ratman20040
Bovino maduro
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- 2 May 2008
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La vida tiene grandes coincidencias, tanto que en ocasiones no las puedes creer, esta historia es una de ellas. Hace años en la época de la secundaria como todo chamaco calenturiento me gustaba una maestra, ya saben la clásica maestra que nunca falta mediana estatura, bonito cuerpo etc, etc, etc, todos hemos tenido una así, bueno a eso agréguenle que era la más joven de las maestras de la escuela pues ya sabrás.
Pues resulta que se enteró que me gustaba y le hacía mucha gracia la situación según ella misma me dijo pero bueno para que aburrirlos con tonterías de la infancia. Por diferentes razones me fui a trabajar a la capital del estado al salir del bachillerato, me caso y se presenta la oportunidad de entrar a estudiar en una normal para maestro (coincidencia???? o algo subconsciente???) pues termino y se me asigna a una ciudad fronteriza y al poco tiempo se presentan problemas en mi matrimonio y me divorcio, así soltero nuevamente tengo la oportunidad de ir a un congreso a mi ciudad natal y pues aprovecho.
Pero, ¡oh diosa fortuna! me encuentro con la susodicha maestra en el salón del congreso y después de 14 años de no verla me reconoce inmediatamente.
-Francisco, ¿eres tú?, no lo puedo creer, mírate ya eres todo un hombre y hasta eres maestro, que bueno felicidades.
Solo al verla se me olvidó a que iba a ese lugar, una dama bellísima enfundada en un traje sastre azul marino como era su costumbre, los años le habían asentado favorablemente, ya que a punto de entrar a los 40 se conserva en excelente forma, el pantalón de su traje enfunda unas nalgas de regular tamaño pero que se ven exquisitamente proporcionadas para su cuerpo y bien paraditas.
Sin disimular el asombro y gusto de verla solo atino a contestar:
-Maestra, que bueno verla aquí como ha estado por lo visto muy bien, espero poder platicar con usted al terminar esto.
Nos dimos un abrazo que me permitió sentir levemente unos senos suaves pero firmes a pesar de la ropa, pero la suerte estaba de mi parte, nos tocó juntos en el grupo de trabajo y platicamos de las cosas que me pasaron cuando dejamos de vernos, cómo entré a la normal y esas cosas.
Al siguiente día avanzamos rápido al trabajo y por la tarde la invito a tomar un café (de granos porque es vegetariana y evita la cafeína), así tuvimos la oportunidad de platicar un poco de lo que nos pasó en nuestras vidas.
Me contó que cuando nos daba clases estaba casada con un maestro de la misma escuela pero que la engaño a los cuatro años de matrimonio y se divorcio.
-Pues yo también estuve casado pero también me divorcie.
-No es cierto, quien lo diría tenemos algo más en común que la docencia.
Se pasa el tiempo y la invito a cenar a un restaurante pequeño que conocí en mis épocas de estudiante.
-Te acuerdas cuando te encontré viendo pornografía en el salón.
-Como olvidarlo, fue la mayor vergüenza que he pasado.
-Y porque? Porque te encontré o porque era yo?
-Porque te pusiste rojo?
- porque me acorde de lo que sentí en ese momento. Me toca hacerle una pregunta. Se volvió a casar, tiene novio, amante, o algo.
-oye que preguntas pero… no, no tengo nada estoy solita. Y tú tienes a alguien que te acompañe después de divorciarte.
-sí.
-ah que bien
-mi hijo que a veces se queda conmigo.
-tienes un hijo. No traes fotos para conocerlo.
-aquí no pero en donde me quedo sí. Y usted tiene hijos??
-no, no me alcancé a embarazar cuando estuve casada.
-Si me acompaña le puedo mostrar las fotos de mi hijo.
-bueno.
Pago la cuenta y nos vamos al hotel donde le muestro las fotos en la computadora y conversamos un rato, en esto le suelto la pregunta
-entonces desde que se divorció no ha estado con nadie??
-no, la verdad es que quedé muy dolida de lo de mi ex y no me he vuelto a relacionar seriamentecon nadie desde hace casi 10 años.
- vaya aguante- dije en voz baja
- que, que dijiste.
-nada voy a pedir algo al bar y regreso.
Salgo y marco desde el cuarto de mi compañero porque mi teléfono no funcionaba bien. Al regresar con una botella la veo cerrar la computadora un poco asustada, mas no puse mucha atención a esto, sirvo dos vasos y comenzamos a tomar y platicar.
Cuando intento abrir la computadora trata de impedírmelo, y la sorpresa al descubrir que estaba viendo una carpeta de pornografía, la cara se le puso de colores y yo no me aguantaba la risa.
-me tocó encontrarla eh?
- No, es…. Que….- y trató de salir rápidamente y de tomar el saco de su traje, me paro enfrente de ella deteniéndola y al chocar siento sus pezones erectos sobre mi pecho, antes de que logre decir nada le doy un pequeño beso en la boca.
-Sabe esa sensación que usted siente es la misma que sentí yo el día en que me encontró- le dije mirando sus pezoncitos completamente parados, sin dejarla decir algo la beso otra vez, la dejo que se separe un poco y le digo que si no quiere o no se siente a gusto me disculpe, la llevo a su casa y lo damos por terminado. Ella se queda pensando un rato, tomo su saco y me encamino a la puerta.
-Espera, es que hace tanto tiempo que me da un poco de miedo.
-no se preocupe se hará solo lo que usted quiera.-aún no puedo evitar el seguir tratándola de usted.
Comienzo por besarle toda la región del cuello y la parte de atrás de las orejas, siento como su respiración aumenta el ritmo un poco, la recuesto en la cama y mientras la sigo besando le desabotono lentamente la blusa, ella facilita el trabajo moviéndose un poco y me deja ver un sujetador clásico blanco que cubría un par de senos de tamaño mediano pero bastante firmes para su edad, los que comencé a acariciar lentamente para después besarlos en todo su contorno hasta que poco a poco llegué a los pezones duritos y morenos que contrastaban con su piel blanca mientras los besaba y lamía desabotonaba su pantalón, su vello púbico estaba bien recortado bajo sus pantaletas en tono pastel que a pesar de no ser sexy si eran algo coquetas, ella me pide que me quite la ropa para sentir un poco más en un instante estaba en una sola pieza igual que ella, la dama que durante años había permanecido en mi mente ahora estaba desnuda en mi cama, no lo podía creer, mi pene estaba mucho más duro de lo podía recordar jamás, comencé a acariciar su trasero, su piel era suave y tersa como un durazno, no tenía nada de lo que puede desagradar a la vista o al tacto, al contrario tocarlo fue suave delicioso tanto que estuve haciéndolo durante largo tiempo, a ella parecía excitarla el que le rindiera tal tributo a sus hermosas nalgas tanto que gimió de placer mientras lo hacía, al tocar su sexo siento como se moja las pantis algo que me agradó dado que tenía varios años sin hacerlo, se los quito y toco suavemente sus labios vaginales que emanan un ligero liquido tibio, sin dejar de tocarla y acariciarla tomo un poco de su jugo y me lo llevo a los labios, parece que a ella no le agrada mucho pero yo lo disfruto enormemente le pido que se suba arriba de mí a lo que me pregunta que porqué solo le pido muy suavemente que lo haga y no se arrepentirá. Al estar arriba comienzo a frotar mi pene contra sus labios sin llegar a introducirlo, ella se retuerce y comienza a gemir temblando ligeramente subiendo de intensidad, llega su primer orgasmo, al tenerlo me aprieta fuertemente hasta clavarme las uñas en los hombros, cae cansada y con una cara de satisfacción total, yo aún con uno de sus senos en mi boca sigo chupándoselo, me dice que su ex nunca la dejaba ponerse arriba y que difícilmente le dedicaba tiempo a excitarla.
- Pues no supo de lo que se perdió, nada más mire como se puso con un poco de tiempo que se le dedicó a su placer.
- Ya por favor haces que me dé pena contigo.
- No se preocupe que esto es solo de nosotros y si usted no quiere pues yo respetaré su decisión.- dije mientras me movía en la cama como para levantarme.
- No, no te molestes es que no puedo dejar de pensar que fuiste mi alumno.
- Ese tiempo ya pasó.- le dije mientras le besaba el cuello, la cara y los senos, a lo que ella respondió gimiendo y arqueándose por las sensaciones que estaba disfrutando.
Mientras yo más la besaba y acariciaba ella más demostraba lo excitada que se encontraba hasta el grado de que de un solo movimiento se subió arriba de mí y comenzó a frotar su sexo contra el mío, en tan deliciosa cadencia que sin darnos cuenta en una sus fricciones mi pene se introdujo hasta la mitad en su cueva del placer haciéndola dar un respingo y soltar un pequeño grito de asombro, después de lo cual sentí como sus paredes internas me aprisionaban más y más fuerte a cada momento.
Sin esperarlo ella misma comenzó con un cadencioso movimiento en el cual poco a poco se fue introduciendo el resto de carne que quedaba afuera, ella comenzó a subir el ritmo a medida que su tierna cavidad me propinaba pequeños apretones que evidenciaban el placer que estaba sintiendo, me afiancé fuertemente de sus caderas desde donde mis manos resbalaban por la redondez de sus nalgas las cuales acariciaba para volver a subir por sus caderas y terminar en un amasado de sus pechos de los cuales devoraba los pezones con la misma avidez que un bebe se amamanta.
Ella aumentaba el bamboleo de sus caderas hasta que de repente lanza un gemido que estuvo conteniendo desde que comenzamos con el encuentro de nuestros cuerpos …. Era su orgasmo, el cual yo había estado esperando sentir desde que comencé a acariciarla.
Se deja caer sobre mí, rendida y exhausta me besa en la boca transmitiendo ese placer que aun no terminaba, de repente veo una sombra de preocupación en su rostro…
- Oye, ya terminaste.
- No, aun no, ¿porqué? Desea que este momento acabe.
- No como crees si lo que quisiera es que NO terminara, es que….
- Dígame, que le pasa por que se preocupa.
- Es que no quiero quedar embarazada, tú sabes por mi edad y eso.
- ¿Su edad? Digo mirándola como si estuviera en un error
- No es eso, simplemente…
- Dígame
- Tengo miedo a tener un hijo
- Está bien no se preocupe, que eso se puede arreglar.
De la maleta al lado de la cama saco un preservativo y se lo muestro, ella lo toma con la boca y de lo más provocador rasga el envoltorio y me lo pone lentamente, el sentir sus dedos deslizándose con el plástico sobre mi miembro era de lo más erótico que hasta ese día experimenté, por la suavidad con que lo hizo.
Al estar listo se vuelve a subir y comienza un ligero movimiento que junto con los apretoncitos que se producían en su cuevita me puso a todo, rápidamente la recuesto sobre mi y tomando sus nalguitas comienzo a moverme bajo ella, de forma lenta primero y más rápido después, al tomar velocidad veo su cara, otro orgasmo se acerca, esta vez se que no voy a resistir mucho más, así que trato de aguantar hasta que llegue el de ella, cuando veo ese gesto que tanto esperaba me empiezo a bombear de una forma desesperada, casi salvaje ella grita, su venida es tan copiosa que termino completamente mojado, hasta las sabanas quedaron húmedas, por mi parte era lo único que esperaba, al moverme frenéticamente el roce dentro de ella hacen que mi semen llegue a full, experimento el más dulce de los tormento el momento de mi orgasmo que junto al de ella es lo mejor que he sentido, completamente extenuados y extasiados se acomoda junto a mi y me rodea con su brazo.
Platicamos de algunas cosas sin trascendencia y nos quedamos dormidos.
Espero que les haya gustado mi primer aporte en esta sección.
Pues resulta que se enteró que me gustaba y le hacía mucha gracia la situación según ella misma me dijo pero bueno para que aburrirlos con tonterías de la infancia. Por diferentes razones me fui a trabajar a la capital del estado al salir del bachillerato, me caso y se presenta la oportunidad de entrar a estudiar en una normal para maestro (coincidencia???? o algo subconsciente???) pues termino y se me asigna a una ciudad fronteriza y al poco tiempo se presentan problemas en mi matrimonio y me divorcio, así soltero nuevamente tengo la oportunidad de ir a un congreso a mi ciudad natal y pues aprovecho.
Pero, ¡oh diosa fortuna! me encuentro con la susodicha maestra en el salón del congreso y después de 14 años de no verla me reconoce inmediatamente.
-Francisco, ¿eres tú?, no lo puedo creer, mírate ya eres todo un hombre y hasta eres maestro, que bueno felicidades.
Solo al verla se me olvidó a que iba a ese lugar, una dama bellísima enfundada en un traje sastre azul marino como era su costumbre, los años le habían asentado favorablemente, ya que a punto de entrar a los 40 se conserva en excelente forma, el pantalón de su traje enfunda unas nalgas de regular tamaño pero que se ven exquisitamente proporcionadas para su cuerpo y bien paraditas.
Sin disimular el asombro y gusto de verla solo atino a contestar:
-Maestra, que bueno verla aquí como ha estado por lo visto muy bien, espero poder platicar con usted al terminar esto.
Nos dimos un abrazo que me permitió sentir levemente unos senos suaves pero firmes a pesar de la ropa, pero la suerte estaba de mi parte, nos tocó juntos en el grupo de trabajo y platicamos de las cosas que me pasaron cuando dejamos de vernos, cómo entré a la normal y esas cosas.
Al siguiente día avanzamos rápido al trabajo y por la tarde la invito a tomar un café (de granos porque es vegetariana y evita la cafeína), así tuvimos la oportunidad de platicar un poco de lo que nos pasó en nuestras vidas.
Me contó que cuando nos daba clases estaba casada con un maestro de la misma escuela pero que la engaño a los cuatro años de matrimonio y se divorcio.
-Pues yo también estuve casado pero también me divorcie.
-No es cierto, quien lo diría tenemos algo más en común que la docencia.
Se pasa el tiempo y la invito a cenar a un restaurante pequeño que conocí en mis épocas de estudiante.
-Te acuerdas cuando te encontré viendo pornografía en el salón.
-Como olvidarlo, fue la mayor vergüenza que he pasado.
-Y porque? Porque te encontré o porque era yo?
-Porque te pusiste rojo?
- porque me acorde de lo que sentí en ese momento. Me toca hacerle una pregunta. Se volvió a casar, tiene novio, amante, o algo.
-oye que preguntas pero… no, no tengo nada estoy solita. Y tú tienes a alguien que te acompañe después de divorciarte.
-sí.
-ah que bien
-mi hijo que a veces se queda conmigo.
-tienes un hijo. No traes fotos para conocerlo.
-aquí no pero en donde me quedo sí. Y usted tiene hijos??
-no, no me alcancé a embarazar cuando estuve casada.
-Si me acompaña le puedo mostrar las fotos de mi hijo.
-bueno.
Pago la cuenta y nos vamos al hotel donde le muestro las fotos en la computadora y conversamos un rato, en esto le suelto la pregunta
-entonces desde que se divorció no ha estado con nadie??
-no, la verdad es que quedé muy dolida de lo de mi ex y no me he vuelto a relacionar seriamentecon nadie desde hace casi 10 años.
- vaya aguante- dije en voz baja
- que, que dijiste.
-nada voy a pedir algo al bar y regreso.
Salgo y marco desde el cuarto de mi compañero porque mi teléfono no funcionaba bien. Al regresar con una botella la veo cerrar la computadora un poco asustada, mas no puse mucha atención a esto, sirvo dos vasos y comenzamos a tomar y platicar.
Cuando intento abrir la computadora trata de impedírmelo, y la sorpresa al descubrir que estaba viendo una carpeta de pornografía, la cara se le puso de colores y yo no me aguantaba la risa.
-me tocó encontrarla eh?
- No, es…. Que….- y trató de salir rápidamente y de tomar el saco de su traje, me paro enfrente de ella deteniéndola y al chocar siento sus pezones erectos sobre mi pecho, antes de que logre decir nada le doy un pequeño beso en la boca.
-Sabe esa sensación que usted siente es la misma que sentí yo el día en que me encontró- le dije mirando sus pezoncitos completamente parados, sin dejarla decir algo la beso otra vez, la dejo que se separe un poco y le digo que si no quiere o no se siente a gusto me disculpe, la llevo a su casa y lo damos por terminado. Ella se queda pensando un rato, tomo su saco y me encamino a la puerta.
-Espera, es que hace tanto tiempo que me da un poco de miedo.
-no se preocupe se hará solo lo que usted quiera.-aún no puedo evitar el seguir tratándola de usted.
Comienzo por besarle toda la región del cuello y la parte de atrás de las orejas, siento como su respiración aumenta el ritmo un poco, la recuesto en la cama y mientras la sigo besando le desabotono lentamente la blusa, ella facilita el trabajo moviéndose un poco y me deja ver un sujetador clásico blanco que cubría un par de senos de tamaño mediano pero bastante firmes para su edad, los que comencé a acariciar lentamente para después besarlos en todo su contorno hasta que poco a poco llegué a los pezones duritos y morenos que contrastaban con su piel blanca mientras los besaba y lamía desabotonaba su pantalón, su vello púbico estaba bien recortado bajo sus pantaletas en tono pastel que a pesar de no ser sexy si eran algo coquetas, ella me pide que me quite la ropa para sentir un poco más en un instante estaba en una sola pieza igual que ella, la dama que durante años había permanecido en mi mente ahora estaba desnuda en mi cama, no lo podía creer, mi pene estaba mucho más duro de lo podía recordar jamás, comencé a acariciar su trasero, su piel era suave y tersa como un durazno, no tenía nada de lo que puede desagradar a la vista o al tacto, al contrario tocarlo fue suave delicioso tanto que estuve haciéndolo durante largo tiempo, a ella parecía excitarla el que le rindiera tal tributo a sus hermosas nalgas tanto que gimió de placer mientras lo hacía, al tocar su sexo siento como se moja las pantis algo que me agradó dado que tenía varios años sin hacerlo, se los quito y toco suavemente sus labios vaginales que emanan un ligero liquido tibio, sin dejar de tocarla y acariciarla tomo un poco de su jugo y me lo llevo a los labios, parece que a ella no le agrada mucho pero yo lo disfruto enormemente le pido que se suba arriba de mí a lo que me pregunta que porqué solo le pido muy suavemente que lo haga y no se arrepentirá. Al estar arriba comienzo a frotar mi pene contra sus labios sin llegar a introducirlo, ella se retuerce y comienza a gemir temblando ligeramente subiendo de intensidad, llega su primer orgasmo, al tenerlo me aprieta fuertemente hasta clavarme las uñas en los hombros, cae cansada y con una cara de satisfacción total, yo aún con uno de sus senos en mi boca sigo chupándoselo, me dice que su ex nunca la dejaba ponerse arriba y que difícilmente le dedicaba tiempo a excitarla.
- Pues no supo de lo que se perdió, nada más mire como se puso con un poco de tiempo que se le dedicó a su placer.
- Ya por favor haces que me dé pena contigo.
- No se preocupe que esto es solo de nosotros y si usted no quiere pues yo respetaré su decisión.- dije mientras me movía en la cama como para levantarme.
- No, no te molestes es que no puedo dejar de pensar que fuiste mi alumno.
- Ese tiempo ya pasó.- le dije mientras le besaba el cuello, la cara y los senos, a lo que ella respondió gimiendo y arqueándose por las sensaciones que estaba disfrutando.
Mientras yo más la besaba y acariciaba ella más demostraba lo excitada que se encontraba hasta el grado de que de un solo movimiento se subió arriba de mí y comenzó a frotar su sexo contra el mío, en tan deliciosa cadencia que sin darnos cuenta en una sus fricciones mi pene se introdujo hasta la mitad en su cueva del placer haciéndola dar un respingo y soltar un pequeño grito de asombro, después de lo cual sentí como sus paredes internas me aprisionaban más y más fuerte a cada momento.
Sin esperarlo ella misma comenzó con un cadencioso movimiento en el cual poco a poco se fue introduciendo el resto de carne que quedaba afuera, ella comenzó a subir el ritmo a medida que su tierna cavidad me propinaba pequeños apretones que evidenciaban el placer que estaba sintiendo, me afiancé fuertemente de sus caderas desde donde mis manos resbalaban por la redondez de sus nalgas las cuales acariciaba para volver a subir por sus caderas y terminar en un amasado de sus pechos de los cuales devoraba los pezones con la misma avidez que un bebe se amamanta.
Ella aumentaba el bamboleo de sus caderas hasta que de repente lanza un gemido que estuvo conteniendo desde que comenzamos con el encuentro de nuestros cuerpos …. Era su orgasmo, el cual yo había estado esperando sentir desde que comencé a acariciarla.
Se deja caer sobre mí, rendida y exhausta me besa en la boca transmitiendo ese placer que aun no terminaba, de repente veo una sombra de preocupación en su rostro…
- Oye, ya terminaste.
- No, aun no, ¿porqué? Desea que este momento acabe.
- No como crees si lo que quisiera es que NO terminara, es que….
- Dígame, que le pasa por que se preocupa.
- Es que no quiero quedar embarazada, tú sabes por mi edad y eso.
- ¿Su edad? Digo mirándola como si estuviera en un error
- No es eso, simplemente…
- Dígame
- Tengo miedo a tener un hijo
- Está bien no se preocupe, que eso se puede arreglar.
De la maleta al lado de la cama saco un preservativo y se lo muestro, ella lo toma con la boca y de lo más provocador rasga el envoltorio y me lo pone lentamente, el sentir sus dedos deslizándose con el plástico sobre mi miembro era de lo más erótico que hasta ese día experimenté, por la suavidad con que lo hizo.
Al estar listo se vuelve a subir y comienza un ligero movimiento que junto con los apretoncitos que se producían en su cuevita me puso a todo, rápidamente la recuesto sobre mi y tomando sus nalguitas comienzo a moverme bajo ella, de forma lenta primero y más rápido después, al tomar velocidad veo su cara, otro orgasmo se acerca, esta vez se que no voy a resistir mucho más, así que trato de aguantar hasta que llegue el de ella, cuando veo ese gesto que tanto esperaba me empiezo a bombear de una forma desesperada, casi salvaje ella grita, su venida es tan copiosa que termino completamente mojado, hasta las sabanas quedaron húmedas, por mi parte era lo único que esperaba, al moverme frenéticamente el roce dentro de ella hacen que mi semen llegue a full, experimento el más dulce de los tormento el momento de mi orgasmo que junto al de ella es lo mejor que he sentido, completamente extenuados y extasiados se acomoda junto a mi y me rodea con su brazo.
Platicamos de algunas cosas sin trascendencia y nos quedamos dormidos.
Espero que les haya gustado mi primer aporte en esta sección.
....y q onda sigues viendo a tu maestra? q paso despues?
