verga de mi vagina y puso su enorme cabeza a la entrada de mi culo, nuevamente mi esfínter intentó cerrarlo, pero al estar su verga completamente dura y tiesa, a la vez de estar completamente bañada de mi orgasmo y su saliva, de un solo empellón introdujo su cabeza en mi culo, jaló mis nalgas hacia el al mismo tiempo que arremetió con toda su humanidad sobre mi culo, logrando penetrarme completamente toda su verga, la cual sentía que me llegaba hasta el ombligo, metía y sacaba su enorme verga por mi culo, sus testículos golpeaban mi vagina a cada embestida; en una de esas embestidas introdujo toda su enorme verga y no hizo ningún intento por sacarla, su verga estaba a punto de explotar, dura, caliente, completamente hinchada, sin sacar un solo centímetro su enorme verga de mi culo, metió sus manos por el frente de mi vagina hasta alcanzar sus testículos, los cuales colgaban cual péndulo de campana, con sus dedos tomó sus testículos y con gran destreza los introdujo por mi vagina, sosteniéndolos con sus dedos para que no salieran, a la vez que me rozaba con un dedo el clítoris, de mis labios solo salió la exclamación “que ricoooooo, aaaahhhhhhhhhhhhh” su enorme verga me tenía ensartada por el culo y sus huevos rellenándome la vagina y su dedo masturbándome el clítoris, provocándome inmediatamente un nuevo orgasmo, su verga endureció precisamente en ese momento y estallo en tremendo orgasmo arrojándome su semen en cantidades industriales en el interior de mi culo, no podía hacer yo ningún movimiento ni el intentaba hacerlo para no desensartarnos, el culo me dolía, pero era más el placer de tener aquella enorme verga desgarrándome el cuelo, no quería que terminara aquella tremenda cogida que me estaba dando el viejito de mi jefe.
Poco a poco su verga se fue poniendo flácida pero sin perder su enorme tamaño, yo apretaba el culo para seguir sintiendo su verga dentro de mi, sus huevos continuaban dentro de mi vagina, hasta que el cansancio nos hizo safarnos, mi culo estaba completamente floreado y mi vagina completamente abierta, pero enormemente satisfecha de la cogida que me había dado el viejito de mi jefe.
P.D. perdón por la tardanza de esta ultima parte, pero me había sido imposible el escribirla.
Espero sus comentarios, nada cuesta.
Salu2 a to2 y gracias por la espera. :metal:
El Viejito de Mi Jefe SEXTA Y ULTIMA PARTE
Después la mamada de vagina que me dio sobre el escritorio, se incorporo de mi silla, dejándome exhausta sobre mi escritorio, mi piel continuaba chinita por los estertores de los orgasmos que me había hecho sentir el viejito de mi jefe, posó cada una de sus manos gruesas y ásperas sobre mis rodillas y lentamente las fue bajando por mis entrepiernas, hasta llegar nuevamente hasta mi vagina, lentamente fue introduciendo sus dedos pulgares en ella, con toda maestría acariciaba mi clítoris alternando sus dedos, cuando uno de ellos acariciaba mi clítoris, el otro me penetraba mi vagina y viceversa; eso hacía que no mermara en lo mas mínimo mi excitación, al contrario me ponía cada vez más y mas excitada; de pronto, introdujo sus dos dedos en mi vagina la cual se encontraba perfectamente lubricada con mis jugos orgásmicos y su saliva, comenzó lentamente un meter y sacar de sus dedos haciendo a la vez una presión sobre mis paredes vaginales como queriendo abrir una cortina, era una sensación indescriptible, el viejito de mi jefe quería abrirme aún mas mi vagina ya que a un mismo movimiento introdujo sus dedos índice y anular de cada mano, ahora mi vagina tenía tres dedos de cada mano abriendo mis labios vaginales, mi vagina iba cediendo lentamente su estreches, de pronto, inclinó su cabeza hacia mi vagina la cual se encontraba completamente abierta por sus dedos y colocó sus labios cerrados dentro de ella como si quisiera besarla por dentro, introdujo sus labios lo más que pudo dentro de mi vagina y me arrojo un gran buche de saliva, la cual fue juntando en el tiempo que me acarició con sus dedos la vagina, la fuerza con la que me arrojó su saliva dentro de mi vagina se asemejaba a una eyaculación de orgasmo, ya que estaba completamente caliente y abundante, su salvia recorrió toda mi cavidad vagina y escurrió hasta mi ano, sin despegar un solo centímetro sus labios de mis labios vaginales, lamió y lamió, su lengua se posesionó nuevamente de mi clítoris y volvió a succionarlo, con toda maestría le dio pequeñas mordidas sin causarme alguna molestia, al contrario, el roce de sus dientes en el rededor de mi clítoris y la presión que ejercían sobre de el, hacía que mi excitación llegara a su límite, estaba a punto de tener un nuevo orgasmo pues mi cuerpo comenzó a endurecerse y mis piernas a aprisionar su cabeza, la cual era empujada con mis manos para que no dejara de lamerme el clítoris; con gran fuerza logró sacar su cabeza de mis entrepiernas y con voz dulce y tranquila me dijo “no niña, aún no, guárdalo para unos minutos mas tarde, porque lo vas a necesitar”, al mismo tiempo que me decía esas palabras tomó mi tanguita por ambos lados y la fue deslizando por mis piernas hasta quitármelas por completo, tomó mis manos y me incorporó deslizándome sobre el escritorio hasta ponerme de pie.
Ahora los dos estábamos completamente desnudos, su gran verga se encontraba completamente erguida cual espada reluciente para penetrar la muralla mas fuerte que se le pusiera frente a ella. De mi vagina escurría cualquier cantidad de fluidos vaginales y salivales, los cuales se deslizaban por mis entrepiernas, me tomó de los hombros y me puso de espaldas a el, con una de sus manos rodeó mi cintura hasta llegar a mi estómago, con la otra mano tomó la nuca de mi cabeza y me hizo inclinarme hacia el frente hasta posar mi cabeza y manos sobre mi propia silla, ahora me tenía en cuatro patas, pero por lo bajo de mi silla, mis nalgas quedaron completamente paradas hacia el, nuevamente metió ambas manos entre mis piernas y lentamente hizo que las abriera, se puso de rodillas en el piso y su cara quedo a la altura de mis nalgas, con ambas manos abrió mis nalgas, mi culito y panocha estaban nuevamente completamente a su disposición, sacó su lengua y dio un lengüetazo, desde mi clítoris hasta mi culito, me hizo estremecer, continuó recorriendo con su lengua la unión de mis nalgas una y otra vez, después puso la punta de su lengua en la entrada de mi culito, ponía la lengua dura para penetrar con su lengua mi culo, yo quería que me penetrara su lengua el culo, pero el esfínter anal ponía su resistencia normal, hasta que por fin lo logró, me introdujo más de la mitad de su enorme lengua por el culo, la cual yo al sentirla dentro, apretaba el culo para que no la sacara, nuevamente mi orgasmo estaba en puerta, apreté el culo fuertemente, mis piernas se pusieron completamente rígidas, mis nalgas intentaban aprisionar su cabeza, la cual nuevamente la retiró de mis nalgas y volvió a decir “no niña, aún no”, al terminar de decir eso, arremetió nuevamente con su lengua mi culo, pero ahora su barbilla penetró mi vagina ya dilatada por sus dedos anteriormente y su lengua mi culo, por la hora del día, ya le había salido barba en su mentón, cosa que utilizó para rozar con ella mi clítoris, a la vez que metía y sacaba su lengua de mi culo, me hizo llegar al cielo con aquellas embestidas de lengua y roce de clítoris y reventé en un orgasmo el cual era imparable, al sentir el viejito de mi jefe aquel orgasmo que estaba teniendo, se paró de forma vertiginosa y de una sola embestida metió su enorme verga en mi vagina, la cual entró como hierro caliente en mantequilla por lo abundante de mi orgasmo y la dilatación que había hecho de mi vagina con sus dedos anteriormente, me tomó con sus manos por los costados de mis caderas y me jalaba hacia el, a la vez que empujaba su enorme verga para ensartármela completamente, metía y sacaba aquel enorme trozo de carne mientras yo continuaba con mi inmenso orgasmo, logrando solo penetrar las tres cuartas partes de su enorme verga en mi vagina, pues ya no cabía más dentro de ella, en cuestiones de milésimas de segundo, sacó su verga de mi vagina y puso su enorme cabeza a la entrada de mi culo, nuevamente mi esfínter intentó cerrarlo, pero al estar su verga completamente dura y tiesa, a la vez de estar completamente bañada de mi orgasmo y su saliva, de un solo empellón introdujo su cabeza en mi culo, jaló mis nalgas hacia el al mismo tiempo que arremetió con toda su humanidad sobre mi culo, logrando penetrarme completamente toda su verga, la cual sentía que me llegaba hasta el ombligo, metía y sacaba su enorme verga por mi culo, sus testículos golpeaban mi vagina a cada embestida; en una de esas embestidas introdujo toda su enorme verga y no hizo ningún intento por sacarla, su verga estaba a punto de explotar, dura, caliente, completamente hinchada, sin sacar un solo centímetro su enorme verga de mi culo, metió sus manos por el frente de mi vagina hasta alcanzar sus testículos, los cuales colgaban cual péndulo de campana, con sus dedos tomó sus testículos y con gran destreza los introdujo por mi vagina, sosteniéndolos con sus dedos para que no salieran, a la vez que me rozaba con un dedo el clítoris, de mis labios solo salió la exclamación “que ricoooooo, aaaahhhhhhhhhhhhh” su enorme verga me tenía ensartada por el culo y sus huevos rellenándome la vagina y su dedo masturbándome el clítoris, provocándome inmediatamente un nuevo orgasmo, su verga endureció precisamente en ese momento y estallo en tremendo orgasmo arrojándome su semen en cantidades industriales en el interior de mi culo, no podía hacer yo ningún movimiento ni el intentaba hacerlo para no desensartarnos, el culo me dolía, pero era más el placer de tener aquella enorme verga desgarrándome el cuelo, no quería que terminara aquella tremenda cogida que me estaba dando el viejito de mi jefe.
Poco a poco su verga se fue poniendo flácida pero sin perder su enorme tamaño, yo apretaba el culo para seguir sintiendo su verga dentro de mi, sus huevos continuaban dentro de mi vagina, hasta que el cansancio nos hizo safarnos, mi culo estaba completamente floreado y mi vagina completamente abierta, pero enormemente satisfecha de la cogida que me había dado el viejito de mi jefe.
P.D. perdón por la tardanza de esta ultima parte, pero me había sido imposible el escribirla.
Espero sus comentarios, nada cuesta.
Salu2 a to2 y gracias por la espera. :metal:
![-=[яєgєηєѕιѕ]=-](/foro/data/avatars/m/713/713087.jpg?1424577262){kind=avatar}
