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ADRIANA – El Primer Encuentro – Regalando Su Virginidad.

MR AGUILA

Bovino maduro
Registrado
20 Nov 2007
Mensajes
334
Adriana, en ese tiempo era una mujercita de apenas 16 añitos, estudiaba la prepa y era una mujercita muy tranquila, de bonito rostro, cuerpo esbelto, muy alegre y buena hija, vivía solo con su madre y su hermanito de 8 años, su padre había fallecido apenas 4 años atrás, pero aun así no perdía la alegría que siempre mostraba ante las adversidades.

Ella tenía dos primas, Irene y Sofia, ambas eran hijas de la hermana de su madre, así que eran sus primas hermanas, Irene la mayor, tenia 24 años y ya estaba casada, con un pequeño bebe de apenas 5 meses, y su prima Sofia de 22 años, soltera y estudiando la Universidad.

Ellas junto con sus padres, eran asiduos a ir a su casa pues siendo la madre de Adriana y de sus primas, la única familia pues no tenían más hermanos, la relación era más que estrecha.

Sofia su prima, siempre hablaba de su novio con el cual tenia una relación de varios meses, hasta que cierto día, Adriana llegaba de la biblioteca, cuando al entrar a su casa y entrar a la sala, se encontró con Eduardo, el novio de Sofia, al verlo sentado y no esperarse verlo ahí, se sorprendió un poco y apenas alcanzo a dar las buenas tardes, pero de inmediato y ante sus ojos, Eduardo se levanto del sillón para amablemente estirarle la mano y saludarla, fue cuando ella pudo verlo mejor.

Era un joven de 24 años, alto, moreno, de cuerpo marcado y muy guapo, tanto que realmente la dejo asombrada y sin habla, y justo en ese momento hizo su apareció Sofia, quien llevaba en sus manos un vaso con refresco, de inmediato se lo presento, diciéndole que el era Eduardo, su novio.

Adriana se sintió nerviosa pues jamás imagino que el novio de su prima fuera tan guapo, así que opto por seguir su camino, disculpando cansancio y siguió su camino hasta su habitación, en la cual se encerró, se tiro en la cama y sin mas, su mente recreo la imagen de Eduardo, “caray que guapo esta el novio de mi prima, ya quisiera yo encontrarme uno así”.

Se quedo por varios minutos, acostada en su cama, descansando y sin apartar de su mente al novio de Sofia, hasta que escucho que tocaron a la puerta de su cuarto, era su madre quien le decía que bajara a comer, así que rápidamente se levanto de la cama, se puso frente al espejo y se arreglo un poco para no verte muy desalineada.

Bajo y al entrar al comedor, ya todos estaban sentados, de un lado estaba su madre y su hermano, del otro Eduardo y Sofia, y las dos mesas de las orillas desocupadas, así que tenia dos opciones, irse hasta la silla del lado contrario y sentarse teniendo de un lado a su prima y del otro a su hermano, o sentarse en la que tenia frente a ella, donde aparte de todo estaba ya servido su plato y quedar entre su madre y Eduardo, así que decidió esta ultima.

Se sentó y entre nervios y platicas, escucho todo lo que su madre le preguntaba a Eduardo, cosas como a que se dedicaba y todo lo que normalmente la familia le hace al novio o novia de un integrante de esta.

Ese fue el primer encuentro que tuvo ella con Eduardo, al cual le siguieron mas pues la relación entre el y su prima termino formalizándose, así que comenzó a pasar el tiempo, los años, la relación entre Eduardo y Adriana siempre fue buena, pues el le hablaba muy bien, le ayudaba con sus tareas, y ella comenzó a amarlo en silencio, sin decir nada a nadie, quedándose con ese sentimiento muy dentro de ella.

Cuando ella tenia 19 años recibió una noticia que la hizo ponerse triste por varios días, y fue cuando Eduardo y Sofia declaraban que iban a casarse, para esto pasaron muchas cosas, el padre de Sofia se había quedado sin trabajo, y al ser ya un hombre de edad, no tenia oportunidades para poder conseguir algo, y aunque a Sofia no le iba mal en su trabajo, ellos no quisieron ser una lata y una carga para ella y su hermana, y como el padre de Sofia tenia a todos sus hermanos en Estados Unidos, estos le dijeron que se fuera para allá, ya que ellos le conseguirían trabajo y podrían ayudarlo, así que sin pensarlo mucho, una vez que Sofia y Eduardo se casaron, se fueron a vivir a Estados Unidos.

Siguieron pasando algunos años mas, Adriana ahora tenía 22 años, Eduardo 30 y Sofia 28, eran padres de un lindo niño de 2 años, seguían frecuentando mucho la casa de Adriana, al igual que Irene la hermana de Sofia.

Adriana ahora estaba en la universidad y tenía un noviecillo llamado Roberto, un muchachillo flaco y escuálido que estudiaba con ella, no era feo el jovencito, pero realmente nada que ver con Eduardo, quien a sus 30 años se veía mucho mas maduro y esto lo hacia ver mucho mejor.

Adriana por su parte también había crecido, seguía siendo bonita, seguía siendo delgada, pero sus facciones ahora eran mucho mas llamativas a los hombres, si bien, sus pechos nunca crecieron a la proporción de sus nalgas, estos aunque chicos, eran bonitos y de buena forma, pero sus nalgas, esas si que se habían desarrollado, tenia unas caderas pronunciadas y unas nalgas redondas, carnosas y suaves, realmente era un deleite verla caminar con un pantalón ajustado.

Ella aunque tenia su novio, seguía enamorada de Eduardo, pero seguía tratando de no demostrarle sus sentimientos y su gusto por el, pero un día, como cualquier otro, era domingo y desde un día antes Sofia y Eduardo habían ido a quedarse a su casa, ella se estaba bañando cuando escucho a su madre tocar la puerta y decirle que saldrían al mercado, ella dijo que si pensando en que saldrían todos y ella se quedaría sola.

Así que después de unos minutos, cerro la regadera, con la toalla seco su cuerpo y se puso su ropa interior, que consistía en una pantaleta tipo bóxer, de color rosita y con algunos coquetos dibujitos, un brasier rosa y se envolvió en la toalla, salio del baño y fue directo a su cuarto, pero en el transcurso de pasar del baño a su cuarto, escucho que el televisor de abajo estaba encendido, así que se quito la toalla y pensó, “mmm estos se fueron y dejaron la tele prendida, así solo gastaran luz, voy a bajar a apagarla”.

Ella estaba completamente convencida de que se encontraba sola, así que bajo las escaleras solo en su ropa interior, fue hasta la sala y en efecto no había nadie ahí, la tele estaba prendida en un partido de fútbol, busco el control remoto y al no verlo, decidió pararse frente al televisor y se agacho para oprimir el botón de encendido y apagado, pero justo en el momento que ella estaba agachada y oprimía el botón, escucho una voz que decía, -perdón, no sabia que estabas casi desnuda-, ella rápidamente se puso de pie pues la voz la asusto mucho, se giro y vio parado frente a ella a Eduardo.

Quien con asombro la miraba sin perderse un solo detalle del hermoso cuerpo que tenia frente a el, además de que en una mano tenia un plato con un sándwich, en la otra un vaso con refresco y el control del televisor en la bolsa delantera del pantalón, pero Adriana no supo reaccionar en ese momento hasta que a su mente le llego por completo, la idea de que estaba en ropa interior frente a Eduardo, así que con la cara completamente sonrojada, corrió para alejarse de ahí, claro esta que tuvo que pasar a un lado de Eduardo, quien sin decir nada, solo se limitaba a observar tan lindo espectáculo.

Ella al pasar a un lado de el, ni siquiera volteo su cabeza pues se sentía completamente avergonzada, comenzó a subir las escaleras y fue cuando volteo su cabeza y la ultima imagen que pudo ver, fue a Eduardo quien sin perder detalle alguno, se había volteado para verla en su andar.

Entro a su recamara y cerro la puerta, quedándose parada detrás y recargada en esta, “dios que vergüenza, me vio casi desnuda”, pero en ese momento también le vino a la mente el ver que Eduardo en ni un solo segundo aparto su mirada de ella, y aunque sentía pena, esto le provoco cierta satisfacción, pues por fin pudo llamar su atención, lo cual la hizo sentirse un poco feliz.

Así que corrió hasta el closet y busco el pantalón mas entallado que tuviera, el cual con dificultad entro, luego se puso una blusa sencilla, pues sabia que no tenia mucho busto, se puso unos zapatos, tomo el cepillo para el pelo y comenzó a bajar las escaleras, hasta llegar a la sala, donde Eduardo estaba sentado, había prendido de nuevo el televisor, casi terminando su sándwich y su vaso de refresco, el volteo y se le quedo mirando en silencio, mientras que ella, cepillandose el pelo le decía, “perdóname Eduardo, pero es que yo pensé que no había nadie, como mi madre me dijo que irían al mercado, supuse que serian todos, jamás imagine que tu te quedarías”.

Eduardo de forma tranquila le dijo, -no te preocupes, lo que pasa es que yo no quise ir porque quería ver este juego de fútbol, y preferí no ir-, “pues si pero mira, por distraída y confiada ya me viste casi desnuda”, -si y me eh dado cuenta de que estas lejos de ser la niña que yo conocí, has crecido mucho-, “bueno pues es que aunque tu no lo notaras, yo ya soy una mujer”, -si, ahora eh notado eso, dejaste de ser la niñita que conocí para convertirte en una hermosa mujercita-, “de verdad te parezco hermosa”, -claro, siempre me has parecido hermosa, pero como te lo comente, jamás te había visto como la mujer que ahora eres y te puedo decir que estas preciosa-, esto solo provocaba que Adriana se sonrojara mas y mas, pero extrañamente sentía el valor de seguir con la conversación.

“Entonces crees que soy capaz de hacer que los hombres volteen a verme”, al decir esto ella se puso las manos en la cintura y daba un pequeña vuelta, mostrando su mayor atributo, su trasero, el cual se mostraba mas que suculento bajo ese entalladísimo pantalón de mezclilla, -pero por supuesto que si, ciego seria un hombre si no volteara a ver a tan hermosa mujer-, “entonces tu estabas ciego, porque jamás volteaste a verme”, -pues tal vez si lo estaba, pero tu me quitaste una venda de los ojos, afortunado Roberto, de tener una novia como tu-, “pues si es afortunado de tenerme, aunque yo no lo este de tenerlo a el”, justo estaba Eduardo en hacer la siguiente pregunta, cuando escucho abrirse la puerta de la calle, así que solo le sonrió y volvió a acomodarse en su sillón para voltear su vista al televisor.

Todavía con la seguridad que Adriana había tomado, paso frente a el, moviendo de forma sensual su trasero y luego salio al patio para encontrarse con su madre y los demás, pero se sentía contenta y hasta triunfal de que por fin, después de tantos años Eduardo la había mirado, por fin la mirada de el fue con deseo, por fin la había mirado como una mujer, así que el resto del día se le vio contenta y feliz, Eduardo y Sofia se fueron por la tarde y ella seguía con una sonrisa en su cara que nadie podía quitar.

A partir de ahí comenzó algo, pues cada vez que Eduardo estaba en su casa o que ella los visitaba en la suya, se vestía con pantalones mucho mas ajustados, era mas coqueta con el, claro esta, lo hacia de forma muy disimulada para que nadie mas que el se diera cuenta, era un juego que ella había decidido jugar, y aunque todo surgió por un accidente, ella se aprovecho de ese momento para llamar mucho mas la atención de el, aprovechaba hasta el mas mínimo momento para poder provocarlo.

En una ocasión, su madre y Sofia estaban en el comedor preparando la comida, su hermano estaba en la calle, el bebe de Sofia y Eduardo dormido en una habitación, Eduardo había subido al baño, momento que ella aprovecho para subir a su cuarto y sacar una licra de color blanca, la cual se puso sobre una diminuta tanga del mismo color, y en cuanto escucho que la puerta del baño se abrió, camino hasta la puerta y justo cuando Eduardo pasaba frente al cuarto, ella bajo el marco de la puerta le dijo, “que bueno que te veo, necesito que me des la opinión de algo”, el detuvo su marcha y le pregunto en que podía ayudarla.

De forma coqueta, Adriana le dijo, “mira, una amiga me esta vendiendo estas mallas pero no se que tan bien se me vean, y pues necesito de tu ayuda para que me digas si se me ven bien porque si no, pues las regreso y no las compro”, pero al decir esto, ella se levanto un poco la blusa, dejando ver las mallas, las cuales de forma por demás sugerente, hacían que la parte delantera de la tanga se marcara de forma exquisita, además de que por lo apretado de estas y lo delgado de la tanga, sus labios vaginales se marcaban de forma generosa sobre esta, luego se giro y le mostró el trasero, el cual se miraba portentoso, orgulloso, firme y redondo, además del pequeño triangulito de la parte alta de la tanga.

Eduardo la miro tranquilamente, se daba cuenta del juego que ella hacia, y su madurez lo hacia pensar con la cabeza y no con la verga, que si no, en ese mismo momento se le hubiera echado encima, -te ves muy linda, se te ve muy bien-, lo único que no pudo controlar fue una fuerte erección que se marco voluptuosamente bajo el pantalón, lo cual noto ella, por lo cual se quedo sin palabras por algunos segundos, y justo pensaba decir algo cuando el le dijo, -cómprala, se te ve estupenda y no dudo que con eso causes mas de un infarto y varios choques si sales con eso a la calle-, luego dio la vuelta y siguió su camino, mientras que Adriana se quedaba completamente callada, así que cerro la puerta y se quito las mallas, para después colocarse un pantalón de mezclilla.

Luego bajo a las escaleras, fue hasta la sala y no vio ahí a Eduardo, fue a la cocina y solo estaban su madre y Sofia, salio al patio y lo vio lavando su auto, se acerco hasta donde el estaba y le dijo, “pues después del punto de vista que me diste, eh decidido quedarme con las mallas, sobre todo si con ellas voy a provocar la reacción que tuviste al verme con ellas” refiriéndose a la erección que había tenido, luego ante la mirada de el, dio la vuelta y camino hacia dentro de la casa, contoneando su hermoso trasero.

Pasaron dos semanas mas, en esta ocasión Adriana, su madre y hermano, fueron a la casa de Eduardo y Sofia, y mientras estaban sentados comiendo, Sofia le dijo a su tía, “sabes te voy a dar una sorpresa, pues mi esposo y yo platicamos y planeamos ir a visitar a mis padres, así que para finales del año escolar, tomaremos unas vacaciones para ir con mis padres, yo me iré dos semanas antes y a la tercera me alcanzara Eduardo, pues por su trabajo no puede pedir tanto tiempo, mas que una semana”.

Su tía un tanto sorprendida pero también contenta, le dijo que le parecía una excelente idea y que era bueno que fueran a visitar a su hermana, luego se quedo pensando unos instantes para después decir que si no la invitaban, Sofia rápidamente le dijo que si, que le parecía perfecto y que ya habían planeado decirle, pero justo en ese momento, Adriana les pregunto la fecha que tenían planeada y una vez que se la hicieron saber, ella les dijo que para entonces se encontraba en exámenes finales y que no podría ir, esto provoco cierta frustración en la tía, quien dijo que entonces ella tampoco podría ir, pero justo en ese momento, Sofia dio la solución perfecta, la que provocaría un vuelco en la vida de Adriana y Eduardo.

“Haber tía, podría haber una solución a esto, para cuando dices que terminarías tus exámenes”, se dirigió a Adriana, quien le dijo que serian dos semanas después de que ellos se fueran, “bueno pues coincidiría con el tiempo en que Eduardo nos alcanzaría, porque no para que te quedes mas tranquila tía, tu y Julio (hermanito de Adriana), se van conmigo y mi niño, que Eduardo se vaya a quedar esas dos semanas en tu casa para que así cuide a mi prima, y pasadas las dos semanas que se vayan juntos y nos alcancen allá, ya después nos regresaremos todos”.

Pum, la idea retumbo en los oídos y sentidos tanto de Eduardo como de Adriana, la tía rápidamente y al tenerle tanta confianza a Eduardo, de inmediato dijo que era una excelente idea, Julio el hermanito también la celebro, Adriana no pudo contener la alegría que esto le provoco y dijo que le parecía una idea perfecta, pero Eduardo un poco mas serio, volteo a ver a su mujer y le dijo si estaba segura de lo que decía, recibiendo un si como respuesta.

Luego volteo a ver a Adriana y se topo con una mirada que expresaba mucho, luego dio un respiro pensando en lo que podría ocurrir, y dijo que estaba bien si así lo querían, así que ante tal respuesta, comenzaron a planear el viaje, entrando a Internet para ver líneas aéreas, horarios, precios, etc., etc.

Y después de la espera, por fin llego el día, por los planes y lugares encontrados en las líneas aéreas, saldrían un viernes por la mañana, por lo cual Eduardo y Sofia se fueron a quedar desde el día jueves a la casa de la tía, así que el viernes por la mañana, Eduardo las llevaría al aeropuerto y claro esta, lo acompaño Adriana, quien vestía con una falda de lona, no muy corta pero si lo suficiente para lucir sus hermosas piernas.

Llegaron al aeropuerto, registraron equipaje y luego fueron a la sala de abordar, Sofia volteo a despedirse de su esposo con un efusivo beso, ante la mirada un tanto recelosa de Adriana, luego Sofia volteo a ver a su prima y le dijo, “te lo encargo ehh, que no porque va a andar de solterito se vaya a querer desbalagar e irse por ahí”, Adriana le sonrió y le dijo, “no te preocupes prima, que yo lo cuidare y por ningún motivo dejare que se vaya de parranda, ya sabré como hacerle para tenerlo en casa”, y justo al decir esto, Adriana volteo a mirarlo a los ojos, de forma sugerente.

La tía le dio las ultimas indicaciones a Adriana, luego le dijo a Eduardo que le encargaba a su hija y ante el ultimo despido, tomaron sus cosas y entraron a la sala de abordar, quedándose Adriana y Eduardo ahí por unos minutos mas, luego ella le dijo, “bueno pues vamonos no”, el la miro y movió la cabeza de forma afirmativa, así que comenzaron a caminar para ir al estacionamiento por el auto.

Cuando caminaron por algunos minutos, Adriana sin pensarlo mas, puso sus manos en el brazo de el y le dijo, “bueno pues recuerda que no debes de portarte mal, por lo menos no fuera de casa ok, eso fue lo que dijo mi prima”, -eso quiere decir que si me quiero portar mal tiene que ser dentro de la casa-, ella lo miro, “si, así es, solo en la casa”, -ok, si me quiero portar mal lo haré en la casa, pero recuerda que tu eres la única persona que esta ahí”, al decir esto, el cuerpo de Adriana se estremeció por completo, entendiendo el mensaje, pero ya no supo que hacer ni que decir, así que solo se quedo en silencio y siguió caminando del brazo de el, hasta llegar al estacionamiento.

Cuando subieron al auto, ella se sentó a un lado de el, pero dejando ver sus piernas, por lo cual sintió de pronto una mirada en ellas y al voltear el rostro, eran los ojos de Eduardo los que estaban completamente fijos en ellas, “ten cuidado, podemos chocar si no llevas la vista al frente”, -no te preocupes, que para todo uno se da sus mañas- le respondió el.

“Que vas a hacer hoy”, -pues tengo que ir a trabajar, a hora te dejo en la casa, me cambio y me voy a la oficina, y tu-, “pues yo en la tarde tengo que ir a la escuela”, -a que hora sales-, “salgo a las 9, pasarías por mi a esa hora”, -si esta bien, si quieres paso por ti a las 9-, “ok, entonces yo te espero”, -si esta bien-, justo en ese momento llegaban a la casa pues solo estaba a unos 15 minutos del aeropuerto, estaciono el auto y bajaron de el, Adriana entro a la casa y subió a su cuarto, acostándose en la cama, luego otros 15 minutos, tocaron a su puerta, esta se abrió y Eduardo ya con su traje, le decía que la vería en la noche, pero sintió la mirada de el clavarse en un punto fijo, y fue cuando recordó que al acostarse en la cama, no tuvo la precaución de taparse bien, por lo cual la falda le permitió a el, verle las piernas y hasta un poco de su pantaleta.

Ella al darse cuenta, por instinto acomodo sus piernas para así tapar la visión de el, quien con una sonrisa en la cara y de forma irónica le dijo, -descuida, no será la primera vez y espero la ultima que te vea-, luego dio la vuelta y salio de ahí con una sonrisa en la cara, Adriana se quedo pasmada y sin saber que responder, luego escucho la puerta de la calle y se asomo ligeramente en la ventana, apenas abriendo un poco las cortinas, lo vio subir al auto y alejarse de ahí, luego se sentó en la cama y comenzó a pensar.

“Que estoy haciendo, estoy provocando a Eduardo, si se que me gusta mucho y que por años eh estado casi enamorada de el, si es verdad que me sentí feliz el día que por fin se dio cuenta de que ya no soy una niña, si es verdad que me da gusto saber que me mira, saber que sus ojos ven mi cara, mi cuerpo, si se que eso me hace sentir feliz, pero esto puede llegar muy lejos si sigo provocándolo, el ya es un hombre mas maduro, casado y que no se conformara con unos besos, de seguir así el no se conformara con eso, el querrá tener sexo, o dios, sexo y yo, yo soy virgen, jamás en la vida eh tenido a un hombre, mis novios siempre han sido de mano y algunos besos, jamás algo mas allá”.

Se quedo en silencio por algunos minutos, “que me hago la tonta, si esto es algo que siempre eh deseado, que siempre eh anhelado, todos estos años me eh mantenido en silencio, gritando por dentro por llamar su atención, siempre eh pensado que mi virginidad se la eh de entregar al hombre de mi vida, y el lo es, es el hombre de quien siempre eh estado enamorada, es el hombre que siempre eh deseado, y creo que el mas que nadie, es el indicado para que yo le entregue mi tesoro mas preciado”.

Respiro largo y profundo, de nuevo se quedo en silencio y luego tomo la decisión, “no hay mas, eh decidido entregarle mi virginidad, tengo que ser suya”, y ante esta determinación, comenzó a pensar y tratar de planear como hacer para tenerlo, y sabia que tenia que ser mas provocativa, mas aventada, sabia que tenia una ventaja y es que ahora ya no le era indiferente a Eduardo.

Y ante todos sus pensamientos y planes, paso la mañana y llego la hora de ir a la escuela, así que tomo sus cosas y salio de la casa, pero le fue difícil concentrarse en la escuela, tanto que Angélica, su mejor amiga, le pregunto que era lo que le pasaba, ella le contó aunque no todo, le dijo que la iría a recoger Eduardo, y Angélica sabia perfectamente que era su amor platónico, pues Adriana le platico todo acerca de el, y así paso la tarde, hasta que termino su ultima clase, faltaban 10 minutos para las 9, su corazón comenzó a acelerarse y ella a ponerse nerviosa e inquieta.

Todos los alumnos salieron del salón, solo quedaba ella y su amiga quien la miraba con una sonrisa en la cara, viendo como de forma nerviosa y hasta un poco lenta, Adriana guardaba sus libros y cuadernos, “hay amiga ya, que te están esperando allá afuera y yo quiero acompañarte para que me lo presentes”, “amiga ya termine, esta bien, vamos, hay que ver si ya llego”, así que ambas salieron del salón y recorrieron el patio hasta llegar a la salida, una vez fuera Adriana volteo hacia un lado y no lo vio, luego hacia el otro y su corazón dio un vuelco al ver a unos 10 metros de la entrada, el auto estacionado y a Eduardo fuera de el, fumando un cigarrillo y recargado en el cofre del auto.

“Allá esta amiga, allá esta”, dijo Adriana, su amiga volteo pero al ver bastante gente no pudo adivinar quien era Eduardo, así que le dijo que la llevara, lo cual hizo de inmediato Adriana, caminando fuera de la escuela, “mira es el que esta recargado en el auto negro y fumando”, “oye amiga pues desde aquí se le ve muy buena pinta, pero como esta un poco oscuro no se ve bien, así que vamos y me lo presentas”, así que sin mas caminaron hasta estar justo frente a el, quien al verla le sonrió y la saludo con un hola.

Eduardo se acerco a saludarla con un beso en la mejilla como era costumbre, pero ella mas hábil y atrevida, le dio el beso exactamente en la comisura de los labios, lo cual lo sorprendió un poco, luego le presento a su amiga, quien le saludo con un beso en la mejilla, “bueno pues amiga yo me despido, te dejo para que te lleven a tu casa, me dio mucho gusto conocerte Eduardo”, -igualmente a mi Angélica, pero dime, no quieres que te llevemos-, Angélica volteo a ver a su amiga quien con disimulo le hizo un gesto de desaprobación, “este mmm no gracias, yo no voy por sus rumbos”, así que el le sonrió y le dijo hasta luego, al tiempo que caminaba para abrir la puerta del auto y que Adriana entrara en el.

Adriana se despidió de beso en la mejilla de su amiga, quien en voz baja le dijo, “esta guapísimo amiga, suerte y luego me platicas”, Adriana le sonrió y luego camino hasta el auto, entro en el y luego el le cerro la puerta, le dio la vuelta al auto y subió, lo puso en marcha y salieron de ahí.

“Que tal tu día”, comento Adriana, mientras cruzaba un poco sus piernas y las mostraba mas por la falda corta que traía, mientras que Eduardo no pudo evitar lanzar una mirada a tan hermosas piernas y tranquilamente contesto que con mucho trabajo.

Adriana ya estaba decidida así que paso una mano al hombro derecho de el y comenzó a acariciarlo, “pobrecito de ti, pero llegando a casa pues ya podrás descansar”, el solo asintió con la cabeza mientras disfrutaba del pequeño masaje que ella le hacia en el hombro, “tenias planes para hoy, no se a la mejor querías irte con tus amigos”, el le dijo que no tenia planes, Adriana se sentía nerviosa pues sabia que una vez que llegaran a casa, ella trataría de poner en practica lo planeado, quería estar entre los brazos de el y entregarle su mas preciado tesoro, pero no sabia muy bien como hacerle y eso la ponía nerviosa.

Así que ante el silencio de el, quito su mano y se acomodo en el asiento, quedándose completamente callada y viendo como poco a poco se acercaban a la casa, a la cual llegaron después de 30 minutos, metieron el auto y mientras que el cerraba el zaguán, ella descendió del auto y entro a la casa para después sentarse en la sala, cuando entro el, la vio sentada y pensativa, -que tienes, te quedaste muy seria en el camino y ahora te noto pensativa-, “no es que bueno, estoy un poco cansada y estoy pensando meterme a dar un baño”, -pues si te vas a bañar hazlo de una vez porque yo igual pienso darme un baño para poder relajarme-, así que ella se puso de pie y comenzó a caminar hacia las escaleras, sin darse cuenta que al ponerse de pie, la falda por la parte trasera se había levantado de mas, haciendo que se alcanzara a ver el comienzo de sus nalgas y parte de su pantaleta.

Dio algunos pasos y fue hasta entonces que al pasar una mano por atrás se dio cuenta de la falda, así que rápidamente la acomodo, volteo su cabeza y se encontró con la mirada clavada de el, así que solo se limito a sonreírle de forma coqueta, luego siguió su camino y subió hasta su cuarto, tomo una toalla, ropa interior y se metió al baño.

Cuando salio con solo la toalla enredada y su ropa interior puesta, se acerco a las escaleras y de un grito le dijo a Eduardo que ya podía meterse a bañar, así que el rápidamente subió y al igual que ella, entro al baño para darse un refrescante baño.

Ella en mientras se fue a su recamara, se quito la toalla y se quedo en un bonito brasier blanco, el cual hacia juego con una diminuta tanga del mismo color, se miro al espejo de frente, luego se giro un poco y vio lo bien que le ***** el hermoso trasero del cual era poseedora, abrió un cajón de su closet y saco un short rosa, muy corto y el cual usaba para dormir en tiempo de calor, la tela era muy delgada, además de que se le pegaba perfectamente a su cuerpo, como si fuera una segunda piel, después se puso una playerita que era el complemento del short, rosa al igual que este, se calzo una sandalias y luego se puso a cepillar su mojado cabello.

Después de varios minutos, escucho abrirse la puerta del baño, así que salio al pasillo para encontrarse con el, quien al verla solo alcanzo a sonreírle, “oye no quieres cenar algo”, el le dijo que no tenia hambre pero que le gustaría tomarse un café, así que ella le dijo que se lo prepararía y que no tardara en bajar, dio la vuelta y comenzó a caminar frente a la mirada de el, quien no vacilo ni un segundo en fijar su mirada en tan hermoso trasero, y ella sabedora de esto, se contoneaba de forma mas rítmica y hasta sugerente, bajando las escaleras hasta llegar a la cocina.

De inmediato puso agua a calentar, saco dos tazas, café y azúcar, y se dispuso a esperar a que el agua estuviera lista y que el bajara a la cocina, justo cuando el agua estaba lista y ella se disponía a ponerla en las tazas, apareció Eduardo, vistiendo solo un bóxer negro y una camiseta gris, en cuanto ella lo vio no pudo evitar mirar hacia la entrepierna, pero no noto ningún bulto, -perdón pero es que necesitaba estar cómodo, así me gusta andar en mi casa, espero no te incomode- dijo el, “nno, no te preocupes, estas bien así”, mientras que el se sentaba en una silla.

Ella le acerco la taza, una cuchara, el café y la azúcar, luego escucho como el le decía si no tenia servilletas y ella le dijo que si, así que se puso de pie y como el mueble donde guardaban las servilletas estaba detrás de ella, se dio la vuelta y con toda la maña del mundo y con toda la intención de provocarlo, aprovecho que la puerta estaba en la parte baja del mueble y se agacho pero sin doblar sus rodillas, mostrando en todo su esplendor en tan suculento y delicioso trasero, y aunque las servilletas estaban a la mano, ella hizo como que las buscaba para darle mas tiempo, hasta que después de algunos segundos, se puso de pie, volteo rápidamente y sorprendió a Eduardo mirándole las nalgas.

Solo que el en lugar de voltearse, ya no disimulo nada y ahora con total descaro miraba hacia la vagina de ella, pues se le marcaba de forma hermosa, “que tanto miras”, le dijo ella, pero para su asombro, el le contesto con toda frialdad, -pues miro lo que me muestras-, “y te gusta lo que te muestro”, -si, es hermoso-, ella solo sonrió al escuchar esto, y aunque deseaba decirle que podía ser suyo en el momento que quisiera, los nervios la traicionaron y ya no pudo decir mas, así que ruborizada y todo, se limito a sentarse en su silla mientras ponía las servilletas en la mesa.

Se hizo un silencio, ella deseaba arrojarse a sus brazos, era un deseo inmenso, pero realmente un poco de miedo la detenía, hasta que de pronto y después de tres sorbos que el le dio a su café, vio como este depositaba su taza en la mesa, respiraba profundamente y luego decía, -ya no puedo mas, eh intentado no caer pero ya no puedo mas-, justo en eso se ponía de pie ante la mirada atónita y desconcertada de Adriana, -ya no puedo mas, mira como me tienes-, al decir esto ella pudo ver como debajo del bóxer, se marcaba algo grande y muy abultado, luego lo vio acercarse y temerosa le dijo, “que haces”, pero ya no recibió respuesta alguna, sino que lo vio ponerse a un costado de ella, la tomo del brazo y la hizo que se pusiera de pie.

Sus miradas se clavaron entre ellas, la respiración de Adriana aumentaba su ritmo, su cuerpo sentía correr un delicioso calor, era el momento deseado, el momento que tanto había soñado, se sentía indefensa y feliz, viendo como poco a poco la los labios de el se acercaban a los suyos, así que cerro sus ojos, abrió sus labios y se dispuso a esperar a que los de el se pusieran sobre los suyos, eran segundos eternos, hasta que por fin pudo sentir la calidez de la boca de su amado, sintiendo el delicioso sabor del café que el había bebido.

Y entonces todo su mundo se detuvo, se entrego por completo desde el momento en que el puso sus labios en los suyos, entregaba tantos años de deseo y amor, su cuerpo vibraba a cada segundo que el beso duraba, luego sintió las manos de Eduardo, postrarse en su cintura y jalarla hacia el, hasta que algo duro y firme se postro en su vientre, y entonces comenzó a corresponder el beso con todas sus fuerzas, pasando sus manos a la cabeza de el y tomándolo con fuerza, sus cuerpos se frotaban uno al otro, como si quisieran ser uno solo, sus respiraciones eran sumamente aceleradas, ahora ella sentía como las firmas manos de el se postraban en sus nalgas y las acariciaban con mucha vehemencia.

Los besos cada vez se cargaban de más deseo y erotismo, Adriana sentía como su intimidad comenzaba a sentirse húmeda y caliente, hasta que después de varios minutos de un intenso beso, ella noto que el despegaba su boca de la suya, y con incertidumbre lo miro, el noto una cara tierna, hermosa e inocente, pero con un enorme deseo por el, así que ella sintió como las calidas y fuertes manos de Eduardo estaban en sus mejillas, mientras que el le decía, -me tienes loco hermosa niña, no tienes idea de cuanto deseo siento por ti, necesito hacerte mía y disfrutar centímetro a centímetro de tu hermoso cuerpo-, ella al escuchar esto, de inmediato le contesto, “si amor, hazme tuya, hazme el amor, quiero que seas tu quien por primera vez tenga mi cuerpo y mi alma, soy tuya desde siempre, y es a ti a quien quiero entregarle mi mas preciado tesoro”.

El la miro con algo de asombro, al tiempo que tímidamente le decía, -pero hermosa, no me digas que eres virgen-, “si amor, lo soy, jamás eh tenido a un hombre, y este regalo lo eh guardado por años para y solo para ti”, -oh hermosa, será un placer deleitarme con tu virginidad, veras que esta tu primera vez será única y placentera, que jamás la olvidaras- y justo le decía esto le daba un beso suave y tierno y luego la cargo entre sus brazos para comenzar a caminar y subir las escaleras.

Adriana se sentía nerviosa, pero feliz, sintiéndose como en un cuento de hadas, como un hermoso sueño del que jamás quisiera despertar, por fin tendría al hombre que tanto había amado en todo este tiempo, y aunque sabia que el momento seria un poco difícil y lleno de nervio, se sentía segura y preparada para vivirlo al máximo.

Una vez que llegaron arriba, el la condujo hasta la recamara de Adriana y la deposito suavemente en la cama, y luego se acostó a su lado para comenzar a besarla y acariciar todo su cuerpo, con calma y tranquilidad el la besaba y acariciaba, haciendo que el momento fuera eterno y placentero para ella, haciendo que sus nervios fueran siendo menos a cada minuto.

Adriana estaba completamente en otro mundo, disfrutando de las suaves caricias y los besos que el le regalaba, luego sintió como el le la hacia incorporarse un poco, hasta que los dos quedaron de rodillas en la cama y uno frente al otro, fue cuando el con sus manos, lentamente levanto la playera hasta hacerla salir por la cabeza de ella, y luego el de inmediato se quito su camiseta, luego volvió a dirigirse a ella y pasando sus manos hacia atrás y con gran maestría y rapidez, desabrocho el brasier, el cual suavemente cayo en la cama, dejando al descubierto sus dos chicos pero hermosos senos.

Adriana inmediatamente se abrazo a el, pegando sus desnudos senos al pecho de el y lo abrazo besándolo de nuevo, el acepto el beso y la abrazo pero solo unos segundos pues después la volvió a acostar en la cama, besando su boca, luego dejo los labios de ella para comenzar a besar su cuello, sus hombros, lentamente fue besando uno de sus brazos y después enfoco su atención en esos hermosos senos, que tenían los pezones completamente duros como tratando de llamar su atención y rogando por sentir la calidez de sus labios.

Los cuales por fin se postraron en ellos y comenzaron a degustarlos con suma delicadeza, haciendo que la piel de Adriana se pusiera chinita por la deliciosa caricia, “ohh amor, me encanta lo que me haces”, decía ella, mientras que el con su boca seguía degustando de sus senos y sus manos acariciaban cada centímetro de piel, hasta donde el tenia alcance, mientras que ella estaba sumida en un delicioso mar de placenteras sensaciones.

Hasta que sintió como Eduardo dejaba de besar sus senos y ahora comenzaba lentamente a descender, sintiendo como los labios y lengua de su amado bajaba hasta su ombligo y luego se salto hasta sus piernas, las cuales besaba con total delicadeza, recorriendo cada centímetro de ellas, hasta que los labios de el besaban sus pies, y luego fue subiendo de nuevo, ella levanto un poco su cara y vio como la cara de el estaba justo frente a su vagina.

Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo cuando sintió las manos de Eduardo postrarse en los costados de su pequeño short, al tiempo que el volteaba su mirada hacia ella y entonces el comenzó a jalar, haciendo que su diminuta tanga bajara junto con su pequeño short, viendo como estos recorrían lo largo de sus piernas, hasta que salieron por sus pies, y sintió nerviosismo al ver como el regresaba para poner su cara de nuevo a la altura de su vagina, y su cuerpo vibro al sentir como los dedos de el, comenzaban a acariciar suavemente la superficie de su ya lubricada vagina.

-Ahora voy a disfrutar del sabor de tu hermosa intimidad- dijo el, fue cuando Adriana dejo escapar un delicioso gemido, pues comenzó a sentir como la húmeda lengua de su amado, comenzaba a recorrer suavemente la parte interna de sus labios vaginales, recorriendo centímetro a centímetro su calida intimidad, haciéndola vibrar por completo y descubrir un desconocido placer.

“Oh amor que es lo que me haces que siento tanto placer y gusto, ahhh si amor sigue así, soy toda tuya y puedes hacer conmigo lo que mas te plazca, pero no te detengas y sigue dándome este gran placer que me hace estremecer”, sintiendo como a cada caricia de la lengua de su amante, su calor interno iba creciendo mas y mas, perdiendo la noción del tiempo, sintiendo que el mundo se paralizaba cuando después de varios minutos, estallaba por primera vez en su vida, en el mas delicioso de los placeres, el orgasmo.

“Oh dios, ahhhh amor que placer me das ahhhh, te amo, te amo ahhhh”, decía mientras un calido néctar era expulsado de su intimidad, mojando la cara de Eduardo, quien tranquilamente degusto tan hermoso regalo, y una vez que ella termino con los espasmos que el orgasmo le había provocado, con sus manos jalo suavemente la cabeza de Eduardo, lo cual el entendió de inmediato y subió de nuevo hasta que los suaves labios de Adriana se prendieron de inmediato de los suyos.

Fundiéndose en un amoroso beso, el cual duro algunos minutos, hasta que ella le dijo con voz suplicante, “hazme tuya”, así que una vez que ella menciono estas palabras, el la miro a los ojos, luego le dio un suave beso en la frente, luego otro en la mejilla y de inmediato se incorporo un poco, con sus manos abrió lentamente sus piernas, y ella después de unos eternos segundos, sintió como el duro y firme pene de el se postraba en la entrada de su virginal intimidad.

Sus nervios volvieron, expectante se mantuvo esperando a ser penetrada, y luego un dolorcillo se apodero de su vagina cuando el comenzó a penetrarla suavemente, hasta sentir como ese duro pene topaba con su himen.

Eduardo comenzó a acariciar su cara de forma suave, -tranquila bonita, lo voy a hacer despacio, te dolerá un poco pero veras que después de unos minutos el dolor pasara y comenzaras a sentir placer, tienes que estar tranquila”, luego le dio un beso en la frente y volvió a dar otro empujón, el tiempo se paro en ese momento, Adriana cerro sus ojos al tiempo que de su boca salía un quejido, sus manos se aferraron a la espalda de el y sus uñas se enterraron en ella al sentir como esa tela que marca la virginidad, era completamente traspasada.

En ese momento dejaba de ser virgen, en ese momento no era una niña mas, se convertía en mujer y una lagrima escapaba de uno de sus ojos, de nuevo el tiempo se ponía en marcha, su boca besaba la mejilla de Eduardo, “ahhhh amor, ahora soy completamente tuya, ahhhh es un inmenso placer que tu hayas sido el hombre que por primera vez probara mi cuerpo, este cuerpo que tanto deseaba y anhelaba tus caricias, ahora hazme el amor, por que soy completamente tuya”.

Adriana sentía un dolor, ese dolor que todas las mujeres sienten al ser penetradas por primera vez, pero ante la suavidad y delicadeza con que el la había tratado, hacia que ese dolor poco a poco comenzara a desaparecer, y fue entonces que comenzó a sentir ese placer tan desconocido, al sentir como Eduardo comenzaba a mover sus caderas de forma suave, sintiendo como la virilidad de su amado entraba y salía suavemente de ella, ese dolor había desaparecido y ahora sentía un inmenso placer, y gemía y suspiraba, estaba completamente entregada, ahora no solo su mente le pertenecía, también su cuerpo y era feliz por ello.

Eduardo seguía moviendo sus caderas, sus labios besaban el cuello, el mentón, los labios y hombros de Adriana, mientras que poco a poco incrementaba la velocidad de sus penetraciones, haciéndola vibrar por completo, con sus manos acariciaba las piernas y las nalgas de Adriana.

Hasta que después de varios minutos, el decidió cambiar de posición, y con toda calma le dijo, -vamos linda, ahora quiero hacerlo de una forma distinta, ven, yo te diré como tienes que hacerle y veras que sentirás mucho mas placer”, Adriana de inmediato le dijo que si, así que sintió como el salía de ella y luego le explicaba como tenia que colocarse, haciendo que se pusiera en posición de cuatro, y claro era, si algo le encantaba a Eduardo de ella, era precisamente el hermoso y bien formado trasero del que ella era dueña, y lo quería probar, lo quería disfrutar y por eso la ponía en esa posición.

Y una vez que ella estaba lista, sintió como el acariciaba con suavidad y de forma tranquila, toda la redondez de sus nalgas, luego la boca de el, besaba y recorría cada centímetro de la suave y redonda piel, y su cuerpo dio un brinco al sentir como ahora la lengua de su amado, levemente acariciaba alrededor de su virginal ano, “ohhh amor, que haces ohhh”, era raro pero lo dejo hacer lo que el quería, pues jamás intento siquiera penetrarla por ese lugar, solo pasaba su lengua de forma suave, pero no solo se quedaba ahí, si no que también recorría un poco la parte baja de su vagina y luego de nuevo toda la redondez de sus nalgas.

Ella doblo sus brazos y pego su cara a las sabanas, mientras que con sus manos las apretaba, sintiendo un delicioso placer, -Ahora estas lista bonita-, escucho decir a Eduardo y luego de unos cuantos segundos, de nuevo sintió la dureza y firmeza de la virilidad de el postrarse en la entrada de su vagina, y como esta lentamente se abría de nuevo paso entre las paredes vaginales de Adriana.

No se había equivocado Eduardo, pues realmente sentía mucho mas placer ahora, sobre todo al sentir como una vez que el estuvo completamente dentro de ella, ponía sus manos en sus caderas y ahora comenzaba a penetrarla, pero incrementando sus movimientos cada vez mas, comenzando a gemir y a gemir de forma repetida y constante, pues ahora las penetraciones de su amado eras mas rápidas y un poco mas duras, haciéndola gemir de inmenso placer.

Eduardo era un buen amante, y el hubiera querido enseñarle muchas posiciones mas, pero al ser este su primer encuentro, no quería forzarla mas de la cuenta, así que se enfoco a que ella gozara de esta forma, sabia que tenia dos semanas por delante y que en ese tiempo podría enseñarle muchas mas cosas, así que por lo pronto, solo quiso gozarla y que ella gozara de esa forma.

Habían pasado ya muchos minutos, Adriana ya había alcanzado un segundo orgasmo, pero aunque el placer era inmenso, al no tener practica, la posición la había cansado ya, así que el al darse cuenta de esto, Eduardo opto por volver a ponerla en la posición de misionero, solo que en esta ocasión, el al acomodarse entre sus piernas, estas las tomo y las levanto hasta poner los pies de ella en sus hombros, luego puso sus manos en sus muslos y comenzó a penetrarla con un poco mas de fuerza, Adriana al sentirse mas cómoda, comenzó de nuevo a disfrutar de las penetraciones de Eduardo.

Gemía y pedía mas y mas, estaba de nuevo a punto de llegar a un tercer orgasmo, y mientras que el la penetraba con mas fuerza, ella de forma instintiva puso sus manos en sus senos y los comenzó a acariciar, sintiendo mayor placer, por lo cual después de varios minutos, sintió que de nuevo volvía a acercarse a otro orgasmo, “ahhh sigue amor, sigue así, ahhh estoy a punto de terminar de nuevo ahhh, sigue así, no pares, no pares, ahhh siiiii, vamos amor, que llego de nuevo, ahhh que llego de nuevo ahhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ahhhhhhhhhhhh”, de nuevo alcanzaba un orgasmo, el tercero de la sesión, uno con un placer inmenso.

Sus manos dejaron sus senos y se aferraron de nuevo a la sabana, mientras que su intimidad dejaba escapar un prominente fluido, mojando por completo el duro pene de Eduardo, quien sentía que ya no podía mas y estaba casi a punto de estallar, -ohh linda, ya no puedo mas, estoy por estallar, ahhhh-, pero claro era que el no quería eyacular dentro de ella, era mucho el riesgo, así que cuando sintió que ya no podía mas, saco su pene, y después de tres jalones, estallo en su orgasmo, dejando escapar borbotones de caliente y espeso semen, el cual fue a alojarse en el vientre y el estomago de Adriana, aunque los primeros tres chorros, al salir disparados con fuerza, fueron a dar hasta los senos de ella.

Pero todo lo demás quedo depositado en su vientre y estomago, el no paro de jalar su pene hasta que salio la ultima gota, y una vez que esta salio, se dejo caer al lado de Adriana, con una respiración agitada y profunda, mientras que ella al verlo acostado a su lado y verlo respirar con profundidad y agitado, solo se limito a observarlo, mientras que a ella también recuperaba el aliento.

Se quedaron acostados uno al lado del otro, mirando el techo y recuperando su ritmo respiratorio, y una vez que ambos lo recuperaron, Eduardo se levanto de la cama y fue directo al baño, mientras que con algo de desconcierto Adriana lo miraba, pero después de unos instantes, el regreso con una abundante cantidad de papel, y entonces comenzó de la forma mas sutil, a limpiar los restos de su eyaculacion, suavemente limpio hasta la ultima gota, mientras que Adriana de forma hasta inocente le decía, “que calientes son, sentía que me quemaban la piel al momento de caerme”, el la miro y le sonrió y una vez que quedo completamente limpia.

Se dio vuelta y tiro el papel en el cesto de basura que Adriana tenia a un lado de su cama, luego volvió hacia ella, y comenzó a besarla suavemente, mientras que ella lo abrazaba y lo besaba con suma ternura.

Se besaron y acariciaron por algunos minutos, luego ella se acomodo y recargo su cabeza sobre el pecho de Eduardo, quien la abrazo, se quedaron en silencio, hasta que ambos fueron vencidos por el sueño y se quedaron profundamente dormidos.

Pero con la incertidumbre de que aun, les faltaban dos largas semanas.

C O N T I N U A R A
 

lgguz

Becerro
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Simplemente excelente, se extrañaban tus relatos, no cabe duda, eres el MASTER
 

chirilas one

Bovino maduro
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148
:vientos: AJUAAAA. Regreso el maestro y de que manera como siempre tus relatos son unicos y se agradecen pero con una queja no nos abandones tanto tiempo
 

electorgas

Bovino maduro
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26 Dic 2007
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SOBERBIO, NOTABLE!!
Ya empezaba a extrañar tus relatos, y ahora que empezaras nueva serie, me siento, como dirian los gringos, "excited!"
Sigue asi, colega! esperando la(s) continuacion (es)
 

cvadolca

Becerro
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jajajjajajajajajaja COPY-PASTE JVAN23 WORDPRESSS pirata no puedes escribir sin tener que copiar??????
 

puga puga

Bovino adicto
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:metal:FELICIDADES MAESTRAZO, ERES ÚNICO PARA LOS RELATOS ERÓTICOS. ESPERAMOS LA CONTINUACIÓN...:metal:
 

Dracko_516

Bovino maduro
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Mi buen compañero Mr Aguila como siempre es un deleite recrearme con sus lecturas solo queda decir Gracias!!
 

galdor

Bovino de alcurnia
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26 Jun 2007
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Men q pued deccir sin palabaras esto si hace a q se te suba la temperatura bien cabron esperando esas 2 semanas faltantes :):chommy::vientos:
esto si esta bien hecho:punzadita::punzadita:

 

antoba

Bovino adolescente
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brabo amigo eres todo un poeta del amor sexual espero la continuacion
 
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