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Venerable anciana.

oaxacohux

Bovino adolescente
Registrado
10 Ene 2010
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95
Llegue a rentar un local comercial a un lugar retirado de mi casa. Acondicionarlo me llevaría varios días y llenarlo de mercancía otros tantos más.
Cuando hice trato del local, fue con el hijo de los dueños. El hijo vivía en otro barrio y los dueños atrás de los locales que rentaban. Cuando estaba arreglando el local, llegaron los dueños a presentarse. El señor ya era de edad avanzada, como de 75 años o más, ya se veía cansadon, utilizaba bastón y tenía poca visión, medio cegaton. Y doña julia tendría unos años menos, como de 68,70 años. Aunque ya tenía varios años encima, todavía se veía potable, sobre todo por ese enorme culo que se cargaba, un vientre plano, que hacía resaltar ese enorme culo. Esos viejito eran muy apreciados en el barrio. Doña julia aún era alegre y bailadora, le encantaba echarse una cerveza y andar de platica en platica. En cambio don Porfirio, se la pasaba descansando en su mecedora, o durmiendo.
Por lo alejado de mi casa, había ocasiones que me quedaba a dormir en mi local. Ya que la venta era en la noche. Una tarde me metí a la casa de los ancianos y me di cuenta que el viejito estaba durmiendo.
Me puse a platicar con doña julia y le agarre las manos en la platica, ella no las quito y así seguimos unos minutos tomados de las manos platicando. Como tenía mi local abierto no me pude quedar mas tiempo, pero le dije que si podía regresar a platicar en la noche, ya que cerrará. Me contestó que sí, pero que fuera después de las 10 de la noche ya que todos los locales estuvieran cerrados. Toda la tarde estuve pensando en ese enorme culo de doña julia. Del viejito ni me preocupaba, y creo que ni ella.
Cuando llego la hora indicada, le hablé ppr una ventana que comunicaba con sus casa. Me dijo, entre pero vea que nadie lo vea. A pesar que una taqueria estaba en servicio, me valió madres y me metí a la casa de los viejitos.
Entre y ella me esperaba en la sala, sentada en el sillón. Empezamos a platicar de cosas banales, sin importancia, pregunté por don porfís y me dijo que ya estaba durmiendo. Entonces me anime a decirle que me gustaba, le agarre las manos y la abrace, ella se dejó y nos fundimos en un beso. Me impresionó que sus besos fueran tan apasionados, chingones. Estuvimos agasagandonos varios minutos. Mis manos recorrían sus piernas por debajo de su bata de dormir. Me confesó que tenía 8 años que no la tocaban. Que no se la cojian,que su marido desde tenía como 30 años con diabetes y que el último que se la cojio fue un compadre que vino de visita de otro estado hacia 8 años.
Eso me calentó mas y empezamos con nuestras caricias más intensas. Metí mi mano bajo su calzón y me tope con una enorme mata de pelos,su vagina con poco lubricante debido a la edad. La iba a empezar a desnudar, y me dijo, "aquí no, vamos adentro, pero no hagas ruido". De la mano y despacito me llevo a su recamara!! El viejito yacía durmiendo en una cama individual en una esquina de la enorme habitación. Roncaba plácidamente, sin pecado. Cuando cerramos la puerta de la habitación, quedó en completa oscuridad, me dijo, bajito, no ve en lo obscuro y está bien dormido. Nos sentamos en la cama e iniciamos el arte de la infidelidad. Nos fundiamos en besos apasionados, nuestras lenguas se enrollaban. Empecé a bajar su enorme calzón y quedó a mi merced esa enorme mata de pelos que protegían la madura vagina de mi arrendataria. Mi lengua se avalanzo a explorar esa vieja cueva que tenía 8 años sin recibir un pedazo de carne venosa. Me comí a gusto esa enorme vagina. Doña julia empezó a bufar bajito. Al sentir mi lengua en el interior de su madura cueva.
Doña julia abrió más sus gruesas piernas para facilitar el masaje de mi lengua. Así en la orilla de la cama, puse mi verga en la recién lubrica da vagina e inicie el ataque con mi arma de carne. Despacio, sin hacer ruido, como lo recomendó la viejita. Al fondo se oía en roncar del anciano y En nuestra cama el chasquido de nuestros sexos, pero más bajito.
Ella se puso de lado viendo al viejito y yo por atrás disfrutando de sus enormes nalgas. Ella pujando muy bajo, la puse boca bajo y le levante sus caderas, quedando de perrito con su enorme culo al aire, recibiendo mi verga. Así la tuve varios minutos y empecé el golpeteo más rápido, ella entendió el mensaje y levantó más ese enorme culo. Solté mi cargamento de leche en diferentes disparos, quedando exhausto de cansancio. Ella se acostó cuán larga que era y nos quedamos descansando como 20 minutos. Al rato, mi verga empezó a reaccionar al tener ese culo a mi lado. Le volví a dar nuevamente su ración de verga y volví a descansar, cuando iban a dar la una de la mañana y estaba a punto de darle una tercera metida de verga, me corrió de su casa. Me sacó al pasillo y me dijo "que estas loco? Ya estoy cansada. Ya vete". Y ni pedo me tuve que salir.
Por varios meses le daba su ración de leche, un o dos veces a la, semana, ya sea de día o de noche. Don porfís siempre roncando.
Opiniones?
 
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