calamidad4
Becerro
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aqui les traigo un relato muy buenooo pa que se emosionen jejjjejeej
unzadita:
Hola, les relato la historia que me sucedió un día en el trabajo, con respecto a mi esposa. Ella es delgada, de muy buen cuerpo, morenita, con unas curvas envidiables por cualquier mujer y es difícil que pase desapercibida por los hombres, ya que está buenísima..................... Hola, les relato la historia que me sucedió un día en el trabajo, con respecto a mi esposa. Ella es delgada, de muy buen cuerpo, morenita, con unas curvas envidiables por cualquier mujer y es difícil que pase desapercibida por los hombres, ya que está buenísima.
Esto comenzó un día viernes en el que yo estaba en la oficina, ella me llamó y me preguntó qué planes tenía para esa noche, yo le contesté que ya había quedado de acuerdo con un compañero de trabajo, para salir a tomarnos unas copas y después, llegar a la casa. Ella me respondió que estaba bien pero eso sí, que no llegara tarde porque estaba un poco caliente, le respondí que no se preocupara, que no llegaría más tarde de las 12 de la noche.
Naturalmente, ella solo me cuestionó “¿sí, cómo no?” y luego añadió “¿a dónde van a ir?”, yo le comenté que me estaba invitando a un bar cerca de la casa, a tomarnos unas copas, que no se preocupara y solo me dijo “cuídate” y colgamos. Al salir del trabajo, me fui con mi amigo, que se llama Paco, con dirección hacia el bar, a donde llegamos y pedimos unos tragos mientras conversábamos y veíamos a las chicas del lugar bailar, entonces sonó mi teléfono pero no contesté, pues era mi esposa.
Después de cinco minutos, sonó de nuevo el teléfono celular y contesté pensando que era una emergencia pero era mi mujer diciéndome que estaba muy sola y que me tenía una sorpresa, que estaba muy caliente y que me esperaba en la casa. Yo le pregunté qué sorpresa me tenía y ella solo me contestó que me iba a gustar mucho y añadió “¿para qué gastar tanto dinero en tomar en otro lado si puedes hacerlo en la casa?” y además, estaba muy caliente.
Al responderle, le pregunté “¿y qué le digo a mi amigo?, él está muy entusiasmado aquí” y ella me respondió “pues tráelo, no te imaginas lo que les tengo” y añadió “¿querían ir al bar?, pues les tengo su bar en la casa, ¿quieres que los atiendan mujerzuelas?, pues aquí los voy a atender muy bien”. Luego de la insistencia de mi mujer, le dije que estaba bien, que no había problema e íbamos para allá, ella solo me comentó “los espero en una hora” y acepté”.
Cuando llegué a la mesa con mi amigo, le propuse que fuéramos a la casa a seguir tomando, él solo me preguntó, en son de burla “¿te pegan, verdad?” y yo le respondí “no, para nada pero mi mujer está un poco insistente” y lo cuestioné “¿qué onda?, ¿vamos o te quedas?”, él solo dijo “ok vamos pero la parranda la seguimos el próximo fin de semana y tú invitas”, le respondí “órale, está bien, trato hecho”.
Al momento, nos fuimos hacia la casa y al llegar a la puerta, apenas iba a sacar las llaves cuando se abrió la puerta y ella nos dijo “pasen, los estaba esperando señores”, abriendo la puerta en su totalidad. Cuál fue mi sorpresa al ver que ella estaba vestida con una minifalda sumamente corta, acompañada de una blusa amarrada entre los senos, que se le veían espectaculares, además de un brasier de encaje por la parte de arriba, lo que le hacía que le resaltaran aún más sus ricas tetas y unas medias de red, muy bonitas y sexys.
Ahí estaba mi esposa, vestida muy coqueta, con una peluca de color negro con mechones claros, se veía irreconocible les aseguro que la vi y ya me la quería coger. En ese instante, mi amigo se quedó igual de frio que yo y ella nos volvió a decir “señores, los estaba esperando, bienvenidos” y nos saludó de beso en la mejilla a los dos.
Ya en el interior, nos indicó que nos sentáramos en la sala, donde tenía bajas las luces de la casa, luego nos preguntó qué queríamos tomar, le pedimos un par de chelas y en pocos minutos, ella nos las trajo y solo nos dijo “son 10 dólares”. Ambos nos quedamos callados y mi amigo señaló “yo invito la primera ronda”, luego nos las tomamos y le preguntamos a ella qué quería tomar, respondió “una cerveza pero para mí, son 10 dólares”, solo nos vimos entre nosotros y le pagamos.
Seguimos tomando y conversando, mi amigo estaba sentado en un sillón para dos personas, yo en el de tres personas y ella estaba enfrente de los dos, sentada en el individual, en donde solo cruzaba las piernas y cada vez que lo hacía, le podíamos ver toda su tanguita. Ella lo hacía para calentarnos, al mismo tiempo que si sacábamos un cigarrillo, ella se levantaba a prendérnoslo y al inclinarse un poco, para encenderlos, la otra persona podía verle las nalgas casi por completo.
Así lo hacía alternadamente hasta que ella nos preguntó “bueno, ¿qué no piensan bailar?”, le contesté que sí, enseguida me paré y me la llevé entre la sala y el comedor cuestionándola “¿de qué se trata esto?”. Al instante, ella solo me respondió “te dije que estaba caliente y por lo visto, tú también, la tienes bien parada así que aprovechen porque a las doce comienza el show de bikini”.
Inmediatamente, yo me le pegué más, casi hasta acariciarla pero ella no me dejó tocarla y después de bailar dos canciones así, me dijo “ahora quiero bailar con este caballero”. Enseguida, ellos comenzaron a bailar y mi amigo todavía sin decir algo y por los efectos del alcohol, medio trató de tocarla pero ella no lo dejó, aunque sí se daban unos buenos arrimones.
Así pasó la noche hasta que ella dijo “pidan la última bebida porque el bar ya va a cerrar”, así que le pedimos unos tequilas y nos los sirvió de una manera muy sexy, como cualquier mesera que se quiere ganar su propina en ese tipo de bares. Después de esto, ella quedó dándonos la espalda a los dos y quitó todo lo que había en la mesa de centro, mostrándonos el culo en todo su esplendor, de manera que la viera, primero uno y después el otro.
De esa manera, ella se movía y paraba las nalgas de una manera muy singular, lo cierto es que a mí me tenía muy excitado y después de retirar las cosas de la mesa y pasar varias veces por enfrente de nosotros, la mesa quedó libre. Al momento, ella prendió unas luces que destellaban y se apagaban, al mismo tiempo que quitó la música y nos preguntó “¿están listos caballeros?, es la hora del show” yo me quedé un poco frío pero al mismo tiempo, estaba muy caliente.
A continuación, ella puso una música suave, luego se subió a la mesa y comenzó a bailar de una manera muy sensual, también se tocaba y bailaba muy rico para entonces, yo tenía la verga muy dura y sentía que los huevos me explotaban de ver todo eso, era mejor que estar en table dance. Por su parte, ella solo se acariciaba todo su cuerpo mientras nos veía y se tocaba por encima de la ropa, después se bajó de la mesa, me miró pero siguió bailando muy sexy y sin perder el ritmo de lo que hacía, se paró frente a mí y me bailó, al tiempo que mi compañero solo se limitaba a ver lo que pasaba.
En ese momento, mientras él se tocaba por encima del pantalón discretamente, ella me dio la espalda y como queriéndoseme sentar en las piernas, me pasó sus nalgas por el pecho, muy cerca de la cara. Cuando la toqué, pude sentir que ella estaba en realidad muy caliente, luego se dejó caer sentándoseme en las piernas por un segundo, enseguida se paró y seguía bailando muy sexy camino hacia el otro sillón.
Fue hacia donde estaba mi amigo y él ya la esperaba con las manos abajo y volteándome a ver, yo solo moví la cabeza de la calentura, como diciéndole que estaba bien. Así, ella le bailó igual que a mí, pasándole las nalgas por la cara, por el pecho y se dio unos sentones en él pero siguió bailando hasta que se terminó la canción, entonces ella nos preguntó “¿están listos para lo que sigue?”, a lo que luego, luego respondimos que sí.
En eso, ella se subió nuevamente a la mesa, luego comenzó la música y ella seguía bailando muy sensual pero ahora, más caliente que nunca. A partir de ahí, ella se deshizo el nudo de la camisa que traía amarrada en las tetas y se la quitó bailando y me la aventó sensualmente, después se volteó y se quitó la mini falda, ahora se la aventó a mi amigo, quedándose solo en su tanga de hilo dental y su brasier.
Acto seguido, ella continuó bailando y de espaldas a nosotros, se quitó el brasier para luego darse la vuelta, con las manos en las tetas, acariciándoselas pero sin quitar las manos. Así, sin perder el ritmo del baile, ella se fue hacia mí y me bailó igual, pasándome las nalgas por la cara, bajándomelas por el pecho y terminando en mis piernas, al mismo tiempo que yo quedé agarrándole las nalgas con una mano y con la otra, le acariciaba las tetas sin piedad mientras ella solo se movía y me acariciaba la verga con su mano libre.
De ahí, mi esposa se paró pero ya sin agarrarse las tetas y fue sobre mi amigo, a quien le bailó de la misma manera pero él ya le agarraba las dos tetas y le besaba el cuello mientras ella solo se movía y no decía nada. Después, ella se regresó conmigo y ahora yo le acariciaba las tetas y la pucha, que ya tenía muy mojada, enseguida se levantó, se subió a la mesita y ahí se quitó la tanga, quedando completamente desnuda.
Para ese momento, ya nosotros estábamos con las vergas de fuera y cada quien masturbándose, entonces ella solo se bajó y fue hacia mí, enseguida se me sentó clavándose mi verga bien dura mientras le mamaba las tetas, después fue con mi amigo, a quien también se le sentó y se la clavó hasta el fondo. Pasado un rato así, ella se levantó dejándonos bien calientes y diciéndonos que el show había terminado y que si queríamos más, nos iba a costar 100 dólares a cada uno, añadiendo que nos había salido más barato que en otro bar.
Así, ella nos propuso “pónganse de acuerdo quién va a ser el primero” por supuesto que hicimos la vaquita y nos la cogimos los dos, incluso haciéndole una doble penetración mientras ella solo gemía de placer. Después de todo eso, nos bañamos, nos la mamó alternadamente y seguimos la faena en la cama hasta el amanecer.
Desde entonces, ya no vamos al bar, mi esposa nos atiende mejor que nunca... y ella solo disfruta de las embestidas que le damos, eso lo hacemos una vez al mes pero es muy rico todo, ya que esto siempre tiene algo nuevo. De hecho, mi amigo ya le comentó a otra persona y nos quiere acompañar en la próxima ocasión, solo que no sé cómo lo vaya a tomar ella, aunque creo que lo va a disfrutar mucho, ¿ustedes qué opinan...?”.
unzadita:Hola, les relato la historia que me sucedió un día en el trabajo, con respecto a mi esposa. Ella es delgada, de muy buen cuerpo, morenita, con unas curvas envidiables por cualquier mujer y es difícil que pase desapercibida por los hombres, ya que está buenísima..................... Hola, les relato la historia que me sucedió un día en el trabajo, con respecto a mi esposa. Ella es delgada, de muy buen cuerpo, morenita, con unas curvas envidiables por cualquier mujer y es difícil que pase desapercibida por los hombres, ya que está buenísima.
Esto comenzó un día viernes en el que yo estaba en la oficina, ella me llamó y me preguntó qué planes tenía para esa noche, yo le contesté que ya había quedado de acuerdo con un compañero de trabajo, para salir a tomarnos unas copas y después, llegar a la casa. Ella me respondió que estaba bien pero eso sí, que no llegara tarde porque estaba un poco caliente, le respondí que no se preocupara, que no llegaría más tarde de las 12 de la noche.
Naturalmente, ella solo me cuestionó “¿sí, cómo no?” y luego añadió “¿a dónde van a ir?”, yo le comenté que me estaba invitando a un bar cerca de la casa, a tomarnos unas copas, que no se preocupara y solo me dijo “cuídate” y colgamos. Al salir del trabajo, me fui con mi amigo, que se llama Paco, con dirección hacia el bar, a donde llegamos y pedimos unos tragos mientras conversábamos y veíamos a las chicas del lugar bailar, entonces sonó mi teléfono pero no contesté, pues era mi esposa.
Después de cinco minutos, sonó de nuevo el teléfono celular y contesté pensando que era una emergencia pero era mi mujer diciéndome que estaba muy sola y que me tenía una sorpresa, que estaba muy caliente y que me esperaba en la casa. Yo le pregunté qué sorpresa me tenía y ella solo me contestó que me iba a gustar mucho y añadió “¿para qué gastar tanto dinero en tomar en otro lado si puedes hacerlo en la casa?” y además, estaba muy caliente.
Al responderle, le pregunté “¿y qué le digo a mi amigo?, él está muy entusiasmado aquí” y ella me respondió “pues tráelo, no te imaginas lo que les tengo” y añadió “¿querían ir al bar?, pues les tengo su bar en la casa, ¿quieres que los atiendan mujerzuelas?, pues aquí los voy a atender muy bien”. Luego de la insistencia de mi mujer, le dije que estaba bien, que no había problema e íbamos para allá, ella solo me comentó “los espero en una hora” y acepté”.
Cuando llegué a la mesa con mi amigo, le propuse que fuéramos a la casa a seguir tomando, él solo me preguntó, en son de burla “¿te pegan, verdad?” y yo le respondí “no, para nada pero mi mujer está un poco insistente” y lo cuestioné “¿qué onda?, ¿vamos o te quedas?”, él solo dijo “ok vamos pero la parranda la seguimos el próximo fin de semana y tú invitas”, le respondí “órale, está bien, trato hecho”.
Al momento, nos fuimos hacia la casa y al llegar a la puerta, apenas iba a sacar las llaves cuando se abrió la puerta y ella nos dijo “pasen, los estaba esperando señores”, abriendo la puerta en su totalidad. Cuál fue mi sorpresa al ver que ella estaba vestida con una minifalda sumamente corta, acompañada de una blusa amarrada entre los senos, que se le veían espectaculares, además de un brasier de encaje por la parte de arriba, lo que le hacía que le resaltaran aún más sus ricas tetas y unas medias de red, muy bonitas y sexys.
Ahí estaba mi esposa, vestida muy coqueta, con una peluca de color negro con mechones claros, se veía irreconocible les aseguro que la vi y ya me la quería coger. En ese instante, mi amigo se quedó igual de frio que yo y ella nos volvió a decir “señores, los estaba esperando, bienvenidos” y nos saludó de beso en la mejilla a los dos.
Ya en el interior, nos indicó que nos sentáramos en la sala, donde tenía bajas las luces de la casa, luego nos preguntó qué queríamos tomar, le pedimos un par de chelas y en pocos minutos, ella nos las trajo y solo nos dijo “son 10 dólares”. Ambos nos quedamos callados y mi amigo señaló “yo invito la primera ronda”, luego nos las tomamos y le preguntamos a ella qué quería tomar, respondió “una cerveza pero para mí, son 10 dólares”, solo nos vimos entre nosotros y le pagamos.
Seguimos tomando y conversando, mi amigo estaba sentado en un sillón para dos personas, yo en el de tres personas y ella estaba enfrente de los dos, sentada en el individual, en donde solo cruzaba las piernas y cada vez que lo hacía, le podíamos ver toda su tanguita. Ella lo hacía para calentarnos, al mismo tiempo que si sacábamos un cigarrillo, ella se levantaba a prendérnoslo y al inclinarse un poco, para encenderlos, la otra persona podía verle las nalgas casi por completo.
Así lo hacía alternadamente hasta que ella nos preguntó “bueno, ¿qué no piensan bailar?”, le contesté que sí, enseguida me paré y me la llevé entre la sala y el comedor cuestionándola “¿de qué se trata esto?”. Al instante, ella solo me respondió “te dije que estaba caliente y por lo visto, tú también, la tienes bien parada así que aprovechen porque a las doce comienza el show de bikini”.
Inmediatamente, yo me le pegué más, casi hasta acariciarla pero ella no me dejó tocarla y después de bailar dos canciones así, me dijo “ahora quiero bailar con este caballero”. Enseguida, ellos comenzaron a bailar y mi amigo todavía sin decir algo y por los efectos del alcohol, medio trató de tocarla pero ella no lo dejó, aunque sí se daban unos buenos arrimones.
Así pasó la noche hasta que ella dijo “pidan la última bebida porque el bar ya va a cerrar”, así que le pedimos unos tequilas y nos los sirvió de una manera muy sexy, como cualquier mesera que se quiere ganar su propina en ese tipo de bares. Después de esto, ella quedó dándonos la espalda a los dos y quitó todo lo que había en la mesa de centro, mostrándonos el culo en todo su esplendor, de manera que la viera, primero uno y después el otro.
De esa manera, ella se movía y paraba las nalgas de una manera muy singular, lo cierto es que a mí me tenía muy excitado y después de retirar las cosas de la mesa y pasar varias veces por enfrente de nosotros, la mesa quedó libre. Al momento, ella prendió unas luces que destellaban y se apagaban, al mismo tiempo que quitó la música y nos preguntó “¿están listos caballeros?, es la hora del show” yo me quedé un poco frío pero al mismo tiempo, estaba muy caliente.
A continuación, ella puso una música suave, luego se subió a la mesa y comenzó a bailar de una manera muy sensual, también se tocaba y bailaba muy rico para entonces, yo tenía la verga muy dura y sentía que los huevos me explotaban de ver todo eso, era mejor que estar en table dance. Por su parte, ella solo se acariciaba todo su cuerpo mientras nos veía y se tocaba por encima de la ropa, después se bajó de la mesa, me miró pero siguió bailando muy sexy y sin perder el ritmo de lo que hacía, se paró frente a mí y me bailó, al tiempo que mi compañero solo se limitaba a ver lo que pasaba.
En ese momento, mientras él se tocaba por encima del pantalón discretamente, ella me dio la espalda y como queriéndoseme sentar en las piernas, me pasó sus nalgas por el pecho, muy cerca de la cara. Cuando la toqué, pude sentir que ella estaba en realidad muy caliente, luego se dejó caer sentándoseme en las piernas por un segundo, enseguida se paró y seguía bailando muy sexy camino hacia el otro sillón.
Fue hacia donde estaba mi amigo y él ya la esperaba con las manos abajo y volteándome a ver, yo solo moví la cabeza de la calentura, como diciéndole que estaba bien. Así, ella le bailó igual que a mí, pasándole las nalgas por la cara, por el pecho y se dio unos sentones en él pero siguió bailando hasta que se terminó la canción, entonces ella nos preguntó “¿están listos para lo que sigue?”, a lo que luego, luego respondimos que sí.
En eso, ella se subió nuevamente a la mesa, luego comenzó la música y ella seguía bailando muy sensual pero ahora, más caliente que nunca. A partir de ahí, ella se deshizo el nudo de la camisa que traía amarrada en las tetas y se la quitó bailando y me la aventó sensualmente, después se volteó y se quitó la mini falda, ahora se la aventó a mi amigo, quedándose solo en su tanga de hilo dental y su brasier.
Acto seguido, ella continuó bailando y de espaldas a nosotros, se quitó el brasier para luego darse la vuelta, con las manos en las tetas, acariciándoselas pero sin quitar las manos. Así, sin perder el ritmo del baile, ella se fue hacia mí y me bailó igual, pasándome las nalgas por la cara, bajándomelas por el pecho y terminando en mis piernas, al mismo tiempo que yo quedé agarrándole las nalgas con una mano y con la otra, le acariciaba las tetas sin piedad mientras ella solo se movía y me acariciaba la verga con su mano libre.
De ahí, mi esposa se paró pero ya sin agarrarse las tetas y fue sobre mi amigo, a quien le bailó de la misma manera pero él ya le agarraba las dos tetas y le besaba el cuello mientras ella solo se movía y no decía nada. Después, ella se regresó conmigo y ahora yo le acariciaba las tetas y la pucha, que ya tenía muy mojada, enseguida se levantó, se subió a la mesita y ahí se quitó la tanga, quedando completamente desnuda.
Para ese momento, ya nosotros estábamos con las vergas de fuera y cada quien masturbándose, entonces ella solo se bajó y fue hacia mí, enseguida se me sentó clavándose mi verga bien dura mientras le mamaba las tetas, después fue con mi amigo, a quien también se le sentó y se la clavó hasta el fondo. Pasado un rato así, ella se levantó dejándonos bien calientes y diciéndonos que el show había terminado y que si queríamos más, nos iba a costar 100 dólares a cada uno, añadiendo que nos había salido más barato que en otro bar.
Así, ella nos propuso “pónganse de acuerdo quién va a ser el primero” por supuesto que hicimos la vaquita y nos la cogimos los dos, incluso haciéndole una doble penetración mientras ella solo gemía de placer. Después de todo eso, nos bañamos, nos la mamó alternadamente y seguimos la faena en la cama hasta el amanecer.
Desde entonces, ya no vamos al bar, mi esposa nos atiende mejor que nunca... y ella solo disfruta de las embestidas que le damos, eso lo hacemos una vez al mes pero es muy rico todo, ya que esto siempre tiene algo nuevo. De hecho, mi amigo ya le comentó a otra persona y nos quiere acompañar en la próxima ocasión, solo que no sé cómo lo vaya a tomar ella, aunque creo que lo va a disfrutar mucho, ¿ustedes qué opinan...?”.
