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2 Hombres Solos (Yaoi) (Fantasia)

Yarina

Bovino adolescente
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21 Oct 2008
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51
MI PRIMER NOVIO O ALGO ASI

Bienvenido a mis recuerdos por llamarlos de alguna manera me llamo Alberto tengo treinta años me gustaría relatarles como fue mi experiencia hace ya algún tiempo atrás.
Seria cuando yo tenia apenas quince años, se puede decir que era como todos los chavales con sus juegos y sus amistades como siempre, mi padre era un hombre de constitución fuerte, de carácter fuerte aunque algo tímido con las mujeres, no era muy mayor aun rondaría sobre los cuarenta y cinco, los llevaba muy bien, de melena oscuro y lisa, sus ojos eran de color azul profundo a veces cuando le miraba era como si me perdiera en ellos, era muy amable y comprensivo nunca me llego a levantar la mano prefería enseñarme las cosas con un ejemplo a tener que usar la violencia era mecánico y basta la modestia muy bueno en su trabajo; mi madre sin embargo tenia un carácter mucho mas decidido, de pelo castaño claro y unos ojos de color verde muy lindos, tenia una figura esplendida, mi madre sin embargo se dedicaba a las labores domesticas se podría decir que era mas o menos una familia tradicional por decirlo así: siempre hablaban entre ellos, e intentaban buscar una solución para cualquier cosa, pero no creo que se esperaran lo que me llego a pasar; entre ellos no se llevarían mas de diez años.
Como cada mañana mi padre venia despertarme cuando el se iba a trabajar, como siempre eran las siete y media.

-- Venga despierta ya ha amanecido…-- gritaba mi padre para que me despertara, parecía que él siempre se despertaba de buen humor aquello era increíble que yo recuerde nunca lo había visto por la mañana sin energía nunca llegue a creérmelo.

-- Pero papa déjame cinco minutos mas… -- le decía yo desde mi cama tapándome la cara con la almohada, pensando que, ¿Por qué no se quedaría algún día dormido?, pero bueno eso solo ocurría los domingos que era yo siempre el que me despertaba antes claro esta.

Mi padre se acercaba a mi y me desarropaba, de un tirón abría las persianas de golpe y la luz inundaba mi cuarto; en ese preciso día mi padre al girar la cabeza y mirarme se dio cuenta de que tenia una erección.

-- Vaya parece que estas soñando muy a gusto por lo que parece… -- dijo mi padre con un cierto tono de burla.

Yo no sabia a que se refería la verdad, así que me mire la entre pierna y me puede ver que si estaba con una erección, la verdad en ese momento lo único que pude hacer fue poner la almohada delante de mi y taparme lo que mejor pude.

-- Ja, ja, ja, ja…No te preocupes eso es normal a tu edad no tienes por que avergonzarte yo también las tenia y la verdad, por lo que he podido ver has salido a tu viejo padre…-- riéndose aun mas, yo notaba aquella risa en vez de algo positivo como si me avergonzara mas y mas, pero bueno pensé que así era mi padre para estas cosas.

-- Bueno ¿puedes salir de mi habitación? que tengo que vestirme – le pregunte, pero en vez de una pregunta era mas bien una orden.

-- No me digas ¿Qué tienes vergüenza?, pero si los dos somos hombres no hay de que avergonzarse, pero bueno todo chico llega a esa edad, muy bien te dejare vestirte pero no tardes, ya sabes lo que se cabrea tu madre cuando no estas puntual en la mesa…-- añadió mi padre con un tono, comprensivo, por que supongo que el también paso por lo mismo.

Cuando salio mi padre de la habitación y habiendo cerrado la puerta me estire todo lo que pude dejando que el sol que entraba por mi ventana me bañase todo lo que pudiera, mi cuarto no se podía decir que fuera muy distinto de cualquier otro chico, mi cama estaba pegada a la pared y detrás de mi estaba la ventana, a través de ella se podía ver una playa preciosa y una arboleda que llegaba hasta ella, no solia tardar mas de veinte minutos en llegar; había un armario y una mesita con un ordenador no solía usar mucho la verdad a excepcion de chatear con alguno de mis amigos o para algunos juegos online que me gustasen y por su puesto tenia varios pósters de varios grupos musicales, mi habitación contaba con baño propio por lo menos así no tenia que salir al pasillo era un alivio la verdad, así que lo primero que decidí fue darme una buena ducha, me quite el pijama, era de un color azul liso muy pobre la verdad pero bueno era con el que mas me sentía cómodo, al quitármelo tuve bastante frío aun estábamos en invierno, le di al grifo del agua caliente y espere a que por lo menos estuviera templada, cuando la note a la temperatura ideal, me duche.

El agua recorría mi piel suavemente deslizándose por cada rincón, la notaba como si estuviera saboreándome cada centímetro, mientras me enjabonaba me mire el pene y me quede observándolo por un rato y la verdad mi padre tenia razón con respecto a eso había salido a el, cuantas veces le había visto salir de la ducha cuando era pequeño.
Me encontraba genial cuando me duchaba, era una sensación única. Al terminar me seque con una toalla y la enrolle en la cintura salí a mi cuarto, me fui al ropero y escogí la ropa intentando que combinase lo mejor posible.
Me puse unos pantalones vaqueros, algo ajustados una camiseta de las que aquella época se llevaban y unas zapatillas deportivas, una vez lo hube hecho me dedique a ordenar los libros no me solía llevar mucho porque la mayoría los tenia en la taquilla del instituto, una vez hecho esto, metí un chándal para las pruebas deportivas que era esa misma tarde.

Cuando acabe me dirigí a la cocina para desayunar mi madre como siempre puso cereales, tostadas con mermelada y alguna fruta para mí, ya que mi padre no desayunaba mucho apenas una tostada y el café de costumbre; una vez lo hubo hecho se levanto de la mesa.

-- ¿A que hora vas a volver hoy? – le pregunto mi madre como de siempre, que aun sabiéndola se la preguntaba.

-- Sobre la misma hora no creo que hoy haya mucho trabajo – respondió mi padre con el mismo humor de todas las mañanas aunque la verdad a veces se iba con los amigos a beber algo, cosa que a mi madre no le llegaba a agradar mucho.

-- Muy bien date prisa que anochece pronto y tu no te entretengas en cualquier sitio en cuanto termines te vuelves a casa a hacer los deberes, y a estudiar; que según tu profesora vas mal en algebra…-- dijo mi madre controlándolo todo, le gustaba tenerlo todo en orden y bajo control.

-- Pero mama…-- replique yo ante el control que tenia.
-- De peros nada ya te puedes ir espabilando hasta que saques mejores notas – añadió mi madre, cortándome toda rabieta posible.

-- Vamos hijo será mejor que salgamos ya si no llegaremos tarde, yo tengo que hacer algunas cosas antes de abrir…te llevare una parte del camino en el coche… -- dijo mi padre para salir de allí lo antes posible, la verdad no soportaba lo que hacia mi madre pero la amaba y eso tampoco podía evitarlo.
Cuando salimos al entrepiso vimos como mi amigo, estaba esperando el ascensor era un chico de color de unos dieciocho años y mas alto que yo, de complexión fuerte y atlética, de unos ojos de color marrón oscuro y un cabello rizado corto y negro, su ropa era la mas típica, llevaba una camisa lisa de color azul pálido y de botones oscuros por fuera del pantalón que eran unos vaqueros algo desgastados, y unas zapatillas de deporte de marca nuevas.

-- Buenos días…-- dijo educadamente Maluk cuando nos vio esperando el ascensor.

-- Buenos días Maluk – respondió mi padre educadamente, mi padre nunca fue racista pero a el le miraba como con una mirada de odio que no llegue a adivinar nunca el por que.

-- Papa si eso me voy con Maluk al instituto no te preocupes…-- le dije a mi padre, intentando que el no me llevara odiaba cuando iba con el siempre me hablaba de chicas o de futbol no es que odiara eso, pero todos los días era lo mismo y ya cansaba.

-- Muy bien pero no os desviéis, ni vayáis a ningún recreativo…-- inquirió mi padre como queriendo controlarnos, aunque una vez nos pillo haciendo novillos en uno de los recreativos de la zona y ya no se fiaba.

En cuanto salimos del portal mi padre se fue en una dirección y nosotros en otra el camino para el instituto era como de media hora, había varios bares por la zona, y unos recreativos, el cielo estaba despejado completamente y el sol ***** a esta hora no solía haber mucha gente en la calle, solo los bares estaban abiertos para quien iban a trabajar, el olor a café se notaba en la calle, el ambiente era muy fluido y aun no estaba muy contaminada la zona por el humo del trafico.

De camino al instituto había un sex-shop, aun no era hora para que estuviera abierto, pero el escaparate estaba iluminado de color rojo muy brillante, se podía ver varios juguetes sexuales y ropa interior sexy, Maluk se detuvo un momento y empezó a mirarlo, su vista pasaba por delante de los artículos como si a una persona obesa le pusieran un buffet.

-- ¿Pero que haces?... vamos que nos puede ver alguien…y por esta zona me conocen…-- dije yo metiéndole prisa, no me gustaría después que le dijeran a mi padre que había estado mirando esas cosas.

-- No te preocupes, no pasa nada…a esta hora no hay casi nadie dime ¿que te parecen los juguetes? – me dijo Maluk ansiosamente, como si los tuviera en sus manos, su mente parecía que ya no estaba en este momento.

-- Están bien supongo…no sabría que decirte…-- respondí yo dudando, ante su pregunta, la verdad que no sabia que contestar.

-- Mira ese, el de color púrpura, es magnifico! – exclamo mi amigo señalándolo con los ojos abiertos como platos.

Empecé a buscarlo por el escaparate y el único que coincidía con ese color era un consolador en forma de pene de un tamaño considerable la verdad, pensé que lo mismo se había equivocado, o sus gustos eran otros, aunque la verdad nunca le había visto con chicas, siempre era algo solitario.

-- ¿Una cosa eso no es un consolador para chicas? – le pregunte, intentando buscar una explicación, aunque ya me hacia una idea.

-- Es raro que no te hayas dado cuenta aun…me gustan los chicos, además eres al primero que se lo cuento, por favor mantenme el secreto, hace ya varios años que nos conocemos y eres el único en que puedo confiar… -- me suplico Maluk mirándome a los ojos, parecía que en esa confesión había puesto toda su vida.

-- Tranquilo no pienso contárselo a nadie no te preocupes…-- le tranquilice intentando que se calmara un poco, aunque no podía evitarlo la noticia había cambio un poco la relación que existía entre los dos, aunque no lo pareciera.

-- Se nos hace tarde… es mejor que nos demos prisa – dijo Maluk apresurándonos, casi se nos va la hora, mirando aquello.
El día en el instituto fue de lo mas rutinario no hubo nada que se saliera de lo normal, idas y venidas de profesores, mas y mas exámenes, había sido agotador, pero lo que me resulto extraño fue que en todo el día no llegue ver a Maluk, aunque tampoco le preste mucha importancia, a la tarde llego la hora de gimnasia y tocaba cambiarse, el vestuario estaba en la planta de abajo, cuando llegue, pude ver solo a la mitad de la clase cambiándose, aquel lugar era enorme lleno de taquillas y con una habitación mas al fondo que estaban las duchas, casi siempre estábamos desnudos, no se por que en ese instante me vino a la mente el juguete sexual de la mañana, y mi vista empezó a pasearse entre todos aquellos cuerpos desnudos cambiándose de ropa, sentí calor inundándome lentamente, no era algo molesto si no mas bien agradable, aunque no lo sabia por que ami me gustaban las chicas, intente controlarme todo lo que pude y decidí cambiarme y mirar al suelo, cuando termine de hacerlo; salí a la pista de carreras y para mi sorpresa allí estaba Maluk calentando era el primero del instituto ostentaba el record, de momento nadie se lo había quitado, le salude moviendo la mano y decidimos dar unas cuantas vueltas a la pista, las pruebas las habían dejado para otro día al parecer, por lo visto nos distrajimos bastante, al fijarnos ya no quedaba nadie y tuvimos que apresurarnos.

Entramos corriendo en el vestuario, al llegar pudimos ver que ya no quedaba casi nadie y los que estaban, ya se habían cambiado y estaban por salir.

Nos desnudamos yo volví a mirar al suelo no quería de momento que se me pasara nada por la mente seria lo mejor o eso pensé.

Nos metimos en las duchas y dejamos caer el agua fresca sobre nuestros cuerpos sudorosos, empecé a enjabonarme y a lavarme la cabeza como de costumbre, mi vista inconscientemente se paseo poco a poco por su atlético cuerpo, por donde resbalaba el agua casi de manera provocativa, mi mirada fue bajando lentamente hacia abajo sin poder evitarlo, aunque en parte no quería tampoco pero no me explicaba por que, cuando llegue al sexo no pude expresar lo que vi en comparación a lo mío, era una minucia, intente hacerme una idea de cuanto le media y la verdad era increíble le llegaba casi hasta la rodilla, y era enorme de gorda.

-- Wooow…increíble…-- dije inconscientemente ante mi sorpresa.
Desgraciadamente mi amigo me escucho y no pudo solo que soltar una risita algo picarona.

Empezó a acercarse ami, y de golpe sin ningún motivo me abrazo, su abrazo era muy fuerte pero a la vez amable, sentí por mi cuerpo el calor de su piel aun con el agua fría me sentía, atraído por el pero era incomprensible nunca me habían atraído los hombres, teniéndome así empezó a girar hasta estar en mi espalda y pude sentir como poco a poco iba poniéndosele dura, notaba su calor y palpitación en mi trasero, era increíble, al momento me mordió suavemente el lóbulo de la oreja y empezó a lamerlo, pasado un momento soltó un suave soplido en ella, yo no sabia que hacer, estaba como petrificado, no podía creerlo, quería moverme pero era como si algo me lo impidiese, con sorpresa pude ver como ami se me endurecía poco a poco.
En ese momento escuchamos una voz proveniente del pasillo.

-- ¿Hay alguien?... – dijo la voz.

Al momento Maluk me soltó y se metió bajo el agua helada para bajarla y refrescarse.

-- Si estamos nosotros…enseguida salimos…-- dije yo entrecortadamente intentado disimular mi voz.

Una vez hubimos acabado nos vestimos en silencio, yo no podía mas que darle vueltas a lo que había ocurrido, de vez en cuando miraba a Maluk de reojo y el me soltaba una risita picarona, el acabo de vestirse antes que yo, se acerco a mi.

-- Mañana no hay clase nos vemos en mi casa…te esperare no habrá nadie…-- dijo Maluk, como si de una cita se tratara.

Al salir intente acelerar el paso para llegar a casa lo antes posible, Maluk se tomo su tiempo y pude verle como entraba en el sex shop, lo mas seguro para ver aquello que tanto le fascino. Al entrar en casa pude ver que la cena estaba puesta como siempre y mi padre estaba viendo la tele en el salón esperando a que yo llegara para empezar a cenar.

-- Vaya al fin has llegado, ya iba siendo hora… ¿Se puede saber que te ha pasado?... ya me empezabas a tener preocupada…-- dijo mi madre regañándome.

-- Deja al muchacho en paz…se habrá quedado hablando con sus amigos y se le habrá ido el santo al cielo…-- dijo mi padre intentando disculparme para que no terminara aquello en un interrogatorio.
-- Estaba en la pista de carreras y se me fue el santo al cielo entrenando…lo siento…-- dije yo bajando la cabeza.

-- Por esta vez que pase…pero la próxima vez avisa o algo para no tenerme preocupada, anda apaga la tele y vamos a cenar…-- dijo mi madre poniendo los últimos platos sobre la mesa.

La cena fue de lo mas tranquila, hablando sobre lo que habíamos hecho en el día, mi madre no paraba de quejarse que los precios de todo estaban por las nubes, mi padre de que trabajaba demasiado y de que habían abierto otra tienda cerca de la suya que le hacia la competencia; cuando hube terminado mi padre volvió a la tele yo me ofrecí a lavar los platos y así mi madre pudo sentarse al lado de el, acurrucados como siempre, cuando termine me dirigí a mi habitación para empezar con los deberes, me senté en mi escritorio, y saque los libros de texto, estuve estudiando media hora pero no podía concentrarme no me sacaba de la cabeza, lo que había pasado en el vestuario, era imposible que me gustaran los hombres, aun no me lo creía, pero viendo que no podía concentrarme decidí acostarme y dormir.

A la mañana siguiente fue lo mismo de siempre, pero esta vez había algo distinto, tenia que ir a la casa de mi amigo me había citado allí, la verdad que me encontraba algo nervioso y no estaba seguro por que era, siempre había ido a su casa y nunca había pasado nada.

-- Mama esta mañana iré a la casa de Maluk a pasar el rato…-- dije mientras desayunaba pegándole un mordisco a una de las tostadas, aunque esperaba que mi padre me lo prohibiera de alguna forma.

-- Vale pero recuerda que si te quedas a comer o algo me avises…-- dijo mi madre intentado preveer la comida.
Mi padre bajo el periódico y me miro de manera seria sin mediar palabra y volvió a su lectura.

En cuanto hube terminado me despedí de mi madre y le dije adiós a mi padre, Salí de mi casa y me dispuse ir a su casa; llame a su puerta y el apareció vestido como siempre.
La casa estaba adornada con cierto aire africano y tenia un olor algo pegajoso a incienso aunque no me molestaba.

-- Vaya te estaba esperando… pasa… espero que no te moleste el olor a incienso…dijo Maluk educadamente.

-- Que va para nada no te preocupes…-- dije yo sonrojándome un poco aunque no sabia por que.

Casi de improviso Maluk cerró la puerta de golpe y me cogio de la mano y me arrastro a su habitación, estaba como ansioso por algo.
Cuando entramos en su habitación cerro la puerta pude ver que estaba decorada con pósters de jugadores de baloncesto la cama era bastante amplia, y tenia las cortinas corridas, había varios libros amontonados sobre el escritorio, y un armario estaba en la pared de enfrente.
Maluk se dirigió a este y lo abrió empezó a rebuscar por abajo, no sabia exactamente lo que andaba buscando, al fin paro y me mostró un portaligas de color negro y de cuero junto con unas medias de color rojo intenso.

-- Toma póntelo…-- me dijo Maluk su voz parecía como una orden.

-- Estas loco…eso es de chica no pienso ponérmelo…-- le replique de manera enfadada no podía creer lo que me estaba pidiendo era imposible.

-- Por favor hazlo por mi…es que quiero probar una cosa…nunca te he pedido nada y me gustaría que lo hicieses, además no hay nadie, ni nadie te va a ver, mis padres no vienen hasta la tarde, tenemos toda la mañana libre y no pienso contárselo a nadie te lo prometo…-- dijo Maluk casi suplicándomelo.

No se como paso pero al final termino convenciéndome, Maluk se sentó en la cama y vio como me iba desnudando como si de un strep-tease se tratase, tenia los ojos abiertos completamente y no se perdía ninguno de mis movimientos.
En cuanto estuve desnudo, me puse lo que me había dado Maluk y no se como paso pero tuve una erección de manera casi instantánea no podía creer que aquello me excitara de esa manera.

-- Vaya, parece que te gusta…no me lo esperaba…-- dijo Maluk recreándose en la visión que le ofrecía.

Maluk empezó a desnudarse aunque la verdad tardo poquísimo, era como si ya tuviera práctica en hacerlo, cuando hubo terminado se lanzo casi de manera salvaje sobre mí como si de un tigre atrapara a su presa, se me quedo mirando unos instantes a los ojos, los suyos brillaban, como si hubiera estado esperando todo este tiempo este momento.

-- ¿Pero que haces…?…-- dije pero sin llegar a terminar la pregunta.

Sus labios besaron los míos de manera apasionada fue un beso salvaje, su lengua entro en mi boca moviéndose de manera increíble con la mía, fue sorprendente, parecía tener la boca llena, mis ojos estaban abiertos a mas no poder no podía creerme, quería resistirme pero no podía, aparte de que era mas fuerte que el, no quería hacerlo deseaba sentir sus labios sobre los míos moviéndose, sintiendo su calido calor, cuando hubo acabado, me dejo casi jadeando, y con los ojos entreabiertos lentamente empezó a descender por mi cuerpo con su lengua, haciendo un camino de saliva hasta llegar a mis pezones en lo que aplico su boca y empezó a succionar y a lamer, parecía como si quisiera sacar leche de ellos, y con su otra mano empecé a notar como me masajeaba el otro y de vez en cuando me lo pellizcaba, no podía menos que gemir ante aquellas cosas.

De improviso se levanto, amarrándome mi cabeza me la dirigió a su pene, completamente erecto y enorme; haciéndome que se la chupara, abrí mi boca cuanto pude y lo engullí, empecé a chuparla bajando y subiendo la cabeza, aunque el ritmo me lo ponía Maluk, era increíble casi ni me cabía la mitad de ella, subía y bajaba, llenándola de saliva, con mi lengua jugaba con ella intentando enroscarla.
-- Chupa mas, zorra haz que me corra, así eres buenísimo coño…-- dijo Maluk entre gemidos.
En un empujón que no me esperaba me hundió la cabeza aun mas si podía, mi saliva salio abundantemente como queriendo lubricar mi garganta para que fuera mas fácil, su pene me la lleno por entera, llegándome incluso a la garganta; yo casi no podía respirar pero puede notar como tenia leves convulsiones y al momento note el esperma caliente inundándome la garganta, mezclándose con la saliva tenia un sabor raro, mi boca seguí llenándose de aquel liquido espeso parecía que no paraba, así que no pude hacer otra cosa mas que tragarlo a duras penas, notaba como iba deslizándose, notaba como llegaba a mi estomago.

Cuando hubo pasado un momento pude escapar de aquella presa que me tenia cogido y respirar al fin; aunque no creía que tal monstruo de pene pudiera haber estado en mi garganta.

-- Cof, cof, cof…estas loco casi me ahogo no me esperaba eso… -- proteste mientras trataba de limpiarme la leche que aun tenia por los labios, aunque su sabor fuese raro sorprendentemente me gusto.

-- Vaya parece que te ha gustado,… ¿es la primera vez que la chupas y te lo tragas?... – me pregunto, intentando averiguarlo.

-- Claro que es la primera vez, crees que voy por hay chupando…-- respondí enfadado, parecía no creérselo después de todo.

Aunque estábamos hablando mis ojos se paseaban furtivamente por su pene que goteaba leche aun, y seguía estando completamente erecto y brillante por mi saliva, parecía atraerme con su brillo como una polilla al fuego.

-- Sabes ahora viene lo mejor, vas a sentir algo indescriptible…-- me dijo Maluk con una sonrisa entre maldad y picarona.

Aunque estaba un poco dudoso y no sabia lo que era empecé a imaginármelo instintivamente retrocedí un poco, una cosa era una experiencia así y otra, lo que estaba pensando, así que sabiendo lo que podía pasar me di la vuelta e intente irme a cuatro patas todo lo deprisa que pude, pero mis movimientos no resultaron ser suficientemente rápidos, sentí la gran fuerza de Maluk en mi cintura; sus manos se aferraron ami cintura y me atrajo hacia el, en un momento y sin pensarlo note como su pene entraba de un golpe en mi culo abriéndomelo por completo, sentí un gran dolor recorriéndome la espalda, aquello era enorme, y me lo había llenado por completo, fue sorprendente.
Un grito ahogado salio de mi boca, Maluk cogio mis dos manos tirando de mi cuerpo hacia atrás, y empezó a moverse yo creía que iba a morirme por el vaivén, pero poco a poco fue cambiando ese dolor por algo mas placentero, el calor me inundaba sentía como aquel monstruo de carne me invadía por completo y me taladraba de manera casi sobrenatural, podía decir que lo sentía golpear en mi estomago una y otra vez parecía no cansarse.

Cuando hubo pasado un tiempo sentí como el pene de Maluk empezó a engordarse un poco mas dentro de mi era una sensación increíble y en ese momento soltó una riada de esperma que me lleno por dentro casi por completo, era caliente y muy agradable, yo pensaba que por fin había acabado pero mas lejos de mis pensamientos, no fue así seguía arremetiendo era increíble no podía creérmelo, seguía empujando casi con la misma fuerza o mas si fuera posible yo, estaba ya casi destrozado por el placer y no sabia que hacer, de mis ojos empezaron a saltar lagrimas de una mezcla de dolor y placer y de nuevo volví a sentir esa riada de esperma inundándome por dentro, parecía querer llegar ami estomago; pensé que ya había acabado pero no fue así era sorprendente que tuviera tanta fuerza, en un vistazo me vi el estomago observe como este empezaba a engordar lentamente por la cantidad de esperma que me inundaba, empecé a sentir incluso hasta miedo, pero aquello ya era imparable, el placer recorría mi cuerpo, y el calor del esperma en mi interior incluso me llegaba a resultar muy placentero, y nuevamente se corrió dentro de mi notaba como por dentro estaba inundado de su semen y ya no podía aguantarlo mas, y precisamente es cuando la saco de dentro de mi; Maluk cayo hacia atrás en la cama, estaba rendido, completamente yo caí de cara, y mi trasero empezó a soltar chorros que se deslizaban por mis piernas todo el semen que había introducido en mi, era una sensación increíble, notaba como mi estomago iba bajando poco a poco, volví la cabeza y vi como mi compañero iba hacia el armario y empezaba a rebuscar entre sus cosas, de el saco el consolador púrpura que antes habíamos visto en el escaparate era enorme y brillante.

-- ¿Tienes ganas de más?... – pregunto lujurioso mirándome a los ojos.
Yo solo le esboce una sonrisa, entre picarona y lujuriosa sonriéndole y pasándome la lengua por los labios… Pero esa es otra historia…


P.:eek: Bueno no se como explicarlo esto es un proyecto que estaba haciendo y l odeje algo parado no sabria si seguirlo o no la verdad, lo siento si alguien le ofende si es asi pido disculpas, si os gusta ya me lo direis. :)
 

atylaxpz

Bovino maduro
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6 Ago 2010
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oooo , puedo decirte k en verdad eres muy buena escritora muy buen relato aunque con diferente orientacion ...... como bien dicen en gustos se rompen generos pero debes tener la habilidad para poder saber expresarlo y tu la tienes

salu2
 

Yarina

Bovino adolescente
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21 Oct 2008
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Muchas gracias pero la verdad no sabia si fuera a gustar o a molestar a alguien de verdad muy agradecida :)
 

Yarina

Bovino adolescente
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21 Oct 2008
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UNA NUEVA COMPAÑERA II

Maluk volvió a rebuscar entre sus cosas y saco un bote de lubricante aunque pensaba que no lo necesitaba puesto que yo ya estaba suficientemente lubricado y dilatado como para que aquello me entrara, apretó aquel bote rojo esparciendo su contenido sobre el consolador, que lo hacia brillar incluso mas, yo estaba impaciente de tenerlo dentro de mi de sentir su dureza y su fuerza para introducírmelo.

Yo me levante como pude aun goteándome semen de mi trasero, Maluk dejo aquella cosa sobre la mesita de noche, se acerco a mi y me puso a cuatro patas como los perros y el se coloco detrás de mi, empezó a meter uno de sus dedos y a moverlo dentro de mi, me dolía un poco después de la sesión que habíamos tenido, pero no me molestaba mucho, después fueron dos que los fue lubricándolos con el esperma que aun me recorría por los muslos, fue introduciéndolos poco a poco sin prisa saboreando el momento, al rato de estar metiéndolos y sacándolos metió uno mas ya fueron tres; ami me empezaba a doler un poco aquella presión.

-- Espera un poco no creo que pueda con tanto…eso ya duele algo…-- dije intentando que no fuese tan deprisa, ya que aquel dolor empezaba acumularse.

-- No te preocupes…es normal pero te aseguro que este trasero…puede aguantarlo y tu también…-- dijo Maluk mientras seguí presionando mi trasero con los tres dedos intentando meterlos.

Sus dedos empezaron a girar suavemente intentando horadar mas un mi dolorido agujero, al rato viendo que iba a resultar imposible, saco la mano y estrujo aun mas aquel bote que había cogido embadurnándose la mano por completo la verdad que yo ya me temía lo peor y empezaba a asustarme.

-- No, de eso nada no pensaras meterme el puño…ni se te ocurra terminaría destrozado por dentro…estas loco…una cosa es esta experiencia que no te niego que este bien y que me haya gustado pero otra muy distinta es esa…-- proteste yo era imposible que aquella mano me cupiese dentro.

Intente moverme un poco para irme pero él, se pudo delante mía de rodillas con el pene brillante erecto y magnifico, lo dejo a escasos centímetros de mi boca, su olor se me hacia irresistible, mis mas bajos instintos volvían a aflorar nuevamente acerque mis labios suavemente y empecé a besarlo, ya no sabia si era por lujuria o por que aquel esplendido y magnifico pene me estuviera llamando mi mente intentaba resistirse pero ya era imposible.

Abrí mi boca y lentamente las caderas de Maluk fueron hacia delante su pene se fue introduciendo lentamente en mi boca mi lengua empezaba a saborearlo, cada centímetro, a ensalivarlo, notaba incluso como dentro se hacia aun mas grande si pudiese ser volvía a sentirlo, cerca de mi garganta en se apoyo un poco mas hacia delante y empezó nuevamente a meter sus dedos, esta vez con dos y no tardo mucho en ser tres aquel lubricante estaba haciendo su efecto mientras yo con una de mis manos agarre su pene y empecé a moverlo también a la par que entraba y salía de mi boca, la saliva resbalaba fuera de el aquella sensación de ahogamiento fue desapareciendo sentía el calor de su cuerpo encima mía, era completamente suyo, pasase lo que pasase no me importaba en absoluto solo quería sentirlo dentro, mi lengua no paraba estaba como loca con aquel sabor salado y fuerte, sus caderas no paraban de moverse den entrar y salir rítmicamente, mientras su mano seguía presionando contra mi trasero ya no se sabia siquiera cuantos dedos llevaba solo quería sentirlo mas adentro que llegara al fondo, yo escuchaba los gemidos de Maluk que iban intensificándose mas y mas ya mismo tendría aquel jugoso liquido en mi boca, llenándomela.

-- Siiii, sigue mas…no pares es maravilloso…quiero que te lo vuelvas a tragar…eres mi zorra y solo mía…-- gimió Maluk aquello le estaba encantado era como si estuviera en otro mundo.

Su pene podían verse las venas hinchadas, yo las notaba a cada empujón que estaba dando dentro de mi boca, mi lengua las repasaba una y otra vez, al final note un fuerte presión en mi trasero, y un dolor agudo, no pude mas que apretar los labios con fuerza esto excito mucho mas a mi compañero que empezó a moverse con mas velocidad, notando lo apretado de mi boca, notaba como sus testículos golpeaban en mi barbilla, aquel dolor duro solo un momento y dio paso al mayor de los placeres, notaba como su puño había entrado completamente y estaba moviéndose, lentamente adentro y afuera, junto con sus movimientos, yo intentaba gemir pero era imposible tenia toda la boca llena de aquel maravilloso pene, no me salían las palabras mi mente estaba obnubilada quería luchar por mantener la cordura pero me era imposible me abandone a aquello, no pensé que me gustaran los hombres o que alguno llegase a penetrarme pero fue una experiencia que estoy seguro que no olvidaría en mi vida, al rato sentí como aquel miembro se ponía mas gordo se tensaba mas mientras Maluk aceleraba el movimiento de su puño en mi trasero.

-- Si, si…me voy a correr, quiero que te lo tragues todo…-- dijo Maluk entre gemidos, estaba al límite y yo lo mismo.

Al instante Maluk soltó un río de esperma en mi boca, caliente, espesa y deliciosa me encantaba sentir ese sabor por mi garganta que se iba deslizando poco a poco, su mano dio el ultimo empujón y yo me corrí también mojando la ropa de la cama y ni siquiera había sido necesario que me tocase, era la emoción y la excitación que tenia, aquel esperma no dejaba de salir yo creía que no tendría fin intente separarme de el para poder respirar algo, pero otra de sus manos me volvió a empujar nuevamente contra el para que mantuviera la cabeza en su sitio para que no lograra que nada se escapara, yo no hacia mas que tragar y tragar incluso mis ojos empezaban a quedarse en blanco, las lagrimas afloraron pensé incluso que me ahogaría.

Pasado un instante Maluk aflojo su presa y yo pude retirarme note como mi garganta se había dilatado incluso un poco mas, su mano salio de mi trasero con total facilidad, lo tenia dolorido y muy dilatado, pero estaba satisfecho, yo caí de golpe sobre la cama pero sabia que aquello no iba a acabar el consolador estaba sobre la mesita de noche lubricado y listo para volver a penetrarme no pensaba siquiera que lo fuera a intentar.

--Cof, cof, cof…mira que eres bruto de verdad…casi pude haberme ahogado…-- dije mientras me relamía algunos restos por mis labios que aun quedaban.

-- Dime… ¿Te ha gustado? …-- pregunto Maluk mientras descansaba un poco, sentado en la cama.
-- Si te digo la verdad ha sido muy placentero…y si me ha gustado pero te aseguro que no volverás a meterme la mano adentro…me duele el trasero horrores…-- dije quejándome por aquello.

-- Al final te terminara gustando créeme además queda lo mejor…-- dijo Maluk mientras me miraba de reojo su mente ya iba por delante y yo intentaba comprender a lo que se refería.

-- ¿Qué…? … No, ni de broma estoy destrozado, no podría aguantar mas…-- dije casi rogándolo que me dejara ya descansar, había quedado completamente satisfecho de aquello y no podía mas.

-- Por favor es que me encantaría probar otra cosa mas…aparte como te he dicho eres mi zorra…-- dijo Maluk mientras su boca volvía a atraparme en su juego, sus labios eran como una planta carnívora, se apretaban a lo míos sin posibilidad alguna de escapatoria, su lengua se movía endiabladamente, casi volvió a dejarme sin aire.

El beso me dejo casi en éxtasis de cómo estaba, y me sentía demasiado sensible además ya habíamos llegado hasta aquí no creía que fuera peor de lo que pensaba.

Maluk cogio aquel consolador y una especie de correajes, no me imaginaba siquiera que iba a hacer con aquello, tal como estaba se coloco detrás de mi y empezó a empujar aquel trasto dentro de mi al principio casi ni lo sentía de como tenia el trasero pero poco a poco fue abriéndose paso en mi interior, me llenaba casi lo mismo que el puño de Maluk solo que un poco menos, cuando lo hundió casi por completo yo solté un gemido una mezcla entre placer y dolor no sabría explicarlo, solo escuche como cogio aquellos correajes, y me los amarro a la cintura y los muslos no sabia que pretendía.

-- Espera…se puede saber…que es lo que pretendes…Joder! … Esta apretadísimo ni siquiera puedo cerrar el culo…-- dije entrecortadamente por el placer que me había producido, pero no me esperaba lo siguiente.

-- Pues esto te va a encantar…-- dijo Maluk mientras accionaba un pequeño control remoto.

Cuando sentí la vibración que producía en mi interior solté un gemido de placer, me recorrió un calor por toda la espalda era maravilloso, aunque aun no sabia que era lo que quería.

-- Joder!! …Es una maravilla… ¿Pero se puede saber que es lo que pretendes…? …-- dije yo tartamudeando por el placer que me estaba dando aquella cosa.

-- Solo quiero que lo lleves puesto delante de tus padres…hasta que hayas comido… ¿Me harías ese favor? …-- dijo Maluk casi suplicándolo.

-- De acuerdo…pero no se si podre…aguantar mucho, me duele horrores y esto no deja de vibrar…-- dije mientras intentaba contener mis gemidos, no se ni siquiera como pude aceptar aquello.

-- Muy bien ya nos veremos mañana…además tengo que presentarte a alguien…esta buscando a alguien que le acompañe para ir al cine no quiere ir sola…si pudieras ir me harías un gran favor…-- dijo Maluk proponiéndomelo mientras se divertía subiendo un poco mas la intensidad de aquella cosa.

-- Vale de acuerdo…lo que quieras…pero deja de jugar con ese mando a distancia…-- dije conteniendo los gemidos nuevamente ya no sabia como ponerme, si me quedaba sentado sentía aquello dentro de mi palpitando y vibrando y si me quedaba de pie terminaba cansándome, solo quería salir de allí y terminar de comer que esa era otra a ver como me las apañaba para contener mis gemidos, aunque en ese estado hubiera aceptado lo que fuera.

-- Bueno pues ya nos vemos mañana…es mejor que te vistas…-- dijo Maluk mientras me daba la vuelta para coger la ropa interior y colocármela.

En ese momento note una cachetada en mi trasero, y cuando me gire para vi como me guiñaba un ojo picaronamente, me puse la ropa como pude, cada vez que me agachaba para recoger alguna prenda era todo un espectáculo que Maluk no se perdía detalle de aquello; además aquella cosa vibraba con mas fuerza los colores los tenia subidos a la cara aparte tenia que cerrar la boca por algo de tiempo, no sabría si podría aguantar tanto peor se lo había dicho que lo haría.

Salí de allí intentando andar lo mas recto posible que pudiera, pero fue toda una aventura intentarlo algunas veces tenia que apoyarme contra las paredes, Maluk cerro la puerta tras de mi soltándome un beso, llegue a mi casa y abrí la puerta y escuche lo típico de mi madre.

-- La comida estará ya mismo ven a poner la mesa…-- dijo mi madre en cuanto entre por la puerta pero yo tal como estaba no sabia si poner la mesa o ir directo a mi cuarto, pero no podía hacer otra cosa si me iba al cuarto sospecharían de mi.

Pude oler el delicioso aroma de los spaghetti inundando la habitación, mi padre estaba viendo unas carreras de motos en la televisión al escuchar a mi madre se levanto para despejar un poco la mesa del salón pero aunque no perdía detalle de la competición.

Yo entre en la cocina, todo lo rápido que pude, para coger los platos y también pude ver algo de ensalada de atún y de postre mi favorito macedonia de frutas, mi madre se dio cuenta que algo me pasaba, por la forma de moverme y por el color subido de mis mejillas.

-- ¿Cariño te ocurre algo…?…Te noto extraño… ¿Te duele algo? …-- preguntaba mi madre y yo la verdad no sabía que contestarle, solo que quería que la comida acabase cuanto antes, los minutos se me hacían horas.

-- Venga date prisa que tengo hambre…-- dijo mi padre bromeando, mientras no perdía ojo de la carrera.

Si eso quería yo precisamente darme algo de prisa para que aquella especie de tortura placentera terminase, pero ahora que lo pensaba donde podía esconderlo para que no lo viesen, mentalmente le tuve que dar las gracias por lo que había hecho, ahora tenia que esconderlo en mi cuarto hasta que encontrase la forma de devolvérselo de nuevo perfecto.

Cuando termine de poner la mesa mi madre entro con la comida, pero cuando me fije que tenia que sentarme todo se me complico no sabia ni como aguantaría aquello.

Nos sentamos a la mesa y mi padre como siempre rezo dando las gracias yo no sabia como ponerme solo quería acabar cuanto antes, aquella cosa estaba vibrando con mas fuerza se me clavaba en lo mas profundo de mi ser era una maravilla pero a la vez mi madre podía ver que los colores los tenia subidos, y no sabría que decirle. Empecé a comer todo lo rápido que podía, para poder acabar aquello y poder sacármelo.

-- Vaya parece que tienes hambre y mucha por lo que se ve…-- dijo mi padre mirándome mientras comía a toda velocidad.

-- Si, además tengo…cosas que hacer, no puedo perder el tiempo…-- dije mientras engullía casi literalmente la comida, además tenia un calor tremendo aquella cosa no dejaba de moverse dentro de mi, creía incluso que lo tendría que tener dilatadísimo.

-- Cariño de verdad… ¿Qué te encuentras bien…? …Estas muy rojo y parece que tienes algo de fiebre…-- dijo mi madre palpándome la frente, en verdad claro que tenia calor, estaba casi sudando.

-- Si es posible que haya pillado un resfriado, Maluk creo que me lo ha pegado mientras estaba en su casa…-- dije intentando poner la excusa mas lógica.

-- En cuanto termines…que me extraña que no lo hayas hecho ya con lo rápido que estas comiendo…te vas a tu cuarto y descansas algo…-- ordeno mi padre viéndome como estaba pero la verdad es que ni se lo imaginaba.

-- No te preocupes de los platos ya los lavare yo…tu ve a descansar un poco te vendrá bien…-- dijo mi madre preocupándose pero no sabia lo que pasaba en realidad.

Casi engullí la macedonias de fruta no me dio tiempo ni a saborearla pero ya no aguantaba mas tenia que sacar aquel trasto de mi interior, en cuanto termine salí corriendo hacia mi habitación, cerré el pestillo aunque mi padre siempre protestaba de que lo dejara abierto pero para ese momento era necesario. Me desnude todo lo que pude y desamarre aquellos correajes, por lo menos no me dejaron a dejar marca, y no tuve ni siquiera que sacarlo resbalo literalmente de mi trasero cayendo al suelo por suerte no ocasiono ningún ruido, caí rendido en la cama y con el trasero rojo, dolorido y que casi ni siquiera podía cerrar me costaba trabajo, me puse la ropa interior y decidí buscarle un buen sitio para esconderlo aunque la verdad no encontraba ninguno si lo ponía debajo de la cama estaba seguro que lo encontraría mi madre barriendo y tendría que darle explicaciones a mi madre, y el único sitio que me quedaba era el armario, lo primero que hice fue lavarlo con agua en mi cuarto baño, en cuanto lo deje bien seco y limpio mire en el interior del armario, encontré una caja antigua con mi nombre cuando mire vi que eran cosas de cuando eran pequeño y que siempre le insistía a mi madre que nunca mirara dentro y que no las tirara pues todo lo que le dije iba a dar sus frutos, moví algunas cosas y lo metí dentro junto con los correajes, poniendo ropa y otras cosas encima para evitar que se pudiera encontrar pensé que al menos de momento estaba a salvo, habiendo terminado con esto me metí en la ducha para refrescarme un poco.

Una vez dentro deje que el agua me refrescara por completo los colores al menos se me bajaron y ya me sentía mejor y al menos Maluk me había buscado una cita con una chica pero a saber quien era, siempre odie las citas a ciegas nunca me llegaron a gustar, deje que el agua recorrerme en cuanto llegaba a mi trasero lo sentía que me escocia algo y que aun me dolía, aquello había sido demasiado, pero cuando lo recordaba veía como terminaba poniéndose erecta, e incluso notaba un escalofrío por toda la espalda pero decidí que el agua refrescara mi mente y olvidar esos pensamientos ahora tenia que ver que ropa me ponía para aquella cita.

Mire en el armario y saque una camisa la mitad era negra y la otra blanca siempre me había parecido muy elegante junto con unos pantalones vaqueros no eran muy nuevos pero estaban bien, y de ropa interior la verdad prefería que el trasero le diera un poco el aire así que cogi un suspensorio de color rojo siempre me había gustado , me vestí y fui de nuevo al baño para peinarme y echarme algo de gomina esperaba estar elegante, no necesitaba afeitarme hacia solo dos días que lo había hecho y no era de tener mucha barba, cogi una de las colonias que siempre decía mi padre que le gustaba tenia un olor delicioso a coco que me encantaba a veces las chicas por la mañana se quedaban oliéndola y eso me daba algo de risa.

Para dejar pasar algo de tiempo me puse en el ordenador y me metí en un chat para charlar con mis amigos, se me paso cerca de hora y media y ni siquiera me di cuenta hablando de deportes y bromeando, pero bueno yo pensaba que ya debía ir siendo hora de ir a ver lo que me había traído Maluk.

Cogi algo de dinero que tenia de ir ahorrándolo de la paga que me daban aunque no era mucho también pude ahorrar del trabajo de mi padre, pensé que como era normal tendría yo que invitarla.

En cuanto salí de la habitación mis padres se quedaron mirándome, mi madre se extraño que me hubiera recuperado tan pronto de aquel supuesto resfriado.


-- ¿Pero bueno ya te has recuperado?…Es increíble estas muy guapo… ¿Tienes una cita con alguien? …-- pregunto mi madre siendo la cotilla de siempre.

-- Si Maluk me ha dicho que me …presentaría una amiga suya y que buscaba alguien con quien salir …-- respondí, en cuanto lo dije vi la mirada de mi padre que se ponía un poco mas dura incluso fruncía el ceño, pero no dijo ni palabra alguna.

-- Llévate el Mobil…y no tardes mucho en volver…-- dijo mi madre preocupándose como siempre, aunque estaba seguro que siendo una cita a ciegas no tardaría mucho en regresar.

-- Muy bien…sin problema…además no creo que llegue a tardar mucho…-- dije yo sabiendo lo que mas seguro ocurriría.

Salí de la casa y me dirigí a la de Maluk, llame al timbre y salio a recibirme vistiendo una camiseta de tirantes de color lila y unos pantalones vaqueros negros en sus pies tenia los tenis de marca.

-- Vaya, justo a tiempo…acaba de llegar…veras que bombón te tengo preparado…-- dijo Maluk agarrandome del brazo y arrastrándome al salón, allí había una chica, de pelo rizadito y largo de color rubito, sus ojos eran de un color verdoso, sus labios eran muy sensuales y carnosos de color rosa daban ganas de besarlos, mi mirada fue bajando lentamente por su escote que era muy provocativo, ya que vestía una camiseta de tirantes y por lo que pude adivinar no llevaba sujetador alguno, los pezones se marcaban en ella que por lo escueta que era solo le llegaba hasta un poco antes del ombligo del que llevaba un piercing, llevaba una falda de color azul marino que le llegaba hasta por encima de las rodillas, sus piernas eran largas y muy sedosas, en los pies llevaba unos zapatos con tiras que se amarraban en los gemelos, la verdad la sorpresa me la lleve y con creces, no creí encontrarme semejante belleza.

-- Así que este es el muchacho…no esta nada mal… ¿Y ya lo has probado…? …-- dijo la muchacha mientras se relamía los labios mojando el lápiz labial que relucía con las luces.

-- Maluk puedes venir un momento aquí…-- dije a Maluk algo cabreado al parecer se lo había contado todo.

-- ¿Qué pasa? … ¿No te gusta? …Es toda una preciosidad…-- dijo Maluk extrañado, aunque pensaba que sabia por lo que era.

-- No es eso y lo sabes… ¿Se lo has contado todo? …Pero tu sabes la rision que seré en el instituto…no tienes ni idea…-- respondí completamente no estaba dispuesto a dejar que eso se supiera y que mi madre y mi padre se enterara.

-- Para el carro chico…escucha…ella sabe también lo mío y es mi mejor amiga nunca ha contado nada a nadie se puede confiar en ella así que tranquilízate…solo quiere salir un rato al cine y nada mas…-- dijo Maluk tranquilizándome, y dándome razones si se descubría lo mío probablemente sabia que yo airaría de la manta descubriéndolo.

-- Muy bien confiare en ti…esperemos que no pase nada…-- dije creyéndolo al menos de momento.

-- Muy bien cariño vámonos…quiero ver una película y divertirme algo…-- dijo la muchacha mientras se levantaba del asiento incluso ahora parecía un poco mas alta que yo debido a los tacones.

-- No te olvides después quieren…esos una sesión de espiritismo…-- dijo Maluk recordándoselo, en cuanto dijo la palabra “espiritismo”, se me cogio un nudo en el estomago siempre le había tenido miedo a esas cosas o respeto por decirlo de alguna forma.

-- ¿Qué pasa cielo…? …Te has quedado blanco no te dará miedo esas sesiones…por cierto nos falta uno si quieres ver…no suele pasar nada no te preocupes…nos solemos echar unas risas… ¿No serás un cobarde verdad? …-- pregunto retándome, la joven en circunstancias normales me hubiera echado atrás pero esta vez decidí probarlo talvez por probar una nueva experiencia tal vez por idiotez no lo sabia.

-- ¿Yo…? …para nada iré contigo a esa sesión…-- respondí envalentonándome pero por dentro estaba asustadísimo.

-- Bueno iremos a mi piso sobre la hora de costumbre…ya que no están mis padres podremos hacerla tranquilamente…-- dijo la joven, realizando ya los planes por anticipado.

-- Una cosa mas… ¿Cómo te llamas…?…-- pregunte por saberlo ya que no había mencionado su nombre en toda la conversación.

-- Rocío…-- dijo la joven alargándome la mano para estrecharla.

-- Me llamo Alberto…-- dije estrechándosela.

-- Bueno ala que llegáis tarde…y es mejor ir saliendo ya…-- dijo Maluk metiéndonos prisa.

Salimos del edificio y cogimos un autobús el cine quedaba algo lejos, el vehiculo estaba bastante lleno de personas peor pudimos coger un asiento, durante el trayecto estuvimos hablando entre nosotros para conocernos un poco mejor y la verdad que me empezó a caer muy bien.

Tardamos como media hora en llegar comenzaba a atardecer y los cines estaba en un centro comercial aquello los fines de semana estaban abarrotado de gente por todas partes y el ambiente estaba algo cargado podían verse familias en los bares con sus hijos y los salones recreativos llenos, subimos las escaleras y tuvimos que hacer cola para sacar las entradas al final las compramos para una comedia romántica la verdad que nunca me habían gustado, pero bueno que remedio.

La sorpresa la tuve en que ella quiso pagar su entrada, al menos en eso me alegre, estuvimos esperando un poco hasta que se iniciase la película, en los recreativo jugando al billar y algunas maquinas recreativas, y me sorprendió bastante era muy buena incluso me gano varias veces, cuando llego la hora nos fuimos a la sala que nos había tocado, los asientos estaban en la fila central, pero pegados al pasillo, al parecer la película no era muy popular por que al parecer no había mucha gente solo algunas parejas y la mayoría estaban al fondo de la sala y estaba convencido que no era precisamente para verla.

No paso mucho tiempo para que se apagaran las luces nos quedamos viendo unos comerciales de mientras los mismos de siempre que terminabas odiando y deseando que empezara la película pero estaba seguro que esos anuncios serian mas entretenidos que la propia sesión, no pasaron ni diez minutos cuando Rocío cogio mi mano, yo pensé que iba un poco ligera y mas habiendo pasado por lo que había pasado esa mañana, pero seria un cambio al menos pero mas lejos de mi sorpresa, dirigió mi mano hacia su entrepierna y no creí lo que iba a encontrar, note algo largo grueso que tapaba la falda, ella la alzo un poco sin levantarse mucho y la vi allí en sus braguitas de color rosa y encaje un miembro enorme, magnifico y unos testículos gordísimos parecidos a dos pelotas de golf, que relucía con las pocas luces que daba la pantalla, yo no podía creer lo que estaba viendo me había concertado una cita con un transexual, la verdad que en comparación con el de Maluk ella lo tenia mucho mas gordo, pero no podía creerlo era preciosa, casi hasta irreal.

Me volvió a coger la mano y me la puso en su pene y empezó a subirlo y bajarlo recorriéndolo por completo en mis manos sentía aquella dureza y grosor como las venas pasaban y palpitaban por mi mano su calor casi quemaba, ella empezó a gemir al parecer no el importaba que la escucharan además la mayoría de las parejas estaban también a lo suyo, el rostro de Rocío era de placer cerro los ojos mientras me manejaba mi mano como si fuera la suya propia, su respiración aumento de ritmo al igual que el movimiento yo pensaba que ya estaba a punto de correrse pero se detuvo en un momento, se me quedo mirando por un instante.

-- Chupamela…quiero correrme en tu cara…-- dijo ella mientras jadeaba aun por la masturbación.

Cogio mi cabeza y la agacho entre sus piernas note aquel calor que desprendía en mi cara, su fuerza incluso a pesar de tener aquel cuerpo escultural era muy superior a la mía; yo no pude mas que abrir la boca y engullir aquello sentir en mi lengua su calor y su sabor salado y algo amargo, incluso me costaba llegar a engullir mas de la mitad. Rocío empezó a moverme la cabeza con ambas manos, metiéndolo y sacándolo de mi boca cada vez mas deprisa mientras mi lengua seguía saboreándolo, no se lo que me pasaría pero mi mente quería que se corriese y no tardo mucho su cuerpo se tenso las venas de aquel pene se pusieron mas gordas, saco el pene de mi boca y me la coloco delante de mi cara con su mano empezó a masturbarse delante mía.

-- Abre la boca cariño…-- dijo Rocío entre jadeos y suspiros que cada vez subían de tono, lo mismo que su pecho que subía y bajaba rítmicamente.

Observe como aquel miembro soltaba su carga sobre mi cara y mi lengua, sentí el calor de su contacto y lo espeso que resultaba, parecía ser una fuente que no tuviera fin manando ese dulce néctar que se desbordaba sobre mi cara, no pude mas que dejar que acabase, los restos que acababan en mi boca me lo trague y lo relamía con gusto solo podía ver como Rocío estaba recostada en la butaca con su miembro aun goteando leche de el, no creía que lo hubiera hecho de nuevo.

-- Eres un buen chico…Maluk te ha enseñado bien…me encanta pero después en mi casa antes de empezar la sesión lo mismo…hacemos algo…-- dijo Rocío mientras me guiñaba un ojo ofreciéndome un pañuelo para que limpiara mi cara de los restos.

Yo aun estaba absorto no sabia que decir solo me senté y seguí viendo la peli por mi mente pasaban muchos pensamientos sobre todo lo de Maluk que al parecer me había entrenado de alguna forma para lo que me esperaba, yo era como un desahogo de esta chica, aunque lo que mas me importaba es que no había confiado en mi.

Al terminar la película el susto se me había pasado por completo y decidimos ir a un burguer para comer algo pero, solo de pensar que planeaba hacer algo conmigo ya me dolía el trasero, aunque dentro de mí deseaba poder seguir con aquello.

Cuando salimos era ya algo tarde las luces de la ciudad iluminaban las aceras las parejas iban cogidas de las manos el ruido de la circulación era bastante estruendoso, paseamos por un momento hablando de lo que había pasado en el cine, me contó que no conseguía tener novio y de vez en cuando Maluk le conseguía alguna cita, entonces la entendí a la pobre, en el fondo era una chica maravillosa, ella se detuvo cerca de un callejón oscuro donde casi no pasaba gente, el silencio nos envolvía igual que la oscuridad me confeso que era el primer chico que no salía huyendo y que le gustaba, se me abrazo pasionalmente y sus labios se posaron el los míos para darme un beso caliente y húmedo con aquellos labios carnosos yo note como poco a poco se le iba poniendo dura nuevamente y quise cortar aquello no me atrevía y menos en plena calle, momentáneamente mire para el callejón y vi como la imagen de un hombre pero al segundo desapareció no creí que fuera nada importante o solo un reflejo de algún coche, ella me miro tristemente como si la hubiera rechazado.

-- ¿Qué pasa no te gusto…?…Vaya ya me parecía a mi esto demasiado bonito para ser verdad…-- pregunto ella con tono de decepción, al parecer ya la habían dejado varios según me contó.

-- No es eso…si me gustas claro que si…pero me pareció ver alguien en el callejón lo mas seguro que fuese una sombra o algo parecido…además no me atrevería a hacerlo en la calle…-- dije intentando calmarla e intentando olvidar lo que había visto de momento solo quería que se sintiera a gusto y la verdad por que no decirlo me gustaba.

-- Me has dado un buen susto…ya creía que terminaría como siempre…pero no se por que tu me gustas de verdad…-- dijo ella cociéndome de la mano y prosiguiendo el paseo que nos llevo a su casa.

Era un piso algo antiguo pero aun se conservaba en buen estado no tendría mas de cuatro plantas y una azotea, subimos por un ascensor que ya era bastante antiguo y el motor traqueteaba algo haciendo ruido, llegamos a la tercera planta cogio las llaves y abrió la puerta el recibidor era bastante acogedor estaba pintado en un color crema muy agradable había varios cuadros colgados con personas lo mas seguro de sus padres o amigos, el sitio estaba iluminado por un lámpara algo antigua, dejo las llaves en un llavero de la pared y entramos dentro a mano izquierda había una puerta cerrada lo mas seguro que diese a la cocina, el salón era bastante espacioso una araña en el techo proporcionaba toda la luz al fondo había un sofá para cuatro personas con algunas mantas encima de el lo mas seguro que se sentara para ver la televisión y se quedase dormida viéndola, tenia un televisor bastante caro al parecer la habitación estaba adornada de figuritas de porcelana en las paredes varios cuadros de paisajes uno de ellos especialmente me llamo la atención, se trataba de un paisaje oscuro con árboles muertos y una luna llena grande al fondo, en el centro de la habitación había una mesa redonda con la parte de arriba de cristal y rodeada por cinco sillas encima de ella una Qui-ja y encima de esta un cristal, yo empezaba a estar nervioso por aquello, las paredes tenían el típico color blanco al fondo había un mueble bar yo nunca he bebido pero ya empezaba a tener ganas de empezar a hacerlo para calmarme un poco.

-- Voy a ponerme un poco mas cómoda y a refrescarme algo ya mismo estarán por aquí las otras personas, para la sesión…y no te escapes cariño…-- dijo Rocío pasándose la lengua por sus labios y metiéndose en una de las habitaciones del salón que daría a su cuarto.

Al momento salio de allí llevaba unos leggins de color blanco que se ajustaba a ella como una segunda piel además de mostrar un bulto considerable que casi pasaba de su muslo, en la parte de arriba solo llevaba un top ligero con mangas de color rojo fuerte y en sus pies unas zapatillas de color marrón muy cómodas, al momento se empujo al sofá y se sentó ami lado y empezó a besarme lentamente sin pausa posando sus labios sobre los míos saboreándolos como si de un postre se tratase y no quisiera perder nada del sabor, su lengua entro en mi boca y empezó a jugar con la mía poco a poco yo no podía resistirme a ella me estaba empezando a gustar en serio y ya poco me importaba aquella cosa que tenia entre las piernas solo sus labios en mi boca, así que pensé en dejarme llevar.

-- No se lo que tienes…pero me pones a cien en cuanto te beso cielo…-- dijo ella mientras cogia de nuevo mi mano y me la ponía en su sexo por encima de los leggins notaba como poco a poco se iba endureciendo, pero en ese momento el timbre sonó, al parecer habían llegado los invitados, salvado por la campana, o no sabría como decirlo.

-- Llaman a la puerta…-- dije aun con su lengua dentro de mi boca.

-- Mierda!! …siempre me fastidian cuando estoy en lo mejor…-- exclamo Rocío con rabia habiendo le fastidiado aquello, hasta aquel momento no me fije en el colgante que llevaba al cuello tenia una mezcla rara entre piedra y cristal combinados perfectamente.

Rocío se levanto y abrió la puerta en la sala entraron una mujer con rasgos orientales y otros dos hombres sus rasgos eran mas bien tipo árabe aunque sus ropas no lo aparentaban la chica llevaba una larga trenza su pelo era de color rojizo lo mas seguro tenido que le llegaba hasta la espalda, los otros hombres uno de ellos era moreno castaño y con el pelo liso y el otro era completamente negro y rizado, sus ropas eran de lo mas normales a excepción de la oriental, que llevaba mas abalorios de lo normal casi todos eran de jade o eso aparentaba, al entrar se me quedaron mirando por un momento yo sentí un escalofrío por mi espalda recorrerme incluso el propio ambiente de la habitación había bajado algunos grados de golpe, no pronunciaron ni palabra solo se sentaron esperando que Rocío y yo también tomáramos asiento.

En cuanto nos hubimos sentado nos cogimos de la mano al parecer tenían algo de prisa por empezar ni siquiera hubo presentaciones.

-- Espíritus del cambio y la fusión…si hay alguno por aquí os ordeno que aparezcáis y nos deis la sabiduría que tanto anhelamos que nuestras mentes se unan en una sola…-- dijo Rocío como si fuera la médium invocando.

No ocurrió nada, y la verdad no quería que ocurriese Rocío volvió a pronunciar aquella frase, algunos objetos cayeron de sus estantes yo estaba a ponerme nervioso nunca había presenciado aquello, y la verdad pocas ganas tenia que hacerlo, las luces empezaron a parpadear alocadamente incluso el ambiente que ya era frío se torno mas aun, se escucharon varios lamentos de agonía por la sala, yo estaba completamente aterrorizado miraba en todas direcciones cuando me fije en mis compañeros vi que estaban lo mismo de nerviosos, la sesión parece que dio resultado y mas del esperado, yo sentí un golpe que me hizo caer de la silla me puse de pie de un golpe para intentar irme pero no pude al momento fui de nuevo empujado y caí al suelo golpeándome contra el suelo y cayendo inconsciente, creo que paso un buen rato hasta que me desperté, abrí los ojos lentamente vi que la casa estaba destrozada no había ni rastro de aquellas personas, todo estaba revuelto parecía que hubier pasado un huracán por allí, pero esa no seria mi sorpresa mayor.

-- ¿Rocío? …¿Estas por hay? …-- pregunte llevándome la mano a la cabeza que me dolía horriblemente, pensaba que podía estar durmiendo y que todos después de ver eso salieron de allí corriendo pero, aquello estaba completamente tranquilo, fui al cuarto baño aquel sitio no era muy grande, tenia el lavabo al fondo y una ducha a mi derecha y el water al lado y un pequeño espejo armario donde se guardaría el cepillo de dientes y demás, me acerque al lavabo a lavarme la cara y cuando me vi al espejo grite de susto ante esa visión…


P.:eek: Bueno esto se podria decir que es una continuacion espero que os guste ya me direis muchas gracias a todos :)
 

atylaxpz

Bovino maduro
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a nooooooooooo esta historia tambien esta muy buena ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ excelente sigue escribiendo asi de sensual sabes k soi tu fan
 

Yarina

Bovino adolescente
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Sip lo se pero la pena uqe es fantasia y ami no se me da bien dibujar lo siento :(
 
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