IRENEsincorazon
Bovino maduro
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- 17 Jul 2011
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[FONT=Arial Black][/FONT]Hola lectores bacunos, pues regreso a este foro para traerles nuevamente una experiencia muy satisfactoria (para mi) que me sucedió algunos años atrás, debo de admitir que el lograr terminar este relato me costó mucho esfuerzo, ya que había momentos que se me olvidaba por completo lo que había pasado, creo que al final logre que ese esfuerzo valiera la pena y logre relatarlo todo lo más apegado a la realidad que existe…
Aunque antes de que
Bueno después de la payasada anterior, continuemos con lo nuestro y espero me dejen sus comentarios para saber sus opiniones, por lo demás…. ESPERO LES GUSTE!!
Él me esperaba en la terminal del sur de la ciudad de México; yo estaba muy nerviosa, sería el primer fin de semana que pasaríamos juntos, esa noche celebraríamos en grande, teníamos que festejar el que despertaríamos uno al lado de otro, como lo habíamos planeado desde hacía meses, me sentía extraña, excitada, no me sentía tan cómoda con esa ropa (no estoy acostumbrada a usar falda y mucho menos corta), yo sabía que había sido una buena elección, ya que los pasajeros del asiento de al lado, no dejaban de mandar intensas miradas a mis piernas, me sonreían de vez en cuando y en un par de ocasiones pretendieron hacerme un poco de platica, los dos chicos eran muy guapos y se miraban simpáticos, pero al fin solo eran eso.. CHICOS!!! Nada se comparaban al hombre, que en ese momento me estaba esperando en la terminal; Jorge, con su 1.85 de altura, sus 100 kilogramos hacían de él una bestia; para mi ese hombre era muy atractivo, ojos negros, mandíbula cuadrada, manos grandes, piernas torneadas, fuertes y musculosas, y un trasero que hasta hoy, se me antoja aun morder, a sus 40 años se conservaba muy bien y era un experto amante digno de una Reyna como yo…
Mi excitación recorría todo mi cuerpo, me sabia hermosa, deseada, ansiaba ver su rostro cuando me viera llegar vestida de esta forma; mi curiosidad no duro mucho, en cuando llegue lo vi allí, plantado en los andenes, con su celular en la mano, me encantaba como estaba vestido, siempre me han gustado los hombres que visten de traje, y él tiene una elegancia para portarlo como a ningún otro le he visto, en ese instante me llegaba una llamada
–“Hola amor, como estas?”
–“ En donde estas preciosa? Tardaras mucho en llegar?”
–“ No Jorge, de hecho el bus ya está entrando en el andén…”
Colgamos, me dispuse a arreglar mi cabello, mirarme por última vez en el espejo, los chicos de un lado no dejaron de lanzarme miradas curiosas, cuando vieron que me levantaba ya para irme, ellos se levantaron detrás de mí, y el chico que quedo inmediatamente a mi espalda me pregunto
–“vas a ver a tu novio?” (Me voltee a obsérvalo detenidamente y él me sonrió interesado)
–“así es, vengo a ver a mi novio” (y en ese momento regrese mi mirada al frente)
--“ que envidia a tu novio, saber todo lo que se va a comer (yo solo solté una sonrisa nerviosa, ya estaba más allá del bien y del mal, no me afectaban sus comentarios) comenzando por estas piernas tan ricas que tienes, (se detuvo el autobús y comenzaron a abrirse las puertas) hermosa dime a qué hora se abren?”
--“Esta noche, y no se cerraran para nada”
Baje elegantemente del autobús disfrutando en cada paso de la mirada de Jorge, su sonrisa era muy amplia, su sorpresa al verme con falda se notaba, me dio la mano para ayudarme a bajar el último escalón, solo estar en tierra firme me abalance sobre él y comencé a besarlo frenéticamente, me recibió de la misma manera, deseoso de mí, sentí como sus manos se apretaron fuertemente a mis caderas y recorrían mis nalgas hasta sentir la desnudes de mis piernas, ese beso se tornó eterno, sentí su cálido aliento, el sabor combinado de menta y tabaco, su aroma, tan fuerte, tan fresco, tan suyo, abrí los ojos para poder ver sobre su hombro, los dos chicos volvían la mirada sobre nosotros y reían, ya no me importaba nada ni nadie más, Jorge tomo mi bolso y se lo colgó al hombro y con su otra mano me tomo de los hombros para abrazarme, yo lo tome por la espalda y comenzamos a tomar rumbo fuera de la terminal…
Comenzamos a subir por el puente y dirigirnos al metro, yo iba delante de él subiendo cuidadosamente cada escalón; cuando, sin preverlo y sin quererlo, sentí una tremenda nalgada que logro vibrar todo mi cuerpo, no sabía que decir, ni cómo reaccionar, mire a mi alrededor y me di cuenta de todas las miradas que atrajo ese tremendo golpe, y en automático busque con mis ojos la mirada de Jorge, lo observe hipnotizado por el contoneo de mi trasero, se mordía el labio inferior y sonreía estúpidamente, él noto que lo observaba y debió intuir que ese acto, a pesar de todo el placer que sentí por el dolor adquirido, había sido un completo error… continuamos avanzando hasta llegar al metro, yo estaba seria, ya no me mostraba tan contenta, la verdad me sentía muy avergonzada, él no me decía nada, estábamos parados frente a la puerta por la cual habíamos abordado el metro, le di la espalda, y comencé a observar por la ventana los edificios que pasaban frente a nosotros, sentí como su cuerpo se pegó al mío, y me abrazo por detrás, sus brazos me rodearon hasta sujetarse por delante de mí, a la altura de mi senos, sentía como uno de sus pulgares quedaba ajusto donde estaba mi pezón y este movía delicadamente su dedo para acariciármelo, me recargue en su pecho y me deje llevar, me dio un tierno beso en la mejilla, viajamos así un par de estaciones más, cuando el me tomo de la mano y me guio a fuera del metro, salimos y tomamos un taxi que nos llevaría directamente a nuestro destino, el viaje fue de lo más normal, no parecíamos una pareja llena de lujuria que ansiaban comerse a besos, platicamos sobre trivialidades, sobre nuestra semana, del clima, ja, esas conversaciones siempre fueron paz en mi alma antes de la tormenta que se avecinaba, en cuanto llegamos a nuestro destino, un hermoso hotel llamado “Apatlaco”, fuimos directo a nuestra habitación, un cuarto espacioso, me sentí cómoda inmediatamente, me acerque al tocador, me observe en el enorme espejo, vi pasar a Jorge por detrás y depositar mis cosas en la silla junto a la ventana, regreso y me abrazo por detrás nuevamente, me vio a través del espejo
-“Te vez riquísima… ya venias ligando con los tipos esos verdad?? (Sonreí pícaramente y sentí como me apretó con fuerza hasta hacerme un poco de daño, unos segundos después me soltó) te gusta el cuarto?”
Él se retiró rápidamente hacia el baño, yo me quede algo confundida por su actitud tan rara, pero le deje pasar rapidamente, me acerque a la cama, coloque una rodilla sobre ella, y luego todo paso tan rápido, no sentí en que momento Jorge se acercó a mí por detrás me tumbo en la cama, con una de sus manos apretaba mi cabeza contra el colchón mientras las otra acariciaba mi trasero y me subía la falda hasta la cintura, sentí su mano recorriéndome y de la nada me nalgueo, una, dos, tres veces; el daño que me producían esos golpes me hicieron lagrimear y quejarme…
-“Conque ya venias ligando eh, cuando vas a entender que tu solo eres mi putita, mía y nada más”
Y sin previo aviso, me hizo a una lado la delicada tanga de encaje y me ensarto su glande hasta el fondo, solté un gemido, me estaba doliendo, no estaba aún tan lubricada y él tampoco, sentí como me rosaba a cada embestida que me daba, pero su furia no paraba, yo gemía más y más fuerte, mi excitación iba en aumento, de repente sentía como mis fluidos comenzaban a salir y a resbalar por mis piernas, yo ya lo estaba disfrutando, él dejo de apretar mi cabeza contra el colchón y me tomo de la cadera con las dos manos, le dio un mejor ritmo a sus embestidas, su ritmo aumentaba, me volvió a nalguear, el dolor que sentía me tenía paralizada, apretaba fuertemente la colcha con los puños, me hice daño al morderme el labio inferior para no gritar nuevamente, la pierna que tenía aun sobre el colchón se comenzó a entumir, la otra pierna que estaba asentada en el piso comenzaba a acalambrarse, sentí como una de sus manos recorría el canal que dividen mis nalgas, y con uno de sus dedos rodeaba la circunferencia de mi ano, apretándolo, lo que me hizo pegar un respingo que me hizo mover hacia adelante, coloco nuevamente ambas manos en mis caderas (-“quieta o te va peor”) no sabía si lo había dicho de verdad o lo estaba imaginando, pero en ese momento no moví ni un musculo más, enredo su mano en mi largo y negro pelo y de un tirón me levanto la cabeza, me hizo gritar..
-“ah si putita? A si es como te gusta? CONTESTAME!!!
-“SI”
-“Mas fuerte q no te escuche… a si es como te gusta??”
-“SIIIII, SIIIIIII….”
Se me destrozo la garganta, ese grito que sonó a un gemido afirmativo se había escuchado por todo el hotel, yo lo sabía; y fue en ese momento que comencé a sentir las inconfundibles contracciones de su espasmo al correrse dentro de mí, en el momento mismo que sentía su leche chochar contra mis paredes vaginales, el me daba tremenda nalgada que me hizo llorar, de puro dolor y placer, me jalaba el pelo, me continuaba cabalgando aun después de correrse, sentía como me arrancaba algunos cabellos, arqueaba mi cuerpo, me tenía ensartada, me sometía a placer, después de un rato que me pareció una eternidad se abrazó a mi cuerpo, sus manos tomaron mis senos y los comenzaron a estrujar como si la vida se le fuera en eso, sentía su cuerpo caliente en mi espalda, su sudor chorreando por su cara, su vaho calentando mi cuello, mis piernas me temblaban, mi vagina latía de dolor y placer, sentía como su pene iba disminuyendo su tamaño y grosor, me levanto, quedamos en la misma posición, yo aún tenía lágrimas en los ojos y otras corrían por mis mejillas, poco a poco fue moviéndome de tal manera en que quedara frente a él, una de sus manos se colocó en mi nalga adolorida y roja por sus golpes y la otra me limpio las lágrimas y me subió el rostro hasta que se encontraron nuestras bocas, me beso delicadamente, como nunca antes, me dijo que lamentaba mis lágrimas, yo lo mire directamente a los ojos, vi su amor por mi, y la lujuria que yo era capaz de encenderle, sonreí para él, porque solo con Jorge era capaz de sonreír de esa manera..
-“Pero te advierto que la próxima vez que les des alas a otros pendejos como esos en mi cara, te va a ir peor..” (se alejó de mí y vi cómo se acomodaba la ropa e iba caminando hacia la puerta) “descansa un poco del viaje hermosa, yo iré a comprar algo de beber y comer esta tarde y regreso en una media hora”
Me deje caer en la cama, sentada vi como él se marchaba dejándome sola en ese lugar, observe el piso, vi mis piernas y los hilos de lubricante y semen que habían hecho camino hasta mis pies.
-“creo que sería buena idea bañarme”…
Escuche cuando llego, yo estaba terminando de bañarme, mi vagina me ardía mucho, la sentía como si me la hubieran quemado, no sabía si a estas alturas Jorge ya estaría más tranquilo, escuchaba desde dentro del baño como movía sillas y mesas, después de un rato toco a la puerta y me pregunto si no tardaría mucho en salir, le dije que, no; cuando abrí la puerta de la ducha, lo vi parado allí afuera con la toalla en las manos, me sonrió acercándose a mí, comenzó a secarme, su tacto era inmensamente delicado…
-“ Te hice mucho daño?”- lo mire directamente a la cara le sonreí, lo rodee con mis brazos el cuello, lo bese intensamente y parándome de puntitas me acerque a su oído.
-“ No, o por lo menos nada que no sea capaz de soportar”- sonrió y termino de secarme, salimos del baño agarrados de la mano mientras me decía que había traído algo especial para mí, aunque quería consultarme antes los planes para esa noche, al llegar a un lado de la cama vi la razón de tanto ruido, vi la comida que nos esperaba para la cena, una botella de vino y otra de tequila con sus respectivas copas y vasos, me encantaba todo eso, me llevo a la silla y me ayudo a sentarme, me sirvió la comida y me lleno una copa con vino, comenzamos a comer, la comida era deliciosa, el vino comenzó a hacer de inmediato efecto en mi (debo confesar que soy muy torpe para beber) nuestra platica y risas iban en aumento; volví a mirar al hombre que estaba sentado frente a mí, sirviendo la última copa de vino y comenzando a abrir el tequila, le sonreí, lo veía con lujuria y amor, mi vagina estaba adolorida, me ardía aun, pero yo sabía que quería más, comencé a sentir esa excitación que recorre el cuerpo, una descarga eléctrica desde el cerebro, pasando por la espina, alborotando el bajo vientre y depositándose en el clítoris, Jorge me miro, leí en su rostro la respuesta a mi sugerencia no verbal, no había nada que discutir, ya sea por los efectos del alcohol o del amor, esa noche la quería pasar solo con él…
cruce las piernas, tomo su copa y comenzó a beber un poco más, su otra mano la dirigió a mi pierna y comenzó a acariciarme, el tacto era delicioso, su mano subía y bajaba recorriéndome toda la pierna, me dejaba tocar, me deje querer por él, coloque mi pierna entre las suyas, él dejo su copa en la mesa y me tomo el pie, lo masajeo, acariciaba mi pierna desde los dedos hasta la rodilla, con ambas manos, subió la otra pierna y comenzó a sobarme ambos pies y pantorrillas, mordió mis dedos del pie derecho y hacia cosquillas con su aliento, le retire mi piernas y me levante, me monte frente a él, con su cara frente a la mía, lo comencé a besar desesperada, lo mordí hasta hacerlo quejarse del dolor, comencé a mover mi cadera en círculos, sin frenesí frotaba mi pelvis contra su pantalón, le fui quitando poco a poco la corbata, le desabroche cada odioso botón de su camisa, le descubrí el pecho, bese su mejilla, su mentón, le lamí el cuello sin pudor, continúe bajando hasta su pecho, él me tenía agarrada de las nalgas, las sobaba y apretaba a cada sensación, comenzó a meter una de sus manos bajo la toalla, y continuo su caricia, recorrió el canal divisorio entre ellas hasta llegar a mí ya bien lubricada vagina, uno de sus dedos se empapo con mis fluidos y ese dedo fue el que uso para recorrer de vuelta el camino entre mis glúteos, yo notaba que ese movimiento lo repetía una y otra vez y que en cada recorrido, siempre se quedaba unas milésimas de segundo más en mi entrada sodomita, sentía su deseo por mi virginal hoyito, el movimiento de mis caderas se intensificaba al pensar en ese perverso deseo, mi excitación me recorría y nublaba a un más mi mente, me acerque a su oído derecho y con la mano izquierda me aferre a su cabellera mientras montaba con frenesí maniaco a mi semental, le dije en un susurro
–“ porque no me estimulas más ese estrecho lugarcito??”-
no terminaba de decírselo cuando uno de sus dedos se bañó con mis fluidos y se fue a colocar de manera directa en mi anito, sentí como su dedo recorría su diámetro y como poco a poco haciendo ese movimiento se iba introduciendo en él, debo de admitir que esa estimulación nueva para mi, me estaba deleitando, era una nueva experiencia, mi piel se erizo, corrientes eléctricas iban y venían en mi sistema nervioso, sentí la erección de Jorge entre mis piernas, aprisionada por su pantalón, frene el movimiento de mi cuerpo en seco, me erguí todo lo que fui capaz de hacerlo y levante mi rostro hasta ver el techo, sentí su dedo incrustado en mí, sus movimientos circulares que no cesaban, con su boca me desenredo la toalla y la dejo caer, su boca aprisiono uno de mis frondosos senos, mis pezones llevaban ya tiempo erectos ah sí que no le fue difícil encontrarlos y morderlos y con su lengua jugar con ellos, sentí la brisa que entraba por la ventaba, el aire frio, me aferraba a la cabeza de Jorge, pero llevaba ya mucho tiempo en esa posición, sabía que él estaba muy excitado, e hice lo único que se me vino a la mente, dejarlo así como estaba caliente y disfrutar de la frustración que la causaría eso..
Aleje su cara de mis senos, baje mis piernas y aun sintiendo su dedo un poco incrustado, con un movimiento rápido de cadera lo saque, levante la toalla y me la volví a enredar en el cuerpo, me aleje de él acercándome a la ventana y la cerré de un golpe, sonriendo le dije que me había dado frio, me observo ahí parada, vi cómo se levantaba y caminaba directo a mi, vi la mancha de lubricante que tenía su pantalón, me reí un poco cuando se acercó para besarme, deseaba terminar lo que ya habíamos comenzado a hacer, le acaricie el glande sobre el pantalón y aproveche esa oportunidad para dejarlo completamente desnudo, pero nuevamente me aleje de él y fui a la mesa, tome nuestras copas y le lleve la suya, se la ofrecí y comenzamos a beber, en ese momento se me ocurrió algo, baje mi copa y metí su pene dentro de ella, él se sorprendió, le sonreí
–“ se me antoja beber directo de la botella”-
y me arrodille, quite la copa y le chupe el pene, lo metí todo de un solo golpe a mi boca, saboree el vino y el lubricante de Jorge, sabor extraño, sensación deliciosa, y comencé a chuparlo como me gusta hacerlo, rodeando con mi lengua su cabeza, apretando con mis labios todo su falo, todo eso en un mete y saca constante de mi boca, hasta hacer llegar su punta hasta lo mas profundo de mi garganta, para luego sacarla y soplarle directo a su ojo, haciendo que gimiera deliciosamente por el contraste de temperaturas, luego baje hasta sus testículos que chupe sin piedad y mientras estaba haciendo eso, tome mi copa del suelo y la vacié sobre su pene y testículos, para yo refrescar mi boca seca, el me tomo de la cabeza con rudeza y me aplasto contra sus huevos haciendo que me metiera los dos a la boca, yo chupaba más y más fuerte, hasta que sentí que su mano disminuyo su fuerza, aproveché eso para nuevamente subir hasta su pene y comencé una vez mi faena, chupe hasta que la boca me comenzó a doler, a pesar de todo mi esfuerzo él no se corría, comencé a sospechar que era el efecto de la bebida….
Me levante para alejarme de Jorge, tome la botella de tequila y serví 2 vasos de una jalón le baje a la botella un cuarto de litro, le di un vaso a él y gritamos
-“HASTA EL FONDOOOO”-
De un trago nos tomamos todo; mi garganta ya estaba algo abierta así que el trago paso por mi garganta hasta el fondo sin sentirlo, baje el vaso a la mesa y bese a Jorge en la boca de forma muy lujuriosa, el me quito la toalla por fin y la aventó muy lejos para que no me la volviera a poner, me fui moviendo poco a poco hacia la cama y allí el me tiro boca arriba, se colocó sobre mi hasta la altura de mis senos, chupaba y apretaba, bajo una de sus manos, y comenzó a tocar mi vagina, humedeció sus dedos con mis fluidos y busco mi clítoris, su dedo recorrió su circunferencia y comenzó a estimularlo de forma lenta, Jorge es un experto dedeandome, sus dedos habilidosos lograros hacer de mi clítoris un punto sensible al estímulo de cualquier movimiento, sus besos fueron bajando desde mi pecho a mi estómago, mi abultado vientre, terminando en mi monte de venus, donde dejo de besar y comenzó a lamer, su lengua recorría cada rincón, la paseaba alrededor de mi clítoris, luego bajaba hasta la entrada de mi vagina y separaba mis inflamados labios para poder meterla lo mas profundo que podía, bajo aún más hasta mi ano, ya algo dilatado por la estimulación que me había dado con su dedo, lo lamio y chupo hasta hacerme gemir, la experiencia era nueva y yo lo disfrutaba como loca, volvió a subir hasta mi clítoris, fue en ese momento que comenzó a chupar como si fuera un delicioso manjar, 2 de sus dedos se introducía en mi vagina y uno de ellos tocaba mi punto G una y otra vez, me estaba volviendo loca de puro placer, sentí también como un dedo volvía a la exploración sodomita, yo estaba mas que excitada, mi cuerpo ya no me pertenecía, era toda de él, se introdujo en mi interior con una facilidad que me sorprendió, lo movía en coordinación, estaba estimulándome a tal punto de pedirle más y que no parara de hacerlo, su boca que chupaba y lamia mi clítoris, era fascinante tanto placer!! y comencé a sentirlo; esa calidez que nubla la vista y hace que lo oídos queden sordos, el pecho se siente que explotara y la habitación parezca que esta hirviendo, mi cuerpo se tensó, tenía ganas de orinar, mis músculos se ablandaron y en ese momento llego mi primer y mas intenso orgasmo de la noche mis esfínteres liberaron tensión, sentí el liquido recorrer mi vagina y a Jorge chupar todo y devorarlo en un solo trago, pero él no paraba, me continuaba estimulando la vagina, y hasta que todo mi cuerpo estuvo realmente relajado y libre de toda sensación de explosión, me di cuenta que mi ano estaba siendo invadido por mas de un dedo, ese orgasmo me había relajado tanto que él lo había aprovechado para dilatar mas y mas a mi virginal agujerito, él no paraba, tenia energía para desperdiciar, después de asegurar que mis fluidos orgásmicos estaban todos ya dentro de su estomago, se levantó y me volteo colocándome boca abajo, se puso sobre mi, y me fue penetrando poco a poco, mi cuerpo fue recuperando su sensibilidad y tensión, una y otra ves envistió sobre mi, su pene es delicioso, largo y sobre todo grueso, que me hacia gemir de puro placer con cada embestida, me volvía loca nuevamente, yo movía la cadera por debajo, trataba de levantarla en cada embestida, me nalgueo una vez mas, sus manos se colocaban en mi cabello alborotándolo me jalaba un poco para que me arqueara y subiera el rostro, él me tomaba la cara y pasaba su enorme mano por ella, yo abría un poco la boca atrapando siempre uno o dos dedos para chuparlos y lamerlos, la lujuria era inmensa, no cabíamos uno en el otro, su glande se movía en mi interior, me lastimaba por el grosor, y eso me hacía gemir mas y mas fuerte a cada arremetida, escuchaba esos sonidos que se hacen cuando entra y sale, yo ya me sentía cansada a desfallecer, pero no dejaba de moverme, quería que Jorge me siguiera disfrutando en cada movimiento; entonces sin esperarlo se levantó y se dejó caer sobre la cama boca arriba, me miro y me dijo “SUBETE”, no podía dejar pasar esa oportunidad me levante fui por el tequila y los vasos, me tome de un trago un vaso y le ofrecí otro a él, cuando él estaba tomando me monte en él, y cual jinete, lo cabalgaba de arriba abajo y de un lado a otro, dejo su vaso vacío en el buro, y se dejó caer por completo en la cama, con sus manos apretaba mis senos y recorría mi cuello y en momentos él era quien movía la cadera para darle velocidad a las embestidas, yo me dejaba caer hacia enfrente ofreciéndole mis senos para morderlos y gozarlos aún más, sus manos se colocaba en mis nalgas apretándolas y dándoles movimiento a ellas entre sus dedos, entonces me levante un poco y me di la vuelta, dándole por completo la espalda a Jorge, me vi entonces reflejada en el enorme espejo de frente a la cama, comencé a inclinarme y vi cómo me iba sentando, incrustándome ese delicioso falo en mi interior, cuando sentí que lo tenía en la entrada de mi vagina y q no había forma de q se saliera de mí, me deje caer sobre él, sentí como entro con esa fuerza; volvía a ser una lujuriosa jinete sobre su semental, mientras me movía sobre su cuerpo, el recorría mi espalda, y mis nalgas con sus nudosas manos, lo disfrutábamos ambos, me movía para disfrutar cada vez más, me daba sentones hasta sentir rebotar sus testículos en mi clítoris y me levantaba hasta tener su pene por completo fuera de mi; repetí tanto ese movimiento q no me di cuenta de lo que tanto movimiento estaba provocando, hasta que Jorge ya no me dejo levantar de nuevo, me jalo de la cadera y me sostuvo fuerte y firme, bien incrustada, entonces comencé sentir el palpitar de su pene, esos movimientos espasmicos que me producen tanto placer, comencé a moverme en círculos haciendo que nuestro placer no disminuyera, esa sobada me estaba realmente tensando a mi también, coloque una d mis manos en mi vagina tome sus testículos y con ellos comencé a estimularme el clítoris, era delicioso sentir eso, estaba siendo penetrada hasta lo mas profundo de mi ser, su huevos masturbaban uno d mis puntos mas sensibles y ese movimiento q no dejaba de hacer con mi cadera, me tenían al borde del placer; Jorge comenzó a moverse en un rápido mete y saca, yo moví mas rápido mis caderas y cuando sentíamos que estábamos ambos en la punta de la gloria sentí como mis fluidos chocaban contra los de él, abundantes, cálidos, me sentía a desmayar, mi gemido de placer por haber alcanzado un orgasmo más y de cansancio, retumbo por toda la habitación, me deje caer a un lado de su pies haciendo de mi un ovalo, sentía esos calambres que dan después del orgasmos esas sensaciones que recorren el cuerpo, la hipersensibilidad en mi piel, el cuarto olía a sexo, yo destilaba ese mismo olor, mi olfato se inundaba de el, solo acercarme a mis pechos; voltee a ver a Jorge tendido boca arriba, agitado, parecía que acaba de correr un maratón, su rostro era rojizo, me acerque a él sigilosamente, y me acurruque a su lado, lo comencé a lamer desde el pecho, recorrí su cuello hasta encontrar su boca, donde nos besamos desesperados y satisfechos, él me amaba y yo a él, y éramos felices y eso era todo….
Que satisfecha me sentía, se podía terminar el mundo en ese instante y nada mi importaría ya; pero mi lujuria por ese hombre no cesaba, e hice lo más delicioso en ese momento me despegue de su pecho y comencé a bajar poco a poco, cambie de posición, un estilo 69, pero solo yo chupaba su sexo, en realidad mi intención era dejarlo limpio sin sus fluidos y los míos, el entendió a la perfección que no deseaba que mi vagina fuera presionada una vez mas, así que coloco una de sus manos sobre mis nalgas y las comenzó a sobar y estrujar, yo continué en mi faena, de inmediato me di cuenta de que su pene no había perdido la erección por completo y mi “limpieza bucal” estaba provocando que esa poca flacidez que se había presentado se fuera, lamia todo, desde la punta hasta sus testículos, succione cada gota que hubiera quedado dentro de su miembro, sus vellos me hacían cosquilla en la nariz y de vez en cuando mi dientes rozaban un poco su glande para hacerlo estremecer, sabía que estaba sensible y me encantaba sentirlo así, chupe y lamí como si fuera el dulce mas delicioso de mi vida, no paraba, no quería, mi excitación aumentaba, no tenía fin ni daba tregua alguna; Jorge sintió mi deseo, y él mismo lo comenzó a experimentar, se sirvió otra vaso de tequila y se lo tomo de un solo trago, se sirvió otro vaso y lo dejo a un lado, su mano dejo solo de estrujar para nuevamente volver al ataque, sus dedos nuevamente comenzaron a explorarme, abrí mis piernas solo para complacerlo, respiro profundo se deleitó con mi aroma; con su dedos rápidamente comenzó un rico mete y saca, mi vagina estaba aún muy mojada de las corridas anteriores, Jorge movía hábilmente sus dedos en mi interior, y entonces de un empujón nos rodamos colocándonos en un satisfactorio 69, ambos chupábamos el sexo del otro como si no existiera el mañana, nos deleitábamos, nos disfrutábamos mutuamente, pero debo de admitir que no es una posición que disfrute mucho, me sentía atrapada bajo su peso y me confundía en la situación, ya que deseaba continuar chupando pero el placer q recibía hacia q gimiera olvidando mi tarea, creo q fue en ese momento que Jorge se quitó de encima de mí, se sentó a la orilla de la cama, y me ofreció el vaso servido de bebida, y el de un jalón se tomó lo que restaba directo de la botella, que sediento estaba, me encantaba verlo asi, tan sudoroso, enérgico, su cuerpo traspirando lujuria, pasión, él y yo estábamos dispuestos a disfrutarnos en todo y eso me quedó claro unos momentos después..
En cuento termino de beber, se volteo y mirándome a los ojos me dijo, casi en un susurro..
-“Ahora si llego el momento que hagamos NUESTRAS fantasías realidad”
Se me fue encima, de una manera muy fiera poco percibida de él en mí, su aliento, una combinación de tequila, vino y mis fluidos, era delicioso, su cuerpo se resbalaba con el mío, estábamos ambos tan sudados, me tomo del cabello y me beso, hasta tirarme por completo en la cama, recorría todo mi cuerpo con sus manos, apretó mis senos hasta hacerme gemir, mi estómago, cintura y vientre, las piernas, todo lo tocaba parecía que no quería dejar parte de mi sin tocar, pero algo estaba pasando, algo diferente a todas las demás ocasiones, era más rudo de lo necesario, me estrujaba tan duro los senos que me comenzaba hacer daño, y los gemidos pronto fueron de dolor, me estaba acobardando, no me estaba gustando, pero no había forma de echarme para atrás, jugaríamos el todo por el todo.
Comencé a pelear contra él, lo empuje y trate de salir de la cama, pero me fue imposible era más fuerte que yo, me tomo de las piernas y me atrajo nuevamente al centro de esta, me movía, pateaba, pero él se sentó sobre mis piernas y de inmediato me inmovilizo de la parte baja, no dejaba de moverme, pero él me tenía agarrada con una sola mano, mis dos manos arriba de mi cabeza, me estaba doliendo, me besaba el cuello, me lo mordía, con su mano libre apretaba mis senos, gemía, hacia ruido, le decía que se quitara que me dejara libre, entonces coloco su mano sobre mi boca para que me callara, aproveche ese momento para morderle los dedos y el me soltó de inmediato tanto d las manos como de la boca, me bofeteo, y me azoto en la cama, entonces con ambas manos lo comencé a rasguñar, me moví y lo empuje tan fuerte como pude, me libere de su cuerpo y trate de salirme, me di la vuelta para salir gateando de allí, pero él me tomo del pelo y me jalo hacia abajo, me tomo de los pies y me volvió a jalar, me hacía daño, me apretaba mucho, regresamos al mismo punto
-“A dónde vas putita? Tu me debes una complacencia…”-
Me sometió contra el colchón, me comenzó a besar y morder la espalda, con toda la fuerza que fui capaz con los brazos me alcé todo lo que pude y me moví, Jorge con una de sus manos me empujo de nuevo hacia abajo, se subió sobre mis piernas, sentía su pene erecto en la parte baja de mis nalgas, me continúe, moviendo, no pensaba permitir que me lo hiciera, volví a tomar fuerza y quise levantarme una vez más, pero esta vez Jorge ya no estaba tan dispuesto a dejarse ganar, con la fuerza de un hombre de su tamaño me empujo, tomo una de mis manos y desde mi muñeca me la doblo atrás de mi espalda, me dolió tanto que grite, le pedí que por favor me dejara que me hacía daño, pero él me apretó más la llave, que me sometía, me arquee , gemí, abrió mis piernas cruzadas y en el momento que hacia palanca me la dejo ir hasta el fondo, el lubricante que casi siempre recubre mi delicada vagina, había desaparecido, estaba seca, esta cogida me estaba doliendo mucho, apreté mis piernas nuevamente, queriendo impedir el que me continuara follando, pero eso fue un error aún más grande, mis labios hinchados sentía el doble el roce de su pedazo de carne contra la mía, cada embestida, me hacía revolcarme, pero su llave lograba mantenerme lo suficientemente quieta para que el continuara con su labor, Jorge soltó su cuerpo sobre el mío, me besaba la espalda, la mordía, la lamia, preferí relajar un poco mis piernas para que el dolor bajara un poco, pero ese fue mi último error de esa noche, él me soltó el brazo, yo de inmediato lo lleve frente a mi rostro y con mi otra mano comencé a sobármelo, me dolía tanto, él dejó caer por completo su cuerpo sobre mí, sentí sus manos masajear mis nalgas, las pellizco, me dolía, su cuerpo me sofocaba, sentía que me faltaba el aire, pero no podía hacer muchos movimientos más para liberarme de su cuerpo y de esta situación, mi muñeca no soportaba el que yo hiciera esfuerzo, me comenzaba a sentir indefensa, tenía miedo, como nunca antes lo había sentido…
Y entonces lo sentí, él aun acostado sobre mi cuerpo, su enorme verga saliendo y entrando de mi vagina, una y otra vez, pero sus dedos se colocaban en mi estrecho ano, metió un dedo, me dolía, era más que obvio que estas nuevas cosas no me hacían relajarme, y ese hoyito anteriormente ya explorado ahora parecía no dispuesto a volverse a abrir, pero eso no era un impedimento para Jorge, metió su dedo, luego otro, y continuo así, tratando de abrir, mientras mi cuerpo por puro instinto se cerraba y apretaba más, le dije que no quería, que me dejara ir, que por ahí no quería, comenzaba a sentir verdadero pánico, quise moverme sin apoyarme en mi muñeca derecha, me dolía mucho, yo ya presentía lo que pasaría y no deseaba quedarme allí a sentirlo, pero no hay nada peor que estar cansada y adolorida para que tu cuerpo no reaccione como debe y quieres, pero ya era muy tarde saco su polla de entre mis nalgas y labios vaginales, se levantó y abrió mis nalgas duras para dejar al descubierto mi arrugado ano, y puso la punta de su glande en la entrada, yo ya estaba fuera mí, no lo quería y tampoco lo habría consentido nunca, me quise mover e ir, pero el nuevamente volvió a someterme, coloco una mano sobre mi cabeza, manteniéndola apoyada fuertemente en el colchón, pellizco una de mis nalgas duras, y luego me volvió a nalguear, me queje, le dije que parara pero no quería, que ya no quería seguir, pero ya era muy tarde para decir algo, el comenzó a bombear hacia adentro, poco a poco, me dolía, me dolía mucho, y aun no metía nada, pero el dolor ya estaba comenzando a sentirse, y de mi interior no sé dónde, salió la fuerza para moverme y quise escapar de ahí, pero moví la cadera, y en ese momento sin decir nada más, Jorge clavo la cabeza de su polla en mi interior, YO GRITE, ese grito desgarrador que hace que la garganta se rompa y sientes como se rasga y sale sangre, NUNCA ANTES HABIA SENTIDO DOLOR IGUAL, sentí caliente, que me quemaba, sentí que me metían la cabeza de un encendedor después de haberlo ocupado por cinco minutos, y que lo untaban por las paredes de mi intestino, creí que moriría, que me partiría en dos, que el había tomado mi ano y lo estaba abriendo de forma rápida y dolorosa, que lo abría hasta mi nuca, mi grito termino en ese momento, aunque el sonido aun rezumbaban en mis oídos, comencé a llorar, mis lágrimas resbalaban y caían abundantemente en las sabanas, Jorge coloco su mano en mi boca, temiendo que volviera a gritar, pero yo ya no tenia energía para eso o algo más, me deje caer en la cama, y entonces nuevamente sentí como bombeaba, me metía cada vez más su polla, su enorme polla en mi muy estrecho agujerito, por instinto mi esfínter se retraía mas, haciendo que apretara mas su polla, en momentos quise relajar mi ano y abrirlo para no sentir más dolor, pero mi ano por si solo se volvía a estrechar, me quede inmóvil, deseaba que ya terminara de sodomizarme, pero no me atrevía a decir ni una palabra, por miedo a que fuera peor, sentí como a cada centímetro entraba su pene en mi, era un martirio, me quemaba, me estaba ardiendo, lo que me quemaba, me dolía, sentía que mis entrañas se inflamaban, y entonces los sentí, sus huevos chocar contra mis nalgas, allí, en ese momento él se enderezo del todo, lo sentí sentado sobre mí, sobre mis caderas, enterrándose en lo más profundo de mi ser, y en ese momento el comenzó a moverse, sacaba- metía, me continuaba doliendo, pero el dolor ya no era tan suplicante como fue al principio, me acostumbraba a su polla, o tal vez poco a poco fui desconectando mi cuerpo de mi mente, sentí las sabanas rozar mi rostro y mejilla, escuche el movimiento del colchón , el aire frio que de algún lado entraba, todo, pero el dolor, ese, trataba de no pensar en el….
No sé exactamente cuánto tiempo paso, pero sé bien que todo ese tiempo no deje de llorar, una y otra vez sentía como su polla entraba y salía de mí, y como de vez en cuando la sacaba toda para volverla a meter por completo en mi interior, no dejo de cabalgarme, era extraño, esa nueva forma de sexo, era muy extraña, nunca antes lo había hecho, y creo que de haberlo deseado, tampoco hubiera permitido que fuera con Jorge, era extraño, la sensación era tan rara, no se como la definirá exactamente.
Jorge no dejo de tocar cada parte de mi cuerpo, mis nalgas, mi espalda, mi cuello, de vez en cuando pasaba sus manos por debajo de mi para tocar mis senos, yo no ponía resistencia, yo no dejaba de pensar que eso era muy doloroso, que no parecía en nada a lo que había planeado, creído, soñado, fantaseado durante meses.
Y por última vez en esa cabalgata, Jorge me nalgueo, se quedó incrustado dentro de mí, y sentí sin duda alguna la llegada de su esperma que me inundaría toda, sentí como su pene se inflamo, como si fuera posible hacerlo mas ancho, y como su deliciosa cabeza que tanto me gustaba chupar, escupía en mis entrañas su babosa esperma blanquezca, que delicia… para mi sorpresa lo disfrutaba, la sensación de la calidez del esperma inundando mi interior, ese movimiento de su pene cuando estaba terminando, nunca antes lo había sentí tan rico, tan fuerte, tan cálido, sentí como hacia un movimiento para recargarse en mí, me daba un beso en mi mejilla húmeda de mis lágrimas, y sentí como planeaba salirse de mi
-“No te salgas por favor, aun no..”- lo dije casi en un susurro, yo misma me sorprendí de mis palabras, y creo que Jorge también.
Se quedó dentro de mí, y sentí como su tamaño volvía a disminuir una vez más en la que iba de la noche, lo sentí todo, desde como ese potente glande se volví tan delgado y frágil, tan suave, todo lo contrario del glande q momentos atrás me estaba partiendo a la mitad, debo confesar que me gusto, que me gusto sentir todo eso ocurriendo en mi interior, y después de un rato se esfumo, Jorge se salió de mí y se tumbó a un lado de mi cuerpo, estaba cansado, agitado, sudoroso, lo escuchaba respirar con dificultad, lo escuchaba, y entre más lo oía, entre mas me percataba de su presencia, por increíble que pareciera, más lo amaba, estaba segura que eso que acababa de pasar, con ningún otro hombre lo hubiera permitido, estaba segura que solo por él me dejaría amar de esa manera…
-“Perdóname si te hice daño, no era mi intención”- no respondí, estaba segura que no quería hablar, sentía que me dolería la garganta que saldría sangre por ella –“ lo ves? A esto me refería cuando te dije que no quería hacerlo, pero tu querías, tú fuiste la que decidió….”-
No sabía por qué Jorge estaba tan molesto, parecía a punto de estallar, yo no le reclamaba nada, yo no decía que no.. de hecho, yo no decía nada, estaba recuperándome de todo lo pasado, mi cuerpo estaba adolorido y cansado, mi mente confundida, mi corazón acelerado, no tenía, ni quería decir nada…
-“Sabes? No te culpo, ni te odio, pero para ser honesta si estoy muy sacada de onda, y en nada eres tu el responsable, desde el momento que te pedí que quería que pasara esto, fui yo quien asumió toda la responsabilidad, llevamos, meses planeando este encuentro, y yo llevo meses pidiéndote que hicieras esto, aunque nunca creí que lo harías, te agradezco mucho que lo aceptaras y lo llevaste acabo sin haberme dicho antes, si tengo que ser sincera, lo sentí tan real, que ahora se que valió la pena el esfuerzo y el silencio, y sabes GRACIAS..”-
me volteo de mi posición, y lo mire directo a la cara y busque que sus ojos encontraran los míos, deseaba que sintiera que nada cambiaria entre nosotros
–“ VEME A LOS OJOS JORGE Y CREEME CUANDO TE DIGO QUE ESTA ERA MI FANTASIA, NUNCA DEJARE DE SENTIRME SATISFECHA, TU LOGRASTE CUMPLIR EN MI, LO QUE CON OTROS HOMBRES INTENTE Y FALLE O NO ME ATREVI A MENSIONAR, cumpliste mi fantasía, me proporcionaste placer y te quiero por eso, y por ningún motivo pienses que esto estuvo mal, porque si de algo es cierto entre los dos, es que con ningún otro hombre lo hubiera disfrutado tanto ni hubiera sentido tanto terror”- lo bese, y me acurruque en su cuerpo, para continuar escuchando el sonido de nuestros cuerpo y el silencio del cuarto que nos aislaba de la ciudad, sentía el dolor en mi muñeca, en mis piernas, ardor en mi vagina y ano, y también sentía como escurría el semen entre mis nalgas, y para mi sorpresa algo que no había notada antes, la lubricación de mi vagina, porque bueno, después de todo, creo que si me había excitado y no me di del todo cuenta..
-“Amor, creo que necesitare ir mañana al doctor a ver lo de mi muñeca, me duele mucho”
-“ lamento haberte lastimado la muñeca, no está fracturada verdad?
-“ Mmmm no lo creo, pero por si las dudas seria mejor que me revisarán”
-“ Ok, también pediré q me revisen a mí la nariz y el ojo, ya q me has metido tremendo codazo que creo me has sacado sangre, pegas duro eh!.. jajaja, eres una rival peligrosa”
-“ Soy peligrosa hasta como compañera!!”
Esa noche dormí tan profundamente, que ni siquiera recordé llamar a mis padres, para decirles que estaba bien… bueno aunque de haberles hablado, hubiera tenido que mentir…
Aunque antes de que
comiences la lectura de mi aventura debo advertir que este relato no es apto para todo tipo de público y que podría llegar a herir sensibilidades, así que bueno les sugiero que pienses muy bien el continuar con la lectura de este relato, y dejarlo para un día más tranquilo.. jeje disculpen la payasada de la advertencia pero dado que muchos que leyeron esto antes de que fuera publicado se sacaron de onda, me veo en la obligación de hacer esta advertencia..Bueno después de la payasada anterior, continuemos con lo nuestro y espero me dejen sus comentarios para saber sus opiniones, por lo demás…. ESPERO LES GUSTE!!
Él me esperaba en la terminal del sur de la ciudad de México; yo estaba muy nerviosa, sería el primer fin de semana que pasaríamos juntos, esa noche celebraríamos en grande, teníamos que festejar el que despertaríamos uno al lado de otro, como lo habíamos planeado desde hacía meses, me sentía extraña, excitada, no me sentía tan cómoda con esa ropa (no estoy acostumbrada a usar falda y mucho menos corta), yo sabía que había sido una buena elección, ya que los pasajeros del asiento de al lado, no dejaban de mandar intensas miradas a mis piernas, me sonreían de vez en cuando y en un par de ocasiones pretendieron hacerme un poco de platica, los dos chicos eran muy guapos y se miraban simpáticos, pero al fin solo eran eso.. CHICOS!!! Nada se comparaban al hombre, que en ese momento me estaba esperando en la terminal; Jorge, con su 1.85 de altura, sus 100 kilogramos hacían de él una bestia; para mi ese hombre era muy atractivo, ojos negros, mandíbula cuadrada, manos grandes, piernas torneadas, fuertes y musculosas, y un trasero que hasta hoy, se me antoja aun morder, a sus 40 años se conservaba muy bien y era un experto amante digno de una Reyna como yo…
Mi excitación recorría todo mi cuerpo, me sabia hermosa, deseada, ansiaba ver su rostro cuando me viera llegar vestida de esta forma; mi curiosidad no duro mucho, en cuando llegue lo vi allí, plantado en los andenes, con su celular en la mano, me encantaba como estaba vestido, siempre me han gustado los hombres que visten de traje, y él tiene una elegancia para portarlo como a ningún otro le he visto, en ese instante me llegaba una llamada
–“Hola amor, como estas?”
–“ En donde estas preciosa? Tardaras mucho en llegar?”
–“ No Jorge, de hecho el bus ya está entrando en el andén…”
Colgamos, me dispuse a arreglar mi cabello, mirarme por última vez en el espejo, los chicos de un lado no dejaron de lanzarme miradas curiosas, cuando vieron que me levantaba ya para irme, ellos se levantaron detrás de mí, y el chico que quedo inmediatamente a mi espalda me pregunto
–“vas a ver a tu novio?” (Me voltee a obsérvalo detenidamente y él me sonrió interesado)
–“así es, vengo a ver a mi novio” (y en ese momento regrese mi mirada al frente)
--“ que envidia a tu novio, saber todo lo que se va a comer (yo solo solté una sonrisa nerviosa, ya estaba más allá del bien y del mal, no me afectaban sus comentarios) comenzando por estas piernas tan ricas que tienes, (se detuvo el autobús y comenzaron a abrirse las puertas) hermosa dime a qué hora se abren?”
--“Esta noche, y no se cerraran para nada”
Baje elegantemente del autobús disfrutando en cada paso de la mirada de Jorge, su sonrisa era muy amplia, su sorpresa al verme con falda se notaba, me dio la mano para ayudarme a bajar el último escalón, solo estar en tierra firme me abalance sobre él y comencé a besarlo frenéticamente, me recibió de la misma manera, deseoso de mí, sentí como sus manos se apretaron fuertemente a mis caderas y recorrían mis nalgas hasta sentir la desnudes de mis piernas, ese beso se tornó eterno, sentí su cálido aliento, el sabor combinado de menta y tabaco, su aroma, tan fuerte, tan fresco, tan suyo, abrí los ojos para poder ver sobre su hombro, los dos chicos volvían la mirada sobre nosotros y reían, ya no me importaba nada ni nadie más, Jorge tomo mi bolso y se lo colgó al hombro y con su otra mano me tomo de los hombros para abrazarme, yo lo tome por la espalda y comenzamos a tomar rumbo fuera de la terminal…
Comenzamos a subir por el puente y dirigirnos al metro, yo iba delante de él subiendo cuidadosamente cada escalón; cuando, sin preverlo y sin quererlo, sentí una tremenda nalgada que logro vibrar todo mi cuerpo, no sabía que decir, ni cómo reaccionar, mire a mi alrededor y me di cuenta de todas las miradas que atrajo ese tremendo golpe, y en automático busque con mis ojos la mirada de Jorge, lo observe hipnotizado por el contoneo de mi trasero, se mordía el labio inferior y sonreía estúpidamente, él noto que lo observaba y debió intuir que ese acto, a pesar de todo el placer que sentí por el dolor adquirido, había sido un completo error… continuamos avanzando hasta llegar al metro, yo estaba seria, ya no me mostraba tan contenta, la verdad me sentía muy avergonzada, él no me decía nada, estábamos parados frente a la puerta por la cual habíamos abordado el metro, le di la espalda, y comencé a observar por la ventana los edificios que pasaban frente a nosotros, sentí como su cuerpo se pegó al mío, y me abrazo por detrás, sus brazos me rodearon hasta sujetarse por delante de mí, a la altura de mi senos, sentía como uno de sus pulgares quedaba ajusto donde estaba mi pezón y este movía delicadamente su dedo para acariciármelo, me recargue en su pecho y me deje llevar, me dio un tierno beso en la mejilla, viajamos así un par de estaciones más, cuando el me tomo de la mano y me guio a fuera del metro, salimos y tomamos un taxi que nos llevaría directamente a nuestro destino, el viaje fue de lo más normal, no parecíamos una pareja llena de lujuria que ansiaban comerse a besos, platicamos sobre trivialidades, sobre nuestra semana, del clima, ja, esas conversaciones siempre fueron paz en mi alma antes de la tormenta que se avecinaba, en cuanto llegamos a nuestro destino, un hermoso hotel llamado “Apatlaco”, fuimos directo a nuestra habitación, un cuarto espacioso, me sentí cómoda inmediatamente, me acerque al tocador, me observe en el enorme espejo, vi pasar a Jorge por detrás y depositar mis cosas en la silla junto a la ventana, regreso y me abrazo por detrás nuevamente, me vio a través del espejo
-“Te vez riquísima… ya venias ligando con los tipos esos verdad?? (Sonreí pícaramente y sentí como me apretó con fuerza hasta hacerme un poco de daño, unos segundos después me soltó) te gusta el cuarto?”
Él se retiró rápidamente hacia el baño, yo me quede algo confundida por su actitud tan rara, pero le deje pasar rapidamente, me acerque a la cama, coloque una rodilla sobre ella, y luego todo paso tan rápido, no sentí en que momento Jorge se acercó a mí por detrás me tumbo en la cama, con una de sus manos apretaba mi cabeza contra el colchón mientras las otra acariciaba mi trasero y me subía la falda hasta la cintura, sentí su mano recorriéndome y de la nada me nalgueo, una, dos, tres veces; el daño que me producían esos golpes me hicieron lagrimear y quejarme…
-“Conque ya venias ligando eh, cuando vas a entender que tu solo eres mi putita, mía y nada más”
Y sin previo aviso, me hizo a una lado la delicada tanga de encaje y me ensarto su glande hasta el fondo, solté un gemido, me estaba doliendo, no estaba aún tan lubricada y él tampoco, sentí como me rosaba a cada embestida que me daba, pero su furia no paraba, yo gemía más y más fuerte, mi excitación iba en aumento, de repente sentía como mis fluidos comenzaban a salir y a resbalar por mis piernas, yo ya lo estaba disfrutando, él dejo de apretar mi cabeza contra el colchón y me tomo de la cadera con las dos manos, le dio un mejor ritmo a sus embestidas, su ritmo aumentaba, me volvió a nalguear, el dolor que sentía me tenía paralizada, apretaba fuertemente la colcha con los puños, me hice daño al morderme el labio inferior para no gritar nuevamente, la pierna que tenía aun sobre el colchón se comenzó a entumir, la otra pierna que estaba asentada en el piso comenzaba a acalambrarse, sentí como una de sus manos recorría el canal que dividen mis nalgas, y con uno de sus dedos rodeaba la circunferencia de mi ano, apretándolo, lo que me hizo pegar un respingo que me hizo mover hacia adelante, coloco nuevamente ambas manos en mis caderas (-“quieta o te va peor”) no sabía si lo había dicho de verdad o lo estaba imaginando, pero en ese momento no moví ni un musculo más, enredo su mano en mi largo y negro pelo y de un tirón me levanto la cabeza, me hizo gritar..
-“ah si putita? A si es como te gusta? CONTESTAME!!!
-“SI”
-“Mas fuerte q no te escuche… a si es como te gusta??”
-“SIIIII, SIIIIIII….”
Se me destrozo la garganta, ese grito que sonó a un gemido afirmativo se había escuchado por todo el hotel, yo lo sabía; y fue en ese momento que comencé a sentir las inconfundibles contracciones de su espasmo al correrse dentro de mí, en el momento mismo que sentía su leche chochar contra mis paredes vaginales, el me daba tremenda nalgada que me hizo llorar, de puro dolor y placer, me jalaba el pelo, me continuaba cabalgando aun después de correrse, sentía como me arrancaba algunos cabellos, arqueaba mi cuerpo, me tenía ensartada, me sometía a placer, después de un rato que me pareció una eternidad se abrazó a mi cuerpo, sus manos tomaron mis senos y los comenzaron a estrujar como si la vida se le fuera en eso, sentía su cuerpo caliente en mi espalda, su sudor chorreando por su cara, su vaho calentando mi cuello, mis piernas me temblaban, mi vagina latía de dolor y placer, sentía como su pene iba disminuyendo su tamaño y grosor, me levanto, quedamos en la misma posición, yo aún tenía lágrimas en los ojos y otras corrían por mis mejillas, poco a poco fue moviéndome de tal manera en que quedara frente a él, una de sus manos se colocó en mi nalga adolorida y roja por sus golpes y la otra me limpio las lágrimas y me subió el rostro hasta que se encontraron nuestras bocas, me beso delicadamente, como nunca antes, me dijo que lamentaba mis lágrimas, yo lo mire directamente a los ojos, vi su amor por mi, y la lujuria que yo era capaz de encenderle, sonreí para él, porque solo con Jorge era capaz de sonreír de esa manera..
-“Pero te advierto que la próxima vez que les des alas a otros pendejos como esos en mi cara, te va a ir peor..” (se alejó de mí y vi cómo se acomodaba la ropa e iba caminando hacia la puerta) “descansa un poco del viaje hermosa, yo iré a comprar algo de beber y comer esta tarde y regreso en una media hora”
Me deje caer en la cama, sentada vi como él se marchaba dejándome sola en ese lugar, observe el piso, vi mis piernas y los hilos de lubricante y semen que habían hecho camino hasta mis pies.
-“creo que sería buena idea bañarme”…
Escuche cuando llego, yo estaba terminando de bañarme, mi vagina me ardía mucho, la sentía como si me la hubieran quemado, no sabía si a estas alturas Jorge ya estaría más tranquilo, escuchaba desde dentro del baño como movía sillas y mesas, después de un rato toco a la puerta y me pregunto si no tardaría mucho en salir, le dije que, no; cuando abrí la puerta de la ducha, lo vi parado allí afuera con la toalla en las manos, me sonrió acercándose a mí, comenzó a secarme, su tacto era inmensamente delicado…
-“ Te hice mucho daño?”- lo mire directamente a la cara le sonreí, lo rodee con mis brazos el cuello, lo bese intensamente y parándome de puntitas me acerque a su oído.
-“ No, o por lo menos nada que no sea capaz de soportar”- sonrió y termino de secarme, salimos del baño agarrados de la mano mientras me decía que había traído algo especial para mí, aunque quería consultarme antes los planes para esa noche, al llegar a un lado de la cama vi la razón de tanto ruido, vi la comida que nos esperaba para la cena, una botella de vino y otra de tequila con sus respectivas copas y vasos, me encantaba todo eso, me llevo a la silla y me ayudo a sentarme, me sirvió la comida y me lleno una copa con vino, comenzamos a comer, la comida era deliciosa, el vino comenzó a hacer de inmediato efecto en mi (debo confesar que soy muy torpe para beber) nuestra platica y risas iban en aumento; volví a mirar al hombre que estaba sentado frente a mí, sirviendo la última copa de vino y comenzando a abrir el tequila, le sonreí, lo veía con lujuria y amor, mi vagina estaba adolorida, me ardía aun, pero yo sabía que quería más, comencé a sentir esa excitación que recorre el cuerpo, una descarga eléctrica desde el cerebro, pasando por la espina, alborotando el bajo vientre y depositándose en el clítoris, Jorge me miro, leí en su rostro la respuesta a mi sugerencia no verbal, no había nada que discutir, ya sea por los efectos del alcohol o del amor, esa noche la quería pasar solo con él…
cruce las piernas, tomo su copa y comenzó a beber un poco más, su otra mano la dirigió a mi pierna y comenzó a acariciarme, el tacto era delicioso, su mano subía y bajaba recorriéndome toda la pierna, me dejaba tocar, me deje querer por él, coloque mi pierna entre las suyas, él dejo su copa en la mesa y me tomo el pie, lo masajeo, acariciaba mi pierna desde los dedos hasta la rodilla, con ambas manos, subió la otra pierna y comenzó a sobarme ambos pies y pantorrillas, mordió mis dedos del pie derecho y hacia cosquillas con su aliento, le retire mi piernas y me levante, me monte frente a él, con su cara frente a la mía, lo comencé a besar desesperada, lo mordí hasta hacerlo quejarse del dolor, comencé a mover mi cadera en círculos, sin frenesí frotaba mi pelvis contra su pantalón, le fui quitando poco a poco la corbata, le desabroche cada odioso botón de su camisa, le descubrí el pecho, bese su mejilla, su mentón, le lamí el cuello sin pudor, continúe bajando hasta su pecho, él me tenía agarrada de las nalgas, las sobaba y apretaba a cada sensación, comenzó a meter una de sus manos bajo la toalla, y continuo su caricia, recorrió el canal divisorio entre ellas hasta llegar a mí ya bien lubricada vagina, uno de sus dedos se empapo con mis fluidos y ese dedo fue el que uso para recorrer de vuelta el camino entre mis glúteos, yo notaba que ese movimiento lo repetía una y otra vez y que en cada recorrido, siempre se quedaba unas milésimas de segundo más en mi entrada sodomita, sentía su deseo por mi virginal hoyito, el movimiento de mis caderas se intensificaba al pensar en ese perverso deseo, mi excitación me recorría y nublaba a un más mi mente, me acerque a su oído derecho y con la mano izquierda me aferre a su cabellera mientras montaba con frenesí maniaco a mi semental, le dije en un susurro
–“ porque no me estimulas más ese estrecho lugarcito??”-
no terminaba de decírselo cuando uno de sus dedos se bañó con mis fluidos y se fue a colocar de manera directa en mi anito, sentí como su dedo recorría su diámetro y como poco a poco haciendo ese movimiento se iba introduciendo en él, debo de admitir que esa estimulación nueva para mi, me estaba deleitando, era una nueva experiencia, mi piel se erizo, corrientes eléctricas iban y venían en mi sistema nervioso, sentí la erección de Jorge entre mis piernas, aprisionada por su pantalón, frene el movimiento de mi cuerpo en seco, me erguí todo lo que fui capaz de hacerlo y levante mi rostro hasta ver el techo, sentí su dedo incrustado en mí, sus movimientos circulares que no cesaban, con su boca me desenredo la toalla y la dejo caer, su boca aprisiono uno de mis frondosos senos, mis pezones llevaban ya tiempo erectos ah sí que no le fue difícil encontrarlos y morderlos y con su lengua jugar con ellos, sentí la brisa que entraba por la ventaba, el aire frio, me aferraba a la cabeza de Jorge, pero llevaba ya mucho tiempo en esa posición, sabía que él estaba muy excitado, e hice lo único que se me vino a la mente, dejarlo así como estaba caliente y disfrutar de la frustración que la causaría eso..
Aleje su cara de mis senos, baje mis piernas y aun sintiendo su dedo un poco incrustado, con un movimiento rápido de cadera lo saque, levante la toalla y me la volví a enredar en el cuerpo, me aleje de él acercándome a la ventana y la cerré de un golpe, sonriendo le dije que me había dado frio, me observo ahí parada, vi cómo se levantaba y caminaba directo a mi, vi la mancha de lubricante que tenía su pantalón, me reí un poco cuando se acercó para besarme, deseaba terminar lo que ya habíamos comenzado a hacer, le acaricie el glande sobre el pantalón y aproveche esa oportunidad para dejarlo completamente desnudo, pero nuevamente me aleje de él y fui a la mesa, tome nuestras copas y le lleve la suya, se la ofrecí y comenzamos a beber, en ese momento se me ocurrió algo, baje mi copa y metí su pene dentro de ella, él se sorprendió, le sonreí
–“ se me antoja beber directo de la botella”-
y me arrodille, quite la copa y le chupe el pene, lo metí todo de un solo golpe a mi boca, saboree el vino y el lubricante de Jorge, sabor extraño, sensación deliciosa, y comencé a chuparlo como me gusta hacerlo, rodeando con mi lengua su cabeza, apretando con mis labios todo su falo, todo eso en un mete y saca constante de mi boca, hasta hacer llegar su punta hasta lo mas profundo de mi garganta, para luego sacarla y soplarle directo a su ojo, haciendo que gimiera deliciosamente por el contraste de temperaturas, luego baje hasta sus testículos que chupe sin piedad y mientras estaba haciendo eso, tome mi copa del suelo y la vacié sobre su pene y testículos, para yo refrescar mi boca seca, el me tomo de la cabeza con rudeza y me aplasto contra sus huevos haciendo que me metiera los dos a la boca, yo chupaba más y más fuerte, hasta que sentí que su mano disminuyo su fuerza, aproveché eso para nuevamente subir hasta su pene y comencé una vez mi faena, chupe hasta que la boca me comenzó a doler, a pesar de todo mi esfuerzo él no se corría, comencé a sospechar que era el efecto de la bebida….
Me levante para alejarme de Jorge, tome la botella de tequila y serví 2 vasos de una jalón le baje a la botella un cuarto de litro, le di un vaso a él y gritamos
-“HASTA EL FONDOOOO”-
De un trago nos tomamos todo; mi garganta ya estaba algo abierta así que el trago paso por mi garganta hasta el fondo sin sentirlo, baje el vaso a la mesa y bese a Jorge en la boca de forma muy lujuriosa, el me quito la toalla por fin y la aventó muy lejos para que no me la volviera a poner, me fui moviendo poco a poco hacia la cama y allí el me tiro boca arriba, se colocó sobre mi hasta la altura de mis senos, chupaba y apretaba, bajo una de sus manos, y comenzó a tocar mi vagina, humedeció sus dedos con mis fluidos y busco mi clítoris, su dedo recorrió su circunferencia y comenzó a estimularlo de forma lenta, Jorge es un experto dedeandome, sus dedos habilidosos lograros hacer de mi clítoris un punto sensible al estímulo de cualquier movimiento, sus besos fueron bajando desde mi pecho a mi estómago, mi abultado vientre, terminando en mi monte de venus, donde dejo de besar y comenzó a lamer, su lengua recorría cada rincón, la paseaba alrededor de mi clítoris, luego bajaba hasta la entrada de mi vagina y separaba mis inflamados labios para poder meterla lo mas profundo que podía, bajo aún más hasta mi ano, ya algo dilatado por la estimulación que me había dado con su dedo, lo lamio y chupo hasta hacerme gemir, la experiencia era nueva y yo lo disfrutaba como loca, volvió a subir hasta mi clítoris, fue en ese momento que comenzó a chupar como si fuera un delicioso manjar, 2 de sus dedos se introducía en mi vagina y uno de ellos tocaba mi punto G una y otra vez, me estaba volviendo loca de puro placer, sentí también como un dedo volvía a la exploración sodomita, yo estaba mas que excitada, mi cuerpo ya no me pertenecía, era toda de él, se introdujo en mi interior con una facilidad que me sorprendió, lo movía en coordinación, estaba estimulándome a tal punto de pedirle más y que no parara de hacerlo, su boca que chupaba y lamia mi clítoris, era fascinante tanto placer!! y comencé a sentirlo; esa calidez que nubla la vista y hace que lo oídos queden sordos, el pecho se siente que explotara y la habitación parezca que esta hirviendo, mi cuerpo se tensó, tenía ganas de orinar, mis músculos se ablandaron y en ese momento llego mi primer y mas intenso orgasmo de la noche mis esfínteres liberaron tensión, sentí el liquido recorrer mi vagina y a Jorge chupar todo y devorarlo en un solo trago, pero él no paraba, me continuaba estimulando la vagina, y hasta que todo mi cuerpo estuvo realmente relajado y libre de toda sensación de explosión, me di cuenta que mi ano estaba siendo invadido por mas de un dedo, ese orgasmo me había relajado tanto que él lo había aprovechado para dilatar mas y mas a mi virginal agujerito, él no paraba, tenia energía para desperdiciar, después de asegurar que mis fluidos orgásmicos estaban todos ya dentro de su estomago, se levantó y me volteo colocándome boca abajo, se puso sobre mi, y me fue penetrando poco a poco, mi cuerpo fue recuperando su sensibilidad y tensión, una y otra ves envistió sobre mi, su pene es delicioso, largo y sobre todo grueso, que me hacia gemir de puro placer con cada embestida, me volvía loca nuevamente, yo movía la cadera por debajo, trataba de levantarla en cada embestida, me nalgueo una vez mas, sus manos se colocaban en mi cabello alborotándolo me jalaba un poco para que me arqueara y subiera el rostro, él me tomaba la cara y pasaba su enorme mano por ella, yo abría un poco la boca atrapando siempre uno o dos dedos para chuparlos y lamerlos, la lujuria era inmensa, no cabíamos uno en el otro, su glande se movía en mi interior, me lastimaba por el grosor, y eso me hacía gemir mas y mas fuerte a cada arremetida, escuchaba esos sonidos que se hacen cuando entra y sale, yo ya me sentía cansada a desfallecer, pero no dejaba de moverme, quería que Jorge me siguiera disfrutando en cada movimiento; entonces sin esperarlo se levantó y se dejó caer sobre la cama boca arriba, me miro y me dijo “SUBETE”, no podía dejar pasar esa oportunidad me levante fui por el tequila y los vasos, me tome de un trago un vaso y le ofrecí otro a él, cuando él estaba tomando me monte en él, y cual jinete, lo cabalgaba de arriba abajo y de un lado a otro, dejo su vaso vacío en el buro, y se dejó caer por completo en la cama, con sus manos apretaba mis senos y recorría mi cuello y en momentos él era quien movía la cadera para darle velocidad a las embestidas, yo me dejaba caer hacia enfrente ofreciéndole mis senos para morderlos y gozarlos aún más, sus manos se colocaba en mis nalgas apretándolas y dándoles movimiento a ellas entre sus dedos, entonces me levante un poco y me di la vuelta, dándole por completo la espalda a Jorge, me vi entonces reflejada en el enorme espejo de frente a la cama, comencé a inclinarme y vi cómo me iba sentando, incrustándome ese delicioso falo en mi interior, cuando sentí que lo tenía en la entrada de mi vagina y q no había forma de q se saliera de mí, me deje caer sobre él, sentí como entro con esa fuerza; volvía a ser una lujuriosa jinete sobre su semental, mientras me movía sobre su cuerpo, el recorría mi espalda, y mis nalgas con sus nudosas manos, lo disfrutábamos ambos, me movía para disfrutar cada vez más, me daba sentones hasta sentir rebotar sus testículos en mi clítoris y me levantaba hasta tener su pene por completo fuera de mi; repetí tanto ese movimiento q no me di cuenta de lo que tanto movimiento estaba provocando, hasta que Jorge ya no me dejo levantar de nuevo, me jalo de la cadera y me sostuvo fuerte y firme, bien incrustada, entonces comencé sentir el palpitar de su pene, esos movimientos espasmicos que me producen tanto placer, comencé a moverme en círculos haciendo que nuestro placer no disminuyera, esa sobada me estaba realmente tensando a mi también, coloque una d mis manos en mi vagina tome sus testículos y con ellos comencé a estimularme el clítoris, era delicioso sentir eso, estaba siendo penetrada hasta lo mas profundo de mi ser, su huevos masturbaban uno d mis puntos mas sensibles y ese movimiento q no dejaba de hacer con mi cadera, me tenían al borde del placer; Jorge comenzó a moverse en un rápido mete y saca, yo moví mas rápido mis caderas y cuando sentíamos que estábamos ambos en la punta de la gloria sentí como mis fluidos chocaban contra los de él, abundantes, cálidos, me sentía a desmayar, mi gemido de placer por haber alcanzado un orgasmo más y de cansancio, retumbo por toda la habitación, me deje caer a un lado de su pies haciendo de mi un ovalo, sentía esos calambres que dan después del orgasmos esas sensaciones que recorren el cuerpo, la hipersensibilidad en mi piel, el cuarto olía a sexo, yo destilaba ese mismo olor, mi olfato se inundaba de el, solo acercarme a mis pechos; voltee a ver a Jorge tendido boca arriba, agitado, parecía que acaba de correr un maratón, su rostro era rojizo, me acerque a él sigilosamente, y me acurruque a su lado, lo comencé a lamer desde el pecho, recorrí su cuello hasta encontrar su boca, donde nos besamos desesperados y satisfechos, él me amaba y yo a él, y éramos felices y eso era todo….
Que satisfecha me sentía, se podía terminar el mundo en ese instante y nada mi importaría ya; pero mi lujuria por ese hombre no cesaba, e hice lo más delicioso en ese momento me despegue de su pecho y comencé a bajar poco a poco, cambie de posición, un estilo 69, pero solo yo chupaba su sexo, en realidad mi intención era dejarlo limpio sin sus fluidos y los míos, el entendió a la perfección que no deseaba que mi vagina fuera presionada una vez mas, así que coloco una de sus manos sobre mis nalgas y las comenzó a sobar y estrujar, yo continué en mi faena, de inmediato me di cuenta de que su pene no había perdido la erección por completo y mi “limpieza bucal” estaba provocando que esa poca flacidez que se había presentado se fuera, lamia todo, desde la punta hasta sus testículos, succione cada gota que hubiera quedado dentro de su miembro, sus vellos me hacían cosquilla en la nariz y de vez en cuando mi dientes rozaban un poco su glande para hacerlo estremecer, sabía que estaba sensible y me encantaba sentirlo así, chupe y lamí como si fuera el dulce mas delicioso de mi vida, no paraba, no quería, mi excitación aumentaba, no tenía fin ni daba tregua alguna; Jorge sintió mi deseo, y él mismo lo comenzó a experimentar, se sirvió otra vaso de tequila y se lo tomo de un solo trago, se sirvió otro vaso y lo dejo a un lado, su mano dejo solo de estrujar para nuevamente volver al ataque, sus dedos nuevamente comenzaron a explorarme, abrí mis piernas solo para complacerlo, respiro profundo se deleitó con mi aroma; con su dedos rápidamente comenzó un rico mete y saca, mi vagina estaba aún muy mojada de las corridas anteriores, Jorge movía hábilmente sus dedos en mi interior, y entonces de un empujón nos rodamos colocándonos en un satisfactorio 69, ambos chupábamos el sexo del otro como si no existiera el mañana, nos deleitábamos, nos disfrutábamos mutuamente, pero debo de admitir que no es una posición que disfrute mucho, me sentía atrapada bajo su peso y me confundía en la situación, ya que deseaba continuar chupando pero el placer q recibía hacia q gimiera olvidando mi tarea, creo q fue en ese momento que Jorge se quitó de encima de mí, se sentó a la orilla de la cama, y me ofreció el vaso servido de bebida, y el de un jalón se tomó lo que restaba directo de la botella, que sediento estaba, me encantaba verlo asi, tan sudoroso, enérgico, su cuerpo traspirando lujuria, pasión, él y yo estábamos dispuestos a disfrutarnos en todo y eso me quedó claro unos momentos después..
En cuento termino de beber, se volteo y mirándome a los ojos me dijo, casi en un susurro..
-“Ahora si llego el momento que hagamos NUESTRAS fantasías realidad”
Se me fue encima, de una manera muy fiera poco percibida de él en mí, su aliento, una combinación de tequila, vino y mis fluidos, era delicioso, su cuerpo se resbalaba con el mío, estábamos ambos tan sudados, me tomo del cabello y me beso, hasta tirarme por completo en la cama, recorría todo mi cuerpo con sus manos, apretó mis senos hasta hacerme gemir, mi estómago, cintura y vientre, las piernas, todo lo tocaba parecía que no quería dejar parte de mi sin tocar, pero algo estaba pasando, algo diferente a todas las demás ocasiones, era más rudo de lo necesario, me estrujaba tan duro los senos que me comenzaba hacer daño, y los gemidos pronto fueron de dolor, me estaba acobardando, no me estaba gustando, pero no había forma de echarme para atrás, jugaríamos el todo por el todo.
Comencé a pelear contra él, lo empuje y trate de salir de la cama, pero me fue imposible era más fuerte que yo, me tomo de las piernas y me atrajo nuevamente al centro de esta, me movía, pateaba, pero él se sentó sobre mis piernas y de inmediato me inmovilizo de la parte baja, no dejaba de moverme, pero él me tenía agarrada con una sola mano, mis dos manos arriba de mi cabeza, me estaba doliendo, me besaba el cuello, me lo mordía, con su mano libre apretaba mis senos, gemía, hacia ruido, le decía que se quitara que me dejara libre, entonces coloco su mano sobre mi boca para que me callara, aproveche ese momento para morderle los dedos y el me soltó de inmediato tanto d las manos como de la boca, me bofeteo, y me azoto en la cama, entonces con ambas manos lo comencé a rasguñar, me moví y lo empuje tan fuerte como pude, me libere de su cuerpo y trate de salirme, me di la vuelta para salir gateando de allí, pero él me tomo del pelo y me jalo hacia abajo, me tomo de los pies y me volvió a jalar, me hacía daño, me apretaba mucho, regresamos al mismo punto
-“A dónde vas putita? Tu me debes una complacencia…”-
Me sometió contra el colchón, me comenzó a besar y morder la espalda, con toda la fuerza que fui capaz con los brazos me alcé todo lo que pude y me moví, Jorge con una de sus manos me empujo de nuevo hacia abajo, se subió sobre mis piernas, sentía su pene erecto en la parte baja de mis nalgas, me continúe, moviendo, no pensaba permitir que me lo hiciera, volví a tomar fuerza y quise levantarme una vez más, pero esta vez Jorge ya no estaba tan dispuesto a dejarse ganar, con la fuerza de un hombre de su tamaño me empujo, tomo una de mis manos y desde mi muñeca me la doblo atrás de mi espalda, me dolió tanto que grite, le pedí que por favor me dejara que me hacía daño, pero él me apretó más la llave, que me sometía, me arquee , gemí, abrió mis piernas cruzadas y en el momento que hacia palanca me la dejo ir hasta el fondo, el lubricante que casi siempre recubre mi delicada vagina, había desaparecido, estaba seca, esta cogida me estaba doliendo mucho, apreté mis piernas nuevamente, queriendo impedir el que me continuara follando, pero eso fue un error aún más grande, mis labios hinchados sentía el doble el roce de su pedazo de carne contra la mía, cada embestida, me hacía revolcarme, pero su llave lograba mantenerme lo suficientemente quieta para que el continuara con su labor, Jorge soltó su cuerpo sobre el mío, me besaba la espalda, la mordía, la lamia, preferí relajar un poco mis piernas para que el dolor bajara un poco, pero ese fue mi último error de esa noche, él me soltó el brazo, yo de inmediato lo lleve frente a mi rostro y con mi otra mano comencé a sobármelo, me dolía tanto, él dejó caer por completo su cuerpo sobre mí, sentí sus manos masajear mis nalgas, las pellizco, me dolía, su cuerpo me sofocaba, sentía que me faltaba el aire, pero no podía hacer muchos movimientos más para liberarme de su cuerpo y de esta situación, mi muñeca no soportaba el que yo hiciera esfuerzo, me comenzaba a sentir indefensa, tenía miedo, como nunca antes lo había sentido…
Y entonces lo sentí, él aun acostado sobre mi cuerpo, su enorme verga saliendo y entrando de mi vagina, una y otra vez, pero sus dedos se colocaban en mi estrecho ano, metió un dedo, me dolía, era más que obvio que estas nuevas cosas no me hacían relajarme, y ese hoyito anteriormente ya explorado ahora parecía no dispuesto a volverse a abrir, pero eso no era un impedimento para Jorge, metió su dedo, luego otro, y continuo así, tratando de abrir, mientras mi cuerpo por puro instinto se cerraba y apretaba más, le dije que no quería, que me dejara ir, que por ahí no quería, comenzaba a sentir verdadero pánico, quise moverme sin apoyarme en mi muñeca derecha, me dolía mucho, yo ya presentía lo que pasaría y no deseaba quedarme allí a sentirlo, pero no hay nada peor que estar cansada y adolorida para que tu cuerpo no reaccione como debe y quieres, pero ya era muy tarde saco su polla de entre mis nalgas y labios vaginales, se levantó y abrió mis nalgas duras para dejar al descubierto mi arrugado ano, y puso la punta de su glande en la entrada, yo ya estaba fuera mí, no lo quería y tampoco lo habría consentido nunca, me quise mover e ir, pero el nuevamente volvió a someterme, coloco una mano sobre mi cabeza, manteniéndola apoyada fuertemente en el colchón, pellizco una de mis nalgas duras, y luego me volvió a nalguear, me queje, le dije que parara pero no quería, que ya no quería seguir, pero ya era muy tarde para decir algo, el comenzó a bombear hacia adentro, poco a poco, me dolía, me dolía mucho, y aun no metía nada, pero el dolor ya estaba comenzando a sentirse, y de mi interior no sé dónde, salió la fuerza para moverme y quise escapar de ahí, pero moví la cadera, y en ese momento sin decir nada más, Jorge clavo la cabeza de su polla en mi interior, YO GRITE, ese grito desgarrador que hace que la garganta se rompa y sientes como se rasga y sale sangre, NUNCA ANTES HABIA SENTIDO DOLOR IGUAL, sentí caliente, que me quemaba, sentí que me metían la cabeza de un encendedor después de haberlo ocupado por cinco minutos, y que lo untaban por las paredes de mi intestino, creí que moriría, que me partiría en dos, que el había tomado mi ano y lo estaba abriendo de forma rápida y dolorosa, que lo abría hasta mi nuca, mi grito termino en ese momento, aunque el sonido aun rezumbaban en mis oídos, comencé a llorar, mis lágrimas resbalaban y caían abundantemente en las sabanas, Jorge coloco su mano en mi boca, temiendo que volviera a gritar, pero yo ya no tenia energía para eso o algo más, me deje caer en la cama, y entonces nuevamente sentí como bombeaba, me metía cada vez más su polla, su enorme polla en mi muy estrecho agujerito, por instinto mi esfínter se retraía mas, haciendo que apretara mas su polla, en momentos quise relajar mi ano y abrirlo para no sentir más dolor, pero mi ano por si solo se volvía a estrechar, me quede inmóvil, deseaba que ya terminara de sodomizarme, pero no me atrevía a decir ni una palabra, por miedo a que fuera peor, sentí como a cada centímetro entraba su pene en mi, era un martirio, me quemaba, me estaba ardiendo, lo que me quemaba, me dolía, sentía que mis entrañas se inflamaban, y entonces los sentí, sus huevos chocar contra mis nalgas, allí, en ese momento él se enderezo del todo, lo sentí sentado sobre mí, sobre mis caderas, enterrándose en lo más profundo de mi ser, y en ese momento el comenzó a moverse, sacaba- metía, me continuaba doliendo, pero el dolor ya no era tan suplicante como fue al principio, me acostumbraba a su polla, o tal vez poco a poco fui desconectando mi cuerpo de mi mente, sentí las sabanas rozar mi rostro y mejilla, escuche el movimiento del colchón , el aire frio que de algún lado entraba, todo, pero el dolor, ese, trataba de no pensar en el….
No sé exactamente cuánto tiempo paso, pero sé bien que todo ese tiempo no deje de llorar, una y otra vez sentía como su polla entraba y salía de mí, y como de vez en cuando la sacaba toda para volverla a meter por completo en mi interior, no dejo de cabalgarme, era extraño, esa nueva forma de sexo, era muy extraña, nunca antes lo había hecho, y creo que de haberlo deseado, tampoco hubiera permitido que fuera con Jorge, era extraño, la sensación era tan rara, no se como la definirá exactamente.
Jorge no dejo de tocar cada parte de mi cuerpo, mis nalgas, mi espalda, mi cuello, de vez en cuando pasaba sus manos por debajo de mi para tocar mis senos, yo no ponía resistencia, yo no dejaba de pensar que eso era muy doloroso, que no parecía en nada a lo que había planeado, creído, soñado, fantaseado durante meses.
Y por última vez en esa cabalgata, Jorge me nalgueo, se quedó incrustado dentro de mí, y sentí sin duda alguna la llegada de su esperma que me inundaría toda, sentí como su pene se inflamo, como si fuera posible hacerlo mas ancho, y como su deliciosa cabeza que tanto me gustaba chupar, escupía en mis entrañas su babosa esperma blanquezca, que delicia… para mi sorpresa lo disfrutaba, la sensación de la calidez del esperma inundando mi interior, ese movimiento de su pene cuando estaba terminando, nunca antes lo había sentí tan rico, tan fuerte, tan cálido, sentí como hacia un movimiento para recargarse en mí, me daba un beso en mi mejilla húmeda de mis lágrimas, y sentí como planeaba salirse de mi
-“No te salgas por favor, aun no..”- lo dije casi en un susurro, yo misma me sorprendí de mis palabras, y creo que Jorge también.
Se quedó dentro de mí, y sentí como su tamaño volvía a disminuir una vez más en la que iba de la noche, lo sentí todo, desde como ese potente glande se volví tan delgado y frágil, tan suave, todo lo contrario del glande q momentos atrás me estaba partiendo a la mitad, debo confesar que me gusto, que me gusto sentir todo eso ocurriendo en mi interior, y después de un rato se esfumo, Jorge se salió de mí y se tumbó a un lado de mi cuerpo, estaba cansado, agitado, sudoroso, lo escuchaba respirar con dificultad, lo escuchaba, y entre más lo oía, entre mas me percataba de su presencia, por increíble que pareciera, más lo amaba, estaba segura que eso que acababa de pasar, con ningún otro hombre lo hubiera permitido, estaba segura que solo por él me dejaría amar de esa manera…
-“Perdóname si te hice daño, no era mi intención”- no respondí, estaba segura que no quería hablar, sentía que me dolería la garganta que saldría sangre por ella –“ lo ves? A esto me refería cuando te dije que no quería hacerlo, pero tu querías, tú fuiste la que decidió….”-
No sabía por qué Jorge estaba tan molesto, parecía a punto de estallar, yo no le reclamaba nada, yo no decía que no.. de hecho, yo no decía nada, estaba recuperándome de todo lo pasado, mi cuerpo estaba adolorido y cansado, mi mente confundida, mi corazón acelerado, no tenía, ni quería decir nada…
-“Sabes? No te culpo, ni te odio, pero para ser honesta si estoy muy sacada de onda, y en nada eres tu el responsable, desde el momento que te pedí que quería que pasara esto, fui yo quien asumió toda la responsabilidad, llevamos, meses planeando este encuentro, y yo llevo meses pidiéndote que hicieras esto, aunque nunca creí que lo harías, te agradezco mucho que lo aceptaras y lo llevaste acabo sin haberme dicho antes, si tengo que ser sincera, lo sentí tan real, que ahora se que valió la pena el esfuerzo y el silencio, y sabes GRACIAS..”-
me volteo de mi posición, y lo mire directo a la cara y busque que sus ojos encontraran los míos, deseaba que sintiera que nada cambiaria entre nosotros
–“ VEME A LOS OJOS JORGE Y CREEME CUANDO TE DIGO QUE ESTA ERA MI FANTASIA, NUNCA DEJARE DE SENTIRME SATISFECHA, TU LOGRASTE CUMPLIR EN MI, LO QUE CON OTROS HOMBRES INTENTE Y FALLE O NO ME ATREVI A MENSIONAR, cumpliste mi fantasía, me proporcionaste placer y te quiero por eso, y por ningún motivo pienses que esto estuvo mal, porque si de algo es cierto entre los dos, es que con ningún otro hombre lo hubiera disfrutado tanto ni hubiera sentido tanto terror”- lo bese, y me acurruque en su cuerpo, para continuar escuchando el sonido de nuestros cuerpo y el silencio del cuarto que nos aislaba de la ciudad, sentía el dolor en mi muñeca, en mis piernas, ardor en mi vagina y ano, y también sentía como escurría el semen entre mis nalgas, y para mi sorpresa algo que no había notada antes, la lubricación de mi vagina, porque bueno, después de todo, creo que si me había excitado y no me di del todo cuenta..
-“Amor, creo que necesitare ir mañana al doctor a ver lo de mi muñeca, me duele mucho”
-“ lamento haberte lastimado la muñeca, no está fracturada verdad?
-“ Mmmm no lo creo, pero por si las dudas seria mejor que me revisarán”
-“ Ok, también pediré q me revisen a mí la nariz y el ojo, ya q me has metido tremendo codazo que creo me has sacado sangre, pegas duro eh!.. jajaja, eres una rival peligrosa”
-“ Soy peligrosa hasta como compañera!!”
Esa noche dormí tan profundamente, que ni siquiera recordé llamar a mis padres, para decirles que estaba bien… bueno aunque de haberles hablado, hubiera tenido que mentir…
