Y la curva de tus caderas, obra de manos de un artista, tu ombligo, tu cuello, tus hermosos ojos, tu cabello, imagino que cualquiera en tu ser estaría prisionero.
Mas tambien deseo yo admirar tu lindo rostro. Y la curva de tus caderas, obra de manos de un artista, tu ombligo, tu cuello, tus hermosos ojos, tu cabello, imagino que cualquiera estaría prisionero.
Hermosa eres, amiga mía, bellísima como el amanecer. Al admirar la imágen imagino que sigo el danzar de tus hermosas piernas, que son como cedros hermosos llenos de pasión.