Al despertar, lo primero que vio fue el pecho desnudo de Eduardo, pues su cabeza estaba recargada en el, movió lentamente su cabeza hacia arriba y lo vio profundamente dormido, “si esto es un sueño, no quiero despertar nunca de el”, pensó ella, y luego se acomodo de nuevo para seguir disfrutando del hermoso despertar, ese que tanto había soñado y anhelado, y hubiera sido capaz de pasar toda la mañana abrazada a el, pero la naturaleza le hacia un llamado, por lo cual con total suavidad e intentando no despertarlo, se levanto de la cama y fue hasta el baño.
Una vez que estaba ahí, decidió aprovechar el tiempo y darse un regaderazo, mientras se bañaba, noto en la parte interna de sus piernas, algunas manchas de sangre, producto del rompimiento de su himen, así que su mente de inmediato comenzó a recordar lo vivido la noche anterior, “Eduardo, por fin pude ser tuya, por fin cumplí mi sueño de sentir tus besos, tu piel, tu cuerpo, oh que feliz soy, es el día mas grande de mi vida, ahora mas que nunca soy y seré tuya por siempre, por siempre”, decía Adriana mientras que el agua limpiaba cada centímetro de su piel.
Una vez que termino su baño, salio y fue hasta su recamara, el seguía dormido, así que ella tomo su ropa y se fue a cambiar al cuarto de su madre, no quería despertarlo y así darle una sorpresa, así que rápidamente se vistió y bajo las escaleras mientras que se peinaba su cabello, entro a la cocina y abrió el refrigerador, noto que su madre tuvo el detalle de dejarlo completamente lleno, así que ella rápidamente comenzó a elaborar un rico desayuno.
Justo estaba terminando cuando la voz de Eduardo se escucho a sus espaldas, -mmm que es lo que huele tan rico- mientras que sus manos rodeaban la cintura de ella y pegaba su cuerpo al de ella, quien sintió estremecerse por completo, “hola dormilón, buenos días, veo que ya te levantaste”, -si y no tienes idea del hambre que tengo, oye eso se ve bastante rico-, “si amor, lo estoy preparando especialmente para ti”, -mmm pues se ve que me encantara, al igual que lo hiciste tu-, ella se sonrojo un poco al escuchar la ultima frase, pero de igual forma se sintió mas que feliz.
-Te falta mucho linda-, “no, esto ya casi esta, bueno solo me falta terminar el jugo y ya casi esta el café, yo creo que en cinco minutos estará todo listo”, -perfecto linda, el tiempo justo para subir a darme un baño, no tardo y te prometo que ni la mesa abras puesto cuando yo baje-, ella le sonrió y le dijo que estaba bien, luego sintió un beso en su mejilla y como las manos de el soltaban sus cintura, así que al voltear su rostro, pudo verlo salir de la cocina, así que rápidamente siguió preparando el almuerzo.
Y en efecto, aun no terminaba de poner la mesa, cuando Eduardo bajo a la cocina, -ya vez bonita, te dije que bajaría rápido-, el volteo a mirarlo y aun se notaba su cabello bastante mojado, solo tenia puesta una playera y una bermuda y sus tenis, termino de ayudarle a poner la mesa y luego los dos se sentaron en la mesa que estaba ahí en la cocina.
Comenzaron a almorzar, solo que ninguno de los dos decía palabra alguna, hasta que por fin, alguien pronuncio una palabra y ese fue el, -desde cuando- y seguía comiendo, “desde cuando que”, contesto ella, -si desde cuando es que estas enamorada de mi, desde cuando te atraigo como hombre, desde cuando planeaste estar íntimamente conmigo-, ella trago lo que tenia en la boca, dio un sorbo a su jugo y dijo sin pensar, “desde siempre, desde el primer día que te vi, desde el primer día que supe que existías, desde entonces es que me gustas, desde entonces es que te amo, desde entonces es que había soñado estar contigo”, -vamos que cuando te conocí eras una niña, no puedo creer que desde entonces planearas un encuentro sexual conmigo-.
“Bueno, tal vez no pensaba en sexo, pero si me encantabas y creeme que desde entonces comencé a enamorarme de ti, pensé que con el tiempo eso pasaría, pero no fue así, por el contrario, cada día te metías mucho mas en mi corazón y en mis pensamientos, no sabes cuanto sufrí el día que te casaste con mi prima, intente arrancarte de mi corazón, pero jamás lo logre, solo entendí que no eras para mi y me propuse tratar de olvidarte, pero solo conseguí un cierto conformismo, decidí seguir con mi vida y aprender a vivir sin tenerte”, -eso suena un tanto trágico no te parece, y entonces desde cuando fue que decidiste a entregarme tu virginidad, yo pensé que con tu novio Roberto ya la habías perdido-.
“No, con el jamás eh tenido intimidad, y debo admitir que tampoco planeaba que tu fueras mi primer hombre, lo soñé si, pero no lo planee, hasta hace un tiempo, cuando comencé a notar que me mirabas diferente, y sobre todo, cuando hicieron los planes del viaje y que sabia que estaría dos semanas contigo a solas, desde ahí comencé a soñar y hasta planearlo, y te soy sincera, no pensé que fuera a realizarse y mucho menos, el primer día que estuviéramos solos, yo planeaba provocarte en estos días, pero no me pude contener mas y creo que eso tu lo viste, pero ahora dime, en verdad te gusto, desde cuando te fijaste en mi”.
-Cuando te conocí te me hiciste una niña bonita pero nada mas, con el tiempo aprendí a quererte como la prima de Sofia, note como poco a poco crecías y te convertías en una linda señorita, pero aun así no despertabas otro sentimiento diferente al que te comente, pero el día que te vi casi desnuda, ese día algo en mi despertó, algo que me indico que ya eras una mujer, una hermosa mujer y aunque no me lo propuse, poco a poco me fuiste gustando, debo admitir que en alguna ocasión imagine tenerte entre mis brazos, pero no paso de eso, de imaginar solamente, pero al notar como comenzabas a provocarme, a coquetear mas, fue cuando me di cuenta que podía llegar a mas contigo, pero trate de ser prudente, en varias ocasiones tuve que contenerme las ganas de tirarme sobre ti, fue un esfuerzo sobre humano-.
“Bueno, y ahora que ya sucedió esto, que piensas”, -nada, no pienso nada, solo planeo pasarla bien y aprovechar al máximo estas dos semanas, debo serte sincero, no puedo ofrecerte mas y eso tu lo sabes-, “si, lo se pero aun así no por eso dejare de soñar con que algún día seas solo mío y nada mas”, -eso es difícil y lo sabes bien-, “si pero ese es mi sueño y podré vivir con el”, -ok eso te lo dejo a ti, pero pues veamos que sucede en este tiempo te parece bien, disfrutemos lo que la vida nos puso enfrente y ya después veremos que sucede-, “si amor, me parece bien, lo único que importa es que por estas dos semanas serás mío, solo mío”.
Eduardo sonrió y se dispuso a terminar su almuerzo y en cuanto termino, ella le pregunto, “tienes planes para hoy”, el con una sonrisa en su cara le dijo, -si hacerte el amor de nuevo, pero eso será en la noche, porque tengo que salir para arreglar unos asuntos, regresare en la tarde y tu-, ella sonrió y se sonrojo al escuchar la primer frase de el, y luego respondió, “bueno yo también tengo planeado eso jeje, pero aparte de todo pues tengo algo de tarea por hacer y bueno es que Roberto me dijo que vendría a verme, pero si quieres le digo que no venga”, -no te preocupes, que venga a verte si quieres, como te dije tengo cosas que hacer así que no hay problema alguno-, “ok esta bien pero y quieres que prepare algo de comer o que hago”, -pues solo para que comas tu, yo comeré en la calle, así que no te preocupes-, y una vez que termino esto, recogió su plato y luego salio de la cocina para ir a cambiarse, mientras que ella se puso a lavar los trastes.
Justo había terminado de lavarlos cuando de nuevo Eduardo apareció, ya se había cambiado, no estaba vestido nada formal, solo unos pantalones de mezclilla, una playera y unos tenis, -bueno linda, nos vemos en la tarde-, se acerco a ella, la tomo de la cintura y la acerco para darle un largo beso en la boca, luego dio la vuelta y salio al patio, saco su auto y se fue de ahí, mientras que Adriana, se dispuso a arreglarse un poco.
Ya eran las seis de la tarde cuando Eduardo regreso a casa, al entrar se encontró con Adriana y Roberto, ambos sentados en la sala, en la mesa de centro una caja de pizza con dos rebanadas, una botella de refresco, dos vasos y en la tv una película, la cual era reproducida por el dvd, -buenas tardes-, saludo Eduardo a Roberto, mientras que ella lo miraba y le regalaba una dulce sonrisa, -que están viendo-, Roberto de inmediato contesto, -es la película de los X-Men, es que me gustan mucho aunque a ella no tanto-, Eduardo se sentaba en otro sillón y miraba la película que tenían puesta.
“Ya comiste”, le pregunto Adriana, -si, comí en la calle-, “no quieres pizza”, -no gracias, voy a subir a mi cuarto, quiero ver un juego de fútbol-, se puso de pie y paso frente a ellos para después comenzar a subir las escaleras, entro a su cuarto, prendió la tele y se acostó en la cama para disfrutar del juego que era transmitido, y como a los cinco minutos apareció Adriana, “hola amor que estas viendo”, el la miro y noto que había subido sola, así como la vio acercarse a el, apoyo una rodilla sobre la cama y agacho su cabeza hasta que sus labios se postraron sobre los de el, quien acepto el beso, el cual fue un poco corto y luego la escucho decir, “amor estas listo para cuando Roberto se vaya”, -si claro que si, pero hasta que hora se ira-, “si tu me lo pides ahora mismo”, el sonrió y le dijo que no había problema, que lo dejara una hora mas y que en cuanto terminara el juego lo despidiera.
Ella le sonrió, le dio otro beso y se levanto de la cama, “si amor, en cuanto termine el juego que estas viendo le pediré que se vaya”, luego dio la vuelta y salio del cuarto para bajar de nuevo a la sala.
Termino el juego y fue cuando Eduardo apago la tele y bajo a la sala, ella al verlo supo que ya era la hora, así que fue cuando le dijo a Roberto, “bueno pues creo que ya es hora de que te vayas, tengo que estudiar y terminar mi tarea como te lo había comentado”, -pero puedo ayudarte si quieres- contesto Roberto, “no, tu sabes que eso no es posible y ya te lo había dicho, así que por favor es hora de que te marches”, -esta bien pero crees que pueda venir el día de mañana-, “no lo creo, pienso estudiar gran parte de la noche y mañana me levantare muy tarde y luego pienso seguir estudiando y terminando mi trabajo”, -esta bien, entonces mañana te llamo por teléfono-, “si esta bien”.
Así que se puso de pie y se encamino a la salida, ella lo acompañaba y Eduardo se sentaba en la sala, apenas un minuto después ella regreso, “listo amor ya se fue y ahora si estamos solos de nuevo”, sentándose al mismo tiempo al lado de Eduardo, quien la abrazo y la atrajo hacia el, besando su boca de forma cachonda y sugerente, ella indudablemente correspondió el beso de la misma forma, mientras que sentía como las manos de el recorrían sus piernas y luego se postraban en sus nalgas, sobre su ajustado pantalón de mezclilla.
Ella de inmediato paso sus manos y comenzó a acariciar la cabeza de el, mientras lo jalaba hacia ella, quien se acostaba en el sillón, subía sus piernas y las abría para que el se acomodara entre ellas, lo cual hizo que el quitara las manos de sus nalgas y las pasara al frente y comenzara a acariciar sus senos por sobre la playera que ella tenia, mientras que su ya firme verga, marcaba se abultaba bajo el pantalón y se lo restregaba de forma deliciosa en un rítmico movimiento de cadera.
“Vamos amor, vamos a mi cuarto o al tuyo, donde quieras pero hazme tuya ya por favor, te necesito”, pero el detuvo un poco los movimientos de su cadera al tiempo que con sus manos acariciaba ahora la cara y frente de Adriana, -espera linda que te eh traído un regalo-, y tras decir esto se incorporo y se puso de pie, ante la mirada de incógnita que ella lanzaba, “pero amor que es lo que pasa”, -dije que esperes que te tengo una sorpresa, pero esta en el auto, no podía bajarla antes porque Roberto estaba aquí, deja voy por ella y sirve que de una vez meto el auto, espera unos minutos-.
Al terminar de decir esto salio rápidamente de la sala al patio, abrió el zaguán y luego metió su auto, cerro el zaguán y de la cajuela saco una bolsa, entro a la casa y en la sala lo esperaba un tanto expectante Adriana, el al verla le estiro la mano y le dio la bolsa que traía con el, “y esto que es amor”, -el regalo que te dije-, ella tomo la bolsa y la abrió, comenzando a sacar el contenido, “pero amor que es esto”, -acaso no ves o sabes lo que es-, mientras que en la mano de ella se encontraban algunas prendas intimas.
Así es, le regalo tres diferentes coordinados de ropa interior, uno consistía en un brasier blanco con listones rosas, haciendo juego a esto una diminuta tanga del mismo color y con adornos iguales al del brasier, además de unas medias con unos coquetos moños blancos a la altura del resorte de silicón, luego saco un coordinado de brasier y tanga negras y de igual forma sus medias del mismo color y para rematar, un baby doll de color rojo, el cual era de encaje a la altura de los senos, con caída holgada y hasta la cintura, una diminuta tanga del mismo color y medias de red también de color rojo.
“Oye y todo esto me lo compraste a mi”, -si claro o a quien mas creías-,”no bueno es que mmm están preciosos gracias, y me imagino que querrás que esto lo utilice cuando estemos juntos”, -acaso crees que son para que los guardes en tu cajón, no verdad, pues mira a mi me encanta ver a una mujer con lencería, no tienes idea de lo caliente que me pone y hoy que fui al centro, pase por una tienda de lencería, el primer modelito que vi fue el blanco y de inmediato lo imagine en tu cuerpo, si hubieras visto la erección que en ese momento tuve, así que no pude entrar en ese momento a la tienda, imagina un hombre comprando lencería y con la verga dura, me hubieran echado a patadas, así que tuve que dar una vuelta para tranquilizarme un poco, concentrarme y luego regrese a comprar, ya dentro vi el rojo y luego el negro, así que sin mas, los compre para ti, pero para disfrutarlos yo-.
“Eres un amor, me encantaron y hoy mismo estrenare uno”, -ese es el objetivo de esto-, “y cual te gustaría verme primero”, -eso te lo dejo a ti, sorpréndeme-, “esta bien amor, ya pensare cual ponerme”, justo en ese momento dejaba lo regalado dentro de la bolsa y luego esta en el sillón, se puso de pie y se acerco a el, para abrazarlo y besarlo de forma por demás cachonda, mientras restregaba su cuerpo al de el, -anda linda, ve a darte un baño, luego sigo yo-, ella le sonrió, camino al sillón y tomo la bolsa, luego dio la vuelta y comenzó a caminar hacia las escaleras, justo en ese momento sintió una leve nalgada, “plaf”, ella volteo y con una sonrisa en la cara, Eduardo la despedía, ella le sonrió y siguió su camino hacia su cuarto.
En donde al entrar puso sobre la cama las tres diferentes opciones de lencería que tenia para ponerse esa noche, “bueno pues si el primero que vio fue el blanco, ese será el que me ponga”, tomo una toalla y entro al baño, donde dejo recorrer el agua por todo su cuerpo, pero había algo, se sentía extraña, tenia esa deliciosa sensación que todos llegamos a tener, cuando sabemos que algo sucederá, cuando sentimos esas mariposillas en el estomago, esos nervios previos a una cita, o a algo importante.
Después de terminar su baño y lavar perfectamente bien cada parte y rincon de su cuerpo, salio del baño enredada en una toalla y entro a su cuarto, comenzó a secarse y justo en ese momento Eduardo entro al cuarto, -muy bien, veo que ya terminaste, ahora yo me daré un baño-, así que fue a su cuarto, tomo un bóxer, una toalla y se metió al baño, mientras que Adriana con muchos nervios, comenzaba por ponerse la tanga blanca, la cual una vez que estuvo puesta, se puso frente al espejo de su cómoda y dándose vueltas y viendo cada parte de ella, pudo ver que realmente le quedaba perfecta, y también pudo notar como sus nalgas sobresalían de forma deliciosa con la pequeña prenda.
Luego tomo el brasier, lo coloco y abrocho, luego las medias, las cuales una a una fueron puestas de forma sutil en sus hermosas piernas, y una vez que termino, de nuevo se miro al espejo y pudo ver que realmente el conjunto como tal, le quedaba realmente espectacular, “por dios pero que bien me veo con esto”, y así mientras seguía admirándose en el espejo, comenzó a cepillar su cabello, luego recordó que entre sus múltiples zapatos, tenia unos de tacón no muy alto pero eran de color blanco.
Así que rápidamente los busco y una vez que los encontró se los puso, luego termino de maquillarse y justo en ese momento aparecía Eduardo, solo con un bóxer de color blanco, y en cuanto la vio le dijo, -caray se te mucho mejor de lo que me había imaginado, realmente te vez divina-, ella volteo y de forma coqueta le dijo, “te parece”, -pero por supuesto, si no me crees voltea a ver el bulto que se me ah formado en el bóxer, de solo verte se me ah parado la verga-, ella se extraño un poco con la expresión pues la noche anterior el había sido demasiado tierno y jamás utilizo alguna palabra obscena y ahora se refería como su verga y eso la saco un poco de onda, aunque tampoco pudo negar sentir cierta excitación por la forma de hablar que ahora ocupaba Eduardo.
Luego el siguió su camino mientras seguía secando su cabello siguió su camino a su cuarto, ella se quedo parada sin saber que seguía, ya estaba vestida como el le había dicho, pero ahora que, así que se sentó en su cama a la espera de ver que seguía, aunque ella ardía por ir a su cuarto y comerlo a besos para después el le hiciera el amor, por eso sentía una incertidumbre, hasta que después de cinco minutos escucho su voz la cual le llamaba, “ah por fin me habla”, se levanto de la cama y camino al cuarto de el, “dime amor”, decía mientras entraba y lo miraba recostado en su cama.
-Ven linda acércate-, ella obedeció y en silencio se acerco a donde el le señalaba que era justo al lado de la cama y de donde el se encontraba acostado eh intento subir a la cama, -no espera, quédate ahí parada- ella obedeció, el se sentó sobre la cama y luego le dijo, -bien linda quiero que te des una vuelta pero muy lenta me entendiste-, ella hizo lo ordenado, dando una vuelta en su propio eje y de forma muy lenta mientras que el la admiraba de arriba hacia abajo y cuando termino de dar la vuelta el le ordeno que ahora diera media vuelta y le diera la espalda, lo cual hizo de inmediato, -caray linda, de verdad que tienes un culo espectacular, y esta pidiendo a gritos ser atendido y creeme que esta noche, recibirá una atención especial, terminara tan agradecido que volverá a pedir mi atención, ya lo veras-.
“Culo, porque culo espectacular, y de que atención especial hablara”, pensaba ella sin saber aun el porque de las palabras, -ya puedes darte vuelta y quiero que me digas que es lo que quieres de mi-, “como, no entendí”, -quiero que me digas que es lo que quieres que haga yo con todo este hermoso cuerpo-, “pues yo, quiero y necesito que me hagas el amor como ayer en la noche”, -ok, solo que hoy será diferente-, “pero como que diferente”, -vamos ya lo averiguaras-.
Justo acabo de decir esto el se puso de pie al lado de ella, paso sus manos sobre la cintura de Adriana y la atrajo hacia el, pegando su boca a la de ella, solo que ahora no era un beso suave y dulce, ahora el metía su lengua por completo en la boca de ella, quien se desconcertó al principio, pero su cuerpo comenzó a reaccionar de inmediato y ese desconcierto se transformo en una placentera y excitante sensación.
Luego mientras que el la seguía besando, bajo sus manos hasta sus nalgas y luego de acariciarlas un poco, las estrujo entre sus manos, y sin entender porque, Adriana dejo escapar un suspiro, había sentido una placentera pero extraña sensación, así que ahora respondía con cachondes a los besos que el le daba y de igual forma metía su lengua en la boca de el, quien al mismo tiempo restregaba lo abultado de su bóxer sobre la tela que cubría la vagina de Adriana.
Después de unos minutos, el separo su boca de la de ella, quien sentía como un delicioso calorcillo se apoderaba de su entrepierna, -muy bien linda ahora voy a querer que me chupes la verga, que me regales una deliciosa mamada con esa linda boquita que tienes-, “pero no entendí, este quieres que te haga sexo oral, es que yo nunca, no se y”, -tranquila bonita, esto es parte de, así que hoy vas a aprender a mamar una verga, o a hacer sexo oral como tu dices-.
Inmediatamente Eduardo comenzó a quitarse el bóxer, el cual aventó a un costado de su cama, mostrando su firme y dura verga, -ven linda, ahora quiero que te hinques frente a mi-, “pero es que yo nunca y no se y es que”, -vamos haz lo que te digo, yo te mostrare la forma de hacerlo-, ella obedeció y se coloco de rodillas frente a el, quedando la gran verga frente a su cara, -muy bien linda ahora con una mano, la derecha o izquierda me da igual, con la que te acomodes mas, vas a tomar mi verga pero desde donde comienza y luego vez esto que parece cabeza, pues es el glande y este quiero que primero le pases la lengua suavemente por toda su circunferencia me entendiste-, ella movió su cabeza de forma afirmativa y entonces coloco su mano derecha en la parte indicada, miro la cabeza roja y como de la punta salía una gota clara y transparente.
Abrió su boca y saco su lengua, la cual comenzó a pasar su húmeda lengua por toda la circunferencia del glande, -así linda muy bien, vas muy bien-, le decía alentándola a seguir, hasta que unos instantes después le dijo, -ahora con tu lengua quiero que recorras hacia abajo, cada centímetro de mi tronco y hasta que llegues a mis huevos, los cuales lamerás y chuparas suavemente-, ella de inmediato hizo lo que el le decía, era raro, pero esto la estaba excitando y hasta gustando, así que con su lengua recorrió todo el tronco de la firme verga y luego lamió y chupo deliciosamente los huevos de Eduardo.
-Oh linda que bien lo haces, sigue así, muy bien, ahora quiero que subas de igual forma y vuelvas a lamerme el glande-, ella de inmediato obedeció y ahora lamía el glande, -ahora linda vas a meterlo en tu boca lo mas que puedas, ten cuidado solo utiliza los labios y no los dientes, con tu lengua tendrás que acariciar mi verga cuando la tengas dentro por la parte de abajo, me entendiste-, ella dejo de lamer el glande y lo miro con extrañeza, dando a entender que no había entendido, -vamos pues haber dame la mano que tienes desocupada-, ella le dio la mano izquierda, el la tomo y cerro los dedos con excepción del dedo medio, -intenta seguir lo que yo haré con tu dedo-, así que el lo metió en su boca y ella comenzó a intentar repetir lo que el hacia con su dedo.
Realmente no tardo nada en que Adriana le tomo sabor y forma a lo que Eduardo le enseñaba, pues después de algunos minutos, ya lo hacia ella sola, sin que el le dijera como, así que el soltó su mano y ahora coloco sus manos sobre la cabeza de ella, -oh linda muy bien, que linda alumna eres, que bien aprendiste mmm que rica boquita tienes-.
Adriana seguía mamando y de una forma deliciosa, si bien no era la mejor mamada que en su vida había recibido el, si la estaba disfrutando al máximo, pues ella alternaba la forma de hacerlo, pues metía todo lo que podía la verga en su boca, luego la sacaba y con la lengua recorría el glande, luego bajaba y chupaba los huevos y luego volvía a meterla en su boca, no solo el lo estaba disfrutando, si no que ahora Adriana le tomaba sabor y lo estaba disfrutando mucho.
Después de unos minutos el la detuvo, -espera linda-, y una vez que ella saco la verga de su boca, el la incorporo y le dijo que esperara, luego el se acostó en la cama y le explico como tenia que colocarse, pues el quería hacer un delicioso 69, ella quiso quitarse sus prendas pero el le dijo que no, que se las dejara, así que se coloco en la forma que el le había dicho, puso sus piernas a los costados de la cabeza de el y su cara frente a su verga, -ahora sigue mamando linda como lo estabas haciendo-, así que rápidamente tomo la verga con una mano y de nuevo la introdujo en su boca para continuar con la mamada interrumpida.
Y estaba mas que entretenida, chupando y mamando cundo sintió como el pequeño pedazo de tela que cubría su vagina se hacia a un lado y luego la calidez y humedad de una lengua comenzó a recorrer toda su intimidad, ella dejo de mamar para lanzar un gemido de satisfacción y luego retomo el ritmo y siguió mamando el palo de Eduardo, quien se aboco en darle un inmenso placer a Adriana con su lengua y labios, mientras que ella sentía como de su intimidad, comenzaba a fluir algunos jugos, así como comenzar a desprender un penetrante calor..
Era una escena muy caliente, así era también como Adriana se sentía en esos momentos, jamás se imagino tener un pene en la boca y mucho menos que al mismo tiempo, una lengua hurgara y le diera tanta satisfacción vía vaginal, sintiendo como la temperatura de su cuerpo se elevaba cada vez mas y mas, al grado que cuando sintió que el placer era mas grande, saco el trozo que tenia en la boca y comenzó a gemir de forma por demás deliciosa.
Hasta que por fin estallo en el primer orgasmo de la noche, llenando de con sus fluidos la cara y boca de Eduardo, quien gustoso tomo el néctar obsequiado, y una vez que termino de probar los néctares de ella, le dijo, -caray linda no cabe duda que sabes delicioso, y ese calor que emana tu vagina, es muy sugerente e invita a ser penetrada-.
Adriana aun seguía gimiendo por el orgasmo alcanzado, había olvidado por completo la verga de el, aunque en ningún momento la soltó de su mano, y una vez que sintió recuperar el aliento del orgasmo, volvió a meter la verga en su boca, y estaba por demás tan excitada, que ahora ya no parecía una novata, pareciera que tenia años mamando vergas, -pero que bien lo haces linda, ohhh realmente aprendiste muy bien, que buena mamada me estas dando ahhh, pero ya es hora que la dejes, pero solo será por un rato, solo por un rato, te prometo que después volverás a hacerlo.
Así que ella dejo la verga de Eduardo, pensando en que ahora era el turno de sentir a su amado dentro de ella, “si amor, ven que te necesito en mis brazos, ven a hacerme el amor, te necesito”, dijo ella al tiempo que se recostaba boca arriba en la cama y abría ligeramente sus piernas.
Por su parte, Eduardo la miro y con una sonrisa burlona le dijo, -no linda, recuerda que hoy quiero cogerte y eso haré, pero prometo que lo gozaras como una linda putita, porque eso serás hoy para mi, entendiste-, Adriana se sintió extraña pero excitada al escuchar que la habian llamado “putita”, aparte que para su sorpresa, el no se acomodo entre sus piernas para penetrarla, si no que se acomodo para que su cara quedara frente a su vagina, haciendo que ella abriera mas las piernas de nuevo volvió a hacer a un lado la suave tela de su tanga, y entonces sin mas, volvió a pegar su boca en la calida vagina de Adriana.
Y ella aunque no era lo que esperaba, al sentir la suave y calida lengua de Eduardo, no pudo mas que cerrar sus ojos y comenzar a gemir al tiempo que un dedo se escabullía por su intimidad, pues el comenzó a meter lentamente su dedo medio y una vez que estuvo dentro, fuera de meterlo y sacarlo, presionaba hacia arriba suavemente hasta encontrar el punto donde Adriana lanzo un fuerte gemido, así que fue donde dejo su dedo mientras seguía oprimiendo y pegaba su lengua en el dulce botoncito llamado clítoris, esto provoco que ahora ella gimiera mas fuerte, sintiendo un placer inmenso, “ahhh amor que delicia ahhh me estas volviendo loca de placer, ahhh sigue así, sigue así que no tardare en alcanzar otro orgasmo, siii, ahhh que delicia, que delicia”, y se retorcía de placer, de gusto, estaba completamente excitada, tanto que no pensó dos veces lo que dijo, “así amor sigue así, ahhh dale placer a tu putita, así como lo estas haciendo”, si, ella misma se había dicho putita, y con esto entraba por completo al juego de Eduardo.
Quien no pudo evitar sonreír un poco al escucharla decir esa palabra, y fue cuando comenzó a mover de forma más rápida su lengua, con su dedo ahora presionaba mas rápido y fuerte, haciendo que Adriana se retorciera de placer y gimiera mas fuerte, hasta que entre gemidos estallo en otro orgasmo, “ahhh siiiii ahhh que placer ahhh”, sintiendo como su dedo y parte de su mano eran completamente mojados por los jugos expulsados al llegar al orgasmo, su lengua comenzó a moverse mas lento y suave, mientras el cuerpo de Adriana se convulsionaba de gusto.
Dejo de presionar con su dedo, el cual lentamente fue sacando, su lengua dejo de acariciar el clítoris y entonces el acerco su dedo aun goteando hasta la cara de ella, -vamos linda putita, prueba los delicioso jugos que acabas de expulsar-, ella estaba mas que caliente, por lo cual ni objeción puso y de inmediato abrió su boca, recibiendo el dedo y chapándolo con glotonería, -así putita, así pruébate a ti misma-, y no saco su dedo hasta que este quedo completamente limpio de sus jugos, -muy bien linda, ahora si ah llegado la hora de que recibas la verga que tanto me has pedido-.
Adriana estaba que brincaba del gusto, “si amor si, quiero tenerte dentro, quiero sentir dentro de mi ese gran pedazo de verga que tanto gusto me dio ayer”, así que el rápidamente le abrió bien las piernas, colocándose de rodillas entre ellas, aun no le había quitado la tanga, esta seguía de lado, dejando libre la vagina de Adriana, así que Eduardo tomo su verga y con ella dio leves golpecitos en el clítoris que se mostraba completamente hinchado y endurecido, luego con su mano se ayudo para recorrer toda la húmeda vagina y después apunto directamente en la entrada de su intimidad y de un solo jalón la metió por completo, hasta que nada quedo fuera, hasta que sus huevos chocaron con las nalgas de ella, quien al sentirse penetrada, agarro con fuerza las sabanas y dejo escapar un sugerente gemido.
Eduardo con sus manos tomo las piernas de ella y comenzó a mover su cadera, entrando y saliendo de forma lenta pero cada vez que salía, sacaba su verga casi por completo, solo dejaba la cabeza dentro de la vagina y luego empujaba hasta que entraba de nuevo completa, esto arrancaba suspiros y gemidos de Adriana, quien con los ojos cerrados disfrutaba lo que Eduardo le hacia, -estas lista linda, porque ahora te voy a dar una cogida que jamás olvidaras-, “si amor, cogeme como tu quieras, hoy y siempre seré tu putita, este cuerpo será tuyo por siempre”.
Eduardo no espero más y comenzó a moverse con fuerza, penetrándola con rapidez y fuerza, mientras que ella gemía y bramaba con total calentura, estaba gozándolo como loca, y el comenzó a hablarle con algunas palabras obscenas, le decía que era una linda putita y que la llenaría de verga hasta saciarse, y aunque para ella era algo completamente nuevo y diferente, que aunque jamás fue una mujer que dijera groserías o que le gustara que le dijeran alguna, estas palabras muy a su pesar, le estaban gustando tanto y le hacían excitar mucho mas, que las recibía gustosa.
-Oh pero que rico aprietas putita, me vas a exprimir la verga con esta vagina tan apretada, ya me imagino como apretaras ahora que te rompa el culito-, ella abrió los ojos con total sorpresa, mirándolo con cierta incertidumbre, -si linda, hoy mismo te voy a romper ese culito, así que no te sorprendas y cuando sea su momento, conocerás un placer diferente, dolorosamente placentero, por que me trae loco ese gran trasero que tienes, y sobre todo ese culito que guardas tus deliciosas nalgas-, ante estas palabras ella sintió algo de miedo, pero aun muy a su pesar y temor, le excitaba lo que Eduardo le decía.
De pronto y después de varios minutos, Eduardo se detuvo, la libero del brasier dejando sus tetas libres, pero dejándola con la tanga y las medias, y ahora la coloco en otra posición, la coloco de lado y el detrás de ella, con una mano le levanto una pierna y luego apunto de nuevo y la penetro por completo, su pecho lo tenia pegado a la espalda de ella, se movía con fuerza, su boca comenzó a darle pequeños mordiscos a sus orejas y al tiempo le seguía diciendo obscenidades al oído, lo cual provocaba mayor excitación en Adriana, quien no pudo evitar llegar a otro orgasmo, pero el fuera de dejar de moverse, comenzó a penetrarla con mayor velocidad y fuerza.
Ella gritaba y gemía su orgasmo y al mismo tiempo gritaba del placer que estaba sintiendo ante los fuertes y rápidos embates de Eduardo, quien seguía penetrándola con fuerza al tiempo que le decía miles de obscenidades, pues notaba que esto causaba tal efecto en ella, que la prendía mucho mas, hasta que después de varios minutos y un orgasmo mas por parte de Adriana, Eduardo le dijo, -ohh mi linda putita, estas logrando hacerme llegar, estoy por explotar, pero quiero hacerlo en tu boca, ya probaste el sabor de mi verga y ahora quiero que pruebes el sabor de mi leche-, “ahhh no amor, ahhh eso no”, -claro que si, recuerda que hoy eres mi putita y como tal te tragaras toda mi leche, me entendiste-.
Era tanto el placer que en ese momento ella estaba sintiendo, que sin pensar con cordura y ante tanta excitación, termino diciendo, “ahhh esta bien amor, soy tu putita y haz de mi lo que mas te plazca ahhh, y si quieres llenarme la boca de leche, con gusto la recibiré y tragare, ahhh te amo tanto y es tan inmenso el placer ahhh que no puedo negarte nada ahhh”, esto arranco una sonrisa triunfal en Eduardo, quien sintió que ya no podía mas, así que rápidamente saco su verga, chorreando de los jugos que Adriana había expulsado.
Se puso de pie sobre la cama y rápidamente le ordeno que se arrodillara frente a el, lo cual obedeció ella de inmediato, -ahora abre bien tu boca, lo mas que puedas- y ella de inmediato hizo lo que le mandaron, el al mirar la linda carita de Adriana y además de la boca completamente abierta y esperando a recibir lo prometido, no pudo evitar decirle, -que linda te vez así, con una adorable carita de hermosa putita-, y entonces entre los jalones que el con su mano le daba a su verga, al sentir que ya no podía mas, coloco la cabeza de su verga en el labio inferior y sin mas, entre gemidos estallo en su orgasmo, llenando e inundando la boca de Adriana de blanco, espeso y caliente esperma.
Adriana sintió los chorros y chorros de esperma postrarse dentro de su boca, no pudo evitar sentir una sensación de querer vomitar, pero el al darse cuenta de esto, rápidamente le ordeno que tragara hasta la ultima gota, Adriana cerro los ojos y dándose valor, trago por completo el contenido de su boca, pero cual fue su sorpresa, que el sabor aunque fuerte y algo penetrante, no había sido de desagrado para su paladar, por el contrario, sintió un delicioso gusto además de que al sentir pasar el esperma por su garganta, su cuerpo reacciono con cierta excitación por haber echo esto.
Y tanto fue el gusto que sintió y tanta era su calentura, que con su mano tomo la verga de Eduardo y la metió en su boca, dándole una suculenta mamada y haciendo que saliera hasta la ultima gota de esperma, esto lo noto el por lo cual le dijo, -ahhh si putita, que bien me limpias la verga, no dejes ni una sola gota de leche, extrae hasta la ultima que quede, ahhh se nota que te gusto verdad, se nota que te gusto tragar mi leche, ahhh que deliciosa putita eres-.
Y ella no paro hasta que salio la ultima gota, -te gusto eh-, “si, la verdad amor es que me gusto y mucho”, el ya no le dijo nada, solo se recostó en la cama, la abrazo y le dio un grande y delicioso beso, el cual fue correspondido inmediatamente por ella, solo fue un par de minutos lo que duro ese beso, hasta que ella rompió el contacto de las bocas y de forma un tanto asustada le dijo a Eduardo, “de verdad quieres cogerme por mi anito”, -si linda, claro que si-, “pero no me va a doler”, -si, te va a doler un poco, pero prometo hacerlo lento y suave y si te dolerá al principio, pero una vez que el dolor pase, entonces conocerás un placer diferente y te va a gustar tanto que puedo apostar que en las próximas seciones, me pediras que te vuelva a coger el culito, ya lo veras.
Ella lo miro y le dijo, “si amor, solo te voy a pedir que si siento mucho dolor y te pido que pares, lo hagas y no me forces”, -esta bien linda, pero una vez que te acostumbres, dudo mucho que me pidas que me salga de ti, y dicho esto el comenzó a besarla de forma muy apasionada, con sus manos acariciaba sus piernas y brazos, mientras que ella con sus manos acariciaba su cabeza y cabello.
Después de algunos minutos el separo su boca y le dijo, -ahora si linda, ah llegado el momento de que te rompa ese hermoso culito-, “si amor, haz de mi anito lo que mas te plazca, pero solo con cuidado por favor”, así que el le dio un ultimo beso en la boca, luego se arrodillo en la cama y le ordeno que se pusiera en posición de cuatro, lo cual obedeció de inmediato, el se coloco detrás de ella y no pudo dejar de admirar tan hermoso trasero, -no tienes idea de cómo me encanta este trasero, estas redondas y firmes nalgas me han trastornado y por eso es que muero por romperte este hermoso culito-.
Mientras decía esto, pasaba sus manos por todo el trasero, sintiendo la suavidad de este, su verga que había perdido su firmeza después de haber eyaculado, comenzó a responder un poco ante la hermosa vista que el tenia a su alcancé, con las manos le hizo a un lado el hilo de la tanga, agacho su cabeza, con las manos abrió las nalgas y ante sus ojos apareció un arrugadito, rosita y cerrado anito, -oh linda pero que hermoso anito tienes-, luego sin mas, saco su lengua y la postro en el, y comenzó a acariciarlo por todo alrededor de tan llamativo anito.
Adriana al sentir estas caricias suspiro profundamente, era algo delicioso para ella, sentir como la lengua de Eduardo era pasada una y otra vez alrededor del anito, le arrancaba deliciosas sensaciones, así como profundos suspiros, pero de pronto sintió algo que la hizo gemir, pues la lengua de el comenzaba a abrirse paso y a entrar poco a poco en su anito, haciendo que su cuerpo vibrara ante tal acción, “oh cariño que rico se siente lo que me estas haciendo”, decía ella mientras su piel se ponía chinita ante la nueva sensación, pero realmente le estaba gustando horrores.
Luego sintió como mientras esa lengua se abría cada vez mas paso entre su anito, un dedo le penetro la húmeda vagina, lo cual le arranco un suspiro mas, sentía el calor que la boca de Eduardo desprendía, y como cada vez su anito era perfectamente lubricado, y fue cuando sintió como el dedo invasor, salía de su vagina, este salio chorreando por los jugos que ella desprendía y de pronto, sintió como el dedo que segundos antes profanaban su vagina, ahora lentamente se iba incrustando dentro de su anito, era una sensación diferente, pero muy placentera, el dedo estaba completamente dentro y aun no había sentido nada de dolor.
Si era extraño, eso no lo podía negar, pero como Eduardo una vez que lo metió por completo, lo dejo quieto, sin moverlo, por lo cual ella misma sintió como su esfínter se iba acostumbrando al dedo invasor, pero mientras este estaba quieto e inmóvil, sintió como ahora la lengua que hasta hace unos instantes le daban caricias y penetraba su anito, ahora esta recorría toda la circunferencia de sus nalgas, y luego recorrió hacia abajo y se postro sobre su vagina.
“Oh amor que me haces, que delicia ahhh”, alcanzo a decir ella, para después comenzar a gemir pues la lengua recorría su calida vagina, mientras que ahora el dedo que se encontraba en su anito comenzaba a moverse, saliendo y entrando suavemente, aunque poco a poco se acrecentaba el ritmo, su cuerpo vibraba y se estremecía ante tales caricias y deliciosas penetraciones.
Su vagina chorreaba de lo caliente que se encontraba, de pronto la boca dejo de recorrer su vagina, el dedo que tenia dentro del culito salio y sintió otro dedo entrar en su vagina, pero solo unos instantes, lo suficiente para que saliera escurriendo de jugos y luego un silencio y de pronto, sintió como ahora algo volvía a penetrar su anito, pero ahora no era solo un dedo, eran dos, los cuales entraban suave y lentamente, ahora si sintió algo de dolor, pero era un dolor soportable hasta entonces, y de pronto ya tenia los dos dedos completamente dentro de ella.
De igual forma que antes, se quedaron inmóviles, de nuevo la lengua de Eduardo comenzaba a recorrer la vagina de ella y ahora los dos dedos comenzaban sus movimientos, entraban y salían suavemente, Adriana estaba loca de gusto, sentía un inmenso placer, y lo expresaba con gemidos, fuertes gemidos de placer y gusto.
Su anito se había acostumbrado perfectamente al segundo invasor, ahora los alojaba a la perfección, cosa que Eduardo noto y entonces volvió a ocurrir, la lengua dejo la vagina, los dos dedos suavemente salieron del heroico anito, y de nuevo otro dedo invadía la cada vez mas chorreante vagina, de igual forma solo fueron unos segundos, lo suficiente para que saliera perfectamente bien lubricado, y entonces las manos de Adriana se aferraron a la sabana, su anito se dilataba y ahora lentamente estaba alojando un tercer dedo, ahora si era mas fuerte el dolor, ahora no solo gemía de gusto, también gritaba de dolor.
Los dedos entraban lentamente milímetro a milímetro, pareciera que pasó una eternidad hasta que por fin, después de paciencia y tacto, los tres dedos estaban alojados dentro del anito, la boca de Eduardo daba ligeros mordiscos en las nalgas, la otra mano acariciaba la espalda y las nalgas de Adriana, quien respiraba profundamente, tratando de que su esfínter se acostumbrara lo mas pronto posible, y se relajo lo mas posible al grado que logro alojar por completo y sin tanta molestia los tres dedos.
Su excitación cada vez iba en mas aumento, su vagina chorreaba de lo caliente que se encontraba, y entonces los dedos comenzaron a moverse, lenta y suavemente, haciendo que el dolor fuera llevadero, poco a poco los dedos se movían con mayor facilidad, el dolor iba haciéndose cada vez menor, había logrado tranquilizarse tanto que por lo mismo lograba sentir mayor placer, esto lo noto Eduardo que con una sonrisa en la cara le dijo, -bien mi linda putita, ahora ya estas lista para alojar en este culito la verga que tanto te gusta-.
Así que ella sintió como lentamente los dedos salían, luego sintió como la verga entraba sin dificultad alguna en su vagina, mientras que Eduardo ponía saliva en uno de sus dedos y la esparcía en la entrada de su anito, solo dio algunas penetraciones, lo suficiente para sacarlo perfectamente bien lubricado, había llegado el momento, la gruesa cabeza se postro en la entrada del anito, y de pronto ella sintió un fuerte dolor, la cabeza había entrado por completo, “ahhhhhhhhhh”, exclamo Adriana.
-Tranquila linda, tranquila- le decía el mientras que una mano le volvía a acariciar la espalda, la verga no avanzaba ni un milímetro mas, estaba quieta y esperando a sentir la señal de poder continuar, fueron unos instantes que parecieron horas, cuando de pronto ella sintió que su ano se partiría en dos, el volvía a empujar y ahora metió la mitad de su gruesa verga, Adriana pegaba la cara a la cama, su boca lanzaba fuertes gemidos de dolor, su respiración era agitada, “me duele, me duele mucho”, dijo Adriana, pero el solo le decía que tenia que estar tranquila.
Adriana seguía apretando las sabanas pero poco a poco comenzó a respirar profundo y a tratar de tranquilizarse, al grado que su esfínter comenzó a acoplarse a la verga de Eduardo, quien al sentir que ya no sentía la misma resistencia, puso sus manos en la cintura de Adriana y de un solo tiron, metió lo que hacia falta, hasta que sus huevos chocaron con los labios vaginales.
“Ahhhh, me duele mucho ahhhh, me estas partiendo en dos, no aguanto el dolor ahhhh”, gritaba a todo pulmón, el cuarto se llenaba de gemidos y gritos de dolor, mientras que Eduardo con toda calma se quedaba quieto, sin moverse ni un solo milímetro, acariciando con sus manos las nalgas de ella, pasaban los segundos, ella poco a poco recobraba la respiración, su esfínter comenzaba a aflojar y a relajarse, apretaba deliciosamente pero ya no oponía la resistencia de un principio, el dolor aunque no desaparecía por completo, comenzaba a disminuir y esto lo aprovecho Eduardo, quien comenzó a moverse lentamente.
“Ahora sabrás lo que es recibir una buena cogida por el culo” y entonces incremento la velocidad, las penetraciones eran fuertes y sostenidas, ella gemía y gritaba, pero sentía una rara mezcla de dolor y placer, sintiéndose completamente llena de deseada verga, sintiendo el mayor placer nunca antes vivido, el tabú del sexo anal en ella, había desaparecido, ahora era de lo mas placentero, gritaba y pedía y suplicaba por mas, era una extraña sensación la que la invadía, estaba siendo sodomisada y sin embargo lo disfrutaba como loca, bramaba y gemía, gritaba de placer.
Eduardo se movía a gran velocidad, sus cuerpos comenzaron a sudar afanosamente, de los ojos de Adriana se escapaban algunas lágrimas, eran de felicidad, de placer, de amor, porque el amor de su vida le estaba regalando la mas deliciosa de las noches, porque el amor de su vida había sido el primer hombre en su cuerpo, porque ahora el amor de su vida le estaba enseñando otra forma de conocer y tener placer.
Pasaban los minutos, muchos por cierto, Eduardo sentía que sus huevos le dolían bastante por tanto golpeteo con la vagina de Adriana, quien para entonces había perdido la cuenta de las veces que se había corrido, la cama estaba completamente mojada por todos los orgasmos, sus cuerpos ahora ya estaban completamente bañados en sudor.
Eduardo ya no podía mas, sentía que estaba a punto de explotar, y entre gemidos y jadeos de ambos, el exploto llenando las entrañas de Adriana de su espesa y blanca leche, lo cual ella sintió y ante tanta excitación, volvió a correrse dejando escapar una vez mas una abundante cantidad de néctar, mientras que el movía su cadera hasta que sintió que ya no tenia ni una sola gota mas, recargo su cuerpo en el de ella quien se dejo caer en la cama, y ambos entre suspiros y gemidos, se quedaron completamente inmóviles, disfrutando de tan delicioso encuentro sexual.
Eduardo podía escuchar como con la voz demasiado agitada, Adriana le decía una y otra vez que lo amaba, pero el solo se limitaba a darle pequeños y suaves besos en los hombros y el cuello, dejando pasar minutos para poder recuperar la cordura total.
Después de algunos momentos el sintió como su verga perdía dureza y se tornaba flácida, por tal motivo esta salio del ahora rojizo ano de Adriana, una vez esto se recostó a un lado de ella, quien al tenerlo junto acerco su cara y comenzó a besarlo de una forma tan amorosa como solo ella podría hacerlo en ese momento, mientras el cuarto estaba completamente inundado de un inmenso calor y de un impregnante aroma a sexo.
Poco a poco fueron pasando los minutos, ambos recobraban poco a poco su ritmo cardiaco, en ese momento ella sintió como el semen de el comenzaba a escurrirse pues esta salía de su adolorido pero satisfecho anito, así que rápidamente se puso de pie y de forma hasta graciosa, se fue directamente al baño, pero realmente caminaba diferente.
Después regreso y se acostó en la cama pero hasta entonces fue que sintió que estaba sumamente mojada, “oye esto esta muy mojado, no podré dormir aquí”, -no te preocupes podemos irnos a tu cuarto y ahí dormir-, y al decir esto el se puso de pie, la tomo de la mano y le dijo, -ven vamos a darnos un baño, necesitas que te caiga agua caliente en el culito, después te pondrás algo de crema para que no sientas tantas molestias-.
Ambos se metieron en la regadera, ella buscaba cada momento para besarlo y acariciarlo, luego el de forma suave se agacho para ayudarle a lavarse el ano, “hay me duele”, -si linda, así será un poco, igual y mañana todavía estarás adolorida, pero después ya no habrá problema, por suerte mañana es domingo, tendremos todo el día para descansar y para que este rico culito se recupere, porque pienso seguirlo ocupando en estos días que tendremos para nosotros-, ella sonrió y le dijo, “si amor, tu sabes que soy toda tuya y ahora mas que nunca puedes hacer de mi lo que mas quieras y se te antoje”.
Eduardo sonrió pues se sentía completamente satisfecho de tener a tan hermosa mujer a su merced, luego salieron del baño, fueron al cuarto de ella y luego Eduardo tomo la crema y le dijo que se empinara un poco, y suavemente le fue untando la crema en todo alrededor y un poco dentro del adolorido culito, -no sabes como me esta encantando este gran culo que te cargas y te puedo asegurar que pienso disfrutarlo al máximo todos estos días- luego le dio un beso a cada nalga y se puso de pie, se recostó en la cama y le estiro los brazos para que ella hiciera lo mismo, pero ella todavía termino de secar un poco mas su cabello y fue entonces que lo alcanzo en la cama.
Ella volvió a besarlo, y luego se recargo en su pecho hasta quedar profundamente dormida entre sus brazos.
C O N T I N U A R A
Una vez que estaba ahí, decidió aprovechar el tiempo y darse un regaderazo, mientras se bañaba, noto en la parte interna de sus piernas, algunas manchas de sangre, producto del rompimiento de su himen, así que su mente de inmediato comenzó a recordar lo vivido la noche anterior, “Eduardo, por fin pude ser tuya, por fin cumplí mi sueño de sentir tus besos, tu piel, tu cuerpo, oh que feliz soy, es el día mas grande de mi vida, ahora mas que nunca soy y seré tuya por siempre, por siempre”, decía Adriana mientras que el agua limpiaba cada centímetro de su piel.
Una vez que termino su baño, salio y fue hasta su recamara, el seguía dormido, así que ella tomo su ropa y se fue a cambiar al cuarto de su madre, no quería despertarlo y así darle una sorpresa, así que rápidamente se vistió y bajo las escaleras mientras que se peinaba su cabello, entro a la cocina y abrió el refrigerador, noto que su madre tuvo el detalle de dejarlo completamente lleno, así que ella rápidamente comenzó a elaborar un rico desayuno.
Justo estaba terminando cuando la voz de Eduardo se escucho a sus espaldas, -mmm que es lo que huele tan rico- mientras que sus manos rodeaban la cintura de ella y pegaba su cuerpo al de ella, quien sintió estremecerse por completo, “hola dormilón, buenos días, veo que ya te levantaste”, -si y no tienes idea del hambre que tengo, oye eso se ve bastante rico-, “si amor, lo estoy preparando especialmente para ti”, -mmm pues se ve que me encantara, al igual que lo hiciste tu-, ella se sonrojo un poco al escuchar la ultima frase, pero de igual forma se sintió mas que feliz.
-Te falta mucho linda-, “no, esto ya casi esta, bueno solo me falta terminar el jugo y ya casi esta el café, yo creo que en cinco minutos estará todo listo”, -perfecto linda, el tiempo justo para subir a darme un baño, no tardo y te prometo que ni la mesa abras puesto cuando yo baje-, ella le sonrió y le dijo que estaba bien, luego sintió un beso en su mejilla y como las manos de el soltaban sus cintura, así que al voltear su rostro, pudo verlo salir de la cocina, así que rápidamente siguió preparando el almuerzo.
Y en efecto, aun no terminaba de poner la mesa, cuando Eduardo bajo a la cocina, -ya vez bonita, te dije que bajaría rápido-, el volteo a mirarlo y aun se notaba su cabello bastante mojado, solo tenia puesta una playera y una bermuda y sus tenis, termino de ayudarle a poner la mesa y luego los dos se sentaron en la mesa que estaba ahí en la cocina.
Comenzaron a almorzar, solo que ninguno de los dos decía palabra alguna, hasta que por fin, alguien pronuncio una palabra y ese fue el, -desde cuando- y seguía comiendo, “desde cuando que”, contesto ella, -si desde cuando es que estas enamorada de mi, desde cuando te atraigo como hombre, desde cuando planeaste estar íntimamente conmigo-, ella trago lo que tenia en la boca, dio un sorbo a su jugo y dijo sin pensar, “desde siempre, desde el primer día que te vi, desde el primer día que supe que existías, desde entonces es que me gustas, desde entonces es que te amo, desde entonces es que había soñado estar contigo”, -vamos que cuando te conocí eras una niña, no puedo creer que desde entonces planearas un encuentro sexual conmigo-.
“Bueno, tal vez no pensaba en sexo, pero si me encantabas y creeme que desde entonces comencé a enamorarme de ti, pensé que con el tiempo eso pasaría, pero no fue así, por el contrario, cada día te metías mucho mas en mi corazón y en mis pensamientos, no sabes cuanto sufrí el día que te casaste con mi prima, intente arrancarte de mi corazón, pero jamás lo logre, solo entendí que no eras para mi y me propuse tratar de olvidarte, pero solo conseguí un cierto conformismo, decidí seguir con mi vida y aprender a vivir sin tenerte”, -eso suena un tanto trágico no te parece, y entonces desde cuando fue que decidiste a entregarme tu virginidad, yo pensé que con tu novio Roberto ya la habías perdido-.
“No, con el jamás eh tenido intimidad, y debo admitir que tampoco planeaba que tu fueras mi primer hombre, lo soñé si, pero no lo planee, hasta hace un tiempo, cuando comencé a notar que me mirabas diferente, y sobre todo, cuando hicieron los planes del viaje y que sabia que estaría dos semanas contigo a solas, desde ahí comencé a soñar y hasta planearlo, y te soy sincera, no pensé que fuera a realizarse y mucho menos, el primer día que estuviéramos solos, yo planeaba provocarte en estos días, pero no me pude contener mas y creo que eso tu lo viste, pero ahora dime, en verdad te gusto, desde cuando te fijaste en mi”.
-Cuando te conocí te me hiciste una niña bonita pero nada mas, con el tiempo aprendí a quererte como la prima de Sofia, note como poco a poco crecías y te convertías en una linda señorita, pero aun así no despertabas otro sentimiento diferente al que te comente, pero el día que te vi casi desnuda, ese día algo en mi despertó, algo que me indico que ya eras una mujer, una hermosa mujer y aunque no me lo propuse, poco a poco me fuiste gustando, debo admitir que en alguna ocasión imagine tenerte entre mis brazos, pero no paso de eso, de imaginar solamente, pero al notar como comenzabas a provocarme, a coquetear mas, fue cuando me di cuenta que podía llegar a mas contigo, pero trate de ser prudente, en varias ocasiones tuve que contenerme las ganas de tirarme sobre ti, fue un esfuerzo sobre humano-.
“Bueno, y ahora que ya sucedió esto, que piensas”, -nada, no pienso nada, solo planeo pasarla bien y aprovechar al máximo estas dos semanas, debo serte sincero, no puedo ofrecerte mas y eso tu lo sabes-, “si, lo se pero aun así no por eso dejare de soñar con que algún día seas solo mío y nada mas”, -eso es difícil y lo sabes bien-, “si pero ese es mi sueño y podré vivir con el”, -ok eso te lo dejo a ti, pero pues veamos que sucede en este tiempo te parece bien, disfrutemos lo que la vida nos puso enfrente y ya después veremos que sucede-, “si amor, me parece bien, lo único que importa es que por estas dos semanas serás mío, solo mío”.
Eduardo sonrió y se dispuso a terminar su almuerzo y en cuanto termino, ella le pregunto, “tienes planes para hoy”, el con una sonrisa en su cara le dijo, -si hacerte el amor de nuevo, pero eso será en la noche, porque tengo que salir para arreglar unos asuntos, regresare en la tarde y tu-, ella sonrió y se sonrojo al escuchar la primer frase de el, y luego respondió, “bueno yo también tengo planeado eso jeje, pero aparte de todo pues tengo algo de tarea por hacer y bueno es que Roberto me dijo que vendría a verme, pero si quieres le digo que no venga”, -no te preocupes, que venga a verte si quieres, como te dije tengo cosas que hacer así que no hay problema alguno-, “ok esta bien pero y quieres que prepare algo de comer o que hago”, -pues solo para que comas tu, yo comeré en la calle, así que no te preocupes-, y una vez que termino esto, recogió su plato y luego salio de la cocina para ir a cambiarse, mientras que ella se puso a lavar los trastes.
Justo había terminado de lavarlos cuando de nuevo Eduardo apareció, ya se había cambiado, no estaba vestido nada formal, solo unos pantalones de mezclilla, una playera y unos tenis, -bueno linda, nos vemos en la tarde-, se acerco a ella, la tomo de la cintura y la acerco para darle un largo beso en la boca, luego dio la vuelta y salio al patio, saco su auto y se fue de ahí, mientras que Adriana, se dispuso a arreglarse un poco.
Ya eran las seis de la tarde cuando Eduardo regreso a casa, al entrar se encontró con Adriana y Roberto, ambos sentados en la sala, en la mesa de centro una caja de pizza con dos rebanadas, una botella de refresco, dos vasos y en la tv una película, la cual era reproducida por el dvd, -buenas tardes-, saludo Eduardo a Roberto, mientras que ella lo miraba y le regalaba una dulce sonrisa, -que están viendo-, Roberto de inmediato contesto, -es la película de los X-Men, es que me gustan mucho aunque a ella no tanto-, Eduardo se sentaba en otro sillón y miraba la película que tenían puesta.
“Ya comiste”, le pregunto Adriana, -si, comí en la calle-, “no quieres pizza”, -no gracias, voy a subir a mi cuarto, quiero ver un juego de fútbol-, se puso de pie y paso frente a ellos para después comenzar a subir las escaleras, entro a su cuarto, prendió la tele y se acostó en la cama para disfrutar del juego que era transmitido, y como a los cinco minutos apareció Adriana, “hola amor que estas viendo”, el la miro y noto que había subido sola, así como la vio acercarse a el, apoyo una rodilla sobre la cama y agacho su cabeza hasta que sus labios se postraron sobre los de el, quien acepto el beso, el cual fue un poco corto y luego la escucho decir, “amor estas listo para cuando Roberto se vaya”, -si claro que si, pero hasta que hora se ira-, “si tu me lo pides ahora mismo”, el sonrió y le dijo que no había problema, que lo dejara una hora mas y que en cuanto terminara el juego lo despidiera.
Ella le sonrió, le dio otro beso y se levanto de la cama, “si amor, en cuanto termine el juego que estas viendo le pediré que se vaya”, luego dio la vuelta y salio del cuarto para bajar de nuevo a la sala.
Termino el juego y fue cuando Eduardo apago la tele y bajo a la sala, ella al verlo supo que ya era la hora, así que fue cuando le dijo a Roberto, “bueno pues creo que ya es hora de que te vayas, tengo que estudiar y terminar mi tarea como te lo había comentado”, -pero puedo ayudarte si quieres- contesto Roberto, “no, tu sabes que eso no es posible y ya te lo había dicho, así que por favor es hora de que te marches”, -esta bien pero crees que pueda venir el día de mañana-, “no lo creo, pienso estudiar gran parte de la noche y mañana me levantare muy tarde y luego pienso seguir estudiando y terminando mi trabajo”, -esta bien, entonces mañana te llamo por teléfono-, “si esta bien”.
Así que se puso de pie y se encamino a la salida, ella lo acompañaba y Eduardo se sentaba en la sala, apenas un minuto después ella regreso, “listo amor ya se fue y ahora si estamos solos de nuevo”, sentándose al mismo tiempo al lado de Eduardo, quien la abrazo y la atrajo hacia el, besando su boca de forma cachonda y sugerente, ella indudablemente correspondió el beso de la misma forma, mientras que sentía como las manos de el recorrían sus piernas y luego se postraban en sus nalgas, sobre su ajustado pantalón de mezclilla.
Ella de inmediato paso sus manos y comenzó a acariciar la cabeza de el, mientras lo jalaba hacia ella, quien se acostaba en el sillón, subía sus piernas y las abría para que el se acomodara entre ellas, lo cual hizo que el quitara las manos de sus nalgas y las pasara al frente y comenzara a acariciar sus senos por sobre la playera que ella tenia, mientras que su ya firme verga, marcaba se abultaba bajo el pantalón y se lo restregaba de forma deliciosa en un rítmico movimiento de cadera.
“Vamos amor, vamos a mi cuarto o al tuyo, donde quieras pero hazme tuya ya por favor, te necesito”, pero el detuvo un poco los movimientos de su cadera al tiempo que con sus manos acariciaba ahora la cara y frente de Adriana, -espera linda que te eh traído un regalo-, y tras decir esto se incorporo y se puso de pie, ante la mirada de incógnita que ella lanzaba, “pero amor que es lo que pasa”, -dije que esperes que te tengo una sorpresa, pero esta en el auto, no podía bajarla antes porque Roberto estaba aquí, deja voy por ella y sirve que de una vez meto el auto, espera unos minutos-.
Al terminar de decir esto salio rápidamente de la sala al patio, abrió el zaguán y luego metió su auto, cerro el zaguán y de la cajuela saco una bolsa, entro a la casa y en la sala lo esperaba un tanto expectante Adriana, el al verla le estiro la mano y le dio la bolsa que traía con el, “y esto que es amor”, -el regalo que te dije-, ella tomo la bolsa y la abrió, comenzando a sacar el contenido, “pero amor que es esto”, -acaso no ves o sabes lo que es-, mientras que en la mano de ella se encontraban algunas prendas intimas.
Así es, le regalo tres diferentes coordinados de ropa interior, uno consistía en un brasier blanco con listones rosas, haciendo juego a esto una diminuta tanga del mismo color y con adornos iguales al del brasier, además de unas medias con unos coquetos moños blancos a la altura del resorte de silicón, luego saco un coordinado de brasier y tanga negras y de igual forma sus medias del mismo color y para rematar, un baby doll de color rojo, el cual era de encaje a la altura de los senos, con caída holgada y hasta la cintura, una diminuta tanga del mismo color y medias de red también de color rojo.
“Oye y todo esto me lo compraste a mi”, -si claro o a quien mas creías-,”no bueno es que mmm están preciosos gracias, y me imagino que querrás que esto lo utilice cuando estemos juntos”, -acaso crees que son para que los guardes en tu cajón, no verdad, pues mira a mi me encanta ver a una mujer con lencería, no tienes idea de lo caliente que me pone y hoy que fui al centro, pase por una tienda de lencería, el primer modelito que vi fue el blanco y de inmediato lo imagine en tu cuerpo, si hubieras visto la erección que en ese momento tuve, así que no pude entrar en ese momento a la tienda, imagina un hombre comprando lencería y con la verga dura, me hubieran echado a patadas, así que tuve que dar una vuelta para tranquilizarme un poco, concentrarme y luego regrese a comprar, ya dentro vi el rojo y luego el negro, así que sin mas, los compre para ti, pero para disfrutarlos yo-.
“Eres un amor, me encantaron y hoy mismo estrenare uno”, -ese es el objetivo de esto-, “y cual te gustaría verme primero”, -eso te lo dejo a ti, sorpréndeme-, “esta bien amor, ya pensare cual ponerme”, justo en ese momento dejaba lo regalado dentro de la bolsa y luego esta en el sillón, se puso de pie y se acerco a el, para abrazarlo y besarlo de forma por demás cachonda, mientras restregaba su cuerpo al de el, -anda linda, ve a darte un baño, luego sigo yo-, ella le sonrió, camino al sillón y tomo la bolsa, luego dio la vuelta y comenzó a caminar hacia las escaleras, justo en ese momento sintió una leve nalgada, “plaf”, ella volteo y con una sonrisa en la cara, Eduardo la despedía, ella le sonrió y siguió su camino hacia su cuarto.
En donde al entrar puso sobre la cama las tres diferentes opciones de lencería que tenia para ponerse esa noche, “bueno pues si el primero que vio fue el blanco, ese será el que me ponga”, tomo una toalla y entro al baño, donde dejo recorrer el agua por todo su cuerpo, pero había algo, se sentía extraña, tenia esa deliciosa sensación que todos llegamos a tener, cuando sabemos que algo sucederá, cuando sentimos esas mariposillas en el estomago, esos nervios previos a una cita, o a algo importante.
Después de terminar su baño y lavar perfectamente bien cada parte y rincon de su cuerpo, salio del baño enredada en una toalla y entro a su cuarto, comenzó a secarse y justo en ese momento Eduardo entro al cuarto, -muy bien, veo que ya terminaste, ahora yo me daré un baño-, así que fue a su cuarto, tomo un bóxer, una toalla y se metió al baño, mientras que Adriana con muchos nervios, comenzaba por ponerse la tanga blanca, la cual una vez que estuvo puesta, se puso frente al espejo de su cómoda y dándose vueltas y viendo cada parte de ella, pudo ver que realmente le quedaba perfecta, y también pudo notar como sus nalgas sobresalían de forma deliciosa con la pequeña prenda.
Luego tomo el brasier, lo coloco y abrocho, luego las medias, las cuales una a una fueron puestas de forma sutil en sus hermosas piernas, y una vez que termino, de nuevo se miro al espejo y pudo ver que realmente el conjunto como tal, le quedaba realmente espectacular, “por dios pero que bien me veo con esto”, y así mientras seguía admirándose en el espejo, comenzó a cepillar su cabello, luego recordó que entre sus múltiples zapatos, tenia unos de tacón no muy alto pero eran de color blanco.
Así que rápidamente los busco y una vez que los encontró se los puso, luego termino de maquillarse y justo en ese momento aparecía Eduardo, solo con un bóxer de color blanco, y en cuanto la vio le dijo, -caray se te mucho mejor de lo que me había imaginado, realmente te vez divina-, ella volteo y de forma coqueta le dijo, “te parece”, -pero por supuesto, si no me crees voltea a ver el bulto que se me ah formado en el bóxer, de solo verte se me ah parado la verga-, ella se extraño un poco con la expresión pues la noche anterior el había sido demasiado tierno y jamás utilizo alguna palabra obscena y ahora se refería como su verga y eso la saco un poco de onda, aunque tampoco pudo negar sentir cierta excitación por la forma de hablar que ahora ocupaba Eduardo.
Luego el siguió su camino mientras seguía secando su cabello siguió su camino a su cuarto, ella se quedo parada sin saber que seguía, ya estaba vestida como el le había dicho, pero ahora que, así que se sentó en su cama a la espera de ver que seguía, aunque ella ardía por ir a su cuarto y comerlo a besos para después el le hiciera el amor, por eso sentía una incertidumbre, hasta que después de cinco minutos escucho su voz la cual le llamaba, “ah por fin me habla”, se levanto de la cama y camino al cuarto de el, “dime amor”, decía mientras entraba y lo miraba recostado en su cama.
-Ven linda acércate-, ella obedeció y en silencio se acerco a donde el le señalaba que era justo al lado de la cama y de donde el se encontraba acostado eh intento subir a la cama, -no espera, quédate ahí parada- ella obedeció, el se sentó sobre la cama y luego le dijo, -bien linda quiero que te des una vuelta pero muy lenta me entendiste-, ella hizo lo ordenado, dando una vuelta en su propio eje y de forma muy lenta mientras que el la admiraba de arriba hacia abajo y cuando termino de dar la vuelta el le ordeno que ahora diera media vuelta y le diera la espalda, lo cual hizo de inmediato, -caray linda, de verdad que tienes un culo espectacular, y esta pidiendo a gritos ser atendido y creeme que esta noche, recibirá una atención especial, terminara tan agradecido que volverá a pedir mi atención, ya lo veras-.
“Culo, porque culo espectacular, y de que atención especial hablara”, pensaba ella sin saber aun el porque de las palabras, -ya puedes darte vuelta y quiero que me digas que es lo que quieres de mi-, “como, no entendí”, -quiero que me digas que es lo que quieres que haga yo con todo este hermoso cuerpo-, “pues yo, quiero y necesito que me hagas el amor como ayer en la noche”, -ok, solo que hoy será diferente-, “pero como que diferente”, -vamos ya lo averiguaras-.
Justo acabo de decir esto el se puso de pie al lado de ella, paso sus manos sobre la cintura de Adriana y la atrajo hacia el, pegando su boca a la de ella, solo que ahora no era un beso suave y dulce, ahora el metía su lengua por completo en la boca de ella, quien se desconcertó al principio, pero su cuerpo comenzó a reaccionar de inmediato y ese desconcierto se transformo en una placentera y excitante sensación.
Luego mientras que el la seguía besando, bajo sus manos hasta sus nalgas y luego de acariciarlas un poco, las estrujo entre sus manos, y sin entender porque, Adriana dejo escapar un suspiro, había sentido una placentera pero extraña sensación, así que ahora respondía con cachondes a los besos que el le daba y de igual forma metía su lengua en la boca de el, quien al mismo tiempo restregaba lo abultado de su bóxer sobre la tela que cubría la vagina de Adriana.
Después de unos minutos, el separo su boca de la de ella, quien sentía como un delicioso calorcillo se apoderaba de su entrepierna, -muy bien linda ahora voy a querer que me chupes la verga, que me regales una deliciosa mamada con esa linda boquita que tienes-, “pero no entendí, este quieres que te haga sexo oral, es que yo nunca, no se y”, -tranquila bonita, esto es parte de, así que hoy vas a aprender a mamar una verga, o a hacer sexo oral como tu dices-.
Inmediatamente Eduardo comenzó a quitarse el bóxer, el cual aventó a un costado de su cama, mostrando su firme y dura verga, -ven linda, ahora quiero que te hinques frente a mi-, “pero es que yo nunca y no se y es que”, -vamos haz lo que te digo, yo te mostrare la forma de hacerlo-, ella obedeció y se coloco de rodillas frente a el, quedando la gran verga frente a su cara, -muy bien linda ahora con una mano, la derecha o izquierda me da igual, con la que te acomodes mas, vas a tomar mi verga pero desde donde comienza y luego vez esto que parece cabeza, pues es el glande y este quiero que primero le pases la lengua suavemente por toda su circunferencia me entendiste-, ella movió su cabeza de forma afirmativa y entonces coloco su mano derecha en la parte indicada, miro la cabeza roja y como de la punta salía una gota clara y transparente.
Abrió su boca y saco su lengua, la cual comenzó a pasar su húmeda lengua por toda la circunferencia del glande, -así linda muy bien, vas muy bien-, le decía alentándola a seguir, hasta que unos instantes después le dijo, -ahora con tu lengua quiero que recorras hacia abajo, cada centímetro de mi tronco y hasta que llegues a mis huevos, los cuales lamerás y chuparas suavemente-, ella de inmediato hizo lo que el le decía, era raro, pero esto la estaba excitando y hasta gustando, así que con su lengua recorrió todo el tronco de la firme verga y luego lamió y chupo deliciosamente los huevos de Eduardo.
-Oh linda que bien lo haces, sigue así, muy bien, ahora quiero que subas de igual forma y vuelvas a lamerme el glande-, ella de inmediato obedeció y ahora lamía el glande, -ahora linda vas a meterlo en tu boca lo mas que puedas, ten cuidado solo utiliza los labios y no los dientes, con tu lengua tendrás que acariciar mi verga cuando la tengas dentro por la parte de abajo, me entendiste-, ella dejo de lamer el glande y lo miro con extrañeza, dando a entender que no había entendido, -vamos pues haber dame la mano que tienes desocupada-, ella le dio la mano izquierda, el la tomo y cerro los dedos con excepción del dedo medio, -intenta seguir lo que yo haré con tu dedo-, así que el lo metió en su boca y ella comenzó a intentar repetir lo que el hacia con su dedo.
Realmente no tardo nada en que Adriana le tomo sabor y forma a lo que Eduardo le enseñaba, pues después de algunos minutos, ya lo hacia ella sola, sin que el le dijera como, así que el soltó su mano y ahora coloco sus manos sobre la cabeza de ella, -oh linda muy bien, que linda alumna eres, que bien aprendiste mmm que rica boquita tienes-.
Adriana seguía mamando y de una forma deliciosa, si bien no era la mejor mamada que en su vida había recibido el, si la estaba disfrutando al máximo, pues ella alternaba la forma de hacerlo, pues metía todo lo que podía la verga en su boca, luego la sacaba y con la lengua recorría el glande, luego bajaba y chupaba los huevos y luego volvía a meterla en su boca, no solo el lo estaba disfrutando, si no que ahora Adriana le tomaba sabor y lo estaba disfrutando mucho.
Después de unos minutos el la detuvo, -espera linda-, y una vez que ella saco la verga de su boca, el la incorporo y le dijo que esperara, luego el se acostó en la cama y le explico como tenia que colocarse, pues el quería hacer un delicioso 69, ella quiso quitarse sus prendas pero el le dijo que no, que se las dejara, así que se coloco en la forma que el le había dicho, puso sus piernas a los costados de la cabeza de el y su cara frente a su verga, -ahora sigue mamando linda como lo estabas haciendo-, así que rápidamente tomo la verga con una mano y de nuevo la introdujo en su boca para continuar con la mamada interrumpida.
Y estaba mas que entretenida, chupando y mamando cundo sintió como el pequeño pedazo de tela que cubría su vagina se hacia a un lado y luego la calidez y humedad de una lengua comenzó a recorrer toda su intimidad, ella dejo de mamar para lanzar un gemido de satisfacción y luego retomo el ritmo y siguió mamando el palo de Eduardo, quien se aboco en darle un inmenso placer a Adriana con su lengua y labios, mientras que ella sentía como de su intimidad, comenzaba a fluir algunos jugos, así como comenzar a desprender un penetrante calor..
Era una escena muy caliente, así era también como Adriana se sentía en esos momentos, jamás se imagino tener un pene en la boca y mucho menos que al mismo tiempo, una lengua hurgara y le diera tanta satisfacción vía vaginal, sintiendo como la temperatura de su cuerpo se elevaba cada vez mas y mas, al grado que cuando sintió que el placer era mas grande, saco el trozo que tenia en la boca y comenzó a gemir de forma por demás deliciosa.
Hasta que por fin estallo en el primer orgasmo de la noche, llenando de con sus fluidos la cara y boca de Eduardo, quien gustoso tomo el néctar obsequiado, y una vez que termino de probar los néctares de ella, le dijo, -caray linda no cabe duda que sabes delicioso, y ese calor que emana tu vagina, es muy sugerente e invita a ser penetrada-.
Adriana aun seguía gimiendo por el orgasmo alcanzado, había olvidado por completo la verga de el, aunque en ningún momento la soltó de su mano, y una vez que sintió recuperar el aliento del orgasmo, volvió a meter la verga en su boca, y estaba por demás tan excitada, que ahora ya no parecía una novata, pareciera que tenia años mamando vergas, -pero que bien lo haces linda, ohhh realmente aprendiste muy bien, que buena mamada me estas dando ahhh, pero ya es hora que la dejes, pero solo será por un rato, solo por un rato, te prometo que después volverás a hacerlo.
Así que ella dejo la verga de Eduardo, pensando en que ahora era el turno de sentir a su amado dentro de ella, “si amor, ven que te necesito en mis brazos, ven a hacerme el amor, te necesito”, dijo ella al tiempo que se recostaba boca arriba en la cama y abría ligeramente sus piernas.
Por su parte, Eduardo la miro y con una sonrisa burlona le dijo, -no linda, recuerda que hoy quiero cogerte y eso haré, pero prometo que lo gozaras como una linda putita, porque eso serás hoy para mi, entendiste-, Adriana se sintió extraña pero excitada al escuchar que la habian llamado “putita”, aparte que para su sorpresa, el no se acomodo entre sus piernas para penetrarla, si no que se acomodo para que su cara quedara frente a su vagina, haciendo que ella abriera mas las piernas de nuevo volvió a hacer a un lado la suave tela de su tanga, y entonces sin mas, volvió a pegar su boca en la calida vagina de Adriana.
Y ella aunque no era lo que esperaba, al sentir la suave y calida lengua de Eduardo, no pudo mas que cerrar sus ojos y comenzar a gemir al tiempo que un dedo se escabullía por su intimidad, pues el comenzó a meter lentamente su dedo medio y una vez que estuvo dentro, fuera de meterlo y sacarlo, presionaba hacia arriba suavemente hasta encontrar el punto donde Adriana lanzo un fuerte gemido, así que fue donde dejo su dedo mientras seguía oprimiendo y pegaba su lengua en el dulce botoncito llamado clítoris, esto provoco que ahora ella gimiera mas fuerte, sintiendo un placer inmenso, “ahhh amor que delicia ahhh me estas volviendo loca de placer, ahhh sigue así, sigue así que no tardare en alcanzar otro orgasmo, siii, ahhh que delicia, que delicia”, y se retorcía de placer, de gusto, estaba completamente excitada, tanto que no pensó dos veces lo que dijo, “así amor sigue así, ahhh dale placer a tu putita, así como lo estas haciendo”, si, ella misma se había dicho putita, y con esto entraba por completo al juego de Eduardo.
Quien no pudo evitar sonreír un poco al escucharla decir esa palabra, y fue cuando comenzó a mover de forma más rápida su lengua, con su dedo ahora presionaba mas rápido y fuerte, haciendo que Adriana se retorciera de placer y gimiera mas fuerte, hasta que entre gemidos estallo en otro orgasmo, “ahhh siiiii ahhh que placer ahhh”, sintiendo como su dedo y parte de su mano eran completamente mojados por los jugos expulsados al llegar al orgasmo, su lengua comenzó a moverse mas lento y suave, mientras el cuerpo de Adriana se convulsionaba de gusto.
Dejo de presionar con su dedo, el cual lentamente fue sacando, su lengua dejo de acariciar el clítoris y entonces el acerco su dedo aun goteando hasta la cara de ella, -vamos linda putita, prueba los delicioso jugos que acabas de expulsar-, ella estaba mas que caliente, por lo cual ni objeción puso y de inmediato abrió su boca, recibiendo el dedo y chapándolo con glotonería, -así putita, así pruébate a ti misma-, y no saco su dedo hasta que este quedo completamente limpio de sus jugos, -muy bien linda, ahora si ah llegado la hora de que recibas la verga que tanto me has pedido-.
Adriana estaba que brincaba del gusto, “si amor si, quiero tenerte dentro, quiero sentir dentro de mi ese gran pedazo de verga que tanto gusto me dio ayer”, así que el rápidamente le abrió bien las piernas, colocándose de rodillas entre ellas, aun no le había quitado la tanga, esta seguía de lado, dejando libre la vagina de Adriana, así que Eduardo tomo su verga y con ella dio leves golpecitos en el clítoris que se mostraba completamente hinchado y endurecido, luego con su mano se ayudo para recorrer toda la húmeda vagina y después apunto directamente en la entrada de su intimidad y de un solo jalón la metió por completo, hasta que nada quedo fuera, hasta que sus huevos chocaron con las nalgas de ella, quien al sentirse penetrada, agarro con fuerza las sabanas y dejo escapar un sugerente gemido.
Eduardo con sus manos tomo las piernas de ella y comenzó a mover su cadera, entrando y saliendo de forma lenta pero cada vez que salía, sacaba su verga casi por completo, solo dejaba la cabeza dentro de la vagina y luego empujaba hasta que entraba de nuevo completa, esto arrancaba suspiros y gemidos de Adriana, quien con los ojos cerrados disfrutaba lo que Eduardo le hacia, -estas lista linda, porque ahora te voy a dar una cogida que jamás olvidaras-, “si amor, cogeme como tu quieras, hoy y siempre seré tu putita, este cuerpo será tuyo por siempre”.
Eduardo no espero más y comenzó a moverse con fuerza, penetrándola con rapidez y fuerza, mientras que ella gemía y bramaba con total calentura, estaba gozándolo como loca, y el comenzó a hablarle con algunas palabras obscenas, le decía que era una linda putita y que la llenaría de verga hasta saciarse, y aunque para ella era algo completamente nuevo y diferente, que aunque jamás fue una mujer que dijera groserías o que le gustara que le dijeran alguna, estas palabras muy a su pesar, le estaban gustando tanto y le hacían excitar mucho mas, que las recibía gustosa.
-Oh pero que rico aprietas putita, me vas a exprimir la verga con esta vagina tan apretada, ya me imagino como apretaras ahora que te rompa el culito-, ella abrió los ojos con total sorpresa, mirándolo con cierta incertidumbre, -si linda, hoy mismo te voy a romper ese culito, así que no te sorprendas y cuando sea su momento, conocerás un placer diferente, dolorosamente placentero, por que me trae loco ese gran trasero que tienes, y sobre todo ese culito que guardas tus deliciosas nalgas-, ante estas palabras ella sintió algo de miedo, pero aun muy a su pesar y temor, le excitaba lo que Eduardo le decía.
De pronto y después de varios minutos, Eduardo se detuvo, la libero del brasier dejando sus tetas libres, pero dejándola con la tanga y las medias, y ahora la coloco en otra posición, la coloco de lado y el detrás de ella, con una mano le levanto una pierna y luego apunto de nuevo y la penetro por completo, su pecho lo tenia pegado a la espalda de ella, se movía con fuerza, su boca comenzó a darle pequeños mordiscos a sus orejas y al tiempo le seguía diciendo obscenidades al oído, lo cual provocaba mayor excitación en Adriana, quien no pudo evitar llegar a otro orgasmo, pero el fuera de dejar de moverse, comenzó a penetrarla con mayor velocidad y fuerza.
Ella gritaba y gemía su orgasmo y al mismo tiempo gritaba del placer que estaba sintiendo ante los fuertes y rápidos embates de Eduardo, quien seguía penetrándola con fuerza al tiempo que le decía miles de obscenidades, pues notaba que esto causaba tal efecto en ella, que la prendía mucho mas, hasta que después de varios minutos y un orgasmo mas por parte de Adriana, Eduardo le dijo, -ohh mi linda putita, estas logrando hacerme llegar, estoy por explotar, pero quiero hacerlo en tu boca, ya probaste el sabor de mi verga y ahora quiero que pruebes el sabor de mi leche-, “ahhh no amor, ahhh eso no”, -claro que si, recuerda que hoy eres mi putita y como tal te tragaras toda mi leche, me entendiste-.
Era tanto el placer que en ese momento ella estaba sintiendo, que sin pensar con cordura y ante tanta excitación, termino diciendo, “ahhh esta bien amor, soy tu putita y haz de mi lo que mas te plazca ahhh, y si quieres llenarme la boca de leche, con gusto la recibiré y tragare, ahhh te amo tanto y es tan inmenso el placer ahhh que no puedo negarte nada ahhh”, esto arranco una sonrisa triunfal en Eduardo, quien sintió que ya no podía mas, así que rápidamente saco su verga, chorreando de los jugos que Adriana había expulsado.
Se puso de pie sobre la cama y rápidamente le ordeno que se arrodillara frente a el, lo cual obedeció ella de inmediato, -ahora abre bien tu boca, lo mas que puedas- y ella de inmediato hizo lo que le mandaron, el al mirar la linda carita de Adriana y además de la boca completamente abierta y esperando a recibir lo prometido, no pudo evitar decirle, -que linda te vez así, con una adorable carita de hermosa putita-, y entonces entre los jalones que el con su mano le daba a su verga, al sentir que ya no podía mas, coloco la cabeza de su verga en el labio inferior y sin mas, entre gemidos estallo en su orgasmo, llenando e inundando la boca de Adriana de blanco, espeso y caliente esperma.
Adriana sintió los chorros y chorros de esperma postrarse dentro de su boca, no pudo evitar sentir una sensación de querer vomitar, pero el al darse cuenta de esto, rápidamente le ordeno que tragara hasta la ultima gota, Adriana cerro los ojos y dándose valor, trago por completo el contenido de su boca, pero cual fue su sorpresa, que el sabor aunque fuerte y algo penetrante, no había sido de desagrado para su paladar, por el contrario, sintió un delicioso gusto además de que al sentir pasar el esperma por su garganta, su cuerpo reacciono con cierta excitación por haber echo esto.
Y tanto fue el gusto que sintió y tanta era su calentura, que con su mano tomo la verga de Eduardo y la metió en su boca, dándole una suculenta mamada y haciendo que saliera hasta la ultima gota de esperma, esto lo noto el por lo cual le dijo, -ahhh si putita, que bien me limpias la verga, no dejes ni una sola gota de leche, extrae hasta la ultima que quede, ahhh se nota que te gusto verdad, se nota que te gusto tragar mi leche, ahhh que deliciosa putita eres-.
Y ella no paro hasta que salio la ultima gota, -te gusto eh-, “si, la verdad amor es que me gusto y mucho”, el ya no le dijo nada, solo se recostó en la cama, la abrazo y le dio un grande y delicioso beso, el cual fue correspondido inmediatamente por ella, solo fue un par de minutos lo que duro ese beso, hasta que ella rompió el contacto de las bocas y de forma un tanto asustada le dijo a Eduardo, “de verdad quieres cogerme por mi anito”, -si linda, claro que si-, “pero no me va a doler”, -si, te va a doler un poco, pero prometo hacerlo lento y suave y si te dolerá al principio, pero una vez que el dolor pase, entonces conocerás un placer diferente y te va a gustar tanto que puedo apostar que en las próximas seciones, me pediras que te vuelva a coger el culito, ya lo veras.
Ella lo miro y le dijo, “si amor, solo te voy a pedir que si siento mucho dolor y te pido que pares, lo hagas y no me forces”, -esta bien linda, pero una vez que te acostumbres, dudo mucho que me pidas que me salga de ti, y dicho esto el comenzó a besarla de forma muy apasionada, con sus manos acariciaba sus piernas y brazos, mientras que ella con sus manos acariciaba su cabeza y cabello.
Después de algunos minutos el separo su boca y le dijo, -ahora si linda, ah llegado el momento de que te rompa ese hermoso culito-, “si amor, haz de mi anito lo que mas te plazca, pero solo con cuidado por favor”, así que el le dio un ultimo beso en la boca, luego se arrodillo en la cama y le ordeno que se pusiera en posición de cuatro, lo cual obedeció de inmediato, el se coloco detrás de ella y no pudo dejar de admirar tan hermoso trasero, -no tienes idea de cómo me encanta este trasero, estas redondas y firmes nalgas me han trastornado y por eso es que muero por romperte este hermoso culito-.
Mientras decía esto, pasaba sus manos por todo el trasero, sintiendo la suavidad de este, su verga que había perdido su firmeza después de haber eyaculado, comenzó a responder un poco ante la hermosa vista que el tenia a su alcancé, con las manos le hizo a un lado el hilo de la tanga, agacho su cabeza, con las manos abrió las nalgas y ante sus ojos apareció un arrugadito, rosita y cerrado anito, -oh linda pero que hermoso anito tienes-, luego sin mas, saco su lengua y la postro en el, y comenzó a acariciarlo por todo alrededor de tan llamativo anito.
Adriana al sentir estas caricias suspiro profundamente, era algo delicioso para ella, sentir como la lengua de Eduardo era pasada una y otra vez alrededor del anito, le arrancaba deliciosas sensaciones, así como profundos suspiros, pero de pronto sintió algo que la hizo gemir, pues la lengua de el comenzaba a abrirse paso y a entrar poco a poco en su anito, haciendo que su cuerpo vibrara ante tal acción, “oh cariño que rico se siente lo que me estas haciendo”, decía ella mientras su piel se ponía chinita ante la nueva sensación, pero realmente le estaba gustando horrores.
Luego sintió como mientras esa lengua se abría cada vez mas paso entre su anito, un dedo le penetro la húmeda vagina, lo cual le arranco un suspiro mas, sentía el calor que la boca de Eduardo desprendía, y como cada vez su anito era perfectamente lubricado, y fue cuando sintió como el dedo invasor, salía de su vagina, este salio chorreando por los jugos que ella desprendía y de pronto, sintió como el dedo que segundos antes profanaban su vagina, ahora lentamente se iba incrustando dentro de su anito, era una sensación diferente, pero muy placentera, el dedo estaba completamente dentro y aun no había sentido nada de dolor.
Si era extraño, eso no lo podía negar, pero como Eduardo una vez que lo metió por completo, lo dejo quieto, sin moverlo, por lo cual ella misma sintió como su esfínter se iba acostumbrando al dedo invasor, pero mientras este estaba quieto e inmóvil, sintió como ahora la lengua que hasta hace unos instantes le daban caricias y penetraba su anito, ahora esta recorría toda la circunferencia de sus nalgas, y luego recorrió hacia abajo y se postro sobre su vagina.
“Oh amor que me haces, que delicia ahhh”, alcanzo a decir ella, para después comenzar a gemir pues la lengua recorría su calida vagina, mientras que ahora el dedo que se encontraba en su anito comenzaba a moverse, saliendo y entrando suavemente, aunque poco a poco se acrecentaba el ritmo, su cuerpo vibraba y se estremecía ante tales caricias y deliciosas penetraciones.
Su vagina chorreaba de lo caliente que se encontraba, de pronto la boca dejo de recorrer su vagina, el dedo que tenia dentro del culito salio y sintió otro dedo entrar en su vagina, pero solo unos instantes, lo suficiente para que saliera escurriendo de jugos y luego un silencio y de pronto, sintió como ahora algo volvía a penetrar su anito, pero ahora no era solo un dedo, eran dos, los cuales entraban suave y lentamente, ahora si sintió algo de dolor, pero era un dolor soportable hasta entonces, y de pronto ya tenia los dos dedos completamente dentro de ella.
De igual forma que antes, se quedaron inmóviles, de nuevo la lengua de Eduardo comenzaba a recorrer la vagina de ella y ahora los dos dedos comenzaban sus movimientos, entraban y salían suavemente, Adriana estaba loca de gusto, sentía un inmenso placer, y lo expresaba con gemidos, fuertes gemidos de placer y gusto.
Su anito se había acostumbrado perfectamente al segundo invasor, ahora los alojaba a la perfección, cosa que Eduardo noto y entonces volvió a ocurrir, la lengua dejo la vagina, los dos dedos suavemente salieron del heroico anito, y de nuevo otro dedo invadía la cada vez mas chorreante vagina, de igual forma solo fueron unos segundos, lo suficiente para que saliera perfectamente bien lubricado, y entonces las manos de Adriana se aferraron a la sabana, su anito se dilataba y ahora lentamente estaba alojando un tercer dedo, ahora si era mas fuerte el dolor, ahora no solo gemía de gusto, también gritaba de dolor.
Los dedos entraban lentamente milímetro a milímetro, pareciera que pasó una eternidad hasta que por fin, después de paciencia y tacto, los tres dedos estaban alojados dentro del anito, la boca de Eduardo daba ligeros mordiscos en las nalgas, la otra mano acariciaba la espalda y las nalgas de Adriana, quien respiraba profundamente, tratando de que su esfínter se acostumbrara lo mas pronto posible, y se relajo lo mas posible al grado que logro alojar por completo y sin tanta molestia los tres dedos.
Su excitación cada vez iba en mas aumento, su vagina chorreaba de lo caliente que se encontraba, y entonces los dedos comenzaron a moverse, lenta y suavemente, haciendo que el dolor fuera llevadero, poco a poco los dedos se movían con mayor facilidad, el dolor iba haciéndose cada vez menor, había logrado tranquilizarse tanto que por lo mismo lograba sentir mayor placer, esto lo noto Eduardo que con una sonrisa en la cara le dijo, -bien mi linda putita, ahora ya estas lista para alojar en este culito la verga que tanto te gusta-.
Así que ella sintió como lentamente los dedos salían, luego sintió como la verga entraba sin dificultad alguna en su vagina, mientras que Eduardo ponía saliva en uno de sus dedos y la esparcía en la entrada de su anito, solo dio algunas penetraciones, lo suficiente para sacarlo perfectamente bien lubricado, había llegado el momento, la gruesa cabeza se postro en la entrada del anito, y de pronto ella sintió un fuerte dolor, la cabeza había entrado por completo, “ahhhhhhhhhh”, exclamo Adriana.
-Tranquila linda, tranquila- le decía el mientras que una mano le volvía a acariciar la espalda, la verga no avanzaba ni un milímetro mas, estaba quieta y esperando a sentir la señal de poder continuar, fueron unos instantes que parecieron horas, cuando de pronto ella sintió que su ano se partiría en dos, el volvía a empujar y ahora metió la mitad de su gruesa verga, Adriana pegaba la cara a la cama, su boca lanzaba fuertes gemidos de dolor, su respiración era agitada, “me duele, me duele mucho”, dijo Adriana, pero el solo le decía que tenia que estar tranquila.
Adriana seguía apretando las sabanas pero poco a poco comenzó a respirar profundo y a tratar de tranquilizarse, al grado que su esfínter comenzó a acoplarse a la verga de Eduardo, quien al sentir que ya no sentía la misma resistencia, puso sus manos en la cintura de Adriana y de un solo tiron, metió lo que hacia falta, hasta que sus huevos chocaron con los labios vaginales.
“Ahhhh, me duele mucho ahhhh, me estas partiendo en dos, no aguanto el dolor ahhhh”, gritaba a todo pulmón, el cuarto se llenaba de gemidos y gritos de dolor, mientras que Eduardo con toda calma se quedaba quieto, sin moverse ni un solo milímetro, acariciando con sus manos las nalgas de ella, pasaban los segundos, ella poco a poco recobraba la respiración, su esfínter comenzaba a aflojar y a relajarse, apretaba deliciosamente pero ya no oponía la resistencia de un principio, el dolor aunque no desaparecía por completo, comenzaba a disminuir y esto lo aprovecho Eduardo, quien comenzó a moverse lentamente.
“Ahora sabrás lo que es recibir una buena cogida por el culo” y entonces incremento la velocidad, las penetraciones eran fuertes y sostenidas, ella gemía y gritaba, pero sentía una rara mezcla de dolor y placer, sintiéndose completamente llena de deseada verga, sintiendo el mayor placer nunca antes vivido, el tabú del sexo anal en ella, había desaparecido, ahora era de lo mas placentero, gritaba y pedía y suplicaba por mas, era una extraña sensación la que la invadía, estaba siendo sodomisada y sin embargo lo disfrutaba como loca, bramaba y gemía, gritaba de placer.
Eduardo se movía a gran velocidad, sus cuerpos comenzaron a sudar afanosamente, de los ojos de Adriana se escapaban algunas lágrimas, eran de felicidad, de placer, de amor, porque el amor de su vida le estaba regalando la mas deliciosa de las noches, porque el amor de su vida había sido el primer hombre en su cuerpo, porque ahora el amor de su vida le estaba enseñando otra forma de conocer y tener placer.
Pasaban los minutos, muchos por cierto, Eduardo sentía que sus huevos le dolían bastante por tanto golpeteo con la vagina de Adriana, quien para entonces había perdido la cuenta de las veces que se había corrido, la cama estaba completamente mojada por todos los orgasmos, sus cuerpos ahora ya estaban completamente bañados en sudor.
Eduardo ya no podía mas, sentía que estaba a punto de explotar, y entre gemidos y jadeos de ambos, el exploto llenando las entrañas de Adriana de su espesa y blanca leche, lo cual ella sintió y ante tanta excitación, volvió a correrse dejando escapar una vez mas una abundante cantidad de néctar, mientras que el movía su cadera hasta que sintió que ya no tenia ni una sola gota mas, recargo su cuerpo en el de ella quien se dejo caer en la cama, y ambos entre suspiros y gemidos, se quedaron completamente inmóviles, disfrutando de tan delicioso encuentro sexual.
Eduardo podía escuchar como con la voz demasiado agitada, Adriana le decía una y otra vez que lo amaba, pero el solo se limitaba a darle pequeños y suaves besos en los hombros y el cuello, dejando pasar minutos para poder recuperar la cordura total.
Después de algunos momentos el sintió como su verga perdía dureza y se tornaba flácida, por tal motivo esta salio del ahora rojizo ano de Adriana, una vez esto se recostó a un lado de ella, quien al tenerlo junto acerco su cara y comenzó a besarlo de una forma tan amorosa como solo ella podría hacerlo en ese momento, mientras el cuarto estaba completamente inundado de un inmenso calor y de un impregnante aroma a sexo.
Poco a poco fueron pasando los minutos, ambos recobraban poco a poco su ritmo cardiaco, en ese momento ella sintió como el semen de el comenzaba a escurrirse pues esta salía de su adolorido pero satisfecho anito, así que rápidamente se puso de pie y de forma hasta graciosa, se fue directamente al baño, pero realmente caminaba diferente.
Después regreso y se acostó en la cama pero hasta entonces fue que sintió que estaba sumamente mojada, “oye esto esta muy mojado, no podré dormir aquí”, -no te preocupes podemos irnos a tu cuarto y ahí dormir-, y al decir esto el se puso de pie, la tomo de la mano y le dijo, -ven vamos a darnos un baño, necesitas que te caiga agua caliente en el culito, después te pondrás algo de crema para que no sientas tantas molestias-.
Ambos se metieron en la regadera, ella buscaba cada momento para besarlo y acariciarlo, luego el de forma suave se agacho para ayudarle a lavarse el ano, “hay me duele”, -si linda, así será un poco, igual y mañana todavía estarás adolorida, pero después ya no habrá problema, por suerte mañana es domingo, tendremos todo el día para descansar y para que este rico culito se recupere, porque pienso seguirlo ocupando en estos días que tendremos para nosotros-, ella sonrió y le dijo, “si amor, tu sabes que soy toda tuya y ahora mas que nunca puedes hacer de mi lo que mas quieras y se te antoje”.
Eduardo sonrió pues se sentía completamente satisfecho de tener a tan hermosa mujer a su merced, luego salieron del baño, fueron al cuarto de ella y luego Eduardo tomo la crema y le dijo que se empinara un poco, y suavemente le fue untando la crema en todo alrededor y un poco dentro del adolorido culito, -no sabes como me esta encantando este gran culo que te cargas y te puedo asegurar que pienso disfrutarlo al máximo todos estos días- luego le dio un beso a cada nalga y se puso de pie, se recostó en la cama y le estiro los brazos para que ella hiciera lo mismo, pero ella todavía termino de secar un poco mas su cabello y fue entonces que lo alcanzo en la cama.
Ella volvió a besarlo, y luego se recargo en su pecho hasta quedar profundamente dormida entre sus brazos.
C O N T I N U A R A
unzadita:
de ahi en fuera todo genial, excelente radaccion y la historia es muy buena, espero no nos castigues tanto tiempo esperando la continuacion
