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Descubriendo el sexo

nafsbag

Becerro
Registrado
10 Dic 2011
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Encontré en un baúl viejo, un diario de mi mujer, donde relata varios acontecimientos sexuales, por ello decidí no modificarle nada y publicarlo tal como está escrito
Esa tarde, fui hacer la tarea con mi mejor amiga, en su casa. Allí se encontraba su padre, quien había trabajado como bombero durante mucho tiempo, ah usted fue bombero, -si mi niña, lo fui, “fue bueno”; no lo sé, lo único que sabía es que era el que tenia la manguera más larga, como así. Ya te muestro, se bajo la cremallera del pantalón, escarbo sacándosela toda, a esto me refiero, era grande, así estuviera dormida, le colgaba por toda su entrepierna.

No quieres tocar, me apetecía, pero no…No seas tímida y tócamela, tócamela, su pene se iba poniendo duro, cogía más firmeza. La pude tener entre mis manos, era el pene de un hombre y se lo estaba tocando, pero se lo tuvo que guardar apenas su hija entro por la puerta. Esa misma semana tuve permiso para quedarme algunos días en la casa de mi mejor amiga, ellos tenían una habitación de más.

Allí dormía, y el aprovechaba para constatar que su hija durmiera para entrar y hacer de las suyas conmigo, empezó masturbándome, metiendo sus dedos en mi vagina, -peludita, no sabes cómo me gustan los coños peludos, son más sabrosos y la tuya es peludita eh. La rutina era igual, acostarse a mi lado y sentir su mano moverse. Unos días mas no solo lo hacía si no que con la otra mano se masturbaba el mismo, lo sentía moverse.

Siempre llegaba en calzoncillos, con ese paquetote, los de hoy eran azules, acostada, voltee a ver que tanto hacia, guau, estaba muy enorme y erguida, quieres verlo, me dijo. Y dejo que le bajara por sus piernas los calzoncillos, empecé a masturbársela con suavidad, pero duro, notando como los vellos de sus grandes huevas se empezaban a mover, demasiado vello púbico. Le gustaba y hasta gemía, juega con ella, apenas se dedicaba a ver como se lo hacía.

Tres días después, estaba cogiendo conmigo, en esa cama, tapándome la boca para que no gritara, moviendo su culo a toda máquina. A la puerta, toco mi mejor amiga, su hija, “todo está bien”, me provocaba decirle no, tu padre me está violando; ni eso lo detuvo a seguir haciéndolo, respondí: todo bien, mientras me lo clavaba más.

Cuando por fin termino, me dolía mucho, él solo acabo de limpiarse con sus calzoncillos azules y salió sin ser pillado, varias veces lo repetimos, si mis padres supieran que ese hombre me comía en su casa. Seguía siendo amiga de ella y comiéndose a su padre, quien estaba bien bueno, nos divertíamos juntando nuestros cuerpos.

Al final del mes fuimos a un club, que ese día estaba demasiado solo, fuimos a jugar tenis, yo llevaba una falda muy cortita y al final del partido apareció uno de los entrenadores. Yo no pude dejar de mirarle sus piernas, tan gruesas y velludas. De repente el padre de mi amiga se arrimo a manosearme, eres una niña buena, fue sacando mis tetas y el entrenador se mando la mano a su paquete abultado, viendo la escena se empeloto allí.

No sé como terminamos desnudos en la cancha de tenis, los dos agarrándome a la vez, por detrás el entrenador y por delante, el padre, fue sensacional tener 2 penes que estaban demasiados enormes y excitados, sin condón ambos, disfrutaban a plenitud. Había recibido cantidad de esperma, sin saber de la existencia de los condones y de un pronto embarazo que disfrutamos los tres, en esa cancha, al poder se descubiertos por cualquiera. Al entrenador podían despedirlo y a nosotros expulsarnos, tirándonos la ropa, pero los que expulsaron leche fueron ellos dos.

Me hacía falta tener un pene en mis manos y poderlo manipular a mi antojo, hacía rato que no lo hacíamos, por las ocupaciones, por el colegio. Se lo dije y echo a reír, y entonces para que tienes esto, refiriéndose a su miembro, mira tengo un par de amigos que tienen urgencia por saciarse en sexo, vamos y te los tiras. Se trataba de dos obreros cachondos y guapos, la casa estaba en reparación y estaba vacía. No tenían camisa y sus pantalones estaban abiertos, dejando a flor de piel su hermoso y majestoso vello púbico, quien me trajo aquí sabia que me gustaban los penes peludos.

Me miraban de arriba abajo, querían comerme y no aguantaban las ganas por ponerme la mano. Y después de un par de palabras dejaron sus pantalones en el suelo, sus penes estaban libres, sentía como sus brazos me recorrían el cuerpo, luego sus penes fueron entrando hasta hundirlos todos. Fornicábamos, eran muy resistentes, demasiados machos, en especial uno quien no se había afeitado esta mañana, y rosaba con mi cara. Acaba uno cuando el otro seguía, y el padre de mi mejor amiga se masturbaba viendo la escena, alcanzo a botar leche antes de que los otros se vinieran.

Me decían de todo, puta, ramera, tan joven y ya le gusta comer polla, y no pararon hasta que se vinieron. Ya me había comido cuatro 4 enormes penes, el papá bombero, el entrenador y 2 obreros de piernas calenturientos. Todos los penes velludos. En el colegio nos enseñaba la anatomía de un pene, todas eran sorprendidas, incluso la hija de él, cuando yo ya había visto un par de esos, mismos que entraron y me hicieron gritar.

Pronto, me volvió a buscar, volvimos hablar de sexo, oye, tengo un amigo que en la cama es……., pero no es para ti, “por que”, el hombre es un verdadero animal en la cama, un verdadero pervertido, aun no estás preparada para eso. Llévame, ese hombre te hará sacar lágrimas, a pesar de que es joven, pero si eso quieres, serás su mujer durante una hora.

Fuimos al sitio donde vivía, en una la estación del tren abandonada, ingresamos y el lugar parecía tenebroso, muchos objetos de metal, barriles. Nos dirigimos hasta el fondo, cuando apareció, debía tener unos 30 años y vestía todo de negro. Qué te parece, la nena que te traje, -vamos a ver si aguanta, me pidió que siguiera al fondo y a él le pidió esperar ahí, venía detrás de mi quitándose la camisa negra, quedando solamente en sudadera negra, sus tetillas eran velluda y algo de pelo en el pecho, veía mi trasero.

Al volver a mirar la sudadera negra ya no estaba, desnudo y con un pene tremendamente endurecido. Me metió la cabeza en un lavadero, ahogándome, mientas me lo metía, me sentí humillada, no se conformaba con metérmelo todo, y empezaba a moverse circularmente. Cuantos dedos pudiera me los metía a la boca, me jalaba del cabello y cogía donde le diera la gana, a sus anchas, casi ni me puedo levantar, el cayó al suelo bocarriba, doblando una pierna, note como todo su vello púbico sobresalía hasta su abdomen, ya conoces el camino, salí y el quedo en botado en el suelo, riéndose un poco.

Temblaba, -te lo dije, ese tío es un animal, me imagino que te agarro como le dio la gana, no te lo había dicho, pero su trabajo consiste en probar las putas, para ponerlas a trabajar en el mercado, por eso esa manera maniaca de tener sexo. Tarde en recuperarme, pero sabía que si quería volver a estar con él, ya sabía dónde ubicarlo, una vez me pillo espiándolo con otra mujer, y nos cogió a las dos.

Hubo una reunión en mi casa y el padre de mi amiga vio que me fui a la cocina, me siguió y con la ropa puesta me lo metió allí mismo. Aquí no, allí están mis padres, “está bien”, apenas se lo metió mi padre casi nos pilla. Esa noche me quiso demostrar que lo que estábamos haciendo estaba bien, -todo el mundo coge… ya veras, llevándome a la zona rosa donde putas cogen con hombres en las calles.

Universitarios que pagan por sexo oral, me entro a un bar, hablo con el dueño, amigo suyo para que me dejara entrar. Adentro todo el mundo se maravillaba al ver en la tarima a un hombre coger a una mujer como le diera la gana, en bola y delante de todos lo hacían, hacían el amor, espectacular, eran profesionales del sexo.

-Quisieras estar ahí, no es así, que ese pene estuviera en tu vagina saliendo y entrando como lo está haciendo ahora. Vimos como se la comió, lo más sorprendente es que una vez que acabo el entro a camerinos con eso levantado y ella quedo en el suelo, exhausta. Dos hombres del público de inmediato subieron, rompieron los botones de sus camisas, uno de ellos era peludo y la hicieron suya. –Siempre pasa, 2 0 3 del publico tienen la oportunidad de fornicar. Vámonos antes de que se aparezca la policía por aquí y tu eres menor de edad.

Poco tiempo después me recogió a 2 cuadras del colegio y me lleva a casa, tomo la uta de la playa, donde había mucha gente, pero en especial hombres en tangas negras, rojas, amarillas, verdes. Él aprecio como las miraba, se te antoja no, es que están bien equipadas, quieres bajárselas y pegarte a su pelvis, porque no lo intentas y mientras me lo decía su bragueta estaba bien empinada, mira como me tienes.

Hicimos una parada para tomar un refresco, el aprovecho y se quito la ropa para meterse un rato al mar, pues llevaba una tanga que también le servía de baño, si pudiera me la quitaría…. Yo me quede ahí, de la nada apareció un hombre acuerpado de camisa roja ceñida al cuerpo, me confundió con una de las putas que hay por ahí, “Vamos para adentro que estoy molesto y necesito desahogarme”. Me empujo y me hizo suya cono todo ese cuerpo, no descanso hasta satisfacerse.

Cuando el padre de mi amiga entraba a la fonda, el salía colocándose la camisa, demore en salir mientras tomaba aliento y me vestía. Cuando abrí la puerta, el estaba esperándome, voltee a mirar su cacao que estaba bien abultado, tal vez imaginando lo que pudo pasar adentro, él quería que se lo viera. Caminamos por la playa y mientras le contaba eso le iba a explotar, tanto que no tuvo más opción que sacárselo.

En un rincón en la arena me lo metió, revolcándonos, aun con el aroma del otro hombre y quizás algo de su leche. Fue a recoger su tanga, a enredársela entre la pierna, acomodándosela y volvimos al auto donde pudo acabar de vestirse.


 
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