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Stephy La Esclava II

Stephy21

Becerro
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24 Feb 2012
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Sigo contando mis avneturas con mis primos.....

Esa noche entraron los dos zorros en mi dormitorio y me asuste pensando que se podían dar cuenta sus padres; pero ellos, entre risas, me dijeron que estaban haciendo el amor, como casi todas las noches, y que tenían para rato. Después se tumbaron conmigo y, levantándome el camisón, se pusieron a chupar mis tetas como si fueran caramelos, dándoles pequeños mordiscos de vez en cuando. Sergio, el más travieso, empezó a acariciarme la conchita, intentando hacerme una paja, pero no sabía hacerlo bien y me estaba haciendo bastante daño. Así se lo dije y, sin avergonzarse lo más mínimo, me dijo que le enseñase. Estaba bastante excitada ya con tanto beso así que puse mi mano sobre la suya y le guíe, hasta que me hizo alcanzar un fuerte orgasmo. Finalizado este me taparon y se fueron en silencio. Yo, pensando en todo lo sucedido, tarde en dormirme.

Como no podía dormirme decidí darme una ducha rápida, a ver si así me entraba el sueño.
Cuando iba por el pasillo vi a los mellizos junto a la puerta entreabierta de sus padres, espiando el interior. Intente pasar de largo sin que me vieran, pero fue imposible, así que me tuve que acercar y presenciar como mis tíos hacían apasionadamente el amor.

Ellos ya debían haber contemplado el perturbador espectáculo infinidad de veces, pues se distrajeron rápidamente del mismo para dedicarse a explorar de nuevo mi húmeda cuevita, esta vez desde atrás mientras yo presenciaba el acto sexual de mis tíos.

Mi tía sigue estando muy delgada y sus pechos, al ser pequeños, aun se mantienen firmes, por lo que era estimulante verla cabalgar desnuda, subida sobre mi tío, mientras emitía pequeños gemidos de placer.

A los cuales me uní muy pronto debido a la dedicación con que los dos pequeños monstruos hurgaban con sus deditos en mi sensible intimidad, desnuda y desprotegida bajo el corto camisón. Tampoco parecían olvidarse de mis pezones, pues siempre había alguna mano metida bajo los finos tirantes para apoderarse de ellos.

Estaba tan entregada a mi propio placer que no me di cuenta de que la única que suspiraba ahogadamente era yo hasta que alcance el orgasmo y vi que mis tíos estaban mirando fijamente hacia la puerta. Creía que la oscuridad del pasillo sería suficiente para ocultarme, así que me fui sigilosamente hacia el cuarto de baño.

Cuando salía de la ducha vi que mi tía estaba esperándome pacientemente, con la toalla en las manos. Antes de que acertara a reaccionar ya estaba secándome. Me sentía ridícula, pues me hablaba y me cuidaba como si fuera una niña pequeña Mientras me pasaba la toalla con mucho cuidado por todo mi cuerpo, prestando una especial atención a mis abultados pechos y mi peludita entrepierna, no dejaba de decirme de que no estaba bien eso de espiar a los demás y cosas por el estilo. pero me daba cuenta, por el brillo admirativo de sus ojos, que ella sabía que tenía delante a toda una mujer. Cuando termino la charla, y el minucioso secado, me marche, para dejar que ella se duchara, llevando la toalla como única vestimenta.
Al pasar frente al dormitorio de mi tío este, tapado hasta la cintura con la sabana, me llamo. Me quede de pie junto a él, con un apuro enorme. No por lo que me decía, pues era prácticamente lo mismo que me había dicho mi tía, sino porque, desde donde estaba él, tenía una vista perfecta de mis partes bajas; y para confirmarlo no tuve más que fijarme en el delatador bulto que se le formo en la sabana a poco de empezar a hablar.

Para rematar la faena, cuando acabo la charla y le di el beso de buenas noches se me aflojo el nudo de la toalla, dejando al aire uno de mis pechos desnudos a un par de centímetros de su cara, para que tampoco él se quedara con las ganas de saber cómo eran.

Al día siguiente me obligaron a ir con ellos a la playa, llevándome a una preciosa playa privada donde solían quedar con sus amigos (como nunca eran menos de siete u ocho comprendí que aquella playita estuviese casi vacía).
Cause bastante revuelo entre los mocosos cuando me quede en el microbikini, pero también habían requisado mis bañadores mas decentes, guardándolos con el resto de mi ropa, y no tenia más remedio que lucir los más atrevidos. Menos mal que ninguno de los chicos tenia aun los doce años, por lo que me consideraba bastante afortunada.
Llevaba un rato tomando el sol tranquilamente sobre mi toalla, como a mí me gusta, cuando uno de los gemelos vino a decirme que tenía que ir a jugar con ellos en el agua.

No me hizo ninguna gracia, y menos aun cuando me ordeno que me estuviese muy quieta, y callada, si a alguno se le iba la mano.
Como iba a ser ya costumbre ese verano tuve que obedecer, y pronto me vi metida en una especie de batalla sin cuartel por hacerse con un balón.

Yo procuraba deshacerme de la pelota en cuanto me la tiraban, pero pronto vino uno de los gemelos a recordarme que debía aguantar más la posesión de la pelota; la siguiente vez que me la tiraron me agarre fuerte a ella y procure que el par de chicos que se me hecho encima no me la quitaran, no me resulto difícil porque los dos picarones tocaban de todo menos el balón. Según cogían confianza eran más los chicos que se echaban a la vez sobre mí, hasta que al fin perdí el control sobre los cientos de manos que me toqueteaban por todos lados.

Llego un momento en que cada vez que acababa el combate me tenía que acomodar el pequeño bikini, pues lo primero que hacían era dejarme con las tetas al aire para poder ver mejor lo que acariciaban. De nada me servía ya dejar el balón en sus manos, pues no reparaban en el hasta que no me habían manoseado a conciencia. Por suerte para mi pronto tuvieron que dejar de jugar, pues todos los chicos se peleaban por estar en el equipo contrario al mío.
Me convertí en la atracción de la pandilla y mis primos eran los reyes que la gobernaban. No había tarde en que, por lo menos, tres o cuatro, no nos acompañaran al cine o a dar una vuelta por ahí.

Al caer la noche era cuando se reunía la pandilla casi al completo, y nos íbamos a a un parquecito medio abandonado, a seguir jugando; con la alegría de sus padres, porque una chica "mayor" los vigilaba. Mis primos solo me dejaron ponerme pantalones los días que me vino el periodo, el resto del tiempo tenía que llevar minifalda (que más bien era putifalda), o vestidito, para hacer más interesante su diversión. Todos y cada uno de sus inocentes juegos eran aprovechados por los más atrevidos para poderme manosear a gusto. Así, cuando jugábamos, siempre me dejaban la ultima para poderse agarrarse de mis bubis "para no caerse"; o, si sino, restregaban a fondo su cara en mi entrepierna y cogían mi cola a dos manos, para que no se moviera la fila.

Si el jugábamos a las escondidas, siempre se venían tras de mi dos o tres picaros, para poder tocarme a gusto, amparados en la oscuridad. Y, las pocas veces que accedí a jugar a la gallinita ciega, me dejaron el cuerpo lleno de moretones, de tantos pellizcos, palmadas y apretones como recibí en todas mis zonas carnosas.

Un par de días después, en la playa, decidieron que eran muy pocos para jugar al balón, así que pensé que al menos por ese día me libraría del manoseo acostumbrado, pero me equivoque. Uno de ellos trajo unas palas y se pusieron a cavar un agujero enorme, cuando estuvo acabado mi primo me dijo que me iban a enterrar y construir un castillo sobre mí, como me dejaron echarme boca abajo, no lo vi peligroso y les deje hacer.

Al principio todo fue bien, me pusieron con las piernas separadas y los brazos bien abiertos, y me enterraron hasta el cuello; me pusieron una toalla bajo la cabeza, y procuraron, en todo momento, que no me entrara arena en la cara, limpiándome con un pañuelo húmedo; y procuraron que no me faltara de nada, hasta que note que no me podía mover ni lo más mínimo, debido a la enorme montaña de arena que tenia encima.

Después me quede un poco dormida, hasta que sentí que, a cada lado del castillo, estaban excavando unos túneles que llegaban directamente hasta mis tetas indefensas, para no tener que pasar más vergüenza hice ver que me dormía profundamente y les deje hacer lo que quisiesen.

Lo cierto es que no se si hice bien, porque ellos se entusiasmaron al ver que no me despertaban sus caricias y terminaron por subirme la parte de arriba del bikini para poder jugar con los pezones a gusto; les encantaba, sobre todo, pellizcarlos suavemente hasta que se ponían duros como una piedra. Con todo, lo peor fue cuando note que abrían un pozo junto a la entrada del castillo, que llegaba hasta mi preciosa cuevita. Como tenía las piernas separadas no pude evitar que se recrearan con la vista, especialmente cuando uno de mis primos aparto a un lado el pequeño bikini, para que los demás chicos pudieran ver bien de cerca mis dos orificios más íntimos.

Después de deleitarse durante un rato procuraron dejarlo todo como estaba antes, y yo pude fingir que me despertaba; eso sí, mas roja que un tomate, y no precisamente por culpa del sol.

Esa tarde, mis sátiros primitos hicieron uso de todas las sucias artimañas y chantajes a los que ya me estaban acostumbrando para obligarme a ir al cine sin calzón debajo de la microfalda, además de hacerme poner uno de los topcitos más descarados que tenia. Se debía haber corrido la voz sobre lo que había sucedido esa mañana en la playa, porque no faltaba casi nadie de la pandilla, a pesar de que la película era aburridísima. Casi estoy por asegurar que estábamos solos en el cine. Me hicieron sentar en las últimas filas del palco de arriba, con un balde enorme de palomitas en mis rodillas y rodeada de toda la pandilla; mientras metían la mano en el cubo de las palomitas hubo algún que otro audaz que me rozo los pechos, pero la cosa no paso de ahí, hasta que uno de mis primos me susurro al oído que me hiciera la dormida, y les dejara manosearme con toda tranquilidad.

Pronto pude ver que algunos chiquitos habían venido bien preparados para el espectáculo; pues, en cuanto se aseguraron de que dormía, quitaron el balde de mis rodillas y, separándome con mucho cuidado las piernas, encendieron unas pequeñas linternas para poder ver sin problemas mi desprotegida intimidad. Como algunos no veían bien mi cuerpo desde donde estaban me subieron la microfalda hasta el ombligo, dejando así mi peluda cuevita a la vista; y, viendo que no miraba nadie, me bajaron los finos tirantes del top, hasta dejar mis dos firmes tetotas al aire, para poder contemplar a sus anchas las grandes colinas que tan exhaustivamente habían tocado en días anteriores. Claro está que los más picarones no se conformaron solo con mirar, y pronto pude notar cómo me toqueteaban a placer, con cuidado para no despertarme, pero a fondo.
Al principio todo su interés se centro en mis tetas, dado que por fin podían ver cómodamente los gruesos pezones, y sobar sus oscuras cimas hasta hacerlas endurecer. Desde ese instante, y hasta el final siempre había alguien jugando con ellas, llegando a coger poco a poco la confianza suficiente como para besar y mordisquear mis pezones en un momento dado. Pero fue mi rosado bostezo el que más llamo su atención. Supongo que tuvo que ser uno de mis odiosos primos el que, como maestro de ceremonias, hurgo en mi ensortijado y desprotegido triangulo hasta separar mis sensibles labios menores, dejando a la vista de sus amigos la entrada de mi cueva virginal. Se fueron turnando, rigurosamente, para poder ocupar los mejores sitios, peleándose en silencio por poder arrodillarse frente a mí, y poder palpar así mi conejito. Pase mucho apuro cuando me di cuenta de que me estaba empezando a gustar tanto toqueteo, ya que una no es de piedra, y me tuve que morder la lengua para que no se dieran cuenta de que me estaba corriendo, dulcemente, en las manos de alguien, mientras guardaba el silencio más absoluto.

Aquel dulce martirio duro casi toda la película y me corrí por lo menos tres veces en sus manos antes de que me volvieran a vestir, apenas unos minutos antes del final, y me dejaran tranquila. Apenas podía caminar, al salir, de la flojera que tenia. Después de esto me negué completamente ir más al cine con sus amigos.

Continuara, tengan paciencia chicos.............:punzadita:
 

tavo001

Bovino maduro
Registrado
7 Ene 2009
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165
primero y espero el siguiente y pon fotos amigas ya tienes a muchos alborotados
 

betovictoria

Bovino maduro
Registrado
2 Oct 2008
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374
pues esta interesante yo asi manoseaba a una prima cuando se dormia jejeje
 

maryfem

Baneado :(
Registrado
2 Dic 2011
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307
mmhh este tipo de relatos entre forzada y gustose me fascinan
 

pastor666

Bovino maduro
Registrado
29 Nov 2009
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320
Vamos bien Amiga, y unas fotos tuyas para conocerte no estarían mal, esperando la continuación de tu historia
 

MrRatas

Bovino adolescente
Registrado
14 Sep 2011
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79
WOW!! k buen relato te estas aventando chica :) un beso!!
 

lullabye

Becerro
Registrado
19 Mar 2009
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17
Excelente historia por favor continua con ella no la dejes morir, muy buena... espero la siguinete parte con ansias
 
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