dmercurio4
Bovino maduro
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- 5 Feb 2012
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Hola queridos seguidores del corral backuno, en esta ocasión regresando a relatar un nuevo encuentro interesante con Teresita, se trata del día de su cumpleaños donde ha cumplido sus 28 añitos, y está en toda la flor de su juventud y belleza… como algunos podrán apreciar.
Bien la historia se inicia así, el día 9 de noviembre fue el cumpleaños de Teresita, como ese día fue un día viernes, no planeamos nada en especial y quedamos para salir el sábado 10 ya que el día viernes lo pasaría con su familia y saldría por la tarde con unas amigas.
Entonces nuestra historia se realiza el día sábado; quedamos para salir en la noche, así que pasé a su casa casi a las 9 de la noche llevándole un presente, donde aparte le llevaba un lindo calzoncito color crema con marrón, muy lindo y por supuesto era un calzón hilo, además de llevarle un ramo de flores que siempre la han gustado mucho.
Al llegar le entregué su presente ella lo abrió y se emocionó con las flores y me dijo que le gustaban mucho, luego se dio cuenta que junto al regalo estaba su calzoncito, me miró y me dijo: ¿y esto,… quieres que me lo ponga hoy?, el solo escuchar eso me encendió por completo, yo accedí inmediatamente y le dije que sí, ella se fue para su habitación y regresó vestida lista para salir, le pregunté si lo traía puesto y me dijo que sí, yo le pregunté en que momento se lo vería puesto y me dijo: “más tarde… mi vida…”, así que salimos y fuimos a comer y luego estuvimos en el parque un rato, después nos metimos a un lugar para bailar un rato y ahí casi nos dio la 1 de la mañana, al ver la hora Teresita me dijo: “Hay que regresar, estoy cansada”, así que salimos y retornamos a casa.
Yo pensé que se despediría de mí en el auto como casi siempre, así que empecé a besarla en el coche, le acariciaba sus senos, intenté meter mi mano por su pantalón pero estaba muy apretado y no podía así que le acariciaba su sexo desde afuera de la ropa, ella se dejaba tocar y me abría las piernas, pero notaba que ella deseaba más que simples toques sobre sus pantalones, ella buscó con su mano mi entre pierna para encontrar mi pene completamente erecto, ella no se hizo problema y bajó el cierre para poderlo sacar, una vez afuera me lo acarició tan rico que yo me sentía en el cielo… luego se inclinó y me bajó para hacerme una excelente mamada, yo me asusté porque estábamos en la calle pero al mirar rápidamente no había nadie cerca, sus lamidas eran tan intensas que en un momento empecé a sentir que quería eyacular, y le dije a ella: “no pares ya te voy a derramar, tómatelo todo…” y en ese momento empecé a eyacular la miraba y ella no se movía, estaba recibiendo toda mi leche en su boca, era increíble esa sensación de placer que me había dado… pensé que toco acabaría ahí, pero no fue así, ya eran casi la una y media de la madrugada, pero ella me dijo: “Ahora te toca sacármela a mi…” yo le dije:¿Aquí? Y ella me dijo: “no, vamos a la casa, todos deben estar dormidos, lo hacemos en silencio como la otra vez”, así que me guardé mi pija y salimos del coche para dirigirnos a la casa.
Entramos, estaba todo en silencio, las luces estaban prendidas en la sala, lo bueno es que la habitaciones están en el segundo piso, así que en esquina de su sala ella se empezó a bajar los pantalones, felizmente tenía mi cámara fotográfica y puede sacar unas fotitos para el recuerdo… llevaba puesto el calzoncito que le había regalado, ella me preguntó: ¿me queda bien?, ¿te gusta?, yo estaba que empezaba a arder nuevamente, sentía como mi pene iniciaba nuevamente una erección al verla en ese hilo y con solo una blusita delgada que hacía juego a su calzón, ella se puso de espaldas a mí y se agarró de la pared para que le vela su cola, estaba hermosa toda una diosa de la belleza, luego le dije: “te tomo una foto junto con tus flores”, ella me dijo: “ya tráelas, están en la mesa”, mientras me fui a traerlas, ella se quitó su blusa quedando solo con “mi regalo”, le di las flores y la abracé dándole un gran beso, me fui bajando y le bajé su calzón hasta las rodillas, ella me dijo: “¿qué haces?, y yo le dije: “así quiero la foto”, y se la tomé… luego se puso de costado junto a sus flores y le tome otras fotos… después me dio las flores para dejarlas en la mesa, al regresar ella ya se había subido su hilo nuevamente y me dijo: “Trae ese banquito que está allá…” yo se la traje y me empezó a hacer una hermosas poses con el banquito, se sentaba, luego se paraba lentamente haciéndome ver toda su cola y su panocha escondida por ese hilo, yo ya estaba a 100 nuevamente para ese momento.
Luego se levantó colocó sus manos sobre el banquito y me levantó su cola como si estuviera en posición de perrito, se veía toda un ricura y me dijo: “Veo que tu pajarito ya está listo nuevamente, ven y dámelo de regalo de cumpleaños también” yo sin pensarlo dos veces me bajé los pantalones hasta la rodilla junto a mis bóxer y me coloqué detrás de ella, intenté bajarle su calzón pero ella me dijo: “solo ponlo a un lado y hazme tuya…” yo obedecí y puse a un costado el delgado hilo que cubría la entrada a su tesoro que ya estaba muy humedecido e introduje mi pene de una sola hasta el fondo… Teresita se sobre salto y dio un grito mudo (abrió la boca pero no dijo nada), para que no escuchen nada… yo empecé a envestirla por momento el banquito nos hacía caminar hacia adelante ella con sus piernas hacía presión para que no la empuje mucho, me decía en voz baja: “está bien duro, lo siento hasta el fondo… que rico… sigue…” y yo seguía un bombeo excelente podía ver como mi verga salía y se perdía una y otra vez dentro de ella, su culito con ese calzoncito a un ladito me excitaba cada vez más, sin contar la adrenalina que era estar cogiendo en la sala de su casa y con sus papás durmiendo arriba, esta vez si alguien bajaba si que nos encontraban porque Tere estaba prácticamente desnuda y no le podía dar tiempo de ponerse el pantalón, pero no importaba yo seguía metiéndole hasta el fondo una y otra vez, Teresita solo decía “mmm, mmm, mmm…” y se apoyaba sobre el banquito, me abría las piernas para poder seguir penetrándola, yo me incliné un poco para poder tocar sus tetas que se movían riquísimamente en una posición que colgaban de su cuerpo, al lograr coger sus pezones que estaban muy duros ella empezó a gemir muy bajito: “ah, ah, ah…” así que se los empecé a apretar un poco para que se excite una más, su panchita estaba bien lubricada, podía sentir todos sus jugos vaginales en mi cuerpo, así que con una mano seguí acariciando sus senos y con la otra la bajé para tocar su clítoris, al iniciar unos movimientos circulares en su sexo, ella me dijo: “Así está bien… sigue… despacio… no dejes que lo pierda…” yo seguí por un momento más hasta que empecé a sentir la estreches de su vagina aprisionando mi penen dentro de ella, Teresita levantó la cabeza cerrando sus ojos y lanzando grandes suspiros con la boca abierta, era síntoma que ya había logrado su climax… luego me dijo: “Vas a terminar otra vez?” y yo le dije: “Si, puedo dejarte todo adentro?, y ella me dijo: “Si, déjamelo todo adentro” y en ese momento ya no pude contener más mi excitación y empecé a derramar unos chorros de leche dentro de ella, Teresita se empezó a mover hacia atrás y chocaba su cola con mi cuerpo, luego se quedó quieta un momento para que no goteara nada en el piso de la sala, ella pasó una mano a su panocha y se me dijo que me retirara despacio, yo con mi verga aun erecta me retiré y ella con una mano tapaba ese orificio hermoso que habíamos profanado para que no se derrame nada, se acomodó el calzón y se dispuso a ponerse su ropa, yo me subí los pantalones y esperé que estuviera lista, nos despedimos y yo retorné a casa, no sin antes que Teresita me agradeciera por “todos” los regalos que recibió por su cumpleaños.
Esta fue la historia, espero que les agradara, espero sus comentarios. Hasta pronto.
Bien la historia se inicia así, el día 9 de noviembre fue el cumpleaños de Teresita, como ese día fue un día viernes, no planeamos nada en especial y quedamos para salir el sábado 10 ya que el día viernes lo pasaría con su familia y saldría por la tarde con unas amigas.
Entonces nuestra historia se realiza el día sábado; quedamos para salir en la noche, así que pasé a su casa casi a las 9 de la noche llevándole un presente, donde aparte le llevaba un lindo calzoncito color crema con marrón, muy lindo y por supuesto era un calzón hilo, además de llevarle un ramo de flores que siempre la han gustado mucho.
Al llegar le entregué su presente ella lo abrió y se emocionó con las flores y me dijo que le gustaban mucho, luego se dio cuenta que junto al regalo estaba su calzoncito, me miró y me dijo: ¿y esto,… quieres que me lo ponga hoy?, el solo escuchar eso me encendió por completo, yo accedí inmediatamente y le dije que sí, ella se fue para su habitación y regresó vestida lista para salir, le pregunté si lo traía puesto y me dijo que sí, yo le pregunté en que momento se lo vería puesto y me dijo: “más tarde… mi vida…”, así que salimos y fuimos a comer y luego estuvimos en el parque un rato, después nos metimos a un lugar para bailar un rato y ahí casi nos dio la 1 de la mañana, al ver la hora Teresita me dijo: “Hay que regresar, estoy cansada”, así que salimos y retornamos a casa.
Yo pensé que se despediría de mí en el auto como casi siempre, así que empecé a besarla en el coche, le acariciaba sus senos, intenté meter mi mano por su pantalón pero estaba muy apretado y no podía así que le acariciaba su sexo desde afuera de la ropa, ella se dejaba tocar y me abría las piernas, pero notaba que ella deseaba más que simples toques sobre sus pantalones, ella buscó con su mano mi entre pierna para encontrar mi pene completamente erecto, ella no se hizo problema y bajó el cierre para poderlo sacar, una vez afuera me lo acarició tan rico que yo me sentía en el cielo… luego se inclinó y me bajó para hacerme una excelente mamada, yo me asusté porque estábamos en la calle pero al mirar rápidamente no había nadie cerca, sus lamidas eran tan intensas que en un momento empecé a sentir que quería eyacular, y le dije a ella: “no pares ya te voy a derramar, tómatelo todo…” y en ese momento empecé a eyacular la miraba y ella no se movía, estaba recibiendo toda mi leche en su boca, era increíble esa sensación de placer que me había dado… pensé que toco acabaría ahí, pero no fue así, ya eran casi la una y media de la madrugada, pero ella me dijo: “Ahora te toca sacármela a mi…” yo le dije:¿Aquí? Y ella me dijo: “no, vamos a la casa, todos deben estar dormidos, lo hacemos en silencio como la otra vez”, así que me guardé mi pija y salimos del coche para dirigirnos a la casa.
Entramos, estaba todo en silencio, las luces estaban prendidas en la sala, lo bueno es que la habitaciones están en el segundo piso, así que en esquina de su sala ella se empezó a bajar los pantalones, felizmente tenía mi cámara fotográfica y puede sacar unas fotitos para el recuerdo… llevaba puesto el calzoncito que le había regalado, ella me preguntó: ¿me queda bien?, ¿te gusta?, yo estaba que empezaba a arder nuevamente, sentía como mi pene iniciaba nuevamente una erección al verla en ese hilo y con solo una blusita delgada que hacía juego a su calzón, ella se puso de espaldas a mí y se agarró de la pared para que le vela su cola, estaba hermosa toda una diosa de la belleza, luego le dije: “te tomo una foto junto con tus flores”, ella me dijo: “ya tráelas, están en la mesa”, mientras me fui a traerlas, ella se quitó su blusa quedando solo con “mi regalo”, le di las flores y la abracé dándole un gran beso, me fui bajando y le bajé su calzón hasta las rodillas, ella me dijo: “¿qué haces?, y yo le dije: “así quiero la foto”, y se la tomé… luego se puso de costado junto a sus flores y le tome otras fotos… después me dio las flores para dejarlas en la mesa, al regresar ella ya se había subido su hilo nuevamente y me dijo: “Trae ese banquito que está allá…” yo se la traje y me empezó a hacer una hermosas poses con el banquito, se sentaba, luego se paraba lentamente haciéndome ver toda su cola y su panocha escondida por ese hilo, yo ya estaba a 100 nuevamente para ese momento.
Luego se levantó colocó sus manos sobre el banquito y me levantó su cola como si estuviera en posición de perrito, se veía toda un ricura y me dijo: “Veo que tu pajarito ya está listo nuevamente, ven y dámelo de regalo de cumpleaños también” yo sin pensarlo dos veces me bajé los pantalones hasta la rodilla junto a mis bóxer y me coloqué detrás de ella, intenté bajarle su calzón pero ella me dijo: “solo ponlo a un lado y hazme tuya…” yo obedecí y puse a un costado el delgado hilo que cubría la entrada a su tesoro que ya estaba muy humedecido e introduje mi pene de una sola hasta el fondo… Teresita se sobre salto y dio un grito mudo (abrió la boca pero no dijo nada), para que no escuchen nada… yo empecé a envestirla por momento el banquito nos hacía caminar hacia adelante ella con sus piernas hacía presión para que no la empuje mucho, me decía en voz baja: “está bien duro, lo siento hasta el fondo… que rico… sigue…” y yo seguía un bombeo excelente podía ver como mi verga salía y se perdía una y otra vez dentro de ella, su culito con ese calzoncito a un ladito me excitaba cada vez más, sin contar la adrenalina que era estar cogiendo en la sala de su casa y con sus papás durmiendo arriba, esta vez si alguien bajaba si que nos encontraban porque Tere estaba prácticamente desnuda y no le podía dar tiempo de ponerse el pantalón, pero no importaba yo seguía metiéndole hasta el fondo una y otra vez, Teresita solo decía “mmm, mmm, mmm…” y se apoyaba sobre el banquito, me abría las piernas para poder seguir penetrándola, yo me incliné un poco para poder tocar sus tetas que se movían riquísimamente en una posición que colgaban de su cuerpo, al lograr coger sus pezones que estaban muy duros ella empezó a gemir muy bajito: “ah, ah, ah…” así que se los empecé a apretar un poco para que se excite una más, su panchita estaba bien lubricada, podía sentir todos sus jugos vaginales en mi cuerpo, así que con una mano seguí acariciando sus senos y con la otra la bajé para tocar su clítoris, al iniciar unos movimientos circulares en su sexo, ella me dijo: “Así está bien… sigue… despacio… no dejes que lo pierda…” yo seguí por un momento más hasta que empecé a sentir la estreches de su vagina aprisionando mi penen dentro de ella, Teresita levantó la cabeza cerrando sus ojos y lanzando grandes suspiros con la boca abierta, era síntoma que ya había logrado su climax… luego me dijo: “Vas a terminar otra vez?” y yo le dije: “Si, puedo dejarte todo adentro?, y ella me dijo: “Si, déjamelo todo adentro” y en ese momento ya no pude contener más mi excitación y empecé a derramar unos chorros de leche dentro de ella, Teresita se empezó a mover hacia atrás y chocaba su cola con mi cuerpo, luego se quedó quieta un momento para que no goteara nada en el piso de la sala, ella pasó una mano a su panocha y se me dijo que me retirara despacio, yo con mi verga aun erecta me retiré y ella con una mano tapaba ese orificio hermoso que habíamos profanado para que no se derrame nada, se acomodó el calzón y se dispuso a ponerse su ropa, yo me subí los pantalones y esperé que estuviera lista, nos despedimos y yo retorné a casa, no sin antes que Teresita me agradeciera por “todos” los regalos que recibió por su cumpleaños.
Esta fue la historia, espero que les agradara, espero sus comentarios. Hasta pronto.
