webos1213
Becerro
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- 3 Ene 2009
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Finalmente, se atrevió a hacer, lo que había sido desde el principio su objetivo , separando mis nalgas con ambas manos, su lengua se posó de lleno en mi orificio anal y comenzó a dibujar círculos a su alrededor.
Poco me importo cuando después de un momento su lengua entro de lleno en mi ano, pero no solo eso, sino que me levanto de la almohada, ahora si estaba de plano en cuatro sobre la cama, mientras su lengua seguía bien hundida en mi ano, su mano tomo mi verga y comenzó un sube y baja, me estaba matando de placer, nos quedamos en esa posición varios minutos, yo con el culo levantado y ella dándome lengua en el ano y masturbándome.
Ella solo dejaba de lamer para decirme que rico sabia mi ano y que dura tenía la verga, que había soñado con hacerme eso hace tiempo, el orgasmo finalmente me llego, caí de lado y me vine, todo mi semen quedo sobre mi muslo , ahora estaba costado de lado en posición fetal, ella aprovecho para recostarse sobre su costado y no se si no se dio cuenta que yo acababa de venirme o no le importó, pero ni su lengua ni su mano, se detuvieron, lo cual hizo el orgasmo se prolongara.
Me acostó boca arriba, puso la almohada bojo de mi coxis, se puso en cuatro entre mis piernas, sin dejar de masturbarme le dedico más lamidas a mis testículos y a mi verga, el semen en mi muslo la mancho del lado izquierdo de la cara y cabello, mientras que vez dejo que mi verga entrara en su boca, subió y bajo varias veces la cabeza sobre mi verga, siempre acompañada de su mano.
Dejo de mamarme la verga, para bajar y darme más lengua en el ano, pude notar que ella mientras hacía esto había bajado la mano que no me masturbaba y se la metió en el pantalón.
Así se queda otros varios minutos más, con su lengua en mi culo, una mano masturbándome y la otra masturbándose, empezó venirse, fue el único momento en el que detuvo, empezó a convulsionarse, como yo estaba a punto de terminar por segunda vez, aproveche que su boca estaba abierta, para meterle mi verga hasta el fondo sin avisarle.
Tomándola de los cabellos le marque un rápido movimiento de meter y sacar en mi verga con toda velocidad, me llego el segundo orgasmo de la tarde, era una delicia verla así, convulsionándose por su orgasmo, con sus gemidos acallados porque mi verga estaba bien metida en su boca, cuando el semen salió, tome con ambas manos su cara y le metí hasta la garganta mi verga, ella ni protesto ni hizo nada para sacarla y ahí me vine directamente en su garganta.
Nos quedamos tendidos y exhaustos por nuestras respectivas venidas, ella como se levantó de la cama, saco de su bolsa un cepillo y pasta de diente y se dirigió al baño.
Cuando ella salió del baño me miro con una sonrisa pícara y me pregunto si me había gustado, no quise quedarme con la duda y le pregunte , ella me contesto que desde pequeña, había descubierto que le excitaba mucho dar besos negros, lamentablemente no me quiso contar como fue que lo descubrió, ni el detalle de “desde pequeña” solo me dijo que esas cosas no las anda contando una mujer, me pareció ridículo que no me lo quisiera decir, pero no hubo forma de convencerla.
Le dije que cuando ella quisiera me lo podía hacer, ella sonrió y me contesto, que no, que no se había querido quedar con las ganas, pero que iba a casarse y que no lo repetiríamos nunca más.
Se quedó unos minutos más en mi casa, de pronto vio el reloj y me dijo que debía ir a recoger a su hija.
Hace poco la busque para saludarla, me conto muy emocionada que tiene 4 meses de embarazo (ósea que ya venía cargada cuando la vi) y que se casara en 2 meses.
Me quedo claro que esa experiencia fue de una vez en la vida, así que me despedí de ella deseándole que fuera feliz con su esposo, ella se despidió de mi mandándome “besos y lamidas en donde quieras”
Poco me importo cuando después de un momento su lengua entro de lleno en mi ano, pero no solo eso, sino que me levanto de la almohada, ahora si estaba de plano en cuatro sobre la cama, mientras su lengua seguía bien hundida en mi ano, su mano tomo mi verga y comenzó un sube y baja, me estaba matando de placer, nos quedamos en esa posición varios minutos, yo con el culo levantado y ella dándome lengua en el ano y masturbándome.
Ella solo dejaba de lamer para decirme que rico sabia mi ano y que dura tenía la verga, que había soñado con hacerme eso hace tiempo, el orgasmo finalmente me llego, caí de lado y me vine, todo mi semen quedo sobre mi muslo , ahora estaba costado de lado en posición fetal, ella aprovecho para recostarse sobre su costado y no se si no se dio cuenta que yo acababa de venirme o no le importó, pero ni su lengua ni su mano, se detuvieron, lo cual hizo el orgasmo se prolongara.
Me acostó boca arriba, puso la almohada bojo de mi coxis, se puso en cuatro entre mis piernas, sin dejar de masturbarme le dedico más lamidas a mis testículos y a mi verga, el semen en mi muslo la mancho del lado izquierdo de la cara y cabello, mientras que vez dejo que mi verga entrara en su boca, subió y bajo varias veces la cabeza sobre mi verga, siempre acompañada de su mano.
Dejo de mamarme la verga, para bajar y darme más lengua en el ano, pude notar que ella mientras hacía esto había bajado la mano que no me masturbaba y se la metió en el pantalón.
Así se queda otros varios minutos más, con su lengua en mi culo, una mano masturbándome y la otra masturbándose, empezó venirse, fue el único momento en el que detuvo, empezó a convulsionarse, como yo estaba a punto de terminar por segunda vez, aproveche que su boca estaba abierta, para meterle mi verga hasta el fondo sin avisarle.
Tomándola de los cabellos le marque un rápido movimiento de meter y sacar en mi verga con toda velocidad, me llego el segundo orgasmo de la tarde, era una delicia verla así, convulsionándose por su orgasmo, con sus gemidos acallados porque mi verga estaba bien metida en su boca, cuando el semen salió, tome con ambas manos su cara y le metí hasta la garganta mi verga, ella ni protesto ni hizo nada para sacarla y ahí me vine directamente en su garganta.
Nos quedamos tendidos y exhaustos por nuestras respectivas venidas, ella como se levantó de la cama, saco de su bolsa un cepillo y pasta de diente y se dirigió al baño.
Cuando ella salió del baño me miro con una sonrisa pícara y me pregunto si me había gustado, no quise quedarme con la duda y le pregunte , ella me contesto que desde pequeña, había descubierto que le excitaba mucho dar besos negros, lamentablemente no me quiso contar como fue que lo descubrió, ni el detalle de “desde pequeña” solo me dijo que esas cosas no las anda contando una mujer, me pareció ridículo que no me lo quisiera decir, pero no hubo forma de convencerla.
Le dije que cuando ella quisiera me lo podía hacer, ella sonrió y me contesto, que no, que no se había querido quedar con las ganas, pero que iba a casarse y que no lo repetiríamos nunca más.
Se quedó unos minutos más en mi casa, de pronto vio el reloj y me dijo que debía ir a recoger a su hija.
Hace poco la busque para saludarla, me conto muy emocionada que tiene 4 meses de embarazo (ósea que ya venía cargada cuando la vi) y que se casara en 2 meses.
Me quedo claro que esa experiencia fue de una vez en la vida, así que me despedí de ella deseándole que fuera feliz con su esposo, ella se despidió de mi mandándome “besos y lamidas en donde quieras”
