necronomicon78
Bovino adolescente
- Registrado
- 20 Oct 2008
- Mensajes
- 59
Tengo un niño de 7 años que juega beisbol, cada que llevo a entrenar a mi hijo, entre las madres de los compañeritos de mi niño se encuentra Claudia 26 años, una mujer simpática, elegante, agradable, rubia, alta, casi siempre viste pantalones, cuando se pone unas mallas , siempre le marca la raja del chocho (cameltoe).
Claudia causa un efecto mágico en mí, en cuanto la veo, se me alborotan mis hormonas, me pongo caliente, y tengo que buscar un sitio donde esconderme y no me vean el bulto que me provoca su simple presencia.
Sonia, es mi mujer, somos bastante abiertos y nos contamos todo, le dije que Claudia me traía vuelto loco y se vestía con ropa muy ajustada y eso me provocaba unas súper erecciones, eso le provocaba a mi esposa un deseo inmenso de lujuria y terminábamos echamos unas cogidas monumentales. Así es que no le importa mi obsesión por Claudia, ya que ella es una muy buena amiga.
Termino la temporada de beisbol y no supe más de Claudia hasta que está llamo por teléfono a mi esposa para invitar a pasar la tarde, pues su hijo estaba fuera y su marido andaba de viaje.
Me pase toda esa semana metiéndosela a mi esposa por todos los agujeros, pues la muy zorra le había robado fotos de su amiga en bikini del teléfono celular.
Llego el día de mi cumpleaños 29 de Mayo del año pasado, Sonia reservo una habitación en un hotel muy conocido de la ciudad. En el cuarto, platicamos mucho, me pregunto que sí que quería de regalo le dije unas cuantas cursilería para quedar bien, ya saben para no herir sentimientos, a la hora de cenar, me mando solo a un restaurant cercano pues me debía preparar el regalo y allí recibiría mi sorpresa.
Estaba esperando la comida para llevarla a la habitación y casi me atraganto cuando apareció Sonia con mi regalo, era Claudia, con un vestido rojo de falda corta, generoso escote y sobre el hombro un lazo de que decía felicitación. Mi esposa me beso me deseo feliz noche y desapareció, le pregunte a Claudia si esto era una broma de mi esposa y ella me comento que mi mujer le conto mi obsesión por ella y también que yo era muy bueno en la cama y al fin la convenció para ser mi regalo de cumpleaños le dije si cenábamos en el restaurant o en la habitación me dijo que en un lugar más íntimo ya que ella es casada y no quería levantar rumores.
Seguimos platicando de diversas cosas hasta que llegamos al hotel y entramos al ascensor sin querer le toque el culo y comprobé que no llevaba ropa interior, al entrar en la habitación, deje la cena en una mesita y la levante por los hombros le di un beso y le quite el lazo de felicidades para contemplar el escote pronunciado, seguí besándola y la comencé a desnudar, sus pechos parecían dos grandes manzanas que pedían ser comidas, coronados por unos pezones oscuros que contrastaban con su piel blanca, acariciándolos los chupaba y mordía mientras bajaba una mano a su pelvis, hasta llegar a su vagina la cual encontré mojada. La acosté sobre la cama y pude contemplarla desnuda, el chocho era espectacular, estaba finamente depilada no sé si por la ocasión o si así le usa regularmente los labios exteriores parecían labios de boca, hinchados incluso tenían el borde rosado, me arrodille sobre la cama y hundí mi cabeza entre sus muslos, bese aquella boca vaginal, lamí un poco y los labios interiores empezaron a sobresalir, aquello era sobrehumano, abrí con las manos y hasta el clítoris era grande, chupe aquella inmensa cueva hasta que note que estaba a punto de tener su primer orgasmo , entonces sorbí aquel clítoris inmenso y dentro de mi boca soltó todo su rico néctar.
Yo seguía vestido ya que estaba nervioso, el caso es que mi verga no se ponía tiesa, subí lamiendo su vientre, su ombligo, hasta sus preciosas tetas, chupando los pezones le metí cuatro dedos en la vagina y con el dedo gordo le abrí sus labios. Volvió a mojar mi mano la deje extasiada y me fui al baño, intente que la verga se pusiera tiesa pero no pude, salí a hacer el ridículo, me esperaba de pie, me comenzó a besar mientras me abría la camisa, cuando me mordió las tetillas, note mi verga despertar, más cuando me dijo que nunca le había chupado la verga a nadie que no fuera su marido, pero que tampoco le habían comido la vagina hasta ese día ya que su marido no le gustaba y no sabía que sensación se sentía y me dijo que le había encantado, y quería probar mi verga.
Me desnudo por completo, se arrodillo y se la metió en la boca, no lo hacía mal. La levante y la penetre de un solo golpe nuestros miembros se fundieron sin esfuerzo. La agarre de las nalgas y la alce, me abrazo, cruzo sus piernas en mi espalda y la estuve clavando un buen rato sentía que me escurría sus jugos vaginales ya que se estremecía al vaivén de las penetradas la coloque con unas almohadas en la espalda levantando la pelvis dándome un espectáculo se veía su vagina inmensa le presente la verga y se la deje ir y solo escuche como que le faltaba el aire la empecé a bombear y empezó a balbucear una serie de palabras que no le entendía pero eso me ponía al 100 % sentí que volvió a tener otro orgasmo ya que se quedó como convulsionándose y después floja inmóvil podía hacer con ella lo que quisiera y así lo hice, la recosté sobre la cama y comencé a cogerla a la manera tradicional para comenzar a calentar motores, más tarde la acosté con su culo hacia arriba y pude contemplar las muy torneadas piernas y ese exquisito culo, le comente que si nunca la habían penetrado por el culo y ella hizo una cara de susto me dijo que NO y que nunca se la había ocurrido le dije que mi esposa goza mucho cuando la penetro por ahí y que si quería probar, con una cara de no muy convencida movió la cabeza diciendo me que sí, le coloque lubricante a su culito que era muy chiquito porque por mas lubricante que me eche no pude invadirlo y ella me dijo que se sentía incomoda y no estaba preparada para ser penetrada por ahí le insistí pero no la pude convencer y la segui penetrandola de manera salvaje que hasta la deje exhausta.
Me dijo que su marido termina y ella todavía se siente con pasión pero que el ya ni la pela y tiene que quedarse excitada y con un baño tiene que bajarse la calentura y que conmigo no sabe si es porque le está siendo infiel a su marido o por la sensación de lo prohibido pero se ha sentido muy excitada terminamos de coger como hasta las tres de la mañana y me dijo que nos durmiéramos ya que otro día llegaría su esposo de Monterrey y tenía que recogerlo al aeropuerto , nos dormimos abrazados.
Escuche abrir la puerta de la habitación y cuál fue mi sorpresa era mi esposa que venía vestida extremadamente sexy me dijo que si me había gustado mi regalo le dije que por supuesto que sí, ella comenzó a besarme y me volví a calentar viendo el culo de Claudia que estaba acostada a un lado de la cama completamente desnuda comencé a acariciarla mientras besaba a mi esposa eso me prendió y en un instante se me volvió a parar mi verga, Claudia se despertó y me comenzó a besar la verga a lo cual se prendió mi esposa y comenzó a acariciarla a ella lo cual me sorprendió ya que nunca me imaginé a mi esposa que le gustaran las chicas y Claudia no creas que se sintió mal que mi esposa la acariciara. Mi hermoso regalo (Claudia) le dijo a mi señora que era un excelente amante comenzamos a acariciarnos los tres y…. (Esa es otra historia)
Sonó la alarma del reloj, Claudia debía de recoger a su marido en el aeropuerto, mientras ella se duchaba yo fui a recoger su ropa de esposa decente en el auto al ver la ropa pensé quien iba a decir que su marido trabajando y yo disfrutando a su esposa que ironía de la vida.
Nos vemos con el segundo relato mi esposa y Claudia haciendo un trio.
Ya se acerca mi cumpleaños haber que se le ocurre a mi esposa esta vez
Claudia causa un efecto mágico en mí, en cuanto la veo, se me alborotan mis hormonas, me pongo caliente, y tengo que buscar un sitio donde esconderme y no me vean el bulto que me provoca su simple presencia.
Sonia, es mi mujer, somos bastante abiertos y nos contamos todo, le dije que Claudia me traía vuelto loco y se vestía con ropa muy ajustada y eso me provocaba unas súper erecciones, eso le provocaba a mi esposa un deseo inmenso de lujuria y terminábamos echamos unas cogidas monumentales. Así es que no le importa mi obsesión por Claudia, ya que ella es una muy buena amiga.
Termino la temporada de beisbol y no supe más de Claudia hasta que está llamo por teléfono a mi esposa para invitar a pasar la tarde, pues su hijo estaba fuera y su marido andaba de viaje.
Me pase toda esa semana metiéndosela a mi esposa por todos los agujeros, pues la muy zorra le había robado fotos de su amiga en bikini del teléfono celular.
Llego el día de mi cumpleaños 29 de Mayo del año pasado, Sonia reservo una habitación en un hotel muy conocido de la ciudad. En el cuarto, platicamos mucho, me pregunto que sí que quería de regalo le dije unas cuantas cursilería para quedar bien, ya saben para no herir sentimientos, a la hora de cenar, me mando solo a un restaurant cercano pues me debía preparar el regalo y allí recibiría mi sorpresa.
Estaba esperando la comida para llevarla a la habitación y casi me atraganto cuando apareció Sonia con mi regalo, era Claudia, con un vestido rojo de falda corta, generoso escote y sobre el hombro un lazo de que decía felicitación. Mi esposa me beso me deseo feliz noche y desapareció, le pregunte a Claudia si esto era una broma de mi esposa y ella me comento que mi mujer le conto mi obsesión por ella y también que yo era muy bueno en la cama y al fin la convenció para ser mi regalo de cumpleaños le dije si cenábamos en el restaurant o en la habitación me dijo que en un lugar más íntimo ya que ella es casada y no quería levantar rumores.
Seguimos platicando de diversas cosas hasta que llegamos al hotel y entramos al ascensor sin querer le toque el culo y comprobé que no llevaba ropa interior, al entrar en la habitación, deje la cena en una mesita y la levante por los hombros le di un beso y le quite el lazo de felicidades para contemplar el escote pronunciado, seguí besándola y la comencé a desnudar, sus pechos parecían dos grandes manzanas que pedían ser comidas, coronados por unos pezones oscuros que contrastaban con su piel blanca, acariciándolos los chupaba y mordía mientras bajaba una mano a su pelvis, hasta llegar a su vagina la cual encontré mojada. La acosté sobre la cama y pude contemplarla desnuda, el chocho era espectacular, estaba finamente depilada no sé si por la ocasión o si así le usa regularmente los labios exteriores parecían labios de boca, hinchados incluso tenían el borde rosado, me arrodille sobre la cama y hundí mi cabeza entre sus muslos, bese aquella boca vaginal, lamí un poco y los labios interiores empezaron a sobresalir, aquello era sobrehumano, abrí con las manos y hasta el clítoris era grande, chupe aquella inmensa cueva hasta que note que estaba a punto de tener su primer orgasmo , entonces sorbí aquel clítoris inmenso y dentro de mi boca soltó todo su rico néctar.
Yo seguía vestido ya que estaba nervioso, el caso es que mi verga no se ponía tiesa, subí lamiendo su vientre, su ombligo, hasta sus preciosas tetas, chupando los pezones le metí cuatro dedos en la vagina y con el dedo gordo le abrí sus labios. Volvió a mojar mi mano la deje extasiada y me fui al baño, intente que la verga se pusiera tiesa pero no pude, salí a hacer el ridículo, me esperaba de pie, me comenzó a besar mientras me abría la camisa, cuando me mordió las tetillas, note mi verga despertar, más cuando me dijo que nunca le había chupado la verga a nadie que no fuera su marido, pero que tampoco le habían comido la vagina hasta ese día ya que su marido no le gustaba y no sabía que sensación se sentía y me dijo que le había encantado, y quería probar mi verga.
Me desnudo por completo, se arrodillo y se la metió en la boca, no lo hacía mal. La levante y la penetre de un solo golpe nuestros miembros se fundieron sin esfuerzo. La agarre de las nalgas y la alce, me abrazo, cruzo sus piernas en mi espalda y la estuve clavando un buen rato sentía que me escurría sus jugos vaginales ya que se estremecía al vaivén de las penetradas la coloque con unas almohadas en la espalda levantando la pelvis dándome un espectáculo se veía su vagina inmensa le presente la verga y se la deje ir y solo escuche como que le faltaba el aire la empecé a bombear y empezó a balbucear una serie de palabras que no le entendía pero eso me ponía al 100 % sentí que volvió a tener otro orgasmo ya que se quedó como convulsionándose y después floja inmóvil podía hacer con ella lo que quisiera y así lo hice, la recosté sobre la cama y comencé a cogerla a la manera tradicional para comenzar a calentar motores, más tarde la acosté con su culo hacia arriba y pude contemplar las muy torneadas piernas y ese exquisito culo, le comente que si nunca la habían penetrado por el culo y ella hizo una cara de susto me dijo que NO y que nunca se la había ocurrido le dije que mi esposa goza mucho cuando la penetro por ahí y que si quería probar, con una cara de no muy convencida movió la cabeza diciendo me que sí, le coloque lubricante a su culito que era muy chiquito porque por mas lubricante que me eche no pude invadirlo y ella me dijo que se sentía incomoda y no estaba preparada para ser penetrada por ahí le insistí pero no la pude convencer y la segui penetrandola de manera salvaje que hasta la deje exhausta.
Me dijo que su marido termina y ella todavía se siente con pasión pero que el ya ni la pela y tiene que quedarse excitada y con un baño tiene que bajarse la calentura y que conmigo no sabe si es porque le está siendo infiel a su marido o por la sensación de lo prohibido pero se ha sentido muy excitada terminamos de coger como hasta las tres de la mañana y me dijo que nos durmiéramos ya que otro día llegaría su esposo de Monterrey y tenía que recogerlo al aeropuerto , nos dormimos abrazados.
Escuche abrir la puerta de la habitación y cuál fue mi sorpresa era mi esposa que venía vestida extremadamente sexy me dijo que si me había gustado mi regalo le dije que por supuesto que sí, ella comenzó a besarme y me volví a calentar viendo el culo de Claudia que estaba acostada a un lado de la cama completamente desnuda comencé a acariciarla mientras besaba a mi esposa eso me prendió y en un instante se me volvió a parar mi verga, Claudia se despertó y me comenzó a besar la verga a lo cual se prendió mi esposa y comenzó a acariciarla a ella lo cual me sorprendió ya que nunca me imaginé a mi esposa que le gustaran las chicas y Claudia no creas que se sintió mal que mi esposa la acariciara. Mi hermoso regalo (Claudia) le dijo a mi señora que era un excelente amante comenzamos a acariciarnos los tres y…. (Esa es otra historia)
Sonó la alarma del reloj, Claudia debía de recoger a su marido en el aeropuerto, mientras ella se duchaba yo fui a recoger su ropa de esposa decente en el auto al ver la ropa pensé quien iba a decir que su marido trabajando y yo disfrutando a su esposa que ironía de la vida.
Nos vemos con el segundo relato mi esposa y Claudia haciendo un trio.
Ya se acerca mi cumpleaños haber que se le ocurre a mi esposa esta vez
