dstefan84
Becerro
- Registrado
- 11 Oct 2012
- Mensajes
- 19
Acá les dejo el tumblr para que nos puedan seguir. Ojalá se animen a seguirnos y decirnos como ir mejorando:
Y ahí estás. Sos mayor que yo. Quizá tus lolas ya no son tan firmes como hace 20 años. Quizá el tiempo ha hecho algunos estragos en tu cuerpo. Quizá pensás que deberías ser menor o yo mayor. Pero así son las cosas, ahí estamos los dos. Frente a frente, desnudos.
Vos con un cuerpo que yo no puedo resistir. Unas curvas que muchas no tienen y pese a todos tus cuestionamientos me pareces perfecta. Quizá la excitación me enceguece. Quizá es lo que es. Pero quién sabe! Quién somos para dejar pasar este momento?
Desnudos veo tu cuerpo. Te devoro con la mirada. Mi verga crece, se endurece y comienza a lubricarse. Vos me ves y tus ojos brillan. Tus deseos hacen eco en tu cuerpo. Te acercás y me tocás. Yo te respondo, te toco, te beso, te susurro al oído y siento como te empezás a mojar.
Mi mano en tu vagina se siente caliente, húmeda, suave. Toco tu clítoris suavemente, toco tus labios y comienzo a masajear. Cerrás los ojos, apretás los labios y comenzás a ser mía. Y yo me vuelvo lo que vos deseas.
La edad ya no es un problema. Mi verga caliente sólo quiere entrar en vos. Y lo hago. No hay condones esta noche, no hay miedos ni más dudas. Estoy dentro de vos.
Tus lolas quedan frente a mí. Grandes, suaves y delicadas. Te beso, te lamo, te como. Me muevo al ritmo que tu vagina me pide. Ese ritmo que sólo los dos conocemos. Y vos acompañas mi ritmo con tus caderas.
Mis manos recorren tu espalda. Sujeto tu cuello y te acerco a mí. Suave pero firmemente. Respiro tu boca, tus deseos, tu calentura. Vos me recibís dentro tuyo, mi lengua y mi verga son un único ser.
Humedezco mis dedos en tu boca, bajo por tu espalda, paso tus caderas y recorro tu culo hasta encontrar tu ano. Esa entrada al placer que tanto nos enciende. Y te masaje por fuera, mientras no dejo de besarte ni de parar el ritmo que llevamos.
Estoy en todos lados y vos a mí alrededor. Somos uno en el movimiento, en la calentura… en nuestra humedad.
Mi verga se endurece aún más. Tus caderas se aceleran. Tu respiración se convierte en quejidos. Tu ano se abre y cierra pidiendo más. Tu vagina se moja más y más mientras aprieta mi verga. Nos miramos y no decimos nada. Aceleramos.
Somos unas bestias en esta cama. Ya no hay edad que nos importe. Ya no hay sentimientos que nos importen. Ya no hay vecinos que puedan escuchar nuestros gemidos ni tus gritos. Sólo hay unos segundos que marcarán este día.
La velocidad aumenta. La fuerza aumenta, los roces aumentan. Mis labios sobre los tuyos, tus lolas sobre mi peco, mis dedos en tu ano. Y mi verga que casi explota.
Los gemidos son finalmente gritos. La suavidad de nuestros cuerpos se vuelve tensión. Mis embestidas más fuertes, tu vagina apretándome más. Siento tus gritos, siento mi leche comenzando a salir. Mi leche rebota dentro de vos, cae sobre mi verga y calienta aún más mi interior. Unos movimientos más y dejamos de gemir. Nos corremos.
Y ahí estás. Sos mayor que yo. Quizá tus lolas ya no son tan firmes como hace 20 años. Quizá el tiempo ha hecho algunos estragos en tu cuerpo. Quizá pensás que deberías ser menor o yo mayor. Pero así son las cosas, ahí estamos los dos. Frente a frente, desnudos.
Vos con un cuerpo que yo no puedo resistir. Unas curvas que muchas no tienen y pese a todos tus cuestionamientos me pareces perfecta. Quizá la excitación me enceguece. Quizá es lo que es. Pero quién sabe! Quién somos para dejar pasar este momento?
Desnudos veo tu cuerpo. Te devoro con la mirada. Mi verga crece, se endurece y comienza a lubricarse. Vos me ves y tus ojos brillan. Tus deseos hacen eco en tu cuerpo. Te acercás y me tocás. Yo te respondo, te toco, te beso, te susurro al oído y siento como te empezás a mojar.
Mi mano en tu vagina se siente caliente, húmeda, suave. Toco tu clítoris suavemente, toco tus labios y comienzo a masajear. Cerrás los ojos, apretás los labios y comenzás a ser mía. Y yo me vuelvo lo que vos deseas.
La edad ya no es un problema. Mi verga caliente sólo quiere entrar en vos. Y lo hago. No hay condones esta noche, no hay miedos ni más dudas. Estoy dentro de vos.
Tus lolas quedan frente a mí. Grandes, suaves y delicadas. Te beso, te lamo, te como. Me muevo al ritmo que tu vagina me pide. Ese ritmo que sólo los dos conocemos. Y vos acompañas mi ritmo con tus caderas.
Mis manos recorren tu espalda. Sujeto tu cuello y te acerco a mí. Suave pero firmemente. Respiro tu boca, tus deseos, tu calentura. Vos me recibís dentro tuyo, mi lengua y mi verga son un único ser.
Humedezco mis dedos en tu boca, bajo por tu espalda, paso tus caderas y recorro tu culo hasta encontrar tu ano. Esa entrada al placer que tanto nos enciende. Y te masaje por fuera, mientras no dejo de besarte ni de parar el ritmo que llevamos.
Estoy en todos lados y vos a mí alrededor. Somos uno en el movimiento, en la calentura… en nuestra humedad.
Mi verga se endurece aún más. Tus caderas se aceleran. Tu respiración se convierte en quejidos. Tu ano se abre y cierra pidiendo más. Tu vagina se moja más y más mientras aprieta mi verga. Nos miramos y no decimos nada. Aceleramos.
Somos unas bestias en esta cama. Ya no hay edad que nos importe. Ya no hay sentimientos que nos importen. Ya no hay vecinos que puedan escuchar nuestros gemidos ni tus gritos. Sólo hay unos segundos que marcarán este día.
La velocidad aumenta. La fuerza aumenta, los roces aumentan. Mis labios sobre los tuyos, tus lolas sobre mi peco, mis dedos en tu ano. Y mi verga que casi explota.
Los gemidos son finalmente gritos. La suavidad de nuestros cuerpos se vuelve tensión. Mis embestidas más fuertes, tu vagina apretándome más. Siento tus gritos, siento mi leche comenzando a salir. Mi leche rebota dentro de vos, cae sobre mi verga y calienta aún más mi interior. Unos movimientos más y dejamos de gemir. Nos corremos.
Última edición por un moderador:
