Esto paso ya hace casi 8 años, cuando apenas estaba iniciando mi trabajo en la empresa de sistemas donde laboro.
Desde el primer día que entre a trabajar ahí me gusto una secretaria gordibuena llamada Nancy. Con 32 años se veía ufff fantástica. Estatura mediana, cuerpo regordete, nalgas inmensas y unos senos enormes, talla 38dd.
Ese día traía puesto un pantalón de mezclilla muy ajustado, mostrando sus enormidades traseras. Una blusa negra con adornos en blanco muy escotada, mostrando la unión de sus tetas. Cabello rojizo, maquillada de una manera prudente pero a la vez elegante.
Inmediatamente hicimos química al conocernos, pues nos llevábamos muy bien debido a que teníamos muchos gustos en similitud.
En una de esas platicas de medio turno hablábamos sobre cuando iríamos a ver una película al cine, yo no desaproveche la oportunidad de invitarla al día siguiente, situación que no desaprovechamos.
Nos citamos después del trabajo, así cada quien tendría tiempo de ir a su domicilio y ponerse algo decente que nos hiciera lucir mejores ropajes ante tal situación especial.
La cita la hicimos a las 9 de la noche, la película que elegimos en ese entonces fue: “el amor cuesta caro”. Una fina comedia con Catherine Z. Jones y George Clooney.
“una amiga vino ver esta película y me dijo que estaba bien, ¿te parece?”
“por mi no hay problema alguno, si tu deseas verla, pues así será”
Entramos agarrados de la mano a la sala, recuerdo que solo compramos unas sodas, pues después iríamos a cenar a otro lugar puesto que ya estaba una reservación hecha.
Nos acomodamos en nuestros lugares respectivos, Nancy se sentó a mi derecha, acomodándose en el asiento acurrucada de mi, yo solo le pase mi brazo derecho por detrás de su nuca y tocándole parte de su hombro.
Éramos amigos, era un momento romántico y divertido que estaba pasando con esta mujer, una amiga que me había demostrado que me quiere y de una manera especial, que se los prometo que no esperaba que fuese a pasar a mayores.
Mientras veíamos la película, mi mano bajo un poco y toco su seno derecho, esperando una reacción negativa, pero esta fue al contrario, ella abrió un poco su blusa para sentir su piel de sus senos al natural.
“aprovéchate que ando de buenas”
No tardo ni perezoso metí mi mano en el interior de su blusa y de su brasiere, tocando un poco ese pezón. No lo vi, pero lo sentí muy duro, casi de grosor que un dedo meñique de un adulto.
“hazte a un lado la blusa, para mamarte la teta”
Nancy se abrió un poco más la blusa y se movió el brasiere para dejar al alcance de mi boca su pecho al desnudo
“cuidado que nos vayan a ver”
Mi boca se prendió a su pezón, mamándolo y chupándolo como lo había aprendido años antes con otra persona.
Nancy solo gemía y se movía al sentir mi boca en su pecho
“ándale sácame la otra y también mámamela, por favor”
Asomándome un poco alrededor de donde estábamos sentados para fijarme que no hubiese nadie a nuestros alrededores, al no haber nadie que nos espiara, Nancy se abrió por completo la blusa y el bra se lo hizo hacia arriba.
Sus tetas estaban a mi completa disposición, sus pezones ya estaban muy paraditos, como les digo, a oscuras no se ve bien pero si se siente con madre la textura de su piel.
Ella me acariciaba la espalda y en ocasiones me agarraba la cara, pude sentirla que estaba completamente excitada, estaba disfrutando al máximo lo que mi boca le hacia en sus pechos, en sus tetas, sus pezones ya no podían pararse mas.
Nancy fue quien tomo la iniciativa al acomodarse el brasiere y cerrarse la blusa…
“vámonos a mi casa, estamos cerca….ya me prendiste ahora te aguantas”
Salimos de prisa del cine, antes de subirnos al coche nos besamos bien cachondamente, ya nos urgía cogernos, ella bajo su mano y me agarro la verga por encima del pantalón, poco le falto para mamármela, créanme, Nancy me la hubiera mamado de no ser porque un guardia de seguridad se nos acerco y no nos quedo mas que irnos con prisa a su casa
“tienes condones”
“nombre, así métemela, no hay pedo, ya termine la regla”
Entramos a su casa, nuestra ropa estaba de mas, salió volando de nuestros cuerpos quedando regada por toda su recamara.
Nancy coloco una almohada en el piso, se postro sobre ella , me pidió acercarme a ella, mi verga entro en su boca por completo, su lengua hizo maravillas en el glande, provocándome un placer muy especial, nunca antes había sentido así una mamada tan deliciosa
Sus manos agarraban mis huevos, agarrándolos muy delicadamente, mientras que su boca seguía chupando mi verga desde la punta hasta la base, engulléndolo todo, mamándolo muy deliciosamente.
“ándale, vente conmigo a la cama”
Nancy se coloco en cuatro patas a la orilla de la cama, poniendo su enorme culote a mi total disposición, tome mi verga y se la metí toda, chocando mi pubis con sus nalgotas , mis manos se aferraron a sus caderotas, jalándola hacia mi una y otra vez mientras que mi verga se metía en su panochita
“así, así, métemela toda amor, cógeme como tu sabes hacerlo”
Metiéndole más y más fuerte mi verga en sus adentros, moviéndola en el interior de su panochita, su cuerpezote se movía al compas de las embestidas de mi verga. Al hacer esto Nancy se agarraba las tetas para que no se le movieran al momento de estar cogiendo. Verle su enorme traserote mas los movimientos que ella realizaba tan candentes y excitantes que no pude aguantarme más y me vine dentro de ella, echándole todo mi semen en su vagina.
“uy que rico me lo hiciste, no había sentido algo así, te moviste muy rico”
Nos acostamos juntos, ella agarrándome la verga que aun estaba mojada de nuestros líquidos sexuales, yo me repose en su pecho, teniendo un seno a mi alcance, su aroma era demasiado rico, su piel esta bien suavecita.
La amistad que habíamos tenido se había visto rebasada por la travesura que momentos antes que había pasado, su cuerpo había sido mío, así como el mío había sido de ella.
“Nancy, ¿las cosas van a cambiar entre nosotros?, digo con esto que acaba de pasar se que si pasara ¿o no?”
“claro que si tontito, eres mi viejo, ¿no quieres?”
“Por su puesto que si mi amor, deseaba estar así contigo”
No hubo más palabras, pues nuestros cuerpos hablaron por nosotros. Mis besos recorrieron su cuerpo al desnudo, Nancy se entrego por completo a mis caricias, cedió a lo que mi cuerpo reclamaba.
Nancy abrió sus piernas, mi verga se metió en ella de nueva cuenta como si fuese un imán, Nancy gimió al sentirla de nuevo adentro de su vagina, mientras la bombeaba mis manos acariciaban sus pechos y mi boca mamaba sus pezones, la humedad de su vagina evidenciaba que estaba muy excitada.
“ah, ah, así amor, cógeme, soy tuya, te pertenezco soy toda tuya”
Mi verga seguía penetrándola, sintiéndola apretada, además de húmeda como les decía hace unos momentos.
Así de misionero estábamos haciéndolo, el sonido del choque de mis huevos en su cuerpo me hicieron terminar de nueva cuenta en sus adentros.
“ahhhhh ten toda mi leche mi amor”
Nancy estaba orgasmeada, estaba ida pues había sido un momento bien cachondo el que habíamos pasado.
Cansado, fatigado y sudoroso me sali de Nancy, mi verga estaba completamente mojada, de la vagina de Nancy salían sus fluidos confundidos con los mios.
Tomamos un descanso, eso fue como una hora, estuvimos platicando bastante tiempo, hablamos de muchas cosas, ya saben de amor y de la relación que empezamos a tener como novios.
Entonces decidi meterme a bañar, pues horas mas tarde tenia un compromiso familiar.
“quédate amor, por favor, solo esta noche sígueme haciendo el amor”
Deci hacerlo, complacerla, pues estaba disfrutando la compañía y el amor que ella me estaba dando en este momento. Solo le pedi que me diera la oportunidad de marcar a la casa dando como pretexto que un amigo necesitaba mi ayuda.
Nos metimos a bañar, ay amigos lectores, fue algo único, mi nueva novia no era una modelo ni nada por el estilo, era una mujer robusta, pero que me estaba dando la mejor sesión de sexo de toda mi vida.
Su cuerpo estaba a mi merced. Tome un poco de jabon en mi palma derecha y lo esparci a lo largo de toda su espalda, así como en sus enormes tetas, las agarre como desesperado apretándolas y masajeándolas con una fuerza que nos excitamos demasiado.
Desde el primer día que entre a trabajar ahí me gusto una secretaria gordibuena llamada Nancy. Con 32 años se veía ufff fantástica. Estatura mediana, cuerpo regordete, nalgas inmensas y unos senos enormes, talla 38dd.
Ese día traía puesto un pantalón de mezclilla muy ajustado, mostrando sus enormidades traseras. Una blusa negra con adornos en blanco muy escotada, mostrando la unión de sus tetas. Cabello rojizo, maquillada de una manera prudente pero a la vez elegante.
Inmediatamente hicimos química al conocernos, pues nos llevábamos muy bien debido a que teníamos muchos gustos en similitud.
En una de esas platicas de medio turno hablábamos sobre cuando iríamos a ver una película al cine, yo no desaproveche la oportunidad de invitarla al día siguiente, situación que no desaprovechamos.
Nos citamos después del trabajo, así cada quien tendría tiempo de ir a su domicilio y ponerse algo decente que nos hiciera lucir mejores ropajes ante tal situación especial.
La cita la hicimos a las 9 de la noche, la película que elegimos en ese entonces fue: “el amor cuesta caro”. Una fina comedia con Catherine Z. Jones y George Clooney.
“una amiga vino ver esta película y me dijo que estaba bien, ¿te parece?”
“por mi no hay problema alguno, si tu deseas verla, pues así será”
Entramos agarrados de la mano a la sala, recuerdo que solo compramos unas sodas, pues después iríamos a cenar a otro lugar puesto que ya estaba una reservación hecha.
Nos acomodamos en nuestros lugares respectivos, Nancy se sentó a mi derecha, acomodándose en el asiento acurrucada de mi, yo solo le pase mi brazo derecho por detrás de su nuca y tocándole parte de su hombro.
Éramos amigos, era un momento romántico y divertido que estaba pasando con esta mujer, una amiga que me había demostrado que me quiere y de una manera especial, que se los prometo que no esperaba que fuese a pasar a mayores.
Mientras veíamos la película, mi mano bajo un poco y toco su seno derecho, esperando una reacción negativa, pero esta fue al contrario, ella abrió un poco su blusa para sentir su piel de sus senos al natural.
“aprovéchate que ando de buenas”
No tardo ni perezoso metí mi mano en el interior de su blusa y de su brasiere, tocando un poco ese pezón. No lo vi, pero lo sentí muy duro, casi de grosor que un dedo meñique de un adulto.
“hazte a un lado la blusa, para mamarte la teta”
Nancy se abrió un poco más la blusa y se movió el brasiere para dejar al alcance de mi boca su pecho al desnudo
“cuidado que nos vayan a ver”
Mi boca se prendió a su pezón, mamándolo y chupándolo como lo había aprendido años antes con otra persona.
Nancy solo gemía y se movía al sentir mi boca en su pecho
“ándale sácame la otra y también mámamela, por favor”
Asomándome un poco alrededor de donde estábamos sentados para fijarme que no hubiese nadie a nuestros alrededores, al no haber nadie que nos espiara, Nancy se abrió por completo la blusa y el bra se lo hizo hacia arriba.
Sus tetas estaban a mi completa disposición, sus pezones ya estaban muy paraditos, como les digo, a oscuras no se ve bien pero si se siente con madre la textura de su piel.
Ella me acariciaba la espalda y en ocasiones me agarraba la cara, pude sentirla que estaba completamente excitada, estaba disfrutando al máximo lo que mi boca le hacia en sus pechos, en sus tetas, sus pezones ya no podían pararse mas.
Nancy fue quien tomo la iniciativa al acomodarse el brasiere y cerrarse la blusa…
“vámonos a mi casa, estamos cerca….ya me prendiste ahora te aguantas”
Salimos de prisa del cine, antes de subirnos al coche nos besamos bien cachondamente, ya nos urgía cogernos, ella bajo su mano y me agarro la verga por encima del pantalón, poco le falto para mamármela, créanme, Nancy me la hubiera mamado de no ser porque un guardia de seguridad se nos acerco y no nos quedo mas que irnos con prisa a su casa
“tienes condones”
“nombre, así métemela, no hay pedo, ya termine la regla”
Entramos a su casa, nuestra ropa estaba de mas, salió volando de nuestros cuerpos quedando regada por toda su recamara.
Nancy coloco una almohada en el piso, se postro sobre ella , me pidió acercarme a ella, mi verga entro en su boca por completo, su lengua hizo maravillas en el glande, provocándome un placer muy especial, nunca antes había sentido así una mamada tan deliciosa
Sus manos agarraban mis huevos, agarrándolos muy delicadamente, mientras que su boca seguía chupando mi verga desde la punta hasta la base, engulléndolo todo, mamándolo muy deliciosamente.
“ándale, vente conmigo a la cama”
Nancy se coloco en cuatro patas a la orilla de la cama, poniendo su enorme culote a mi total disposición, tome mi verga y se la metí toda, chocando mi pubis con sus nalgotas , mis manos se aferraron a sus caderotas, jalándola hacia mi una y otra vez mientras que mi verga se metía en su panochita
“así, así, métemela toda amor, cógeme como tu sabes hacerlo”
Metiéndole más y más fuerte mi verga en sus adentros, moviéndola en el interior de su panochita, su cuerpezote se movía al compas de las embestidas de mi verga. Al hacer esto Nancy se agarraba las tetas para que no se le movieran al momento de estar cogiendo. Verle su enorme traserote mas los movimientos que ella realizaba tan candentes y excitantes que no pude aguantarme más y me vine dentro de ella, echándole todo mi semen en su vagina.
“uy que rico me lo hiciste, no había sentido algo así, te moviste muy rico”
Nos acostamos juntos, ella agarrándome la verga que aun estaba mojada de nuestros líquidos sexuales, yo me repose en su pecho, teniendo un seno a mi alcance, su aroma era demasiado rico, su piel esta bien suavecita.
La amistad que habíamos tenido se había visto rebasada por la travesura que momentos antes que había pasado, su cuerpo había sido mío, así como el mío había sido de ella.
“Nancy, ¿las cosas van a cambiar entre nosotros?, digo con esto que acaba de pasar se que si pasara ¿o no?”
“claro que si tontito, eres mi viejo, ¿no quieres?”
“Por su puesto que si mi amor, deseaba estar así contigo”
No hubo más palabras, pues nuestros cuerpos hablaron por nosotros. Mis besos recorrieron su cuerpo al desnudo, Nancy se entrego por completo a mis caricias, cedió a lo que mi cuerpo reclamaba.
Nancy abrió sus piernas, mi verga se metió en ella de nueva cuenta como si fuese un imán, Nancy gimió al sentirla de nuevo adentro de su vagina, mientras la bombeaba mis manos acariciaban sus pechos y mi boca mamaba sus pezones, la humedad de su vagina evidenciaba que estaba muy excitada.
“ah, ah, así amor, cógeme, soy tuya, te pertenezco soy toda tuya”
Mi verga seguía penetrándola, sintiéndola apretada, además de húmeda como les decía hace unos momentos.
Así de misionero estábamos haciéndolo, el sonido del choque de mis huevos en su cuerpo me hicieron terminar de nueva cuenta en sus adentros.
“ahhhhh ten toda mi leche mi amor”
Nancy estaba orgasmeada, estaba ida pues había sido un momento bien cachondo el que habíamos pasado.
Cansado, fatigado y sudoroso me sali de Nancy, mi verga estaba completamente mojada, de la vagina de Nancy salían sus fluidos confundidos con los mios.
Tomamos un descanso, eso fue como una hora, estuvimos platicando bastante tiempo, hablamos de muchas cosas, ya saben de amor y de la relación que empezamos a tener como novios.
Entonces decidi meterme a bañar, pues horas mas tarde tenia un compromiso familiar.
“quédate amor, por favor, solo esta noche sígueme haciendo el amor”
Deci hacerlo, complacerla, pues estaba disfrutando la compañía y el amor que ella me estaba dando en este momento. Solo le pedi que me diera la oportunidad de marcar a la casa dando como pretexto que un amigo necesitaba mi ayuda.
Nos metimos a bañar, ay amigos lectores, fue algo único, mi nueva novia no era una modelo ni nada por el estilo, era una mujer robusta, pero que me estaba dando la mejor sesión de sexo de toda mi vida.
Su cuerpo estaba a mi merced. Tome un poco de jabon en mi palma derecha y lo esparci a lo largo de toda su espalda, así como en sus enormes tetas, las agarre como desesperado apretándolas y masajeándolas con una fuerza que nos excitamos demasiado.
