Sintiendo esas bolas colgando, me metí una a la boca y la chupé tan rico que con la mano tomé del tallo esa verga empapada de lubricante y semen, sentía como no perdía su erección y masajeando de arriba abajo me antojaba lamerla completamente
-¡qué delicioso me la mamas putita! Tienes unos...