Maggabit91
Becerro
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A punto de perder todo por unas deudas de mi padre, entro en acción con los socios de papá (literalmente) para ayudarlo
Me había mudado a vivir con mi papá y todo iba perfecto pero el negocio de mi padre comenzó a tener problemas por unos fraudes que le hicieron y nos comenzó a ir mal, al grado que me cambiarían a una escuela de gobierno y nos cambiaríamos a otro departamento más pequeño.
Básicamente mi padre le debía a dos personas y los plazos para pagar, aunque no el mismo día pero estaban a punto de terminar y comenzarían a quitarnos nuestras cosas, así que pensé en hablar con los señores para que nos dieran más tiempo, mi padre ya había hablado pero nada perdía con intentarlo yo.
Tomé los datos de los dos de la compu de mi papá, los cité en un restaurante y ahí los vi. Para la cita decidí ir con un pantalón de mezclilla sin bolsas atrás y una blusa con botones que sólo abroché dos así que se veía la rayita en medio de mis pechos sin llegar a verse muy vulgar.
Al llegar al lugar uno de ellos se portó muy grosero desde el principio, y me dijo que daría 10 días más y sólo eso. El otro me dijo que no tenía mucho tiempo para discutirlo y me dejó su tarjeta para que lo viera en su casa al siguiente día.
Al siguiente día también me vestí con un pantalón de mezclilla blanco y una blusa amarilla algo transparente y se veía mi bra también blanco. Al llegar noté que no había nadie más en la casa, solo él y yo, era una casa grande, como si le faltara el dinero para estar cobrándole a mi papá, al llegar me pasó a un salón por demás lujoso, y me ofreció una copa de vino que acepté al comenzar a hablar me hizo mucho énfasis en la cantidad que le debía mi padre que realmente era grande y el plazo de tiempo que le había dado. Así como él me lo decía pues sí era un buen plazo para la cantidad tan fuerte, no sabía que decirle así que tontamente le dije.
– Ayúdenos para que no nos quiten nada, pídame lo que quiera.
– A ver, podría darles otros meses para que paguen pero te tomaría la palabra de pedirte lo que quiera
– Está bien. Como quiera
– Mira tu padre me tiene que dar intereses mensuales y últimamente ni eso ha hecho, yo dejaría de cobrarle los intereses y así su deuda ya no crece, mientras tú me pagues esos intereses.
– ¿Yo?, ¿Pagarle?, pero yo no trabajo ni nada
– No te preocupes solo tienes que hacer lo que te digo, mira, ponte de pie.
Así lo hice y él también lo hizo, se acerco a mí y tocándome la cara, me dijo “no tienes que trabajar para pagarme los intereses”, hasta ese momento entendí su proposición, por un momento pensé en que era lo peor de lo peor, pero por otro pensaba en mi padre y todo lo que perderíamos así que decidí ver hasta dónde podría llegar.
– Entonces cómo podré pagarte.
– Pórtate bien conmigo y no tendrás problema, para empezar, jaló una silla y se sentó, siéntate aquí.
– No me haga daño, podría ayudarle en su trabajo sin que me pagara
– Tranquila, todo va a estar bien, tú se buena niña que ayuda a su padre
– Pero por favor que papá no se entere
– No te preocupes niña, yo no le voy a decir nada
– Lentamente me senté en una de sus piernas, aún tenía muchas dudas de si debía hacerlo pero no encontraba otra salida.
-Así no.
Me agarró de la cintura, acomodó su pene en medio de mis pompas y comenzó a moverme. De inmediato sentí que algo crecía y cada vez sentía más miedo y asco. Tocaba mis pechos desde atrás de manera tosca y agresiva, lo hacía en círculos, pellizcaba mis pezones que a pesar de la ropa no tardaron en reaccionar poniéndose duros, me quitó la blusa y jaló el brasier hacía arriba, tocaba mis pezones directamente, me hacía daño pero yo no hablaba del miedo que tenía, sólo pensaba en lo que ganaríamos con esto.
– ¿Tienes novio?
– Sí
– Entonces ya haces esto.
– Sí, pero no así.
– No te preocupes, te va a gustar, ahora (se puso de pie), híncate y mámamela.
Eso me daba mucho asco y hasta con mi novio tenía algo de problemas para hacerlo, le pedí hacer lo que quisiera menos eso, porque eso no me gustaba para nada, pero no quiso. Así que me hinqué muy lentamente, pensaba como zafarme de hacer esto pero no encontraba soluciones, comencé tocando su paquete por encima de su ropa, lo hacía rápido haber si lo hacía terminar pero él se dio cuenta y se desabrocho y bajó el pantalón y el boxer dejando su pene expuesto a unos centímetros de mi cara.
Saqué la lengua y tratando de ocultar mi malestar la acerqué y comencé a lamer su cosa, lo hacía mientras escuchaba sus gemidos, aguantando la respiración me lo metí a la boca, lo hacía rápido para que terminara todo esto y poderme ir a mi casa pero lo sacaba de mi boca cuando sentía que acabaría y me ponía a lamerlo hasta sus testículos, así que me puse de pie sin que me lo pidiera y me quite la blusa moviéndome sexy al parecer debió gustarle porque no hizo nada por detenerme quede con mi brasier blanco que de por si estaba todo desacomodado de cuando me lo subió así que también me lo quité y deje mis pechos al aire.
– Si quieres que pase algo ponte condón.
Se lo puso mientras yo me desnudaba completa, se volvió a sentar en la silla y me subí en él y comencé a moverme de manera agresiva cosa que parecía le gustaba, solo estuvimos unos pocos minutos y me pidió que lo hiciera de espaldas, me paré y ahora dándole la espalda me senté en él, me moví yo creo ni un minuto y por sus gritos y espasmos deduje que había terminado todo, me quitó de encima y yo de inmediato me fui a vestir.
– Todo arreglado señorita, en un mes espero el pago de tu padre o tus intereses.
Pagué otras dos veces los dichosos intereses pero nada que contar solo eran unos minutos y siempre terminó bien rápido, mi padre le pagó todo lo que debía y se acabó el tormento.
Me había mudado a vivir con mi papá y todo iba perfecto pero el negocio de mi padre comenzó a tener problemas por unos fraudes que le hicieron y nos comenzó a ir mal, al grado que me cambiarían a una escuela de gobierno y nos cambiaríamos a otro departamento más pequeño.
Básicamente mi padre le debía a dos personas y los plazos para pagar, aunque no el mismo día pero estaban a punto de terminar y comenzarían a quitarnos nuestras cosas, así que pensé en hablar con los señores para que nos dieran más tiempo, mi padre ya había hablado pero nada perdía con intentarlo yo.
Tomé los datos de los dos de la compu de mi papá, los cité en un restaurante y ahí los vi. Para la cita decidí ir con un pantalón de mezclilla sin bolsas atrás y una blusa con botones que sólo abroché dos así que se veía la rayita en medio de mis pechos sin llegar a verse muy vulgar.
Al llegar al lugar uno de ellos se portó muy grosero desde el principio, y me dijo que daría 10 días más y sólo eso. El otro me dijo que no tenía mucho tiempo para discutirlo y me dejó su tarjeta para que lo viera en su casa al siguiente día.
Al siguiente día también me vestí con un pantalón de mezclilla blanco y una blusa amarilla algo transparente y se veía mi bra también blanco. Al llegar noté que no había nadie más en la casa, solo él y yo, era una casa grande, como si le faltara el dinero para estar cobrándole a mi papá, al llegar me pasó a un salón por demás lujoso, y me ofreció una copa de vino que acepté al comenzar a hablar me hizo mucho énfasis en la cantidad que le debía mi padre que realmente era grande y el plazo de tiempo que le había dado. Así como él me lo decía pues sí era un buen plazo para la cantidad tan fuerte, no sabía que decirle así que tontamente le dije.
– Ayúdenos para que no nos quiten nada, pídame lo que quiera.
– A ver, podría darles otros meses para que paguen pero te tomaría la palabra de pedirte lo que quiera
– Está bien. Como quiera
– Mira tu padre me tiene que dar intereses mensuales y últimamente ni eso ha hecho, yo dejaría de cobrarle los intereses y así su deuda ya no crece, mientras tú me pagues esos intereses.
– ¿Yo?, ¿Pagarle?, pero yo no trabajo ni nada
– No te preocupes solo tienes que hacer lo que te digo, mira, ponte de pie.
Así lo hice y él también lo hizo, se acerco a mí y tocándome la cara, me dijo “no tienes que trabajar para pagarme los intereses”, hasta ese momento entendí su proposición, por un momento pensé en que era lo peor de lo peor, pero por otro pensaba en mi padre y todo lo que perderíamos así que decidí ver hasta dónde podría llegar.
– Entonces cómo podré pagarte.
– Pórtate bien conmigo y no tendrás problema, para empezar, jaló una silla y se sentó, siéntate aquí.
– No me haga daño, podría ayudarle en su trabajo sin que me pagara
– Tranquila, todo va a estar bien, tú se buena niña que ayuda a su padre
– Pero por favor que papá no se entere
– No te preocupes niña, yo no le voy a decir nada
– Lentamente me senté en una de sus piernas, aún tenía muchas dudas de si debía hacerlo pero no encontraba otra salida.
-Así no.
Me agarró de la cintura, acomodó su pene en medio de mis pompas y comenzó a moverme. De inmediato sentí que algo crecía y cada vez sentía más miedo y asco. Tocaba mis pechos desde atrás de manera tosca y agresiva, lo hacía en círculos, pellizcaba mis pezones que a pesar de la ropa no tardaron en reaccionar poniéndose duros, me quitó la blusa y jaló el brasier hacía arriba, tocaba mis pezones directamente, me hacía daño pero yo no hablaba del miedo que tenía, sólo pensaba en lo que ganaríamos con esto.
– ¿Tienes novio?
– Sí
– Entonces ya haces esto.
– Sí, pero no así.
– No te preocupes, te va a gustar, ahora (se puso de pie), híncate y mámamela.
Eso me daba mucho asco y hasta con mi novio tenía algo de problemas para hacerlo, le pedí hacer lo que quisiera menos eso, porque eso no me gustaba para nada, pero no quiso. Así que me hinqué muy lentamente, pensaba como zafarme de hacer esto pero no encontraba soluciones, comencé tocando su paquete por encima de su ropa, lo hacía rápido haber si lo hacía terminar pero él se dio cuenta y se desabrocho y bajó el pantalón y el boxer dejando su pene expuesto a unos centímetros de mi cara.
Saqué la lengua y tratando de ocultar mi malestar la acerqué y comencé a lamer su cosa, lo hacía mientras escuchaba sus gemidos, aguantando la respiración me lo metí a la boca, lo hacía rápido para que terminara todo esto y poderme ir a mi casa pero lo sacaba de mi boca cuando sentía que acabaría y me ponía a lamerlo hasta sus testículos, así que me puse de pie sin que me lo pidiera y me quite la blusa moviéndome sexy al parecer debió gustarle porque no hizo nada por detenerme quede con mi brasier blanco que de por si estaba todo desacomodado de cuando me lo subió así que también me lo quité y deje mis pechos al aire.
– Si quieres que pase algo ponte condón.
Se lo puso mientras yo me desnudaba completa, se volvió a sentar en la silla y me subí en él y comencé a moverme de manera agresiva cosa que parecía le gustaba, solo estuvimos unos pocos minutos y me pidió que lo hiciera de espaldas, me paré y ahora dándole la espalda me senté en él, me moví yo creo ni un minuto y por sus gritos y espasmos deduje que había terminado todo, me quitó de encima y yo de inmediato me fui a vestir.
– Todo arreglado señorita, en un mes espero el pago de tu padre o tus intereses.
Pagué otras dos veces los dichosos intereses pero nada que contar solo eran unos minutos y siempre terminó bien rápido, mi padre le pagó todo lo que debía y se acabó el tormento.
